Disclaimer: *Kero * Desgraciadamente Card Captor Sakura no pertenece a KayJuli. ¡Cuánto deseo que le perteneciera a ella! ¡Es una chica maravillosa! Escribiría sobre mí comiendo budín, comiendo mermelada, comiendo chocolate, comiendo malvavisco, comiendo...
¿Estáis preparados chicos?
* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * El Poder de Dos Corazones * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
CAPÍTULO 14
Era media mañana y el sol estaba luciendo brillantemente en el cielo. ¿Quién hubiera imaginado que después de la tormenta de ayer el día sería tan bonito? Todos en el pequeño pueblo parecían más felices que el día anterior. De hecho era una mañana maravillosa. La noticia se extendió a través del pueblo de la noche anterior a esa mañana, la joven en el hospital había despertado finalmente. Los doctores no podían creer a sus ojos. Estaban asombrados. Sus expectativas habían sido prácticamente inexistentes, considerando que una planta para la que no había ningún antídoto la había envenenado. Todos los lugareños estaban comentando el hecho.
Ajena a los rumores, una muchacha de mirada esmeralda estaba sentada en su cama tomando el desayuno. O intentándolo al menos.
"¡Vamos, abre la boca!" Dijo Tomoyo alegremente sosteniendo la cuchara.
"Tomoyo…" Gimoteó Sakura.
"¡Oh, no, señorita!" Tomoyo la llamó como si fuera una niña pequeña. "Comerás las gachas. Tienes que ponerte fuerte pronto para poder salir de este hospital. ¡Ahora, venga!"
"No es eso Tomoyo…" Dijo Sakura avergonzada.
"¿Entonces cuál es el problema?" Preguntó Tomoyo rápidamente, volviendo a poner la cuchara en el plato y examinándola para ver si Sakura tenía fiebre.
"Estoy bien, Tomoyo, ¿pero… no piensas que soy bastante mayor como para comer sola?" Sakura estaba mirando hacia la puerta. Tomoyo se dio la vuelta para ver allí a tres jóvenes enfermeras, mirándolas fijamente con sonrisas en sus rostros. Tomoyo se puso de pie y caminó a la puerta.
"Ahora, chicas, apreciamos todo lo que han estado haciendo por nosotras, pero mi amiga aquí necesita descansar," dijo ella.
"Lo sabemos. Perdón. ¡Es solo que… ella se recuperó tan rápido!" dijo la enfermera más joven, una bonita mujer de veintiún años.
"Es como un milagro," respiró otra.
"Sí. Solo vinimos a desearle una rápida recuperación," dijo la tercera enfermera.
"Gracias," Sonrió Sakura. Las enfermeras le dijeron algo a Tomoyo sobre no dejar la ventana demasiado abierta debido al frío viento y regresaron a sus trabajos. "¿Por qué tengo el presentimiento de que todos en este hospital me conocen?" Dijo Sakura, cuando Tomoyo cerró la puerta.
"Corrección: todos en el pueblo," Tomoyo se sentó al lado de Sakura.
"Hoee…" Dijo Sakura muy suavemente. Tomoyo alcanzó una vez más la cuchara.
"¡Ahora, abre la boca!" Empezó con una voz infantil.
"¡Tomoyo!"
"¡Solo estoy bromeando!" La muchacha se rió, dándole la cuchara a Sakura. La última alegremente empezó a comer las gachas y a beber el jugo de naranja que la habían traído. Tomoyo caminó a la ventana y tiró de las cortinas para dejar que se filtrase el cálido sol en el cuarto a través de las hojas de un árbol cercano. Abrió la ventana un poco e inmediatamente una brisa refrescante invadió el cuarto, trayendo con ella el aroma de la lluvia que había caído esa noche. Sakura suspiró alegremente.
"Es tan bueno saber que esto es real," dijo ella. Tomoyo se volvió a ella. "El sueño se sentía real, pero no como esto." Tomoyo permaneció cerca de la ventana, mirando atentamente a Sakura. Sakura miró a su amiga. "Mmm… ¿Tomoyo? ¿Por qué me estás mirando así?"
"¿Tienes idea de lo angustiados que estábamos?" Preguntó Tomoyo. "Nos asustaste. Cuando el doctor nos dijo que no te despertarías..."
"Lamento todo esto, Tomoyo..."
"Sakura, no tienes que sentirte afligida. No fue tu culpa, solo pasó. ¿Cómo podías prever eso?"
"Si solo hubiera escuchado a Syaoran..."
"Quizá él no estaría aquí hoy. He estado viajando con vosotros durante sólo un mes, pero he notado que ese Li es bastante terco. Podría haberse matado ese día. Bueno que fueras tan terca como lo es él. Probablemente salvaste su vida. Entiendo por qué hiciste eso, pero nunca te habría perdonado si hubieras escogido el sueño en lugar de la realidad."
"Era tan real, Tomoyo..." Dijo Sakura, dejando la cuchara, abajo en el plato y mirando a su amiga. Ella hizo una pausa, sus mejillas se colorearon un poco. "Y se sentía tan bien."
