Sabado por la mañana.
Hiro se despierta con el ruido insistente de un timbre taladrándole el cerebro. Todavía adormilado le da un manotazo al despertador, pero el timbre sigue sonando.
-!Ah!- exclama, llevándose las manos a los oidos para tapárselos -!Ya basta!.
Revolviéndose entre las sábanas, utiliza la almohada para cubrirse la cabeza, pero es inútil.
-!Mierda!- exclama.
Apartando las sábanas a un lado, se levanta de la cama buscando el origen del molesto timbre. Ya más espabilado no tarda en identificarlo como el de la puerta.
De entre todo el montón de ropa que tiene sobre una silla, Hiro toma una camiseta de manga larga bastante amplia, y mientras se frota los ojos legañosos va hacia la puerta.
-Ya...- exclama con desgana.
Cuando la abre encuentra a K al otro lado, su expresión no es muy amistosa.
-!¿PERO SE PUEDE SABER EN QUÉ ESTÁS PENSANDO?!
Hiro mira aturdido a su manager sin comprender por qué le grita.
Pero K ya está dentro del piso, después de haberle empujado al interior y haber cerrado la puerta trás él. Frunciendo el ceño mira a su alrrededor.
-!Shit!- rezonga entre dientes -!Vamos, ¿a qué esperas?! - grita
-¿Qué?.
-!Que te vistas yá de una vez, nos están esperando!
-¿Esperando?
Perdida la paciencia, K saca su magnum. Hiro abre los ojos como platos a la vez que levanta las manos.
-¿Pero...- exclama asustado -¿Pero qué pasa?
- La sesión de firmas del álbum - dice encañonando a Hiro.
-¿Una sesión?... !no me han dicho nada!.
-!Shit!- vuelve a murmurar K.
Con la misma velocidad que ha sacado el revólver lo enfunda, se acerca al muchacho, y le saca de un tirón la camiseta dejándolo desnudo.
Tomándole del brazo lo arrastra hasta el baño y lo mete en la ducha.
-!Te doy un minuto!- dice, señalándole con el dedo.
Totalmente apabullado y encogido, Hiro solo atina a asentir con la cabeza. K sale del baño murmurando maldiciones, pero cuando llega al marco de la puerta se para y se gira.
K mira al muchacho de arriba a abajo con una sonrisa traviesa, y con esa sonrisa cierra la puerta trás el al salir, librándose del espectáculo de ver el rostro de Hiro ponerse de varios colores.
Después de darse una ducha rápida, y enrrollarse en la toalla más grande que ha podido encontrar, sale para descubrir al americano al pie de su cama, mirándola con el ceño fruncido.
-¿Y este quíen es? - pregunta a Hiro, señalando un cuerpo envuelto entre las sábanas, que ronca suavemente.
- Mi hermano.
- Ah...
Olvidándose de este, mira el relog con preocupación.
- Se nos está haciendo tarde - murmura - !Vamos, empieza a vestirte...
- Ya, ya...
Hiro se pone a buscar en la cesta con la ropa limpia que todavía no ha podido guardar, y va amontonando a un lado un pantalón vaquero, una camiseta roja, y una camisa a cuadros del tipo leñador.
Cuando va a soltar la toalla, se para un momento y mira a K.
Este, con las manos en los bolsillos de su gabardina, observa el techo con expresión distraida, mientras hace como que silba. Hiro frunce el ceño y afila la mirada. K le mira con expresión inocente y una amplia sonrisa.
Hiro bufa y le da la espalda, de todas maneras ya lo ha visto desnudo...
Deja caer la toalla y empieza a ponerse los pantalones.
-!Hey Hiro! - dice K tras él - ¿no usas ropa interior?
Hiro que queda congelado, con los hombros encogidos y rojo como un tomate.
-Nnnno - responde en tono agudo.
- Ah...
Hiro mira por encima del hombro, para comprobar que el americano está a una distancia prudencial, y continuar vistiéndose.
- Pues deberías - comenta K
Hiro gruñe, termina de abrocharse la camisa, y tomando su cazadora va hacia la puerta.
- Ya estoy.
-Ok.
K abre la puerta dejando pasar primero al guitarrista, luego mira un momento la cama, y tras mover negativamente la cabeza cierra de un portazo. Literalmente a empujones, lleva a Hiro hasta el coche desoyendo sus quejas.
Desde el momento que entró, hasta que K lo saca del coche, Hiro ha estado en el asiento hecho un ovillo, aferrado al cinturón de seguridad, y con los ojos fuertemente apretados. Todavía nota en el interior del coche el olor a goma quemada, de la arrancada de K en el portal de su casa.
Están en la entrada de unos grandes almacenes, dedicados solo a material audiovisual. Pueden ver un cartel anunciando la firma de ejemplares, y una cola de fans esperando ansiosas.
- Vaya - mumura K, mirando el edificio - va a ser difícil entrar con eso.
Hiro se mete las manos en los bolsillos de la cazadora, y mira a su manager levantando una ceja.
Entonces oye una serie de gritos y chillidos, que cada vez son mas intensos y próximos.
-Creo que ya te han visto - comenta K.
De manera instintiva, Hiro retrocede un paso a la vez que pone cara de espanto, al ver un gran grupo de chicas avanzar gritando histéricas hacia el. Lo siguiente que ve es la espalda de K.
Este, al ver a las fans, carga al chico sobre su hombro, y sacando su magmun se abre paso disparando a estas, hasta llegar a la sala donde les esperan el resto del grupo.
