CAPITULO 3
Se encontraba acostado en su enorme cama, con los brazos cruzados detrás de su cabeza. Estaba molesto y contrariado por la atracción que había sentido por Hermione. ¿Por qué no la reconoció en cuanto la vio?. Aunque la pregunta que flotaba en su mente era ¿cómo había cambiado tanto?.
El la recordaba con el cabello rebelde y esponjoso, con unos prominentes dientes y con un caminar encorvado por la cantidad de libros que llevaba. Draco sonrió, recordó que él le había hecho crecer considerablemente los dientes durante una pelea que sostenía con Potter en cuarto grado y ahora se daba cuenta que después de eso ella dejo de tener los dientes grandes, pero eso no le había importado mucho.
La Hermione que conoció en la mañana era de cabello ondulado, que caía sobre sus hombros suavemente, su mirada era entre tímida y sensual, su sonrisa era agradable y sincera. El porte de Hermione era fino e intelectual. Parecía caminar orgullosa de si misma. En pocas palabras, Hermione se había convertido en una mujer atractiva.
Draco se levanto de su cama, por primera vez en el día podía ver su propio rostro en un espejo de la habitación. Se miro varios segundos, él también había cambiado. Su cabello estaba impecablemente peinado hacia atrás solo algunos cabellos rebeldes invadían su rostro, sus ojos parecían mas grises y fríos. Su piel era tan pálida que parecía que en sus venas no circulaba sangre sino hielo. Sus labios finos casi siempre dibujaban una cruel sonrisa. Era más alto y su cuerpo esbelto delineaba algunos músculos.
Draco sacudió un poco la cabeza, él era totalmente diferente a Karnsten. Karnsten era un hombre delgado y alto aunque un poco mas bajo que él. Su rostro era duro y moreno. Sus ojos negros parecían estar sin vida haciendo juego con su cabello oscuro y lacio. La idea de tener que transformarse en él no le era absolutamente agradable.
Recorrió un poco la casa en la que iba a vivir los próximos meses. Era de dos plantas y de varias habitaciones, contaba con un jardín extenso y abandonado, a la entrada tenia una fuente que parecía no haberse usado en años, pero a pesar de esas limitaciones la casa era cómoda y bella.
Se dirigió nuevamente a su habitación y tomo su capa para salir. Se sentía aburrido sin hacer nada, probablemente encontraría un poco de diversión en la calle.
- Diablos!.- susurro.- Tengo que tomar la estúpida poción antes de salir.
Saco de entre sus cosas un frasco. Lo abrió y tomo su contenido. Pudo ver como el color pálido de su piel se transformaba en una piel morena y áspera. Sus ojos grises se tornaban en negros y su cabello rubio platinado un color negro azulado.
Una vez transformado se dirigió a la puerta. El aire fresco de la noche le pego en la cara. La pregunta del momento era ¿a dónde dirigirse?, hacia tiempo que no estaba en Londres, no sabia que tantos cambios había, tampoco podía visitar a sus viejos amigos.
Draco cerro los ojos y pensó un momento. Se oyó un suave tintineo y desapareció del portal de la casa. Apareció justo en un parque solitario, un parque que le traía recuerdos familiares. Su abuelo Edward, padre de Narcisa, lo había llevado en dos ocasiones a ese parque. Recordaba que su abuelo solía encontrarse con algunos magos para arreglar algunos asuntos de trabajo, nunca entendió porque la manía de hacerlo en un parque muggle.
Fue el único lugar que se le vino a la mente en ese momento, para aparecerse en un lugar tenia que saber la localización exacta del mismo. Sintió curiosidad por recorrerlo y al poco tiempo de caminarlo un recuerdo apareció en su mente: sus padres.
Lucius y Narcisa Malfoy habían muerto en manos de aurores recién egresado de Hogwarts. Dejándolo solo y absoluto heredero de todos sus bienes. A los 18 años Draco se hizo el joven mago mas rico del país. Prácticamente con su fortuna podía vivir el resto de sus días sin tener que trabajar.
Después del funeral, Draco salio de Inglaterra sin decirle nada a nadie. Se dedico a recorrer diversos países en busca de algún tutor para su preparación en la magia oscura. Así fue como en un viaje por Rumania conoció a Arianrod, el hombre de cabello gris.
