CAPITULO 17

Alexander Karnsten se encontraba sentado en un viejo sillón frente al fuego. Acariciaba tranquilamente con uno de sus dedos su ceja derecha e internando su mirada en las llamas. En una esquina del lugar yacía Hermione acostada sobre un sofá en deplorables condiciones.

Los ojos negros del mago brillaron con demencia, el hombre estaba totalmente desquiciado por la sed de venganza. En esos momentos no había nada mas que pudiera gozar que no fuera ver morir lentamente a Draco Malfoy.

Odiaba en si el apellido Malfoy y todo lo que tuviera que ver con ellos. Lucius Malfoy le había arrebato lo único que le quedaba en la vida y con ello su futuro como el heredero de una larga dinastía de magos de sangre limpia en Rumania.

El padre de Alexander, Augusto Karnsten, trabajaba directamente con Arianrod haciendo trabajo deshonestos en el Ministerio de magia de Rumania. El mago Arianrod era un rico y poderoso mago que reclutaba a jóvenes magos con aspiraciones maléficas.

Draco Malfoy fue a caer precisamente en sus manos un año después de la muerte de sus padres, Lucius y Narcisa. El joven Slytherin estaba lleno de odio y Arianrod se aprovecho de la energía negativa que irradiaba para transformarlo en su mejor discípulo.

Alexander Karnsten tenia dos años atrás de trabajar para Arianrod. El padre de Karnsten fue asesinado por Lucius Malfoy, cuando este viajo a Inglaterra para presentar sus respetos a Lord Voldemort e informarle que un grupo de magos de Rumania estaban dispuestos a servirle fielmente.

Arianrod sospechaba de Augusto y no dudo en pedirle a Lucius que en cuanto llegara el mago este fuese asesinado. Alexander quedo huérfano y Arianrod le despojo de toda su herencia familiar dejándolo únicamente a su resguardo en su castillo en Francia, donde vivió por mucho tiempo hasta que llego Draco.

Los dos jóvenes fueron llevados a Rumania donde aprendieron todas las artes oscuras y magia negra antigua. Pero de los dos, el joven rubio fue quien desarrollo poderes que no sabia que existían dentro de él y en parte se debía a su mezcla de sangre mago-vampiro.

Así que no únicamente odiaba a Draco por ser el hijo del asesino de su padre sino porque en muchas ocasiones lo ridiculizo y demostró ser mejor que él. Su orgullo no le permitía dejarse humillar por nadie, menos por un Malfoy.

Alexander sabia que su padre había sido traicionado y asesinado gracias a la carta de un fiel sirviente que antes de morir busco la manera de entregársela. De alguna manera planeo la muerte de Arianrod y lo traiciono junto con Gersende. Antes de morir logro obtener la verdad de los labios de su antiguo tutor.... Augusto Karnsten había sido traicionado y asesinado a manos de un mortífago de Inglaterra.

No cabía duda que deseba vengarse, matar a todos lo que estuvieran relacionados con la muerte de su padre... no importase la edad, raza o credo. Lo único que anhelaba era recuperar la cordura.

Desgraciadamente Lucius Malfoy había muerto antes de que él pudiese vengarse pero el destino quiso poner frente a él a su único hijo, Draco Malfoy, que había huido de su país para evitar ser acosado por algunos integrantes del Ministerio de Magia.

Karnsten se tomo de los cabellos con fuerza mientras apretaba los dientes. Su corazón palpitaba con una furia incontenible. El jarrón que estaba encima de la chimenea estallo en mil pedazos sin importa que hasta algunos pedazos le rozaran la cara cortándole ligeramente una mejilla.

El quejido de una joven despertando de su largo sueño lo hizo salirse de su propia locura. Hermione había abierto los ojos e incorporándose del sofá tan rápido como pudo. Los reflejos de la Gryffindor estaban atontados y se sentía como si estuviese fuertemente drogada. Sus ojos recorrieron con saña cada rincón de la habitación y se toparon con los oscuros ojos del joven mago.

