-Muy bien, se acabo el negocio de las aguas termales, que durante los últimos años no nos ha dado muchas ganancias que digamos ¡Vamos a montar una autoescuela! Así que llama a la gente de siempre y luego vas a comprar coches, material de aulas como pizarras y pupitres y contratas a alguien que sepa asfaltar ¡Y lo vas a pagar todo con tu dinero!
-Pero Anna... ToT
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Ni café, ni pastilla ni cinta adhesiva alrededor de los ojos. Si lo que quieres es permanecer en vela toda una noche, nada mejor que... LOS CUENTOS PARA NO DORMIR DE NORIKO *grito de terror*
Hoy presentamos... AUTOESCUELA ASAKURA
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Erase una vez una chica de cuyo no nombre no puedo acordarme que vivía en Fumbarioka. Un día, decidió que quería aprender a conducir y se le ocurrió ir a una autoescuela que había cerca de su casa: la autoescuela Asakura. A la semana siguiente de ocurrírsele la idea feliz, la chica se dirigió a la dicha autoescuela para apuntarse. La autoescuela se encontraba en una enorme casa con jardín propio. A la entrada, había un cartel que anteriormente decía "Casa Asakura" pero que ahora tenia tachado el "Casa" y escrito encima "Autoescuela". La chica paso dentro de la casa. Nada mas entrar, se encontró con una chica rubia, de unos 20 años, tal vez mas, limándose las uñas, sentada frente a una mesa que tenia un cartelito que decía "Anna K. de A." y el subtitulo de "Dueña de todo lo que esta viendo". En cuanto vio entrar a su nueva clienta, dejo de lado la lima.
-Buenos días
-Buenos días- saludo la chica- Quería aprender a conducir en su autoescuela
-Claro ¿A que vendrías aquí sino? Esto ya dejo de ser una balneario hace tiempo
-¿Esto fue un balneario?- la chica estaba sorprendida
-Que pasa ¿No lo sabias?- dijo Anna mosca
-Es que me acabo de mudar aquí hará ya un mes
-¿No conocías la aguas termales Fumbari?- grito Anna pegando su frente a la frente de la chica
-Lo siento, no lo conociaa!!- lloriqueó la chica- Yo solo venia aquí para aprender a conducir!! ;_;
Anna separo su cabeza. Abrió una cajón de la mesa y saco unos cuantos papeles.
-Toma, rellena esto con tus datos- le dijo mientras le tendía una de los folios, además de un bolígrafo. La chica lo relleno y al final lo firmo, tal y como pedía el formulario. Anna lo recogió y le tendió otro papel- Ahora firma este
-¿Para que es este?- pregunto la chica después de firmar el papel
-Es el seguro- contesto Anna mientras lo recogía y lo metía dentro de un buzón que tenia a su derecha. Sobre ese buzón, un cartelito que decía "Luci"
-Disculpe- pregunto la chica curiosa- ¿Luci es la compañía de seguros?
-¿Eres tonta o que? ¿No sabes quien es Lucifer?
Momento de silencio. La chica se quedo de piedra. No había leído ese ultimo papel que acababa de firmar ¿Es posible que esa tal Anna conociese al mismísimo Lucifer? ¿Acababa de hacer una especie de pacto con el diablo o algo así sin darse cuenta? No, imposible. Tenia que ser una broma. Si, eso era. Una broma al novato. Se intento tranquilizar.
-Son 3000- dijo Anna haciendo salir a la chica de sus pensamientos
A la chica le pareció mucho lo que pedía pero ¿Y si Anna tiene poderes y adivina que tenia el suficiente dinero en la cartera para pagarla? Mejor seria no resistirse. Le estaba empezando a dar miedo esa rubita.
-Esto... ¿Y cuando empiezo?- pregunto la chica pagando a regañadientes
-Mañana a las 11 de la mañana mas o menos. Empezaras con mas gente
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Al día siguiente, la chica corría hacia la autoescuela. Llegaba tarde. Llevaba consigo un cuaderno y un bolígrafo. Por fin llego a su destino casi sin aliento. Se encontró con Anna en su mesa presidencial.
-Arriba. El aula es la segunda a la izquierda- dijo Anna adivinándole la pregunta que la chica se disponía a hacerle
La chica subió jadeando los escalones de la escalera de dos en dos. Llego a su aula, en la que había ya gente. Para su suerte, el profesor no había llegado aun. Mas calmadamente, tomo asiento en un pupitre de la ultima fila, el único que quedaba libre. Al poco de sentarse, la puerta se cerro de repente y la chica no pudo evitar ahogar un grito.