Entrando en la sala, cierra la puerta de una patada, y con Hiro todavía cargado al hombro, guarda el revólver.
-!Misión cumplida! - exclama alegre -!ya estamos aquí!.
Tres pares de ojos miran embobados la escena. Al fondo, el ruido del cuerpo de Sakano, desplomándose desmayado, hace que Shuichi y Suguru le presten atención, dejando de mirar a la pareja.
-Uh...K .
-¿Si?
-Puedes bajarme ya, ¿sabes?
-!Oh, yes!- esclama el americano, dejando con cuidado a Hiro en el suelo.
Este se queda mirando a la puerta, por encima del hombro de K, dudando entre gritarle por tratarlo como un paquete, o darle las gracias por salvarlo. Hiro toma aire y le mira.
K le está sonriendo, esta vez con simpatía, y podría decirse que con una pizca de cariño.
En un gesto que deja a Hiro más confuso, le revuelve los cabellos con una mano, lo gira, y de una palmada en el trasero lo envía junto a sus compañeros.
- Voy a ver si ya está todo montado - dice antes de salir. Dejando una nubecita trás el.
Tres horas, has pasado ya tres horas cuando K, a punta de magnum, obliga a los encargados del establecimiento a colocar el cordón de cierre. Sentados todavía en la mesa que les han montado, los chicos del grupo Bad luck agonizan en diversas posturas.
-!Aaaaayyyyyy...! - gime Shuichi, con media lengua fuera de la boca. A su lado, Hiro se sopla la mano, temblorosa de tanto firmar. Al otro costado, Suguru está desplomado sobre la mesa, con los brazos colgando y los ojos vidriosos.
Como poniéndose de acuerdo, los jovenes caen de rodillas ante K, suplicantes y con lágrimas en los ojos.
-!Por favor, por favor...! - gimen - !sácanos de aquí!
K sonríe de oreja a oreja.
-OK....
Cogiéndo a Shuichi y a Hiro cada uno de la cintura, se los carga al brazo, y bajando hasta el garaje los mete en el coche. Luego regresa a por Suguru.
Shuichi y Hiro son como dos cuerpos desmadejados y sin vida en el asiento de detrás.
Con los ojos casi cerrados, Shuichi mira a su amigo. Hacía tiempo que no estaban juntos solos. Shuichi se pega a Hiro, y abrazándole del cuello, frota cariñosamente su mejilla contra la de este.
-Va tio, me estás ahogando - se queja Hiro.
Shuichi se detiene, sorprendido y algo dolido, por el tono de la voz de Hiro.
- Perdona - musita. Con la mirada baja y tristona, suelta a su amigo y se separa un poco.
-¿Hiro?
-¿Humm?...
-Estoy preocupado por ti.
Abriendo los ojos y levantando la cabeza, Hiro mira a su amigo.
-¿Si tienes algun problema o si algo te preocupa...?
Shuichi calla al notar la mano de Hiro sobre su cabeza, acariciandole los cabellos. El pequeño cantante mira a su amigo con preocupación.
-Yo quiero ayudarte - le dice.
Hiro sonríe, y es él esta vez quien le pasa el brazo por el cuello y lo trae hasta su pecho.
- Gracias Shu - murmura Hiro - pero no te preocupes por mi. No me pasa nada.
Shuichi guarda silencio, no responde. Conoce lo bastante a su amigo para saber que tiene problemas, y que tiene que hacer algo.
Cuando K regresa de recuperar a Suguru y a Sakano, en vez de dejarlos en sus casas los lleva a la compañia de discos. Shuichi decide aprovechar un momento para hablar con K. Después de todo lo que hizo por el, confía en que le podrá ayudar con Hiro.
El pequeño cantante pelirosa le expone sus preocupaciones al americano, que consciente de lo que de verdad ocurre, le escucha con los brazos cruzados y expresión pensativa.
- Bueno - dice K cuando Shuichi termina de hablar - quizás solo necesite unas vacaciones, un cambio de ambiente...
-¿Unas vacaciones? - repite Shuichi, mirando a su manager con expresión soñadora.
- No, Shuichi - responde K - ahora no es buen momento y no se negociable.
Shuichi bufa, frunce el ceño y se rasca la barbilla.
- Pues.... no se...cambio de ambiente....mmmm... - Shuichi mira al techo, pensativo - !ya está! - exclama.
-¿Qué?
- !Podemos buscarle un piso nuevo! - exclama con entusiasmo.
K asiente, le parece una buena idea, ha tenido ocasión de ver donde vive Hiro, y aunque no es un mal sitio, resulta pequeño para su gusto.
- OK, me gusta la idea, pero.... - K apunta a Shuichi con el dedo - esto es un secreto entre tu y yo....
Shuichi asiente, entusiasmado.
Por su parte, Hiro solo desea regresar a su apartamento, echar de una patada a su hermanoYuuzi, y recuperar su cama. Por desgracia, la moto está aparcada en la puerta de su casa, y el no tiene medios para regresar.
Parado en medio de un pasillo enciende un cigarrillo, mientras piensa a quien le podría pedir el dinero prestado para un taxí, cuando nota unos brazos rodeándole la cintura.
-Un Yen por tus pensamiento - le susurran al oido.
Hiro se quita el cigarrillo de la boca y sonríe.
-Mejor que sean 100 - responde, girándose para quedar de frente.
