Holaaaaa! Ya está aquí!! Llegó el último capítulo! Si os gustó el anterior
diría que este os va a gustar más ^^
¡Espero que el curso os haya ido bien a tod@s! Venga, ya no me enrollo más que seguro que queréis leeros el fic ^^
Aquí tenéis, un regalito para celebrar que se han acabado las clases este año ^_^
Que lo disfrutéis!!
**********************************************************************
Capítulo 14: Sin embargo, el final debe llegar.
Finalmente acabamos de subir las escaleras. Sin embargo, lo que encontramos me sorprendió bastante.
Era un pequeño niño humano.
"¡¡Kuwabara!!" Gritó Yusuke, señalando al crío con una expresión de sorpresa en su cara.
Todo esto me desconcertó. Habíamos subido hasta esta sala, todo era piedra y me imaginaba que sería aquí donde encontraríamos al líder. Era una perfecta zona de combate. ¿Por qué todo lo que encontramos era un pequeño niño humano?
"¡¿Qué sabéis vosotros de eso?!" Pregunté mirando a Youko y a mis compañeros de equipo.
"Bueno, cuando estábamos en ese otro caso, encargándonos de esos demonios asesinos fugados atacando niños de parvulario mientras dormían, descubrieron que un niño desapareció. ¡¡Esa niña encaja con la descripción de ese niño!!" Yusuke respondió, enfadado.
"Entonces esos demonios estaban atacando los niños por la única razón de que dos de nosotros se fueran y entretenerlos, así los otros podrían robar la Espada Fantasma." Youko dijo, mirándome.
"Su plan era asegurarse de que sólo uno de nosotros viniera, yo." Dije girándome para mirar a los demás.
"¿Por qué te imaginas eso?" El zoquete preguntó, pareciendo confundido.
"Porque cuando Kurama y yo repasábamos este caso en su casa hace unos días, encontramos que tenían una pared que se derrumbaba. Debíamos ser muy rápidos para pasarlo. Yo soy el más rápido y estaba listo para hacer este caso yo sólo. Cuando Kurama y yo despertamos a Youko, yo IBA a convencerle de que podía controlarlo solo, pero entonces-... ¡¡TÚ ESTÚPIDO ZORRO, PODRÍAMOS HABER EVITADO TODO ESTO Y CONSTRUIDO UN PLAN SI TÚ NO HUBIESES EMPEZADO A METERME MANO!!" Empecé a explicar, pero luego decidí culpar a Youko de todo.
"¡BUENO, NO ES MI CULPA QUE ME ARRASTRARAS ESCALERAS ARRIBA!"
"¡¿QUE YO TE ARRASTRÉ?! ¡¡Si acaso tú literalmente ME ARRASTRASTE escaleras arriba!!"
"¡ESPERAD, ESPERAD! ¿Qué demonios está pasando aquí?" Yusuke preguntó, mientras él y su feo amigo nos miraban fijamente, poniéndonos en un aprieto a mí y a Youko.
"¡¡Urameshi, hay niños delante!! ¡Bueno, dejad todos de hablar de lo que quiera que estéis hablando! ¡LOS NIÑOS NO TIENEN QUE OÍR ESTO!" El zoquete nos regañó mientras señalaba la niña pequeña que estaba sentada en la sala, mirándonos con la mirada en blanco.
"Mmm... perdona Hiei..." Youko empezó, dirigiéndome una mirada sincera y luego se giró hacia los demás y cogió aire. ¡Maldito ese zorro! "Hiei y yo..."
"¡¡NI TE ATREVAS!!" Grité, tapando su boca con mi mano, que mordió pronto, así que la retiré. "¡MIRA ZORRO, OLVIDA TODO LO QUE DIJE!"
"¿Sobre qué?" Youko preguntó mirándome con una expresión de preocupación en sus ojos.
"Ya sabes el qué..."
"¿Sobre prometer tener sexo otra vez conmigo cuando volvamos?"
A eso me quedé paralizado. Y mucho más cuando Kuwabara y Yusuke tuvieron unas caras escandalizadas, indignadas, asustadas, burlonas y todas las que sepas que iban a estallar en risa en cualquier momento, dirigidas a mí y sólo a mí.
"¡¡... Eso no idiota...!!"
"Y Hiei piensa que es desgraciado..." Yusuke susurró a Kuwabara y los dos empezaron a reír histéricamente.