-¿Que ocurre?- pregunto una voz
-Que me parece que aquí hay fantasmas porque la puerta se ha...- la chica reacciono- ¿Quien ha hablado? ¿Eres el fantasma?
-No, soy yo- una cabeza grande se asomo detrás de la mesa del profesor- Yo soy el profesor
La chica se levanto para verle mejor. El que decía ser su profesor no era mas alto que la silla sobre la que estaba subido.
-Muy bien, si ya estamos todos, creo que podemos empezar
El mini-profe se bajo de su silla, la arrastro hacia la pizarra y se volvió a subir a ella. Cogió una tiza.
-Soy el señor Oyamada, Manta Oyamada- escribió su apellido en la pizarra- y seré vuestro profesor teórico. Como bien he dicho, daremos teoría y además repasaremos la educación vial, que ya deberíais de saber. Al final de todas nuestras clases haremos unas practicas con bicicletas ¿Alguna pregunta a esto que acabo de decir?
En la ultima fila, la chica protagonista levanta la mano
-¿Cuantos años tiene usted?
-Pues tengo 22 años años ¿Acaso quieres salir conmigo o que?- bromeo Manta
¿Esa persona tan pequeñita tenia mas o menos la edad de ella? La chica le hubiese preguntado el porque de su estatura pero tal vez le ofendería y no quería que su profesor le cogiese manía el primer día, así que se callo. Pero se le ocurrió otra pregunta.
-Disculpe ¿Puedo hacerle otra pregunta?
-Claro, adelante
-¿Por que me da la impresión de que nos trata como si fuésemos niños?
-Porque me hubiese gustado enseñar a niños pero mis amigos me dicen que si lo hiciese, los niños me tomarían por un muñeco y no conseguiría enseñarles nada
Ese profesor pequeñajo debía de esta de coña en todo lo que decía. La chica ya estaba empezando a pensar que la gente en esa autoescuela era un poco rara.
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Durante una temporada, la chica asistió a la clases teóricas tres veces por semana. Hasta que por fin, llego el famoso día de las practicas con las bicicletas. Todos los alumnos estaban con el sr. Oyamada en el jardín de la autoescuela, donde había unas bicis aparcadas y un pequeño circuito mal asfaltado con semáforo, señales y pasos de cebra pintados.
-Muy bien. Vamos a ver si habéis repasado bien lo que dimos de educación vial, pero antes de nada ¿Alguien no sabe montar en bicicleta?
De todo el grupito de alumnos, la única que levanto la mano fue la chica.
-No pasa nada- respondió el mini-profe con una sonrisa- Yo te ayudare. Los demás, coged cada uno una bicicleta y empezad a circular por ahí, pero respetando las señales ¿eh?
Todos cogieron una bici, incluso Manta, que se la cedió a la chica.
-Hazme un favor. Súbeme a esta cestita, que así te podré ayudar mejor.
La chica cogió a su profesor y lo metió en la cesta frontal de la bicicleta. Se sorprendió de que si lo metía de culo, entraba perfectamente. Por si acaso, se agencio con una casco y se lo puso.
-A ver, esto es fácil. Simplemente es pedalear- explico el sr. Oyamada
-Esta bici la veo como muy vieja. Y la pista esta mal asfaltada...- no pudo evitar comentar la chica
-Es que mi amigo Yoh fue el encargado de pagar, pero tuvo que comprar cosas de segunda manos y contratar a un obrero novato porque esta casi en números rojo. Menos mal que Anna no lo sabe...
-Anna me da miedo- dijo la chica dando sus primeros pedaleos
-Y a quien no ^^U... Muy bien, vas muy bien, sigue pedaleando así... Intenta ir un poco mas rápido...
Gracias a los consejos de su profesor portátil, a la chica le pareció muy fácil ir en bici. Pero de repente se encuentra con un semáforo en rojo.
-¡Frena!- exclamo Manta
-¡¿Y como freno?!
-¡Aprieta el freno!
-¡¿Y donde esta?!- la chica no había visto una bicicleta en su vida
Delante de ellos, apareció uno de los alumnos, montado en su bicicleta, que salía por el lado derecho, ya que el tenia paso.