Arianrod, lo acogió como su discípulo durante 3 años. Lo ayudo a sacar provecho de sus cualidades. Draco podía moverse siligiosamente sin ser notado, tenia facilidad para dominar a ciertos animales y algunas mentes mas débiles, tenia instinto cruel a la hora de enfrentar a sus enemigos y además era capaz de soportar el dolor y controlarse a si mismo.
Su tutor no solo le había enseñado a usar su varita para la magia negra, también le enseño a ser diestro con la espada y el arco. En su segundo año con Arianrod tuvo que enfrentarse a dragones. Posteriormente con el paso del tiempo, logro dominarlos, al grado que parecía entenderse con ellos.
De pronto Draco se detuvo, dos hombres salían de entre las sombras de los árboles y caminaban hacia él con paso lento. Vestían como muggles pero sus ropas eran elegantes, uno tenia el cabello largo y lacio hasta la cintura, el otro tenia el cabello ondulado y corto. Ambos eran de piel muy pálida.
- Vampiros. –murmuro.
- Por un momento pensé que serias nuestra próxima victima.- dijo el hombre de cabello largo.
- ¿Qué te hizo pensar que podría serlo?.-dijo Draco altaneramente.
- Luces como un humano.- dijo el hombre de cabello corto.
- Pero no es un humano cualquiera.- dijo el otro.- Es un mago.
- ¿Acaso no acostumbran a tomar sangre de magos?.- Draco los miraba alerta. Los vampiros lo rodeaban lentamente.
- El sabor de un mago es distinto al de un humano normal.- dijo el hombre de cabello corto.
El otro hombre se acerco demasiado a Draco y respiro como su lo estuviera oliendo.
- Hueles... distinto.- Dijo aquel hombre.
- ¿Será porque no me he bañando en dos días?.- Dijo Draco sarcásticamente.
- No trates de pasarte de listo, muchacho.- dijo el hombre y lo tomo de un hombro.
Draco se zafo de él violentamente y lo miro con rencor.
- No te atrevas a volverme a poner una mano encima.- dijo entre dientes.
- ¿A que te refieres con que huele distinto?.- Le pregunto el hombre de cabello corto al otro.
- A que huele como a uno de nosotros... huele a un viejo conocido.- dijo él casi en susurro.
- ¿A un viejo amor?.- dijo enfadado Draco.
- ¿A quien?.- Interrumpió el hombre de cabello corto dirigiéndose al otro vampiro.
- A Leonard Malfoy.- interrumpió Draco dejando a los vampiros sorprendidos por su respuesta.
- ¿Conoces a Leonard Malfoy?.- Pregunto el hombre de cabello largo.
- Es mi tátara tatarabuelo.- contesto.
- ¿Estas seguro?. Luces muy... diferente a Leonard.- El hombre de cabello corto sonrió burlón.
- Talvez se debe porque estoy convertido en otra persona.- dijo lentamente.
- No entiendo el afán de los magos de convertirse en otra persona.- El hombre de cabello largo rió.- En fin, así que Leonard es pariente tuyo...
- ¿Lo conocen?.- pregunto.
- Por supuesto, lo conocemos desde hace 300 años!.- exclamó.- Por cierto, ¿cual es tu nombre?
- Me llamo Draco Malfoy. ¿Y el tuyo?.- Pregunto.
- Tom Beckerman. – el hombre se lamió los labios y se acerco un poco como si estuviera examinándolo.
- Y el mío es Jonas Courier.- dijo el vampiro de cabello corto.
Draco solo miro de arriba abajo.
Jonas comenzó a reírse.- Y bien Draco... originalmente ¿te pareces a Leonard?.
- Mi familia me decía que tenia cierto parecido a él.- dijo Draco mirándolo fríamente.
- Igual de altanero que Leonard.- replico Tomas.
Draco lo miro fríamente.
- ¿Qué se supone que haces a estas horas de la noche en un parque solitario y disfrazado de otra persona?- Jonas comenzó a caminar alrededor de Draco.
- Eso asunto mío.- dijo tranquilamente.
Jonas se detuvo y lo miro fijamente.
- Tus trucos para leer la mente conmigo no funcionan Jonas.- Dijo Draco burlón.
- Ah!. Te han enseñado...- Jonas rió nuevamente.
- Miren, no estoy de humor para jugar con ninguno de ustedes. – Draco comenzó a caminar.
