CAPITULO 7
Hermione estaba aterrorizada, no movía ni un músculo debido a la impresión. No podía ser que frente a ella estuviera nada menos que Draco Malfoy, el hijo del mortífago Lucius Malfoy. Aquel chico que le había hecho daño durante siete años en Hogwarts y el que había salido librado de Azkaban hace varios años.
Draco sin embargo la miraba sereno, tratando de sacar la casta de sangre fría y sin hacerle saber a la Gryffindor que él había cometido algún error y que solo se había presentado ante ella porque así lo deseaba.
Hermione se levanto tan pronto entro en razón y se paro en el otro extremo del bote apuntando con su varita a Draco.
Mientras Hermione hacia este movimiento Draco la apunto igual, ambos estaban mirándose en silencio... alguien tenia que decir algo.
- ¿Dónde esta Gerard?.- Fue lo primero que se le ocurrió decir a Hermione.
- ¿Tanto te preocupa él?.- Pregunto Draco con la voz suave y riéndose dentro de si por el garrafal pensamiento de Hermione al creer que Gerard y él no eran la misma persona.
- Una vez mas, Malfoy... ¿qué has hecho con Gerard?.- dijo entre dientes.
- Muerto.- dijo aguantándose la risa.
- Eso no es cierto. Tu lo necesitas para preparar la poción multijugos.
- Que inteligente Granger!!. Te has dado cuenta que uso la poción multijugos..- Draco se levanto de su asiento para caminar hacia Hermione.
- No te atrevas a acercarte porque soy capaz de hacerte lo peor.- Hermione empuño con mas fuerza su varita.
Draco se encontraba parado frente a ella con despreocupación. Los ojos grises del muchacho estaba clavados fijamente en ella y no parecía temer en nada lo que ella pudiera hacer. El movimiento de la varita de Malfoy la ponía nerviosa no sabia si atacaría o si solo estaba jugando con ella antes de morir.
- Sigues igual de tonta que siempre. ¿Cómo te atreves a pensar que podrás conmigo?.- Draco la miro fríamente.
- Siempre fui mejor que tú, Malfoy... ¿quién salio con honores de Hogwarts mientras otro estaba en los tribunales abogando por su libertad?.- Hermione esbozo una sonrisa irónica.
Draco movió su varita hacia Hermione con la apariencia de lanzar un hechizo... Hermione abrió la boca para lanzarle un "expelliarmus" pero algo la sujeto del tobillo haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al agua.
La pequeña sirena, que momentos antes la había asustado, lanzaba chillidos de alegría al ver a la chica en el agua. Su varita se hundió en el agua y Hermione trató de zafarse de las manos que la tenían fuertemente sujetas de la muñeca y que la sumergían al agua. Draco se echo a reír.
- Una sangre sucia menos!!!.- le grito.
Hermione intentaba mantenerse en la superficie para poder respirar pero otra sirena se lo impidió tomándola de los pies y jalándola hacia el fondo. Ese seria el fin,... ya no podía respirar.
Draco dejo de reírse y observo la escena con los ojos brillantes.
- Indira, Jael... suéltenla.- Ordeno con voz fría.
Las dos sirenas soltaron a Hermione con tristeza. Hermione intento subir al bote al mismo tiempo que recuperaba el aliento. Draco se inclino hacia ella y Hermione sin importarle quien la ayudaba entrelazo sus brazos en el cuello de él mientras tosía, sus fuerzas se habían agotado a tal grado que se desmayo.
Draco la tomo en brazos. El juego de las sirenas había sido demasiado rudo para ella. Una de las sirenas se acerco al bote agitando la varita de Hermione.
- Deja eso en el bote Indira.- dijo Draco.
La criatura hizo una mueca de desanimo e hizo lo que le ordenaron.
Draco se sentó en una de las tablas del bote con Hermione en brazos. Murmuro un hechizo haciendo que las ropas de Hermione se secaran y mientras la observaba, retiro algunos cabellos de la cara de la chica.
Las sirenas empujaron el bote hasta la orilla con rapidez y una enorme y horrible gárgola se acerco a ellos con la apariencia de atacarles, pero lejos de hacer eso se inclino ante el Malfoy.
- Llévatela a casa.- dijo dándole a Hermione.
La gárgola tomo a Hermione con delicadeza y Draco tomo la varita de la chica.
El Slytherin y la gárgola comenzaron a caminar entre los altos y espesos árboles. Cruzaron por debajo de un enorme marco de piedra que tenia en el centro la imagen de una serpiente enredada en un símbolo en forma de M.
