¡¡¡Hola!!!! Mil disculpas por el capítulo anterior, os dejé a medias ^^ y encima he tardado un montón en actualizar.... ains... no tendría que haber empezado tres fanfics a la vez! La verdad es que la excursión va a durar un tiempo, me gustaría hacerlo más comprimido, pero soy incapaz, enseguida me voy por las ramas...
Muchas gracias a aquellos que desperdicias vuestro tiempo en leer esto
Disclaimer: Como siempre, los derechos son de J.K.Rowling, yo no gano dinero ni nada apropiándome por unas líneas de sus fantásticos y perfectos personajes.
¡¡Atención!!: esto es un SLASH, es decir, una relación chico- chico. A quién no le gusten este tipo de histoias y su contenido, que no lo lea. Nadie está obligado a hacerlo ( excepto mis mejores amigas ja ja ja!!!! ^^) Así que si eres homofóbico o no te gusta esta pareja... da media vuelta!!!
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capítulo 5. Confía en mi.
Rosmerta llegó con la segunda ronda.
-¿Os molestaría que me sentara un rato con vosotros? El bar no está muy lleno y hace mucho tiempo que no hablo con un par de chicos tan guapos- dijo alegremente, con una sonrisa divertida.
Remus se puso colorado ante tal comentario, odiaba su estúpida timidez. Le hubiera encantado tener una ínfima parte del encanto de su amigo. Sirius, al ver aquello rió con ganas . Su Remsie era así, cualquier comentario fuera de tono le azoraba de forma increíble.
- Sentimos mucho que por nuestra culpa se hayan ido tus clientes. Si nuestra presencia te incomoda no tenemos ningún problema en irnos. - dijo Remus seriamente.
- ¡En absoluto muchachos! Siempre seréis bien recibidos en "Las Tres Escobas". A quien no le guste que estéis aquí que se vaya a otro sitio. Nunca admitiré que un puñado de intolerantes hagan sentir mal al chico más bueno y al más bromista que he conocido nunca.
Remus agradeció sus palabras con una dulce sonrisa. Desde que se supo en Hogwarts que era un hombre lobo, la noticia se había extendido por todo el mundo mágico. Gracias, en parte, por la intervención de Rita Skeeter, que se encargaba de recordarlo a la mínima oportunidad que tenía. Ya hacía más de un año que sufría las miradas de desprecio y miedo por parte de los desconocidos, y aun no se había acostumbrado a ello. Habituado como estaba a pasar desapercibido, le resultaba muy incomodo que se le quedaran mirando o que le señalar con dedos acusadores. Ciertamente, los licántropos no eran muy bien vistos por la sociedad.
Pero Sirius no tenía ninguna culpa de los recelos ajenos. Era sólo una víctima más de la campaña de terror de Voldemort. Un ser totalmente inocente, no merecía que le miraran con el mismo resentimiento que a él.
- Gracias Rosmerta - sonrió Sirius. - Claro que puedes sentarte con nosotros. Tengo ganas de volver a hablar con todos mis amigos, de volver a recuperar los recuerdos de antaño...
- ¿ Recuerdos? Yo tengo infinidad de ellos donde vosotros no paráis de hacer travesuras. La verdad es que sufría cada vez que os veía entra por la puerta. Me revolucionabais todo el bar. Tú y Potter no parabais de hacer bromas a vuestros compañeros, ni de meteros con los Slytherins de las mesas más cercanas. Incluso alguna vez logré distinguir una maldición de piernas de gelatina por debajo de la mesa. Era muy extraño que los únicos que se emborracharan con cerveza de mantequilla hasta el extremo de no poder mantenerse en pie, fueran solo los de Slith. Sobretodo siento esta una bebida no alcohólica- dijo la mujer riendo y mirando con un gesto de falsa reprobación a Black.
Este entendió perfectamente la insinuación, pero no dijo nada. Sólo sonrió más anchamente y dejó proseguir a la narradora.
- Luego estabas tu Lupin...
- Llámame Remus por favor- dijo amablemente
- Esta bien - continuó la camarera – tú te dedicabas a intentar pararle los pies a ese par, aunque casi nunca lo conseguías y al final acababas por unirte a sus bromas. Y el pequeño Pettigrew... – paró un momento suavizando el tono de voz y tragando un poco de saliva – el pobre Peter siempre os seguía allí donde fuerais coreando vuestras hazañas y riendo vuestras ocurrencias.
