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Capítulo XI: "Ron es Poseidon"
A unos cuántos días después de esto, Ron siguió hablando con Atenea. A pesar de todo lo que había pasado, Ron lo había pensado mucho, entonces se dio cuenta de que no podía dejar de hablarle. Esta podría ser una nueva oportunidad con Hermione, y no podía desperdiciarla.
Aquella noche, Ron estaba conectado a Internet, chequeando su correo electrónico. Tenía un mensaje, así que lo abrió, pero no era de Hermione, era de otra chica. Era de Julianna, su antigua novia de Rumania.
Hola Ronnie, ¿cómo estas? Espero que bien, o por lo menos mejor que yo... porque desde que te fuiste de aquí, te he extrañado mucho, y todos los días pienso en ti... ¿en qué andas? ¿Por qué no me volviste a escribir? ¿Acaso lo que vivimos no significó nada para ti?...
Para mí lo fue, así que espero que pronto reciba una respuesta tuya, porque dentro de poco quizás valla para Inglaterra y quiero que nos demos una nueva oportunidad juntos, porque yo todavía siento cosas por ti.
Sé que en el fondo de tu corazón todavía me quieres, y que eso que me dijiste cuando me cortaste "que todavía estás enamorado de otra" no te lo creo...
Así que respóndeme cuando puedas...
Te quiero Julianna
Luego de leer esto, Ron se quedó pensativo. La vida le ponía otro camino en su vida, un camino nuevo y sin problemas. Dentro de poco ella vendría, y podría comenzar una relación normal, y olvidarse para siempre de Hermione, que desde el siempre lo había hecho sufrir.
En ese momento la puerta se abrió, y Ginny se asomó por un costado.
- Ron, ¿por qué no vienes a comer?... te estamos llamando hace 15 minutos... -
- No tengo hambre... – se limitó a responder Ron.
- Pero Ron... no puedes estar así... ¿por qué no me cuentas lo que te pasa?- Ginny entró silenciosamente al cuarto y se sentó al lado de su hermano.
- Ya no tiene importancia, es el destino que todo me salga mal- los ojos de Ron estaban vidriosos, y la voz le temblaba un poco.
- Creo que no deberías hablar así, y tampoco estar todo el tiempo con esa computadora... ¿por qué no sales, visitas a tus amigos?, a Harry, a los del Ministerio, a Hermione...
- NO VUELVAS A NOMBRARLA!!!- sin darse cuenta Ron había gritado a su hermana- Perdona, pero no quiero saber nada, pero absolutamente nada de ella, ¿de acuerdo?... ahora, por favor, déjame solo...
- Como quieras...
Y Ginny salió del cuarto silenciosamente, muy triste por ver a su hermano así... pero dispuesta a no quedarse de brazos cruzados.
Mientras tanto, Ron no sabía que hacer... si responderle a Julianna y mentirle que él también la quería... pero eso estaba mal. Él nunca había estado enamorado de ella, y por eso le había cortado. Pero era su única manera de alejarse de sus problemas con Hermione. Pero si le mentía a Julianna, probablemente le haría daño, y Ron no quería que ella sufriera por culpa de él. Y la única forma de que Julianna no le escribiera más, era responderle de una mala manera, y aunque Ron no quería hacerlo, no tenía alternativa. Julianna era una chica muy simpática y divertida, sin embargo era la chica más pesada que Ron había conocido, y sabía que ella no iba a rendirse tan fácilmente. Entonces Ron escribió:
He recibido tu mail y he llegado a una conclusión que es por tu propio bien. Mira, te seré sincero, date cuenta, nunca he estado enamorado de ti, siempre quise a otra chica, solo estuve contigo para tratar de olvidarla y convencerme a mí mismo de que ya no la quería, pero no funciono. De verdad siento mucho decirte esto, ya que tu fuiste una gran persona para mí, pero ya no puedo seguir mintiendo. Nunca te he querido como más que una amiga. Y te ruego que por favor, si es que tanto me quieres, no vuelvas a escribirme, no quiero saber más de ti. Por favor, hazlo por mí.
