Este fic NO es mío. Este fic es de KayJuli. La podéis encontrar en FF.net.
La traducción viene a ser lo más fiel posible. Siempre que podáis leed el fic original.
* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * El Poder de Dos Corazones * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
CAPÍTULO 7
Sakura dio un salto atrás, se sobresaltó por una voz en la semioscuridad. No estaba sola y se preguntó cuánto tiempo la habían estado mirando esos ojos. Rápidamente, volvió a poner la card y cerró el libro, se dio la vuelta para encontrarse con los ojos inquisitivos de la Sra Miyuki Arai.
"Oh, Yo-Yo lo s- siento, yo simplemente estaba- quiero decir, yo-" Sakura habló nerviosamente, avergonzada por ser sorprendida mirando las posesiones de otra persona. Pero entonces vio que Miyuki estaba sonriendo, no molesta con ella.
"Tranquilízate, preciosa." Dijo la señora. "Sé que simplemente lo estabas mirando. Realmente te asusté, ¿no?"
"Sí..." Contestó Sakura calladamente.
"Ese libro," Indicó Miyuki indicó el libro con una inclinación, "Ha estado en la familia de mi marido durante casi quinientos años. Es muy importante para nuestra familia. Nadie sabe que es exactamente porque nadie lo ha abierto nunca."
¿Han tenido este libro como un tesoro familiar y nunca lo han abierto? ¡Cómo puede ser que yo lo hiciera- incluso sin una llave!
Sakura quiso saber más, pero no tuvo ninguna oportunidad para hacer preguntas porque fueron interrumpidas por Syaoran que saludó a la Sra Arai pero como si se hubiese olvidado de la presencia de Sakura. Sin embargo Sakura contestó a su saludo, en callados, dóciles tonos. Syaoran continuó: "Debo salir ahora, pero regresaré pronto."
"¿Dónde vas?" Preguntó Sakura, siguiéndolo a la puerta. Él meramente dijo: "Quédate aquí." Y entonces él se marchó.
"Quédate aquí..." Se mofó ella. "Es su frase favorita." La Sra Arai se rió por la mueca que puso Sakura.
"Los pueblos y ciudades que se dirigen al comercio, como el nuestro, son muy peligrosos para las jóvenes como tú. Él es tu hermano y se preocupa por ti."
Eso es lo que más me enfurece, pensó Sakura. No es mi hermano pero siempre me está mandando.
"Ahora, ¿por qué no te bañas y te cambias a una ropa más cómoda?" Continuó Miyuki. "No lo hiciste anoche. Sabía que estabas muy cansada."
Las mejillas de Sakura se enrojecieron ligeramente.
"Yo... mmm... No me puedo cambiar de ropa porque... perdimos mi bolsa y todo lo que había..."
La señora sonrió a sabiendas.
"Noté eso. Cuando tu hermano se despertó antes encontró el caballo y trajo simplemente una bolsa, la suya."
"¿Se levantó más temprano?"
"Cuando el dragón se fue esta mañana, él ya estaba despierto. Le pregunté si quería salir en seguida, porque parecía estar muy impaciente, pero me contestó que tú estabas muy cansada y para permitirte dormir un poco más de tiempo. Al final decidió descansar un poco también. Supongo que no consiguió dormir mucho durante la noche."
Sakura estaba sorprendida. Li normalmente la despertaría empujándola cuando los primeros rayos del sol de la mañana empezaran a extender su brillo, volviendo el negro terciopelo del cielo nocturno en colores azul, naranja y rosa. La señora parecía no notar el asombro de Sakura y le ofreció prestarle algo para ponerse.
Sakura le dio el libro a la Sra Arai y se dirigió hacia el baño. Miyuki abrió la puerta del armario y estaba a punto de poner el libro dentro cuando notó algo que hizo que sus ojos se ensancharan de desconcierto.
"¡No puede ser!" La cerradura. Esa cerradura que por generaciones la familia Arai había intentado abrir se abrió ahora. "¿Cómo ha sucedido esto tan extraño?" La pregunta apareció atravesando su mente. Su propio marido había intentado en vano abrir ese misterioso libro y ella había preguntado a menudo que qué maravillas estaban escritas en él. "¿Que podría estar escrito en él?" Se preguntó en alto, sintiendo que después de todo ella tenía el derecho de saberlo. Sin embargo, así como pensó en abrir el libro, la cerradura se cerró sola y una voz se hizo eco alrededor de ella:
"Tú no puedes abrirlo. Tú no eres su dueño, sólo su guardián."
