Este es un fic que leí hace mucho, Pero lo leí en inglés, así que ahora que
he tenido algo de tiempo decidí traducirlo, espero que les guste. La autora
original de este fic se hace llamar Angel Wing, (este fic no lo leí en
fanfiction.net)
Espero que les guste.
Capitulo 1
"!Allá, Voy!" - Grito Sango desde su recamara , procurando que su voz sonara lo mas varonil posible, Aun continuaba batallando con las vendas que cubrirían su pecho, no era su culpa que fueran tan difíciles de colocar!. Y pues.. Para ser sincera se había quedado dormida.
Miroku, su capitán, la esperaba impacientemente en los jardines con el resto de la tropa.
"¿Por que te estas tardando tanto?!!" Le gritó.
"Aqui estoy!! " - Le dijo Sango quien por fin había logrado llegar a donde se encontraban los demás, jadeante y sonrojada debido a que tubo que correr desde la posada en donde habían pasado la noche.
"Por fin!!" - dijo Miroku con un tono algo seco. Y así, partieron.
Sango suspiro aliviada mientras acariciaba a Kirara, Su caballo. Todo salía perfectamente para ella. Nadie sospechaba que ella, Segundo en comando de Miroku, era en realidad una mujer. Ella se había ganado su puesto por su coraje, habilidades y su determinación. Ya que estaba prohibido para las mujeres convertirse en caballeros, Sango se había disfrazado y actuaba tan bien su papel que nadie lo había notado. Quizá era mejor así. Ella lo único que deseaba era rescatar a su hermano Kohaku y vengar su reino. Sus cejas comenzaron a juntarse (Frunció el seño ya sabes la mueca que hacen tus cejas al enojarte), siendo traicionada por sus emociones. " Naraku... Pagaras por lo que has hecho."
"¿Que sucede?" -Sango fue sacada de sus pensamientos por la voz de Miroku.
"Err..Nada, Señor" - Dijo Sango enderezando su espalda y mirando al frente.
El Capitán Miroku..... El si era otra historia. El capitán de los caballeros era el soltero más elegible de todo el reino. Notablemente encantador y alarmantemente bien parecido, con sus inocentes ojos azules y su tierna y calida sonrisa, el siempre andaba tras cualquier cosa que trajera una falda y les preguntaba si querían tener a su hijo.¬¬.... Ese pervertido... En fin También era muy bueno peleando y tenía excelentes tácticas lo que le daba un gran respeto. Ellos eran amigos muy cercanos en la actualidad y sabían todo el uno del otro...Bueno, Casi todo.
Ellos se dirigían hacia el reino vecino, con el cual habían formado una alianza. Su rey era viejo, pero tenía un hijo llamado InuYasha, quien iba a comandar su delegación. En realidad ella no lo conocía pero había rumores de que era un Hanyou, un mitad bestia. Algo muy escandaloso, ya que el Rey era un demonio muy poderoso.
Las trompetas anunciaron su llegada. Miroku se encontró con el príncipe Hanyou, quien aparentemente los esperaba algo impaciente. Miroku hizó una reverencia "Lamentamos nuestro retraso, Su Alteza"- Dijo Miroku.
"Feh" Fue todo lo que InuYasha dijo mientras montaba su caballo. No era nada de lo que Sango se esperaba, Pero de todas maneras esto no importaba mucho.
"InuYasha, eso fue muy grosero!!" Gritó una voz femenina.
Una linda chica de cabello oscuro y negro caminaba apresuradamente hacia donde se encontraba el príncipe. Miró a Miroku y a Sango y les sonrió amablemente.
" No le hagan mucho caso, En realidad el tan solo es odioso"- Dijo ella- "Mi nombre es Kagome" a Sango le agrado (en el buen sentido de la amistad) la chica inmediatamente.
" Es un honor conocerla, Mi Lady" dijo Miroku en un tono lento pero respetuoso. Luego la tomo de las manos "¿¿ Le gustaría tener un hijo mío??"
Kagome se sorprendió y Sango tan solo movió sus ojos (ya saben como diciendo, aquí vamos otra vez). Los demás caballeros, ya acostumbrados a Miroku soltaron alegres risas. InuYasha se acerco a Miroku con una expresión en la que uno pensaria que lo iba a matar.
" !Quitale las manos de encima!"- Le Dijo en un tono fuerte y duro, pero no gritando.
Kagome conversó con Sango durante su viaje al norte. Ella tan solo contestaba cortésmente asintiendo con la cabeza. Resulto ser que Kagome era una Sacerdotisa-Arquera, y la única que podía sentir los fragmentos de la Perla de Shikon, una joya que Naraku tenía bajo su poder. Y ella era la prometida de InuYasha, aunque, había sido un matrimonio arreglado. Y al parecer ninguno de ellos se agradaba mucho.
" En realidad, él no quería que yo viniera con ustedes"- Susurraba Kagome en tono conspirador. " El piensa que tan solo soy una débil humana, pero, puedo cuidarme sola!" Kagome sonrió mientras agitaba su arco y guiñaba con un ojo. Sango le sonrió, sabiendo exactamente como se sentía.
Miroku volteo hacia atrás desde la primera línea de la formación y vio a Kagome y a Sango conversando. " ¿¿Como es que no has hecho una escena al ver a Sango conversando con tu prometida??"- Le pregunto Miroku a InuYasha.
"Por que son los pervertidos como tú, en los que no confío" - Refunfuño InuYasha. "Oh!! y no es mi prometida!" - Agregó.