-Vaya - murmura Ryuichi - hoy me vas a salir caro....
-Echale la culpa a K - dice Hiro, pasando sus brazos alrrededor del cuello del cantante.
Ryuichi estrecha el abrazo, aproximando más el cuerpo del muchacho.
- A ver, ¿que te ha hecho?- pregunta.
-Me ha sacado a patadas de mi casa - responde Hiro, con gesto cansado, apoya la cabeza en el hueco del cuello del cantante - no me ha dado tiempo ni para coger la cartera, ni para traer la moto, y ahora no puedo volver a mi casa.
- Si que ha sido de verdad malo, malo, malo... - comenta Ryuichi - ¿y por qué no te vienes a la mia? - pregunta, deslizando las manos, hasta meterlas en los bolsillos traseros del pantalón de Hiro.
Hiro ronronea, dejando caer parte de su peso sobre el cuerpo del cantante. Una parte de el está realmente cansada , pero a otra le resulta tentadora la propuesta de Ryuichi
-Puedo encargar comida, llenar la bañera....
Hiro suspira ruidosamente.
- Si, si, si, si...! - exclama, totalmente convencido.
La risa limpia y melodiosa de Ryuichi resuena en el pasillo, cogiéndolo del brazo corre tirando de él. Por el camino avisa por el móvil al chofer, y encargan comida.
Lo primero que hace Hiro al entrar en el atico de Ryuichi tras descalzarse, es quitarse la cazadora y la camisa y salir a la terraza, para disfrutar de la magnífica vista de la bahia de Tokio que desde alli se ve.
Ryuichi sale trás él y le abraza por detrás, pero esta vez sus manos no se quedan en la cintura. Metiéndose por dentro de la camiseta, buscando la fina piel, van subiendo por su pecho hasta que llegan a sus pezones. Por el momento, Ryuichi solo se limita a dejar reposar las palmas de sus manos sobre el pecho de Hiro, entretenido en besar el seductor cuello de su amante. Hiro cierra los ojos, sintiendo los labios de Ryuichi, el calor de sus manos sobre su piel, pero.... el timbre de la puerta les interumpe.
Ryuichi gruñe de disgusto, cuando tiene que dejarlo para abrir. Y Hiro, al no sentirlo trás él, se estremece, abrazándose a si mismo.
- !!!!Hiroooo!!!! - exclama Ryuichi en tono infantil -!! la comida, na no daaaa!!!!
Hiro sonríe, y menea la cabeza al reconocer el cambio de temperamento de su amante. Mejor así, al menos le dejará comer tranquilo.
Que a Ryuichi le gusta comer tanto o más que a Shuichi, es una cosa que Hiro tiene muy claro, por eso no se asusta al ver la cantidad de comida que le espera en la mesa. Sabe que tendrá incluso que pelearse con Ryuichi por alguno de esos bocados.
Cuando terminan, Hiro es el que se levanta para ir a la cocina.
-¿Te apetece un té?- pregunta.
Ryuichi todavía está rebañando restos de helado de su copa, y se encoje de hombros.
Hiro sonríe, y entra en la cocina.
Al regresar, con el servicio de té en una bandeja, ve que Ryuichi ya no está en la mesa comiendo, y que le espera junto a la mesita del salón, tumbado en la alfombra y jugando con Kumagoro.
Hiro se arrodilla junto a la mesita y deja encima la bandeja, Ryuichi ladea la cabeza, sujeta a Kumagoro de las orejas sobre el.
-¿Té?- le pregunta - ¿por que has hecho té?
-Por que hoy no me apetece tomar café - responde Hiro.
-¿Y por que no te apetece?
-Verás - dice Hiro, a la vez que empieza a servir - ayer tuve una discursión con K en una cafetería.
Ryuichi suelta a kumagoro, que cae sobre su pecho.
-¿En una cafetería? - pregunta, abrazando el peluche contra su pecho, su expresión es de confusión.
- Pues si .
Ryuichi se incorpora, quedando sentado frente a Hiro, que empuja una taza con té para él.
-¿Una cafetería inglesa?- insite Ryuichi.
-Si.
Antes de que Hiro pueda retirar la mano, Ryuichi se la atrapa.
-¿Por que no me lo has dicho antes?
Hiro no responde, se queda mirando a su amante.
-¿Qué te dijo?- pregunta Ryuichi.
-Qué tu y yo no hacemos buena pareja - responde Hiro con una sonrisa.
Pero Ryuichi no sonríe.
-¿Y tu qué le dijiste?-
-Le dije que se metiera en sus asuntos .
Ryuichi se pone de rodillas, e inclinando el cuerpo por encima de la mesita, toma el rostro de Hiro entre sus manos y lo besa, ahogando un exclamación de sorpresa con su boca.
- Las tazas, que las tiras... - logra decir Hiro, separándose un poco.
-!A la mierda las tazas! - exclama Ryuichi
-¿Uh?.
- El primero que llegue a la bañera, manda - susurra Ryuichi, su voz destila deseo.
-¿Manda? - pregunta Hiro -¿el qué?
Una sonrisa perversa se dibuja en el rostro de Ryuichi, que suelta a Hiro de repente y sale corriendo.
Hiro reacciona, y dando un brinco persigue al cantante, que va dejando su ropa por el camino. Llega a tiempo de ver como Ryuichi se deja caer en la bañera con los pantalones puestos todavía.