Cuando alzó la vista se dio cuenta de que el comentario había incomodado a Black, pues ante la mención del nombre de su compañero y amigo, su rostro se había tensado y su mirada endurecido. A su lado Remus le miraba con expectación, temía que Sirius perdiera el control.
- Oh, lo siento mucho- se excusó la mujer tratando de arreglar el desagravio causado- que poco tacto que tengo... ¿ No te considerarás culpable por la muerte de Peter, verdad? El único responsable fue aquel-que-no-debe-ser-nombrado . Aunque también es cierto que para ti debió ser un golpe muy fuerte cuando te enteraste de tus inconscientes acciones. El imperius es tan poderoso...
Sirius permanecía con la mirada perdida en el infinito, como mirando sin ver. Su rostro había perdido todo asomo de risa, en aquellos momentos no mostraba ningún tipo de pensamiento, ninguna emoción.
- Si lo fue, Rosmerta, créeme. No tienes ni idea de cuánto "lloré" por la muerte de Peter...
El echo de tener que disimular su odio hacia la rata traidora hacía que se le revolvieran las tripas.
Al seguir en paradero desconocido, Dumbledore tubo que basar la defensa de Sirius en una manipulación producida por la mano del Lado Oscuro. Por eso, para todo el mundo mágico, Pettigrew seguía siendo un héroe. Más querido que el mismo Sirius, a quien muchos seguían dando la culpa de su muerte.
- Lo siento... – dijo de forma realmente afligida - no se si es buena idea para ti seguir recordando....
- No, así está bien, no me queda otra opción si quiero recuperar mi vida. Hecho tanto de menos las imágenes nítidas de mi juventud... daría lo que fuera por recuperarlas todas.
La camarera abrió mucho los ojos, con expresión sorprendida. Cuando habló fue con preocupación en la voz.
- ¿Tan horrible es ese lugar que no recuerdas ni a tus seres queridos?
- Oh no, no es tan drástico. Sí que recuerdo a las personas, sobretodo a las más importantes - dijo girando la cabeza de manera inconsciente hacia Remus, en un gesto casi imperceptible para el ser humano que, sin embargo, los sentidos del lobo si captaron, cosa que hizo enrojecer a Lupin. - Lo que suele escapar a mi pensamiento son los pequeños detalles, las situaciones cuotidianas que viví en Hogwarts y que tanto echo de menos. Nada que no se pueda remediar hablando un poco de los viejos tiempos y conviviendo con las personas que formaban parte del recuerdo, con mis viejos amigos...
El cerebro de la camarera empezó a maquinar y sacó conclusiones. Si decía que convivía con viejos amigos y el único buen amigo que le quedaba vivo era Lupin, eso quería decir que...
- Así que vosotros dos... ¿vivís juntos? - preguntó llena de curiosidad - Bueno, se que no es de mi incumbencia....
- Tranquila, no es algo que pretendamos ocultar - rió Sirius complacido por la pregunta - ¿ Verdad Remus?
- N..n..no - respondió con voz apenas audible y con el rostro un poco sonrojado - en absoluto.
La señorita Rosmerta vio que por fin, entraban en el tema que a ella le interesaba. No es que el resto de la vida y sufrimientos de aquel pobre muchacho le importaran un comino, sino que le interesaba especialmente una parte de aquella vida recién estrenada. Le habían pedido un pequeño favor que debía cumplir. Bueno, mejor dicho, que se moría por cumplir, las ganas de chafardear eran demasiado fuertes como para vencerlas.
Muchas de sus clientas y amigas estaban interesadas en aquel joven apuesto que le sonreía tristemente mientras recordaba viejos instantes. A la mayoría de ellas les importaba poco o nada el pasado de aquel hombre, solo les interesaba su dinero, y su físico, por supuesto. Lo que la sociedad pensara de él poco importaba. Un par de cenas de gala y un buen trabajo con su imagen harían maravillas. Era demasiado buen partido como para dejarlo escapar. Y lo mejor es que estaba libre y necesitado de cariño después de doce largos años encerrado entre cuatro paredes húmedas y cochambrosas. Era un auténtico diamante en bruto.
Aquellas mujeres sabían que Black solía frecuentar su establecimiento, y no habían dudado en hacerle saber de su interés. Ahora se disponía a recabar dicha información.