Al verla en ese estado, Karnsten echo a reír.

- ¡Mírate sangre sucia!. Que condiciones tan mas asquerosas...- dijo el hombre.

Hermione paso una mano por su cuerpo y se dio cuenta que su túnica estaba sucia y rasgada dejando ver parte de sus piernas y espalda.

- ¿Qué me has hecho?.- Pregunto Hermione temerosa de oír lo que no quería oír.

- Si crees que abuse de ti mientras estabas inconsciente...- el hombre chasqueo la lengua.- siento decepcionarte pero no me gustan las sangres sucias inmundas como tu.

Hermione lo miro con odio y apretó los puños.

- ¿Por qué no eres lo suficientemente hombre y te enfrentas por si solo con Malfoy?.- dijo despóticamente.

- Mira que eres malagradecida...- Karnsten la miro de pies a cabeza.- ¿Quién dijera que una mugrosa como tu tuviera el valor para hablarme así después de que tuve la buena voluntad de dejarte en esta habitación en vez del frío calabozo?,

- Tus razones habrás tenido.- dijo ella altiva.

- Si... las tengo...- el mago sonrió malévolamente.- En primera será matar lentamente a tu supuesto rescatador hasta que no le quede una sola gota de sangre en el cuerpo y en segunda será arrancarte de las entrañas lo que tienes dentro.

Hermione lo miro confundida mientras temblaba temerosa por lo que le acababa de decir el hombre.

- No entiendo...- dijo.

- Anteriormente lo del Medallón solo fue una trampa para Malfoy, no esperaba que realmente existiera. Durante mas de 5 siglos paso de ser de una realidad a un mito y pase dos años de mi vida investigando todo lo relacionado a él. Convencí a Arianrod, mi antiguo tutor, de que me dejara buscarlo. - El hombre sonrió.- Es increíble que no haya sospechado que mis informantes me ocultaron la verdad... pero eso ya no importa, de cualquier forma están muertos.

Karnsten carcajeo divertido.

- Por eso hiciste que Malfoy buscara el Medallón porque pensabas que era un mito.- dijo ella entre dientes.- Supongo que te imaginaste que él seria asesinado por el Ministerio o por otros Magos a quienes les debes tu vida.

- Pero el Medallón existe...- El Hombre se acerco a Hermione y la tomo de las muñecas obligándola a someterse.- Una mano de él se deslizo rápidamente hacia el estomago de Hermione y lo acaricio frenéticamente.- Esta aquí.

Hermione empujo a Karnsten pero este no se movió ni un centímetro. La chica lo miro furiosa.

- No te preocupes...- Karsten la soltó bruscamente haciendo que ella cayera pesadamente en el sofá.- Ya te dije que no me gustan las sangres sucias...- sus ojos brillaron de odio.- son asquerosas...

- ¡Imbecil!.- exclamo.

- Es increíble como una persona como tú guarda en sus entrañas algo tan valioso y poderoso como el Medallón de Hildegarde.

- ¿De que hablas?.- Hermione se levanto de su asiento y se paso ambas manos al estomago.

- De eso...- Karnsten le señalo con un dedo su estomago.- Ietrich utilizo magia antigua para esconder el medallón dentro de ti. ¡Que astuto!.

- Eso no es cierto...- Musito Hermione aun mas confundida.

- ¡Oh! Si que lo que es....- Karnsten se apoyo con el respaldo de su sillón.- Tuve que utilizar toda clase de hechizos desmemorizantes para que dijeras todo... ¿cómo no se me había ocurrido pensar en esto antes?.- dijo fingiendo inocencia.

- ¿Será porque en realidad eres un idiota?.- dijo sarcástica.

Karnsten se abalanzo sobre ella y la tomo fuertemente de la mandíbula.

- No me tientes sangre sucia... puedo matarte.-dijo entre dientes y tan cerca del rostro de Hermione que podia escuchar lo agitada de la respiración del mago que la miraba con odio.