- Ganeee...- dice Ryuichi, levantando los dedos en señal de victoria.
- Tramposo.
- Si - responde Ryuichi, - Pero yo mando...
Ryuichi se incorpora, mechones de pelo mojado cubren en parte sus brillantes ojos azules, que miran con deseo al Guitarrista. Cogiendo a Hiro de la cintura del pantalón, tira de el pegándoselo al cuerpo, para arrastrarlo al interior de la bañera.
- ...y tu me obedeces - Susurra Ryuichi con voz ronca, sus manos recorren la cintura del chico - tomame...
Mirando hipnotizado los labios del cantante, Hiro se quita la camiseta. Pone su mano sobre el pecho de Ryuichi, como si lo quisiera separar de él, pero en vez de eso, se acerca a esos labios entreabiertos que lo tientan, y empieza a recorrerlos con la punta de la lengua. Ryuichi cierra los ojos, un suave gemido escapa de su garganta. Su cálido aliento se funde con el de Hiro.
Siguiendo la linea del perfil, Hiro empieza a bajar por el cuello de su amante, alternando el leve roce de sus labios, con el de la húmeda lengua. Ahora, su mano está jugueteando con el sensible pezón de Ryuichi entre sus dedos, la otra lo sujeta rodeandole el cuerpo.
- Abajo - jadea Ryuichi.
Hiro le complace, y baja hasta el pezón que ha quedado libre, empezando a trazar circulos con la lengua arrededor de el.
-Mas...- gime Ryuichi - mas abajo....
Los brazos del cantante rodean a Hiro, que dócilmente atiende a sus ordenes, y va bajando mientras besa y mordisquea la piel del vientre de Ryuichi, hasta que cae de rodillas en la bañera, quedando frente la presilla del mojado pantalón. Sus dedos ansiosos desabrochan y bajan los pantalones del cantante. El sexo de Ryuichi aparece ante el, duro y húmedo.
-Hiro .. - gime Ryuichi.
Este lo toma con una mano, y empieza a recorrerlo con la lengua en toda su extensión, al llegar a la punta lo introduce en su boca.
Con un agudo jadeo, Ryuichi echa la cabeza hacia atrás, tiene los ojos cerrados y de la boca abierta se escapa un fino hilo de saliva. Hiro se desabrocha el pantalón y desliza su mano por dentro, para tomar su también excitado miembro, que empieza a masajear al mismo ritmo con que mete y saca el de Ryuichi de su boca.
Aferrandose a la castaña melena de Hiro, Ryuichi baja la cabeza para ver como el chico le masturba, sus caderas se agitan buscando profundizar cada vez un poco más adentro. A pesar de estar mojado, Ryuichi nota que su cuerpo arde, que sus rodillas empiezan a flaquear. Tomándolo de la barbilla, le obliga a levantar la cabeza, y cayendo ante el de rodillas, le besa. El agua de la bañera se desborda y rezuma por los costados, desparramándose.
Ahora es Ryuichi quien le termina de quitar los pantalones a un sorprendido Hiro, y sujetándolo por las nalgas, lo arrastra hasta que queda sobre el. Ryuichi busca con furia la boca de su amante, mordiendo sus labios, invadiendo la cálida boca de Hiro con su lengua.
Este no puede reprimir un jadeo de sorpresa y dolor cuando nota como Ryuichi le introduce dos dedos, bruscamente. Pero Ryuichi lo tiene bien sujeto, y empieza a mover sus dedos, primero despacio adentro y afuera, luego va aumentando la velocidad.
Hiro gime, su espalda se arquea, e intenta separar su cuerpo del de el cantante.
- Mi Hiro...- susurra Ryuichi, excitándose todavía más al ver la expresión arrebolada del chico.
Ryuichi no aguanta más. Retirando los dedos del interior Hiro, toma su erección y la acomoda.
Jadeante y tembloroso, Hiro se abraza al cantante.
-Ryu...i.. chi... - jadea a su oido.
Lentamente, Ryuichi empieza a penetrarlo, a la vez que le va bajando la cadera. Hiro abraza al cantante con más fuerza, sus ojos se humedecen por las lágrimas, y escapan gemidos de su garganta cuando Ryuichi empieza a mover su cadera.
El agua de la bañera se derrama con el movimiento de cada embestida, que cada vez son más rápidas. Ryuichi abraza la cintura de Hiro, empujando hacia abajo. A la vez que Hiro pega su cuerpo al del cantante, como si quisiera fundirse con el.
-Ryu!...- grita Hiro, cuando nota como la intensa sensación del orgasmo le desgrarra por dentro.
Ryuichi responde moviéndose de forma más violenta y rápida, apurando esos instantes para compartir con su amado tan intensa sensación.
Luego de la tempestad viene la calma, el suelo del baño se ve totalmetne inundado, asi como las paredes que están chorreando de agua. Hiro todavía está entre los brazos de su amante, acariciándole el pelo, cuando este levanta la cabeza y mira a su arrededor, como buscando algo.
-¿Que te pasa Ryu kun? - pregunta Hiro separándose un poco.
Ryuichi frunce el ceño y lo mira.
-Mi patito de goma - dice mirándolo con sus inocentes ojos azules -¿has visto mi patito de goma?
Hiro echa la cabeza hacia atrás y ríe con toda su alma, ante la mirada extrañada de Ryuichi.
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dedicado a Mª Teresa, para que crezca y se haga una mujer tan degenerada y obscena como su madre.