Justo cuando Ron iba a escribir la dirección electrónica de Julianna, Percy entro de un portazo a la habitación.
- Ron... hermano, ¿tu estas sordo?- dijo.
- No, ¿por qué?
-¡Porque mamá esta harta de llamarte a comer y tu no vas! Mira, Ron, me estas cansando ya, no sé lo que te pasa. Parece que no has madurado todavía. Y no pretendas que te traigan la comida aquí, ya estas demasiado grande. Tienes 24 años, yo a tu edad ya hacía múltiples actividades...
Ron no escuchaba ni una palabra de lo que Percy decía.
- ... ¿has escuchado, Ron?
- Sí, sí... ahora voy a comer... Percy, ¿me harías un favor? Mientras voy a comer, manda este mail a esta dirección, por favor. ¡Y no lo leas!- dijo Ron, saliendo de la habitación y entregándole un papel con la dirección de Julianna escrita.
- Como si me interesara saber que se escribe con sus amiguitas... –murmuró Percy leyendo el papel. En él había escrito dos direcciones, una de una tal Julianna y en el otro lado, la de una tal Atenea.
-¿En que andará Ron?- se preguntó Percy, encogiéndose de hombros. Entonces escribió la dirección de Atenea, e hizo click en enviar, sin saber los problemas que estaba causado inconscientemente.
Esa misma noche, Hermione caminaba de vuelta a su casa. Cuando llegó se dirigió inmediatamente a su habitación y se conecto a Internet. Poseidon no estaba conectado, cosa que ella lamentó. Pero le había dejado un mensaje. Lo abrió y leyó. Hermione se quedó sorprendida después de leerlo. No podía ser... ¿qué significaba ese mail? Después de todo lo que había sucedido... ¿por qué Poseidon le respondía de esa manera? Era incomprensible... los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas... se sentía completamente sola...
Volvió su mirada a la pantalla de la computadora y vio que Poseidon se había conectado.
Hermione no quería hablar con él... Poseidon la estaba saludando... no podía responder... ¿cómo podía él hacerle esto? Primero le dice que no quiere saber nada más con ella, y después le habla en el chat.
POSEIDON Hola, ¿Atenea? ¡Respóndeme!!!
ATENEA¿qué es lo que quieres? ¿Qué no es que ya no quieres saber nada más de mí?
POSEIDON¿¿¿qué???? ¿De que hablas?
ATENEA¿¿¿ensima lo preguntas???? ¿¿¿¿Cómo puedes ser así???
POSEIDON¿cómo soy? Atenea, no entiendo nada, ¿de qué estas hablando?
ATENEA¡De tu correo! ¡De tu maldito correo, de eso estoy hablando! ¡Y no te hagas el estúpido, que sabes bien de lo que estoy hablando! ¿Cómo puedes ser tan... ???
POSEIDON¿¿¿¿Tan que??? ¿Qué correo???
ATENEA¡del correo que me mandaste! Me dijiste que no quieres saber más de mí, que nunca me quisiste como más que una amiga, que estabas enamorado de otra chica y que no te hablase más!!!!
POSEIDON¿¿¿¿¿QUÉ??????
ATENEA¡y tu fuiste el que me hablaste! Así que lo acepto, no te hablaré más, fue un gusto conocerte, y que tengas suerte con esa chica... ¡ADIOS!
POSEIDON¡¡¿QUÉ??!!! ¡Esperaaa!
Hermione se desconectó rápidamente del chat y de Internet, y apagó la computadora. No quería saber nada más, todo eso ya era historia... ¿entonces por que le dolía tanto? Se tiró en su cama, y metió su cara en la almohada, sin poder evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. Al escuchar su llanto, su madre entro a la habitación.
-¡Hermione, hija! ¿Qué sucede?
- Nada, mamá... –respondió Hermione, secándose las lágrimas.
-¿Cómo que nada? ¿Entonces por que estas llorando?