Diferentes criaturas aterradoras se movían entre las sombras de los árboles y murmuraban "El amo Malfoy ha llegado", Draco sonreía halagado. Los árboles como teniendo vida propia se fueron moviendo para dar paso un camino hacia una colina.
Una enorme mansión se apareció frente a los ojos de Draco.
- Estoy en casa.- murmuro.
Aquella era la mansión de los Malfoy. Un enorme Castillo de piedra rodeado de árboles y jardines, todos ellos custodiados por gárgolas y otras criaturas extrañas. Al llegar a la estancia principal de la mansión. La gárgola coloco a Hermione en el piso de mármol negro. En ese momento aparecieron decenas de elfos deseosos de recibir a su amo.
- Amo Malfoy..- Un elfo de un aspecto mas viejo se acerco.- Sea usted bienvenido.- Los otros elfos se inclinaron ante Draco.
Draco los miro de reojo.
- Lleven a la Señorita a la recamara principal de huéspedes.- dijo con voz fría.
- Si amo.- Dos elfos mas se acercaron y levantaron a Hermione por medio de un hechizo de levitación.
Draco comenzó a caminar por algunas áreas de la casa. Todo seguía igual tal y como lo había dejado la ultima vez. Los elfos habían cumplido sus ordenes de mantener la casa como si vivieran sus padres.
Su atención se fijo en un cuadro de 2 metros que colgaba encima de la chimenea de la biblioteca. La imagen de Lucius y Narcisa era de una arrogancia extrema. El joven Malfoy los miraba con intensidad, aquellos seres que le habían dado la vida… ahora estaban muertos.
Draco subió las escaleras que daban hacia las habitaciones. El pasillo parecía un laberinto, solo alguien que conociera la casa se podría mover con la facilidad con que lo hacia Draco, a su vez las paredes se movían detrás de él tomando otro panorama.
Llego a una habitación amplia y calida con una ancha cama vestida de sabanas negras y grises donde Hermione estaba acostada aun inconsciente. Solo el elfo que le había dado la bienvenida inicialmente se encontraba a un lado, esperando a que su amo llegase para recibir mas ordenes.
- Hillmew, ya sabes que poción debes traer.- dijo con voz grave.
El elfo desapareció al instante. Draco se acerco a ella y toco su mano, estaba extremadamente fría y no era para menos, la temperatura del lago era menos de 10 grados centígrados. Con un gesto de caballerosidad le quito los zapatos y la cubrió con las sedosas sabanas.
El elfo apareció nuevamente llevando consigo un vaso con un liquito verde oscuro. Draco levanto la cabeza de Hermione y puso el vaso en sus labios para que pudiera tomar del liquido. Luego la dejo reposar nuevamente entre los suaves almohadones.
- Ve a la cocina y diles que preparen algo de comer.- Ordeno Draco al elfo.
- Si Amo.- El elfo desapareció nuevamente.
Draco se sentó en el borde de la cama observando como el rostro de Hermione recuperaba nuevamente el color. Toco nuevamente su mano y la temperatura había cambiado, ahora la mano de Hermione estaba tibia.
La miro un rato sin soltarle la mano. Hermione parecía tan inocente, tan diferente a como la había conocido en la escuela. Una extraña sensación hizo que rozara su mano en la mejilla de la chica. La sola caricia lo hico estremecerse y como si temiendo que un rayo le cayera encima se levanto de la cama dándole la espalda.
Se sentía agitado y confundido, ¿Cómo se atrevía a tocar a una sangre sucia de ese modo?. ¿Hasta que punto mancharía el apellido Malfoy?.
Draco volteo a ver nuevamente a Hermione y respiro profundamente. El verla de esa manera le hacia sentir vagamente melancólico.
De pronto Hermione comenzó a parpadear los ojos tratando de enfocar el lugar en el que se encontraba. Draco permaneció de pie frente a ella mirándole.
Hermione al verlo lo miro con temor y trato de levantarse pero un ligero mareo la hizo acostarse de nuevo.
- ¿Dónde estoy?.- Pregunto confundida.
- En la habitación principal de los huéspedes.- contesto con voz grave.
Hermione aguanto la respiración. ¿En la habitación de que...?.¿de.. de los Malfoy?
- Déjame ir.- dijo Hermione tratando de oírse ruda.
- No podrás irte de aquí.- La miro arrogante.
- Púdrete.- dijo ella.
- Vaya con la malagradecida sangre sucia. Le salvo la vida y encima de eso me insulta.- Draco la miro con irritación.
- No creo que me hayas salvado, mas bien me dejaste vivir para seguir torturándome.- Hermione lo miro con odio.