Se le erizó el pelo de la parte de atrás de su cuello y miró a su alrededor, esperando ver a Yamazaki - ¡pero allí no había nadie! Apresuradamente, empujó el libro devolviéndolo a su lugar en el armario y se quedó de pie allí, boqueabierta por ello.
"¿Su dueño...?" Murmuró para sí misma. Del baño podía oír gotas de agua estrellándose contra el azulejado suelo y un bajo:
"¡Hoeee... Esto está frío....!"
"¡¿Ying Fa?!"
# * # * # * #
"¡Di algo! ¡Has estado mirándome fijamente durante los últimos dos minutos!"
"¡Lo siento, pero pensé que estabas bromeando!"
"Yo no bromearía sobre algo tan serio." Contestó Syaoran gravemente. Taeko empezó ha andar de nuevo. Casi estaban en el pueblo. Syaoran había ido a encontrarse con Taeko mientras él estaba caminando a casa. Era temprano y podrían hablar libremente, lejos de oídos indiscretos. Los viajeros sólo empezarían a apiñar el camino después de las nueve. Así de extendido era el miedo por los atacantes en ese área que sólo los más valientes se arriesgaban a viajar por la noche o en las horas oscuras de principio de la mañana. Eran las siete cincuenta y cinco en ese momento.
"No puedo creer esto... ¿Realmente vas a atacar el Imperio? ¡Cuando te vi pensé que tenías un plan y querías mi ayuda, pero nunca soñé que harías algo tan abrupto! Esto requiere pensarlo mucho, planeando..."
"Ya estoy haciéndolo, y tengo un plan."
"¿Y qué plan es?" el hombre de mirada ámbar preguntaba divertido, mientras aún seguía sin creerlo.
"Eso se revelará a todos en una reunión. Por eso estoy aquí. Quiero que reúnas a todos los cabecillas en Nimbo y allí sabrán todos cuales son mis intenciones."
"Tomará un mes por lo menos para hacer eso," Contestó Taeko más serio ahora, notando la solemne expresión de Syaoran.
"Lo sé. Pero hazlo. Me tomará ese tiempo llegar allí."
"¡Ahora debes de estar bromeando! ¡¿Tú, Li Syaoran, te tomará un mes para llegar al Nimbo?! ¿No eres el valeroso que viaja día y noche sin detenerse y dormir? ¡Tú puedes estar allí en diez días! Lo has hecho antes."
"Pero entonces estaba solo." Syaoran podría haberse mordido la lengua. Se sentía reacio a hablar sobre Sakura. Aunque comprendió que Taeko sabría de ella en breve, no estaba lo bastante cómodo para hablarle sobre ella.
"Yamazaki está conmigo," dijo en su lugar.
"¿Y? Podrías arrastrarlo, como has hecho muchas veces." Syaoran no respondió al tono bromista de Taeko y su amigo continuó: "¿Volviéndote blando, Li?" Syaoran le frunció el entrecejo al instante y Taeko Arai arrojó sus manos en la derrota. "¡Lo siento! ¡Quién dijo eso ya no está aquí!"
Siguieron caminando en silencio, entraron en el pueblo y se dirigieron hacia la casa de Taeko. Aunque era su casa, Taeko golpeó la puerta.
"¡Yo abro!" se oyó una voz dulce para sorpresa de Taeko y una joven mujer contestó la puerta, su pelo todavía un poco húmedo. Ella llevaba un simple vestido verde que era una perfecta combinación con sus ojos esmeralda. Los dos hombres se quedaron mudos. Uno intentó suponer quien era la bonita muchacha y el otro pensaba que preciosa se veía. Syaoran se olvidó de lo que estaba pensando tan rápidamente como había ocurrido y preguntó:
"¿Dónde conseguiste eso?"
"¡La Sra Arai me lo dio! ¿No es encantador?" Contestó Sakura, alegremente, enseñando su vestido.
