Tienes un email.
Capítulo IV: Extraños sentimientos.
Habían pasado 2 meses desde que Atenea y Poseidon se conocieron en una sala de chat. Cada noche que podían se encontraban para charlar de cosas diferentes. Ambos se habían dado cuenta de que tenían distintos puntos de vista, pero eso hacia que su amistad crezca cada día más.
Esa tarde del viernes, Ron había decidido contarle a Harry acerca de Atenea, no se había animado a contarle, porque Ron sentía algo por su ciberamiga, él no quería que enamorarse de ella, no quería enamorarse de alguien que no conocía. También penso que Harry podría aconsejarle que podía hacer con aquellos sentimientos que tenía hacia Atenea.
Ron había quedado en que Harry pasaría ese día por la Madriguera, hace mucho tiempo que Harry no se daba una vuelta por allí y la verdad que echaba de menos a su amigo.
Ya estaba anocheciendo cuando Harry hizo su aparición en la Madriguera. Inmediatamente ambos se reunieron en la habitación de Ron, donde nadie podía interrumpirlos en su charla.
- Ron, me dijiste que tenías algo para contarme... –dijo Harry, después de que hablaron de sus respectivas vidas.
- Sí, Harry, es algo que debí haberte contado porque eres mi amigo.- respondió Ron.
-¿Qué sucede?
-¿Te acuerdas esa vez que nos vimos en el Caldero Chorreante y te dije algo sombre una relación... digamos... amorosa?
- Sí, me acuerdo, ¿y?
- Bueno es que creo estar enamorado.
-¿Enserio? ¿Se puede saber de quién?
- Es una chica que conocí en internet.- contestó Ron. Harry alzó las cejas y miro la computadora que estaba en la habitación de Ron.
-¿Por internet? ¿Y estas enamorado de ella?- le dijo Harry.
- Sí, sé que suena extraño pero ella... bueno... me agrada...
-¿Te agrada? Pero Ron, tu no la conoces... ¿y que hay de Hermione?
-¿Hermione? Bueno, ¿no te acuerdas que ella dejo de hablarme?
- Me acuerdo, pero creía que te seguía gustando.
- Escucha, Harry, Hermione me hizo sufrir mucho, ya no quiero recodarla...
- Entiendo, pero aquella chica de la que dices estar enamorado es alguien que no conoces.
- Ya lo sé, Harry pero no sé que hacer.
- Tu dices que ella te gusta, ¿no?
- Un poco, bah... sí...
- ¿y por que dices eso?
- No lo sé... será porque se parece mucho a Hermione...
-¿dices que se parece a Hermione?
- Sí, pero ella es más no sé... hay algo que la diferencia... Hermione nunca nos dijo lo que sentía, era algo orgullosa...
- Igual que tú...
- Cállate Harry...
- Entonces,... esta chica que te gusta... ¿cómo se llama?
- La verdad nunca le pregunté...
-¿No le preguntaste como se llama?
- No, es que me olvido... cuando estoy con ella me olvido de todo...
- Bueno, el caso es que la chica te gusta porque es el recuerdo de Hermione...
- No lo creo, Hermione y Atenea son... no lo sé...
-¿Atenea?
- Su nick...
- Ah... Ron, esto me demuestra al final que estás totalmente loco. Pero ya debo irme, piensa bien que harás y.. Ya sabes que puedes contar conmigo para lo sea. Nos vemos otro día... ¿sí?
- De acuerdo Harry, y gracias.
Hermione caminaba de regreso a su casa luego de una larga jornada de estudio. En el camino se encontró casualmente con Harry.
-¡Hermione! ¿Cómo estas?- le preguntó Harry.
- ¡Hola, Harry! Bien, ¿y tu?
- Muy bien. ¿Te gustaría que charlemos un rato?- la invitó Harry.
- Claro, me encantaría...
Ambos entraron a un bar y se sentaron en una mesa cerca de la puerta.
-¿Y que tal tu vida, Hermione?
- Común, la verdad bastante agotadora por el estudio y todo eso... ¿y como vas tu?
- Muy bien, trabajando duro... ¿y tu vida amorosa?
- Bueno, yo creo que ha mejorado algo...
-¿De verdad? ¿Te gusta alguien?
- Sí, bah, no sé si me gusta pero me agrada... es un chico muy simpático... –dijo Hermione, pensando inmediatamente en Poseidon. No había querido que pasara, pero inevitablemente empezó a sentir cosas por su amigo, algunos sentimientos bastantes confusos...
- Bueno, de verdad me alegro mucho por ti, Hermione.
- Gracias, Harry...
Los amigos se quedaron conversando durante un largo rato. Para Hermione resultaba muy agradable poder hablar con Harry, él era un gran amigo y siempre le aconsejaba. Ella estaba muy contenta de tenerlo como amigo. Pero antes eran un trío, y tanto Harry como Hermione echaban de menos aquel unido grupo que fueron en Hogwarts. Hermione se sentía algo culpable por la separación, pero ella sabía que Harry la entendería. Además, Harry y Ron se veían de vez en cuando.
Luego de despedirse y prometer que se juntarían otro día, Hermione se dirigió de vuelta a su casa.
