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Capitulo X: "Emails y sentimientos"
Por un instante Ron creyó que era una pesadilla, que todo era fruto de su imaginación, pero al siguiente segundo estaba parado junto a Harry, en Las Tres Escobas presenciando como el destino había querido que la misma chica de la cual había gustado durante 7 años, ahora reapareciera en su vida con otro nombre, un nombre de fantasía y lo haga volver a revivir esas sensaciones que hace rato no sentía, o por lo menos que no quería sentir, porque desde que terminó Hogwarts se autoconvenció de que Hermione era historia.
Pero el tiempo pasó, y nunca la pudo olvidar por completo, hasta que conoció por Internet a una chica que había conquistado su corazón aunque nunca la había mirado a los ojos, pero... eso no era así, porque los ojos que más tenía registrados en su mente... eran los de ella!!!!
No podía ser... no podía ser, era lo único que se repetía... como era posible?
- Ron, Ron!!! Estas bien??- preguntó Harry. Parecía asustado.
- Ha... Harry... no lo puedo creer, siempre fue ella, pero... distinta, como más... dulce, menos mandona y fría que antes... - Ron parecía estar en trance.
- Ron, escúchame- Harry comenzaba a preocuparse- Vámonos a casa ahora, el impacto fue muy fuerte, debes...
- ...Pero quedamos en vernos hoy!!!!- Ron pareció despertar, y sujetaba a Harry con mucha fuerza por el antebrazo.
- No importa!!!, Sirius ya habló con ella, y le dijo...
- QUE ERA YO??? QUE YO SOY POSEIDON??- Ron estaba desorbitado
- NO!!!! Le dijo que alguien dejó un mensaje que no podrías ir, Ron vámonos de aquí- Y Harry tiró con fuerza de Ron, y se alejaron de allí.
Hermione llegó a su casa muchísimo mas temprano de lo que se había imaginado, comió algo y se percato de una nota en la heladera:
Hermione: Tengo guardia en el Hospital hoy a la noche, y tu papá está con tu abuela.
Te deje algo de comida en el horno, caliéntala.
Besos, Mamá.
La chica suspiro y subió a su cuarto pensando, que le habría pasado a Poseidón. Ya era la segunda vez que pasaba lo mismo, siempre se ilusionaba y al final terminaba todo como antes... o peor.
Entró a la Intenet, a ver si Poseidon le había dejado algún mensaje, diculpandose, pero nada.
Se durmió pensando que la vida era muy injusta con ella... ¿algún día sería feliz?
La señora Weasley estaba en la cocina, tratando forzosamente de utilizar el teléfono que había traído el señor Weasley una vez. Ahora no estaba él, que era el que sabía usarlo, y menos Ron, que a él era precisamente a quien la señora Weasley buscaba desesperadamente.
- ¿Por que no te tranquilizas, Mamá?- Ginny estaba cocinando mientras trataba de calmar a su madre que para ese entonces ya estaba frenética.
- Porque son las 11 de la noche Ginny!!, Dónde estará tu hermano?!! – gritaba mientras marcaba miles y mieles de números, consultados en una agenda desordenada.
- Mamá, ¿por qué no llamas a casa de Harry, y ves si no está allí?- Percy bajaba la escalera despreocupado, y hablando lo más tranquilo- yo te dije que un buen escarmiento le vendría bien.
- ¿Por qué mejor no te callas Percy? Cuando venga tu padre hablaremos de lo que pasó esta mañana... fue una total vergüenza...
En ese momento tocaron la puerta. Ginny abrió y entro Harry con Ron, ambos pálidos y con una cara de velorio.
- RONALD WEASLEY!!!- la señora Weasley corría a la puerta -¿¡ por que vienes a esta hora!? Podrías haber llamado para avisar, nos tenías preocupados... hola Harry, cariño... ¿paso algo?
