CAPITULO 8

Un rayo de luna iluminaba la oscura habitación, en una cama amplia vestida de seda blanca reposaba el cuerpo de Hermione. Draco Malfoy se encontraba en la misma habitación parado frente a la chimenea con ambas manos apoyadas en ella. Había perdido todo el control de la situación, de alguna manera tenia que pensar calculadoramente lo que iba a continuar.

Todo el plan se había venido abajo. El medallón, aparentemente, no se encontraba en la casa de la chica. La pregunta era: ¿Dónde estaba realmente?. Arianrod querría una respuesta y el no tenia una en ese instante. Solo había una cosa por hacer, hablar con él y explicarle la situación.

Draco salió inmediatamente y bajo con rapidez las escaleras de madera bellamente labradas. Se detuvo hasta llegar a otra chimenea mas grande, esta se encontraba en la sala de estancia.

- Arianrod...- Dijo con voz fuerte.

Espero unos segundos y la cabeza de un hombre apareció flotando en la chimenea.

- ¿Qué es lo que acontece?.- Pregunto el hombre con voz fría.

- El plan ha seguir ha cambiado señor. Hace unos momentos me entere que el Medallón de Hildegarde no se encuentra en la casa del auror. Lo ha escondido en otro sitio...- Draco bajo un poco la mirada.

El hombre frunció el ceño.- ¿cómo te has enterado de eso?.

- Granger...- apretó los dientes.- me lo ha dicho.

- ¿Descubrió que no eres quien dices ser?.- El hombre lo miro enojado.

- La poción multijugos perdió su efecto y tuve que someterla.- Al decir esto lo miro directamente a los ojos con firmeza.

- ¿La torturaste para que te dijera donde estaba?.- El hombre sonrió malévolamente.

- Le di la poción de la verdad. No pudo haberme engañado.. realmente no sabe donde esta y Ietrich cambio la localización del medallón días antes de morir.

- Eso es imposible Malfoy.- Dijo el hombre con tranquilidad.- No pudo ser que Ietrich lo haya escondido en otro sitio. Mi fuente no se equivocó... Ella esta mintiendo.

- Le repito que Granger estaba bajo los efectos de la poción de verdad por lo que cuanto me haya dicho era totalmente cierto. – alzo una ceja.- ¿Quién era su informante, Señor?.- pregunto con voz pausada.

- Karnsten....- El hombre hizo una pausa.- Lo envié especialmente para que investigara cuanto fuera del medallón de Hildegarde. No pudo haberse equivocado, torturo a muchos magos para obtener la información de manera veraz..

Draco respiro profundamente.- ¿Quiere decir que Karnsten desde un principio investigo todo los detalles?.

- Si.- dijo el hombre con una media sonrisa.

- Señor.... cuando usted me mando a llamar hace mas de un mes en su castillo en Francia, yo le pregunte porque Karnsten no se hacia cargo de esta misión puesto que él llevaba mas tiempo que yo. – Tomo un poco de aire.- Le vuelvo a hacer la misma pregunta... ¿por qué no lo hizo él?.

Arianrod lo miro con cierto fastidio pero sonrió.- ¿Desconfiando Malfoy?.

- No Señor.- Dijo Draco sin temor.- Pero ¿Por qué Karnsten no se hizo cargo de encontrar el medallón si él ya sabia todos los pormenores con Ietrich y Granger?. ... ¿Por qué yo?.

- Te dije esa vez que confiaba mas en ti para esta tarea. Era justo que tuvieras un poco mas de participación. Todas tus demás actividades las realizaste sin ningún problema y lo mejor de todo que fue que no dejaste ninguna huella.

A Draco le brillaron los ojos.- Ahora que ya sabemos que el medallón no esta en casa del auror. ¿Qué es lo que continua?.

- La chica no nos hace falta entonces...- El hombre se tomo de la barbilla.- Mátala y regresa en cuanto puedas al castillo.

- ¿Matarla?.- Pregunto nuevamente Draco.

- No tiene caso que siga viviendo, no la necesitamos. Deshazte de ella.- El hombre rió fríamente.

Draco asentó con la cabeza.- ¿Iré a verlo al Castillo de Rumania o al de Francia, Señor?.

- Estaré en Rumania, Malfoy.

- Le veré pronto.- dijo Draco con una media sonrisa.

- Hasta Pronto Malfoy.- La cabeza flotante desapareció tras un alo de luz verde.

