Este fic NO es mío. Este fic es de KayJuli. La podéis encontrar en FF.net.
La traducción viene a ser lo más fiel posible. Siempre que podáis leed el fic original.
~ * ~ * ~ * ~ * ~ El Poder De Dos Corazones ~ * ~ * ~ * ~ * ~
CAPÍTULO 2
"¿Está llorando de nuevo, señorita?" Tomoyo entró en el cuarto llevando una taza de té.
"¡La extraño tanto!" Sollozaba Sakura. "¡No puedo creer que se haya ido! ¡No puedo creerlo!"
"Señorita, ya verá que en el futuro el dolor se marchará y todo saldrá simplemente bien."
"¡No, no será así! ¡Nada será lo mismo de nuevo!"
"Entiendo cómo está sintiéndose. Perdí a mi padre cuando tenía seis años. Si lo permitiera, el dolor cesaría. Nunca la olvidará, pero no puede estar siempre triste."
"¡No quiero seguir viviendo!" Enterró su rostro entre las almohadas.
"A su abuela no le gustaría eso. Debe seguir adelante."
"¡Sakura!" Touya golpeó la puerta.
"¡Márchate!"
Pero él pretendió no oír. Abrió la puerta y caminó dentro.
"Oh, venga, Kaijuu... ¿Todavía llorando?"
"¡Cállate! A ti no te importa, pero nuestra abuela era muy importante para mí."
"Bien, bien." Él decidió no luchar con ella. "Sin embargo, hay un amigo mío que le gustaría conocerte. Lava tu cara y ven."
"Yo no quiero conocerlo"
"Para. Tú lo conocerás, y ahora mismo. Si en tres minutos no entras allí, Sakura..." Y él dejó la advertencia en el aire.
Touya salió y Sakura se quitó las lágrimas, reemplazando su tristeza con el enojo que estaba sintiendo en el momento.
"¡Mi hermano nunca se rendirá! ¡No quiero oír hablar sobre sus amigos sedientos de sangre!"
"Sí, pero es mejor que vea a esa persona por lo menos. No sabemos lo que podría hacerle a usted." Y Sakura supo que eso era verdad. Su hermano había cambiado mucho durante los años. De un muchacho bueno y afectuoso, a un soldado con corazón de piedra del Ejército Imperial Rojo. Él fue el que le había dicho a Fujitaka que hiciera un pacto con los Verborgen. Fujitaka no quería, pero había sido incapaz de resistir en su terreno. Tuvo miedo por la vida de su hija pequeña y la suya propia. Así que cedió.
Sakura decidió obedecer de momento.
# * # * # * #
Pueblo de Orion
El joven caminó por el largo corredor sin mirar las pinturas en las paredes. Las conocía muy bien. Abrió la puerta y fue saludado por los cuatro ancianos.
"¿Pidieron mi presencia, ancianos?" Preguntó después de arquear respetuosamente.
"Sí, nuestro joven," Contestó Xiao Ping.
"Es tiempo de que detengamos el sufrimiento," Kai-Foon le informó.
"Pero, ancianos, ¿que pasa con la profecía?" Preguntó el joven.
"¿Eres consciente de lo que está pasando?" Yong Yi tomó sus gafas para mirar fijamente al hombre.
"Están capturando a todos los miembros de la Resistencia, uno por uno," contestó.
"Sentimos que debemos empezar esto, antes de que los héroes aparezcan. Quizá esto es lo que deba de pasar para que ellos surjan. No podemos esperar más."
"Pero la llave de Clow todavía está con Naomi Mazaki."
"No. Se la dio a su nieta. No sabemos cuánto más pueda seguir esto. Quizá años. Tuvimos noticias de May Yu de que la nieta de Mazaki no es muy fuerte."
"¿Pero Kinomoto Touya no es el nieto de Mazaki?" preguntó el joven guerrero.