"¿La conoces?" Preguntó Taeko a su amigo. Syaoran suspiró.
"Esta es Ying Fa..." Syaoran notó una sonrisa muy sospechosa en la cara de Taeko y terminó enfáticamente: "... mi hermana."
"Oh. Yo soy Taeko Arai, un amigo de tu hermano."
"Encantada de conocerte ¿Arai?" Sakura miró a Syaoran.
"Ayer, después de que te durmieses, continué hablando con la Sra Arai y descubrí que ella es su madre," explicó. "Por una extraña coincidencia, él es justo la persona que vinimos aquí a encontrar. ¿Ahora, nos dejarás entrar?"
"Oh, sí. ¡Lo siento! Habéis llegado justo a la hora del desayuno." Cuando los hombres entraron, Miyuki entró en la sala y saludó a su hijo.
"¿Cómo están tus hermanos?" Preguntó ella.
"No vendrán hoy. El patrón los dejó con los trabajos de ayer y como ellos no los han terminado todos, probablemente vendrán mañana." Después de conseguir los últimos detalles de los acontecimientos en la propiedad, la Sra Arai volvió a la cocina, tomando a Sakura con ella. Syaoran ya había agitado a Yamazaki fuera de su cama y ahora los tres hombres estaban sentados en la sala.
El pelo despeinado de Yamazaki se ponía recto en su cabeza. Syaoran escuchó cuando se quejó de haber tenido que tirar su manta de él sin más que un para que salieras. "¡Me caí al suelo!"
"Entonces la próxima vez no tendré que despertarte." Syaoran se levantó y miró hacia la cocina. No, ellas estaban fuera del campo de audio. Regresó, hablando en tono bajo y rápido.
"No podemos quedarnos aquí por mucho, Taeko," dijo. "Debemos salir hoy. Estoy seguro de que Kinomoto y Tsukishiro pusieron una tropa detrás de nosotros. El camino que tomamos es demasiado obvio. Necesito saber ahora si lo harás."
"Sabes que lo haré, Li. Pero no puedo ir ahora. El patrón está muy disgustado con ese dragón. Está causando mucha destrucción y pérdidas. Ha llamado ha todos sus 'sirvientes' para encontrarlo y echarlo. Mientras el dragón esté suelto, no puedo desaparecer o notarán mi ausencia."
"¡Pero estaba contando contigo!"
"Y quiero ayudar, pero mi ausencia pondría en peligro a mi madre y a mis hermanos."
El silencio resultante se rompió por un: "¿Y si nosotros matamos al dragón?" de Yamazaki, que manejaba una espada imaginaria a través del corazón de la criatura y se imaginó ganando la eterna gratitud de todos.
Taeko aplastó sus sueños con un fuerte: "¡Eso es imposible! ¿Nosotros? ¿Dónde doscientos hombres han fallado, cómo piensas que nosotros tendríamos éxito?"
"¡Porque nosotros tenemos a Li aquí...!" Dijo Yamazaki, triunfalmente.
"No puedo creer que vaya a decir esto, pero al parecer es la única cosa que podemos hacer." Dijo Syaoran.
Taeko estaba perplejo. Hace tres años, él había conocido a Li durante una reunión de la Resistencia. Taeko tenía veinte y Syaoran quince. Desde el principio, Taeko podría decir que Syaoran era muy valiente y juzgó que, antes o después, él sería el líder de la Resistencia. Su predicción se hizo realidad más rápidamente de lo que esperaba porque un mes después, el tío de Syaoran, entonces el líder, había sido cogido, juzgado y sentenciado a muerte y Syaoran había pasado automáticamente a estar en sus zapatos como el líder de la Resistencia, aunque todavía tenía que informar a los superiores Li. ¡Taeko supo que Syaoran sería innovador en su forcejeo pero hoy estaba hablando sobre luchar contra dragones y destruir el Imperio! ¿Estaba él... perdiendo la razón?
