Hola a todos y a todas... este fic ya está terminado, pero preferí partirlo en tres partes para que la sección de fanfictions de mi web-site lo aceptara, jejejeje. El fic completo ya fue publicado allí, este es el primer fic que publico acá. (considerando que me enteré de que la página existía la semana pasada U¬¬) espero que les guste muxo muxo, muxo.

Ahora ya los dejo leer... jejeje Disclamer: los personajes de Inu Yasha no me pertenecen. Son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero he estado hablando con ella y me ha dixo que Náraku pronto será mío *-* NÁRAKU TE AMO!!!

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La mujer que robó el corazón de Náraku

Ya habían pasado más de tres días. Náraku estaba impaciente. Aún así, no le importaba mucho porque Tsubame lo estaba ayudando mucho. Ella paseaba con él por las tardes en el pueblo, y le permitía que la acompañara a buscar el agua al lago, ya que así podían derretir el hielo con su veneno, para que ella luego la purificara y tomara la que necesitaba. La herida del brazo de Náraku había sanado completamente, pero el seguía diciendo que le dolía. Tsubame, claro, ya se había dado cuenta de que eso era una mentira, pero sabía que Náraku le era de mucha ayuda, así que lo dejaba quedarse. Además, le parecía que el dolor de Náraku era algo un poco más profundo, como un sentimiento humano, perdido en su alma de demonio, pero sus dudas fueron disipadas una noche que se levantó para tomar algo de agua, y vio a Náraku sentado en el borde del pasillo exterior.

---Buenas noches Náraku. ¿qué estás haciendo acá afuera?---le dijo deteniéndose a su lado. ---Miro cómo cae la nieve y pienso en mi pasado---respondió. ---ya veo... entonces... yo voy a ir a buscar algo de agua, y vendré---

Tsubame fue y tomó agua, luego volvió con Náraku y se sentó a su lado.

---Y... ¿en qué piensas? Claro, si no te molesta decirme--- dijo Tsubame de repente. ---en Kikyo--- le respondió éste sin preocuparse ---¿Kikyo? ¿quién es? ¿una novia bestia que tienes?--- ---no, es una sacerdotisa--- ---ya veo--- ---ella, era lo que yo más quería--- ---¿querías?--- ---si, ella solo es un recuerdo de mi pasado--- ---¡AH! Te la comiste viva en uno de tus arranques monstruosos, y no te pudiste controlar---dijo como si la idea le viniera a la cabeza de repente. Náraku la miró alarmado. ---¿te has vuelto loca? ¿cómo se te ocurre que me voy a comer a alguien vivo? Seré un demonio, pero sigo siendo un ser cuerdo--- ---Mmmm......... ya........... y....¿ tu y ella....?--- ---no..... no teníamos ninguna relación amorosa--- ---ya veo--- ---y... ¿por qué preguntas tanto?--- ---para no aburrirme--- ---y si te vas a aburrir.... ¿por qué no te vas a dormir?--- ---luego de verte así, no creo que pueda dormir---Náraku estaba sin camisa sentado con la rodilla levantada mirando al cielo del que caía una ligera nieve. Hacía frío, así que Tsubame supuso que Náraku debía ser inmune al frío, porque no tenía algo que le tapara en el pecho, o quería tomar un resfriado a propósito. ---¿a qué te refieres con "así"?--- ---o por Dios, no te hagas el tonto, te ves perturbador--- ---sigo sin entender--- ---me refiero a que te ves muy atractivo, si no te importa que te lo diga--- dijo volteando la cara porque sabía que se ponía roja. Náraku se levanto. Tsubame giró para verlo... lo vio imponente, altanero, y eso le gustó... Náraku se arrodilló a sus piernas y tomó sus hombros. Acercó lentamente su rostro al de Tsubame, y poco a poco la vio cerrar los ojos, él hizo lo mismo. Sus labios se tocaron y mutuamente sintieron el frío del opuesto, pero pronto se calentaron. Se besaron un buen rato, luego del cual, Náraku se separó claramente rojo. ---Creo que hoy si me iré a dormir--- fue lo último que dijo antes de entrar a la habitación que tenían al lado, y dejar a Tsubame sola. Ella, por otra parte, regresó a su habitación.

