Este fic NO es mío. Este fic es de KayJuli. La podéis encontrar en FF.net.
La traducción viene a ser lo más fiel posible. Siempre que podáis leed el fic original.
* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * El Poder de Dos Corazones * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
CAPÍTULO 4
Árboles y flores alrededor. El olor dulce de las flores estaba por todas partes. Los pájaros estaban volando a través de los bosques, su melodía se oía sobre el susurrar de la suave brisa a través de los árboles... Sakura se incorporó sobrecogida. Un lugar tan bonito que parecía ser un sueño. Vio los pájaros volando alto, para los árboles que eran muy alto. Los sonidos del agua fluyendo en un arroyo cercano. Sakura miró abajo. Estaba descalza, sentándose entre flores azules, rosas y amarillas. Su vestido era puro blanco, hecho de un tejido muy ligero, su pelo atado con cintas blancas. Nunca en su vida había sentido tal paz como en ese momento.
"Si esto es un sueño..." respiró ella. "No quiero despertar."
"Oh, pero debes."
Sobresaltada, se levantó y se volvió para encontrar a un hombre allí, sonriendola cálidamente, sus ojos mostraban contento detrás de sus gruesas gafas. Viendo sus ropas, Sakura frunció el entrecejo. Era el tipo de ropa que los Verborgen solían llevar, pero algo diferente. Parecía... antiguo. Él la era familiar... Esa voz.
"Usted... Era su voz la que me decía que corriera de mi casa, "ella dijo.
"Muy observadora. Sí, era yo."
"No entiendo. ¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy?"
"¿Te gusta este lugar?" Él se acercó a ella.
"Mucho." Sakura sonrió. No tuvo miedo de él. De algún modo supo que no debía de tenerlo.
"Esto es, o era, el bosque más grande en Wunder. Desgraciadamente, ahora sólo podemos verlo en nuestros sueños."
"Pero yo lo veo. ¿Sólo estoy soñando?"
No había ninguna respuesta durante unos segundos entonces el hombre continuó: "Fue destruido. Dejó de existir hace dos siglos."
No puede ser posible, pensaba Sakura. Pero preguntó: "¿Que pasó?"
"Los Verborgen cortaron todos los árboles. Todo lo que ves aquí en realidad se ha ido..." Él miró alrededor, nostálgico. Sakura miró fijamente a sus pies sin verlos, una gran tristeza en su corazón. Era insignificante donde estaba ella, ellos siempre estuvieron allí. Clow notó su cara triste. "Pero algún día, crecerán de nuevo," él la tranquilizó.
"¿Cómo?" Sus ojos estaban brillando con lágrimas. "Están matando todo..."
"Esto cambiará, Sakura."
"¡Son poderosos! ¿Quién puede ir contra ellos?"
"Dos corazones como uno..."
"¿Conozco esas palabras pero qué quieren decir? ¿Puede decirme quiénes son los héroes que salvarán el mundo? ¡Eso nunca pasará!"
"¡Tú debes creer!" Había urgencia en la voz de Clow. "¿Cómo vas a salvar el mundo si tú no crees?"
"¡Oh, espere! Espere un segundo... Está diciendo que..."
"Tú, Sakura Kinomoto, eres la esperada. Tú eres la Maestra de las Cards. Y con mi descendiente, tú salvarás el mundo."
"¿La Maestra de las Cards? ¿Sobre qué Cards está hablando y qué descendiente?"
"Entenderás a su tiempo," contestó al misterioso extraño mientras empezaba a alejarse. Sakura se levantó apresuradamente.
"¡Espere! ¡Estoy desconcertada! ¿Qué se supone que debo hacer para salvar el mundo? ¿Y quién es usted, después de todo?" Ella corrió detrás de él. Él desapareció detrás de un árbol.
"La primera parte de tu misión está completa. Tú lo encontraste. ¿O debería decir, él te encontró a ti?" su voz estaba marchitándose pero ella podía asegurar que él estaba sonriendo.