-Que nos la pegamoooooos!!!!- gritaron la chica y su profesor
¡PLOF!
Allí se encontraba la chica, con algún que otro rasguño leve, delante de la señorita Anna que estaba haciendo cuentas.
-Me has dejado dos semana sin mi asistente por horas. Esto te va a salir un poco carillo... Unos 3000 digamos
Parece ser que esa cobra 3000 por todo. La chica volvió a pagar a regañadientes ¿Quien le mandara a ella salir de casa tan forrada? Si ocurriese lo contrario, podría darle una buena excusa a Anna.
-Mira tu que culpa tenia yo de que el sr. Oyamada no se hubiese puesto el casco...- murmuro la chica
-Yo creo que ya puedes empezar con las practicas con el coche- dijo Anna cobrando gustosamente
-¿De verdad?- la chica estaba encantada. Ya estaba a un paso mas del carnet de conducir- ¿Y cuando empiezo?
-Déjame ver antes que profesor te asigno...- Anna echo un vistazo a una lista que tenia sobre la mesa- Si, este puede servir... Bien, vuelve dentro de una semana, a la hora de siempre
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La semana siguiente, la chica estaba de nuevo caminito a la autoescuela. Estaba contenta: hoy sentiría lo que se siente al estar frente al volante. Cuando llego, como siempre, estaba Anna. Pero esta vez la rubia iba acompañada. A su lado, de pie, se encontraba un chico moreno, alto y delgado, con cara de atontado.
-¡Buenos días!- saludo alegremente el chaval- Me llamo Yoh, Yoh Asakura, y seré el profesor que te acompañe en las practicas con el coche.
¿Asakura? La chica se dio cuenta de que la autoescuela se llamaba igual que su nuevo profesor ¿Pero no se supone que la jefa era Anna? ¿Es una casualidad que se llamen igual? Bueno, da igual. No importa. Además, el sr. Asakura ya le estaba empujando para que saliese al jardín. Allí les esperaba un Seat 600 amarillo con toda la pinta de ser de segunda mano, con parte de la pintura rayada y algún que otro abollazo. Sobre el techo, un cartel que decía "Autoescuela Asakura" además de poner un numero de teléfono y la cabeza de Anna. La chica no pudo evitar el murmurar "¿No lo había mas viejo?"
-Si, bueno... Es que debo mas que tengo y solo conseguí comprar esto- dijo Yoh oyéndola- Pero no se lo digas a Anna, que ella cree que compre mas coches y que los tengo en plazas de garaje que supuestamente he comprado también ^^U
La chica cayo en la cuenta de que este era el Yoh que Manta le había mencionado una vez. En fin, si no había mas remedio que practicar en... eso... La chica se sentó en el asiento del piloto mientras que su profesor se convirtió en su copiloto. Este le dio las llaves a la piloto. La chica arranco el coche. Era la primera vez que lo hacia. Le gusto el ruidito que hacia el motos. Miro a su copiloto pero se encontró con que ¡se estaba durmiendo!
-Señor Asakura!!- exclamo la chica zarandeándole- No se duerma, que me tiene que ayudar!!
-Euh... Lo siento- Yoh se detuvo a poner la oreja- ¡Ah, que bien! Ya has conseguido arrancar el coche. Ahora ¡A poner en practica todo lo que sabes!
La chica hizo todo lo que tenia que hacer. Ya estaba consiguiendo hacer mover el auto.
-¿Que tal lo estoy haciendo, se...?- la chica volvió a mirar a su profesor para descubrirle de nuevo durmiendo- ¡despierte!
-Ay, lo siento!- Yoh se despertó de nuevo- Es que hoy no he dormido muy bien que digamos... Mejor otro día
El profesor se bajo del coche mientras su alumna le miraba sorprendida. La había abandonado y ni siquiera había conseguido sacar el Seat 600 fuera de la autoescuela. Al rato, ella también se bajo de coche para ir adonde Anna a protestar.
-¡El profesor que me has dado se duerme cada 2 segundos!
-¿Y que quieres que haga yo?- replico Anna
-Darme otro
Anna cogió su lista.
-Bien, a ver si con este... Ven mañana a la hora de siempre
La chica estaba saliendo cuando Anna la interrumpió.
-Y recuerda que mañana es el examen
La chica quedo blanca. Se volteo para ver la expresión inalterable de Anna.
