Capítulo 10: Sueños
"¿Youko...?" Suspiré, mientras abría mis ojos a un Kurama dormido. "Oh."
Todavía estaba en los brazos de Kurama; supongo que Youko se había dormido así. O al menos lo había hecho Kurama.
Tenía la expresión más inocente en su cara. Los ojos bien cerrados, las mejillas un poco coloradas, la boca abierta ligeramente y el sonido de una suave respiración se oía cada pocos segundos. Parecía que estuviese soñando con algo. Entonces me di cuenta de que él estaba apretando mi muslo un poco fuerte... hmm.
"Hiei." Suspiró casi imposible de entender para mí.
Después de un segundo o dos apareció una extraña sonrisa en su cara y empezó a acariciar mi pierna de arriba abajo. La otra mano de Kurama se deslizó de mi espalda y en seguida caí, dejando sólo la parte inferior de mi cuerpo en su regazo.
Los ojos de Kurama se abrieron lentamente y luego se giró para mirarme. Fruncí el ceño para mostrarle que él me había dejado caer, pero en vez de decir que lo sentía, soltó una ligera risa.
"¿Qué se supone que significa eso?" Le pregunté apartando mis piernas y sentándome, asegurándome de cruzar los brazos para acrecentar mi silencioso rencor.
"Nada Hiei... tenía un sueño divertido, eso es todo." Kurama respondió, levantándose.
Caminó hacia mí y tendió su mano para ayudarme a levantarme. Indeciso alargué mi mano y me levanté.
"¿Qué pasaba? ¿Me metías mano, quizás?" Pregunté con un gruñido de complicidad.
"No." Dijo muy normal.
"Bien, entonces, en qué estabas soñando, porque sé lo que me estabas haciendo mientras soñabas." Le dije con una media sonrisa.
"Era un sueño muy extraño, Hiei... de hecho, ni siquiera yo era yo mismo."
"Entonces, ¿quién eras tú?"
"Bueno, en ese sueño, yo era tú." Kurama me dijo, empezando a reír.
"Entonces, ¿quién era yo?" Pregunté levantando una ceja.
"Tú eras yo, supongo. Aunque ambos actuábamos como el otro... bueno, al menos en la forma de hablar." Kurama dijo, mientras un suave rubor cubría sus mejillas.
"... ¿Qué MÁS hacíamos?" Pregunté volviéndome a sentarme debajo del árbol.
"Mi sueño no es nada importante de lo que tengamos que hablar ahora." Dijo Kurama, desviando la vista y mirando a otra parte, colocando sus manos detrás de su espalda.
"Ven aquí." Le dije firmemente, dando una palmada al sitio a mi lado debajo del gran árbol. Lentamente se dio la vuelta e hizo lo que le dije. Le rodeé con mi brazo y él se deslizó a un lado para apoyarse en la mitad derecha de mi cuerpo. Sus brazos se movieron dulcemente a mi alrededor y me abrazaron más cerca de él. Su roce calentó mi frío corazón; él era tan dulce y gentil. "Kurama... venga, cuéntamelo."
"Está bien... bien... yo, o tú," Empezó, pero luego indeciso cerró sus ojos y empezó a balbucear.
"Lo que sea." Le gruñí suavemente, mi mano encontró el camino hacia sus sedosos cabellos rojos y empecé a enredarlos en mis dedos, encontrando difícil impedir que se deslizaran de mi mano.
"Hiei... ¿no debemos empezar a trabajar ahora?" Kurama preguntó arrimando su cabeza a mi pecho.
"Aún no... para empezar tenemos que sacar a Youko. Sólo quiero un poco más de tiempo contigo, si eso está bien." Le dije moviendo mi otra mano a su barbilla y levantando su cabeza próxima a la mía. "Te quiero. No se lo he dicho nunca a nadie antes de estos tres últimos días, Kurama. Y no voy a hacerlo a la ligera." Le dije con una sonrisa sincera, inclinando mi cabeza hacia abajo y besándolo, mi mirada llena de unas nuevas y extrañas emociones, amor.
Kurama me besó inmediatamente y se puso encima de mí. Retiré mi mano de su fino cabello y la coloqué con cuidado en su espalda.
Kurama se levantó un poco y me observó con ternura mientras preguntaba, "¿Cuánto tiempo antes de que tengamos que empezar?"
"No mucho."
"Entonces tendremos que ser rápidos..."