# * # * # * #
El resto del día pasó silenciosamente. La Sra Arai habló mucho con Sakura. Le dio un poco de ropa que había estado guardando para la hija que nunca había tenido. Y hablando con Sakura, descubrió mucho sobre ella, y aunque el linaje mágico de Miyuki era muy débil podía sentir los grandes poderes de Sakura, todavía escondidos dentro de ella. Miyuki también concluyó que Sakura era inconsciente de su propio poder o habría intentado conseguir el libro. Sakura había visto que había en él y de lo que esa voz había dicho, ella - Sakura - era la dueña. Después de todo, ella lo había abierto.
La Sra Arai le dio una bolsa de artículos útiles a Sakura para viajar. "Yo no permitiría a Syaoran dejar mis cosas atrás de nuevo, si fuera tú," Dijo festivamente. Ella notó una cadena alrededor del cuello de Sakura y en él, una llave.
Ella tiene la llave... Entonces tenía razón. Ella es la escogida. Por muchas generaciones, la familia de su marido había estado esperando por el escogido con la llave, el descendiente de Maaya. Entonces lo que estoy haciendo es correcto. Es tiempo de permitir a ese libro marcharse.
"Son las cinco y diez. Probablemente hoy no os iréis. Tu hermano no ha vuelto todavía."
"Y el dragón sale a las seis."
Sakura ignoraba que en ese momento, Taeko, Yamazaki y Syaoran estaban a la persecución del dragón.
"¡Estás loco, Syaoran! ¡Estás loco!" Yamazaki se quejó calladamente para que Syaoran no lo oyera... Ellos estaban en un bosque. Syaoran tenía su espada en la mano y estaba liderando el camino. Taeko y Yamazaki le siguieron cerca detrás de él, aunque Yamazaki deseó estar en otro lugar, muy, muy lejos de allí. Syaoran no conocía nada sobre caza, pero siendo una criatura mágica, se sentía seguro de que lo encontraría concentrándose.
Syaoran devolvió el murmuro. "¿Deseas que nos oiga?"
"¡Claro que no!"
"¡Entonces cállate!" Subieron encima de los troncos caídos y empujaron los arbustos lejos y entonces, allí estaba el dragón, durmiendo en una pequeña cueva. Más bien, la cueva era grande pero las inmensas proporciones del dragón parecían reducir su tamaño.
Los tres pisaron el suelo del bosque cubierto por hojas muertas, asomándose a la cueva. "¿Ahora que, Li?" Preguntó Taeko. "Lo hemos encontrado. ¿Cómo lo matamos?"
Syaoran estaba pensativo. El dragón dormía como un perro en su perrera. Su cola estaba descansando al lado de él, y su cabeza descansando en sus patas delanteras. ¡Que dragón más feo! Ellos lo sabían aunque nunca habían visto uno antes. El sol se estaba empezando a poner. Tenían que moverse rápidamente. De repente algo en la frente del dragón chispeó, captando la atención de Syaoran. Una piedra, una piedra roja redonda. Syaoran recordó algo que había aprendido años atrás. Una criatura mágica normalmente tenía un punto débil. Algo le dijo que había descubierto el talón de Aquiles de esa criatura.
"Romperemos la piedra."
"¿Qué? ¿Qué piedra?" Los otros dos hablaron como uno solo.
"¿Veis esa piedra?" Apuntó. "Ésa debe ser el punto débil. Si rompemos eso, destruiremos a la criatura."
"Bien... ¿Y quién va a conseguir acercarse tanto como para hacerlo?" Preguntó Taeko. Syaoran se puso de pie y caminó decidido hacia el monstruo.
"¡Li! ¡Li!" Sus amigos llamaron con desesperación pero él parecía no oír. En su mente pensaba que él lo necesitaba: La ayuda de Taeko. Tenía un programa que seguir. Había pensado en todo, y había puesto una fecha. No podía retrasarse. Taeko necesitaba irse esa noche también y si eso significaba tener que anular a ese monstruo, entonces él, Syaoran, tendría que ser quien lo hiciera. ¡Aquí y ahora!
Caminó impávidamente hacia el confiado dragón, llegando hasta una parada a unos pies de la boca de la cueva. Reuniendo todo su valor, levantó su espada pero de repente...
"¡¡¡Aaaarrrggghhh!!!"