Mientras tanto el animago continuó hablando, ajeno a todas las maquinaciones de aquella mujer.
- Remus se ha mudado a vivir conmigo para ayudarme con Harry. La verdad es que al ser hijo único, y al no tener familia cercana con niños o adolescentes, nunca me acostumbré a tratar con ellos. Bueno, se que con Harry no tendría ningún tipo de problema, ya que es un encanto de chico - Rosmerta sonrió y asintió con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo con el orgulloso padrino - pero tengo un poco de miedo de no hacerlo bien, sólo quiero lo mejor para él. Merece cariño y atención, se merece lo mejor del mundo. Y bueno, a lo que íbamos... Remus está acostumbrado a tratar con adolescentes, ¿quien mejor que un profesor querido y admirado para ayudarme a educar a mi ahijado?
El hombre lobo estaba completamente avergonzado. Su cara había adquirido un color granate muy tierno. Lo estaba pasando realmente mal. No le gustaba que hablaran de él, ni que le alabaran de aquella forma, y menos delante de Rosmerta, que era una cotilla empedernida. Además, algo dentro de Remus (¿ su parte femenina quizás?) le decía que la propietaria del bar tiraba hacía otro tema que tenía muy poco que ver con la "felicidad" de Harry. Sirius, claro, no se daba cuenta. Por muchas chicas que hubiera seducido en Hogwarts siempre había sido un inocente en referencia a todo lo relacionado con la psique femenina. En cambio él, captaba enseguida los juegos y sutilezas bien escondidas tras las buenas intenciones de las mujeres en general. Era algo innato en el , que muchas veces le había librado de situaciones comprometidas con Lily, como las que continuamente sufrían Sirius, Peter e incluso James. Ahhhh... la féminas, tan terribles y delicadas a la vez. Se tenía que ir con mucho cuidado al tratar con ellas, sobretodo aquella que tenía delante.
La mujer analizó concienzudamente la información recién obtenida. Bien, si había dicho que necesitaba a su amigo para criar a Harry, eso quería decir que no había ninguna mujer dentro de las paredes de su gran mansión. Pero eso no quería decir que el chico no tuviera contactos fuera... Lo primero y más importante de todo, era cerciorarse de que no tenía novia ni nada que se le pareciera. Era el momento del ataque.
- Ya veo... y ...¿ Harry no echará de menos el cariño.... materno? Porque, lo que es figura paterna, no se podrá quejar... pero los niños necesitan madres que les quieran y comprendan, que les cuiden y mimen con cariño...
Ahí estaba la única prueba que necesitaba para confirmar sus sospechas. Estaba clarísimo lo que aquella arpía intentaba. Si, arpía, no había otra forma de denominación para aquel ser aprovechado e infame. Remus sentía la furia crecer dentro suyo. Mal presagio. Sabía perfectamente que tenía que evitar sentirse especialmente "estimulado" durante aquellas fechas, o los resultados podrían ser sumamente contraproducentes. Pero no podía evitarlo. El lobo se estaba enfureciendo, estaban tratando de arrebatarle algo que el animal consideraba de su propiedad. Aquel intento de mujer estaba intentado sacar información sobre la vida amorosa de Sirius, SU Sirius, y lo hacía de la forma más rastrera posible: poniendo a Harry en medio, como excusa. Remus trató de tranquilizarse.
Quieto, amigo , quieto – se dijo a sí mismo tratando de apaciguar al lobo – Rosmerta no es una amenaza, solo un poco curiosa...
Si, curiosa – respondió otra voz que surgía desde más adentro – y estúpida, ignorante, imbécil....
Mientras el ex profesor luchaba consigo mismo en un intento de evitar que el lobo saltara encima de la inconsciente mujer y le desgarrara la garganta, las susodicha y Sirius seguían hablando tranquilamente, ajenos a la lucha interna del licántropo.
- ¿¿¿Cariño...materno??? – preguntó el animago un tanto sorprendido – Dudo mucho que Harry llegue a necesitarlo. La verdad es que ya es bastante mayor... Además, ¿ Quien necesita una madre, teniendo como segundo padre al ser más dulce, cariñoso, amable, perfecto y responsable del mundo?