Empecé a decir algo pero fui interrumpido por más carcajadas. Apareció un rubor muy intenso en mi cara y entonces me giré para dirigirle a Youko una feroz mirada.
"¿Sobre qué?"Él me susurró, mientras los otros dos no podrían escucharnos porque se estaban partiendo de risa.
"Olvídalo, todavía te quiero."
A eso me sonrió, así que yo también lo hice. Mi rubor se desvaneció y ya no estaba tan avergonzado. Estar enamorado y... compartirlo... con alguien como Youko no era nada de que avergonzarse. ¡Si acaso debería estar agradecido! Mira que afortunado era... además, después de pensarlo, si Youko no me hubiese medio forzado a dormir con él, yo le hubiese convencido y hubiera venido aquí yo solo. Y si hubiese hecho eso, habríamos caído en su trampa.
Claramente lo habían planeado para un luchador. Había dos demonios para luchar, ¿por qué igualarnos en número cuando pueden sobrepasarnos muchísimo? Como hicieron en la entrada. Sin Youko yo no habría sido capaz de derrotar a todos esos pequeños demonios.
Qué cosas. Porque tuvimos sexo... él salvó mi vida.
"¿De verdad lo hicisteis chicos?" Kuwabara preguntó cuando esos idiotas dejaron de reír.
Deseé que ellos no estuvieran aquí ahora mismo. Quería alargar mis brazos y abrazar a mi zorro, pero ni siquiera se me ocurriría hacerlo cerca de esos tontos. Sin embargo, Youko no pensaba lo mismo que yo.
Youko alargó sus brazos y me rodeó con ellos, abrazándome cerca de él de una manera poco sugerente. Por una vez él sólo quería abrazarme, nada más que eso.
¡Que se jodan esos idiotas, no me importó! ¡Yo también le abracé!
Permanecimos en los cálidos brazos del otro sin preocuparnos de quien lo veía o qué pensaban. Los ojos de Youko se humedecieron y otra vez le vi llorar. Sin embargo, esta vez no me dolió. Estaba inmensamente feliz por ellas.
Sabía que Yusuke y ese gusano estaban mirándonos fijamente. Me imaginé que para entonces sus expresiones habían cambiado. Ya no miraban como si quisiesen reír o burlarse de nosotros. Tal vez lo aceptaban. Eso espero porque no íbamos a ocultarlo más.
Después de que poco a poco nos dejamos ir, Youko secó sus ojos y luego se giró para dirigir a nuestra compañía una feroz mirada que decía, 'Decid una palabra y será la última.' Me gustó el mensaje, así que les dirigí una igual.
"De todos modos... Hiei, si alguien no debe luchar ese eres tú. ¡Eso es lo que habían planeado!" El detective dijo esforzándose en no mirar mi mano izquierda que estaba colocada suavemente en la de Youko.
"No, en este momento ya saben que estamos aquí todos. No importa... Hiei y yo lucharemos, gracias." Mi dulce zorro les dijo mientras se giraba conmigo para mirar a la niña. Lo hicimos durante un largo rato.
Pero no era tiempo perdido. Intentábamos entender exactamente por qué tenían un crío en la habitación en vez de un demonio para luchar. Era raro... y también lo era esta sala.
Había algo en mi mente que estaba intentando descifrar, pero no estaba funcionando. Se suponía que debía recordar algo.
Justo cuando empecé a recordar un poco me giré para decírselo a Youko, cuando vi que él iba a transformarse. ¡NO!
"¿El Kurama normal también está con Hiei, Urameshi?"
"No lo sé..."
"Hiei... ¿no duró suficiente? Lo siento, lo calculé mal..." Kurama se disculpó quitando su mano y mirándome apenado.
"No, estaba perdiendo el tiempo... ¡¡con ELLOS!!" Grité dirigiéndoles a los demás una mirada de odio.
"¡Oh! ¡HOLA CHICOS!" Kurama dijo nerviosamente dando un paso a un lado, alejándose de mí.
"Lo saben Kurama..." Le dije a mi zorro humano, señalando la cicatriz en mi pecho.
"Ya veo... ¿entonces, cuál es el plan?"
"Bueno, no podemos luchar porque no hay nadie contra quien hacerlo. La única persona ahí fuera es esa niña." Expliqué a Kurama señalando la pequeña niña que estaba sentada allí.
"¡¡¡Hiei, recuerda que esta sala es la de la pared!!!" Kurama gritó señalando la pared debajo de la cual estaba sentada la niña.