... Los ojos rojos del monstruo estaban abiertos y brillaban perversamente hacia él, pareciendo suponer las intenciones de Syaoran. Syaoran se retiró un poco y empezó a ir a sus pies, estorbados por el reducido espacio. El dragón rugió y un río de fuego fluyó en la dirección de Syaoran.
"¿Chicos?" Gritó. "¡¡¡Corred!!!"
Yamazaki y Taeko ya habían corrido lejos, distraído de las ramas que pegaban sus caras. Syaoran estaba cerca de sus talones. El dragón voló tras ellos, sobre los árboles, la batida de sus alas causaban que las ramas y hojas ondearan delante y atrás. En el crepúsculo creciente, Yamazaki tropezó encima de una raíz y casi se cayó sobre su cara, pero Taeko lo levantó justo a tiempo.
Quizá ésa no era una idea buena, pensó Syaoran, sintiendo una emoción a su salvaje carrera. Podía ver la criatura sobre ellos, a través de los árboles y agradecía al espeso follaje que parcialmente los escondía de esos brillantes ojos. Los pájaros que estaban en los árboles emprendieron el vuelo sonando asustados. Los tres hombres saltaron encima de un pequeño arroyo.
"¡¡¡Mira, Li!!!" Apuntó Taeko. "Una pequeña cueva. ¡No podrá conseguir entrar! ¡Escondámonos allí!" Corrieron hacia la cueva. Desgraciadamente, había bastante cuarto para que el dragón aterrizara delante de la cueva.
"¡Argh!" rugió mientras intentaba poner su cara dentro de la cueva. Ellos se apretaron a un crujido en la piedra. Justo a tiempo, porque en ese momento el dragón escupió una bola de fuego en la cueva que de repente estaba tan caliente como un horno.
"¿Más ideas brillantes, Li?" La voz de Yamazaki se agitó tanto como sus piernas. Se quedaron allí durante mucho tiempo, esperando. El dragón se agachó fuera a esperar a que salieran. Después de un rato, pegó una garra dentro de la cueva y Syaoran lo atravesó diestramente con su espada.
"¡Aaarrgghhh!" La garra se retiró con un rugido de dolor y oyeron el batir de sus alas cuando se puso en marcha al cielo de tarde.
"¡Vamos! ¡Debemos cogerlo!" Dijo Syaoran, corriendo ya fuera de la cueva. Notaron que ellos estaban en la cima de una colina y podían ver absolutamente bien el pueblo debajo de ellos.
"Oh, no..." Taeko dijo, mirando el pueblo.
"Eso no puede ser bueno." Yamazaki miraba a Li. "¿Ahora que?"
El dragón estaba volando alrededor del pueblo, poniendo los árboles ardiendo. Al parecer supo lo que estaba haciendo. Estaba asustando a los lugareños antes de atacar las casas. Syaoran corrió abajo la colina. Sabía donde estaban los caballos. Saltó encima de unas grandes raíces levantadas, cayéndose casi dos veces, y finalmente llegó a los caballos, montando el suyo y galopando lejos. Yamazaki y Taeko estaban lejos detrás, sus llamadas eran casi inaudibles.
Dentro del pueblo, la Sra Arai estaba corriendo de ventana a ventana, cerrándolas. "¡¡¡Es el dragón!!! ¡¡¡Es temprano!!!"
"¡Syaoran y los otros todavía están fuera!" Gritó Sakura. En la calle, los lugareños estaban corriendo de terror, buscando resguardo. Sakura abrió la puerta. "¡Yo los encontraré!"
"¡No, espera! ¡Debemos quedarnos aquí!" Demasiado tarde. Sakura ya estaba fuera y ahí estaba el dragón, justo delante de ella. Estaba en medio de la calle, rugiendo furiosamente. Sakura oyó un pequeño lamento al igual que la criatura. Una niña pequeña estaba exactamente entre Sakura y el monstruo, llorando por su madre. Sin pensarlo dos veces, Sakura corrió hacia la niña antes de que el dragón levantara una gran garra para golpearla. ¡Sakura arrastró la niña aterrada a sus brazos y corrió! El dragón estaba de nuevo en el aire.