- Sirius por favor... eres un exagerado- musitó Remus enormemente avergonzado. ¿Porqué tenía que hacerle pasar vergüenza? ¿Acaso no se daba cuenta de que no era tan extrovertido como él? El hombre lobo le miró levemente molesto, Sirius le devolvió la mirada, con gesto inocente y bonachón.
¿Dulce? ¿Cariñoso? ¿Perfecto? Las palabras de Black se repetían en la mente de la camarera. Había notado algo extraño en aquellas afirmaciones. No era un simple comentario complementando la frase. No. Tampoco era un cumplido superfluo. Era una declaración. Había cariño en aquellas palabras, el corazón del animago apreciaba esas cualidades en su amigo. Amigo.... interesante termino para referirse a una persona a la que se observa con ese temblor apenas oculto, con expectación casi reverencial. Como si fuera a partirse en dos de un momento a otro y que el menor despiste por parte suya , fuera a impedirle recoger los bellos pedazos . No, no era la palabra adecuada. Los amigos no se miraban así. Los amigos no se compenetraban de aquella forma tan perfecta, ni se entendían en silencio, como ellos dos hacían en aquellos momentos.
Remus reprochaba con la mirada al animago. Sirius se disculpaba con una sonrisa en el rostro. Tan naturales, tan simples... como si las palabras fueran algo efímero que se llevara el susurro del viento, y lo único que tuviera significado fueran esos gestos, entendidos en un instante, guardados por la eternidad. La camarera sonrió para si misma. Ahora lo comprendía todo, que ciega había estado. Aquellas mujeres se iban a llevar un buen disgusto. Black ya tenía dueño, aun cuando su amo lo ignorase. Era bastante evidente que aquella no era un relación confesa. Si lo fuera, las manos del licántropo no estarían recorriendo nerviosamente el borde de la jarra de cerveza, ni las del dueño de los irises azules, martilleando con los dedos encima de la mesa, sino entrelazadas, transmitiéndose el calor que profesaban ambas miradas. Un espectáculo conmovedor.
Estas perdiendo facultades querida Rosmerta – se reprendió a si misma mentalmente – en Hogwarts siempre te dabas cuenta de estas cosas a la primera, no en vano te ganaste la reputación de la que ahora "disfrutas". Bueno... mis indagaciones han llegado a su fin. No necesito que Sirius me diga de sus propios labios que no esta saliendo con nadie pero que su corazón está ocupado, son palabras vanas ante la evidencia. Ahora lo más prudente es una astuta retirada.
- Seguro que Harry estará muy bien cuidado entre vosotros dos. ¿Quienes mejor que los dos mejores amigos de James para hacerlo?
Remus notó un cambio de actitud en la mujer. Ya no estaba expectante, atenta a cada detalle. Ahora permanecía relajada y tranquila, quizás empezando a disfrutar de la compañía que tenía desde el principio de la charla. Simplemente, ese comentario le había sonado... sincero. ¿Se había equivocado al juzgarla? Podría ser, pero era extraño, su instinto raramente se equivocaba, y menos en esos menesteres.
- Es exactamente lo mismo que opino yo, ¿verdad Remus? Ambos queremos con locura al muchacho, nos recuerda tanto al pobre James...
- Si, se parece mucho, pero tiene los ojos de aquella chiquilla pelirroja.
Aquellos comentarios sumieron al trío en un incomodo silencio. Rosmerta decidió romper la tensión cambiando totalmente de tema de conversación . La verdad es que ya se había distraído bastante, y notaba algunos clientes incómodos por la falta de servicio. Su momento de relajación había terminado.
- Y bueno... ¿ que os trae por aquí? ¿ Algún asunto que tratar en Hogwarts?
- No, solo venimos en calidad de turistas, como el resto de los veraneantes. Hace tiempo que Sirius no viene y tenía ganas de saber lo cambiado que estaba todo.
- Me alegro mucho muchachos pero... – dijo recordando algo de repente- no pensareis alojaros aquí verdad? Estamos en temporada alta, creo que solo conseguiríais una habitación en la casa de los gritos, ja ja ja!
- La casa de los gritos? – preguntó Sirius intrigado – ¿Aun siguen en pie? L última vez que la vi parecía apunto de desmoronarse..
- Pues ahora esta en perfecto estado, la verdad es que siempre lo ha estado, solo era que su aspecto era un tanto lúgubre. Está casi igual que como la dejamos en el último curso en Hogwarts, solo que ya no se escuchan los alaridos. – comentó Remus cabizbajo.