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Hiro se despierta con el ruido insistente de un timbre taladrándole el cerebro. Todavía adormilado le da un manotazo al despertador, pero el timbre sigue sonando.
-!Ah!- exclama, llevándose las manos a los oidos para tapárselos -!Ya basta!.
Revolviéndose entre las sábanas, utiliza la almohada para cubrirse la cabeza, pero es inútil.
-!Mierda!- exclama.
Apartando las sábanas a un lado, se levanta de la cama buscando el origen del molesto timbre. Ya más espabilado no tarda en identificarlo como el de la puerta.
De entre todo el montón de ropa que tiene sobre una silla, Hiro toma una camiseta de manga larga bastante amplia, y mientras se frota los ojos legañosos va hacia la puerta.
-Ya...- exclama con desgana.
Cuando la abre encuentra a K al otro lado, su expresión no es muy amistosa.
-!¿PERO SE PUEDE SABER EN QUÉ ESTÁS PENSANDO?!
Hiro mira aturdido a su manager sin comprender por qué le grita.
Pero K ya está dentro del piso, después de haberle empujado al interior y haber cerrado la puerta trás él. Frunciendo el ceño mira a su alrrededor.
-!Shit!- rezonga entre dientes -!Vamos, ¿a qué esperas?! - grita
-¿Qué?.
-!Que te vistas yá de una vez, nos están esperando!
-¿Esperando?
Perdida la paciencia, K saca su magnum. Hiro abre los ojos como platos a la vez que levanta las manos.
-¿Pero...- exclama asustado -¿Pero qué pasa?
- La sesión de firmas del álbum - dice encañonando a Hiro.
-¿Una sesión?... !no me han dicho nada!.
-!Shit!- vuelve a murmurar K.
Con la misma velocidad que ha sacado el revólver lo enfunda, se acerca al muchacho, y le saca de un tirón la camiseta dejándolo desnudo.
Tomándole del brazo lo arrastra hasta el baño y lo mete en la ducha.
-!Te doy un minuto!- dice, señalándole con el dedo.
Totalmente apabullado y encogido, Hiro solo atina a asentir con la cabeza. K sale del baño murmurando maldiciones, pero cuando llega al marco de la puerta se para y se gira.
K mira al muchacho de arriba a abajo con una sonrisa traviesa, y con esa sonrisa cierra la puerta trás el al salir, librándose del espectáculo de ver el rostro de Hiro ponerse de varios colores.
Después de darse una ducha rápida, y enrrollarse en la toalla más grande que ha podido encontrar, sale para descubrir al americano al pie de su cama, mirándola con el ceño fruncido.
-¿Y este quíen es? - pregunta a Hiro, señalando un cuerpo envuelto entre las sábanas, que ronca suavemente.
- Mi hermano.
- Ah...
Olvidándose de este, mira el relog con preocupación.
- Se nos está haciendo tarde - murmura - !Vamos, empieza a vestirte...
- Ya, ya...
Hiro se pone a buscar en la cesta con la ropa limpia que todavía no ha podido guardar, y va amontonando a un lado un pantalón vaquero, una camiseta roja, y una camisa a cuadros del tipo leñador.
Cuando va a soltar la toalla, se para un momento y mira a K.
Este, con las manos en los bolsillos de su gabardina, observa el techo con expresión distraida, mientras hace como que silba. Hiro frunce el ceño y afila la mirada. K le mira con expresión inocente y una amplia sonrisa.
Hiro bufa y le da la espalda, de todas maneras ya lo ha visto desnudo...
Deja caer la toalla y empieza a ponerse los pantalones.
-!Hey Hiro! - dice K tras él - ¿no usas ropa interior?
Hiro que queda congelado, con los hombros encogidos y rojo como un tomate.
-Nnnno - responde en tono agudo.
- Ah...
Hiro mira por encima del hombro, para comprobar que el americano está a una distancia prudencial, y continuar vistiéndose.
- Pues deberías - comenta K
Hiro gruñe, termina de abrocharse la camisa, y tomando su cazadora va hacia la puerta.
- Ya estoy.
-Ok.
K abre la puerta dejando pasar primero al guitarrista, luego mira un momento la cama, y tras mover negativamente la cabeza cierra de un portazo. Literalmente a empujones, lleva a Hiro hasta el coche desoyendo sus quejas.
Desde el momento que entró, hasta que K lo saca del coche, Hiro ha estado en el asiento hecho un ovillo, aferrado al cinturón de seguridad, y con los ojos fuertemente apretados. Todavía nota en el interior del coche el olor a goma quemada, de la arrancada de K en el portal de su casa.
Están en la entrada de unos grandes almacenes, dedicados solo a material audiovisual. Pueden ver un cartel anunciando la firma de ejemplares, y una cola de fans esperando ansiosas.
- Vaya - mumura K, mirando el edificio - va a ser difícil entrar con eso.
Hiro se mete las manos en los bolsillos de la cazadora, y mira a su manager levantando una ceja.
Entonces oye una serie de gritos y chillidos, que cada vez son mas intensos y próximos.
-Creo que ya te han visto - comenta K.
De manera instintiva, Hiro retrocede un paso a la vez que pone cara de espanto, al ver un gran grupo de chicas avanzar gritando histéricas hacia el. Lo siguiente que ve es la espalda de K.
Este, al ver a las fans, carga al chico sobre su hombro, y sacando su magmun se abre paso disparando a estas, hasta llegar a la sala donde les esperan el resto del grupo.