- Hazlo...- dijo Hermione al tiempo que se zafaba de Karnsten.

El hombre la miro con repugnancia y se dio la vuelta volviendo de nuevo a su sillón.

- Lo anhelas tanto como Gersende...- dijo Hermione.- Sabes bien que mientras este viva puedes tener el medallón.

Karnsten la miro curioso.- Para ser una sangre sucia tienes agallas e inteligencia.

- Alguien en esta habitación debe tenerlas.- dijo la chica limpiándose la frente con una manga de su túnica.

El hombre sonrió fríamente.

- He pasado varias horas haciéndote recordar todo los detalles de Ietrich al darte el medallón a resguardo. ¿No recuerdas ahora algo importante?.- dijo alzando una ceja.

La chica le mantuvo la mirada y un recuerdo le asalto en la mente como un bólido. Hermione se estremeció de pies a cabeza....

- El Poder del Medallón es levantar a los muertos y manipularlos.- dijo seria.

Si...- Karnsten se paso una mano por el cabello liso.

- Pero hay algo...- los ojos de Hermione brillaron.- algo muy importante y que no puedes dejar pasar por alto....

El silencio reino en la habitación unos segundos antes de que Hermione continuara hablando.

- El poder del Medallón no se refiere a los muggles o magos muertos... se refiere a los muertos... vivos.

- ¿De que hablas inmunda?.- Karnsten se incorporo y la miro furioso.

Hermione se cruzo de brazos.- ¿Acaso no lo sabias?. Pasaste dos años investigando sobre el Medallón y ¿no sabias que se refería a levantar a los Vampiros de sus moradas y a manipularlos?.

Karnsten hizo una mueca y apretó los puños con rabia.

- ¿Creíste que levantarías de su tumba a Hildegarde, a Salazar Slytherin o a Lord Voldemort?.- pregunto burlona.

El hombre se acerco a Hermione y levanto un puño a la altura de su cara. La castaña lo miro desafiante.

- Tendrás a tu cargo un ejercito de vampiros dispuestos a obedecerte en todo...- dijo entre dientes.- A menos que seas traicionado y asesinado para otorgarle ese poder a alguien mas.

- ¿Qué dices?.- exclamo con odio.

- Gersende...- Hermione sonrió burlona.- ¿Por qué crees que esta a tu lado?. Seguramente debe estar buscando la manera de cómo asesinarte mientras tu le entregas el medallón en bandeja.

El hombre bajo el puño y se dio la vuelta regresando de nuevo a su sillón.

- No quieras enredarme con tus artimañas bruja inmunda.- dijo el hombre.

- Solo te digo la verdad...- Hermione lo miro altiva.- Tu socia te puede traicionar...

- ¡Basta!.- grito. Karnsten camino con furia hacia Hermione, quien se mantuvo firme, el hombre la zarandeo con violencia y estaba dispuesto a pegarle hasta que la vieja puerta se abrió provocando un rechinido.

- ¿Jugando Karnsten?.- Pregunto Gersende divertida.

Karnsten soltó a Hermione y la chica se hizo hacia atrás con precaución. La mujer de cabellos negros y aspecto maquiavélico se acerco a ellos sonriendo fríamente.

Hermione la miro desafiante con los puños visiblemente apretados por el coraje de verla. Gersende bajo la mirada hacia los puños de la chica y luego la miro a los ojos.

- ¿Quieres matarme?.- dijo burlona.- ¿Crees que una vulgar bruja como tu puede hacerme daño?.

- No creas que te temo...- dijo entre dientes Hermione.

- Lo que hace un rubio de ojos grises...- Gersende paso uno de sus dedos por sus labios.- Ni siquiera lo has besado como yo... te lo aseguro...

- ¡Gersende!.- exclamo Karnsten furioso.

- No te entrometas Karnsten..- dijo la mujer mirándola desdeñosamente.- Sabias muy bien que yo estaba con Malfoy antes que contigo....