- Es verdad – reconoció Rosmerta sin percatarse del estado anímico de Lupin – ya hace mucho tiempo que no se oye nada. Aun así los lugareños no se atreven a entrar en ella. Ni siquiera los magos extranjeros. Tiene fama mundial. La colina en la que está situada es una zona poco concurrida. Creo recordar... que fue poco tiempo después de que os graduarais, que la casa se quedó en silencio. Aunque después, de tanto en cuando, se volvían a escuchar los gritos. Por eso nadie se atreve a acercarse ni después de quince años.
Claro – pensó Remus – los dos primeros años después de salir de Hogwarts aun iba allí a transformarme. Aquel lugar me daba seguridad... ahora ya no lo necesito. Tengo a Sirius y a la poción matalobos... que más puedo pedir?
- Quiero visitarla- dijo de pronto el animago
- Como? – preguntó la señorita Rosmerta.
- Lo que oyes. Quiero visitar el casalote antiguo.
- Tú nunca escuchas Sirius... Sigues igual que siempre... – dijo la camarera con una sonrisa. – Te pasabas el día metiéndote en líos.
- No te preocupes.. no pienso entrar. Solo es para "recordar viejos tiempos"
- Esta bien, espero que os guste el pueblo. Yo os dejo, o si no esos duendes d la mesa tres me van a sacar los ojos... Si necesitáis algo no tenéis más que decírmelo, ya sabéis donde estoy.
- Muchas gracias Rosmerta- dijeron al unísono
Que monos – pensó la mujer mientras se dirigía hacia la barra, contenta de haber hablado un rato con ellos. Al principio se había decepcionado un poco, sus amigas le iban a matar, pero luego se alegró: no todos los días se ven a hombres tan apuestos en pack.
Mientras tanto en la mesa, Sirius se preocupaba por la salud de su lobito.
- ¿Te encuentras mejor Moony?
- Si, ya se me ha pasado. De veras, lo siento mucho. No se como pude llegar a descontrolarme tanto. No me suele ocurrir.. podría haber hecho daño a alguien. Podría haberte hecho daño ti...- dijo con la voz ahogada. Los remordimientos anegaban el alma del hombre lobo.
- No es culpa tuya, no debí obligarte a subir en aquella moto. Pero... porqué no me lo dijiste? – preguntó el animago con dolor en la voz.
- Decirte el que?
- Que no te quedaban más de cinco días para tu transformación.
- Ah, eso... simplemente no quería preocuparte.
Sirius le miró con seriedad, fijamente a los increíbles ojos color miel.
- Escúchame bien Remus – dijo agarrandole por los hombros, cosa que provocó nerviosismo en el lupino – Si me preocupas. Me preocupa todo aquello que hagas, que sientas o que sufras. Te quiero ayudar ¿entiendes? Pero no me pones las cosas fáciles... Quiero que confíes en mi y me cuentes todo lo que te pase. Tus miedos, tus pesadillas, tus problemas.
- Pero... – intentó objetar vanamente, pues el animago le cortó.
- Remus. A parte de Harry, eres la única familia que tengo, y no quiero perderos. A ninguno de los dos. Si os pasara algo...me volvería a quedar solo. Y ya lo he estado durante demasiado tiempo.
Remus sonrió profundamente agradecido. Lágrimas rebeldes amenazaban en asomarse por sus ojos. Su familia, su amigo... Sirius le quería, a su modo claro. No podía pedir más, aunque el ansiara recibirlo todo. Un extraño calor empezó a invadir su pecho... ¿ Era eso felicidad? Una felicidad incompleta, pero al fin y al cabo, agradable, reconfortante.
- Gracias Sirius. Eres el mejor amigo que se pueda tener.
Cuanto anhelaría ser más que eso.- pensó el joven de irises azules, ajeno a los sentimientos de Remus – pero tener tu confianza es más de lo que puedo pedir.
- Nos cuidamos mutuamente no?- preguntó Sirius recordando las frase que el hombre lobo dijo el día anterior en el jardín..
- Exacto. – sonrió Remus.
- Bueno.... que tal si vamos a dar una vuelta por ahí? A este paso vamos a dejar a la pobre Rosmerta sin clientela!
- Suena interesante... hace tiempo que no visito Hogsmeade.