- No señora Weasley, esta todo bien, solo estamos cansados... porque... estuvimos ayudando a.... Sirius a limpiar una biblioteca, eso es- Harry tragó saliva, odiaba mentir. Además Ginny lo miraba con cara de que no le creía nada de lo que decía, y eso lo ponía mucho mas nervioso.- Bueno, yo ya debo irme... hasta mañana, y tú Ron, descansa, de acuerdo?
Para ese entonces Ron ya estaba subiendo la escalera a su cuarto, con una expresión que no pasó por alto ninguno de los que estaban presentes.
- Oye Ron, no es para que te pongas así por los pósters, ya te los conseguiré, conoces mis contactos, y a mi no hay nada que se me niegue, por lo tanto creo que es una actitud infantil... – pero Percy no pudo terminar su discurso porque Ron cerró la puerta de un golpe, lo que demostraba que no quería que nadie lo molestara.
Se acostó en la cama, y a pesar del impacto que todavía tenía, no pudo dejar de notar la ausencia de algunos de sus pósters, lo cual lo puso más triste aún, y optó por cerrar los ojos.
¿Por qué todo tuvo que ser así? Cuando al fin creyó encontrar alguien que lo hiciera olvidar a Hermione, y con la cual podía intentar tener una vida normal, resultaba ser que ahora todo comenzaba de nuevo. Sintió una gran tristeza dentro, y hasta impotencia. ¿Cómo le volvería a hablar, después de todo lo que le contó de él, y de todo lo que había sufrido por... ELLA? Era una locura, se sentía él más imbécil... ¿cómo no se había dado cuanta? Pero ahora ya no se podía volver el tiempo atrás, Hermione era la chica de la cual estaba comenzando a enamorarse, y lo peor de todo es que ella, entre otras cosas, indirectamente le confesó que también lo había querido algún momento mientras estaban en Hogwarts... ¿pero ahora? ¿Cómo reaccionaría cuando se entere de quien es Poseidon?
Con todo esto en la cabeza, después de mucho tiempo, sintió unas ganas inmensas de llorar... y no pudo evitarlo.
Ya había pasado una semana desde este episodio. Ron había dejado de entrar al chat. No podía volver a entrar. Seguramente se encontraría con Hermione y ahora que sabía que ella era Atenea, no sabía que decirle, y solo pensar que él confesó estar enamorada de ella, lo hacía sentirse avergonzado. Tenía que olvidarla, olvidar todo lo que ocurrió, olvidarse de que alguna vez se enamoró de una chica y luego el destino lo volvió a unir a ella.
Hermione estaba muy extrañada y angustiada. Todos los días había intentando tratar de localizar a Poseidon y nada. Ningún mail, ni mensaje, absolutamente nada. ¿Le habría pasado algo malo? ¿Estaría enojado con ella? Miles de ese tipo de preguntas volaban por su cabeza. Entonces se sentó frente a la computadora y se puso a escribir un email para él. ¿Por qué siempre tenía que hacer las cosas mal? Mientras escribía, Hermione se sintió muy triste, muy sola, como si tuviera un nudo en la garganta, un nudo muy difícil de desatar.
Ron llegó a su casa, luego de presentar su informe sobre jugadas permitidas o prohibidas. No había nadie, y eso le extraño mucho. Él sabía que sus padres iban a salir, pero ni idea de donde estaría Ginny.