Hermione hizo las sabanas a un lado e intento levantarse. Draco no la detuvo pero tal y como había dicho él, no tenia las fuerzas suficientes para estar de pie. Hermione cayo al piso y Draco rió burlonamente.
- Siempre estas a mis pies, Granger.
- Infeliz.- Dijo entre dientes. Hermione cerro los ojos con fuerza no podía sostenerse de pie, sus piernas parecían de trapo.
- Que obstinada eres Granger.- Draco se acerco a ella para tomarla de un brazo.
- No me toques!!.- Exclamo con odio Hermione.
Pero Draco no hizo caso, con la fuerza de una garra la paró y la arrojo a la cama, quedando Hermione sentada en la misma.
- Podrás levantarte las veces que quieras y en todas caerás al suelo como basura. La poción que te di provoca efectos secundarios.
- ¿Qué poción me diste?.- Pregunto sorprendida.
Draco no le contesto, solo se limito a ver por la amplia ventana de su habitación hacia los jardines.
Hermione se llevo las manos a la cara tratando de esclarecer lo que estaba sucediendo. Se encontraba a merced del Slytherin. ¿Cómo podría escapar si no tenia las fuerzas suficientes para moverse?. Draco volvió a sentarse a su lado haciendo que Hermione retirara sus manos de la cara asustada.
- ¿Por qué estas tan asustada?.- Pregunto Draco con cara de curiosidad.- No pienso tocarte en absoluto.
- Eso no es lo que me preocupa.- dijo Hermione mirándolo con odio.
- Creo que eso es lo que mas te preocupa... pero te olvidas que solo eres una simplona sangre sucia.- Chasqueo la lengua.- No te daría ese honor.
- Sigues tan imbecil como siempre.- Hermione respiro profundamente.
Draco sonrió divertido.- Ahora, hablemos un poco de negocios.... ya que estas despierta.
- ¿De que negocios hablas?.
- Sobre lo que tú tienes y yo quiero. Digamos... algo que tienes en tu casa.
- No se de que hablas..
- Mentirosa sangre sucia.- Draco negó con la cabeza.- Yo se que tu sabes donde esta el medallón de Hildegarde.
- ¿Es eso lo que buscas?.- Hermione rió.- El medallón no lo tengo en mi poder. Ietrich se lo llevo muy lejos antes de morir... pierdes tu tiempo.
- ¿Y piensas que me voy a creer esa historia?. – Draco la miro fríamente.- Si fuera verdad no me lo estarías diciendo en estos momentos... no eres tan tonta... ¿o si?.- Draco sonrió.
- Piensa lo que quieras Malfoy.
- Ya veremos.- Draco se levanto de la cama.- Hay otras maneras de enterarme de la verdad sin que tú puedas evitarlo.
- Inténtalo, pero te darás cuenta que lo que te digo es cierto... – Hermione trago saliva.
Draco se dio la media vuelta para salir de la habitación pero Hermione lo detuvo.
- Malfoy... ¿qué has hecho con Gerard?..
Draco sonrió abiertamente con malignidad.- ¿Qué no adivinas?...
Hermione quiso decir algo pero un elfo apareció al instante.
- ¿Y bien?.- dijo Draco con una ceja alzada.
- La cena esta lista, amo.- El elfo se inclino ante el rubio.
Hermione miro la escena con indignación.
- ¿Cómo puedes llamarle a este ser tan ruin 'Amo'?. Tu no eres el objeto de nadie..!!..- exclamo enfadada.
El elfo la miro con sorpresa y Draco rió.
- ¿Este ser tan ruin?. Tus adjetivos son halagadores....- Draco miro al elfo.- Justo aquí.- Señalo con el dedo.
El elfo trono los dedos y al instante apareció una mesa llena de comida. Era un estilo de cocina que a Hermione le recordaba Hogwarts y ella tenia mucha hambre, demasiada pero...
- Ni creas que voy a comer...- dijo entre dientes.
- Eso a mi no me interesa.- Draco tomo una manzana y la mordió.
Hermione se lamió los labios y volteo a mirar hacia la ventana. Podía oír los suaves ruidos que hacia Draco al morder su manzana y el tintineo de la copa al vertirse el agua sobre ella.
- ¿Seguro no deseas algo?. Nada de lo que esta aquí esta envenenado,...- Draco sonrió.
- El que tú lo comas no me garantiza que no este envenenado... seguro has de ser inmune a tu propio veneno..- Hermione lo miro con fastidio.
- Como quieras...- Draco se sentó en una lujosa silla que apareció en un segundo y comenzó a comer en silencio.