Pagaron la cuenta y despidiéndose de la camarera salieron de " Las Tres Escobas". Pasearon largo rato, charlando animadamente sobre temas sin importancia, riendo y recordando viejos tiempos. De pronto, Sirius se paró delante de una tienda de ropa. Después se miró a si mismo y acto seguido a Remus.
- Entremos.
- ¿Aquí? ¿ Para qué? ¿ Quieres comprarle ropa a Harry? No se... quizás deberías traerle a él. Ya sabes como son los chicos...
- No, no quiero comprar ropa a Harry... – negó con sonrisa peligrosa
- ¿Entonces?
- Quiero comprarte ropa a ti.
- ¡¡¡¿¿¿ A mí ???!!! – gritó escandalizado Remus.
Algunos transeúntes, ya de por si recelosos debido a la presencia de Sirius Black y del licántropo, cambiaron de acera. Pero Remus no se dio cuenta. Estaba demasiado alterado como para hacerlo.
- Se puede saber qué tienen de malo mis túnicas?
- Bueno...- dijo Sirius dando vueltas alrededor de Remus, inspeccionando todo su atuendo - digamos que los parches de los codos y del lado izquierdo no tienen muy buena pinta. Y... los bajos deshilachados y las mangas cortas no hacen muy buen efecto. A parte, la mancha que...
- Bueno... – dijo Remus abochornado – Reconozco que no es el último grito en moda, pero no creo que sea necesario...
- A parte – le cortó Sirius sin hacerle el menor caso – se que te gusta el negro (N. de le A.: haber quien pilla la indirecta ^^) pero el color beige y el caqui te quedan perfectos a los ojos...
- Esta bien Padfoot!! Me esta dejando en evidencia.
- Pues entonces entra conmigo a comprarte ropa – suplicó Black con cara de perrito degollado.
Remus buscó desesperadamente una excusa para librarse de aquel suplicio No tenía dinero para comprar ropa nueva, y no le gustaba que Sirius le mantuviera. Además, no podía aguantar mucho tiempo la carita que le estaba poniendo Sirius, era débil ante las chiquilladas de su querido amigo. Si seguía si durante mucho rato cedería a sus peticiones.
- Estás seguro de que seremos bien recibidos? – acabó por peguntar
- Estás de broma? Donde crees que me gastaba todo el dinero que mi madre me mandaba cada fin de semana
- En Zonco – dijo Remus como si fuera la cosa más obvia del mundo- Siempre ibas con los bolsillos llenos de bromas diversas...
- Bueno, vale, Zonco era uno de mis objetivos principales. Pero el otro era esta tienda. Coton's men... ah... me pasaba horas probándome ropa aquí. Era uno de sus clientes más preciados. Las dependientas se peleaban por atenderme. Tienen todas las marcas que me gustan: Armani, Versache... lo más selecto de la ropa masculina. Aquí no se preocupan por tu estatus social, solo... por tu dinero. Seguro que aun se acuerdan de mi. Las dependientas de aquel entonces me tenían como oro en paño, las de ahora también me tratarán bien, soy casi un mito. ¡Jajajajaja!
- Ya, pero es que yo....
- ¿Tu?- preguntó Sirius insistente
- Esto... durante la última luna llena no pude evitar romper un par de ventanas de casa ( se ve que el Wolf bane no me acabó de hacer efecto) y digamos que mi sueldo de profesor no es ninguna maravilla – susurró Moony rojo como un tomate – La verdad es que no me lo puedo permitir, y menos de esta tienda...
Si no hubiera estado tan perplejo se habría pateado a si mismo por su poca intuición. Tendría que saber ya que a Remus le resultaba violento hablar de temas económicos. Provenía de una familia pobre y siempre iban apurados, casi no les llegaba el dinero para comprar los útiles escolares de su hijo. Cuando iba a Hogwarts, apenas tenía dinero para comprarse los libros de literatura muggle que le gustaban y que eran imposibles de encontrar en la biblioteca, y lo poco que le quedaba, se lo gastaba en chocolate, aunque nunca llegaba a comprase toda la cantidad que él quería. Sirius se encargaba de reponer sus provisiones de chocolate cuando el no le veía. A veces, cuando el joven hombre lobo abría su baúl y se encontraba una barrita extra de chocolate, se extrañaba de que estuviera allí, y les comentaba que creía que ya se la había comido. Aun así, nunca se preocupaba demasiado, y se la comía en un santiamén. Sirius disfrutaba tanto viéndole comer que le hubiera regalado una fábrica de bombones y chocolates para él solito.