Hermione trago saliva.- ¿Qué quieres decir?.

La mujer la miro divertida.- ¿Acaso eso no te lo contó tu adorable Malfoy?. ¿Qué el y yo éramos amantes?.

Hermione frunció el ceño. Gersende echo a reír.

- ¿No me digas que lo único que te dijo fue que yo intentaba matarlo junto con Karnsten?.- dijo.- ¡Pero que estúpida bruja!.

La Gryffindor sintió que sus piernas temblaban. Draco le había ocultado que Gersende y el habían tenido que ver. No entendía porque lo había hecho aunque tampoco podía reprochárselo porque después de todo ellos no tenían una relación definida, el Slytherin ni siquiera le había mencionado si sentía algo por ella y en la ultima vez que lo vio ella intento besarlo pero él se negó... ¿podría ser posible que el amaba a Gersende a pesar de todo?.

- Percibo tus celos bruja...- dijo la mujer vampiro.- Tienen un sabor tan delicioso.. ¿no crees?.

- ¡Basta Gersende!.- grito el mago.- No menciones a Malfoy de esa manera,.. no me hagas recordar que te acostaste con él.

La mujer miro a Hermione fingiendo inocencia y luego se acerco a Karnsten tomándolo directamente de las mejillas y lo beso apasionadamente.

Hermione volteo su mirada hacia otro lado tratando de reprimir sus nauseas y odio. Su corazón se oprimía contra el pecho con dolor... deseaba tanto terminar con todo. No importaba si ella tenia que morir en el intento pero no podía dejarse vencer.

*-*-*-*-*-*

Draco Malfoy se encontraba sentado sobre una roca frente al mar. La luna amarilla iluminaba el paraje dejando ver las cristalinas olas chocarse frente a las rocas. Se respiraba el aire de un pueblo de Francia donde sabia que estaba Hermione.

Su carácter atrevido le hubiera llevado a ir directamente hacia la guarida de los Setites y Karnsten para salvar a Hermione pero Harry Potter se había empeñado una y otra vez que debían de armar un plan antes de cometer cualquier locura. Leonard Malfoy estuvo de acuerdo.

Esa misma noche se reunían magos y vampiros del clan de los Assamites para ir en busca de Hermione y destruir el Medallón. Ninguno sabia que el Medallón se encontraba en las entrañas de la Gryffindor y que no podía destruirse tan fácilmente solo alguien conocedor de magia negra antigua podría llevar a cabo un ritual pero que probablemente le costaría la vida al portador del medallón.

Por primera vez, Magos y Vampiros se unirían a una batalla que no se trataba de proteger a Draco Malfoy de la venganza de Alexander Karnsten sino de salvar a Hermione de que fuese usada para activar el Medallón y traer consigo una catástrofe.

Draco se encontraba nervioso y lleno de ansiedad. ¿Por qué demonios tenían que haberse tardado tanto para ponerse de acuerdo?. El joven se cubrió la cara con una mano abatido por la zozobra de no saber lo que estaría pasando la joven.

- Demasiado tarde...- pensó.- Pude habérselo dicho pero no lo hice.

El Slytherin se descubrió el rostro e interno sus fríos ojos en el mar pensando en la posibilidad de volver a ver a Hermione y decirle que lo único que le importaba en su mundo era ella. Que la amaba con tanta intensidad y que desgraciadamente se había dado cuenta muy tarde de que ese sentimiento se albergaba en su corazón.

Lo primero que deseaba hacer era tomarla entre sus brazos y besarla. Quería sentir su frágil cuerpo temblar a su lado por la emoción y la felicidad. Ya no le importaba el honor ni el apellido. De alguna manera tiraba a la basura todo un cúmulo de instrucciones y educación que le habían proporcionado sus familiares a lo largo de su vida. ¿Qué mas daba si con una sonrisa de Hermione su mundo oscuro cambiaba por uno lleno de luz?.

- Hermione....-dijo en voz baja.