El estomago de Hermione hizo un ruido notable. Draco le hizo una seña al elfo y este le llevo una pequeña bandeja a Hermione hasta la cama. Iba a lanzarla por los aires, pero la expresión del elfo la detuvo. La pequeña criatura le sonreía invitándola a comer algo.
- Le aseguro que todo esta delicioso Señorita.- dijo acercándole mas la bandeja.
Hermione miro a Draco pero este no la miraba, observaba el decorado de su copa. Si la comida estaba envenenada entonces lo único que haría seria acelerar su muerte, después de todo él la asesinaría.
Tomo un poco de una especie de pateé con una cuchara mientras el elfo le servia una bebida azul. Hermione lo probo y sintió una frescura en su garganta. De pronto todo le parecía excelente.
Draco miro a Hermione de reojo y sonrió maliciosamente. Hermione comenzó a comer en silencio.
- ¿Cómo estuvo la comida?.- pregunto sin mirarla una vez terminado de cenar.
- Deliciosa...- contesto ella.
- ¿Te sientes mejor?.
- Me siento mejor.
- ¿Qué sabes de Gerard Calestagne?.- pregunto nuevamente.
- Es un compañero de trabajo que proviene de Francia. Su padre era francés y su madre inglesa. No tiene hermanos y ningún otro familiar. Trabajo anteriormente en el Ministerio de Francia y tiene un excelente conocimiento de Magia Negra.
Draco sonrió cruelmente. La poción de la verdad ya comenzaba ha dar sus frutos. Hermione le diría todo.
- ¿Te es agradable?.- Draco la miro fijamente.
- Al principio no me caía bien pero en los últimos dos días mi opinión ha cambiado.
Draco la miro sorprendido.- ¿Por qué cambio tu opinión?.
- Creo que Gerard es una persona solitaria y que necesita de un amigo. Después de que él me salvo la vida decidí ser su amiga... aunque él no parece estar dispuesto.
Draco se levanto de su asiento y se acerco a ella.- ¿Te preocupa lo que a él le pase?.
- Si.- contesto ella mirándolo fijamente.
- ¿Y que piensas de mi?.- Los ojos de Draco brillaron ansiosos.
- Pienso que eres el ser mas despreciable sobre la tierra y que debiste haberte quedado en Azkaban pudriéndote.- Hermione lo miro con odio.
Draco apretó la copa con fuerza que ésta estallo en su mano.
- ¿Dónde esta el medallón de Hildegarde?.
- Con exactitud no lo se, Ietrich me contó del Medallón pero jamás me lo mostró y tampoco me dijo donde estaba. Antes de morir me dijo que se encontraba en la casa pero que lo había cambiado de lugar por seguridad...- Hermione bajo la cabeza.- Murió sin decirme el lugar exacto.
Draco dio un puñetazo en la pared.- ¿Cómo que Ietrich había cambiado de lugar el medallón?. ¿No se suponía que estaba en la casa?. Entonces toda esa farsa de trabajar con Granger había sido una perdida de tiempo. Hermione lo miro asustada.
Draco la miro con exasperación, ella no podía estar mintiendo.. su bebida tenia el suero de la verdad. Saco su varita y apunto a Hermione, esta retrocedió en la cama mirándolo con firmeza.
Obliviate!!!.- Una rayo de luz se estrello contra la cabeza de Hermione. Esta se llevo las manos a la cara al tiempo que Draco la volvía apuntar.
STUPEFY!!!.
Hermione cayo entre los almohadones inconsciente. Draco la miro con rabia.
- Hillmew, que limpien todo esto. Nos vamos.
La mesa de las viandas, la bandeja sobre la cama y todas las demás cosas, inclusive la copa rota desaparecieron.
Draco se dirigió al balcón de la ventana cargando a Hermione en brazos. Los cabellos del rubio se movían salvajemente al compás del viento frío. El jardín que se avistaba abajo era espectral, solo las sombras de los árboles daban la bienvenida a la peculiar pareja.
Con el sonido de una campana de cristal, Draco y Hermione desaparecieron.
************
Uuff..!!! termine este capitulo apenas hace unos minutos y la verdad siento mucho tener que subir un cap tan corto. La verdad que desde la semana pasada ando con mucha labor y casi no he podido dedicarle tiempo a mis fics... pero aqui ando... tratando de que quede mejor.
No se si este cap cubra las expectativas y la verdad dudo que las cubra... tratare que en el siguiente capitulo haya algo mas interesante. (i promise)
Nuevamente les agradesco todos sus reviews y espero que me dejen algo... (snif tengan piedad)
Un beso a todas.