Sakura se encontró con una calle lateral, buscando algún lugar para esconderse. El dragón estaba justo detrás y sobre ella. Un callejón sin salida. "Oh, no..." Se dio la vuelta para enfrentar al monstruo, escondiendo la cara de la niña contra su pecho. Aterrizó delante de ella y empezó a moverse pesadamente en su dirección, humo viniendo de sus llameantes orificios nasales. Supo que ella estaba acorralada sin ninguna parte donde correr.
"¡Señor del Trueno!" Sobre el tronar de su corazón, Sakura oyó las palabras sobre ella. Una persona estaba en la pared y saltó abajo delante de ella, enfrentando el dragón con una brillante espada en su mano. "¡Ven a mí!" Fuera de ninguna parte, una saeta de relámpago golpeó el dragón. Pero no había sido lo bastante fuerte. La criatura voló lejos, rugiendo de dolor y rabia.
¡Sakura lo miró marcharse, mudo, y su sorpresa era aun mayor cuando el muchacho se dio la vuelta y ella vio que era... "¡¡¡Syaoran!!!"
"¿En graves aprietos de nuevo?" Sus ligeras palabras enmascararon el miedo y alivio que golpearon a través de su corazón.
De repente él era un caballero en una brillante armadura. "¡Syaoran! ¿Cómo has hecho eso?"
Él agarró su mano. "Escóndete ahora, respuestas después. ¡Venga!" La tiró tras él, con la espada en su otra mano. Sakura estaba asiendo a la niña con sólo un brazo. Syaoran se detuvo. El dragón regresaba de nuevo a la calle principal, asestando golpes a las personas con su cola. "Sabes que quiero que hagas."
"Quedarme aquí..."
"Correcto." Y él corrió al centro de la calle. Tiró un papel de su bolsillo. Tenía que llamar la atención del monstruo. "¡Señor del Viento! ¡Ven a mí!"
Un fuerte vendaval sopló a través de la calle, causando a las personas más débiles tropezar cuando escudaron sus ojos contra el súbito polvo. El dragón giló alrededor para enfrentar a Syaoran, su respiración caliente soplando más polvo. Sakura miró con miedo como la criatura se acercaba a Syaoran, deseando que hubiera algo que ella pudiera hacer. Pero una vez más él había pedido que ella se quedase quieta y después de haber visto que había hecho en la calle, pensó que era mejor obedecer esta vez. Esperaba que tuviera un plan.
El monstruo estaba acercándose más casi por segundo vez y Syaoran solo estaba de pie allí, espada en mano, mirando su acercamiento. Cuando estaba aproximadamente a quinientos metros, Syaoran corrió hacia un alto árbol y la criatura se puso lista para quemar ese también. Se acercó, Syaoran saltó alto lejos del árbol, su espada increíblemente penetrando la piedra que brillaba en la frente del dragón. El monstruo gritó, y Syaoran se cayó al suelo. Él se levantó rápidamente y corrió hacia Sakura. ¿Qué pasaría ahora?
La piedra brillante roja se puso gris y opaca. El dragón empezó a volar e inesperadamente a desintegrar a lo lejos. En unos segundo, sólo polvo gris continuó cayéndo de dónde había estado en el crepúsculo.
Las personas ya estaban surgiendo de alrededor. "¿Que fue eso?" Se preguntaron. "¿Que ha pasado?"
Sakura miraba a Syaoran. Él estaba jadeando al lado de ella, una línea espesa de sudor corría bajo su cara.
"No quiero ver u oír hablar en mi vida de dragones nunca jamás..." masculló él. "¡Ni en los cuentos de hada!"
"¡Mami!" La pequeña niña estaba retorciéndose en los brazos de Sakura, viendo a su madre buscándola desesperadamente. Sakura la puso sobre el suelo y ella corrió a sus padres. Pero los ojos de Sakura todavía estaban en Syaoran, pidiendo respuestas silenciosamente. Así que él había causado ese vendaval en la Ciudad del Valle, sabía eso ahora. Él notó su inquisitiva mira, pero la ignoró. Las personas se estaban alegrando, aunque no supieron cómo había sido destruido el dragón.
"¡Li!" Yamazaki y Taeko vinieron corriendo.
"Llegáis tarde." Les dijo. "Ha terminado todo."