- Es que me siento sola... y eso duele...
- Hija... tranquila... ¿y que hay de Harry?
- Harry esta muy ocupado con sus cosas mamá...
- Hermione, lo que tu necesitas es un novio...
-¿Un novio? No lo creo...
-¿Por qué no?
- Nunca un chico gustó de mí... es que soy un desastre...
- Vamos, no digas eso... tú eres una chica muy bonita... y el chico que no puede ver eso, es porque es un tonto. No llores, Hermione, todavía eres joven y te queda mucho tiempo... no te preocupes, todo estará bien.
Ron estaba acostado en su cama, sumido en sus pensamientos. ¿Qué es lo que había ocurrido con Atenea esa noche? Todo había sido muy extraño y repentino... ¿De donde había sacado ella ese mail? Pero las palabras que le había dicho le sonaban extrañamente familiares, como si ya las hubiera escrito antes. Entonces se acordó. ¡El mail para Julianna! Pero ¿cómo había llegado a la casilla de correo de Atenea?
-¡¡¡¡PERCY!!!!!!!- Ron se puso de pie y corrió inmediatamente a la habitación de su hermano, abriéndola de un portazo.
-¡RON! ¿Qué te pasa?- Percy se levantó rápidamente de su cama. Parecía que había estado durmiendo.
-¿¡¡Y todavía lo preguntas!!!?? ¡TE MATARÉ!!! Primero, los pósters, ahora esto. Despídete, hermano.- Ron se abalanzó contra Percy, para entrar en lucha.
-¡¡¡¡ROOON!!! ¡BASTA!!- gritaba Percy.
-¡¡¡¡¡¡¿¿¿Qué pasa???!!! ¡¡¡¡¡RON!!! ¡¡¡¿¿¿TE VOLVISTE LOCO???!!!!!- Ginny entró a la habitación de Percy, espantada, tratando de calmar a Ron.
-¿Qué son estos gritos? ¡¡¡¡¡RON!!!!! ¡¡¡PERCY!!! ¿Qué están haciendo? ¡YA BASTA! ¡ARTHUR!- la señora Weasley también hizo su aparición en la habitación de Percy, horrorizada y tratando de separarlos.
El señor Weasley llegó corriendo y tomo a Ron por los brazos.
-¡¡¡¡¡SUÉLTAME, PAPÁ!!!!! ¡LO MATARÉ, LO JURO!!!- gritaba Ron, con el ojo morado.
-¡RONALD Y PERCY WEASLEY! ¿¡QUE ESTA PASANDO AQUÍ!? ¡¿ACASO SE VOLVIERON LOCOS!?- gritó la señora Weasley, indignada.
-¡Todo es culpa de Percy, mamá!- se defendió Ron.
-¡Mentira! ¡Yo estaba durmiendo y Ron entro como un loco y empezó a golpearme!- exclamó Percy.
-¡Ronald! ¡Explícate!
-¡Percy me hizo que me peleara con alguien, eso fue!
-¿Qué? ¡Yo no hice nada!
-¡Si que lo hiciste! Te pedí que mandaras un mail, y lo mandaste a una dirección que no era!!! ¡Y ahora, ella no me quiere ni ver!
-¡MIRA, RON! ¡Yo no tengo nada que ver con tus asuntos de amores! Tu me dijiste que mandase ese mail a esta dirección!- gritó Percy mostrándole a Ron el papel.
Ron tomo el papel, enfurecido, y vio la dirección de Julianna y en el otro lado, la de Hermione.
-¡Y yo no tengo la culpa tampoco de que no hallas madurado, Ron! ¡Ya tienes 24 años, y sigues molestando en ves de estar estudiando o trabajando! ¡Tu ya no deberías vivir aquí!
-¡Para el caso tu menos!
-¡Yo estoy aquí solo por unos días, pronto me iré a seguir con mi trabajo!
-¡Y no veo la hora de que eso suceda!