J@ina
Hermione estaba aterrorizada, no movía ni un músculo debido a la impresión. No podía ser que frente a ella estuviera nada menos que Draco Malfoy, el hijo del mortífago Lucius Malfoy. Aquel chico que le había hecho daño durante siete años en Hogwarts y el que había salido librado de Azkaban hace varios años.
Draco sin embargo la miraba sereno, tratando de sacar la casta de sangre fría y sin hacerle saber a la Gryffindor que él había cometido algún error y que solo se había presentado ante ella porque así lo deseaba.
Hermione se levanto tan pronto entro en razón y se paro en el otro extremo del bote apuntando con su varita a Draco.
Mientras Hermione hacia este movimiento Draco la apunto igual, ambos estaban mirándose en silencio... alguien tenia que decir algo.
- ¿Dónde esta Gerard?.- Fue lo primero que se le ocurrió decir a Hermione.
- ¿Tanto te preocupa él?.- Pregunto Draco con la voz suave y riéndose dentro de si por el garrafal pensamiento de Hermione al creer que Gerard y él no eran la misma persona.
- Una vez mas, Malfoy... ¿qué has hecho con Gerard?.- dijo entre dientes.
- Muerto.- dijo aguantándose la risa.
- Eso no es cierto. Tu lo necesitas para preparar la poción multijugos.
- Que inteligente Granger!!. Te has dado cuenta que uso la poción multijugos..- Draco se levanto de su asiento para caminar hacia Hermione.
- No te atrevas a acercarte porque soy capaz de hacerte lo peor.- Hermione empuño con mas fuerza su varita.
Draco se encontraba parado frente a ella con despreocupación. Los ojos grises del muchacho estaba clavados fijamente en ella y no parecía temer en nada lo que ella pudiera hacer. El movimiento de la varita de Malfoy la ponía nerviosa no sabia si atacaría o si solo estaba jugando con ella antes de morir.
- Sigues igual de tonta que siempre. ¿Cómo te atreves a pensar que podrás conmigo?.- Draco la miro fríamente.
- Siempre fui mejor que tú, Malfoy... ¿quién salio con honores de Hogwarts mientras otro estaba en los tribunales abogando por su libertad?.- Hermione esbozo una sonrisa irónica.
Draco movió su varita hacia Hermione con la apariencia de lanzar un hechizo... Hermione abrió la boca para lanzarle un "expelliarmus" pero algo la sujeto del tobillo haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al agua.
La pequeña sirena, que momentos antes la había asustado, lanzaba chillidos de alegría al ver a la chica en el agua. Su varita se hundió en el agua y Hermione trató de zafarse de las manos que la tenían fuertemente sujetas de la muñeca y que la sumergían al agua. Draco se echo a reír.
- Una sangre sucia menos!!!.- le grito.
Hermione intentaba mantenerse en la superficie para poder respirar pero otra sirena se lo impidió tomándola de los pies y jalándola hacia el fondo. Ese seria el fin,... ya no podía respirar.
Draco dejo de reírse y observo la escena con los ojos brillantes.
- Indira, Jael... suéltenla.- Ordeno con voz fría.
Las dos sirenas soltaron a Hermione con tristeza. Hermione intento subir al bote al mismo tiempo que recuperaba el aliento. Draco se inclino hacia ella y Hermione sin importarle quien la ayudaba entrelazo sus brazos en el cuello de él mientras tosía, sus fuerzas se habían agotado a tal grado que se desmayo.
Draco la tomo en brazos. El juego de las sirenas había sido demasiado rudo para ella. Una de las sirenas se acerco al bote agitando la varita de Hermione.
- Deja eso en el bote Indira.- dijo Draco.
La criatura hizo una mueca de desanimo e hizo lo que le ordenaron.
Draco se sentó en una de las tablas del bote con Hermione en brazos. Murmuro un hechizo haciendo que las ropas de Hermione se secaran y mientras la observaba, retiro algunos cabellos de la cara de la chica.
Las sirenas empujaron el bote hasta la orilla con rapidez y una enorme y horrible gárgola se acerco a ellos con la apariencia de atacarles, pero lejos de hacer eso se inclino ante el Malfoy.
- Llévatela a casa.- dijo dándole a Hermione.
La gárgola tomo a Hermione con delicadeza y Draco tomo la varita de la chica.
El Slytherin y la gárgola comenzaron a caminar entre los altos y espesos árboles. Cruzaron por debajo de un enorme marco de piedra que tenia en el centro la imagen de una serpiente enredada en un símbolo en forma de M.