Pera ahora la situación era distinta. En aquellos momentos Sirius estaba en completa disposición de una enorme fortuna. Por eso no podía entender que el hombre lobo se negara a comprarse ropa nueva. Aquello no podía estar pasando.¿ Remus preocupado por el dinero? ¿ Su Remus llevaba aquella túnica desgastada y remendada porque no tenía dinero para comprarse otra? Eso si que no lo iba a permitir. Le cogió de la mano y lo arrastró hasta los probadores. Allí le empujó dentro de uno.
- Escúchame bien porque no lo pienso repetir. Tengo más dinero del que se podría despilfarrar en dos vidas, y no tengo tanto tiempo para gastarlo. Así que te vas a comprar todo aquello que te de la gana y sin rechistar.
- ¡Pero ese dinero es tuyo! Yo no tengo ningún derecho sobre él.
- Ese dinero se lo mece cualquier persona menos yo, que no he hecho nada para merecerlo. Simplemente tuve suerte de nacer en una familia rica. Además, te pasas el día cocinando y haciendo cosas en casa, tareas que yo casi no hago. Así que te mereces esto y más. Espérate aquí quietecito, te voy a traer un par de prendas.
Remus J. Lupin se quedó plantado en medio del probador, sin poder decir nada, y viendo como las solícitas dependientas se acercaban a Sirius y le atendían casi de una forma reverencial. Remus se sentó en el taburete, resignado.
Cuando a Padfoot le da por gastar dinero no hay quién le pare – pensó con una sonrisa en los labios, recordando las interminables tardes en Zonco comprando cantidades desproporcionadas de artículos de broma – Aunque quizás no sea tan mala idea cambia mi vestuario- se dijo para si mismo mirándose en el espejo y dando una vuelta sobre si mismo – parezco salido de Azkaban.
Sirius no tardó mucho en llegar. Como le había dicho, le traía ropa, solo que el "par de prendas" se habían convertido en una pila que no le dejaba ver por donde iba.
- ¿Todo esto?- exclamó Remus asombrado
- ¡No! Esto otro también – dijo señalando a otras dos señoritas que iban tan cargadas como él.
- ¡Estas loco Sirius! No hay tantos días en el año como para llevar toda esa ropa!
La chicas, que ya habían dejado la ropa en múltiples percheros se miraban entre si, divertidas
- ¿Le traemos lo suyo señor Black? – preguntó una de ellas con mucha educación.
- Claro que si – respondió el aludido con una bella sonrisa – Aquí os espero chicas.
Las dos muchachas se fueron sonriendo como bobas, al tiempo que murmuraban muy bajito. Ante aquella escena, Remus no pudo más que sonreír y dejar de banda sus quejas. Su Padfoot era seductor hasta cuando no se lo proponía.
Continuará....
*********************************************************************************************
Reviews:
Dadaiiro: Madre mía!!!! Que review más largo!! O.O Me ha hecho mucha ilusión!!!! Jajajaaaj!! Si te he de ser sincera... no tengo ni idea a que altura vuelan los aviones ^^U me lo inventé y lo hice muy mal. Jajajajaj!!!! Ains... no soy una buena escritora, las buenas escritoras se documentan antes de poner barbaridades como esas. Y si, debe ser imposible respirar, que cabecita la mía al no haberlo pensado....
Más o menos me imaginaba que iria de algo de la vista. Es que aquí en España, hay oftalmólogos, que és una especialidad dentro de medicina^^. Y son 5 añitos más 4 de especializació. Lo que me espera.....( eske quiero ser médico^^)
Pues creo que aun no he recivido ningún review de ningún chico. Y no es solo porque sean fanfics.. sino porke son Slash. Los chicos que yo conozco salen corriendo si les hablas de homosexualidad. Trogloditas.... ¬¬
Sip. Tal como me inventé su inocencia pública, lo relacioné a que mató los muggles y a la rata traidora con un imperius, si no no sabía como hacerlo... y como la rata sigue libre... maldita rata!!!! Odio a la rata!!!! Lo siento por haber tardado tanto... ya lo pongo al principio. Me embarqué en dos fanfics más, y encima con el inicio del instituto... ains, soy un caso. Espero que te guste este capítulo, por favor, si ves algun fallo más, dímelo, me ayuda mucho. Al igual que cualquier cosa relacionada con la escritura. Gracias por tu review!!!!