"¡Espere!" Ella corrió detrás del árbol y se detuvo en seco sobre sus pasos... ¡no había nadie allí! Pero las palabras todavía venían a ella en ecos:
"No te preocupes, joven Sakura. Yo te ayudaré todo el camino. Cuando estés lista, te daré las Cards. De momento, duerme apaciblemente."
Sobre la cama del cuarto de Syaoran, Sakura murmuraba de manera irregular en su sueño, sus brazos fuera y estirados como si intentara coger a alguien...
# * # * # * #
Syaoran no tenía ni idea de qué hora era pero presumió que eran entre las tres y las cuatro de la mañana. Todavía no se había dormido. A su lado, durmiendo inquietamente en su cama, estaba la hermana de Kinomoto. Kinomoto Touya era el soldado más temido del ejército Imperial en la región. Había arrestado a más de cien miembros de la Resistencia. Muchas veces Syaoran había sido perseguido por él y otros soldados después de haber liberado a sus amigos. Pero nunca lo habían cogido. Ni siquiera habían visto su cara. Syaoran odiaba a Kinomoto, y siempre había supuesto su hermana sería como Touya, sentía que debería odiarla también, al instante. Pero por alguna extraña razón, se encontró incapaz de hacerlo. De hecho, estuvo frecuentemente vigilándola durante toda esa noche, ¡una chica a la que nunca había visto! Y aún peor: la hermana de su enemigo.
No me importa que haya dicho May Yu, en esta chica no se puede confiar. Ésa fue la excusa que se dio para quedarse despierto toda la noche. Deseó que fuera eso.
Finalmente, un par de horas después, pudo dormir. No más pronto de haberse dormido sintió a May Yu golpeándole.
"Syaoran. ¡Syaoran, despiértate!"
Apretó sus ojos cerrándolos más fuerte y tiró de las mantas: "Oh.., Déjame solo. Estoy cansado..."
"¡Xiao Lang!" llamó una voz fuerte, y Syaoran abrió sus ojos. Allí, delante de él, estaban May Yu, Yelan y los ancianos. Al ver a los últimos cuatro, se puso de pie.
"Yo - yo lo siento..." él intentó disculparse.
"No hay tiempo, Xiao Lang." Lai Cheng lo interrumpió. "Debes de irte ahora."
"¿Ahora?" Estaba sorprendido. Era muy temprano en la mañana.
"Syaoran, los soldados están investigando todas las casas. Pronto estarán aquí." May Yu le informó.
"Están buscando a la hermana de Kinomoto. Al parecer se escapó ayer." Dijo Yong Yi. Obviamente no habían notado que Syaoran había estado durmiendo en el suelo y que había otra persona acurrucada bajo su manta.
"Perfecto." Syaoran miró a su hermana. "¿Qué hacemos ahora?"
"¡No podemos entregarla, Syaoran! ¡Finalmente ha tenido el valor para escapar de su hermano!" suplicó May Yu por su amiga.
"¿Entonces qué se supone que tengo que hacer, May Yu?"
"¿Sobre qué están hablando?" Kai-Foon preguntó a los hermanos. Syaoran apuntó a su cama.
"Esta es Kinomoto Sakura."
Xiao Ping tiró de la manta sólo un poco. Ella estaba durmiendo con una expresión contenta. "¿Qué está haciendo ella aquí?" preguntó.
"Pienso que no tenemos tiempo para esto, anciano." Yelan interrumpió, pero con un tono muy respetuoso. "Syaoran, vete y llévala contigo."
"¡¿¡¿Qué?!?!"
"May Yu está en lo cierto. Debemos ayudarla, después de todo, ella es descendiente de Maaya."
"Pero-"
"Syaoran, vas a llevarla contigo. Sabes muy bien que si la encuentran aquí, o en cualquier parte en el pueblo, tendremos problemas. Probablemente lo quemarían todo. Debes llevártela."
Syaoran miraba hacia abajo a Sakura. Ahora cuando pensaba que las cosas no podían ponerse peor... Agitó a la muchacha por sus hombros pero ella apenas masculló y continuó durmiendo. May Yu pisó fuerte con impaciencia, diciendo: "Vamos, Syaoran. ¡Solo cójela! ¡No tienes tiempo!"