El mapa volvió a mi mente. ¡Era la que se derrumbaba! ¡La lucha importante no era aquí! Era en la próxima sala. La única manera de llegar allí era pasando a través desde donde estábamos. Tan pronto como lo hiciésemos la pared caería. Sin embargo, para nosotros sería fácil esquivarla en una sala tan grande, pero si nosotros la esquivábamos... esa cría sería aplastada.
"¡MALDITA SEA, SON MÁS LISTOS DE LO QUE PENSÉ!" Grité volviéndome para mirar a Kurama con una expresión enfadada en mi cara. "Kurama, no eres la clase de hombre que dejaría a un niño ser aplastado por una pared, ¿verdad?"
"Mmm... ¿Hay alguna clase de hombre que lo haría?"
"... Maldita sea. Lo planearon para nosotros dos. ¡Lo que realmente querían era tanto a mí como a Kurama! ¡La única razón por la que tenían esos otros demonios era para entretenernos un tiempo y conseguir que Kurama se transformase en su forma humana! Forzaban los demonios a luchar... porque necesitaban que Kurama estuviese en su forma humana. Sabían que no dejaría que ese crío muriese. Lo que no sabían es que había cuatro de nosotros." Expliqué mirando a todos mis compañeros de equipo... y mi compañero.
"Hiei, aquí hay algo que ellos no esperarían. Tú salvas la niña." Kurama me dijo poniendo su mano en mi hombro con firmeza del mismo modo en que él habló.
"¿Qué?"
"Tú eres el más rápido, Hiei... eres el único que puede salvarla. Por favor, Hiei..." Kurama suplicó mirándome a los ojos con lágrimas formándose en los suyos.
"De acuerdo..." Gruñí dando un paso hacia delante. "Lo juro, si no fuese Kurama..." Mascullé y luego me giré para estar frente a todos. "Correré y cogeré esa mocosa y mientras hago eso vosotros chicos debéis correr como el viento, ¿entendéis? Nadie vendrá intentando salvarme si me equivoco, ¿entendéis esto?"
Yusuke y Kuwabara asintieron, pero Kurama dudó.
"Hiei... no puedo estar de acuerdo en eso." Me dijo suavemente poniendo su mano en mi mejilla y mirándome directamente con un considerable rubor.
((En ese momento Yusuke y Kuwabara fueron traumatizados de por vida y no se iban a recuperar nunca de todo lo que habían visto.))
"¡Mejor que sí, porque nos vamos ahora mismo!" Dije, girándome y preparándome para correr. "¡¿Listos?!" Grité para despertar a los otros dos, tirando de ellos hacia donde estábamos.
Todos nos pusimos en posición para correr. Yo debía ser el primero en correr... sino esa niña estaba muerta. Si la pared empezaba a caer antes de que yo empezara a correr, nunca llegaría a ella a tiempo.
Ahí fuimos.
Tomé aire, intentando deshacerme del miedo que sentía. ¿Y si no lo conseguía? ¿Moriría justo cuando había encontrado la felicidad... nunca siendo capaz de decir adiós a quien amé? ¿Cómo afectaría eso a Kurama?
Pero no... no podía pensar así.
Así que corrí.
Oí piedra crujir y luego que caía y se hacía pedazos contra el suelo. Las rocas que aguantaban la pared en su lugar se habían desprendido, haciendo que la pared empezase a caer.
Me agaché, todavía corriendo tan rápido como podía, sintiendo en el fondo de mi estómago que algo no estaba bien. Lo averigüé en menos de un segundo, cuando alcancé la niña para encontrar que ya estaba muerta. No me extraña que no se moviera.
Ellos ya la habían matado.
Empecé a volver corriendo y mientras lo hacía divisé a Kurama mirándome extrañado. Se preguntaba por qué no tenía la niña. Pero realmente deseé no haberle visto. Me hizo aflojar lo suficiente.
La pared entera vino derrumbándose. Corrí tan rápido como pude, pero por desgracia no pude salvar mis piernas de ser completamente aplastadas bajo el peso de la piedra.
Se retrasó, pero pronto me afectó. Un dolor tan intenso que no podía describirlo. O recordar, porque perdí el conocimiento.
. . .
La última cosa que vi fue a Kurama corriendo hacia mí, lágrimas cayendo de sus ojos y gritos viniendo de su boca.
Era bonito tener a alguien que se preocupara.