Entrando en la sala, cierra la puerta de una patada, y con Hiro todavía cargado al hombro, guarda el revólver.
-!Misión cumplida! - exclama alegre -!ya estamos aquí!.
Tres pares de ojos miran embobados la escena. Al fondo, el ruido del cuerpo de Sakano, desplomándose desmayado, hace que Shuichi y Suguru le presten atención, dejando de mirar a la pareja.
-Uh...K .
-¿Si?
-Puedes bajarme ya, ¿sabes?
-!Oh, yes!- esclama el americano, dejando con cuidado a Hiro en el suelo.
Este se queda mirando a la puerta, por encima del hombro de K, dudando entre gritarle por tratarlo como un paquete, o darle las gracias por salvarlo. Hiro toma aire y le mira.
K le está sonriendo, esta vez con simpatía, y podría decirse que con una pizca de cariño.
En un gesto que deja a Hiro más confuso, le revuelve los cabellos con una mano, lo gira, y de una palmada en el trasero lo envía junto a sus compañeros.
- Voy a ver si ya está todo montado - dice antes de salir. Dejando una nubecita trás el.
Tres horas, has pasado ya tres horas cuando K, a punta de magnum, obliga a los encargados del establecimiento a colocar el cordón de cierre. Sentados todavía en la mesa que les han montado, los chicos del grupo Bad luck agonizan en diversas posturas.
-!Aaaaayyyyyy...! - gime Shuichi, con media lengua fuera de la boca. A su lado, Hiro se sopla la mano, temblorosa de tanto firmar. Al otro costado, Suguru está desplomado sobre la mesa, con los brazos colgando y los ojos vidriosos.
Como poniéndose de acuerdo, los jovenes caen de rodillas ante K, suplicantes y con lágrimas en los ojos.
-!Por favor, por favor...! - gimen - !sácanos de aquí!
K sonríe de oreja a oreja.
-OK....
Cogiéndo a Shuichi y a Hiro cada uno de la cintura, se los carga al brazo, y bajando hasta el garaje los mete en el coche. Luego regresa a por Suguru.
Shuichi y Hiro son como dos cuerpos desmadejados y sin vida en el asiento de detrás.
Con los ojos casi cerrados, Shuichi mira a su amigo. Hacía tiempo que no estaban juntos solos. Shuichi se pega a Hiro, y abrazándole del cuello, frota cariñosamente su mejilla contra la de este.
-Va tio, me estás ahogando - se queja Hiro.
Shuichi se detiene, sorprendido y algo dolido, por el tono de la voz de Hiro.
- Perdona - musita. Con la mirada baja y tristona, suelta a su amigo y se separa un poco.
-¿Hiro?
-¿Humm?...
-Estoy preocupado por ti.
Abriendo los ojos y levantando la cabeza, Hiro mira a su amigo.
-¿Si tienes algun problema o si algo te preocupa...?
Shuichi calla al notar la mano de Hiro sobre su cabeza, acariciandole los cabellos. El pequeño cantante mira a su amigo con preocupación.
-Yo quiero ayudarte - le dice.
Hiro sonríe, y es él esta vez quien le pasa el brazo por el cuello y lo trae hasta su pecho.
- Gracias Shu - murmura Hiro - pero no te preocupes por mi. No me pasa nada.
Shuichi guarda silencio, no responde. Conoce lo bastante a su amigo para saber que tiene problemas, y que tiene que hacer algo.
Cuando K regresa de recuperar a Suguru y a Sakano, en vez de dejarlos en sus casas los lleva a la compañia de discos. Shuichi decide aprovechar un momento para hablar con K. Después de todo lo que hizo por el, confía en que le podrá ayudar con Hiro.
El pequeño cantante pelirosa le expone sus preocupaciones al americano, que consciente de lo que de verdad ocurre, le escucha con los brazos cruzados y expresión pensativa.
- Bueno - dice K cuando Shuichi termina de hablar - quizás solo necesite unas vacaciones, un cambio de ambiente...
-¿Unas vacaciones? - repite Shuichi, mirando a su manager con expresión soñadora.
- No, Shuichi - responde K - ahora no es buen momento y no se negociable.
Shuichi bufa, frunce el ceño y se rasca la barbilla.
- Pues.... no se...cambio de ambiente....mmmm... - Shuichi mira al techo, pensativo - !ya está! - exclama.
-¿Qué?
- !Podemos buscarle un piso nuevo! - exclama con entusiasmo.
K asiente, le parece una buena idea, ha tenido ocasión de ver donde vive Hiro, y aunque no es un mal sitio, resulta pequeño para su gusto.
- OK, me gusta la idea, pero.... - K apunta a Shuichi con el dedo - esto es un secreto entre tu y yo....
Shuichi asiente, entusiasmado.
Por su parte, Hiro solo desea regresar a su apartamento, echar de una patada a su hermanoYuuzi, y recuperar su cama. Por desgracia, la moto está aparcada en la puerta de su casa, y el no tiene medios para regresar.
Parado en medio de un pasillo enciende un cigarrillo, mientras piensa a quien le podría pedir el dinero prestado para un taxí, cuando nota unos brazos rodeándole la cintura.
-Un Yen por tus pensamiento - le susurran al oido.
Hiro se quita el cigarrillo de la boca y sonríe.
-Mejor que sean 100 - responde, girándose para quedar de frente.