Descendió rápidamente y me besó, otra vez con una respuesta inmediata. Mi otra mano hizo su camino hacia su espalda y empecé a quitarle su camisa. Él era claramente más rápido que yo y ya se había deshecho de mi camisa y estaba a mitad de mis cinturones. Ambos nos tomamos un descanso para respirar y cuando lo hicimos, empecé a alcanzarle. Había tirado su camisa en algún sitio detrás de nosotros y rápidamente seguí con sus pantalones.
Cuando estaba a punto de quitarlos, apareció en la cara de Kurama una muy preocupada y avergonzada expresión. Rápidamente apoyé mi cabeza en el suelo para ver del revés (para mí) a Botan mirándonos con una expresión muy sobresaltada (y la camisa de Kurama colgada de su hombro). En seguida Kurama y yo tuvimos la misma expresión.
"¿C-Cuánto tiempo llevas aquí?" Kurama preguntó incorporándose y abrochándose los pantalones.
"Un minuto o dos... yo... no lo sé..." Botan tartamudeó, MUY incómoda.
"¿Por qué estás aquí?" Le gruñí, levantándome y abrochándome otra vez mis cinturones.
"Koenma me envió para deciros que... estáis umm... un poco atrasados en vuestro trabajo." Nos dijo girando la cabeza a un lado y rápidamente quitándose la camisa de Kurama con un ligero grito.
Me giré para mirar a Kurama, quien me dirigió una mirada que parecía revelar sus pensamientos exactamente, 'No es lo único en lo que estamos atrasados.'
"Estábamos a punto de hacerlo." Le dije a la demasiado dicharachera chica, empezando a ponerme la camisa.
Kurama continuaba sentado allí, viéndose muy avergonzado por todo. Y evidentemente no iba a levantarse y a coger su propia camisa. Así que fui hacia Botan, la recogí y se la lancé a Kurama.
"No parecía que fuese eso lo que estabais a punto de hacer." Botan dijo, seguido de un largo e incómodo silencio.
"Botan, ambos te agradeceríamos si no mencionases nada a nadie sobre lo que Hiei y yo... emm... hacemos..." Kurama empezó, moviéndose un poco y luego mirando hacia arriba para dirigirle a Botan una mirada, "O * no * hacemos..."
"Entiendo." Respondió Botan rápidamente volviendo a saltar en su remo y flotando un poco.
"¡¡Lo decimos en serio!!" Le grité mientras salía volando hasta perderse de vista. "Esa chica sabe DEMASIADOS secretos sobre mí..."
Jugueteé con mi camisa por un minuto y luego me volví hacia Kurama.
"Hiei... ¿ya estás listo o tenemos que esperar aún más?"
"¡¡¡MALDITA SEA!!!" Grité un poco sobresaltado cuando encontré que Kurama YA se había cambiado en su forma de youko.
"No quise asustarte, Hiei." Me dijo de ese modo insinuante que tenía. "Pero si quieres saber algo, estás bastante atractivo cuando estás asustado... más que el resto del tiempo, cuando ya eres atractivo."
"Cállate. Debemos movernos ya." Le dije, empezando a marcharme.
"¡Espera Hiei!" Gritó corriendo detrás hasta que se puso a mi lado.
Gruñí un rápido 'Hn' y ambos continuamos caminando.
"Así, tú y mi forma humana pasasteis otra noche juntos... ¿lo hicisteis ya?"
"¡¿Por qué te preocupas?!" Le grité, todavía cabreado por esa Botan.
"Porque sé que después de que lo hagáis, él estará mucho más cómodo a tu lado. Y porque me gustan esa clase de historias."
"Dios, eres un obsesionado del sexo." Gruñí, sacudiendo la cabeza. "Y si debes saberlo, íbamos pero nos interrumpieron. ¿Contento ahora?"
"Sí."
"Ahora cállate."
**********************************************************************
¡Esa Botan... siempre tan oportuna!
Ya el capítulo 10... sólo quedan 4 más! (cada vez son mejores ^^)
Que Hiei no quiere tanto a Kurama como a Youko... no digas eso XDD supongo que pasa un poco lo que decía Youko Minamino en su review ^^
Chiaky-chan, ya me he pasado por la web para ver que tal ha quedado y le enviado el link a la autora. Gracias por publicarlo en tu web!
Gracias por los reviews!!
Voy a ponerme en el próximo capítulo! Mata ne!