La siguiente cosa que recuerdo fue, afortunadamente, no la muerte o una amputación. Fue una cama... una agradable y cálida cama.
No me di cuenta de dónde estaba, pero parecía un poco familiar. Pero se volvió mucho más familiar cuando abrí mis ojos y vi un pequeño trozo de tela negra en la mullida almohada humana.
¡La cama de Kurama, por supuesto!
"HIEI!!!!!" Kurama gritó cuando abrió la puerta de su habitación llevando mantas de más, las cuales tiró a un lado después de ver que yo estaba despierto, corrió hacia mí e inmediatamente empezó a besarme por todas partes.
"¿Qué pasó...?" Gemí, mientras él alzaba la vista y me daba un beso más en la frente.
"Bueno, después de que tus piernas fueran aplastadas, Yusuke y Kuwabara fueron y derrotaron ese demonio y recuperaron la Espada Fantasma. Resulta que el demonio había estado planeando esto durante un tiempo. ¡Había estado vigilando todos nuestros movimientos!" Kurama empezó a explicar, deteniéndose y besando mi nariz.
"¿Todos? ... Está bien... ¿cuánto tiempo ha pasado?" Pregunté empezando a sentir el dolor en mis piernas otra vez, pero pese a todo no estaba tan mal.
"Espera y déjame acabar... bien, después de crear esa distracción para llevar a Kuwabara y a Yusuke lejos y conseguir que nosotros viniésemos y después de que no funcionara y tú te desmayaras... te llevamos a Yukina y ella te curó en gran parte. Pero temo que ambas piernas están todavía rotas. Ya han pasado cuatro días." Kurama acabó, dándome otro beso rápido en los labios.
"Y una cosa más... ¿por qué estoy aquí?"
"Bueno, imaginamos que era el lugar más lógico para ti para quedarte. A mi madre no le importa." Kurama me dijo decidiendo tumbarse a mi lado para así no tener que seguir inclinándose para besarme.
¿M-Madre?" Pregunté nerviosamente mientras Kurama cogía una de mis manos y empezaba a chupar uno de mis dedos.
"Le dije que eras un amigo que estabas en el hospital... y que por eso me había ido, para visitarte porque estabas solo. Le pregunté a mi madre si podías quedarte aquí, así no tendría que marcharme tan a menudo y ella dijo que le parecía bien."
"¿Y ella no sabe nada de lo que pasó con nosotros, ¿verdad?" Le pregunté mientras Kurama cambiaba de dedo.
"Bueno en realidad Hiei, NADA pasó entre nosotros." Kurama dijo, pareciendo un poco decepcionado.
"Quiero decir Youko..."
"No."
"Bien. Oye, sabes Kurama, siento que tengamos que esperar un tiempo. Lo mismo para Youko..."
Kurama levantó su cabeza para mirarme a los ojos. Estaban brillando y resplandeciendo de amor, muy parecidos, estoy seguro, a como estaban los míos.
"Hiei, no quiero sexo o cualquier otra cosa de ti... sólo quiero que estés aquí para mí para amarte. ¡Y mira tu situación! No vas a ir a ninguna parte durante un tiempo. ¡Ni siquiera puedes andar!"
Entonces supongo que tendría que esperar para cumplir mi promesa a Youko. Pero estaba bien... la última vez que le vi, él sólo quería mi amor. No le importaría mientras yo estuviese bien.
Y aunque tuviese que esperar con Kurama también, él tenía razón, no iba a irme a ninguna parte. ¡Piernas rotas o no!
¡Lo amaba todo de él; ambos lados, ambas personalidades, ambos cuerpos y ambas almas!
~ * FIN * ~
**********************************************************************
Oooooh qué bonito!! ¿Qué, os gustó el capítulo final??
Jeje, al final se quedaron con las ganas XDDDDD (bueno, no sólo ellos, ¿verdad? ;))
T__T qué pena me da haber acabado el fic ya... pero también tenía ganas de acabarlo.
Vaslav, de verdad muchas gracias por ayudarme ;) (Sip, este también se me resistió un poco...)
Ah! Que no se me olvide! Tengo un regalo de navidad para vosotr@s ^_^ Es un fanfic de tres capítulos y publicaré el primero el lunes, los otros dos estarán el miércoles y el viernes. Será el último fic que traduzca este año ^^ Así que estad atent@s el lunes, bueno y los siguientes días.
Me despido hasta entonces agradeciendo a tod@s los que han leído el fic y los que han dejado review!