-Vaya - murmura Ryuichi - hoy me vas a salir caro....
-Echale la culpa a K - dice Hiro, pasando sus brazos alrrededor del cuello del cantante.
Ryuichi estrecha el abrazo, aproximando más el cuerpo del muchacho.
- A ver, ¿que te ha hecho?- pregunta.
-Me ha sacado a patadas de mi casa - responde Hiro, con gesto cansado, apoya la cabeza en el hueco del cuello del cantante - no me ha dado tiempo ni para coger la cartera, ni para traer la moto, y ahora no puedo volver a mi casa.
- Si que ha sido de verdad malo, malo, malo... - comenta Ryuichi - ¿y por qué no te vienes a la mia? - pregunta, deslizando las manos, hasta meterlas en los bolsillos traseros del pantalón de Hiro.
Hiro ronronea, dejando caer parte de su peso sobre el cuerpo del cantante. Una parte de el está realmente cansada , pero a otra le resulta tentadora la propuesta de Ryuichi
-Puedo encargar comida, llenar la bañera....
Hiro suspira ruidosamente.
- Si, si, si, si...! - exclama, totalmente convencido.
La risa limpia y melodiosa de Ryuichi resuena en el pasillo, cogiéndolo del brazo corre tirando de él. Por el camino avisa por el móvil al chofer, y encargan comida.
Lo primero que hace Hiro al entrar en el atico de Ryuichi tras descalzarse, es quitarse la cazadora y la camisa y salir a la terraza, para disfrutar de la magnífica vista de la bahia de Tokio que desde alli se ve.
Ryuichi sale trás él y le abraza por detrás, pero esta vez sus manos no se quedan en la cintura. Metiéndose por dentro de la camiseta, buscando la fina piel, van subiendo por su pecho hasta que llegan a sus pezones. Por el momento, Ryuichi solo se limita a dejar reposar las palmas de sus manos sobre el pecho de Hiro, entretenido en besar el seductor cuello de su amante. Hiro cierra los ojos, sintiendo los labios de Ryuichi, el calor de sus manos sobre su piel, pero.... el timbre de la puerta les interumpe.
Ryuichi gruñe de disgusto, cuando tiene que dejarlo para abrir. Y Hiro, al no sentirlo trás él, se estremece, abrazándose a si mismo.
- !!!!Hiroooo!!!! - exclama Ryuichi en tono infantil -!! la comida, na no daaaa!!!!
Hiro sonríe, y menea la cabeza al reconocer el cambio de temperamento de su amante. Mejor así, al menos le dejará comer tranquilo.
Que a Ryuichi le gusta comer tanto o más que a Shuichi, es una cosa que Hiro tiene muy claro, por eso no se asusta al ver la cantidad de comida que le espera en la mesa. Sabe que tendrá incluso que pelearse con Ryuichi por alguno de esos bocados.
Cuando terminan, Hiro es el que se levanta para ir a la cocina.
-¿Te apetece un té?- pregunta.
Ryuichi todavía está rebañando restos de helado de su copa, y se encoje de hombros.
Hiro sonríe, y entra en la cocina.
Al regresar, con el servicio de té en una bandeja, ve que Ryuichi ya no está en la mesa comiendo, y que le espera junto a la mesita del salón, tumbado en la alfombra y jugando con Kumagoro.
Hiro se arrodilla junto a la mesita y deja encima la bandeja, Ryuichi ladea la cabeza, sujeta a Kumagoro de las orejas sobre el.
-¿Té?- le pregunta - ¿por que has hecho té?
-Por que hoy no me apetece tomar café - responde Hiro.
-¿Y por que no te apetece?
-Verás - dice Hiro, a la vez que empieza a servir - ayer tuve una discursión con K en una cafetería.
Ryuichi suelta a kumagoro, que cae sobre su pecho.
-¿En una cafetería? - pregunta, abrazando el peluche contra su pecho, su expresión es de confusión.
- Pues si .
Ryuichi se incorpora, quedando sentado frente a Hiro, que empuja una taza con té para él.
-¿Una cafetería inglesa?- insite Ryuichi.
-Si.
Antes de que Hiro pueda retirar la mano, Ryuichi se la atrapa.
-¿Por que no me lo has dicho antes?
Hiro no responde, se queda mirando a su amante.
-¿Qué te dijo?- pregunta Ryuichi.
-Qué tu y yo no hacemos buena pareja - responde Hiro con una sonrisa.
Pero Ryuichi no sonríe.
-¿Y tu qué le dijiste?-
-Le dije que se metiera en sus asuntos .
Ryuichi se pone de rodillas, e inclinando el cuerpo por encima de la mesita, toma el rostro de Hiro entre sus manos y lo besa, ahogando un exclamación de sorpresa con su boca.
- Las tazas, que las tiras... - logra decir Hiro, separándose un poco.
-!A la mierda las tazas! - exclama Ryuichi
-¿Uh?.
- El primero que llegue a la bañera, manda - susurra Ryuichi, su voz destila deseo.
-¿Manda? - pregunta Hiro -¿el qué?
Una sonrisa perversa se dibuja en el rostro de Ryuichi, que suelta a Hiro de repente y sale corriendo.
Hiro reacciona, y dando un brinco persigue al cantante, que va dejando su ropa por el camino. Llega a tiempo de ver como Ryuichi se deja caer en la bañera con los pantalones puestos todavía.