Syaoran estaba de pie en la puerta, la muchacha durmiendo en sus brazos y sus bolsas de viaje colgaban sobre sus hombros. "Simplemente perfecto," refunfuñó, escuchando la agitación en el pueblo. Los soldados estaban investigando cada casa con la ayuda de los guardias. Xiao Ping vino corriendo de una callejuela tirando de un caballo por sus riendas. Sostuvo a la muchacha cuando Syaoran montaba encima del caballo. Entonces él se la dio a Syaoran.
"Encontraremos una manera de contactar contigo, Xiao Lang. ¡Ahora vete!"
El joven miraba a su madre y hermana. Ellas estaban en la ventana, mirando su salida. Sus labios se encorvaron un poco hacia arriba. Y salió. Xiao Ping ya había desaparecido en las sombras de la callejuela. Los soldados vieron sólo a Syaoran en la calle.
"¡¡¡Eh, tú!!! ¡¡¡Regresa aquí!!!" ordenaron cuando Syaoran ponía el caballo al galope. Había creído equivocadamente que podría salir inadvertido. Ahora los soldados saltaron en sus caballos y fueron tras él. El joven guerrero estaba acostumbrado a huir de ellos pero ahora tenía una chica durmiendo profundamente en una mano y las riendas en la otra. Era muy difícil. Su caballo galopó a lo largo de la calle y pronto estaban fuera del pueblo, los soldados pisándoles los talones.
Tengo que deshacerme de ellos. Era una noche de luna nueva y Syaoran perdió el camino y terminó en medio de alta maleza. Los soldados no podrían verlo pero podrían oír el tamborileo de los cascos de su caballo. Cuando el sonido se marchitó lejos en la temprana niebla matinal, se detuvieron, no viendo casi nada con las antorchas que tenían en la mano. Pero Syaoran, escondido entre algunos espesos arbustos podía verlos.
"¿Dónde se fue?"
"Debe estar por aquí, escondido. Su caballo vino por este camino."
Syaoran fue dejando lentamente a Sakura en el suelo, bajó del caballo y pegó su grupa con un palo. El caballo salió disparado en la dirección del pueblo.
"¡¡¡Allí va!!!" Los soldados se dieron la vuelta para seguir el sonido. Syaoran les vio desaparecer en la distancia. Esperó un poco y entonces regresó al camino, llevando a Sakura.
"Pensarías que ella pudiera por lo menos despertarse para hacer las cosas más fáciles. Me pregunto qué droga y cuánta le dio May Yu." se dijo. Miró delante de él. Allí en el horizonte el día ya estaba empezando a abrirse paso ante la noche. "Y ahora tengo que andar todo el camino a la Ciudad de Glanz, llevándola. ¡Perfecto!"
# * # * # * #
Esto es tan cálido... Sakura se acurrucó contra la almohada. ¡Pero que dura almohada era! Espera un segundo. ¿Desde cuándo las almohadas tienen latidos de corazón? Y en que rara posición estaba ella. ¿Parecía como si la estuvieran llevando? Sus ojos se abrieron. La primera cosa que vio era el cielo azul zafiro, sin nubes. Y entonces la dura, cansada cara de un muchacho no mayor de lo que era ella. No parecía muy feliz. Oh, Dios... ¿he sido secuestrada?
"¡Suéltame!" Ella empezó a esforzarse en sus brazos. "¡Déjeme ponerme de pie!"
"Eh. Tranquilízate, chica." Syaoran detuvo la caminata. "Podría, si tú me permitieras."
Pero ella no lo oyó. ¡Estaba tan asustada! Cuando Syaoran comprendió que ella no dejaría de esforzarse hasta que él permitiera que ella se bajase, él simplemente la dejó caer en el césped al lado del camino.
"Ya. ¿Estás contenta ahora?" Él se agachó. Sakura estaba mirándolo boquiabierta, sorprendida por el repentino movimiento.