El joven Slytherin sintió un ligero estremecimiento. Por primera vez tenia miedo de enfrentarse en una batalla y no por el mismo, porque sabia que lucharía hasta morir, sino por Hermione. Deseaba interiormente que durante el conflicto nadie la lastimara y también rogaba porque ningún vampiro la hubiese tocado o que Karnsten la estuviese maltratando porque si alguien le tocase un solo cabello era seguro que lo mataría de la manera mas espantosa que se le pudiese ocurrir.

- Draco...- Leonard apareció a un lado de él interrumpiendo sus pensamientos y sobresaltándolo.- ¿Estas listo para irnos?.

- Si...- Contesto el rubio serio.

- Hay algo que he querido decirte desde ayer pero que no he podido hacerlo porque no habíamos estado solos como ahora....

- ¿Qué?.- pregunto Draco sin mirarlo.

- Lo siento...- Leonard Malfoy se coloco al frente de su nieto.- Se que te falle, debí de cuidar a Hermione tal como me lo pediste. Ella era responsabilidad mía y no lo cumplí.

Draco levanto su vista y lo miro directamente a los ojos.- Ya no importa quien tenga la culpa sobre su captura, lo que me interesa es recuperarla.

- Lo haremos..- dijo enfáticamente el vampiro.- Ella esta bien... puedo percibirlo.

- Es mejor que nos vayamos...- dijo el rubio saltando de la roca a la arena.- Ya es hora.

Draco y Leonard Malfoy caminaron sobre la arena hacia una casa abandonada a las orillas de la playa. En ella habían algunos magos demasiado bien conocidos por Draco y Vampiros del Clan de los Assamites.

Al frente estaban Harry Potter junto a Sirius Black y Ron Weasley, quien se encontraba totalmente recuperado de las heridas que le causaron los vampiros Setites. Al entrar Leonard y Draco Malfoy la mirada de los magos se clavaron en este ultimo como estacas a punto de asesinarlo.

- Draco Malfoy...- dijo Sirius Black con voz ronca.- Llegas justo a tiempo.

- Malfoy...- Ron Weasley apretó la mandíbula con demasiada fuerza. Harry tuvo que sostenerle de un brazo para evitar que el pelirrojo se lanzara encima el rubio.

- Black...- Draco lo miro fríamente e hizo una mueca.-'Weasel'...

- Maldito...- gruño Ron.

- Tranquilo Ron... ahora no.- le susurro Harry.

- Si algo le pasa a Hermione te prometo que te haré tanto daño que me suplicaras que te mate...- dijo Ron señalándolo con un dedo.

Draco permaneció mirándolo burlonamente con una especie de gozo interno por ver al pelirrojo desquiciado de esa forma.

- ¿Sabes Weasel?. Yo también te haré una promesa... Si interfieres en lo que yo haga y eso traiga como consecuencia de que algo le pase a Hermione, te juro que te desollaré de tal forma que ni tu madre pueda reconocerte.- El chico lo miro con repugnancia.

- Si serás...- Ron se abalanzó hacia Draco pero Sirius lo tomo de la capa.

- Vamos, ya...- Intervino Sirius entre los dos jóvenes magos.- Ya estuvo bueno de promesas.

Draco miro por lo bajo a Ron y se dio la vuelta dejando al pelirrojo con el rostro rojo por la ira. Harry lo tomo de los hombros y lo obligo a ir hacia un rincón de la pequeña casa.

- Basta Ron...- dijo Harry.- Tienes que controlarte.

- ¿Controlarme?.- Ron lo miro desquiciado.- ¿Cómo quieres que me controle con ese mal nacido aquí?.

- El va a ayudarnos a recuperar a Hermione.- dijo Harry tranquilamente.

- ¿Cómo puedes ser tan ciego?.- Le reprocho el pelirrojo.- ¿Qué acaso no estas viendo que es una trampa?

- Si eso es lo que piensas entonces ¿que haces aquí?.- dijo con el ceño fruncido.- Fui a buscarte porque necesitaba ayuda para ir a rescatar a Hermione...