ARIGATÔ GOZAIMASU!!!
Cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
¡Espero que el curso os haya ido bien a tod@s! Venga, ya no me enrollo más que seguro que queréis leeros el fic ^^
Aquí tenéis, un regalito para celebrar que se han acabado las clases este año ^_^
Que lo disfrutéis!!
**********************************************************************
Capítulo 14: Sin embargo, el final debe llegar.
Finalmente acabamos de subir las escaleras. Sin embargo, lo que encontramos me sorprendió bastante.
Era un pequeño niño humano.
"¡¡Kuwabara!!" Gritó Yusuke, señalando al crío con una expresión de sorpresa en su cara.
Todo esto me desconcertó. Habíamos subido hasta esta sala, todo era piedra y me imaginaba que sería aquí donde encontraríamos al líder. Era una perfecta zona de combate. ¿Por qué todo lo que encontramos era un pequeño niño humano?
"¡¿Qué sabéis vosotros de eso?!" Pregunté mirando a Youko y a mis compañeros de equipo.
"Bueno, cuando estábamos en ese otro caso, encargándonos de esos demonios asesinos fugados atacando niños de parvulario mientras dormían, descubrieron que un niño desapareció. ¡¡Esa niña encaja con la descripción de ese niño!!" Yusuke respondió, enfadado.
"Entonces esos demonios estaban atacando los niños por la única razón de que dos de nosotros se fueran y entretenerlos, así los otros podrían robar la Espada Fantasma." Youko dijo, mirándome.
"Su plan era asegurarse de que sólo uno de nosotros viniera, yo." Dije girándome para mirar a los demás.
"¿Por qué te imaginas eso?" El zoquete preguntó, pareciendo confundido.
"Porque cuando Kurama y yo repasábamos este caso en su casa hace unos días, encontramos que tenían una pared que se derrumbaba. Debíamos ser muy rápidos para pasarlo. Yo soy el más rápido y estaba listo para hacer este caso yo sólo. Cuando Kurama y yo despertamos a Youko, yo IBA a convencerle de que podía controlarlo solo, pero entonces-... ¡¡TÚ ESTÚPIDO ZORRO, PODRÍAMOS HABER EVITADO TODO ESTO Y CONSTRUIDO UN PLAN SI TÚ NO HUBIESES EMPEZADO A METERME MANO!!" Empecé a explicar, pero luego decidí culpar a Youko de todo.
"¡BUENO, NO ES MI CULPA QUE ME ARRASTRARAS ESCALERAS ARRIBA!"
"¡¿QUE YO TE ARRASTRÉ?! ¡¡Si acaso tú literalmente ME ARRASTRASTE escaleras arriba!!"
"¡ESPERAD, ESPERAD! ¿Qué demonios está pasando aquí?" Yusuke preguntó, mientras él y su feo amigo nos miraban fijamente, poniéndonos en un aprieto a mí y a Youko.
"¡¡Urameshi, hay niños delante!! ¡Bueno, dejad todos de hablar de lo que quiera que estéis hablando! ¡LOS NIÑOS NO TIENEN QUE OÍR ESTO!" El zoquete nos regañó mientras señalaba la niña pequeña que estaba sentada en la sala, mirándonos con la mirada en blanco.
"Mmm... perdona Hiei..." Youko empezó, dirigiéndome una mirada sincera y luego se giró hacia los demás y cogió aire. ¡Maldito ese zorro! "Hiei y yo..."
"¡¡NI TE ATREVAS!!" Grité, tapando su boca con mi mano, que mordió pronto, así que la retiré. "¡MIRA ZORRO, OLVIDA TODO LO QUE DIJE!"
"¿Sobre qué?" Youko preguntó mirándome con una expresión de preocupación en sus ojos.
"Ya sabes el qué..."
"¿Sobre prometer tener sexo otra vez conmigo cuando volvamos?"
A eso me quedé paralizado. Y mucho más cuando Kuwabara y Yusuke tuvieron unas caras escandalizadas, indignadas, asustadas, burlonas y todas las que sepas que iban a estallar en risa en cualquier momento, dirigidas a mí y sólo a mí.
"¡¡... Eso no idiota...!!"
"Y Hiei piensa que es desgraciado..." Yusuke susurró a Kuwabara y los dos empezaron a reír histéricamente.
Empecé a decir algo pero fui interrumpido por más carcajadas. Apareció un rubor muy intenso en mi cara y entonces me giré para dirigirle a Youko una feroz mirada.