Diferentes criaturas aterradoras se movían entre las sombras de los árboles y murmuraban "El amo Malfoy ha llegado", Draco sonreía halagado. Los árboles como teniendo vida propia se fueron moviendo para dar paso un camino hacia una colina.
Una enorme mansión se apareció frente a los ojos de Draco.
- Estoy en casa.- murmuro.
Aquella era la mansión de los Malfoy. Un enorme Castillo de piedra rodeado de árboles y jardines, todos ellos custodiados por gárgolas y otras criaturas extrañas. Al llegar a la estancia principal de la mansión. La gárgola coloco a Hermione en el piso de mármol negro. En ese momento aparecieron decenas de elfos deseosos de recibir a su amo.
- Amo Malfoy..- Un elfo de un aspecto mas viejo se acerco.- Sea usted bienvenido.- Los otros elfos se inclinaron ante Draco.
Draco los miro de reojo.
- Lleven a la Señorita a la recamara principal de huéspedes.- dijo con voz fría.
- Si amo.- Dos elfos mas se acercaron y levantaron a Hermione por medio de un hechizo de levitación.
Draco comenzó a caminar por algunas áreas de la casa. Todo seguía igual tal y como lo había dejado la ultima vez. Los elfos habían cumplido sus ordenes de mantener la casa como si vivieran sus padres.
Su atención se fijo en un cuadro de 2 metros que colgaba encima de la chimenea de la biblioteca. La imagen de Lucius y Narcisa era de una arrogancia extrema. El joven Malfoy los miraba con intensidad, aquellos seres que le habían dado la vida… ahora estaban muertos.
Draco subió las escaleras que daban hacia las habitaciones. El pasillo parecía un laberinto, solo alguien que conociera la casa se podría mover con la facilidad con que lo hacia Draco, a su vez las paredes se movían detrás de él tomando otro panorama.
Llego a una habitación amplia y calida con una ancha cama vestida de sabanas negras y grises donde Hermione estaba acostada aun inconsciente. Solo el elfo que le había dado la bienvenida inicialmente se encontraba a un lado, esperando a que su amo llegase para recibir mas ordenes.
- Hillmew, ya sabes que poción debes traer.- dijo con voz grave.
El elfo desapareció al instante. Draco se acerco a ella y toco su mano, estaba extremadamente fría y no era para menos, la temperatura del lago era menos de 10 grados centígrados. Con un gesto de caballerosidad le quito los zapatos y la cubrió con las sedosas sabanas.
El elfo apareció nuevamente llevando consigo un vaso con un liquito verde oscuro. Draco levanto la cabeza de Hermione y puso el vaso en sus labios para que pudiera tomar del liquido. Luego la dejo reposar nuevamente entre los suaves almohadones.
- Ve a la cocina y diles que preparen algo de comer.- Ordeno Draco al elfo.
- Si Amo.- El elfo desapareció nuevamente.
Draco se sentó en el borde de la cama observando como el rostro de Hermione recuperaba nuevamente el color. Toco nuevamente su mano y la temperatura había cambiado, ahora la mano de Hermione estaba tibia.
La miro un rato sin soltarle la mano. Hermione parecía tan inocente, tan diferente a como la había conocido en la escuela. Una extraña sensación hizo que rozara su mano en la mejilla de la chica. La sola caricia lo hico estremecerse y como si temiendo que un rayo le cayera encima se levanto de la cama dándole la espalda.
Se sentía agitado y confundido, ¿Cómo se atrevía a tocar a una sangre sucia de ese modo?. ¿Hasta que punto mancharía el apellido Malfoy?.
Draco volteo a ver nuevamente a Hermione y respiro profundamente. El verla de esa manera le hacia sentir vagamente melancólico.
De pronto Hermione comenzó a parpadear los ojos tratando de enfocar el lugar en el que se encontraba. Draco permaneció de pie frente a ella mirándole.
Hermione al verlo lo miro con temor y trato de levantarse pero un ligero mareo la hizo acostarse de nuevo.
- ¿Dónde estoy?.- Pregunto confundida.
- En la habitación principal de los huéspedes.- contesto con voz grave.
Hermione aguanto la respiración. ¿En la habitación de que...?.¿de.. de los Malfoy?
- Déjame ir.- dijo Hermione tratando de oírse ruda.
- No podrás irte de aquí.- La miro arrogante.
- Púdrete.- dijo ella.
- Vaya con la malagradecida sangre sucia. Le salvo la vida y encima de eso me insulta.- Draco la miro con irritación.
- No creo que me hayas salvado, mas bien me dejaste vivir para seguir torturándome.- Hermione lo miro con odio.