Lantra: Hola!!! Si, ya se que és clásico. A veces pienso qe las escritoras de fanfics hemos creado un mundo paralelo. Por ejemplo... ¿ Kien dijo que los ojos de remus son dorados? Rowling no que yo sepa... pues con la altura pasa igual! Ah.. es ke una ya no sabe a que recurrir!!! Espero que te haya gustado el capítulo. Por cierto.. vas muy atareada?? Hace siglos que no actualizas nada!!! Me estoy empezando a deprimir... necesito saber como continua " Angel guardian"!!! Tranquila, no pasa nada po que el review sea corto.. me vale con que disfrutes de la historia^^. Espero verte pronto por aquí. Gracias por el review!!
Mina-Moon: Espero que no te hayas hechado por la ventana XD. He tardado bastante en actualizar.... lo siento!!! Demasiados fanfics, demasiados deberes, demasiadas amigas y muy poco tiempo. Yo también les adoro en todas sus formas y tamaños, al igual ke me adoro a mi misma, más como personaje que como todo lo otro. Trankila, yo también soy basante efusiva, asi que no imagino nada raro ^.~. Ya puedes ir pensando mal... porque no creo ke pase nada muy slash hasta de aquí a unos capítulos. De momento sentimientos pastelosos y más sentimientos hiperpastelosos. Ya te has leido el capi. Que tal ha quedado? Yo también envidio a Rosmerta ( aunke en este capi la pongo a caldo jajaaj) y envidio más a Moony, pegadito a mi dios... Ahhhh ( babeando encima del teclado...). Bueno, ya veremos si puedo actualizar en menos de un mes! Bechitossssss!!!!
Minore W. Moon: Uooo!! Quina ilusió em va fer saber que hi ha més catalans per aquí!!! Be, això ja t¡ho vaig dir quan ens vam trobar pel mesenger, que per cert, no t'he tornat a trobar...Aquell dia vem parlar molt poc...hablamos muy poco.... A veure si ens tornem a trobar!! Ja saps que a mí també m'agraden molt aquell parell. Estan per menjarsel's, els dos juntets, tan macos...ah.. quí en tingués un així!! Que t'haig d'explikar ^^. Sento haber-vos fet esperar tant... vaig molt liada!!! Liadíssima!!!! Però es que amb l'altre fanfics i amb tan poc temps....no es pot fer res! Espero que t'hagi agradat aquest capi, m' he anat tant per les rames que no he pogut fer ni ke acabesin de comprar! T'haurás d'esperar al proper capítul!. Juas juas juas!!! Que dolenta soc! Per cert.. si algú que no sigui catalá llegeix aquest review, flipará una mica XD! Ale un petonet^^
Lily E Black: Hola guapetona!!!!!! No sabes la ilusión ke me hizo saber que te leiste mi fanfic, Bueno, la verdad es ke no se ke decirte aki... ya nos hemos enviado montones de emails desde este fantastico review! Si es ke más ke nada, es lo tiernos que se ven ambos... Sips... los sueños son chungos.. no esperaba que me basara en algo del kinto libro... me hace ilusión i todo!! Pero ya sabes.. odio los sploiers!! Así que en noviembre me lo cuentas jajajjaj!! Menos mal ke te los leiste hace poko... pk he tardado bastante en actualizar. Es que ya sabes.. voy un poko atareada... Bueno, espero ke también te haya gustado este capítulo, yo lo veo un poco soso.... y como siempre, me ando por las ramas... Ya sabes: bienvenida al fantástico mundo del Slash^^. Espero que disfrutes de la lectura! Por cierto... como va "The Queen"!? Nos vemos pronto!!!!
Bueno... esto es todo. Espero que os haya gustado. Mil gracias a los que habeis dedicado cinco minutos de vuestro tiempo a leer esta "cosa" jaajjajaj! Escribo para vosotros! Se agradecen todo tipo de comentarios, tanto buenos como críticas. Si teneis algo ke decirme.... un review!! Os lo agradeceré mucho^^
Espero poder actualizar más pronto... el instituto es el peor veneno para la imaginación!!!!!
Sed felices, leed y disfrutad!