"¿Cómo se atreve usted hacerme eso a mí?" preguntó enojadamente.
"¿No me dejaste muchas opciones, o si?" Él estiró la mano para ayudarla pero ella lo rechazó al lado y se puso de pie sola. Él sonrió abiertamente a su enojo, diciendo "Que temperamento, que temperamento..."
"¿Qué has dicho?" Ella estaba intentando quitar el césped de su ropa.
"¡Qué temperamento tienes!" repitió, cruzando sus brazos.
"¡Me conoces por dos segundos y piensas que ya puedes juzgarme?!"
"Bien, siendo la hermana de quién eres, es fácil de hacerlo." El temor se mostró de nuevo en su cara. Ella sabía que su hermano debía ser muy odiado. Temió por su vida. Quizá la secuestró para sobornar a su hermano. Syaoran podía ver en lo que estaba pensando por la expresión en sus ojos. "No te preocupes. No voy a dañarte. Ni siquiera quería que estuvieras aquí, pero mi hermana me hizo ayudarte." suspiró.
"¿Tu hermana?"
"May Yu Li."
"Oh, estás mintiendo."
"¿Que te hace pensar eso?"
"Porque May Yu me dijo una vez que ella tenía tres hermanaa y un hermano pequeño."
"Ella siempre dice que soy su hermano pequeño porque soy el más joven."
"Mientes." Ella cruzó sus brazos también, desafiándolo.
"Bien, piensa lo que quieras. Pero considera esto: ¿quién, en su sano juicio, te ayudaría sabiendo que eres la hermana de Kinomoto? Si no fuera por mi hermana y porque mi madre me dijo que llevara conmigo, ahora hubieras regresado a casa. Y a propósito, no fue muy inteligente de tu parte romper el toque de queda, ¿sabes?"
"¿Toque de queda?"
"Sí. Podrían haberte matado. Deberías de saber como son los amigos de tu hermano" Ella lo sabía. Eso es por lo qué ella estaba allí en primer lugar. Sakura le miró fijamente. Se parecía un poco a May Yu; algunos trazos de su cara, el color del pelo. Y tenía razón. ¿Quién la ayudaría sabiendo quién era? Pero era muy terca.
"Vale, entonces eres el hermano de May Yu. Pero ¿quién te dio derecho para llevarme?"
"O era eso o arrastrándote todo el camino."
"¡Yo no te dí permiso!"
"Yo no estoy muy contento, chica."
"No puedes hablarme así."
"Escucha," él miró directo a sus ojos. "Tengo cosas más importantes que hacer que estar aquí de pie discutiendo contigo." Y empezó a alejarse, diciendo por encima de su hombro: "Puedes quedarte aquí si quieres; puedes volver al pueblo si quieres o puedes venir conmigo si quieres. A mi realmente no me importa."
Sakura estaba inmóvil. "¿Dónde vas?"
"Ciudad de Glanz."
"¿Ciudad de Glanz?..." murmuró. Quedarse estaba fuera de cuestión. Y volver... inconcebible. Él estaba caminando rápidamente. Ella corrió detrás de él. Syaoran la miró, levantando una preguntona marrón. "Yo- yo creo que iré contigo..." dijo ella calladamente. Syaoran cabeceó. Caminaron en silencio durante un par de minutos, hasta que finalmente ella sintió algo picándola. Levantó un poco su camisa.
"¡¡¡¡Oh, Dios mío!!!! 1, 2, 3..."
"Doce puntos." completó él, sin mirarla.
"Ahora recuerdo lo que pasó..." Ella lo miraba pero los ojos de él estaban investigando el horizonte. "Gracias..."
"¿Por qué?" Se volvió a ella. No esperaba oír esas palabras de ella.
"Por salvar mi vida..." Cabeceó él en contestación, su cara no mostraba su sorpresa. "Mmm... tú ya sabes mi nombre, pero..."
"Li Syaoran."