Harry estaba acostado en su cama, y a su lado estaba Hedwig, su lechuza, que ululaba suavemente, mientras comía una ratón que acababa de cazar. Harry pensó en todo lo que se había enterado ese día. En una sola tarde sus dos mejores amigos le habían confesado que les gustaba alguien, y daba la casualidad que ambos estaban enamorados de personas muy extrañas. A Ron le agradaba una chica de Internet, que no había visto nunca en su vida, una perfecta extraña, y ni siquiera sabía su nombre. Hermione le había hablado de alguien muy misterioso. Ella nunca acostumbraba dar muchos detalles de sus relaciones, lo había demostrado con Vícktor Krum, donde Ron y él tuvieron que sacarle a la fuerza alguna información.
- "es un chico muy simpático", dijo ella- pensó Harry mirando por la ventana.-
Harry siempre había creído que Hermione terminaría con Ron. Ambos se gustaban, pero parecía que se había equivocado. Ellos iniciaron sus vidas separados, por caminos opuestos, quizá debía ser lo mejor...
Estaba en eso, cuando entro Sirius a la habitación. Harry vivía con éste desde que la caída del Innombrable.
- Oye Harry, que te parece si vamos a dar un paseo, está linda la noche- le dijo su padrino.
- De acuerdo- aceptó Harry- creo que me vendrá bien, y de paso te pongo al día con la vida de mis amigos.
Ron estaba perfectamente ubicado en la computadora esperando que llegara su compañera de todas las noches. Quizá tendría alguna demora. Miró el reloj, y se dio cuenta que había entrado demasiado temprano. Así que se acomodó bien en la silla, dispuesto a esperar que llegara su amada.
Estaba entretenido ojeando una revista, cuando notó que alguien lo tildó en el chat. Inmediatamente creyó que era Atenea, pero se equivocó. El nick era DIOSA.
DIOSA hola Poseidón, ¿cómo estas?
POSEIDON hola... bien
Ron no quería charlar con otra chica, estaba esperando a su amiga, por lo fue lo más cortante posible.
DIOSA ¿estas ahí Poseidon? Quiero charlar contigo... me siento sola esta noche...
POSEIDON eh... en realidad estoy esperando a otra persona.
DIOSA pero podemos charlar un rato, ¿no te parece?
La chica sonaba simpática, así que Ron decidió concederle la conversación, pensando que a Atenea jamás le molestaría.
POSEIDON si, está bien, podemos charlar un rato. ¿Cómo te llamas?
DIOSA me llamo Sharon. Tengo 20 años ¿y tú?
POSEIDON Tengo 23 años.
DIOSA dime Poseidón, ¿estas de novio?
POSEIDON No, no lo estoy ¿y tú?
DIOSA Yo tampoco, la verdad, estoy esperando mi príncipe azul... quien sabe, en cualquier lado puede estar... ¿no crees?
POSEIDON por supuesto, uno nunca sabe.
DIOSA Oye, Poseidón, dime, ¿cómo eres?
POSEIDON bueno... soy alto, tengo el pelo colorado, ojos azules, no sé que más te puedo decir...
DIOSA mmmm, yo diría que un completo bombón...
POSEIDON JAJA, no exageres...
En medio de la charla, entró Percy en la habitación de Ron, y de un golpe lo alejó de la silla.
- Oye!!!! Que haces???- inquirió Ron.
- Necesito URGENTE la computadora, y cuando digo "urgente" es URGENTE!!!!
- ¿pero no ves que estoy yo?- Ron estaba furioso.
- claro que lo veo, pero lo mío es trabajo, es responsabilidad, no una tonta charla nocturna.
Percy cerró de un solo movimiento el chat de Ron, y rápidamente abrió sus programas.
- Percy!!! Eres un completo idiota.
- No me hables así hermanito, puede que ya tengas unos años más, pero mi preparación nunca termina, así que ahora ve tú a dormir a mi cuarto que yo estaré toda la noche trabajando- al concluir esto lo miró a los ojos y Ron comprendió que su noche había terminado y que la cara de Percy no daba para reclamos.
Hermione, luego horas intentando conectarse, pudo entrar finalmente a la sala de chat. Miró la lista de nicks y la tristeza la invadió cuando no encontró a Poseidón.
- Seguramente se cansó de esperar- pensó. - o quizá no halla entrado nunca.
Se le ocurrió preguntar en la pantalla general, donde todos hablaban con todos.
ATENEA ¿alguien vio a POSEIDON por aquí?
Alguien la tildó. Hermione inmediatamente la aceptó.
DIOSA hola yo hablé hoy con Poseidón... ¿quien eres tú?
ATENEA una amiga... ¿no sabes por que se fue?
DIOSA la verdad que no sé, pero la pasamos muy bien charlando esta noche.
ATENEA ¿hablo contigo?
POSEIDON Por supuesto, y valla cosas que hablamos, es tan dulce conmigo, me dice cosas que a nadie mas le dice...
ATENEA ¿Ah sí? ¿Y que más te dijo?
DIOSA que soy la primera chica interesante con la cual charla, porque todas las demás son muy aburridas.
Hermione sintió que le dieron una puñalada en el corazón. Su Poseidón había estado hablando con otra chica, y encima, le dijo cosas dulces, y para colmo de todo, ni se acordó de ella, y la trató de "aburrida". Había sido una estúpida. Ella, sintiendo cosas por él, y él, ni siquiera le importaba en lo mas mínimo. ¿Nunca podía hacer nada bien, nunca encontraría alguien que la quisiera?
Sus ojos se llenaron de lagrimas. Salió de chat, con una inmensa tristeza y una sensación que había perdido por segunda vez una linda oportunidad, y que su ilusión se había esfumado en solo un minuto.
***************
