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Capítulo XIV: "En el cine"

La tarde estaba soleada y fresca. Ron estaba sentado en la entrada de la Madriguera junto a Julianna.

-¿Ron? ¿Ronnie?- dijo ella, acariciando el cabello de Ron.

-¿Qué?- dijo Ron, algo harto por la presencia de la chica.

-¿Qué quieres que hagamos hoy?

- No lo sé...

- Yo opino que salgamos a algún lado... en pocos días me iré, Ronnie... tenemos que aprovechar este tiempo que nos queda juntos.

- Eh... escucha, Julianna, tengo que hablarte...

-¡Ya sé!- interrumpió Julianna.- Vallamos a la ciudad... ¿quieres ir a un cine muggle?

-¿A un que?

-¡Un cine! Es como ver la televisión, salvo que en una pantalla más grande. Es muy divertido, y la pasaremos genial, ¿qué dices?

- Me parece una buena idea, pero antes tengo que hablar contigo...

-¡Oh, genial, Ron!- exclamó Julianna, sin hacer caso a las palabras de Ron.- Tengo que ir a prepararme. – Enseguida salió corriendo y entro en la casa.

Ron dio un suspiro y también entro en la casa. Se sentó en la cocina y vio a Ginny bajar las escaleras.

-¡Ron!- dijo al verlo. -¿Cómo me veo?

-¡Ginny, te ves genial!- respondió Ron, mirando a su hermana. Ésta estaba usando un hermoso vestido negro hasta las rodillas y unos enormes aros de plata. Llevaba el pelo suelto y un poco de maquillaje.

-¿Enserio me lo dices?

-¡Claro! ¿Adónde vas?

- Pues... Harry me invitó a cenar... –dijo Ginny, ruborizándose.

-¿De verdad? ¡Genial, Ginny! ¿Ves? Te dije que te iba a invitar a salir.- dijo Ron, sonriendo.

-¡Ay, estoy tan nerviosa! Tengo miedo de hacer un papelón y que Harry no me invite más...

-¡Pero que dices! Si te ves fabulosa...

- Tienes razón... todo irá bien... ¿se supone que tengo que hacerlo esperar un poco, no?

- Creo que sí...

- Bien, esperaré arriba... – dijo Ginny, subiendo de a tres la escalera.

Tocaron la puerta y Harry entro.

-¡Harry, hola!- saludo Ron.

-¿Cómo estas Ron?

- No tan bien como tú... ¿cómo es eso que invitaste a salir a mi hermana?

- Ah... bueno... yo... –tartamudeó Harry, sonrojándose.- Espero que no te moleste...

-¡No, nada que ver! Me alegro mucho por ti... y también por Ginny.

- Que bueno... eh... Ron... ¿cómo van las cosas con Hermione?

- Para serte sincero, van muy mal... y encima no puedo sacármela a la pesada de Julianna, enserio, uno de estos días voy a terminar muerto.

- Oh, vamos, Ron, no exageres... ¿quieres que hable con Hermione?

-¡No! Creo que ya hiciste demasiado, Harry... mejor dejemos las cosas como están, ¿sí?

- Como quieras... ¿le faltará mucho a Ginny?

- No lo sé... ¡Ginny, Harry esta aquí!- gritó Ron.

-¡Ya bajo, dile a Harry que espere!- respondió Ginny.

- Ya escuchaste, Harry... y tiene para rato, así que siéntate.- dijo Ron.

Unos minutos después, Ginny bajo con una sonrisa nerviosa.

Harry se quedó como un estúpido mirándola.

- Eh... Harry, por si no lo notaste estas babeando... –comentó Ron, divertido.

Al escuchar esto, Harry se sonrojo.

- Te ves... herm--os-a... Gi-n--ny- balbuceó Harry, sonrojándose hasta las orejas.

- Gracias, Harry... ¿nos vamos?- respondió Ginny, algo nerviosa.

Harry sonrió y le ofreció su brazo, que Ginny lo tomó encantada.

-¡Diviértanse! – les gritó Ron, cuando habían salido de la Madriguera.

-¡Ronnie!- gritó Julianna bajando las escaleras corriendo.- ¡Ya es hora de irnos, vámonos!

-¿Tan temprano?

-¡Sí! ¿Cómo me veo? ¿Estoy bien?- dijo Julianna, que tenía puesto una pollera negra y una camisa roja.

- Te ves bien... vamos... – respondió Ron.

-¿Hermione?

-¿Sí, que pasa mamá?

