Capítulo 4: Oh sí

Movió su mano hasta tocar mi mejilla y suavemente me alejó con la otra.

"Hiei, no sientas que debes sentir lo mismo. Si no lo haces, lo entenderé. No tienes que compadecerte de mí..." Kurama dijo girando la cabeza.

"Kurama, no me compadezco de nadie, deberías saberlo." Le dije con un tono áspero.

"Es sólo que algo no me parece bien. No quiero hacer nada contigo a menos que tú estés seguro." Dijo con una suave sonrisa que parecía un poco forzada.

"No te entiendo." Dije sin emoción, cuando entonces me di cuenta de que estábamos sentados tremendamente cerca. No sólo eso, le había empujado un poco sobre mí. Su pierna descansaba sobre la mía y mi regazo, la otra pierna hacia arriba detrás de mi espalda.

Me giré para mirarle a los ojos y vi que se veía un poco diferente a lo normal.

"Hiei... ¿qué vamos a hacer conmigo?" Kurama preguntó con un diabólico brillo en sus ojos.

"Kurama... ¿estás bien?" Le gruñí con firmeza.

"Odio decirlo, pero creo que mi parte de Youko está venciéndome. Puede afectar enormemente a mi juicio. Los Youkos no son conocidos por su buen juicio, Hiei." Dijo poniendo ese extra algo en mi nombre para hacerlo destacar más.

"Kurama, después de la pasada noche ni siquiera había pensado que podrías..." Empecé, pero fui cortado pronto por la mano de Kurama alargándose y deslizándose por mi hombro hasta mi pecho.

"Hiei... perdóname." Dijo en la manera de Youko Kurama mientras me bajaba con sus piernas y mano para yacer en su pecho.

"¡Basta ya, Kurama. No tenemos tiempo para juguetear!" Le regañé, mientras tiraba de mi y me miraba fijamente.

"Hiei... no estoy jugando..." Empezó, pero luego se moderó y apareció una mirada asustada en sus ojos. "¡MALDITA SEA!" Kurama gritó, apartándome de él y agarrando su cabeza.

"Kurama, tal vez el problema es que Youko quiere salir demasiado. Él es todo en ti y tú no eres nada en él. Tiene más control. Quizás si le dejaras salir otra vez podría hablar con él para que se comporte. Además tengo que enfrentarme a él alguna vez. Todavía tenemos que acabar ese caso." Dije sintiendo mi estómago hundirse. Realmente estaba nervioso...

"No puedo... no quiero herirte." Dijo empezando a llorar otra vez.

"¡No me va a hacer daño, de acuerdo! ¡Cualquier cosa que haga lo habré provocado yo!" Le dije con fuerza, levantándome.

"Pero Hiei..." Dijo Kurama dando un paso hacia mí y envolviéndome con sus brazos. Las lágrimas que se desprendían de sus ojos caían silenciosas y bajaban por mi pecho, pasando por encima de mi cicatriz. "Te quiero... y no quiero tenerte así."

Mi corazón empezó a latir rápidamente. ¿Por qué no sabía lo que tenía que hacer? Con Youko era fácil: darle lo que quería. Pero no sabía lo que quería Kurama. ¡No sabía cómo quererlo!

Me abrazó con fuerza y descansó su cabeza en mi hombro. No quería estarme sólo ahí de pie, así que le rodeé con mi brazo y empecé a acariciar su espalda.

Sólo por Kurama... si él fuese otra persona nunca le hubiese permitido hacer tales cosas. ¡Abrazarme! ¡Caray, tenía que estar muy mal! No me gustaba, pero él era mi amigo... y un extraño sentimiento me decía que era algo más. (No estoy seguro de que me gustase eso tampoco).

"Kurama... por favor, quiero que las cosas funcionen... quiero..." Empecé a decir, pero luego decidí no acabar. En vez de eso, le rodeé con mi otro brazo y le abracé fuerte y posesivamente.

Movió su cabeza hacia la derecha y pude sentir sus finos cabellos rojos rozar mi mejilla.

Decidí sentarme, pero todavía quería abrazar a Kurama, así que pasé el brazo por detrás de sus rodillas, le cogí en brazos y le senté en mi regazo.