Tomoyo sonrió a sabiendas.
"Apuesto a que... Todos tus deseos se hicieron realidad... ¿Cómo pudiste escoger la realidad? ¿Cómo podías saberlo?"
"Todo estaba bien, hasta que algo ya no lo sentí correcto. Primero oí que alguien me llamaba y entonces algunos minutos después, sentí... no sé, como si yo no perteneciera a allí, como si estuviera equivocada. De repente estaba en medio de un campo cubierto con flores. Vi a una mujer y la seguí. Cuando la alcancé me dijo que tenía que tomar una decisión: ¿quién era yo realmente? Estaba a punto de dar la respuesta equivocada, cuando me dijo que no pensara, que sintiera. Y lo hice. Y supe finalmente quién era. Me desperté."
Tomoyo caminó hacia su mejor amiga y se sentó al lado de ella.
"Sé que te pregunté esto antes y no me contestaste, ¿pero... con qué estabas soñando?"
"Mmm... Yo-yo... al-go... b-bueno..." Tartamudeó Sakura nerviosamente.
"No me lo vas a decir, ¿verdad?" Tomoyo hizo una mueca. "¿Por qué no me lo dices, Sakura? Soy tu mejor amiga."
"Tomoyo, no me siento bastante cómoda como para hablar sobre eso ahora. Aún estoy desconcertada..."
"¿Desconcertada?"
"Tomoyo, ¿recuerdas que me dijiste que todos mis deseos se harían reales en el sueño? ¿Qué todo lo que quería en la vida estaba en él?"
"Sí..."
"Bien, hay algo sobre mi sueño que... no entiendo. Si es uno de mis deseos, no lo sabía."
"¿Cuál es, Sakura? Por favor, dime..." Suplicó Tomoyo. Sakura miró directa a los ojos de su mejor amiga. Estaba escondiéndole demasiado a Tomoyo... Se sentía completamente culpable por no dejar que Tomoyo supiera todo lo que le había pasado y había decidido que no la podía esconder nada más. Después de todo, ellas eran las mejores amigas y habían crecido juntas, compartiendo sus secretos. ¿Por qué no decírselo? Sakura suspiró derrotada.
"Yo... yo soñé que-" La puerta se abrió de repente y alguien entró en el cuarto. Tomoyo no oyó abrir la puerta, tan absorta estaba ella, preparada para oír finalmente a Sakura decirle algo, pero Sakura dejó de hablar y pronto adquirió una interesante sombra de color rojo en ambas mejillas. Tomoyo pestañeó y miró encima de su hombro.
"Buenos días," dijo Syaoran. "¿Estoy interrumpiendo algo?"
"¿Eh? ¡Oh, no! puedes entrar, Syaoran," Dijo Sakura, bastante aliviada de que hubiera llegado allí en tan oportuno momento.
"Bien," Dijo Syaoran, cerrando la puerta detrás de él. Tomoyo lo miró y luego miró de nuevo a Sakura. Ahí fue cuando ella entendió: cualquier cosa que estaba confundiendo a Sakura sobre su sueño, tenía que ver con Li Syaoran. "¿Cómo te sientes, Sakura?"
"¡Absolutamente bien!" Dijo ella alegremente. Syaoran frunció el entrecejo ligeramente.
"¿Estás segura?" Caminó más cerca y puso su mano en su frente. "Parece que tienes fiebre."
Sakura se ruborizó más aún. Tomoyo pestañeó y de repente sonrió, mirando la reacción de Sakura a su tacto.
"Yo-Yo estoy bien..." Contestó ella calladamente. Él miró directamente a sus ojos.
"Mejor que estés bien," dijo serio. "Acabo de hablar con el doctor y dijo que puede darte el alta ahora mismo si estás bien, pero si no lo estás, tendríamos que esperar otro par de días."
"¡No! De verdad, estoy bien. Quiero salir lo más pronto posible de este hospital, Syaoran," Dijo ella, pero comprendió que la expresión de Syaoran mostraba que estaba a punto de decir que necesitaba quedarse más. Sakura puso inmediatamente sus ojos de cachorro.
"Sakura..."
"Si me quedo más aquí, empezaré a sentirme realmente enferma. Odio los hospitales... ¿Por favor? ¿Por fi?"
Syaoran suspiró.
"¿Estás segura de que podrás apañarte? No nos detendremos mucho durante los próximos diez días. Será muy cansado."
"Estoy segura. Ya os he retenido bastante. Estoy lista para salir," dijo ella.
"Vale..." Dijo Syaoran. No podía decirle que no a ella. "Pero tendrás que hacer todo lo que te diga. Ningún paseo sola y cuando te diga que te quedes en alguna parte, te quedarás." Sakura asintió, tan obediente como un cachorro con su amo. Syaoran la miró pensativamente por un momento y entonces dijo: "Bien. Hablaré con el doctor. Él vendrá a chequearte y si piensa que estás bien, te dará el alta." Salió para encontrar al doctor. Las mejillas de Sakura volvieron gradualmente a su color normal.