"Lo es, pero la llave fue dada a su hermana que ni siquiera sabe que tiene magia en sí misma. May Yu dice que no siente mucha magia en ella. Así que no es la escogida, pero probablemente uno de sus niños lo será. El momento se está acercando. Ella prometió que continuaría con la tradición, ahora Naomi Mazaki ha muerto."
Lai Cheng entró en la conversación.
"Pero nosotros no podemos esperar. Te enviaremos a la Ciudad de Glanz . Tienes que encontrar nuestro grupo de Resistencia allí y llevarlos al ataque. La Resistencia es un grupo fuerte. Si controlamos la Ciudad de Glanz, podremos luchar contra los otros."
El joven cabeceó de acuerdo.
"¿Entiendes que puedes morir durante esto?" Yong Yi dijo serio.
"Sí, pero prefiero morir luchando que no haberlo intentado nunca"
"Eso es lo que queríamos oír. Ahora ve. Pasa algún tiempo con tu madre y hermana antes de que te enviemos a la Ciudad de Glanz."
"Gracias, ancianos." Se arqueó Li Syaoran antes de dejar el cuarto.
# * # * # * #
"No pudiste ser más-"
"¿Qué, Touya? ¿Dulce? ¡Olvídalo! No quiero nada con ninguno de tus amigos."
"Sólo te casarás con uno de ellos."
"Entonces, supongo, que simplemente no me casaré."
"¿Oyes eso, padre?" Touya estaba yendo de un lado a otro. "Para tu información, Sakura, ellos son los mejores hombres en la región, los más respetables, y pueden darte todo lo que quieras."
"No podría importarme menos..." Contestó con indiferencia.
Touya estaba a punto de agarrarla enojadamente, pero Fujitaka lo detuvo.
"Escucha, mi hija." Dijo a Sakura, pacientemente. "Sólo hacemos esto porque nos preocupamos por ti. Yo no viviré para siempre y Touya es tu hermano, ¿pero quién sabe lo que puede pasar en el futuro? Nosotros queremos que te cases con alguien que cuidará bien de ti y te dará todo."
"Pero padre, quiero escoger yo. Conozco a los amigos de Touya y todos ellos son muy parecidos. No me gustan"
"¿Qué estás diciendo?" Touya estaba ahora aun más enfadado. "¿Qué quieres casarte con uno de esos perdedores que trabajan para nosotros?"
"Ellos no son perdedores. ¡Tú lo eres, por negar nuestro pasado!" Touya ya no podía aguantarlo. La dio una bofetada. No la pegó fuerte, pero eso la hirió mucho. Hiriéndola hasta la médula.
"Ya tienes diecisiete, Sakura. Deberías de tener más sentido en esa cabeza hueca. Te casarás con uno de mis amigos, y pronto, y no quiero oír ningún comentario de nuevo. ¿Lo has entendido?" Siseó.
"Papá..." Ella murmuró mirándolo y tocándose su mejilla con sus borrosos ojos esmeralda en lágrimas. Su padre estuvo inflexible y apartó sus ojos.
"Ve a tu habitación, Sakura y piensa sobre lo que has hecho," Murmuró
Dos lágrimas rodaron por su cara y corrió a su cuarto. Fujitaka suspiró pesadamente sin escuchar las quejas de Touya. Sakura cerró de golpe la puerta, cerrándola con llave y se tiró en la cama, agitada entre los sollozos.
Así no es cómo imaginé mi vida. Esto no es cómo yo me lo imaginé... Pensó una y otra vez.
Es tiempo... La voz de un varón dijo en su mente.
¿Qué?
El fin del sufrimiento... Las palabras tranquilizadoras de una mujer.
Dolor...
Tristeza...
Oyó gritos en su mente. Niños llorando.
¿Qué me está pasando ahora? se preguntó.
Yo te escojo a ti, Kinomoto Sakura. Tú eres uno. La voz de un hombre.
¿Quién eres? preguntó ella.
Dos héroes se alzarán... Las voces se estaban haciendo eco en su cabeza.
Descendiente...
Juntos...
Dos corazones como uno...
Ellos salvarán el mundo...
Tú salvarás el mundo...