"Si, Claro" - Miroku movió su mano como diciendo "olvídalo"
Este va a ser un largo viaje. Penso Sango.
Espero que les guste.
Capitulo 1
"!Allá, Voy!" - Grito Sango desde su recamara , procurando que su voz sonara lo mas varonil posible, Aun continuaba batallando con las vendas que cubrirían su pecho, no era su culpa que fueran tan difíciles de colocar!. Y pues.. Para ser sincera se había quedado dormida.
Miroku, su capitán, la esperaba impacientemente en los jardines con el resto de la tropa.
"¿Por que te estas tardando tanto?!!" Le gritó.
"Aqui estoy!! " - Le dijo Sango quien por fin había logrado llegar a donde se encontraban los demás, jadeante y sonrojada debido a que tubo que correr desde la posada en donde habían pasado la noche.
"Por fin!!" - dijo Miroku con un tono algo seco. Y así, partieron.
Sango suspiro aliviada mientras acariciaba a Kirara, Su caballo. Todo salía perfectamente para ella. Nadie sospechaba que ella, Segundo en comando de Miroku, era en realidad una mujer. Ella se había ganado su puesto por su coraje, habilidades y su determinación. Ya que estaba prohibido para las mujeres convertirse en caballeros, Sango se había disfrazado y actuaba tan bien su papel que nadie lo había notado. Quizá era mejor así. Ella lo único que deseaba era rescatar a su hermano Kohaku y vengar su reino. Sus cejas comenzaron a juntarse (Frunció el seño ya sabes la mueca que hacen tus cejas al enojarte), siendo traicionada por sus emociones. " Naraku... Pagaras por lo que has hecho."
"¿Que sucede?" -Sango fue sacada de sus pensamientos por la voz de Miroku.
"Err..Nada, Señor" - Dijo Sango enderezando su espalda y mirando al frente.
El Capitán Miroku..... El si era otra historia. El capitán de los caballeros era el soltero más elegible de todo el reino. Notablemente encantador y alarmantemente bien parecido, con sus inocentes ojos azules y su tierna y calida sonrisa, el siempre andaba tras cualquier cosa que trajera una falda y les preguntaba si querían tener a su hijo.¬¬.... Ese pervertido... En fin También era muy bueno peleando y tenía excelentes tácticas lo que le daba un gran respeto. Ellos eran amigos muy cercanos en la actualidad y sabían todo el uno del otro...Bueno, Casi todo.
Ellos se dirigían hacia el reino vecino, con el cual habían formado una alianza. Su rey era viejo, pero tenía un hijo llamado InuYasha, quien iba a comandar su delegación. En realidad ella no lo conocía pero había rumores de que era un Hanyou, un mitad bestia. Algo muy escandaloso, ya que el Rey era un demonio muy poderoso.
Las trompetas anunciaron su llegada. Miroku se encontró con el príncipe Hanyou, quien aparentemente los esperaba algo impaciente. Miroku hizó una reverencia "Lamentamos nuestro retraso, Su Alteza"- Dijo Miroku.
"Feh" Fue todo lo que InuYasha dijo mientras montaba su caballo. No era nada de lo que Sango se esperaba, Pero de todas maneras esto no importaba mucho.
"InuYasha, eso fue muy grosero!!" Gritó una voz femenina.
Una linda chica de cabello oscuro y negro caminaba apresuradamente hacia donde se encontraba el príncipe. Miró a Miroku y a Sango y les sonrió amablemente.
" No le hagan mucho caso, En realidad el tan solo es odioso"- Dijo ella- "Mi nombre es Kagome" a Sango le agrado (en el buen sentido de la amistad) la chica inmediatamente.
" Es un honor conocerla, Mi Lady" dijo Miroku en un tono lento pero respetuoso. Luego la tomo de las manos "¿¿ Le gustaría tener un hijo mío??"
Kagome se sorprendió y Sango tan solo movió sus ojos (ya saben como diciendo, aquí vamos otra vez). Los demás caballeros, ya acostumbrados a Miroku soltaron alegres risas. InuYasha se acerco a Miroku con una expresión en la que uno pensaria que lo iba a matar.
" !Quitale las manos de encima!"- Le Dijo en un tono fuerte y duro, pero no gritando.
Kagome conversó con Sango durante su viaje al norte. Ella tan solo contestaba cortésmente asintiendo con la cabeza. Resulto ser que Kagome era una Sacerdotisa-Arquera, y la única que podía sentir los fragmentos de la Perla de Shikon, una joya que Naraku tenía bajo su poder. Y ella era la prometida de InuYasha, aunque, había sido un matrimonio arreglado. Y al parecer ninguno de ellos se agradaba mucho.
" En realidad, él no quería que yo viniera con ustedes"- Susurraba Kagome en tono conspirador. " El piensa que tan solo soy una débil humana, pero, puedo cuidarme sola!" Kagome sonrió mientras agitaba su arco y guiñaba con un ojo. Sango le sonrió, sabiendo exactamente como se sentía.
Miroku volteo hacia atrás desde la primera línea de la formación y vio a Kagome y a Sango conversando. " ¿¿Como es que no has hecho una escena al ver a Sango conversando con tu prometida??"- Le pregunto Miroku a InuYasha.
"Por que son los pervertidos como tú, en los que no confío" - Refunfuño InuYasha. "Oh!! y no es mi prometida!" - Agregó.
"Si, Claro" - Miroku movió su mano como diciendo "olvídalo"
Este va a ser un largo viaje. Penso Sango.