"Tu sueño, Sakura..." Sakura notó finalmente que Tomoyo todavía estaba allí. "No sé lo que es, pero tiene algo que ver con Li." Sakura se ruborizó. "¡Lo sabía!" Tomoyo se abalanzó sobre ella con una mueca triunfante.
"Tomoyo, por favor. Yo... yo no sé... Déjame pensar sobre esto y cuando esté lista te diré todo, lo prometo. No me tomará mucho tiempo hasta que te diga qué está pasando."
"¿Realmente me lo prometes?"
"Sí."
Tomoyo sostuvo su dedo meñique y Sakura lo entrelazó con su dedo meñique. Las dos muchachas sonrieron.
#* #* #* #
"Gracias por todo, Zemin-san."
"Está bien, muchacho. Me alegro de haber podido ayudar," le dijo el hombre a Syaoran. Zemin estaba de pie delante de su casa hablando con Syaoran, Taeko, Yamazaki y Meiling estaban detrás de ellos, llevando sus cosas. "¿Estás seguro de que quieres salir ahora? ¿No piensas que tu hermana debe descansar un poco más?"
"Ella insiste en salir hoy. Cuando ella quiere algo, nada puede detenerla," dijo Syaoran con una pequeña sonrisa.
"Sí, ella es igual de terca que su hermano," rió Yamazaki. La mirada de Syaoran le hizo tragar cualquier otro comentario que había pensado hacer.
"Vale, pero si están cerca de nuestro pueblo y necesitan pasar la noche en alguna parte o algo, pueden contar conmigo."
"Gracias, Zemin-san. Recordaremos eso." Syaoran colgó la bolsa sobre su hombro. "Adiós."
Así como Zemin-san se despedía con la mano, ellos camiron calle abajo hacia el hospital. A través de una apertura en la bolsa de Syaoran, Kero miró todo. Había decidido que sería mejor para su interés quedarse cerca de Syaoran, desde ayer, cuando el muchacho había pedido a Tomoyo que se llevara a Kero con ella, se había quedado en la bolsa toda noche, hambriento, y sólo pudo conseguir salir esa mañana. Había empezado inmediatamente a buscar a Syaoran y había entrado en su bolsa. Allí estaba más seguro. Por lo menos Li lo alimentaría de vez en cuando.
"Syaoran, no tenemos ningún caballo... ¿Cuántos días piensas que nos tomará llegar a Glanz?" Preguntó Meiling.
"Si no nos detenemos mucho y perdemos tiempo, podremos llegar allí en catorce, quince días. Pero tendremos que caminar rápido."
"Li, ¿estás seguro de que Ying Fa podrá con esto? ¿No piensas que debemos esperar?" Preguntó Taeko.
"¿Y qué hay contigo, Taeko? Tú fuiste el que dijo que debíamos salir de aquí sin ella, ya que llegamos tan tarde," Dijo Syaoran irónicamente.
"Lo sé pero... ella está débil."
"Sí, Li. Ella todavía no está completamente recuperado," dijo Yamazaki.
"Ella quiere dejar el hospital hoy. No hay manera de detenerla." Meiling frunció el entrecejo. Ella sabía muy bien que Syaoran simplemente podría prohibirle a Kinomoto que saliera pero él no mostró ninguna intención de hacer eso. Estaba cediendo ante la muchacha en cada deseo, y eso estaba volviendo loca a Meiling. ¿Por qué era tan dócil cuándo se trataba de Sakura Kinomoto? Se detuvieron delante del hospital.
"Las llamaré," dijo Yamazaki, pero antes de que él se pudiera mover, las dos muchachas aparecieron por la puerta, el doctor estaba dando muchas instrucciones de último minuto a Sakura.
" ...Y tiene que tomar ese té tres veces por día. Tiene muchas vitaminas, le hará mejorar más rápido."
"Sí, doctor, entiendo," Dijo Sakura.
"No se preocupe. Yo me cuidaré personalmente de eso," aseguró Tomoyo al doctor.
"Sé que lo hará," sonrió el hombre. Miró a Syaoran y los otros de pie delante de ellos. "Guarde un ojo en esta muchacha. Si ella muestra cualquier señal de no estar bien, llévela inmediatamente a un hospital."
"Lo haremos, doctor." Syaoran caminó hacia ellas. Tomó las pertenencias de Sakura. "Yo llevaré esto, gracias," dijo antes de que ella pudiera protestar y pudiera agarrar su mano. Se volvió al doctor. "Agradecemos todo lo que ha hecho."
"Solo estaba haciendo mi trabajo, joven. Ahora tome a su hermana, y recuerde: ella debe tomar todas las medicinas que prescribí para ella."
"Lo hará," Syaoran tiró de Sakura suavemente con su mano detrás de ella, causando que se ruborizase como loca. Tomoyo intentó no reírse, pero la escena era demasiado mona para ella.
"Kawaii..." se dijo a sí misma.