"¿Youko...?" Suspiré, mientras abría mis ojos a un Kurama dormido. "Oh."
Todavía estaba en los brazos de Kurama; supongo que Youko se había dormido así. O al menos lo había hecho Kurama.
Tenía la expresión más inocente en su cara. Los ojos bien cerrados, las mejillas un poco coloradas, la boca abierta ligeramente y el sonido de una suave respiración se oía cada pocos segundos. Parecía que estuviese soñando con algo. Entonces me di cuenta de que él estaba apretando mi muslo un poco fuerte... hmm.
"Hiei." Suspiró casi imposible de entender para mí.
Después de un segundo o dos apareció una extraña sonrisa en su cara y empezó a acariciar mi pierna de arriba abajo. La otra mano de Kurama se deslizó de mi espalda y en seguida caí, dejando sólo la parte inferior de mi cuerpo en su regazo.
Los ojos de Kurama se abrieron lentamente y luego se giró para mirarme. Fruncí el ceño para mostrarle que él me había dejado caer, pero en vez de decir que lo sentía, soltó una ligera risa.
"¿Qué se supone que significa eso?" Le pregunté apartando mis piernas y sentándome, asegurándome de cruzar los brazos para acrecentar mi silencioso rencor.
"Nada Hiei... tenía un sueño divertido, eso es todo." Kurama respondió, levantándose.
Caminó hacia mí y tendió su mano para ayudarme a levantarme. Indeciso alargué mi mano y me levanté.
"¿Qué pasaba? ¿Me metías mano, quizás?" Pregunté con un gruñido de complicidad.
"No." Dijo muy normal.
"Bien, entonces, en qué estabas soñando, porque sé lo que me estabas haciendo mientras soñabas." Le dije con una media sonrisa.
"Era un sueño muy extraño, Hiei... de hecho, ni siquiera yo era yo mismo."
"Entonces, ¿quién eras tú?"
"Bueno, en ese sueño, yo era tú." Kurama me dijo, empezando a reír.
"Entonces, ¿quién era yo?" Pregunté levantando una ceja.
"Tú eras yo, supongo. Aunque ambos actuábamos como el otro... bueno, al menos en la forma de hablar." Kurama dijo, mientras un suave rubor cubría sus mejillas.
"... ¿Qué MÁS hacíamos?" Pregunté volviéndome a sentarme debajo del árbol.
"Mi sueño no es nada importante de lo que tengamos que hablar ahora." Dijo Kurama, desviando la vista y mirando a otra parte, colocando sus manos detrás de su espalda.
"Ven aquí." Le dije firmemente, dando una palmada al sitio a mi lado debajo del gran árbol. Lentamente se dio la vuelta e hizo lo que le dije. Le rodeé con mi brazo y él se deslizó a un lado para apoyarse en la mitad derecha de mi cuerpo. Sus brazos se movieron dulcemente a mi alrededor y me abrazaron más cerca de él. Su roce calentó mi frío corazón; él era tan dulce y gentil. "Kurama... venga, cuéntamelo."
"Está bien... bien... yo, o tú," Empezó, pero luego indeciso cerró sus ojos y empezó a balbucear.
"Lo que sea." Le gruñí suavemente, mi mano encontró el camino hacia sus sedosos cabellos rojos y empecé a enredarlos en mis dedos, encontrando difícil impedir que se deslizaran de mi mano.
"Hiei... ¿no debemos empezar a trabajar ahora?" Kurama preguntó arrimando su cabeza a mi pecho.
"Aún no... para empezar tenemos que sacar a Youko. Sólo quiero un poco más de tiempo contigo, si eso está bien." Le dije moviendo mi otra mano a su barbilla y levantando su cabeza próxima a la mía. "Te quiero. No se lo he dicho nunca a nadie antes de estos tres últimos días, Kurama. Y no voy a hacerlo a la ligera." Le dije con una sonrisa sincera, inclinando mi cabeza hacia abajo y besándolo, mi mirada llena de unas nuevas y extrañas emociones, amor.
Kurama me besó inmediatamente y se puso encima de mí. Retiré mi mano de su fino cabello y la coloqué con cuidado en su espalda.
Kurama se levantó un poco y me observó con ternura mientras preguntaba, "¿Cuánto tiempo antes de que tengamos que empezar?"
"No mucho."
"Entonces tendremos que ser rápidos..."