Esa mañana, ella decidió salir muy temprano a comprar la comida para el desayuno, el almuerzo y la cena. Tardó tanto comprando, que cuando regresó al templo, se percató de que era muy tarde para el desayuno. Pero mucha sorpresa peor se llevó al llegar a la entrada. Sus paquetes se cayeron al suelo y rodaron escaleras abajo. Su campo de energía había sido destruido.

---no, Náraku no, él no lo haría, estoy segura y además....... ¿y.. y estás presencias?--- dijo en voz alta para ella. Pudo sentir las presencias de varias personas atacando a otra. Tsubame salió acelerada hacia el bosque, y se adentró hasta que llegó a un lugar, en el que habían rastros de sangre por todos lados. Miró más allá, y vio a seis seres parados alrededor de otro que aparentemente yacía en el suelo. Caminó un poco más allá y divisó que ése, era Náraku. ---¡NO!¡Náraku!¿¡qué le han hecho salvajes!? Náraku, por favor, despierta, te lo suplico---sollozó Tsubame a su lado.

---apártate de él,¿qué no ves que es peligroso?---le dijo la arrogante voz de Inu Yasha atrás suyo, a la que no estaba acostumbrada. ---Cállate. Tú eres un ser sobrenatural. Pagarás por lo que e hiciste a Náraku bestia---le reprochó Tsubame sin demora y poniéndose de pie, se volteó a Inu Yasha y de su camisa sacó unos pergaminos.

---Yun---movió el brazo de derecha a izquierda--- Sen--- de izquierda a derecha---Min---de arriba hacia abajo---Ran---de abajo hacia arriba---- XELL---- marcó la estrella de David, y un círculo a su alrededor. Luego, lanzó los pergaminos a Inu Yasha, a Kírara y a Shippo, quienes quedaron paralizados. Sango se le acercó a Kírara, pero una sacudida de energía le llegó al contacto con ella.

---Veo, mi hermosa sacerdotisa, que es usted una de muy alto rango---dijo Miroku analizando los pergaminos. ---así es, y les pido por favor se vayan de mi región lo más pronto posible, porque tengo pensado proteger a Náraku aunque mi vida corra peligro, cosa que dudo---le respondió Tsubame. ---¡¡¡¡¡¡Náraku!!!!!!---- gritó Sango de repente---- ¿qué le has hecho a esta sacerdotisa?--- ---él no me ha hecho nada, yo lo protegeré por mi propia cuenta. Porque me interesa el bienestar de él como ser vivo--- ---Argg..... Tsu....... ba............ me.............. no..... argg............ los......... retes......... ellos...... no son los........ malos........... yo ya he intentado matarlos antes........ argg...... tienen motivos para atacarme........----dijo Náraku desde atrás. Tsubame cayó arrodillada a su lado sobre la fría nieve. ---Pero, ¿qué estás diciendo? ¿acaso te has vuelto loco?---le respondió ella de modo que no daba crédito a lo que oía. Náraku empezó a ponerse de pie. ---No te preocupes... ya no me queda mucha vida, pero creo que podré hacer algo..... argg---- dijo cayéndose otra vez. Tsubame lo socorrió. ---No intentes levantarte, estás muy herido, deberías tratar de relajarte, yo los detendré--- le suplicó Tsubame. ---Ya te dije que yo...............--- repitió intentando ponerse de pie, pero volvió a caer.

Detrás de ellos3, Miroku había quitado ya los pergaminos mágicos que Tsubame había puesto sobre Inu Yasha, Shippo y Kírara. Inu Yasha sintió que la energía maligna de Náraku estaba casi a su máximo......