- Ganeee...- dice Ryuichi, levantando los dedos en señal de victoria.
- Tramposo.
- Si - responde Ryuichi, - Pero yo mando...
Ryuichi se incorpora, mechones de pelo mojado cubren en parte sus brillantes ojos azules, que miran con deseo al Guitarrista. Cogiendo a Hiro de la cintura del pantalón, tira de el pegándoselo al cuerpo, para arrastrarlo al interior de la bañera.
- ...y tu me obedeces - Susurra Ryuichi con voz ronca, sus manos recorren la cintura del chico - tomame...
Mirando hipnotizado los labios del cantante, Hiro se quita la camiseta. Pone su mano sobre el pecho de Ryuichi, como si lo quisiera separar de él, pero en vez de eso, se acerca a esos labios entreabiertos que lo tientan, y empieza a recorrerlos con la punta de la lengua. Ryuichi cierra los ojos, un suave gemido escapa de su garganta. Su cálido aliento se funde con el de Hiro.
Siguiendo la linea del perfil, Hiro empieza a bajar por el cuello de su amante, alternando el leve roce de sus labios, con el de la húmeda lengua. Ahora, su mano está jugueteando con el sensible pezón de Ryuichi entre sus dedos, la otra lo sujeta rodeandole el cuerpo.
- Abajo - jadea Ryuichi.
Hiro le complace, y baja hasta el pezón que ha quedado libre, empezando a trazar circulos con la lengua arrededor de el.
-Mas...- gime Ryuichi - mas abajo....
Los brazos del cantante rodean a Hiro, que dócilmente atiende a sus ordenes, y va bajando mientras besa y mordisquea la piel del vientre de Ryuichi, hasta que cae de rodillas en la bañera, quedando frente la presilla del mojado pantalón. Sus dedos ansiosos desabrochan y bajan los pantalones del cantante. El sexo de Ryuichi aparece ante el, duro y húmedo.
-Hiro .. - gime Ryuichi.
Este lo toma con una mano, y empieza a recorrerlo con la lengua en toda su extensión, al llegar a la punta lo introduce en su boca.
Con un agudo jadeo, Ryuichi echa la cabeza hacia atrás, tiene los ojos cerrados y de la boca abierta se escapa un fino hilo de saliva. Hiro se desabrocha el pantalón y desliza su mano por dentro, para tomar su también excitado miembro, que empieza a masajear al mismo ritmo con que mete y saca el de Ryuichi de su boca.
Aferrandose a la castaña melena de Hiro, Ryuichi baja la cabeza para ver como el chico le masturba, sus caderas se agitan buscando profundizar cada vez un poco más adentro. A pesar de estar mojado, Ryuichi nota que su cuerpo arde, que sus rodillas empiezan a flaquear. Tomándolo de la barbilla, le obliga a levantar la cabeza, y cayendo ante el de rodillas, le besa. El agua de la bañera se desborda y rezuma por los costados, desparramándose.
Ahora es Ryuichi quien le termina de quitar los pantalones a un sorprendido Hiro, y sujetándolo por las nalgas, lo arrastra hasta que queda sobre el. Ryuichi busca con furia la boca de su amante, mordiendo sus labios, invadiendo la cálida boca de Hiro con su lengua.
Este no puede reprimir un jadeo de sorpresa y dolor cuando nota como Ryuichi le introduce dos dedos, bruscamente. Pero Ryuichi lo tiene bien sujeto, y empieza a mover sus dedos, primero despacio adentro y afuera, luego va aumentando la velocidad.
Hiro gime, su espalda se arquea, e intenta separar su cuerpo del de el cantante.
- Mi Hiro...- susurra Ryuichi, excitándose todavía más al ver la expresión arrebolada del chico.
Ryuichi no aguanta más. Retirando los dedos del interior Hiro, toma su erección y la acomoda.
Jadeante y tembloroso, Hiro se abraza al cantante.
-Ryu...i.. chi... - jadea a su oido.
Lentamente, Ryuichi empieza a penetrarlo, a la vez que le va bajando la cadera. Hiro abraza al cantante con más fuerza, sus ojos se humedecen por las lágrimas, y escapan gemidos de su garganta cuando Ryuichi empieza a mover su cadera.
El agua de la bañera se derrama con el movimiento de cada embestida, que cada vez son más rápidas. Ryuichi abraza la cintura de Hiro, empujando hacia abajo. A la vez que Hiro pega su cuerpo al del cantante, como si quisiera fundirse con el.
-Ryu!...- grita Hiro, cuando nota como la intensa sensación del orgasmo le desgrarra por dentro.
Ryuichi responde moviéndose de forma más violenta y rápida, apurando esos instantes para compartir con su amado tan intensa sensación.
Luego de la tempestad viene la calma, el suelo del baño se ve totalmetne inundado, asi como las paredes que están chorreando de agua. Hiro todavía está entre los brazos de su amante, acariciándole el pelo, cuando este levanta la cabeza y mira a su arrededor, como buscando algo.
-¿Que te pasa Ryu kun? - pregunta Hiro separándose un poco.
Ryuichi frunce el ceño y lo mira.
-Mi patito de goma - dice mirándolo con sus inocentes ojos azules -¿has visto mi patito de goma?
Hiro echa la cabeza hacia atrás y ríe con toda su alma, ante la mirada extrañada de Ryuichi.
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dedicado a Mª Teresa, para que crezca y se haga una mujer tan degenerada y obscena como su madre.
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