"Oh. Encantada de conocerte, Sy-"
"Li está bien." Él la interrumpió antes de que ella pudiera decir su nombre. Nadie le llamaba por su nombre fuera de su familia.
"Vale,... Li."
"Y lleva tus propias cosas." Le dio su bolsa.
Se quedaron callados de nuevo. Sakura empezó a tararear una melodía para sí misma.
"¿Qué estás haciendo?" le preguntó Syaoran.
"¿Qué?" preguntó desconcertada.
"Estate callada." ordenó.
"Y yo soy quien tiene mal temperamento," dijo ella bajo su respiración.
"¿Qué has dicho?"
"Que debería haber traído un cesto." Él la miró extrañado. Sakura solo sonrió.
# * # * # * #
Era inútil intentar detenerla. Ella había estado tarareando esa tonta melodía todo el día y dos horas antes de que él hubiera decidido permitirle dejarla a su manera. Ella solo tenía que tararear. Diez veces le pidió que se detuviera, pero diez minutos después ella empezaría de nuevo, sin incluso notarlo. A veces incluso cantaba partes de la canción.
"Tip Tap koi wa itsudatte..." ella cantaría.
"Finalmente." Suspiró con alivio, viendo la Ciudad del Valle.
"Mmm... ¿Dónde estamos?"
"En la Ciudad del Valle." Él apuntó.
"¡Oh, siempre he querido ver esta ciudad! ¿No es el centro de los comercios de la provincia?"
"Lo es, pero no sé por qué querrías venir a este lugar. Oh, y eso me recuerda... Tu hermano es bien conocido aquí también."
"Genial..." Ella suspiró, fastidiada.
"Así que no puedo llamarte Kinomoto. Diré que eres mi hermana."
"¡No quiero que la gente piense que soy tu hermana!"
"Entonces eres mi esclava." Sonrió perversamente.
"¿Por qué no puedes decir simplemente que soy tu amiga o algo así?"
"También soy bien conocido aquí. No se meterían con mi hermana. Pero una amiga... Ya podrías considerarte secuestrada."
"¿Por qué?"
"Probablemente te venderían como una esclava. Con esos ojos..." se sorprendió a sí mismo, pero ella ya lo había oído.
"¿Qué pasa con mis ojos?"
Oh, hombre... Tuve que decir eso en alto...
"Hum... Bueno..., Yo-yo s-sólo es que..." tartamudeó. "Ellos son..."
"Ellos son..."
"Ellos son..." ¡Una salida! "Son verdes. Muy raro en una esclava."
"Oh. Sí, supongo que lo es." Se lo había tragado.
"Ponte tu capa y tápate con la capucha. Será mejor si no ven tu cara."
"¡Pero hace mucho calor! Hemos paseado el día entero sin detenernos. ¡Deben ser las cuatro, tengo hambre y estoy sedienta, el sol está más caliente que el infierno, ¡¿y quieres que me ponga mi capa?!" ¡Qué exasperante era!
"Haz lo que quieras." ¡Ahora era el doble de exasparante!
"Apuesta a que lo haré," replicó ella. Ahora estaban en la verja de la ciudad. Los ojos de Sakura estaban brillando cuando caminó a un mundo de bullicio y ruido - había personas que vendían cosas, intentando llamar la atención sobre sus artículos. De repente notó que habían personas mirándola, observándola, apuntándola. Principalmente hombres. Ella decidió obedecer a Syaoran sólo por esta vez y se puso su capa. Entonces ella agarró su manga, echando una mirada alrededor, asustada. Syaoran sonrió triunfalmente. Había ganado esta vez. Syaoran vio a un muchacho de trece años que llevaba una bolsa con frutas y verduras.
"¡Eh, Lusheng!" llamó Syaoran.
"¡Li!" El muchacho se dio la vuelta alegremente y caminó hacia él. "¿Qué haces aquí?"
"Necesito un lugar para esta noche."
"Seguro." Lusheng miró a Sakura. Ella todavía estaba con la mirada fija en algunos hombres que estaban mirándola fijamente. "¿Quién es ella?"