"Lo vimos." Dijo Taeko. "Debes de irte ahora. El patrón sabrá pronto sobre esto y no queremos tener que explicarle cómo lo destruiste, ¿no?"
"Sí. Vamos." Dijo Yamazaki, pero Syaoran ya tenía planes para él.
"Tú te quedaras con Taeko, Yamazaki," Le dijo al sobresaltado muchacho. "Para ayudarlo. Solo no te metas en problemas porque yo no estaré alrededor. Venga, Ying Fa." Syaoran empezó a caminar lejos. "Nos vamos ahora."
Sakura todavía estaba sorprendida pero lo siguió silenciosamente. ¡Qué persona era este Syaoran por no querer explicar las cosas! Los otros dos hombres estaban detrás de ellos. Todo estaba listo. Ellos se irían en media hora, como máximo.
# * # * # * #
Un hombre joven estaba sentándose en su sillón, serenamente leyendo un libro. De repente sintió algo. El libro se cayó de sus manos al suelo. Una mujer que se sentaba en un sofá cercano le miró.
"¿Algo malo?" Preguntó ella, interesada. Él se quitó sus delgadas gafas.
"Mi dragón... Ya no existe," dijo realista.
"¿Hablas de ese dragón loco que creaste?" preguntó ella y él cabeceó.
"¿Cómo puede ser?" Preguntaba una pequeña y grisácea criatura al lado de la mujer. "Sólo la magia puede destruirlo y dijiste que no había nadie cerca de ese pueblo que podría hacer eso."
"Estaba equivocado... Debo averiguar lo que pasó y quién lo hizo." Él sonrió un poco. Oyeron un golpe en la puerta. La criatura pequeña se escondió detrás del sofá. "Adelante."
Un bajo hombre gordo abrió la puerta.
"Excúseme, pero el Emperador desea su presencia. Quiere saber los resultados de su investigación."
"Lo sé. Gracias, Conejo." El hombre joven se puso de pie. "Estaré allí en un minuto."
Conejo cerró la puerta y esperó por él fuera. El muchacho se volvió a poner sus gafas y recogió el libro del suelo. La criatura voló fuera de detrás del sofá.
"¿Qué es, Eriol?" preguntó.
"No lo sé, pero siento que... el cumplimiento de la profecía ha empezado."
Continuará...
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¿Cualquier comentario sobre este capítulo? ^_^
KayJuli
sunshine_kathie@yahoo.com
N. de A: Solo un comentario, dije que no iba a subir más capítulos en bastante tiempo, pero dada a la tardanza que está sufriendo el capítulo 10 en traducirse, subiré este capítulo. Si no me da por dejarlo... empiezo a odiar el capítulo 10, pero muchooooooo... ¬¬ maldito capítulo ¬¬. Se preguntarán del porque de mi enfado... La razón es que el capítulo 10 se ha traducido ya por lo menos 2 VECES y ahora voy por la tercera... ARGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH... Sí, sí, como leen, la tercera vez que lo traduzco. Misteriosamente se ha borrado de mi ordenador y lo he ido a traducir de nuevo, pero al día siguiente me encuentro de que el segundo intento de traducción se ha borrado, excepto por un par de p******** frases. Ahora dejaré el 10 y comenzaré el 11. Cuando me encuentre más tranquilita lo empezaré a traducir de nuevo.
Y una cosa más, ahora que me encuentro con ganas de arrancarle la pantalla a este ordenador maldito, quiero reviews, REVIEWS, no por mi traducción, sino por la historia, creo que es bastante buena (mejor que mis propios fics si que es). Creo que no es pedir demasiado unos reviews, tal vez sea brusca pero me encuentro bastante alterada con lo del capítulo embrujado. Seguramente después me tranquilice y piense que he puesto una tonteria, pero ahora mismo no tengo idea de lo que pongo, no esperen a que traduzca pronto el 10 ¬¬ esperense a que mi humor sea mejor porque de momento como abra el archivo y me lo vuelva a encontrar en blanco cojo el PC y lo tiro por la ventana.
Cualquier comentario o sugerencia a la Traductora (yo) o queja del humor que tengo, que como me hablen de ordenadores me tiro a su cuello, a: eternal_phoenix_light@yahoo.es
Ciao
Kassy99