Hermione hizo las sabanas a un lado e intento levantarse. Draco no la detuvo pero tal y como había dicho él, no tenia las fuerzas suficientes para estar de pie. Hermione cayo al piso y Draco rió burlonamente.
- Siempre estas a mis pies, Granger.
- Infeliz.- Dijo entre dientes. Hermione cerro los ojos con fuerza no podía sostenerse de pie, sus piernas parecían de trapo.
- Que obstinada eres Granger.- Draco se acerco a ella para tomarla de un brazo.
- No me toques!!.- Exclamo con odio Hermione.
Pero Draco no hizo caso, con la fuerza de una garra la paró y la arrojo a la cama, quedando Hermione sentada en la misma.
- Podrás levantarte las veces que quieras y en todas caerás al suelo como basura. La poción que te di provoca efectos secundarios.
- ¿Qué poción me diste?.- Pregunto sorprendida.
Draco no le contesto, solo se limito a ver por la amplia ventana de su habitación hacia los jardines.
Hermione se llevo las manos a la cara tratando de esclarecer lo que estaba sucediendo. Se encontraba a merced del Slytherin. ¿Cómo podría escapar si no tenia las fuerzas suficientes para moverse?. Draco volvió a sentarse a su lado haciendo que Hermione retirara sus manos de la cara asustada.
- ¿Por qué estas tan asustada?.- Pregunto Draco con cara de curiosidad.- No pienso tocarte en absoluto.
- Eso no es lo que me preocupa.- dijo Hermione mirándolo con odio.
- Creo que eso es lo que mas te preocupa... pero te olvidas que solo eres una simplona sangre sucia.- Chasqueo la lengua.- No te daría ese honor.
- Sigues tan imbecil como siempre.- Hermione respiro profundamente.
Draco sonrió divertido.- Ahora, hablemos un poco de negocios.... ya que estas despierta.
- ¿De que negocios hablas?.
- Sobre lo que tú tienes y yo quiero. Digamos... algo que tienes en tu casa.
- No se de que hablas..
- Mentirosa sangre sucia.- Draco negó con la cabeza.- Yo se que tu sabes donde esta el medallón de Hildegarde.
- ¿Es eso lo que buscas?.- Hermione rió.- El medallón no lo tengo en mi poder. Ietrich se lo llevo muy lejos antes de morir... pierdes tu tiempo.
- ¿Y piensas que me voy a creer esa historia?. – Draco la miro fríamente.- Si fuera verdad no me lo estarías diciendo en estos momentos... no eres tan tonta... ¿o si?.- Draco sonrió.
- Piensa lo que quieras Malfoy.
- Ya veremos.- Draco se levanto de la cama.- Hay otras maneras de enterarme de la verdad sin que tú puedas evitarlo.
- Inténtalo, pero te darás cuenta que lo que te digo es cierto... – Hermione trago saliva.
Draco se dio la media vuelta para salir de la habitación pero Hermione lo detuvo.
- Malfoy... ¿qué has hecho con Gerard?..
Draco sonrió abiertamente con malignidad.- ¿Qué no adivinas?...
Hermione quiso decir algo pero un elfo apareció al instante.
- ¿Y bien?.- dijo Draco con una ceja alzada.
- La cena esta lista, amo.- El elfo se inclino ante el rubio.
Hermione miro la escena con indignación.
- ¿Cómo puedes llamarle a este ser tan ruin 'Amo'?. Tu no eres el objeto de nadie..!!..- exclamo enfadada.
El elfo la miro con sorpresa y Draco rió.
- ¿Este ser tan ruin?. Tus adjetivos son halagadores....- Draco miro al elfo.- Justo aquí.- Señalo con el dedo.
El elfo trono los dedos y al instante apareció una mesa llena de comida. Era un estilo de cocina que a Hermione le recordaba Hogwarts y ella tenia mucha hambre, demasiada pero...
- Ni creas que voy a comer...- dijo entre dientes.
- Eso a mi no me interesa.- Draco tomo una manzana y la mordió.
Hermione se lamió los labios y volteo a mirar hacia la ventana. Podía oír los suaves ruidos que hacia Draco al morder su manzana y el tintineo de la copa al vertirse el agua sobre ella.
- ¿Seguro no deseas algo?. Nada de lo que esta aquí esta envenenado,...- Draco sonrió.
- El que tú lo comas no me garantiza que no este envenenado... seguro has de ser inmune a tu propio veneno..- Hermione lo miro con fastidio.
- Como quieras...- Draco se sentó en una lujosa silla que apareció en un segundo y comenzó a comer en silencio.