Descendió rápidamente y me besó, otra vez con una respuesta inmediata. Mi otra mano hizo su camino hacia su espalda y empecé a quitarle su camisa. Él era claramente más rápido que yo y ya se había deshecho de mi camisa y estaba a mitad de mis cinturones. Ambos nos tomamos un descanso para respirar y cuando lo hicimos, empecé a alcanzarle. Había tirado su camisa en algún sitio detrás de nosotros y rápidamente seguí con sus pantalones.
Cuando estaba a punto de quitarlos, apareció en la cara de Kurama una muy preocupada y avergonzada expresión. Rápidamente apoyé mi cabeza en el suelo para ver del revés (para mí) a Botan mirándonos con una expresión muy sobresaltada (y la camisa de Kurama colgada de su hombro). En seguida Kurama y yo tuvimos la misma expresión.
"¿C-Cuánto tiempo llevas aquí?" Kurama preguntó incorporándose y abrochándose los pantalones.
"Un minuto o dos... yo... no lo sé..." Botan tartamudeó, MUY incómoda.
"¿Por qué estás aquí?" Le gruñí, levantándome y abrochándome otra vez mis cinturones.
"Koenma me envió para deciros que... estáis umm... un poco atrasados en vuestro trabajo." Nos dijo girando la cabeza a un lado y rápidamente quitándose la camisa de Kurama con un ligero grito.
Me giré para mirar a Kurama, quien me dirigió una mirada que parecía revelar sus pensamientos exactamente, 'No es lo único en lo que estamos atrasados.'
"Estábamos a punto de hacerlo." Le dije a la demasiado dicharachera chica, empezando a ponerme la camisa.
Kurama continuaba sentado allí, viéndose muy avergonzado por todo. Y evidentemente no iba a levantarse y a coger su propia camisa. Así que fui hacia Botan, la recogí y se la lancé a Kurama.
"No parecía que fuese eso lo que estabais a punto de hacer." Botan dijo, seguido de un largo e incómodo silencio.
"Botan, ambos te agradeceríamos si no mencionases nada a nadie sobre lo que Hiei y yo... emm... hacemos..." Kurama empezó, moviéndose un poco y luego mirando hacia arriba para dirigirle a Botan una mirada, "O * no * hacemos..."
"Entiendo." Respondió Botan rápidamente volviendo a saltar en su remo y flotando un poco.
"¡¡Lo decimos en serio!!" Le grité mientras salía volando hasta perderse de vista. "Esa chica sabe DEMASIADOS secretos sobre mí..."
Jugueteé con mi camisa por un minuto y luego me volví hacia Kurama.
"Hiei... ¿ya estás listo o tenemos que esperar aún más?"
"¡¡¡MALDITA SEA!!!" Grité un poco sobresaltado cuando encontré que Kurama YA se había cambiado en su forma de youko.
"No quise asustarte, Hiei." Me dijo de ese modo insinuante que tenía. "Pero si quieres saber algo, estás bastante atractivo cuando estás asustado... más que el resto del tiempo, cuando ya eres atractivo."
"Cállate. Debemos movernos ya." Le dije, empezando a marcharme.
"¡Espera Hiei!" Gritó corriendo detrás hasta que se puso a mi lado.
Gruñí un rápido 'Hn' y ambos continuamos caminando.
"Así, tú y mi forma humana pasasteis otra noche juntos... ¿lo hicisteis ya?"
"¡¿Por qué te preocupas?!" Le grité, todavía cabreado por esa Botan.
"Porque sé que después de que lo hagáis, él estará mucho más cómodo a tu lado. Y porque me gustan esa clase de historias."
"Dios, eres un obsesionado del sexo." Gruñí, sacudiendo la cabeza. "Y si debes saberlo, íbamos pero nos interrumpieron. ¿Contento ahora?"
"Sí."
"Ahora cállate."
**********************************************************************
¡Esa Botan... siempre tan oportuna!
Ya el capítulo 10... sólo quedan 4 más! (cada vez son mejores ^^)
Que Hiei no quiere tanto a Kurama como a Youko... no digas eso XDD supongo que pasa un poco lo que decía Youko Minamino en su review ^^
Chiaky-chan, ya me he pasado por la web para ver que tal ha quedado y le enviado el link a la autora. Gracias por publicarlo en tu web!
Gracias por los reviews!!
Voy a ponerme en el próximo capítulo! Mata ne!