-El... el examen??!! Pero si hoy ha sido mi primer día de practicas con el coche y apenas he conseguido hacer algo!!
-Ah, se siente- contesto Anna despreocupada
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La chica estaba camino de la autoescuela, preocupada, nerviosa por ese examen de hoy ¿Y si no lo conseguía pasar? ¿No conseguiría sacarse el carnet de conducir? Pensó que a esa Anna no le quedaría nada mal un traje negro, con un gorro del mismo color y unas cuantas verrugas y canas. Sin darse cuenta, llego a la autoescuela Asakura. La chica vio a Anna, que no iba vestida como la había imaginado, y a su lado, un chico de semblante serio y un curioso peinado acabado en un pico.
-Ay, madre, me ha tocado un excéntrico- pensó la chica fijándose en su peinado
-Aquí tienes a tu nuevo profesor - dijo Anna- Se llama...
-Señor Tao- interrumpió el chico- venga, vamos con el examen
El nuevo profesor salió con la chica tras de el. Ella se dio cuenta de que era un chico muy frió y que con un profesor así y lo pez que estaba en el tema de conducir ¡Cualquiera se sacaba el carnet! Mejor iba comprando el bonobus...
Afuera les estaba esperando el mismo Seat 600 de segunda mano del día anterior. Profesor y alumna tomaron asiento, cada uno en su sitio. El sr. Tao no parecía estar muy cómodo y de repente, puso cara de estreñido. La chica se temió lo peor pero se dio cuenta de que el pico de la cabeza del chico... Era como si tuviese vida, se estaba estirando... Acabo perforando un agujero en el techo del 600. El profesor Tao se abrocho el cinturón y se relajo, ya podía colocar cómodamente su peinado, pero al poco, lanzo una mirada feroz a su alumna.
-¿A que esperas para arrancar?
La chica se apresuro a abrocharse el cinturón y a poner de nuevo en practica todo lo aprendido en las clases teóricas. Todo iba bien. El trayecto fue silencioso. La chica no se atrevía ni a mirar ni a dirigirle una palabra a su profesor. Este seguro que no se dormía como el sr. Asakura. De repente, se encontró un peatón en medio de su camino. La chica se disponía a pisar el freno cuando el sr. Tao rompió el silencio.
-Atropéllalo
-¡Pero como voy a atropellarlo!- exclamo la chica asustada
-¡Que le atropelles, he dicho!- el profesor piso con fuerza un pie de su alumna, haciendo que esta pisase el acelerador. El peatón, al ver al 600 amarillo a toda velocidad, que aunque no alcanzaba demasiada velocidad, iba muy rápido, y al ver también el cartel de "Autoescuela Asakura" que había sobre el auto, se subió de un salto a una farola. Mientras, la chica consiguió librarse del pie de su copiloto y poder pisar el freno con fuerza.
-Bah, alumnos como estos no valen para nada- dijo el profesor bajándose del coche. La chica le miro sorprendida ¡Otro profesor que la dejaba plantada! No tuvo mas remedio que traer el coche de vuelta a la autoescuela y acudir a Anna llorando.
-¡¡Annaaaa!! ¡¡Este profesor ha intentado hacerme atropellar a una persona!! ¡¡Por favor, no des por valido este exameeeeen!! ¡¡Dame otro profee!!
-Primero que el profesor se duerme, luego que el profesor es un bestia. No estas contenta con nada. Ahora supongo que querrás uno sensible ¿no? A ver, cual te doy...- Anna miro su habitual lista- Venga, este. Mañana, como siempre. Y tendrás tu examen.
-¡Que buena eres, Anna!- dijo la chica emocionada. Desvistió a Anna en su mente y le puso un vestido blanco, aureola y alitas.
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Al día siguiente, la chica se dirigía a la autoescuela por enésima vez. Se encontró con Anna por enésima vez. En esta ocasión, ella iba acompañada por una chica de pelo rosado, que se revolvía en su sitio. Parecía ser tímida.
-A ver que tal te va con ella...- dijo Anna- Esta es Tamao Tamamura
-Bu... Buenas- saludo tímidamente Tamao- Hoy harás el examen de conducir conmigo, pero no te preocupes, que no te lo pondré muy difícil
Anna carraspeo
-Bueno, mejor vamos con ello ^^U- Tamao ya no se estaba sintiendo tan incomoda como antes. La chica y su nueva profesora salieron fuera para encontrarse con el Seat 600 cochambroso. Tomaron asiento. La chica hizo todo lo que tenia que hacer como siempre mientras Tamao notaba notas, a diferencia de los profesores anteriores. Consiguieron salir a la calle. Todo iba bien. La chica no estaba tan tensa como con el sr. Tao ni tan pendiente del sr. Asakura. Iba charlando con su profesora. Le caía bien, le recordaba mucho a ella. Pero el buen ambiente fue interrumpido por unos fuertes y extraños ruidos.