Hermione estaba sentada en la mesa de la cocina, leyendo un libro. Su madre entró a la cocina y se sentó con ella.

- No sé si te acuerdas, pero tu padre y yo tenemos esa cena que organizaron los dentistas del hospital.- dijo.

- Si me acuerdo mamá...

- Bien, entonces te cuidas, nosotros ya nos vamos.

- No hay problema madre.

-¿No saldrás con Justin hoy?

- La verdad es que no tengo muchas ganas de salir... además no sé nada de Justin.

- Esta bien... nos vamos hija. Prepárate algo saludable para comer. Y cuídate mucho.

- Lo haré mamá... adiós.

Justo cuando sus padres se fueron, tocaron a la puerta. Hermione atendió, y era Justin.

-¿Justin? ¿Qué haces aquí?

- Vine a buscarte, ¿quieres ir al cine?

-¿Al cine? ¿Ahora?

-¡Sí, vamos!

- Pero...

-¡Nada de peros! Ahora mismo vas a cambiarte. Te esperaré aquí.

Hermione subió rápidamente a su habitación y se puso lo primero que encontró.

Enseguida bajo de vuelta.

-¡Te ves espléndida!- dijo Justin.- Ahora vámonos.

El lujoso auto descapotable de Justin estaba estacionado enfrente de la casa de Hermione.

Ambos subieron y se dirigieron al cine.

Al llegar, notaron que no había mucha gente haciendo la cola para entrar al cine, cosa que Hermione agradeció. Justin compró las entradas y entraron. Se ubicaron en unas butacas en el medio del lugar, lejos de las demás personas.

-¡Ron, apúrate!- gritó Julianna corriendo hacia el cine.

-¡Ya voy, ya voy!- respondió Ron, yendo detrás de ella.

Ambos entraron ya cuando la película había empezado.

-¡Wow! ¿Esto es un cine? ¡Es genial!- exclamó Ron en voz alta, cuando entraron. Muchos de los presentes le reprocharon que se callara.

-¡Si, esto es un cine, Ron! Y cállate, que la gente quiere escuchar.- le susurró Julianna.- Ven, nos sentemos aquí.

Hermione estaba demasiado aburrida. Primero, porque nunca le había gustado ir al cine, y menos ahora que estaba con Justin, además la película no estaba muy emocionante.

Escuchó unos susurros y vio que una pareja se sentaba delante de ellos, tapándole la vista hacia la pantalla.

Entonces reconoció ese cabello tan colorado. ¡Era Ron! Y encima estaba con esa aquella rumana rubia.

- Justin... –susurró Hermione, queriéndose ir de allí lo más rápido posible.

Ninguna respuesta. Hermione se volvió hacia Justin y lo vio inmerso en la película.

-¡Justin! ¿Me estas escuchando?- insistió Hermione

-¿Qué pasa?- dijo Justin.

-¿Por qué no nos vamos de aquí? Esta película es demasiado aburrida... –le mintió Hermione en voz baja.

- A mí me parece bastante interesante.- repuso Justin, volviéndose hacia Hermione.- Oye... ¿no es ese tu amigo pelirrojo?- agregó cuando vio a Ron sentado delante de ellos.

- Sí, es él... pero no hables tan fuerte- susurró Hermione.

- Entonces ya entiendo... te quieres ir porque esta él, ¿no?

- Pues sí... creo que sí.

- No nos vamos nada. Y tu te quedarás conmigo hasta que termine la película.- dijo cortante Justin, posando otra vez su mirada en la pantalla.

Hermione dio un suspiro y se cruzó de brazos.

- Oye, Julianna.- dijo Ron. Al escucharlos hablar, Hermione se quedo en silencio y presto atención en la conversación.

-¿Qué pasa Ron?- respondió Julianna.

-¿Cómo hacen esas personas para estar ahí dentro?- preguntó Ron, algo confuso señalando la pantalla.

- La verdad Ron, yo también me lo pregunto... aunque fui muchas veces a un cine muggle, pero nunca logré comprender como quedan ahí dentro... creo que antes los filman y eso queda guardado en un video. Y lo ponen en un aparato para que reproduzca la película en el cine, ¿entiendes?

-¿Así es como hacen para quedarse ahí?

- Creo que sí... y deja de hablar tan fuerte, Ron, que la gente quiere escuchar.