Te escojo a ti para controlar mis cards. Mi promesa a Maaya se está cumpliendo ahora. Tú, descendiente de Maaya, eres ahora la Maestra de Cards. La voz del hombre era solemne.
¿Qué significa eso? ¡No lo entiendo!
No puedes quedarte. Es tiempo de que te vayas. Vamos, Sakura. Vete. Debes encontrarlo. Tú eres la salvadora... La escogida... Yo te ayudaré. Ahora vete.
Sakura abrió sus ojos y se encontró de pie en medio del cuarto agarrando la llave de Clow.
"¿Que ha pasado? ¿Estoy loca? Incluso oigo las voces ahora." Ella miró la llave. "Oh, bien... ¿Qué puedo hacer mejor que aquí...?"
Se cambió en una camisa, pantalones y una capa, tomó una de las cadenas de oro y colgó la llave en ella. La cadena resbaló alrededor de su cuello, metió algunas cosas en una bolsa y saltó fuera de la ventana.
# * # * # * #
"Ya son casi las nueve." Syaoran dijo prosaico.
"Sí. El toque de queda aquí todavía es a las nueve." May Yu se sentó al lado de él cerca de la hoguera. Miraba a su hermano 'pequeño', aunque era todo menos pequeño. Era seis años mayor que él, pero siempre sentía su sentido de protección. Syaoran era el hombre más joven del Clan de Li. Después de la muerte de su padre y con los ancianos demasiado viejos para luchar, Syaoran empezó su entrenamiento desde muy joven. Las esperanzas del Clan descansaban sobre sus hombros. Y quizá era eso lo que le hizo tan serio y reservado. May Yu no recordaba haberle visto sonreír espontáneamente desde que tenía ocho años. Empezó su entrenamiento a la edad de cuatro años, pero cuando su padre se murió cuatro años después, él se lo tomó con más seriedad, viendo lo importante que era. Y ahora, estaba luchando contra el Imperio Verborgen. May Yu sabía, todos sabían, incluso Syaoran, que probablemente no regresaría. El poderoso Clan Li desaparecería. Todos los otros hombres, además de Syaoran y los ancianos, estaban condenados. Él era el último. "¿Syaoran, has hablado con nuestra madre sobre tu misión?"
"Sí, lo hice" Suspiró.
"¿Y?"
"Lo entiende." Syaoran estaba en lo más profundo de sus pensamientos, mientras intentaba grabar en su memoria todo sobre ese lugar, como si fuera la última vez que estaría allí.
"Deseo que nuestras hermanas estuvieran aquí..."
"Ellas no pueden, May Yu. Tienen casas y familias que cuidar"
"Lo sé." Se quedaron callados de nuevo, ambos estaban en lo profundo de sus pensamientos, sintiendo compasión. De repente Yelan Li llegó con una cara austera.
"¿Algo malo, Mamá?" Syaoran preguntó.
"Siento a alguien poderoso... necesitando ayuda. ¿No puedes sentirlo, Syaoran?"
Syaoran cerró su ojos concentrándose. Sentía la energía fluyendo de su madre y su hermana. Después los ancianos. ¡Allí! En la esquina de su mente una energía que nunca antes había sentido cerca, y que era bastante familiar.
"Tienes razón, Mamá. Debo encontrar a esa persona." Syaoran salió rápidamente.
"Pero Syaoran, el toque de queda-" May Yu fue detrás de él, pero Yelan puso una mano frenándola.
"No, mi hija. Déjale ir solo."
"¿Por qué? ¿Qué pasa con los guardias?"
"Él simplemente estará bien. Siento eso... Aquí es donde la profecía empieza a hacerse realidad." Ella sonrió. Después de Syaoran, Yelan era la más poderosa en el Clan Li. Ni siquiera los ancianos tenían su fuerza.
Syaoran se resbaló a través de las sombras, invisible a todos menos a un gato negro que iba detrás de él sin conocerlo. Se movió por de la calle, siguiendo la sensación de esa estrechamente conocida aura. De repente oyó personas corriendo en su dirección. Se escondió en una oscura callejuela, cuando los guardias pasaron apresurados, espada en mano.