Syaoran dudó y Sakura dijo rápidamente:
"Soy su hermana. Soy su hermana."
"No, no lo eres." dijo Lusheng.
"Lo es." le dijo Syaoran. Lusheng estaba desconcertado. "Vamos a tu casa. Allí podemos hablar."
Después de unos minutos estaban delante de un edificio. Lusheng puso su mano en su bolsillo buscando algo. Se dio la vuelta y miró a Syaoran.
"¿No me digas que lo has perdido de nuevo?" Syaoran dijo. "Tu madre estará tan contenta..."
"Llama a la puerta y no digas que me viste. Creo que dejé las llaves en la tienda."
Syaoran llamó mientras Lusheng corría lejos.
"Ese muchacho nunca cambiará..." murmuró Syaoran. La puerta la abrió una mujer alta, de cabello castaño en sus treinta.
Su cara irrumpió en una sonrisa. "¡Syaoran!"
"Hola, Chunyan." Ella lo abrazó alegremente. Sakura todavía no dejaba ir su manga.
"¡Es tan bueno verte! ¿Y quién es la chica?"
"Es una larga historia. ¿Podemos entrar?"
"Claro." Abrió más la puerta y entraron. Sakura miró alrededor de ella...
"Pero... ¡Cuántos animales de peluche!" exclamó, apuntando a los sacos llenos de ellos que estaban en el vestíbulo.
"¿Te gustan los animales de peluche?" preguntó Chunyan.
"¡Mucho! Los adoro. ¡Son tan suaves y tiernos!"
"Puedes mirarlos, si lo deseas."
"¡Gracias!" Ella se arrodilló al lado de un saco y empezó a tomar los peluches, uno por uno.
"¿Así que el negocio va bien, eh?" preguntó Syaoran.
"Oh, sí. Y tengo más pedidos."
"Eso está bien." Sakura ya no estaba escuchándolos.
"¿Ahora, que tal si le explicas a tu hermana quién es la chica?"
"Primero, dime cómo están las cosas por aquí." Cambió el asunto.
"Si quieres saber de mí, lo mismo de siempre. Si quieres saber sobre la Resistencia..." Ella sonrió a sabiendas. Supo desde un principio que esto era lo que quería oír. "El grupo fue traicionado."
"¿Qué?"
"Por suerte descubrieron al alcahuete (nadie muy importante en la Resistencia) antes de que pudiera hacer aténtico daño. Tsukishiro lo había pagado. No sé cuánto por información que lo llevara a la captura de cualquiera. Arrestaron a Yamazaki."
"Yamazaki de nuevo. ¿Cuántas veces tengo que sacarlo de prisión antes de que le cuelguen?"
"Realmente es un problema para ti, ¿eh?"
"Cada vez que lo saco de prisión tengo que hallar otro lugar dónde no sea reconocido." Suspiró. "¿Cuándo es el ahorcamiento?"
"El Domingo."
"Pasado mañana... Bien, creo que tendré que hacer algo."
Chunyan sonrió y entonces miró a Sakura que todavía estaba estudiando los osos y otros animales de peluche.
"Ahora... ¿La chica?"
"¿La chica?"
"Sí. ¿Es tu novia?"
"¡Oh, venga, Chunyan!"
"¿Quién es ella, Syaoran?"
"No me creerás..."
"Cuéntame y te diré si te creo o no."
"Esa es... Sakura Kinomoto."
Los ojos de Chunyan se agrandaron.
"Kinomoto como en..."
"Touya Kinomoto."
"C-cómo-"
"Larga historia."
"Me gustan las historias largas. Ven a la cocina, haré un poco de té."
"Vale." Él se volvió a Sakura. "Eh, chica."
"¿Qué?"
"Quédate allí."
"No hay problema." Estaba demasiado ocupada para molestarse por su 'Eh chica'.
Y Syaoran y su hermana se fueron para la cocina.
"De verdad quiero oír cómo has terminado con esa chica." dijo Chunyan.
Continuará...
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KayJuli
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Kassy99