Nadie notó a una mujer acechando en una callejuela cercana, mirando al pequeño grupo fijamente. Estaba sonriendo como si estuviera aliviada.
"Está bien..." Se dijo a sí misma. Si tomo ese atajo, podría conseguir adelantarlos y encontrármelos en el camino. El Nuevo Líder es demasiado desconfiado, pero desde que Eriol me dijo que fuera el resto del viaje con ellos, mejor voy. Miró al grupo una vez más antes de desaparecer en la callejuela. Estoy tan contenta de que la Maestra de Cards pudiera escoger la opción correcta.
#* #* #* #
Estirada en la sombra de un alto árbol, Sakura sonrió cuando observó a sus amigos sentados un poco aparte de ella, en el césped, preparando el almuerzo.
"Por favor dime que sabes lo que estás haciendo," dijo Taeko ansiosamente así como Yamazaki tiraba calmadamente los ingredientes en una olla. La mirada asesina del muchacho habría marchitado a una flor.
"Puedo cocinar perfectamente bien," anunció, agregando pimienta a... cualquier cosa que fuera lo que estuviera preparando.
"¿Por qué no me siento muy seguro de esto?" vino el comentario sospechoso de Taeko cuando se maravilló de la generosa cantidad de pimienta que se estaba agregando al… brebaje.
"Tomoyo y Meiling no están diciendo nada. Ellas confían en mí, ¿ves?" Detrás de la espalda de Yamazaki, las muchachas estaban agitando sus cabezas negando y Taeko estalló en risa. Yamazaki se dio la vuelta rápidamente pero inmediatamente estaban sonriéndole angelicalmente.
"¿Cómo terminaste cocinando tú en todo caso?"
"Syaoran se cansó tanto de oírle alardear sobre lo buen cocinero que era, que le dijo a Yamazaki que hiciera el almuerzo," Dijo Meiling.
"Oh, sí, eso es correcto. Yo no habría hecho eso si fuera Li..." Dijo Taeko.
"Sí. Nuestra chica durmiente apenas se despertó y la última cosa que necesitamos es conseguir un envenenamiento de comida. Tendríamos que gastar otras dos semanas en un hospital," dijo ella en un tono aburrido.
"¡Eh!" Yamazaki les lanzó una mirada asesina. "¡No soy un mal cocinero! No sabíais que hace mucho tiempo, en la provincia de-"
"Yamazaki, en lugar de mentir, ¿por qué no pruebas un poco de tu comida?" Taeko llenó una cucharada de lo que Yamazaki estaba cocinando en la boca del ofendido cocinero y sus ojos se llenaron de lágrimas. Taeko se rió. "Demasiada pimienta, ¿eh?"
Yamazaki tragó, pero con una todavía dolorosa expresión determinada. Una sonrisa vacilante apareció en su cara enrojecida. "¿Ves? No estaba malo," dijo resueltamente, vertiendo el agua despreocupadamente en una taza. "Realmente es bastante bueno."
"Quizá tienes razón, Yamazaki, pero solo para asegurarnos, haremos un pequeño experimento..." Taeko sonrió perversamente a Meiling. Ella entendió y dijo:
"Sí. Dejaremos algo de eso allí para los pájaros. Si ellos lo comen y no se mueren, podemos comer un poco." Tomoyo miró su burla juguetona divertida.
Sakura rió. Era tan bueno estar fuera del hospital, sentir todo, oír, reír, sabiendo que las cosas que estaba viendo eran reales. Todavía estaba un poco débil. Estaba cansándose con demasiada rapidez, lo notaba. Habían viajado durante sólo seis horas y ya estaba exhausta. Cosa buena que Syaoran hubiera decidido descansar durante un par de minutos. No quería pedirles que se detuvieran por ella. Sabía que eso les haría a todos preocuparse por ella. Lo que Sakura no sabía era que Syaoran sólo se había detenido porque había notado su rostro cansado.
Sakura echó una mirada a su alrededor. No muy lejos estaba un arbusto con una especie de bayas. Nadie estaba mirándola. Syaoran parecía no estar en ninguna parte cercana. Se puso de pie calladamente y caminó al arbusto. Desde donde sus amigos estaban sentados, no la verían. Se estremeció un poco. El viento era bastante frío. Frotó sus manos y estaba a punto de alcanzar una baya cuando alguien la cubrió con una capa alrededor de sus hombros. Desde un principio, se volvió y se vio cara a cara con Syaoran que estaba mirándola serio.
"Ya estás de nuevo, ¿no? Sabes que no puedes ir caminando sola por ahí."
"Perdón," contestó sonriendo. "Vi estas bayas y..."
"No puedes comerlas."
"¿No puedo?" preguntó desconcertada.
"No a menos que quieras enfermar de nuevo. Éste no es un tipo comestible de baya."
"Perdón," contestó ella tímidamente. Ahora está enfadado conmigo... Pero en lugar de fruncirla el ceño, Syaoran abrió sus manos y puso algunos arándanos en ellos.