"¡Pero estoy seguro que vi a alguien corriendo por aquí!" Jadeó uno en su desconcierto, deteniéndose para coger aire.
"Y era una chica."
"Sí, oímos el grito."
¿Están persiguiendo a una chica? Syaoran estaba escondiéndose detrás de algunas cajas.
"Vamos. Busquemos por allí." Y salieron corriendo. Syaoran empezó a seguirlos pero oyó algo. Sollozando. Se dio la vuelta, imperceptiblemente sosteniendo su respiración, e intentó localizar la dirección del sonido. De repente algo asaltó sus sentidos. Ese sentimiento débil se había vuelto fuerte, una presencia agradable y consoladora. Era arrastrado por ese aura. El sollozo se hizo más sonoro. Se paró. Ella estaba allí, delante de él, pero él no podía verla. Entonces la tenue luz que venía de la calle cayó sobre alguien agachado entre algunas cajas. Calmadamente, él se arrodilló ante ella, pero ella no lo notó. Estaba demasiado asustada. Él cogió su hombro y ella levantó rápidamente la cabeza.
"¡Por favor no me hiera de nuevo! ¡Por favor!" Rogó ella.
"Ssshhh. Calla. Nos van a oír." Pero fue demasiado tarde. Los guardias ya lo habían escuchado.
"¡Eh, chicos! ¡Hay algo en esta callejuela!" Cinco guardias aparecieron. Syaoran puso su mano encima de su boca y la llevó detrás de algunas cajas grandes. Podía sentir como ella intenta librarse, pero estaba demasiado cansada para luchar. A través de algunos huecos, Syaoran podía ver las siluetas de los guardias que pasaban. Inconscientemente sostuvo su respiración y atrajo a la chica más cerca de él. Una mano abrazó su cintura y la otra todavía estaba encima de su boca. Un guardia hizo una pausa para examinar esas cajas. Syaoran la agarró más fuerte y ella hizo una mueca de dolor, gimiendo un poco por el dolor. No fue muy fuerte, pero era lo bastante para que el otro hombre los oyera.
"Hay algo aquí." Llamó a los otros y empezaron a quitar las cajas, Syaoran sentía como su corazón latía con fuerza en su pecho, preparado para explotar por la tensión. También sentía algo mojado en sus manos. Dos lágrimas rodaron de los ojos de la muchacha y cayeron sobre su mano. Suavemente la acercó más, su cabeza descansando sobre su hombro. Cerró los ojos, preparado para ser encontrado. Entonces, finalmente...
"¡¡¡Miau!!!" Un guardia pisó la cola del gato que había seguido a Syaoran.
Los guardias dieron un salto atrás, sorprendidos. Empezaron a reírse.
"¡Era un gato! ¡Simplemente un gato!"
"Vamos. Ella no está aquí. Ya debe de estar muy lejos."
"Por lo menos le hice una marca que la hará pensárselo dos veces antes de romper el toque de queda."
¿La han herido? Syaoran miraba hacia abajo a la chica, aunque no pudiera ver su cara.
"¿Estás herida?" murmuró. No hubo ninguna contestación. "Hey."
Todavía nada. En ese momento notó que estaba inconsciente, pero viva. Podía sentirla respirar en su cuello. Despacio y cuidadosamente, él se levantó con la chica en sus brazos. Cuando la levantó, notó sangre en la mano que tenía alrededor de su cintura. Inmediatamente corrió a casa, dos veces más cauto que antes.
Continuará...
& * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * & * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * &
¡Review!
^_^
KayJuli
sunshine_kathie@yahoo.com
N. de la Traductora: Esto se pone interesante, verdad??? Bueno no tengo nada que decir, así q hasta la próxima traducción.
Cualquier comentario o sugerencia a la Traductora (yo) a: eternal_phoenix_light@yahoo.es
Ciao
Kassy99