Draco se incorporo y se acomodo un poco la capa. Algo no estaba bien, Karnsten lo sabia todo y sin embargo, él no se hizo cargo de la misión. También aquello de matar a Granger... era algo inusual en Arianrod. El Arianrod que él conocía hubiera torturado a Granger con toda clase de hechizos hasta obtener la información del medallón pero definitivamente no la eliminaría.

Por lo pronto tendría que sacar a Granger de la casa y llevarla a un lugar seguro. Mantenerla en la casa en la que se suponía vivía Gerard Calestagne era un sumo riesgo para ella. En cualquier momento podrían aparecer los hombres de Arianrod. Por lo pronto tenia que investigar que era lo que estaba pasando en Rumania.

Draco subió hacia la habitación donde se encontraba Hermione. La chica seguía totalmente inconsciente, en parte por el hechizo de stupefy y en parte por los polvos que mezclo en su cena para que ella quedara dormida durante varias horas.

El Slytherin se quedo observándola unos minutos. Podía matarla pero eso no era precisamente lo que iba a hacer. Algo le impedía hacer daño a la joven y aunque no entendía muy bien las razones decidió que era mejor ponerla a salvo.

Se acerco a ella para tomarla en sus brazos, la cabeza de Hermione quedo exactamente en su pecho por lo que podía sentir su lenta respiración. Draco se estremeció.

Con un aire de sangre fría camino hacia la Puerta principal de la casa. Esta vez no cubriría su verdadera identidad, saldría al mundo exterior como Draco Malfoy.

*-*-*-*--*

Podía oír diferentes voces hablando alrededor de ella. Todo le parecía nublado y confuso... sentía que la cabeza le iba a estallar.

"Esta despertando".

"Hermione... Hermione"...

"¿Estará bien ella?.

Hermione abrió los ojos con dificultad, la habitación blanca hacia refulgir la luz de los candelabros con mayor intensidad y le molestaba. Era como si después de mucho tiempo de estar a oscuras viera nuevamente la luz.

- Hermione.- Harry estaba a un lado de ella tomándole la mano.

- Harry...- murmuro Hermione y trato de enfocar sus ojos al resto de las personas que se encontraban alrededor de ella.

- Nos tenias muy preocupados.- Una persona de cabellos rojos le acarició la frente.

- ¿Dónde estoy?.- Hermione trato de incorporarse pero una mano la detuvo.

- Será mejor que descanses un rato, te han dado una droga muy fuerte. Permaneciste mucho tiempo dormida.- Dijo una mujer que ella no conocía.

- ¿Qué te sucedió Hermione?.- Pregunto Harry.

- No..- Hermione se llevo una mano a la cabeza como si quisiera obligarse a recordar.- no recuerdo...

- Es mejor que la dejes ahora Harry.- dijo Ginny.- Creo que por el momento esta muy perturbada.

A lado de pelirrojo chica se encontraba Sirius y Ron.

- No recuerdo nada.- dijo Hermione con voz acongojada.

Harry miro a Sirius interrogativamente.

- Probablemente fue por la droga aunque tengo mis sospechas que le hicieron un hechizo desmemorizante.- Dijo Sirius.

- ¿No recuerdas absolutamente nada Hermi?.- dijo con voz preocupada Ron.

- Solo recuerdo, haber salido de mi casa y me dirigí a la oficina...- Hermione cerro fuertemente los ojos.- Gerard...

- ¿Gerard?.- dijo Harry.- ¿Gerard Calestagne, tu compañero de trabajo?.

- ¿Qué tiene que ver él?.- pregunto Ron.

- Solo recuerdo haberlo visto...- Hermione hacia esfuerzos por acordarse.- Algo... agua...

- Ya es suficiente.- dijo Sirius.- Déjenla descansar un momento, después podrán preguntarle.

- Sirius tiene razón.- dijo Ginny enfadada.

Harry y Ron guardaron silencio.

- Srita. Parker.. ¿puedo hablar con usted?.- dijo Harry dirigiéndose a la enfermera.

- Yo también.- intervino Ron.

- Claro.- La enfermera y los dos chicos salieron de la habitación dejando a Sirius y Ginny con Hermione.

- ¿Exactamente como apareció Hermione en el hospital.?.- Pregunto Harry.

- Alguien trajo a la Srita Granger en estado inconsciente pero desapareció tan pronto como la atendimos.

- ¿Recuerda usted como era la persona?.- Pregunto nuevamente.

- Yo no estaba cuando la trajeron.

- ¿Quién fue quien la recibió?.- pregunto Ron.

- Fue otra enfermera, Mayra Fisher.

- ¿Dónde podemos hablar con ella?.- Harry miraba nerviosamente a Ron.

- En el turno de la noche, Sr. Potter.