"Éstos sin embargo son buenos," dijo él. "Cómetelos antes de que el pelu-"
"¡Eh, Li! ¿Tienes más arándanos?" Kero lo interrumpió. "¡¡¡Sakura!!!" Kero voló hacia ella. Sakura llenó rápidamente de frutas sus bolsillos antes de que Kero pudiera verlos y le abrazó. "¡Estoy tan contento de que estés bien! ¡Estaba muy angustiado por ti!"
"Es genial verte de nuevo, Kero. Me estaba preguntando donde estabas. Te busqué en mi bolsa, pero no estabas, ni las Clow Cards. Estaba muy angustiada."
"Li tomó tus Cards cuando te enfermaste porque tu amiga Tomoyo siempre estaba buscando algo en tus cosas y yo estoy quedándome con él porque es más seguro."
"¿Más seguro?"
"Daidouji lo puso en su bolsa ayer y casi se muere de hambre. Cuando me desperté esta mañana estaba en mi cuarto y se había comido todas las galletas que había estado guardando," dijo Syaoran.
"Kero, le deberías de haber preguntado..."
"Nah, Sakura, no hay problema. Esas galletas estaban tan viejas que no las quería de todas maneras," dijo Syaoran con una sonrisa maliciosa.
"Sí, eran muy viejas," Kero solo miró a Syaoran y el muchacho sonrió con satisfacción. "De algún modo siento que estabas guardándolas para mí…"
"¿Qué estaban los dos haciendo aquí, lejos de los otros, en vez de pelear y buscando comida?" Les preguntó Sakura.
"Hablando," contestaron juntos. Sakura los miró, escepticismo estampado en su cara.
"Sí, ya..." dijo ella sarcásticamente.
"¿Qué? ¿No piensas que podemos tener una conversación decente?" preguntó Syaoran. Ella solo lo miró. "Vale, quizás el peluche y yo no nos llevamos muy bien, pero a veces hablamos."
"¿Sobre...?"
"Normalmente tú," Contestó Kero serenamente.
"¿Y-yo? ¿Por qué?"
"Para intercambiar información," era el turno de Kero para sonreír perversamente.
"No me gusta el sonido de esto..."
"Estábamos discutiendo lo que va a pasar cuando lleguemos a Glanz, Sakura," Syaoran se sentó en el césped y tiró de Sakura para que se sentase al lado de él. "Porque no tengo ninguna idea."
"Li me preguntó si sabía el resto de la profecía para que pudiéramos tener una pista de lo que va a pasar, pero no lo sé," dijo Kero, volando delante de ellos.
"¿El resto de la profecía?" Preguntó Sakura.
"Ah. Muy pocas personas saben que parte de la profecía está perdida. Realmente, la mayoría de ella lo está. Se suponía que yo tampoco debía saberlo, pero oí a los ancianos hablando sobre ello una vez. Era muy curioso de pequeño," contestó Syaoran. "Pensé que Kerberos sabría sobre ello, pero no."
"Yo no estaba allí cuando Maaya declaró la profecía," explicó Kero. "Clow ya me había puesto en el libro cuando eso pasó. De lo que sé, esas fueran sus últimas palabras. Pero conocí a Maaya, y soy optimista de que esas pequeñas frases que todos consideramos ser la profecía de Maaya no son todo lo que declaró. Ella quiso asustar al Emperador. Seguro que dijo mucho más que eso, debe de haber dicho más sobre ti y Li, pero no sé el resto de ella."
"No tengo ninguna idea de dónde ir después de que lleguemos a Glanz. Sé que continuaré con el plan. Atacaremos al Emperador, pero... Cómo vamos a cumplir nuestra parte, no lo sé..." dijo Syaoran. Sakura sonrió.
"Syaoran, no tenemos un programa que seguir. Hacemos nuestro propio futuro, ¿recuerdas? Maaya nos vio en el futuro. Ella supo que nosotros lo cambiaríamos. Pero cómo va a pasar eso, de nosotros depende decidirlo. No tengo miedo de lo que vaya a pasar porque sé que el futuro no será el mismo. La próxima generación no va a pasar por lo que nosotros estamos pasando. Aunque la idea de cumplir una profecía para salvar el mundo es muy atrayente y yo todavía lo encuentro muy duro de creer, sé que es la verdad, o Kero no estaría aquí. Nosotros no nos habríamos encontrado. Yo probablemente habría perdido el resto de mis días haciendo cualquier cosa que mi hermano me dijera." Río ella. "Conociendo a onii-chan, ahora habría estado casada, él tenía tanto anhelo de conseguir comprometerme con uno de sus amigos. Afortunadamente, no resultó de esa manera y ahora mira, aquí estamos. Dentro de unos días finalmente alcanzaremos nuestro destino y en cuanto a lo que va a pasar... bien, nosotros deduciremos eso cuando lleguemos allí. Pero sé una cosa, Syaoran: Nosotros no tenemos que preocuparnos. Después de todo, sabes lo que dicen..."
"¿Qué dicen?" Preguntó Syaoran suavemente, una sonrisa en su rostro, mirándola.