"¿Sobre qué?"Él me susurró, mientras los otros dos no podrían escucharnos porque se estaban partiendo de risa.
"Olvídalo, todavía te quiero."
A eso me sonrió, así que yo también lo hice. Mi rubor se desvaneció y ya no estaba tan avergonzado. Estar enamorado y... compartirlo... con alguien como Youko no era nada de que avergonzarse. ¡Si acaso debería estar agradecido! Mira que afortunado era... además, después de pensarlo, si Youko no me hubiese medio forzado a dormir con él, yo le hubiese convencido y hubiera venido aquí yo solo. Y si hubiese hecho eso, habríamos caído en su trampa.
Claramente lo habían planeado para un luchador. Había dos demonios para luchar, ¿por qué igualarnos en número cuando pueden sobrepasarnos muchísimo? Como hicieron en la entrada. Sin Youko yo no habría sido capaz de derrotar a todos esos pequeños demonios.
Qué cosas. Porque tuvimos sexo... él salvó mi vida.
"¿De verdad lo hicisteis chicos?" Kuwabara preguntó cuando esos idiotas dejaron de reír.
Deseé que ellos no estuvieran aquí ahora mismo. Quería alargar mis brazos y abrazar a mi zorro, pero ni siquiera se me ocurriría hacerlo cerca de esos tontos. Sin embargo, Youko no pensaba lo mismo que yo.
Youko alargó sus brazos y me rodeó con ellos, abrazándome cerca de él de una manera poco sugerente. Por una vez él sólo quería abrazarme, nada más que eso.
¡Que se jodan esos idiotas, no me importó! ¡Yo también le abracé!
Permanecimos en los cálidos brazos del otro sin preocuparnos de quien lo veía o qué pensaban. Los ojos de Youko se humedecieron y otra vez le vi llorar. Sin embargo, esta vez no me dolió. Estaba inmensamente feliz por ellas.
Sabía que Yusuke y ese gusano estaban mirándonos fijamente. Me imaginé que para entonces sus expresiones habían cambiado. Ya no miraban como si quisiesen reír o burlarse de nosotros. Tal vez lo aceptaban. Eso espero porque no íbamos a ocultarlo más.
Después de que poco a poco nos dejamos ir, Youko secó sus ojos y luego se giró para dirigir a nuestra compañía una feroz mirada que decía, 'Decid una palabra y será la última.' Me gustó el mensaje, así que les dirigí una igual.
"De todos modos... Hiei, si alguien no debe luchar ese eres tú. ¡Eso es lo que habían planeado!" El detective dijo esforzándose en no mirar mi mano izquierda que estaba colocada suavemente en la de Youko.
"No, en este momento ya saben que estamos aquí todos. No importa... Hiei y yo lucharemos, gracias." Mi dulce zorro les dijo mientras se giraba conmigo para mirar a la niña. Lo hicimos durante un largo rato.
Pero no era tiempo perdido. Intentábamos entender exactamente por qué tenían un crío en la habitación en vez de un demonio para luchar. Era raro... y también lo era esta sala.
Había algo en mi mente que estaba intentando descifrar, pero no estaba funcionando. Se suponía que debía recordar algo.
Justo cuando empecé a recordar un poco me giré para decírselo a Youko, cuando vi que él iba a transformarse. ¡NO!
"¿El Kurama normal también está con Hiei, Urameshi?"
"No lo sé..."
"Hiei... ¿no duró suficiente? Lo siento, lo calculé mal..." Kurama se disculpó quitando su mano y mirándome apenado.
"No, estaba perdiendo el tiempo... ¡¡con ELLOS!!" Grité dirigiéndoles a los demás una mirada de odio.
"¡Oh! ¡HOLA CHICOS!" Kurama dijo nerviosamente dando un paso a un lado, alejándose de mí.
"Lo saben Kurama..." Le dije a mi zorro humano, señalando la cicatriz en mi pecho.
"Ya veo... ¿entonces, cuál es el plan?"
"Bueno, no podemos luchar porque no hay nadie contra quien hacerlo. La única persona ahí fuera es esa niña." Expliqué a Kurama señalando la pequeña niña que estaba sentada allí.
"¡¡¡Hiei, recuerda que esta sala es la de la pared!!!" Kurama gritó señalando la pared debajo de la cual estaba sentada la niña.