- ¿No querrías divertirte un rato con nosotros?.- dijo Tom.- Ya que tienes sangre de vampiro en las venas, podrías ir con nosotros a un lugar muy divertido.
Draco se detuvo y los volteo a mirar.
- Que les aproveche la noche.- Dijo fríamente.- Yo me voy a casa.
Los dos vampiros sonrieron maliciosamente.
- Le diremos a Leonard que hemos visto a su tátara tataranieto.- Dijo Tom.
- ¿Saben ustedes donde esta?.- Draco los miro suspicaz.
- Hay un lugar en Londres donde se reúnen los vampiros.... podrías ir con nosotros.- dijo Tom.
Draco los miro un momento y se acerco nuevamente a ellos.
- Iré con ustedes pero si me están engañando... les juro que verán la luz del sol.- Dijo amenazadoramente.
En lugar que los vampiros se ofendieran por la amenaza de Draco comenzaron a reír. Pero de pronto dejaron de hacerlo, Draco estaba convirtiéndose nuevamente en él mismo, el efecto dela poción multijugos ya estaba pasando, pues la poción que bebió tenia un efecto menor de 60 minutos.
Draco nuevamente los miro con sus ojos grises y fríos. Los dos vampiros lo miraron satisfechos.
- Definitivamente te pareces a Leonard.- Dijo Tom.
- Hasta en el color de tu cabello.- Dijo Jonas complacido.
Draco solo sonrió de lado.- ¿.-Y bien?- dijo alzando un poco los brazos.
- Caminemos..- murmuraron ambos.
Los dos vampiros guiaron a Draco por la oscura ciudad. Era cerca de la 1 de la mañana, así que Draco no estaba preocupado porque alguien lo fuera a ver. Aunque en realidad dudaba si alguien lo recordaría después de haber estado cuatro años fuera del país. Llegaron a un lugar que solo estaba iluminado por una lámpara de luz neón verde, se podía oír claramente el tipo de música que se escuchaba dentro del lugar, algo de estilo gótico. Un hombre alto y fornido cuidaba celosamente la entrada.
- Es nuestro amigo, Frankie.- dijo Jonas.- Déjalo pasar.
El grueso Frankie se hizo a un lado dejando pasar a los tres hombres. Los vampiros lucían como hombres de 32 años, Draco obviamente se veía mucha mas joven que ellos dos.
Al entrar, el lugar parecía mas grande de lo que se veía por fuera. Cientos de vampiros de todo tipo de raza se reían, charlaban o bailaban en una pista alta. Draco observo a los lados que habían varias mujeres y hombres muggles. Estúpidos muggles que solo llegaron a ese lugar a encontrar la muerte. La mayoría eran jóvenes enfadados con la vida y que eran fácilmente seducidos por mujeres que eran vampiros.
Algunos de los vampiros miraban a Draco con curiosidad. Las mujeres lo miraban insistentemente. Draco no se inmuto ante la insinuación de ellas, el efecto sensual que ellas provocaban en los muggles definitivamente no lo lograban en él.
Los tres hombres llegaron a una mesa redonda y escondida en un rincón del lugar. Draco observo que entre la oscuridad una mano pálida sostenía una especie de puro. Aquel hombre se paro de su asiento y miro sorprendidamente a Draco.
- ¿Quién eres tú?.- Le dijo aquel hombre de cabellos rubios platinados y ojos azules.
- Soy Draco Malfoy.- Contesto tranquilamente.
El hombre de cabello rubio se acerco un poco mas a él y lo miro detenidamente a los ojos.
- ¿Eres mi tataranieto?.- dijo con curiosidad.
- En realidad soy tu tátara tataranieto.- Dijo Draco profundamente.
- Eso es cierto.- Dijo Tom al ver la expresión de confusión en el rostro del hombre.
- Vaya.. – dijo.- ¿Tanto tiempo ha pasado?.
Draco sonrió.
- Bienvenido, ¿deseas alguna bebida?.- pregunto Leonard.
- No conozco mucho sobre bebidas muggles.- Dijo Draco pacientemente mientras se sentaba.
- Yo si...un whisky para nuestro invitado. – Dijo Jonas a un mesero.
- Es una sorpresa para mi tenerte aquí. Desde que murió mi esposa Jacqueline nunca mas volví a saber de mi familia.- Dijo Leonard mientras daba bocanadas de su puro.
- Solo lo supe por casualidad.- Dijo Draco mirando a Jonas y Tom.
