Capítulo 11: Espíritu luchador

"Hiei, ¿sabes dónde vamos?" Preguntó Youko mientras caminaba por delante de un árbol, uno de los muchos que había entre la colina y la fortaleza.

"Quizás..." Gruñí, realmente molesto por toda la flora.

"... Tal vez si yo liderara llegaríamos allí HOY. ¡Ya hemos perdido cuatro horas!" Me gritó agarrando mi hombro y girándome para que le mirara.

Sacudí la cabeza afirmativamente y él se puso delante de mí, besando mi mejilla primero por alguna razón.

Dio unos pasos hacia delante e inmediatamente encontró su pie atrapado en una enredadera que había en el suelo. Intentó quitársela sin suerte, así que me agaché y empecé a hacerlo por él.

"Buen comienzo." Le gruñí sarcásticamente.

Él respondió a mi comentario dando una patada a mi hombro con su, ahora libre, pie tirándome al suelo.

Rápidamente me levanté y me limpié, asegurándome de dirigirle una mirada.

"Vamos, antes de que oscurezca y tengamos que esperar hasta mañana OTRA VEZ: Por supuesto... si lo hacemos tendremos que..."

"Cállate ya..." Empecé, pasando bruscamente por su lado. Ambos empezamos a retomar el paso, asegurándonos de evitar poner el pie en cualquier cosa que nos atrapase. "Te lo dije, cuando ACABEMOS." Le dije con una ligera sonrisa.

Sabía que él realmente no quería dormir conmigo otra vez. Y yo tampoco lo quería. (Bueno, eso no era completamente cierto, pero en su mayor parte sí...) En realidad, disfrutábamos la compañía del otro, podíamos hablar de cosas. Nos entendíamos el uno al otro y nos amábamos.

"Eres lindo cuando quieres." Me dijo Youko burlonamente dirigiéndome una media sonrisa de complicidad.

"¿No me escuchaste cuando te dije que te callaras?"

"Como si pensaras que puedes amenazarme... no me harías daño si no te lo pidiera yo."

Empecé a correr un poco más rápido, haciendo que él intentara alcanzarme. Tan pronto como lo hizo puse mi pierna delante de él y observé como empezaba a caer.

Justo antes de que contactase con el duro y espeso suelo, alargué mi mano y agarré su brazo, volviéndolo a poner de pie.

"Tienes razón." Le dije suavemente cerrando los ojos y seguí andando.

Sonrió suavemente y se apresuró a andar a mi lado.

Después de otra hora o dos de pasearnos salimos del bosque. Miré hacia arriba y vi la fortaleza, era mucho más grande de lo que esperé.

"Caray..." Youko suspiró casi sarcásticamente, mientras la miraba él mismo. "Es bastante enorme."

"Sí... ¿aún piensas que podremos salir de la misma manera que entraremos?" Pregunté girándome para dirigirle una media sonrisa.

"Supongo que no. Un lugar tan grande debe tener MUCHA seguridad. ¿qué es exactamente lo que hicieron esos demonios?" Youko preguntó girándose para mirarme con curiosidad.

"Bueno, por lo que sé, volvieron a robar la Espada Fantasma." Le dije con una risa. "Creo que es por eso que Koenma envió a Kurama conmigo. Como si yo quisiese esa cosa inútil de todos modos... Soy suficientemente fuerte como soy ahora mismo." Expliqué. "Pero porque ellos lo tienen podemos esperar mucha protección, debido a su poder."

"¿De verdad que no la quieres, Hiei? Sabes que si lo hacemos, podemos devolverla y luego puedo conseguirla para ti." Me dijo Youko, creo que estaba siendo sarcástico, pero no podía asegurarlo.

"Emm... no..." Suspiré, sacuidiendo mi cabeza mientras daba un paso hacia atrás, detrás de un arbusto, seguido de Youko.

"¿Realmente son esos tesoros tan fáciles de robar?" Youko preguntó con una risa.

"Sólo pareció fácil para mi grupo, porque teníamos a Kurama en él. Él, um, y tú sois especialmente buenos en esa clase de cosas. Ellos también deben tener a alguien bastante bueno en robar." Le dije con una media sonrisa. "¿Estás listo?"

"Casi..." Suspiró indeciso.

"¿Qué pasa?" Pegunté curioso por su expresión bastante triste.

"Bueno... es sólo..." Balbuceó, con su mirada puesta entre mí y el suelo.

"¡Escúpelo!" Grité, quizás un poco demasiado fuerte.

"... Hiei, ¿y si hay alguien más fuerte que yo?" Preguntó mirándome con ojos llorosos.

La vista no era muy adecuada, pero abrió un profundo dolor en mi corazón al verlo, su tristeza.

"¿Qué quieres decir...?" Pregunté colocando mi mano en su mejilla.

"¿Y si ese demonio es más poderoso que incluso los dos juntos? ¿Y si, y si uno de nosotros o ambos no lo consigue? Yo..." Empezó para acabar, pero se detuvo para contener las lágrimas, rodeándome con sus brazos y abrazándome con fuerza. "Te quiero..."

**********************************************************************

Youko se nos pone tierno ^_^ Me alegra de que os gustase el capítulo anterior, entonces los dos últimos os gustarán aún más ^^

Muchas gracias por los reviews!!

A ver para cuando el próximo. Ya sabéis más reviews, antes lo pongo XDDDD

Mata ne!