-¡YA BASTA! Tú, Ron ya te vas a tu habitación, y no más Internet- dijo el señor Weasley.
-¿QUÉ? ¡NO!
-¡YA ESCUCHASTE! La computadora la sacaré de tu habitación y la pondré en el cuarto de Ginny.- exclamó el señor Weasley.
-¡Pero no puedes, papá!
-¡No me digas lo que tengo que hacer! ¡Lo que hiciste no tiene nombre! ¡Y ahora a tu habitación, YA!
Ron entró a su habitación dominado por la bronca, realmente estaba enfurecido. Lo único que le faltaba era que el estúpido de su hermano le mandara las cosas equivocadas y perdiera la amistad de Atenea... o de Hermione... o de quien sea!...Ron sentía en su corazón todo tipo de sentimientos, desde bronca, hasta desesperación... necesitaba ver a Hermione cuanto antes, y decirle que es lo que estaba pasando.
Al día siguiente Hermione se levantó muy temprano, se cambió, y se fue a la Universidad. Ese día su vida tomaría un nuevo rumbo. Ya no sufriría más, y comenzaría una nueva etapa.
Al llegar a clase, miró para todos lados en busca de alguien.
- Justin!!- llamó Hermione, mientras corría hacía un muchacho rubio, de ojos celeste, que estaba charlando con un grupo de chicas.
- Hola Hermione, como te va?- El muchacho se había apartado para hablar con ella.
- Bien... tienes un minuto para charlar conmigo?- Hermione dudaba ante cada palabra que decía, pero estaba convencida de lo que estaba por hacer.
- Pero por supuesto bombón... tengo todo el tiempo para ti- Justin había rodeado a Hermione con su brazo, y la llevaba hacía el patio.- Siempre supe que algún día te fijarías en mi...
Ron, desde su casa, estuvo como 1 hora intentando usar el teléfono, y una vez que descubrió como hacerlo, estuvo otra hora más para marcar el número de Hermione.
-¿Hola? - Atendió la madre de Hermione desde el otro lado.
- HOLA!!!! HABLA RON WEASLEY, PUEDO HABLAR CON HERMIONE?- Ron hablaba a los alaridos, todavía sin aprender de aquella vez que había llamado a la casa de los Dursley, y tío Vernon se había enfurecido por los gritos que él daba.
- Ron?? Cómo estás? Habla la mamá de Hermione...
- AHH SEÑORA, COMO ESTA USTED?
- Muy bien, pero no es necesario que grites Ron, puedo oírte si hablas normalmente- le aconsejó ella, con el teléfono apartado del oído.
- Ahh, esta bien... – Ron bajó el tono de voz.- Me podría pasar con Hermione?
- No, ella no está ahora Ron... vuelve recién a la noche... pero le avisaré que la llamaste, esta bien?
- No, no le diga que la llame, yo volveré a llamar esta noche. Hasta luego, y gracias.
- Adiós Ron, y gusto escucharte.
Eran aproximadamente las 10 de la noche, y Ron marcaba desesperadamente números y números, ya sin pensarlo. En ese momento tocaron la puerta de su casa. Era Harry.
- Hola Ron, como estás?- saludo Harry, pero al ver la cara de Ron, agregó- veo que nada bien... te pasa algo?
- Le voy a confesar todo a Hermione, le voy a decir que sé que ella es Atenea, y que yo soy Poseidon, y que la quiero, y no puedo estar más sin ella...
Harry miraba a su amigo con los ojos como platos.
- Ron, amigo, siéntate, y hablemos, creo que estás algo alterado y es mejor que esperes que...
- NO ESPERARE NADA MÁS HARRY!!!!!! YA PERDI MUCHO CON ESPERAR!!!
Y volvió a marcar todos los números, hasta que esta vez lo consiguió, pero le dio ocupado.
- Basta ya, me voy a la casa de ella ahora mismo.
- Ron... espera!!!!
Pero Ron ya había salido por la puerta a toda prisa, sin saber a donde iba, ni a qué iba, pero dispuesto a aclarar todo de una vez por todas.