El estomago de Hermione hizo un ruido notable. Draco le hizo una seña al elfo y este le llevo una pequeña bandeja a Hermione hasta la cama. Iba a lanzarla por los aires, pero la expresión del elfo la detuvo. La pequeña criatura le sonreía invitándola a comer algo.
- Le aseguro que todo esta delicioso Señorita.- dijo acercándole mas la bandeja.
Hermione miro a Draco pero este no la miraba, observaba el decorado de su copa. Si la comida estaba envenenada entonces lo único que haría seria acelerar su muerte, después de todo él la asesinaría.
Tomo un poco de una especie de pateé con una cuchara mientras el elfo le servia una bebida azul. Hermione lo probo y sintió una frescura en su garganta. De pronto todo le parecía excelente.
Draco miro a Hermione de reojo y sonrió maliciosamente. Hermione comenzó a comer en silencio.
- ¿Cómo estuvo la comida?.- pregunto sin mirarla una vez terminado de cenar.
- Deliciosa...- contesto ella.
- ¿Te sientes mejor?.
- Me siento mejor.
- ¿Qué sabes de Gerard Calestagne?.- pregunto nuevamente.
- Es un compañero de trabajo que proviene de Francia. Su padre era francés y su madre inglesa. No tiene hermanos y ningún otro familiar. Trabajo anteriormente en el Ministerio de Francia y tiene un excelente conocimiento de Magia Negra.
Draco sonrió cruelmente. La poción de la verdad ya comenzaba ha dar sus frutos. Hermione le diría todo.
- ¿Te es agradable?.- Draco la miro fijamente.
- Al principio no me caía bien pero en los últimos dos días mi opinión ha cambiado.
Draco la miro sorprendido.- ¿Por qué cambio tu opinión?.
- Creo que Gerard es una persona solitaria y que necesita de un amigo. Después de que él me salvo la vida decidí ser su amiga... aunque él no parece estar dispuesto.
Draco se levanto de su asiento y se acerco a ella.- ¿Te preocupa lo que a él le pase?.
- Si.- contesto ella mirándolo fijamente.
- ¿Y que piensas de mi?.- Los ojos de Draco brillaron ansiosos.
- Pienso que eres el ser mas despreciable sobre la tierra y que debiste haberte quedado en Azkaban pudriéndote.- Hermione lo miro con odio.
Draco apretó la copa con fuerza que ésta estallo en su mano.
- ¿Dónde esta el medallón de Hildegarde?.
- Con exactitud no lo se, Ietrich me contó del Medallón pero jamás me lo mostró y tampoco me dijo donde estaba. Antes de morir me dijo que se encontraba en la casa pero que lo había cambiado de lugar por seguridad...- Hermione bajo la cabeza.- Murió sin decirme el lugar exacto.
Draco dio un puñetazo en la pared.- ¿Cómo que Ietrich había cambiado de lugar el medallón?. ¿No se suponía que estaba en la casa?. Entonces toda esa farsa de trabajar con Granger había sido una perdida de tiempo. Hermione lo miro asustada.
Draco la miro con exasperación, ella no podía estar mintiendo.. su bebida tenia el suero de la verdad. Saco su varita y apunto a Hermione, esta retrocedió en la cama mirándolo con firmeza.
Obliviate!!!.- Una rayo de luz se estrello contra la cabeza de Hermione. Esta se llevo las manos a la cara al tiempo que Draco la volvía apuntar.
STUPEFY!!!.
Hermione cayo entre los almohadones inconsciente. Draco la miro con rabia.
- Hillmew, que limpien todo esto. Nos vamos.
La mesa de las viandas, la bandeja sobre la cama y todas las demás cosas, inclusive la copa rota desaparecieron.
Draco se dirigió al balcón de la ventana cargando a Hermione en brazos. Los cabellos del rubio se movían salvajemente al compás del viento frío. El jardín que se avistaba abajo era espectral, solo las sombras de los árboles daban la bienvenida a la peculiar pareja.
Con el sonido de una campana de cristal, Draco y Hermione desaparecieron.
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Uuff..!!! termine este capitulo apenas hace unos minutos y la verdad siento mucho tener que subir un cap tan corto. La verdad que desde la semana pasada ando con mucha labor y casi no he podido dedicarle tiempo a mis fics... pero aqui ando... tratando de que quede mejor.
No se si este cap cubra las expectativas y la verdad dudo que las cubra... tratare que en el siguiente capitulo haya algo mas interesante. (i promise)
Nuevamente les agradesco todos sus reviews y espero que me dejen algo... (snif tengan piedad)
Un beso a todas.
J@ina