"Hiei... ¿estás seguro que estás de acuerdo con lo que hice?" Preguntó mirándome.

"Estoy seguro."

"Bien, le dejaré salir... sólo ten cuidado y sé firme con él... conmigo." Dijo levantándose y yendo a cambiarse. ((En la forma de Youko, no de ropa ni nada... 'sí Hiei, déjame que me ponga algo más cómodo, luego podrás enseñarme lo que ese Youko hizo!' no...))

Kurama volvió pronto y se sentó a mi lado. Me sentía nervioso y probablemente empecé a temblar. Pero entonces sentí la mano de Kurama coger suavemente la mía y la apretó de un modo tranquilizador.

Después de un minuto o dos, su transformación comenzó y el más... aspecto de zorro de mi compañero apareció otra vez, todavía con esa insinuante sonrisa con la que me dejó.

Intenté apartar mi mano de la suya, pero él la tenía muy bien cogida.

"¡Mira Youko, tú no estás aquí para tu propio placer! ¡Necesito que me digas que es lo que quieres para que así puedas dejar de molestar a Kurama!" Le dije, siendo firme como Kurama me había dicho que fuese.

"Hiei ya lo te lo dije... te quiero* a ti" Dijo llevándose mi mano a su boca y mordiendo mi dedo.

"Todavía pienso que estás loco." Le gruñí, sin intentar retirar mi mano.

Aunque estaba convencido de que este zorro estaba chiflado... todavía me sentía muy atraído hacia él.

"No te preocupes Hiei. No voy a tener sexo contigo." Empezó, soltando mi mano. "Debes pensar que es todo lo que hago..."

"Hn... eso, robar y matar." Respondí rápido y seguro.

"Oh Hiei... ¿crees que soy incapaz de sentir algo?" Preguntó con otra nueva sonrisa.

"No... no pienso eso." Le dije cruzando mis brazos y sintiendo que mi cara se calentaba un poco.

"Hm... Hiei, te estás poniendo rojo." Dijo, rápidamente alargando su mano hacia mi hombro más lejano y tirando de mí para que le mirase.

"¿Y qué?" Dije bruscamente, apartando mis ojos.

"Mi parte humana te dijo que no me dejases hacer nada que él no haría. Y tú le quieres..." Dijo, mientras abría mis brazos y me empujaba hacia atrás.

Otra vez en un lugar donde me sentía muy débil... debajo del gran Youko.

"..." No podía pensar en qué decir. Podía tener razón... pero no iba a dejar que lo supiera, si la tenía.

"Hiei... no te enamoras de una personalidad..." Empezó a decir, descansando su cuerpo en el mío. "Y no te enamoras de un cuerpo..." Continuó, moviendo sus dedos por mi pecho. "Te enamoras de una alma, Hiei. Si amas mi alma, me amas a mí."

Demonios, tenía razón...

Él esperó y vio la mirada en mi cara. Podía verlo. Podía ver mis sentimientos escritos claramente como si fueran un periódico... le amaba... amaba a Kurama.

"Ahora Hiei... no tengo mucho tiempo afuera. Estarás conmigo durante esta corta visita. Eres el único que me gusta de todos modos." Me dijo, utilizando sus dedos para trazar mis labios.

Siempre que estaba con él me parecía que perdía todo el control. Él tenía el poder absoluto... y eso me gustaba. No me gustaba ser siempre el más fuerte, necesitaba a alguien por encima de mí.

Movió sus dedos y agarró mi barbilla. Youko entonces bajó lentamente su cabeza y tomó mis labios con los suyos.

Me incliné hacia él y estaba a punto de colocar mi brazo alrededor suyo cuando escuché abrirse la puerta de la calle.

Oh sí, él tenía madre.

**********************************************************************

Aixxx, siempre con interrupciones... ¿Qué tal este? Espero y deseo que bien.

Este me ha costado un 'poco', no sé si es la autora que no se explica bien o es que no me entero, pero es que había cada posición... Como ya habréis notado al principio hay una que se las trae... Dar las gracias a Vaslav que me ha ayudado!! Arigatô! ^_^

Con un poco de suerte el lunes pongo el quinto!

Gracias por los reviews!!!

Mata ne!