"Y juntos, dos corazones en uno, salvarán el mundo. No tengo ni idea de cómo vamos a hacer eso, pero si Maaya dijo que nosotros podemos... ¡Nosotros podemos!" Syaoran y Kero tenían sonrisas orgullosas en sus rostros.
"¡Ésta es la manera que debe hablar una Maestra de Cards!" dijo Kero.
"Cuando tienes razón, tienes razón," dijo Syaoran, apartando un mechón de pelo de su faz. Esta vez Sakura no se ruborizó. Siguieron mirándose fijamente, Kero volando delante de ellos, hasta que de repente oyeron aplastarse las hojas bajo los pies de alguien. Era Tomoyo detrás de un árbol, mirándolos con los ojos desorbitados.
"Oh-oh..." masculló Kero. Tomoyo no podía apartar la vista de él.
"Yo-Yo lo siento... yo s-sólo... vine a-a ve-ver a S-Sak-kura, pero me i-iré..." Tartamudeó. Sakura estaba a punto de llamarla pero Syaoran fue más rápido.
"Espera, Daidouji," ordenó autoritariamente y ella se paró.
"Ven aquí, por favor," la voz de Syaoran era tranquila y ella caminó más cerca de ellos. Syaoran la hizo señas para que se sentase delante de ellos. Era muy frío sobre esto. Kero voló al hombro de Sakura. "¿Qué oíste?" Le preguntó Syaoran a Tomoyo.
"¿So-sobre qué?"
"Todo."
Tomoyo parecía asustada. Éste era el Líder de la Resistencia y ella había oído lo que no se supone que tenía que oír. Ella miró a Sakura quién asintió.
"Tú y Sakura... son los héroes de la profecía..."
"Lo oíste todo, ¿no?"
"Yo-yo, sí. Noté que Sakura estaba desaparecida así que v-vine a buscarla. Te oí hablar pero no quise... Yo-Yo lo siento..."
"¡Daidouji, tómalo con tranquilidad! ¡No vamos a hacerte nada!" Dijo Syaoran, notando su nerviosismo.
"¿No?" Preguntó en una voz sorprendida.
"Claro que no. Estaba empezando a preguntarme cuánto tiempo te tomaría hasta averiguarlo, ya que tú y Sakura son amigas tan íntimas. Debo decir Sakura, superaste mis expectativas."
"¿Lo hice?"
"Sí. Sabiendo cómo te gusta charlar, pensé que ella iba a averiguarlo en menos de una semana. Realmente has guardado el secreto durante mucho tiempo."
Sakura de repente sonrió brillantemente y pegó su brazo.
"¡Caramba, estoy emocionada por la confianza que tienes en mí!" dijo ella.
"¿Chicos?" Tomoyo llamó su atención. "¿Así que no estáis enfadados conmigo?"
Sakura miró a Syaoran.
"Al parecer no," contestó ella.
"Pero no debes dejar que se entere nadie, Daidouji," dijo Syaoran serio.
"Lo sé. No te preocupes, no se lo diré ni a un alma viviente."
Kero se rió: "Bien, entonces no tenemos de que preocuparnos porque es difícil de decir a una alma muerta desde que... ¡está muerta!" Syaoran rodó sus ojos. Eso no era gracioso.
"¡Tú estás vivo! ¿Quién eres?" Tomoyo volvió su atención finalmente a Kero.
"Soy el más maravilloso, único, asombroso, increíble..." Kero voló delante de ella con el pecho hinchado de orgullo.
"Narcisista," susurró Syaoran. Sakura rió.
"¡... Bestia Guardián de las Clow Cards!" Kero no lo había oído.
"Oh. Eres tan... ¡¡¡kawaii!!!" Tomoyo extendió la mano a Kero y lo abrazó herméticamente.
"Interesante. Esa fue la misma reacción de Sakura..." dijo Syaoran. Tomoyo se separó y miró a Kero.
"¿Qué son las Clow Cards?" preguntó ella. La expresión feliz de Kero desapareció en una llamarada.
"Nadie parece saber sobre las Clow Cards... Clow debería haber hecho un poco de propaganda sobre ellas. ¡Vamos, te voy a contar todo sobre…!"
#* #* #* #
"¡¿Dónde estaban?!" Exclamó Taeko viendo a Syaoran, Sakura y Tomoyo. "¡Estábamos empezando a preocuparnos!"
"Mmm... Encontramos algunos arándanos," dijo Sakura.
"¡¿Sí?!" Taeko y Meiling corrieron a ellos, las bocas hechas agua imaginándose las grandes, maduras y suculentas bayas. "¿Dónde están?"
"Nos las comimos, claro," contestó Syaoran.
"¿Hasta la última?"
El trío asintió.
"Oh, no..." Gimotearon ellos.
"Eh, todavía estoy haciendo el almuerzo. Estará listo en un par de minutos," llamó Yamazaki tranquilizadoramente.
"Estupendo," siseó Meiling bajo su respiración. "¿No podrían haber guardado también algo para nosotros, Syaoran? Ahora nos enfrentaremos a un destino peor que la muerte."