- Entiende esto Harry...- Ron se llevo una mano a la frente.- ¿Quieres que yo crea en Malfoy de la noche a la mañana solo porque él y su pariente vampiro te dijeron que están interesados en ayudar?.

- Yo lo tuve que hacer...- dijo Harry serio.- ¿Acaso crees que es fácil para mi?. Y aun no sigue siendo fácil pero he tenido que tragarme mi orgullo con tal de salvar a Hermi.

- Harry...- Ron bajo la mirada.- Siento que algo va a salir mal.

- No va a salir nada mal...- dijo Harry tomándole de un hombro.- No puede salir mal.

- No confió en ningún Malfoy...- Ron miro a Leonard quien yacía tranquilamente apoyado sobre la pared con los brazos cruzados mirando fijamente la escena de los dos magos.

- Tampoco yo quiero hacerlo.. pero tu no viste como Malfoy casi me mata cuando su abuelo le dijo que yo deje que escapar al vampiro que rapto a Hermione.

- ¿Intentas decirme que Malfoy se preocupa por Hermione?.- Ron sonrió sarcásticamente.- ¡Que estupidez Harry!. Malfoy siempre la humillo durante la escuela, la...

Ron se callo puesto que Leonard Malfoy se deslizo suavemente hacia ellos con una expresión que indicaba que el vampiro había oído toda la platica.

- Weasley...- dijo Leonard mirándolo fijamente.- ¿Por qué no mejor te callas, apoyas a tu amigo y nos ayudas a salvar a tu amiga de unos asesinos?.

- ¿Quién te metió en esta platica?.- dijo Ron molesto.

- Tu mismo me has impulsado a hacerlo ya que veo te niegas a colaborar como un apreciable auror lo haría.

- ¿Qué..?..- Ron miro con los ojos abiertos por el enojo.

-¡Ron!.- Intervino Harry.- No hay que perder tiempo... es hora de irnos

El pelirrojo miro amenazante al vampiro pero este únicamente le sonrió triunfalmente y siguió a Harry hasta la puerta de salida. Leonard se acerco a Draco y este le dirigió una mirada de duda.

- El pelirrojo no va a dar problemas..- dijo Leonard seguro de si mismo.- Estate tranquilo...

- Si fuera por mi ya lo hubiera ahorcado..- dijo el rubio resentido.

- Será mejor apurarnos..- Intervino Sirius.

Draco lo miro fríamente y camino hacia la puerto seguido del resto de los magos y vampiros.

*-*-*-*-*-*

Hermione Granger yacía aun en la misma habitación donde momentos antes había estado con Karnsten pero ahora su aspecto ya no era la de una mujer fuerte sino de alguien que estaba cayendo lentamente en el dolor y la tristeza.

Su corazón palpitaba rápidamente por el temor de que lograran obtener el medallón. Se preguntaba si al momento de hacerlo ella moriría. Su temor a morir era tan fuerte que la sola idea la llenaba de escalofríos. Perder la vida a manos de unos miserables vampiros como Gersende era lo peor pero aun era mucho peor morir sin haber podido decirle a Draco Malfoy lo que sentía por el.

Ella había estado sintiendo algo por Gerard Calestagne sin saber que era Draco Malfoy disfrazado por la poción multijugos. Al final de cuentas la esencia del rubio seguía estando intacta sea Gerard o Draco puesto que eran la misma persona.

Se preguntaba si Draco estaría pensando en irla a buscar o si Harry y Ron se habrían puesto de acuerdo para encontrarla.

Hermione se frotaba inconscientemente el estomago donde en alguna esquina de sus músculos y órganos estaba escondido el medallón. ¿Cómo había sido posible que Ietrich la hubiese convencido para guardar el medallón dentro de su cuerpo?. No recordaba esos detalles pero le daba un ligero presentimiento de que el viejo auror lo había hecho sin su consentimiento.