- Hola Harry, a donde salió mi hermano a esta hora?- dijo Ginny, entrando a la cocina
- Hola Ginny, mira, es una larga historia...
- Si quieres puedes quedarte a comer conmigo... – dijo Ginny, y se ruborizó un poco.
- Me encantaría, la verdad es que con mi padrino y con Remus, ya olvidé lo que es la juventud.
Ambos rieron y propusieron que comer esa noche, una noche en donde quizá un nuevo amor comenzaría a florecer.
Luego de usar polvos flu para llegar a Londres, y de pelear con el conductor del colectivo que le quería vender un "pasaje" de autobús, Ron llegó hasta la casa de Hermione. No sabía bien que le diría, pero tomó coraje, y presionó el timbre.
Cuando la puerta se abrió, hubo un momento en que casi se le corta la respiración al ver a Hermione por primera vez delante de él, sabiendo que era Atenea. La misma sorpresa se llevo ella, que no entendía nada de lo que sucedía.
- Ron... que haces aquí?
- Hermione, tenía que hablar urgente contigo, es algo muy importante que ya no aguanto más para decirte...
- Pero Ron... yo... no puedo ahora, estoy ocupada.
- no me digas que no Hermione, no puede seguir pasando el tiempo y que tú no sepas que yo... yo soy...
- HERMIONE!!!! QUIEN ES??? – se escuchó una voz desde dentro.
Ron comprendió de inmediato que esa voz no era ni del padre ni de la madre de Hermione, y ella no tenía hermanos... entonces quizás era un...
- Hermione, está helando aquí afuera
Un muchacho rubio, de ojos celestes, y de mas o menos su misma edad, había salido de la casa, y estaba parado frente a el, abrazando a Hermione, SU Hermione.
- Justin... ¿por qué no me esperas adentro?... yo entro en un momento...
- De acuerdo... pero no demores. A propósito, ¿tu quien eres?- exclamó mirando a Ron.
- Yo soy...
- ... es un amigo!!- interrumpió Hermione- entra, ya voy yo, por favor...
Luego que Justin entró a la casa, Ron subió al escalón donde estaba Hermione. Y por primera vez comprendió que estaba perdida y completamente enamorado de ella, y que a pesar de que el tiempo había pasado, y que ella había crecido, seguía teniendo en sus ojos ese brillo con una mezcla de dulzura y picardía, de los cuales él jamás se había olvidado.
- Ron- lo interrumpió ella- Bueno... él es...
- No me interesa quien es él... lo único que quiero es que sepas que en todo este tiempo no me he olvidado de ti... y que a pesar que te traté muy mal si alguna vez nos encontramos, es porque era el único escudo que podía inventar para no develar mis sentimientos... y que desde...
- Ron... Ron... espera. Ya pasó mucho tiempo... las cosas cambiaron, y yo, yo... conocí gente nueva...
- Justamente Hermione... yo, yo soy esa gente nueva, y tú eres mi gente nueva...
- No entiendo nada Ron...
- Yo soy Poseidon y tú... eres Atenea...
- QUEEEEE?????? PERO QUE ESTAS DICIENDO RON?????
- Te lo juro, me enteré cuando tú...
En ese momento la puerta se abrió nuevamente y salió otra vez Justin.
- Hermione, vamos ya mismo adentro, hace mucho frío y no quiero que sigas hablando con este... chico
Tomó a Hermione por la mano, y la llevó dentro. Ella no podía reaccionar todavía, estaba perpleja y no entendía nada.
- NOOOO, no te vallas!! Hermioneee!!! Soy yo, siempre lo fui, por favor, no me dejes... yo te amo!!!- gritaba Ron mientras veía como de los ojos de Hermione brotaban lágrimas, y mientras le cerraban la puerta en la cara.
Hermione estaba aturdida, no comprendía nada... pero lo único que resonaba en su cabeza era esas palabras, palabras que jamás creyó oír, "Ron es Poseidon".
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