"Perdón. Me olvidé," contestó de la misma manera.
"Pero ella consiguió algunos, ¿no?" Meiling sacudió un dedo acusador en la dirección de Sakura.
Meiling estaba a punto de gritar a Syaoran cuando una voz extraña intervino:
"¿Perdónenme?"
Se dieron la vuelta para ver a una mujer muy bonita de largo cabello castaño rojizo que brillaba rociado por la luz del sol que se filtraba a través de los árboles. Parecía amistosa. Su sonrisa era contagiosa y Sakura sintió al instante una sensación de felicidad dentro de ella. Observándola, vieron que ella estaba en sus treintatantos. "Siento molestaros, pero olí su cocina... y me preguntaba si no les molestaría compartir un poco de ella conmigo."
Intercambiaron miradas sorprendidas pero inmediatamente invitaron a la extraña a meterse en su grupo. Sólo Syaoran frunció el entrecejo. Los otros parecían haber sido magnetizados por la mujer con su cautivadora manera de hablar.
Se presentó como Kaho Mizuki.
"Yo soy Li Ying Fa," dijo Sakura. "Éste es mi hermano Li Syaoran, mi prima Li Meiling y nuestros amigos Daidouji Tomoyo, Arai Taeko y Yamazaki Takashi."
La extraña confirmó las introducciones con dulces sonrisas y siguió para explicar que ella no había comprado suministros durante ese día pensando que encontraría algún lugar para hacerlo en el camino.
"Entonces puede sentarse y esperar solo un par de minutos, Mizuki-san, porque el almuerzo está casi listo," dijo Yamazaki.
"Gracias. ¿Qué están preparando?" les preguntó su invitada.
"Sopa."
"¡¿De verdad?!" Taeko, Meiling y Tomoyo preguntaron juntos, un gran misterio se había aclarado. Kaho caminó más allá de ellos y tomó la cuchara de la mano de Yamazaki.
"Mmm... ¿señorita? Yo no haría eso..." advirtió Meiling. Una vez más Yamazaki miró amenazadoramente. Si las miradas pudieran matar... Kaho levantó la cuchara hacia sus labios y ellos esperaron expectativos por grandes lágrimas empezando a rodar bajo su rostro o algo, pero su reacción los asombró.
"¡Está bastante bueno!" declaró, alcanzando algo que Yamazaki estaba sosteniendo en su mano. "Pero con un poco más de esto..."
Un poco después, entre bocados, Taeko expresó incrédulo "¡Eh, esto no esta mal!"
"Gracias," dijo Yamazaki a lo que Taeko respondió con un:
"No estoy hablando contigo. Mizuki-san cocinó prácticamente todo."
"Así que, Mizuki-san, ¿está viajando sola?" preguntó Meiling.
"Sí. Estaba visitando a algunos amigos en el Pueblo Sudoeste," contestó la extraña.
"Eso está algunas millas detrás de nosotros," dijo Tomoyo. "Lo pasamos hace aproximadamente cuatro horas."
"Es peligroso para una mujer viajar sola, ¿no cree?" preguntó Yamazaki. "Quiero decir, incluso para un hombre hoy día es peligroso."
"Lo es, pero no tengo elección."
"¿Dónde va, Mizuki-san?" Sakura se unió a ellos y juntó sus manos con placer cuándo oyó que la preciosa extraña estaba viajando a la Ciudad de Glanz.
"¡Que coincidencia! ¡Igual que nosotros! ¡¿Por qué no viaja con nosotros?!" invitó Sakura.
"Oh, realmente apreciaría eso... Si tu hermano está de acuerdo."
Fue entonces que Sakura notó que la cara de Syaoran estaba nublaba por un ceño que no hizo esfuerzo por enmascarar. Había algo muy raro en esa mujer, podía sentirlo. Solo lo sabía. Debían confiar en ella, una mujer que apareció de ninguna parte, simplemente así…
"Sí, ¿no Syaoran?" vino la súplica de Sakura y Syaoran pestañeó. No había estado prestando mucha atención a la conversación. Había estado intentando leer detrás de las amistosas palabras y las maneras de la extraña. Sin embargo, los suplicantes ojos de Sakura le dijeron la respuesta que quería que fuera.
"Ying-" Cómo podía advertirlos sin ofender a una persona que quizá era buena después de todo aunque él dudaba mucho de que lo fuera.
"¿Por fiiiiiiii?"
Oh, no... No la mirada de cachorrito de nuevo...
"Vale..." Sakura sonrió brillantemente. Meiling frunció el ceño a la muchacha y todos, incluso Syaoran, lo notaron. Exceptuando a Sakura, claro. Meiling se estaba enfadando por toda esa situación. ¡Él estaba dejando a esa Kinomoto hacer cualquier cosa que quisiera! ¡Él estaba de acuerdo en todo! ¡Él estaba haciendo todo por ella! Y- un momento, ¿no estaba la capa de Syaoran alrededor de sus hombros? Meiling recordó que una vez le pidió a Syaoran que le prestara su capa porque tenía frío. Syaoran había buscado en sus pertenencias, había encontrado una manta y se la había dado sin una palabra. ¿Su capa? ¡De ninguna manera! Perteneció a su padre. ¡Y aquí estaba esa chica Kinomoto pavoneándose! Meiling no soportaría eso mucho más.