---La estás sintiendo ¿verdad?, la energía maligna de Náraku ¿no es así mujer sacerdotisa? me imagino que sentirás que está al máximo---le dijo Inu Yasha con una voz muy irritada. ---¿y eso a ti que te importa? No es tu problema----le respondió Tsubame. ---¿ya es un hecho....Náraku te hizo algo..... nadie es capaz de proteger a Náraku estando en su sano juicio--- dijo Sango desde atrás. ---No lo sé Sango. Ella no parece estar bajo el control de Náraku si me lo preguntas--- dijo Kagome, quien no había dicho ninguna palabra desde que había visto el impresionante parecido de esa sacerdotisa de la que no tenía nombre, con Kikyo, pero parecía que nadie más se había dado cuenta. ---yo estoy de acuerdo con la señorita Kagome. Ella se ve muy, no lo sé, diferente a Kóhaku, si me permites mencionarlo Sango, se ve más bien, mmmmmm............ como una madre protegiendo a su hijo, ¿no lo creen así?-- - irrumpió el monje Miroku al lado de Kagome. ---pero entonces Miroku, eso quiere decir que ella lo está protegiendo porque piensa que Náraku es el bueno y nosotros los malos?---dijo la inocente voz de Shippo que salía de entre los cabellos de Kagome. ----No creo que sea eso Shippo. Ella escuchó, como todos nosotros lo que Náraku dijo de sus ataques a nosotros, no puede pensar de esa forma...... debe haber algo más.....---- dijo Miroku apagando su voz. Fue entonces cuando Inu Yasha interrumpió la conversación que estaban teniendo ellos allá atrás.

---¡JA! No me importa, si no te quitas mujer, te mataré junto con Náraku. Despide las suficientes energías malignas como para realizar el Bakoyouha...... hoy vas a pagar por todo Náraku...... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡hoy vas a MORIR!!!!!!!!!!!!!!--- y en ese momento empezó a agitar su espada, preparándose para atacar. ---NO INU YASHA, DETENTE---- gritó Kagome desde atrás---- NO PUEDES MATAR A ESA SACERDOTISA--- ----A MI NO ME IMPORTA ELLA............. YO SOLO QUIERO DERROTAR A NÁRAKU--- le respondió a Kagome mientras agitaba su espada y un fuerte viento formaba diferentes fisuras que se acercaban a Náraku y a Tsubame. En ese momento, Náraku hizo algo que los dejó a todos, incluyendo a Tsubame, sorprendidos. La protegió. Náraku había empujado a Tsubame lo más lejos que pudo, protegiéndola y recibiendo el impacto del Bakoyouha de frente. Cuando todo terminó, el cuerpo de Náraku aún tenía algo de vida. Nadie habló. Tsubame se acercó a Náraku gateando.

--- Náraku---susurró---¿por qué lo hiciste?¿por qué te metiste? Uno de mis campos de protección nos pudo haber protegido--- lágrimas que brillaban con la tenue luz del sol corrían por las mejillas de Tsubame. Náraku las limpió con sus manos con mucha lentitud, débilmente. ---ya.... no........ llo...... res.........--- murmuró Náraku--- esto................... esto tenía............. que........ ocur.............. rir............ No........ no te....................... lo di........... je anoche.............. pero.............. yo te.................... te a........... te amo Tsu...........--- y lentamente cerró sus ojos y bajó su mano del rostro de Tsubame, que rompió en un llanto que parecía no tener consuelo. Inu Yasha dio la media vuelta, pero Kagome lo detuvo....... Le hizo dar la media vuelta otra vez, para que viera lo que sucedía. Tsubame estaba besando a el cuerpo sin vida de Náraku en los labios. No movía los labios....... solo había puesto los suyos sobre los de él. De todos los que eran del grupo de Inu Yasha, solo este escuchó cuando Tsubame murmuró muy bajo al oído de Náraku "Yo también te amo", frase que dio paso a que posara su cabeza en el pecho casi destrozado de Náraku, lo que causó que se manchara el rostro con sangre.