El mapa volvió a mi mente. ¡Era la que se derrumbaba! ¡La lucha importante no era aquí! Era en la próxima sala. La única manera de llegar allí era pasando a través desde donde estábamos. Tan pronto como lo hiciésemos la pared caería. Sin embargo, para nosotros sería fácil esquivarla en una sala tan grande, pero si nosotros la esquivábamos... esa cría sería aplastada.
"¡MALDITA SEA, SON MÁS LISTOS DE LO QUE PENSÉ!" Grité volviéndome para mirar a Kurama con una expresión enfadada en mi cara. "Kurama, no eres la clase de hombre que dejaría a un niño ser aplastado por una pared, ¿verdad?"
"Mmm... ¿Hay alguna clase de hombre que lo haría?"
"... Maldita sea. Lo planearon para nosotros dos. ¡Lo que realmente querían era tanto a mí como a Kurama! ¡La única razón por la que tenían esos otros demonios era para entretenernos un tiempo y conseguir que Kurama se transformase en su forma humana! Forzaban los demonios a luchar... porque necesitaban que Kurama estuviese en su forma humana. Sabían que no dejaría que ese crío muriese. Lo que no sabían es que había cuatro de nosotros." Expliqué mirando a todos mis compañeros de equipo... y mi compañero.
"Hiei, aquí hay algo que ellos no esperarían. Tú salvas la niña." Kurama me dijo poniendo su mano en mi hombro con firmeza del mismo modo en que él habló.
"¿Qué?"
"Tú eres el más rápido, Hiei... eres el único que puede salvarla. Por favor, Hiei..." Kurama suplicó mirándome a los ojos con lágrimas formándose en los suyos.
"De acuerdo..." Gruñí dando un paso hacia delante. "Lo juro, si no fuese Kurama..." Mascullé y luego me giré para estar frente a todos. "Correré y cogeré esa mocosa y mientras hago eso vosotros chicos debéis correr como el viento, ¿entendéis? Nadie vendrá intentando salvarme si me equivoco, ¿entendéis esto?"
Yusuke y Kuwabara asintieron, pero Kurama dudó.
"Hiei... no puedo estar de acuerdo en eso." Me dijo suavemente poniendo su mano en mi mejilla y mirándome directamente con un considerable rubor.
((En ese momento Yusuke y Kuwabara fueron traumatizados de por vida y no se iban a recuperar nunca de todo lo que habían visto.))
"¡Mejor que sí, porque nos vamos ahora mismo!" Dije, girándome y preparándome para correr. "¡¿Listos?!" Grité para despertar a los otros dos, tirando de ellos hacia donde estábamos.
Todos nos pusimos en posición para correr. Yo debía ser el primero en correr... sino esa niña estaba muerta. Si la pared empezaba a caer antes de que yo empezara a correr, nunca llegaría a ella a tiempo.
Ahí fuimos.
Tomé aire, intentando deshacerme del miedo que sentía. ¿Y si no lo conseguía? ¿Moriría justo cuando había encontrado la felicidad... nunca siendo capaz de decir adiós a quien amé? ¿Cómo afectaría eso a Kurama?
Pero no... no podía pensar así.
Así que corrí.
Oí piedra crujir y luego que caía y se hacía pedazos contra el suelo. Las rocas que aguantaban la pared en su lugar se habían desprendido, haciendo que la pared empezase a caer.
Me agaché, todavía corriendo tan rápido como podía, sintiendo en el fondo de mi estómago que algo no estaba bien. Lo averigüé en menos de un segundo, cuando alcancé la niña para encontrar que ya estaba muerta. No me extraña que no se moviera.
Ellos ya la habían matado.
Empecé a volver corriendo y mientras lo hacía divisé a Kurama mirándome extrañado. Se preguntaba por qué no tenía la niña. Pero realmente deseé no haberle visto. Me hizo aflojar lo suficiente.
La pared entera vino derrumbándose. Corrí tan rápido como pude, pero por desgracia no pude salvar mis piernas de ser completamente aplastadas bajo el peso de la piedra.
Se retrasó, pero pronto me afectó. Un dolor tan intenso que no podía describirlo. O recordar, porque perdí el conocimiento.
. . .
La última cosa que vi fue a Kurama corriendo hacia mí, lágrimas cayendo de sus ojos y gritos viniendo de su boca.
Era bonito tener a alguien que se preocupara.
La siguiente cosa que recuerdo fue, afortunadamente, no la muerte o una amputación. Fue una cama... una agradable y cálida cama.