- Gracias.- Dijo Ron con una sonrisa.

- De nada.- La joven enfermera le sonrió igualmente y le guiño un ojo.

- Iremos nuevamente con...- Ron hizo seña con un dedo hacia el cuarto de Hermione mientras su rostro se ponía colorado. Harry tomo del brazo a su amigo para alejarlo de ahí.

- Solo espero que no quieras torcerte un brazo para que ella te atienda.- dijo Harry en susurro.

Ron guardo silencio y le dio un codazo.

Al llegar Hermione estaba sentada y con la mirada un poco vaga. Sirius caminaba en círculos mientras Ginny permanecía a lado de su amiga.

- Estoy segura que hay una explicación Hermione.- dijo Ginny.

- Si.. lo se.- Hermione se mordió un labio.- Solo que siento una angustia enorme por Gerard. Algo me dice que él no esta bien.

- Gerard Calestagne... ¿verdad?.- Pregunto Sirius.

Hermione asentó con la cabeza.

- ¿Qué averiguaron?.- Pregunto Sirius a los chicos.

- Alguien trajo a Hermione al hospital solo que la enfermera Parker no lo vio. Fue una enfermera del otro turno quien recibió a Hermione.- Contesto Harry.

- Tendremos que esperar el otro turno para hablar con ella.- dijo Ron con tono cansado.

- Si la trajo al hospital quiere decir que no deseaba lastimarla o al menos la salvo de algo.- dijo Ginny.

- Pero no tengo heridas.- replico Hermione.- Solo estaba inconsciente.

- Pero fuertemente sedada Hermione.- agrego Sirius.

- Por lo pronto yo me quiero ir.- dijo con voz cansada.

- Te quedaras en casa con nosotros.- dijo Ginny.- ¿Verdad Ron?.

- Por supuesto, al menos hasta que sepamos quien origino todo esto.- Ron arrugo un poco la frente.

- ¿Ya te sientes con fuerzas para ponerte de pie?.- Pregunto Harry a la chica.

- Si.- Hermione se levanto de la cama.

- Pediré que le den de alta.- dijo Ron dándose la vuelta.

- Aprovechando mientras hablar con cierta enfermera...- dijo Harry con voz burlona.

Ron lo miro enojado.- No comiences Harry.

Ginny y Hermione se miraron. Sirius solo sonrió.

- Yo... me tengo que ir.- Dijo Sirius.- Tengo que averiguar unas cosas.

- Te veo en la casa.- dijo Harry.

- Nos vemos Hermione, Ginny.

- Hasta luego Sirius.- dijo Hermione.

- Te esperamos a cenar un día de estos...- dijo Ginny con una gran sonrisa.

- Les iré a ver mas pronto de lo que creen.

Sirius salió de la habitación y segundos después entro Ron.

- Ya nos podemos ir.- Dijo Ron.- No habrá problema alguno puesto que no estas herida.

- Gracias, Ron. Realmente no quiero permanecer mas tiempo aquí.- dijo Hermione.

- ¿Dónde esta Sirius?.- pregunto el pelirrojo.

- Se ha ido. Dijo que tenia que averiguar algunas cosas.- dijo Ginny alzándose de hombros.

- Talvez lo veamos mañana.- dijo Harry.

- ¿Ya nos podemos ir?.- pregunto Hermione impaciente.

- Vamos.- dijo Ron caminando hacia la puerta de salida.

*-*-*-

Un hombre de avanzada edad vestido de una túnica verde oscuro se encontraba sentado frente a una chimenea mientras se fumaba una larga pipa. La casa en si era pequeña aunque confortable, en las paredes habían artefactos extraños colgados por todas partes. Dentro de la habitación se sentía un aire de misterio tal y como su dueño. El hombre de larga barba y cejas pobladas parecía estar absorto en su propio mundo o admiraba, talvez, el baile sensual de las llamas del fuego.

Un perro lanudo y gris, que se encontraba a los pies de su dueño, movió la cola ante la presencia de un forastero.

- Podrás aparecer en el mas estricto silencio, Sirius...- el hombre dio una bocanada.- pero siempre sabré que estas ahí.

- ¿Cómo estas Joseph?.- Sirius se sentó en un sofá frente a él.

- No tan bien como tu, amigo.- Sonrió el anciano.

- Me da gusto verte.- Dijo.

- ¿Qué problemas tienes ahora?.- El hombre lo miro fijamente.

- No necesariamente tengo que venir por un problema.- contesto el hombre de cabellos oscuros.

- Se que no, pero últimamente has venido cada vez que se te presenta un asunto importante.