- Así que supongo que eres un mago.
- Lo soy.- contesto.
Leonard lo miro orgulloso.
- ¿Vives en Londres?.- pregunto.
- Solo por un tiempo.- Contesto.
- Si decides regresar nuevamente por acá, tendrás las puertas abiertas.- Dijo Leonard mientras deba otra bocanada.
Draco solo movió la cabeza. El no acostumbraba a darle las gracias a nadie, fuera quien fuera. Bebió un sorbo de su bebida, sentía una sensación caliente recorrer su garganta, le recordaba a cierta bebida que se servían en los bares de la comunidad mágica.
Solo estuvo un rato mas y considero que era el momento de retirarse. Solo había aceptado la invitación por la curiosidad de saber quien había sido el vampiro de la familia Malfoy.
- Es hora de retirarme.- Dijo Draco solemnemente mientras se paraba de su asiento.
- Espero no sea la ultima vez que te vea.- Dijo Leonard con los ojos brillantes.
- Espero que no.- contesto.
Draco miro a los otros dos vampiros: Tom y Jonas y se retiro. Los tres hombres se quedaron sentados en la mesa y observaron a Draco salir del lugar.
Nuevamente el aire frió de la madrugada volvió a pegarle en la cara. Draco se sentía un poco cansado y lo mas que deseaba era estar en su cama. Se oyó un tintineo suave y Draco desapareció entre la oscuridad.
*************************************************
Capitulo 3 finalizado!!!. esperen el siguiente...
No se que les haya parecido este capitulo, pero en lo general me gusto y me costo mucho trabajo. No se mucho sobre vampiros y me he basado un poco en Anne Rice con su novela de Entrevista con el vampiro. Probablemente no este respetando al 100% las caracteristicas de un vampiro pero es porque en realidad no se mucho sobre ellos.
Espero que les haya gustado y Por favor dejen sus reviews.
Por cierto, si se preguntan que ha pasado con Ron, Harry, los Weasley, Sirius y todos los demas. No se preocupen, porque saldran en el siguiente. Pero necesitaba dejar claro el asunto de Draco, pues el fic esta centrado en él principalmente.
Un beso a todas!!
Y sigan dejando Reviews!!!!
J@ina
Se encontraba acostado en su enorme cama, con los brazos cruzados detrás de su cabeza. Estaba molesto y contrariado por la atracción que había sentido por Hermione. ¿Por qué no la reconoció en cuanto la vio?. Aunque la pregunta que flotaba en su mente era ¿cómo había cambiado tanto?.
El la recordaba con el cabello rebelde y esponjoso, con unos prominentes dientes y con un caminar encorvado por la cantidad de libros que llevaba. Draco sonrió, recordó que él le había hecho crecer considerablemente los dientes durante una pelea que sostenía con Potter en cuarto grado y ahora se daba cuenta que después de eso ella dejo de tener los dientes grandes, pero eso no le había importado mucho.
La Hermione que conoció en la mañana era de cabello ondulado, que caía sobre sus hombros suavemente, su mirada era entre tímida y sensual, su sonrisa era agradable y sincera. El porte de Hermione era fino e intelectual. Parecía caminar orgullosa de si misma. En pocas palabras, Hermione se había convertido en una mujer atractiva.
Draco se levanto de su cama, por primera vez en el día podía ver su propio rostro en un espejo de la habitación. Se miro varios segundos, él también había cambiado. Su cabello estaba impecablemente peinado hacia atrás solo algunos cabellos rebeldes invadían su rostro, sus ojos parecían mas grises y fríos. Su piel era tan pálida que parecía que en sus venas no circulaba sangre sino hielo. Sus labios finos casi siempre dibujaban una cruel sonrisa. Era más alto y su cuerpo esbelto delineaba algunos músculos.
Draco sacudió un poco la cabeza, él era totalmente diferente a Karnsten. Karnsten era un hombre delgado y alto aunque un poco mas bajo que él. Su rostro era duro y moreno. Sus ojos negros parecían estar sin vida haciendo juego con su cabello oscuro y lacio. La idea de tener que transformarse en él no le era absolutamente agradable.
Recorrió un poco la casa en la que iba a vivir los próximos meses. Era de dos plantas y de varias habitaciones, contaba con un jardín extenso y abandonado, a la entrada tenia una fuente que parecía no haberse usado en años, pero a pesar de esas limitaciones la casa era cómoda y bella.