No me di cuenta de dónde estaba, pero parecía un poco familiar. Pero se volvió mucho más familiar cuando abrí mis ojos y vi un pequeño trozo de tela negra en la mullida almohada humana.
¡La cama de Kurama, por supuesto!
"HIEI!!!!!" Kurama gritó cuando abrió la puerta de su habitación llevando mantas de más, las cuales tiró a un lado después de ver que yo estaba despierto, corrió hacia mí e inmediatamente empezó a besarme por todas partes.
"¿Qué pasó...?" Gemí, mientras él alzaba la vista y me daba un beso más en la frente.
"Bueno, después de que tus piernas fueran aplastadas, Yusuke y Kuwabara fueron y derrotaron ese demonio y recuperaron la Espada Fantasma. Resulta que el demonio había estado planeando esto durante un tiempo. ¡Había estado vigilando todos nuestros movimientos!" Kurama empezó a explicar, deteniéndose y besando mi nariz.
"¿Todos? ... Está bien... ¿cuánto tiempo ha pasado?" Pregunté empezando a sentir el dolor en mis piernas otra vez, pero pese a todo no estaba tan mal.
"Espera y déjame acabar... bien, después de crear esa distracción para llevar a Kuwabara y a Yusuke lejos y conseguir que nosotros viniésemos y después de que no funcionara y tú te desmayaras... te llevamos a Yukina y ella te curó en gran parte. Pero temo que ambas piernas están todavía rotas. Ya han pasado cuatro días." Kurama acabó, dándome otro beso rápido en los labios.
"Y una cosa más... ¿por qué estoy aquí?"
"Bueno, imaginamos que era el lugar más lógico para ti para quedarte. A mi madre no le importa." Kurama me dijo decidiendo tumbarse a mi lado para así no tener que seguir inclinándose para besarme.
¿M-Madre?" Pregunté nerviosamente mientras Kurama cogía una de mis manos y empezaba a chupar uno de mis dedos.
"Le dije que eras un amigo que estabas en el hospital... y que por eso me había ido, para visitarte porque estabas solo. Le pregunté a mi madre si podías quedarte aquí, así no tendría que marcharme tan a menudo y ella dijo que le parecía bien."
"¿Y ella no sabe nada de lo que pasó con nosotros, ¿verdad?" Le pregunté mientras Kurama cambiaba de dedo.
"Bueno en realidad Hiei, NADA pasó entre nosotros." Kurama dijo, pareciendo un poco decepcionado.
"Quiero decir Youko..."
"No."
"Bien. Oye, sabes Kurama, siento que tengamos que esperar un tiempo. Lo mismo para Youko..."
Kurama levantó su cabeza para mirarme a los ojos. Estaban brillando y resplandeciendo de amor, muy parecidos, estoy seguro, a como estaban los míos.
"Hiei, no quiero sexo o cualquier otra cosa de ti... sólo quiero que estés aquí para mí para amarte. ¡Y mira tu situación! No vas a ir a ninguna parte durante un tiempo. ¡Ni siquiera puedes andar!"
Entonces supongo que tendría que esperar para cumplir mi promesa a Youko. Pero estaba bien... la última vez que le vi, él sólo quería mi amor. No le importaría mientras yo estuviese bien.
Y aunque tuviese que esperar con Kurama también, él tenía razón, no iba a irme a ninguna parte. ¡Piernas rotas o no!
¡Lo amaba todo de él; ambos lados, ambas personalidades, ambos cuerpos y ambas almas!
~ * FIN * ~
**********************************************************************
Oooooh qué bonito!! ¿Qué, os gustó el capítulo final??
Jeje, al final se quedaron con las ganas XDDDDD (bueno, no sólo ellos, ¿verdad? ;))
T__T qué pena me da haber acabado el fic ya... pero también tenía ganas de acabarlo.
Vaslav, de verdad muchas gracias por ayudarme ;) (Sip, este también se me resistió un poco...)
Ah! Que no se me olvide! Tengo un regalo de navidad para vosotr@s ^_^ Es un fanfic de tres capítulos y publicaré el primero el lunes, los otros dos estarán el miércoles y el viernes. Será el último fic que traduzca este año ^^ Así que estad atent@s el lunes, bueno y los siguientes días.
Me despido hasta entonces agradeciendo a tod@s los que han leído el fic y los que han dejado review!
ARIGATÔ GOZAIMASU!!!
Cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