- Pero has acertado. – Sirius respiro profundamente.- Conozco a una joven, amiga de Harry, que apareció misteriosamente en el Hospital de San Mungos. Algo me dice que no esta nada bien la manera en que llego y tengo mis sospechas en un compañero de su trabajo llamado Gerard Calestagne.

- ¿Calestagne?...es francés... eh..- dijo el anciano.

- Por el apellido parece que si. Estoy un poco desconcertado porque mi instinto me dice que ese Calestagne tiene mucho que ver en la aparición de Hermione en el hospital.

- ¿Hermione Granger?.- pregunto.

- Si.. ¿la conoces?.- dijo con una ceja alzada.

- La conozco. – El hombre se levanto de su sofá y se puso detrás.- Solo la he visto una vez, cuando aun vivía Ietrich, ella trabajaba como su ayudante en ese entonces.

- Así es.- dijo Sirius con aire preocupado.- Quiero asegurarme de que Calestagne no tiene nada que ver en esto. Creo que anda desaparecido...- Sirius se quedo mirando al fuego.- Hermione esta muy preocupada por él... se supone que ambos estaban juntos cuando ella repentinamente perdió el conocimiento y apareció en el hospital sin recordar absolutamente nada.

- Talvez Calestagne fue el que la llevo al hospital...- dijo el hombre pensativo.

- Probablemente, pero eso es algo que quiero averiguar...

- Aunque... – dio una bocana a su pipa.- Parece que lo que quisieron intentar fue obtener información... de algo en particular.

Sirius aguanto un poco la respiración. -¿Crees que su relación con Ietrich tenga que ver en esto?.

- Me imaginé que él no pensó en las consecuencias al legarle todas sus pertenecías a la pequeña chica. La casa de Ietrich guarda muchos secretos Sirius.- Los ojos verdes del anciano brillaron.

- ¿Pero que querrían?.- pregunto Sirius.

- Hay tantas cosas que guardaba el viejo Ietrich en esa casa...- El anciano suspiro.- Puede ser cualquier cosa.

- Tiene que ser alguien que sabe lo que guarda esa casa.

- Si..- el hombre miro a Sirius con aire despistado.

- Por lo pronto necesito que me ayudes a investigar algo sobre ese Gerard Calestagne. Tu conoces a gente del Ministerio en Francia, ¿podrías recomendarme a alguien con quien pueda hablar?.

- Si...- El hombre se alejo un poco de la chimenea. – Puedes visitar a Genoveva Pardieu. Es una amiga desde hace años.

- ¿Confiara en mi?.

- Una carta mía será suficiente para que ella te ayude a investigar sobre los Calestagne. – El hombre camino lentamente hacia un escritorio de madera, saco el tintero y una pluma.

Sirius se levanto de su asiento y se acerco a Joseph.

- Con esto...- dijo el anciano doblando el papel y entregándoselo a Sirius.- Genoveva te ayudara en lo que sea necesario.

- Gracias Joseph.- Sirius guardo la carta en su bolsillo.

- Espero que puedas encontrar las respuestas que tanto buscas Sirius y que no sea demasiado tarde.- El hombre sonrió tristemente.

El hombre sonrió igual.- Me tengo que ir Joseph. Otro día te vendré a visitar y jugaremos un partido de ajedrez mágico.

- Es verdad!!.- exclamo .- La ultima vez me ganaste. Es requerida la revancha.

- Hasta Luego Joseph.-

- Cuidate Sirius Black!!

Sirius abrió la puerta de la casa y salió tan silenciosamente como había llegado.

*-*-*-

Harry y Ginny se encontraban sentados en la pequeña sala de los Weasley con semblante de preocupación. Ron estaba en la cocina con la Sra. Weasley.

- Me preocupa Hermione.- dijo Ginny.

- A mi también... este asunto de la manera en que apareció en el hospital, Gerard y la poción que tomo para que durmiera me tiene desconcertado.

- Hermione esta muy angustiada por Gerard.- dijo tímidamente.

- Se le nota a millas... teme que hayan sido atacados y que Gerard este en grave peligro.- dijo Harry ceñudo.

- ¿Crees que a ella le guste?.- dijo Ginny mirándolo de reojo.

- Talvez.- Harry suspiro.- Aunque apenas hace unos días me dijo que lo odiaba.

- Lo mismo me dijo el día de la cena pero creo que ella ha comenzado a verlo de otra forma.- Ginny intento sonreír.

Harry miro a Ginny confundido.

- Después de todo.- continuo la pelirroja.- Gerard le salvo la vida aquella vez en la biblioteca.