Se dirigió nuevamente a su habitación y tomo su capa para salir. Se sentía aburrido sin hacer nada, probablemente encontraría un poco de diversión en la calle.
- Diablos!.- susurro.- Tengo que tomar la estúpida poción antes de salir.
Saco de entre sus cosas un frasco. Lo abrió y tomo su contenido. Pudo ver como el color pálido de su piel se transformaba en una piel morena y áspera. Sus ojos grises se tornaban en negros y su cabello rubio platinado un color negro azulado.
Una vez transformado se dirigió a la puerta. El aire fresco de la noche le pego en la cara. La pregunta del momento era ¿a dónde dirigirse?, hacia tiempo que no estaba en Londres, no sabia que tantos cambios había, tampoco podía visitar a sus viejos amigos.
Draco cerro los ojos y pensó un momento. Se oyó un suave tintineo y desapareció del portal de la casa. Apareció justo en un parque solitario, un parque que le traía recuerdos familiares. Su abuelo Edward, padre de Narcisa, lo había llevado en dos ocasiones a ese parque. Recordaba que su abuelo solía encontrarse con algunos magos para arreglar algunos asuntos de trabajo, nunca entendió porque la manía de hacerlo en un parque muggle.
Fue el único lugar que se le vino a la mente en ese momento, para aparecerse en un lugar tenia que saber la localización exacta del mismo. Sintió curiosidad por recorrerlo y al poco tiempo de caminarlo un recuerdo apareció en su mente: sus padres.
Lucius y Narcisa Malfoy habían muerto en manos de aurores recién egresado de Hogwarts. Dejándolo solo y absoluto heredero de todos sus bienes. A los 18 años Draco se hizo el joven mago mas rico del país. Prácticamente con su fortuna podía vivir el resto de sus días sin tener que trabajar.
Después del funeral, Draco salio de Inglaterra sin decirle nada a nadie. Se dedico a recorrer diversos países en busca de algún tutor para su preparación en la magia oscura. Así fue como en un viaje por Rumania conoció a Arianrod, el hombre de cabello gris.
Arianrod, lo acogió como su discípulo durante 3 años. Lo ayudo a sacar provecho de sus cualidades. Draco podía moverse siligiosamente sin ser notado, tenia facilidad para dominar a ciertos animales y algunas mentes mas débiles, tenia instinto cruel a la hora de enfrentar a sus enemigos y además era capaz de soportar el dolor y controlarse a si mismo.
Su tutor no solo le había enseñado a usar su varita para la magia negra, también le enseño a ser diestro con la espada y el arco. En su segundo año con Arianrod tuvo que enfrentarse a dragones. Posteriormente con el paso del tiempo, logro dominarlos, al grado que parecía entenderse con ellos.
De pronto Draco se detuvo, dos hombres salían de entre las sombras de los árboles y caminaban hacia él con paso lento. Vestían como muggles pero sus ropas eran elegantes, uno tenia el cabello largo y lacio hasta la cintura, el otro tenia el cabello ondulado y corto. Ambos eran de piel muy pálida.
- Vampiros. –murmuro.
- Por un momento pensé que serias nuestra próxima victima.- dijo el hombre de cabello largo.
- ¿Qué te hizo pensar que podría serlo?.-dijo Draco altaneramente.
- Luces como un humano.- dijo el hombre de cabello corto.
- Pero no es un humano cualquiera.- dijo el otro.- Es un mago.
- ¿Acaso no acostumbran a tomar sangre de magos?.- Draco los miraba alerta. Los vampiros lo rodeaban lentamente.
- El sabor de un mago es distinto al de un humano normal.- dijo el hombre de cabello corto.
El otro hombre se acerco demasiado a Draco y respiro como su lo estuviera oliendo.
- Hueles... distinto.- Dijo aquel hombre.
- ¿Será porque no me he bañando en dos días?.- Dijo Draco sarcásticamente.
- No trates de pasarte de listo, muchacho.- dijo el hombre y lo tomo de un hombro.
Draco se zafo de él violentamente y lo miro con rencor.
- No te atrevas a volverme a poner una mano encima.- dijo entre dientes.
- ¿A que te refieres con que huele distinto?.- Le pregunto el hombre de cabello corto al otro.
- A que huele como a uno de nosotros... huele a un viejo conocido.- dijo él casi en susurro.