-¿Que ha sido eso?- pregunto Tamao asustada
-No lo se- la chica se fijo en su espejo retrovisor y vio que un BMW negro les seguía. Ambas se temieron lo peor
-¡Nos están disparando!- exclamo Tamao
Se volvió a oír mas ruidos como el anterior
-¡Unos mafiosos nos están atacando!- exclamo la chica. Intento acelerar, a pesar de que sabia que ese trasto que conducía no alcanzaba grandes velocidades. Pero por mucho que pisaba el acelerador, el auto cada vez iba mas despacio. Se volvieron a oír los extraños ruidos hasta acabar en uno que fue el mas fuerte de todos. El 600 amarillo se detuvo y el capo empezó a echar humo mientras que el BMW paso de largo. La chica salió a ver lo que pasaba. Tamao detrás de ella. Por fin lo entendieron todo. El Seat estaba tan viejo tan viejo que lo que habían creído que era un ataque en realidad era un motor estropeado. La chica ya no lo pudo soportar mas.
-¡¿Por que he tenido que pasar por estas cosas?! ¡Desde que me he apuntado a esto, mi vida ha sido como un calvario! ¡Yo solo quería aprender a conducir! ¡¿Por que a mi...!?- la chica estaba en medio de la carretera, en modo dramático, tirándose de los pelos.
-Cuidado!! Por ahí viene un cocheee!!- advirtió Tamao
-Que!
Mientras, en el despacho improvisado de Anna, el teléfono suena. La rubia lo coge.
-¿Diga?... Ah, eres tu, Luci! Que, ¿que tal te va por ahí abajo?... Así que te ha llegado el alma de aquella chica cuyo contrato te envie hace poco... Aja... No tienes por que darme las gracias. Si ese es mi trabajo: atormentar a la gente para que sus almas te hagan compañía en el infierno... Si... -mientras Anna hablaba, revolvía la cantidad de papeles que tenia sobre la mesa. Entre ellos, encontró algo que parecía ser una carta del banco, dirigida a Yoh Asakura. Estaba llena de números en rojo. La venas de Anna se empezaron a hinchar, las uñas se clavaban en las palmas de sus manos-... Lo siento, Luci, te tengo que dejar. Voy a atormentar a alguien mas para enviártelo para allá.
Anna colgó el teléfono y empezó a gritar enfadada el nombre de Yoh por todo el edificio que comprendía la autoescuela Asakura.
*voz tenebrosa* FIIIIIIIN
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¿?: Ha sido un fic muy malo!!
Noriko: Y tu quien eres? o.o
Lector descontento: Soy el lector descontento
Noriko: Y que problema tiene, sr. Descontento?
Lector descontento: Este fan-fic sentido no tiene mucho que digamos...
Noriko: ¿Y que te esperabas? ¿No te has leído el principio? Los cuentos para no dormir de Noriko Kinomoto ¡Todo lo que yo hago es por ese estilo!
Lector descontento: Euh, si, vale. También tengo otra queja y es que hay una gran falta de documentación. Tu no tienes ni idea de conducir un coche y nunca has estado en una autoescuela
Noriko: Documentada estoy *Noriko saca de su cartera su DNI* Mira, mira, el documento nacional de identificación. Vamos, que estoy documentada XDD
Lector descontento: Déjate de chistes malos. Además, no tienes apenas consideración por la protagonista. Ni le pones nombre y encima la matas.
Noriko: Oye, de nombre ponle lo que te la gana: Marta, Pepa, Marijuana... Y lo de matarla, siento que te haya traumado ¡Pero son cuentos para no dormir! XDD
Lector descontento: No me haces gracia, eres pésima en estas cosas ¬¬...Si dices que esto va a ser una colección de cuentos, espero que el siguiente sea mejor *se da media vuelta y se va*
Noriko: *despidiéndose con un pañuelo* Hasta luego, sr. Descontentooo, espero no verle mas por aquiii XD