----------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 4

The house of the rising sun

El manager de los Bad Luck mira por segunda vez su relog mientras espera a que Shuichi baje del apartamento, como siempre se está retrasando. Cuando cansado de esperar decide que subirá a buscarlo para sacarlo del piso aunque sea a rastras, lo ve trotando hacia él con una tostada en la boca y poniéndose un impermeable.

-!Frffft efffoyfff!- exclama Shuichi sin sacarse la tostada de la boca.

K pone expresión de infinita paciencia para habrirle la puerta del coche.

- Entra ya - dice con astío.

Por el camino no solo se termina de comer la tostada, sino que también saca de su mochila un brick de zumo. K le mira de reojo.

-Pero, ¿qué no has desayunado?.

Shuichi le corresponde con una mirada inocente.

-Si, pero tenía más hambre.

K prefiere no insistir más en el tema.

-Estamos llegando - anuncia poco después.

Shuichi mira a su alrededor con curiosidad. El barrio donde se encuentran tiene un aspecto parecido al suyo.

-Pues no parece que esté muy lejos - comenta.

K refunfuña.

-Además, el sitio me gusta - dice Shuichi.

K detiene el coche frente a un edificio no muy alto, rodeado de una moderna verja de hierro negra. Frente a esta se ve a una mujer muy bien vestida con una carpeta bajo el brazo.

Bajando del coche, ambos se dirigen hacia ella.

- ¿Mr. Winchester? - pregunta la mujer, según se va acercando a la pareja.

-Soy yo - responde K sacándola de la duda.

- Mucho gusto en conocerle - dice la mujer , con una ligera inclinación como saludo - ¿entonces usted debe ser Shindou san, el cantante? - pregunta la mujer mirando a Shuichi - Mi hija tiene todos sus discos.

Shuichi sonríe y se sonroja. K, que conoce de sobra al pelirrosa, se adelanta y toma del brazo a la mujer.

- ¿Supongo que usted es la vendedora de la agencia, verdad? - pregunta a la vez que la conduce hacia la entrada de la verja - Por que verá, Shindou san es una persona con muchas obligaciones y compromisos y nos gustaría ver el piso cuanto antes, si no es molestia para usted , ¿señora...?-

-Hanake - responde la mujer, todavía algo confusa por el chaparrón de palabras de K.

-Entonces señora Hanake, después de usted - dice K, apartándose un poco y dejándola pasar delante.

La vendedora los conduce por el interior del inmueble mientras va explicando detalles del mismo, hasta llegar a la puerta del apartamento.

- Ya hemos llegado - les dice, a la vez que habre la puerta.

Shuichi es el primero en entrar, mirando a todos lados con curiosidad. K espera a que Hanake san pase para entrar el detrás.

- Cuanta luz - comenta Shuichi - y que grande.

K también mira a su alrededor, con ojo más critico. En cambio Shuichi va directamente a un gran ventanal, al salir al amplio balcón se encuentra una vista que parece sacada de una estampa.

-¿Es hermosa ,verdad? -

Shuichi no se a dado cuenta de que Hanake san también ha salido, y que ahora está a su lado.

- Normalmente la gente joven como usted prefiere las vistas a la ciudad o a la bahía - dice la vendedora - pero yo encuentro que esta vista es ciertamente relajante.

Shuichi no puede por menos que asentir. Ante él, y después de algunos edificios más bajos, puede verse un templo Shinto rodeado de un hermoso bosque, tras el templo una suave loma con un parque hacen de telón.

- Cuando llega la primavera, lo almendros y los cerezos florecen y su olor llega hasta aquí - dice la vendedora.

Shuichi suspira, imaginándose la escena.

-Si - murmura - creo que le gustará.

Al girarse para entrar ve otro ventanal.

-¿Y eso?- pregunta

-Es la ventana del dormitorio.

Shuichi se acerca, a traves del cristal puede ver dentro a K. Dando suaves golpecitos logra llamar su atención. Al final K abre, y sale también al balcón.

-¿A que es bonito?- le pregunta.

Shuichi solo obtiene un gruñido como respuesta. Llevándose las manos a la cadera, K mira con dureza a la señora Hanake.

-¿La intalación de la calefacción?- pregunta K

- De cobre. Hay un calentador de 5 litros en la galería para calefacción y agua caliente - responde la vendedora sin dejarse intimidar.

- La revisión del gas -

Hanake san echa mano a su carpeta y saca los certificados de seguridad firmados y sellados. K los lee con un gruñido de asentimiento.

- Bien - dice K - ¿ha traido usted vehículo propio o viene con nosotros hasta la agencia?

A esto, la señora Hanake se queda un momento sin reaccionar. Es la primera vez que un comprador se decide tan rápido.

-!BIENNNNN! - exclama Shuichi, que salta al cuello de K y se queda ahi colgado.

- He traido mi coche, pero ustedes pueden seguirme hasta la agencia - responde la señora Hanake, que no puede apartar su atención del pequeño Shuichi.

-Ok - dice K, y con una encantadora sonrisa sigue a la vendedora sin importale llevar todavía a Shuichi al cuello.