- Ron lo conoció...- Harry miro al techo.- Me dijo que parecía un tipo rudo pero a la vez agradable.

- ¿Qué habrá pasado con Gerard?.- dijo Ginny quedamente.

- Habrá que esperar mañana en el trabajo... al menos que tu papa haya conseguido averiguar su paradero.

- ¿Ira Hermione a trabajar?.- pregunto sorprendida.

- Se rehúsa a faltar al trabajo, dice que se encuentra perfectamente y que además necesita localizar a Gerard.

Ginny negó con la cabeza.- Nunca cambiara.

Harry sonrió y se quedo mirando a Ginny fijamente a los ojos. La pequeña pelirroja comenzó a sentir las mejillas subidas de color, Harry nunca la había mirado de esa forma.

- Ginny.. hay algo que quiero decirte...- dijo nerviosamente.

La chica separo un poco los labios pero no salió ningún sonido de su boca.

- Ya estoy lista!!.- Hermione apareció en la sala completamente aseada y con ropa limpia.

Ginny miro a Hermione con exasperación. Había interrumpido algo sumamente importante!!.

- Chicos, ya esta la cena.- dijo la Sra. Weasley.

- Ahora vamos Señora Weasley.- dijo Hermione con una sonrisa.

Harry se levanto inmediatamente del sillón y le dio la mano a Ginny para ayudarla a levantarse. Los chicos se sentaron en la mesa mientras la Sra, Weasley les servia la cena.

- ¿Cómo te sientes querida?.- pregunto ella a Hermione.

- El baño caliente me hizo sentir mucho mejor... creo que dormiré bien esta noche.- dijo mientras mordía su tostada.

- Ginny me aviso muy asustada de que estabas en el hospital.- Hizo una mueca de susto.- pero gracias al cielo que no paso nada grave.

- ¿Dónde esta papa?.- pregunto Ron.

- No debe tardar en llegar.- contesto mientras miraba el reloj.- Ya viene en camino.

Tal y como había dicho ella, el Sr. Weasley apareció en la puerta principal.

- Buenas noches familia!!.- exclamo mientras se quitaba la capa y el sombrero.

- Buenas noches papa!!!.- exclamaron los Weasley.

- Buenas noches Sr. Weasley.- saludaron Hermione y Harry.

- ¿Hay alguna noticia de Gerard, papa?.- Pregunto Ginny impaciente.

- Trate de comunicarme con el Sr. Benedick para saber el paradero del Sr. Calestagne pero fue inútil.- dijo tristemente.

Hermione bajo un poco la cabeza.

- ¿Qué tal te sientes Hermione?.- pregunto.

- Muy bien, Sr. Weasley.- dijo fingiendo una sonrisa.

- Harry...Pensé que Sirius vendría a cenar.

- Tuvo algo que hacer... aunque no se que sea.- Dijo Harry preocupado.

- Espero que venga mañana por aquí.- dijo la Sra. Weasley al tiempo que se sentaba ella con el resto.

- Talvez...- dijo Harry en un suspiro.

- ¿Regresaras a Rumania con tus hermanos Ron?.- pregunto Arthur a su hijo.

- No mientras este asunto de Hermione no se aclare.- contesto.

- Estoy bien!.- exclamo Hermione.

- Primero necesitamos saber que fue lo que te sucedió y como fue que llegaste al hospital.- intervino Harry a favor de su amigo.

Hermione guardo silencio y observo a los demás. La Sra. Weasley le sonrió.

- Por cierto Harry que eso me recuerda que en unas horas mas cambiara de turno la enfermera.- dijo Ron.

- ¿Irán al hospital nuevamente?.- pregunto Molly.

- La enfermera que recibió a Hermione en el hospital trabaja en el turno de la noche Mama.- contesto Ron.

- Vamos a ir a averiguar los hechos.- dijo Harry.

Hermione guardo silencio durante la cena mientras el resto platicaba amenamente del trabajo, el negocio de los gemelos y las nuevas habilidades de Ginny en el Quidditch, haciendo que esta ultima se sonrojara mas que de costumbre.

De pronto Hermione ya no escuchaba nada de la conversación solo tenia una pensamiento... solo uno que le preocupaba grandemente y que no sabia porque.

"Gerard Calestagne"....

************

No se que les haya parecido este capitulo, en lo particular me gusto aunque a lo mejor me falto algo.

Este lo he escrito algo rapido y no lo revise muy bien que digamos. Asi que espero no haber escrito alguna tonteria.

Agradesco a todas sus reviews!!!.. y dejen mas!!!

J@ina