Se dirigió a la cocina y comió lo primero que encontró. Luego de cenar, no sabía que hacer. Subió a su habitación y se sentó en la cama. Posó su mirada en la computadora. Pero no podía... no podía volver a hablar con ella... ¿qué iba a decirle? Ron se sentó enfrente de la computadora. Tenía que hacer algo, saber de ella, porque la necesitaba. Solo iba a chequear su correo electrónico, para ver si ella le había escrito. Luego de conectarse, abrió su cuenta de correo y vio que tenía un mensaje. Un mensaje de Hermione. Y lo había mandado recién. Inmediatamente lo abrió y leyó:
Querido Poseidon:
Hola, ¿cómo estas? Espero que bien. Te escribía porque la verdad que he estado bastante preocupada. Desde aquel día en que quedamos encontrarnos, no he sabido nada de ti, y realmente me he angustiado mucho. Espero que no halla pasado nada malo. ¿Acaso hice algo mal? Yo solo pensé que era tu amiga y que confiabas en mí y que podría ayudarte cuando lo necesitabas. Pero cada vez que intento hacer alguna amistad, terminan alejándose de mí, como si yo fuera un perro que los podría morder. Pero cuando te conocí, creí que había encontrado a alguien que me escucharía, que sería el que estaría conmigo en las buenas y malas. Todo el mundo piensa que no estoy hecha ni para el amor ni para la amistad. Que solo estoy hecha para el estudio y para sacar buenas notas. Pero no es así. Soy una persona como todas las demás.
Solo te pido que me digas, que he hecho, por qué me dejaste de hablar, solo dímelo, quiero saberlo... por favor escríbeme, estaré esperando tu respuesta. Sinceramente,
Atenea.
P/D: luego de saber tus razones, si quieres ya no puedes hablarme, solo quiero que sepas que nunca te olvidaré.
Luego de leer el mail, Ron se sintió peor de lo que estaba. Él le estaba haciendo daño. Notó que el email reflejaba la tristeza y soledad que en esos momentos Hermione sentía. Pero ya se había jurado a él mismo que nunca volvería a hablar con ella, porque lo había hecho sufrir. ¿Qué haría? Volvió a leer el email miles y miles de veces. Pero ¿qué le escribiría? Hermione estaba sufriendo por culpa de él. Y a pesar de que él sufrió también por culpa de ella, no le tenía rencor. Caminó unos instantes por la habitación, pensando. No tenía porque escribirle, sin embargo, podría mandarle el mensaje y no volver a hablar con ella nunca más, solo le mandaría un mensaje para disculparse.
Ron volvió a sentarse delante de la computadora y escribió:
Querida Atenea:
Lamento mucho no haber podido acudir al encuentro, pero es que tuve unos problemas personales. Y además he estado muy ocupado estos días, así que no pude ni entrar al chat para disculparme. Otra vez te pido mil disculpas.
Leí tu último mail... ¿por qué escribes esas cosas? Si tu eres una gran persona, no te tortures, no te culpes por cada cosa que te sale mal, estoy seguro que, si las cosas te están saliendo mal, pronto mejorarán. Confía en mí. Y claro que eres mi amiga. Yo se que puedo confiar en ti, me demostraste ser muy comprensiva y espero que tu también puedas contarme todo lo que te sucede, ya sabes que puedo ayudarte en lo que sea. Eres maravillosa, y de verdad no me gusta leer esas cosas que pones sobre ti misma, quiero que sepas que no has hecho nada malo, al contrario, tu eres una gran amiga y... No hay palabras para describirte.
Poseidon
Ron leyó y leyó el email varias veces. No se convencía del todo. El email mostraba lo que él sentía en esos momentos, lo que sentía ante esta situación, y lo que sentía por Hermione. Decidido que el email estaba correctamente escrito, hizo click en "enviar" y el correo fue enviado a la casilla de correo de Hermione.
Hermione estaba tumbada en su cama, contemplando el techo y pensando en el mensaje que le había escrito a Poseidon. ¿No había sido demasiado dramático? Pero así era como ella se sentía en esos momentos, y él tenía que saberlo...
La computadora estaba encendida y conectada a Internet, esperando a que Poseidon se conectara. Un suave sonido proveniente de ésta, hizo que Hermione se sobresaltara y se pusiera de pie rápidamente. Había recibido un correo electrónico ¡de Poseidon!
Inmediatamente Hermione se ubico en el escritorio y leyó su mensaje.
Conmovida, Hermione supo que no había más que decir, esas palabras escritas en aquel mail, lo explicaba todo. De que Poseidon era la persona más encantadora que había conocido, y Hermione sabía que él era la persona indicada para olvidar a Ron.
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