- ¿A un viejo amor?.- dijo enfadado Draco.
- ¿A quien?.- Interrumpió el hombre de cabello corto dirigiéndose al otro vampiro.
- A Leonard Malfoy.- interrumpió Draco dejando a los vampiros sorprendidos por su respuesta.
- ¿Conoces a Leonard Malfoy?.- Pregunto el hombre de cabello largo.
- Es mi tátara tatarabuelo.- contesto.
- ¿Estas seguro?. Luces muy... diferente a Leonard.- El hombre de cabello corto sonrió burlón.
- Talvez se debe porque estoy convertido en otra persona.- dijo lentamente.
- No entiendo el afán de los magos de convertirse en otra persona.- El hombre de cabello largo rió.- En fin, así que Leonard es pariente tuyo...
- ¿Lo conocen?.- pregunto.
- Por supuesto, lo conocemos desde hace 300 años!.- exclamó.- Por cierto, ¿cual es tu nombre?
- Me llamo Draco Malfoy. ¿Y el tuyo?.- Pregunto.
- Tom Beckerman. – el hombre se lamió los labios y se acerco un poco como si estuviera examinándolo.
- Y el mío es Jonas Courier.- dijo el vampiro de cabello corto.
Draco solo miro de arriba abajo.
Jonas comenzó a reírse.- Y bien Draco... originalmente ¿te pareces a Leonard?.
- Mi familia me decía que tenia cierto parecido a él.- dijo Draco mirándolo fríamente.
- Igual de altanero que Leonard.- replico Tomas.
Draco lo miro fríamente.
- ¿Qué se supone que haces a estas horas de la noche en un parque solitario y disfrazado de otra persona?- Jonas comenzó a caminar alrededor de Draco.
- Eso asunto mío.- dijo tranquilamente.
Jonas se detuvo y lo miro fijamente.
- Tus trucos para leer la mente conmigo no funcionan Jonas.- Dijo Draco burlón.
- Ah!. Te han enseñado...- Jonas rió nuevamente.
- Miren, no estoy de humor para jugar con ninguno de ustedes. – Draco comenzó a caminar.
- ¿No querrías divertirte un rato con nosotros?.- dijo Tom.- Ya que tienes sangre de vampiro en las venas, podrías ir con nosotros a un lugar muy divertido.
Draco se detuvo y los volteo a mirar.
- Que les aproveche la noche.- Dijo fríamente.- Yo me voy a casa.
Los dos vampiros sonrieron maliciosamente.
- Le diremos a Leonard que hemos visto a su tátara tataranieto.- Dijo Tom.
- ¿Saben ustedes donde esta?.- Draco los miro suspicaz.
- Hay un lugar en Londres donde se reúnen los vampiros.... podrías ir con nosotros.- dijo Tom.
Draco los miro un momento y se acerco nuevamente a ellos.
- Iré con ustedes pero si me están engañando... les juro que verán la luz del sol.- Dijo amenazadoramente.
En lugar que los vampiros se ofendieran por la amenaza de Draco comenzaron a reír. Pero de pronto dejaron de hacerlo, Draco estaba convirtiéndose nuevamente en él mismo, el efecto dela poción multijugos ya estaba pasando, pues la poción que bebió tenia un efecto menor de 60 minutos.
Draco nuevamente los miro con sus ojos grises y fríos. Los dos vampiros lo miraron satisfechos.
- Definitivamente te pareces a Leonard.- Dijo Tom.
- Hasta en el color de tu cabello.- Dijo Jonas complacido.
Draco solo sonrió de lado.- ¿.-Y bien?- dijo alzando un poco los brazos.
- Caminemos..- murmuraron ambos.
Los dos vampiros guiaron a Draco por la oscura ciudad. Era cerca de la 1 de la mañana, así que Draco no estaba preocupado porque alguien lo fuera a ver. Aunque en realidad dudaba si alguien lo recordaría después de haber estado cuatro años fuera del país. Llegaron a un lugar que solo estaba iluminado por una lámpara de luz neón verde, se podía oír claramente el tipo de música que se escuchaba dentro del lugar, algo de estilo gótico. Un hombre alto y fornido cuidaba celosamente la entrada.
- Es nuestro amigo, Frankie.- dijo Jonas.- Déjalo pasar.
El grueso Frankie se hizo a un lado dejando pasar a los tres hombres. Los vampiros lucían como hombres de 32 años, Draco obviamente se veía mucha mas joven que ellos dos.