Ron se calló por unos minutos. La verdad que el cine muggle no era algo que le agradara tanto y había empezado a aburrirse. Ron se dio cuenta de que ese era el momento indicado para hablar con Julianna y aclarar las cosas. Desde que Julianna había llegado a Inglaterra, Ron había intentado hablar con ella, pero siempre se le terminaba escapando cuando quería hablar. Pero este era el momento.

- Eh... Julianna...

-¿Qué pasa ahora, Ronnie? – dijo Julianna, apoyando su cabeza en el hombro de Ron.

- Eh... me gustaría poder hablar contigo.

-¿Sobre que Ron? ¿Ahora? ¿No puede esperar?

- No, creo que no...

- Bueno... te escucho entonces...

- Eh... solo quiero que sepas una cosa...

-¿Qué?

- Bueno... cuando yo fui a Rumania y te conocí... eh... y nos pusimos de novios, ¿te acuerdas?

- Claro que me acuerdo Ronnie, fue el día más feliz de toda mi vida.

- Eh... y cuando cortamos yo te dije que estaba enamorado de otra chica...

- Sí, pero yo ya sé que eso es mentira, Ron.

- No creo que sea mentira, Julianna, es la verdad.- dijo Ron. Hermione se acercó un poco más para escuchar.

-¿Cómo?

- Sí... escucha, Julianna, tú eres una gran persona, pero solo te quiero como una amiga y nada más... nunca llegué a enamorarme de ti. Lo intenté pero no podía olvidar a la otra chica... lo siento... de verdad.

- Ron... no mientas... yo sé que tu-

- No te estoy mintiendo... es la verdad... lo lamento... –interrumpió Ron.

Julianna sacó su cabeza del hombro de Ron y se quedó en silencio unos minutos.

-¿Cómo puedes decir que lo lamentas? ¡Tu no sabes lo mal que me siento ahora Ron!- dijo Julianna de repente, con ojos brillantes.

- Julianna, baja la voz... –dijo Ron, avergonzado.

-¡No! ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Eres lo peor que me ha pasado Ron!- exclamó Julianna como una loca. Todos los presentes no se animaban a hablar, por miedo a que Julianna se pusiera más loca de lo que estaba.

Enseguida salió corriendo, con lágrimas en los ojos. Cuando ella se fue, todos posaron su mirada en Ron.

Hermione estaba pasmada. Se había quedado inmóvil, sin saber que hacer ni que decir, al igual que Ron.

Ron se sentía a morir, nunca lo habían humillado tanto. Además Julianna estaba muy mal, por su culpa, pero era la verdad e iba a ser peor que le mintiera.

Se quedó hasta el final de la película, aunque ni le presto atención a ella.

Al terminar, las luces se prendieron y la sala quedó iluminada. Justin se paró, desperezándose y bostezando.

- Buena película, ¿no Hermione?- dijo, poniéndose de pie.

-¿Eh?

- Nada, olvídalo... si ni estuviste prestando atención...

- Lo siento, Justin... se que no fue la cita que esperábamos...

- No hay problema, vámonos.

Hermione le dirigió una mirada a Ron, que seguía sentado en la butaca. Ron se paso la mano sobre el cabello y dio un suspiro.

-¿Hermione? ¿Nos vamos?

- Eh... sí, sí...

Ron se puso de pie y caminó desanimado hacia la salida.

En el camino chocó contra un hombre.

-¡Eh! Ten más cuidado...

- Lo siento, no lo vi... –dijo Ron, volviéndose hacia él. Para su mala suerte, había chocado con el engreído novio de Hermione. Y lo peor era de que Hermione estaba con él.

- Ah, eres tú... –dijo Justin, con desprecio.

- Sí...

- Que raro verte en la ciudad... ¿por qué no vuelves de donde saliste y nos dejas de molestar a mí y a Hermione?

- Justin... –dijo Hermione.

- No, déjalo, tiene razón... mejor me voy.- respondió Ron, alejándose de allí.

Cuando Ron se fue, Justin dijo:

-¿Qué haremos ahora, Hermione?

- Yo no haré nada contigo.- dijo Hermione enojada.

-¿Qué te sucede?

-¡Nadie te da derecho de que trates así a la gente, Justin!

- Pero, ese tipo nos estaba molestando.

-¡No te ha hecho nada!

-¡Pero a ti, sí!

- Mira Justin, te diré una cosa. No te metas en mi vida, mis problemas no te importan. –dijo cortante Hermione

- Pero... ¡Hermione! ¿Adónde vas?

-¡No te importa!- dijo Hermione, tomando un taxi y subiéndose en él.

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