De regreso al apartamento de Eiri, Shuichi se muerde el labio preocupado. Cuando K para el coche frente al bloque de pisos, lo retiene un momento.

-¿Que te pasa? - le pregunta.

Shuichi mira a su manager con el ceño fruncido.

-¿Y si no lo quiere?.

- No te preocupes - responde K - lo querrá, yo me encargo de eso.

-Pero...

K lo silencia poniendole un dedo sobre los labios.

- ...Y si es tan cabezota como crees y no lo convenzo me lo quedare yo, es mejor que donde vivo ahora - responde K - ¿tranquilo?.

Shuichi asiente.

-!Y ahora largo! - exclama K - tengo cosas que hacer... !el lunes no quiero verte llegar tarde... o vendré a por ti!

El lunes por la mañana, K no tiene que cumplir su amenaza, Shuichi está en el estudio de grabación con el resto de sus compañeros a su hora. La compañia a elegido tres de las canciones del nuevo álbum que han tenido más éxito en las listas de ventas para que las remezclen. Y eso es lo que les llevará de trabajo toda la mañana.

Repetir una y otra vez las tomas, cambiar arreglos, grabar y regrabar juntos o por separado... Solo paran a ratos para que Shuichi pueda descansar la voz. Cuando el chico está ya apunto de ponerse a gritar en vez de cantar, el técnico de sonido, al otro lado del cristal, hace la señal de que corten.

-¿Ha sido buena?- pregunta Shuichi con algo de ansiedad.

La voz del técnico se oye a traves de megafonía.

- !Ha sido buena chicos! - responde

-¿Entonces hemos terminado por hoy?- pregunta otra vez Shuichi.

El técnico de sonido asiente.

-Bueno, bueno ¿y que piensas hacer luego?- pregunta Shuchi mientras mete sus trastos en la mochila.

Hiro bufa y se rasca la cabeza con expresión cansada.

-Creo que me ire directo a casa. Esta noche no he dormido bien, y necesito echar una cabezada

Shuichi se sonríe.

-¿Entonces no vas a salir?.

-No, en principio no - comenta- Pero si no tienes nada que hacer podemos quedar a la noche a ver una peli...

-!Bien! - exclama Shuichi - es que... desde que sales con Sakuma san ya casi no te veo - murmura haciendo un mohín.

Ahora es el turno de Hiro de reirse.

- Mira quien se queja - dice Hiro, revolviendo el pelo del cantante - ya no estamos en el instituto, Shu.

-!Hiro!

Shuichi aparta la mano de su amigo y empieza a componerse el pelo con los dedos. Luego toma la mochila y le saca la lengua.

- !Te llamaré a la noche! - exclama saliendo al trote de la sala

-Todo un caso - murmura Suguru, que ahora está junto a Hiro - !bueno! yo también me voy a casa - dice a modo de despedida.

-Suguru espera - reclama Hiro reteniéndolo por el brazo - podrías mirar esto.

Hiro le entrega una partitura al joven teclista. Este se rasca la cabeza, hace un mohín con los labios mientras la estudia.

-Se me ha ocurrido otra variación para el tema de fondo y querría saber si lo puedes añadir - pregunta Hiro

- Si creo que si - responde Suguru - aprovecharé la tarde para cambiar ese acorde y este y ver como encajan.

- Entoces yo me voy para casa también, y Suguru... - dice Hiro al teclista mientras se va - .. no pierdas toda la tarde con esto y relájate.

Suguru responde con una sonrisa y una despedida con la mano, Hiro también se despide, y a paso vivo recorre los pasillos hacia la salida, cuando llega a la amplia entrada oye una voz conocida.

-!!Hiro kunnnnn!! - Ryuichi corre hacia él dando pequeños brinquitos perseguido por Tatsuha - !!Vente con nosotros Hiro kun!!.

Ryuichi termina su carrera colgado del cuello de Hiro. Tras él, Tatsuha mira celoso al guitarrista. Hiro se lleva la mano a la cabeza, algo agobiado por la situación.

- Yo... - murmura - tenía planeado irme a casa a descansar.

-¿Descansar?- repite Ryuichi - ¿estás muy cansado hoy?

- Si, yo - responde Hiro com paciencia - he tenido hoy mucho trabajo, ¿sabes?, y me gustaria ir a casa y dormir un ratito...

-Oh!, pero si tienes sueño puedes venir a mi casa a dormir - insiste Ryuichi.

Para sorpresa de Tatsuha, Hiro le mira suplicante.

Colocandose detrás del cantante, Tatsuha le acaricia la mejilla, este se gira y mira al joven Uegashi.

-¿No recuerdas que ibamos hoy al zoo?- le dice.

Los ojos de Ryuichi se habren, grandes y brillantes.

-!Si, al zoo, al zoo! - exclama, abrazando a kumagoro con expresión de felicidad - Kumagoro ira con Tat kun y con Hiro kun al zoo - dice hablándole a su conejo de peluche.

-Hiro kun no puede ir hoy al zoo con vosotros - dice Hiro, captando la atención del cantante - pero te prometo que este fin de semana te invito a comer en el parque de atracciones.