Kagome se le acercó a Tsubame. ---Oye... mmmmmm...... ¿quieres que te ayudemos a enterrarlo?--- ---no, yo lo haré sola--- le respondió Tsubame de mala gana. Kagome y los demás se fueron luego de tomar la perla de Shikon casi terminada que estaba en poder de Náraku. Tsubame quedó sola. La nieve había comenzado a caer de nuevo. Tsubame dijo en voz alta "ya desaparecieron sus presencias, ya te puedes mover", como si hablara con alguien. Ella se levantó del cuerpo de Náraku, y él se empezó a levantar. ¡NÁRAKU ESTABA VIVO!¡ELLA LO SABÍA Y HABÍA FINGIDO!¡POR ESO LE HABÍA DICHO A KAGOME QUE NO PORQUE ENTONCES SE DARÍAN CUENTA! Lo ayudó a levantarse. Vivía, pero no mucho.

---que gusto que estés con vida--- ---pero si no me pones esa medicina que quema, créeme que no viviré por mucho tiempo--- ---Vamos enseguida para el templo, y activaré la barrera de protección, de esa forma, pensarán, si ese monje puede sentir presencias, cosa que dudo, que he vuelto a mi vida normal--- ---gracias--- y la besó en la boca---me da gusto que tu me ames también--- ---vamos... que si no quedaremos cubiertos por la nieve---

A rastras y con mucha dificultad, Tsubame llevó a Náraku hasta el templo, y lo recostó en el suelo de aquella habitación en la que, aparentemente, había dormido Náraku muy cómodamente la noche anterior.

---¿Me vas a poner esa cosa otra vez? ¿la que arde?--- dijo Náraku de repente cuando Tsubame se levantó y se acercó a la puerta. ---si. ¡AH! Ya lo olvidaba QUIETO--- Náraku quedó paralizado antes de que la puerta se cerrara. Cuando Tsubame regresó, se arrodilló a su lado, y le puso la medicina sobre la herida de su pecho, las que tenía en las piernas y en los brazos, además de todas esas que estaban regadas por todo su cuerpo. Los gritos de Náraku bien pudieron haberlos escuchado Inu Yasha y los demás que deberían estar más o menos a tres pueblos de allí.

---Espero que ya te sientas mejor--- le dijo Tsubame a Náraku a la mañana siguiente, cuando él ya estaba despierto. La medicina lo había hecho sufrir tanto, que los gritos lo habían dejado exhausto. ---Si... gracias... aunque no se si deba o no agradecerte--- ---malagradecido..........--- ---no lo soy, solo te digo que no soporto esa estúpida medicina--- ---pues te dejaré así de quieto todo el día, o por lo menos hasta que ya no te quejes por la medicina--- ---te prometo que no lo haré. Solo sácame de este hechizo--- ---no señor. Usted se va a quedar así hasta que a mi me de la gana de liberarte--- y en eso quedó la discusión. Náraku seguía quejándose del dolor que le producía la medicina, y Tsubame se la ponía todas las noches.

Había pasado más de un mes, y él seguía sin mejorías notables. Solo las de los brazos y las piernas se habían curado casi por completo, pero la herida del pecho no. Esa herida no parecía querer cerrarse. Tsubame ya estaba cansada de ponerle la medicina todas las noches. Le quitó el encantamiento QUIETO, y Náraku pudo volver a levantarse. Lo primero que hizo fue estirar las piernas. Aún era invierno, así que la nieve aún caía, generalmente de noche. Luego de eso, con sus poderes venenosos, había comenzado a curar sus heridas.

---¿por qué nunca me dijiste que te podías curar las heridas solo?--- ---no tenía porqué decírtelo... además, disfrutaba tanto sintiendo tu mano-- -le dijo acariciando el rostro de Tsubame--- pasar sobre cada una de mis heridas---su mano se había deslizado hasta el cuello de su camisa. Estaban levantados, y Náraku no tardó en ponerse atrevido. ---¿qué te sucede?--- dijo Tsubame algo nerviosa--- tú no eres así--- ---déjate llevar por tus deseos............--- y en una mezcla de deseo, pasión y amor, Tsubame cayo en las redes de Náraku..........

CONTINUARÁ.......... En la continuación: ¿Qué sucederás con Tsubame y con Náraku?¿El deseo amoroso de Náraku terminará cuando haya obtenido lo quiera de Tsubame? ¿Acaso habrá olvidado ya a Kikyo? ¿Inu Yasha y los otros volverán para vengarse de Náraku? ¿Dónde están Kagura y Kanna?