Al entrar, el lugar parecía mas grande de lo que se veía por fuera. Cientos de vampiros de todo tipo de raza se reían, charlaban o bailaban en una pista alta. Draco observo a los lados que habían varias mujeres y hombres muggles. Estúpidos muggles que solo llegaron a ese lugar a encontrar la muerte. La mayoría eran jóvenes enfadados con la vida y que eran fácilmente seducidos por mujeres que eran vampiros.
Algunos de los vampiros miraban a Draco con curiosidad. Las mujeres lo miraban insistentemente. Draco no se inmuto ante la insinuación de ellas, el efecto sensual que ellas provocaban en los muggles definitivamente no lo lograban en él.
Los tres hombres llegaron a una mesa redonda y escondida en un rincón del lugar. Draco observo que entre la oscuridad una mano pálida sostenía una especie de puro. Aquel hombre se paro de su asiento y miro sorprendidamente a Draco.
- ¿Quién eres tú?.- Le dijo aquel hombre de cabellos rubios platinados y ojos azules.
- Soy Draco Malfoy.- Contesto tranquilamente.
El hombre de cabello rubio se acerco un poco mas a él y lo miro detenidamente a los ojos.
- ¿Eres mi tataranieto?.- dijo con curiosidad.
- En realidad soy tu tátara tataranieto.- Dijo Draco profundamente.
- Eso es cierto.- Dijo Tom al ver la expresión de confusión en el rostro del hombre.
- Vaya.. – dijo.- ¿Tanto tiempo ha pasado?.
Draco sonrió.
- Bienvenido, ¿deseas alguna bebida?.- pregunto Leonard.
- No conozco mucho sobre bebidas muggles.- Dijo Draco pacientemente mientras se sentaba.
- Yo si...un whisky para nuestro invitado. – Dijo Jonas a un mesero.
- Es una sorpresa para mi tenerte aquí. Desde que murió mi esposa Jacqueline nunca mas volví a saber de mi familia.- Dijo Leonard mientras daba bocanadas de su puro.
- Solo lo supe por casualidad.- Dijo Draco mirando a Jonas y Tom.
- Así que supongo que eres un mago.
- Lo soy.- contesto.
Leonard lo miro orgulloso.
- ¿Vives en Londres?.- pregunto.
- Solo por un tiempo.- Contesto.
- Si decides regresar nuevamente por acá, tendrás las puertas abiertas.- Dijo Leonard mientras deba otra bocanada.
Draco solo movió la cabeza. El no acostumbraba a darle las gracias a nadie, fuera quien fuera. Bebió un sorbo de su bebida, sentía una sensación caliente recorrer su garganta, le recordaba a cierta bebida que se servían en los bares de la comunidad mágica.
Solo estuvo un rato mas y considero que era el momento de retirarse. Solo había aceptado la invitación por la curiosidad de saber quien había sido el vampiro de la familia Malfoy.
- Es hora de retirarme.- Dijo Draco solemnemente mientras se paraba de su asiento.
- Espero no sea la ultima vez que te vea.- Dijo Leonard con los ojos brillantes.
- Espero que no.- contesto.
Draco miro a los otros dos vampiros: Tom y Jonas y se retiro. Los tres hombres se quedaron sentados en la mesa y observaron a Draco salir del lugar.
Nuevamente el aire frió de la madrugada volvió a pegarle en la cara. Draco se sentía un poco cansado y lo mas que deseaba era estar en su cama. Se oyó un tintineo suave y Draco desapareció entre la oscuridad.
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Capitulo 3 finalizado!!!. esperen el siguiente...
No se que les haya parecido este capitulo, pero en lo general me gusto y me costo mucho trabajo. No se mucho sobre vampiros y me he basado un poco en Anne Rice con su novela de Entrevista con el vampiro. Probablemente no este respetando al 100% las caracteristicas de un vampiro pero es porque en realidad no se mucho sobre ellos.
Espero que les haya gustado y Por favor dejen sus reviews.
Por cierto, si se preguntan que ha pasado con Ron, Harry, los Weasley, Sirius y todos los demas. No se preocupen, porque saldran en el siguiente. Pero necesitaba dejar claro el asunto de Draco, pues el fic esta centrado en él principalmente.
Un beso a todas!!
Y sigan dejando Reviews!!!!
J@ina