Ryuichi se pega a Hiro.

- El sabado te recordaré esa promesa - susurra con tono sensual en su oido.

En un momento, el calido aliento de Ryuichi junto al tono de su voz, hacen que un estremecimiento recorra el cuerpo de Hiro. El cantante se da cuenta, con una sonrisa juguetona se separa de él cuando un celoso Tatsuha lo toma de la cintura, y lo va empujando hacia la salida. Hiro se les queda mirando con expresión ausente.

-Pues si - murmura Hiro para si mismo - una tarde tranquila, poder comer a gusto y hacer lo que me de la gana.

Antes de llegar a su casa, pasa por un supermercado cercano para comprar comida en abundancia, hoy piensa hacerse un buen plato con carne.

Silbando entre dientes una melodía, tiene que hacer equilibrios con las bolsas de la compra para poder abrir la puerta de su casa. Dentro todo es silencio, pero hoy ese silencio es bienvenido.

Llevando la compra a la cocina, Hiro empieza a preparar con calma su comida y aunque nadie vaya a acompañarle dispone la mesa para comer, cuando esta todo ya puesto se sienta y mira con sadisfacción, se coloca la servilleta y toma la cuchara...

Antes de que pueda llevarse esta a la boca suena el timbre. Con expresión malhumorada tiene que dejar la comida, levantandose para habrir la puerta de la entrada, detrás de ella se encuentra a Shuichi y a K.

-Pero...¿que haceís vosotros aquí?

Sin responde a la pregunta, Shuichi toma a su amigo del brazo y tira de el.

-!Vamos, ven, tengo una sorpresa para ti! - exclama, tirando con insistencia.

-!Ya... espera! - dice Hiro intentando zafarse - que estoy a punto de comer.

-!Ya comeremos luego! - insiste Shuichi - !esto es muy importante, tienes que venir a verlo !

- Vale, vale... - dice Hiro - deja al menos que coja la chaqueta.

K retiene al pequeño cantante, permitiendo asi que Hiro pueda cojer su chaqueta y las llaves del apartamento.

Nada más cerrar la puerta, Shuichi vuelve a cojerse de su brazo con una sonrisa encantadora.

-Ya veras, te va a gustar - dice asintiendo.

Al entrar en el coche, Shuichi insite en vendarle los ojos.

-...Así cuando lleguemos será más emocionante - dice.

-¿Pero?¿Y si me mareo?.

Hiro mira a K buscado ayuda, pero este saca un pañuelo del bolsillo y se lo da a Shuichi.

El cantante,sentado junto a su amigo, le venda los ojos.

- Y sobre todo no te toques la venda - advierte.

Lo cierto es que el trayecto termina por desorientar a Hiro, y cuando se detienen ya no sabe en donde se encuentra, solo puede seguir mansamente al cantante cuando lo saca del coche.

-Cuidado - advierte Shuichi - Hay un escalón.

Sujetándolo del brazo, Shuichi guia a Hiro al interior del edificio. K vigila tras él.

Después de recorrer un corto tramo, nota la sensacion de subida de un ascensor.

-Ya estamos- anuncia Shuichi. Recorriendo otro corto tramo se paran y Hiro oye el ruido que hacen unas llaves al abrir una puerta. Nota como alguien lo empuja y con precaución da unos pocos pasos hacia delante.

-!!!Tachannnnn..!!! - exclama Shuichi a la vez que le quita la veda de los ojos. Hiro se queda un momento parpadeando,sin poder ver, hasta que se acostumbra otra vez a la luz.

-¿Que te parece?- pregunta Shuichi, con una amplia sonrisa de oreja a oreja está junto a el esperando su respuesta.

Hiro mira a su alrededor, todo lo que ve es un apartamento vacio, sin muebles.

-¿Que que me parece el qué?- pregunta Hiro algo molesto

-Tu nuevo piso - excama Shuichi

-¿!Como!?

Ahora si que definitivamente Hiro no entiende nada de nada. Una mirada acusadora traspasa al pequeño cantante pelirrosa.

-Lo que Shuichi quiere decir - comenta K en ese momento, acercandose al muchacho - es que nos hemos tomado la libertad de buscarte un piso nuevo - K mira un momento a su alrededor - como puedes ver es más grande, más luminoso y tranquilo que donde vives ahora.

-Pero.. yo no necesito un piso nuevo, estoy muy bien donde vivo ahora y seguro que este sera caro y...

Hiro se calla al notar el frio acero del revolver de K en su nuca.

- Tu piso actual es pequeño, es viejo y de mala calidad - dice K en un tono calmado y tan frio como su revolver - además, eres un artista famoso y te lo puedes permitir.

Hiro mira a Shuichi de reojo, este se pega a la pared como un sello huyendo de K.

-¿Me lo puedo permitir?- pregunta Hiro al aire.

Sin retirar el arma, K se acerca al muchacho.

- Si, te lo puedes permitir - se susurra al oido.

Hiro traga saliva.

-¿Donde tengo que firmar?.

--------------------------------------------------------------------------------------------