Podía entenderlo un poco... ¿quién se imaginaria que una arma así estaría escondido en el cuerpo de una bruja?. Sin embargo el hecho de pensarlo le daba escalofríos.

La puerta de la habitación se abrió y entraron dos vampiros de aspecto rudo. Hermione se levanto del sofá mirándolos orgullosamente. Los dos hombres se acercaron a ella y la tomaron de los brazos. Esta vez no se resistió, ¿qué lograría haciéndolo?.

Los dos vampiros la llevaron por entre pasadizos y catacumbas por debajo de la casa, el olor a muerte y suciedad le podía dar la idea de que habían cuerpos putrefactos cerca,... talvez estaban cerca de un cementerio.

Entraron a una habitación amplia con varios vampiros dentro de ella. Todos ellos la miraban con mezcla de curiosidad y maliciosidad. Hermione trago saliva, algo le decía que aquella reunión no era únicamente para verla... los ojos de la castaña chocaron directamente con los de Karnsten quien se veía totalmente fuera de si con un aspecto desaliñado y ojeroso. Gersende por su parte lucia espectacular, con una fría sonrisa de triunfo.

Al acercarse aun mas a la mujer y al mago, Hermione se dio cuenta que estaba en peligro puesto que una tabla de madera encima de dos bloques de piedra estaba al frente de los vampiros, era como parte de un escenario maquiavélico donde se celebraría un ritual.

Esta vez Hermione se resistió, los vampiros la tomaron con mas fuerza aun y uno de ellos le sujeto las piernas mientras ella forcejeaba mas no gritaba. Su propio orgullo no le permitía mostrarse temerosa frente a los vampiros y el mago.

Gersende fue quien hizo una seña de amarrarla de manos y tobillos. El cuerpo de Hermione quedo totalmente estirado encima de la tabla de madera... aquello era el comienzo de una extraña ceremonia.

Karnsten fue el primero en pronunciar palabras que Hermione no podía entender, algo le decía que era magia negra. Los ojos del mago brillaron con una extraña luz verde y Gersende tomo entre sus manos una vasija en forma de calavera.

Hermione vio con horror como los vampiros que la habían llevado hasta ahí la obligaban a abrir la boca, esta vez la chica lanzo un grito. Gersende inclino la vasija y un liquido de consistencia viscosa y roja fue cayendo sobre la boca de Hermione. La chica escupía el liquido tratando de evitar tomar una sola gota de lo que le daban de beber... pero era demasiado tarde.

La joven Gryffindor sintió como su estomago emanaba una sensación de calor y ardor al mismo tiempo. Su cuerpo se convulsiono por el dolor físico hasta que se encorvo por completo. Sus manos se pusieron rigidos y el color de su piel comenzo a teñirse de un ligero color purpura. Hermione lanzo un grito escalofriante...

*-*-*-*-* *-*-*-*-* *-*-*-*-* Bien,.. ya esta terminado este capitulo y con ello la parte mas dificil de decir pero ya casi se acerca el final. No se que tan bien o mal haya quedado el capitulo pero espero que sea de su agrado.

Como tengo unos minutos extras decidi contestar una pregunta que me hicieron sobre si Hermione se convertia en vampiro por el hecho de que otro vampiro la mordio. Lo cierto es que aquí no uso la filosofia de una persona se convierte en vampiro por solo ser mordida sino por beber sangre de vampiro.

Asi que por esa parte no se preocupen.

Por otra parte les invito a que lean cuidadosamente el fic y hagan caso a los detalles porque creo que algunas de ustedes pierden la relacion de la platica de los personajes. Como por ejemplo de que porque el fic se llama el medallon de Hildegarde sino existe medallon, lo cierto es que eso lo explique en el capi anterior y dije que Karnsten creia que no existia pero Gersende lo saco de su error.

Como ven??.. si alguna de ustedes tienen mas dudas con respecto al fic les pido de favor que mencionen su correo electronico para que yo les pueda escribir.

Un saludo a todas!

Jaina