Como suponiendo los pensamientos furiosos de Meiling, Syaoran le frunció el entrecejo advirtiéndola y ella miró a otro lado. Tomoyo, Taeko, Yamazaki y Kaho se miraron unos a otros, desconcertados. ¿Qué había acabado de pasar?
#* #* #* #
"¡¿¡¿¡¿Qué quieres decir con que 'ellos no están muertos'?!?!?!" Chilló Hirotada con furia. El mago hizo una mueca de dolor. Esa mañana habían decidido concentrar sus poderes juntos y asegurarse de que la Maestra de Cards estaba realmente muerta. El terrible sentimiento que habían tenido cuando sintieron su presencia (que crecía más fuerte por minutos) les hizo a todos ellos temblar de miedo cuando se preguntaron lo que el Emperador haría. Sin embargo, no tenían otra opción sino decírselo.
"Lo siento, señor. Pensamos que iban a morir, pero no ocurrió. No es la manera en que normalmente resultan las cosas y-" Nakagawa estaba balbuceando nerviosamente.
"¡Silencio! ¡¡¡Me dijeron que ya estaban muertos!!!"
"Solo supusimos que lo estaban, señor. La muchacha había sido envenenada con el Sueño Oscuro. Ella debía haber muerto. Es muy raro que alguien sobreviva a eso." Dijo Aoki.
"'Es muy raro'..." imitó el Emperador Hirotada, andando de arriba abajo. "¡Aquí estamos hablando de los dos esperados! ¡¿Cuán a menudo se hace realidad una profecía?! ¡¿Cómo pudieron ser tan tontos?! ¡Les dije que se aseguraran de que los dos fueran asesinados, no sólo uno! ¡¿Dónde están ahora?!" Ellos se observaron con la mirada en blanco. "¡¿¡¿Bien?!?!"
"No sabemos, su majestad..." la respuesta temblorosa de Koizumi era escasamente un susurro.
"Escúchenme, ¡Imbéciles!" tronó el emperador. "¡Persíganlos y encuéntrelos! ¡No me importa cuánto tiempo tome, no me importa lo que tengan que hacer, sólo muévanse y encuéntrenlos! ¡Están solos en esto! ¡Ningún soldado los acompañarán! ¡Y será mejor que regresen con sus cabezas, o me aseguraré de que ustedes pierdan las suyas!"
"Sí, su majestad, inmediatamente," ellos salieron corriendo de la sala del Trono.
"¡No puedo creer que hicieron eso!" Gritó frustrado el Emperador. Conejo entró corriendo a través de las macizas puertas.
"Su majestad..." dijo Conejo después de arquearse.
"¡¿Qué?!"
"L-los organizadores están aquí, su majestad, como usted pidió."
"¡Traelos!" Hirotada subió los escalones a su trono. Un grupo de veinte hombres entró en el cuarto y las puertas se cerraron tras ellos. Evidentemente eran Verborgens muy influyentes. Se arquearon ante el Emperador. "Señores," dijo el emperador en una voz que ahogó la ira que hervía dentro. "Los llamé aquí porque tengo una misión para ustedes. ¡Como saben, los rumores se están extendiendo entre los esclavos de que estamos perdiendo nuestros poderes, que nuestro dominio está llegando a su fin! Necesitamos mostrarles que están muy equivocados. ¡Necesitamos mostrarles que la realidad es otra, que nuestro poder no desaparecerá, nunca en esta vida!"
"Estamos a su servicio, Su Majestad," dijeron al unísono.
"Bueno. Claro que lo están." El emperador los miró astutamente. "Prepararán las celebraciones para el Quinto Centésimo aniversario. Algo tan magnífico que estos cerdos no pensarán ni en rebelarse." Hizo una pausa. "¡Muéstrenles nuestro poder! ¡Todas nuestras tropas y equipos militares deberán desfilar! He decidido retrasar la conmemoración algunos días. Se suponía que empezarían en veinte días pero un mes y medio será mejor para que todo pueda prepararse." Se puso de pie. "¡Las celebraciones deben durar una semana con lujosas fiestas! ¡Todo verdadero Verborgens debe estar invitado!" Sonrió maliciosamente. "Quiero ejecuciones públicas. ¡Eso mostrará a la Resistencia que nunca lo conseguirán! ¡Les mostraremos nuestra superioridad! El dinero no es ningún problema. ¡Simplemente háganlo!"
#* #* #* #
"¿Has oído algo más?" Preguntó Kai Foon en chino, observando a Xiao Ping acercándose.
"Encontré uno de los más fieles subordinados del jefe de esta provincia. Estaba en la reunión de Nimbo. Dijo que todos los Rebeldes están preparándose. Algunos ya van a Glanz."
"Xiao Lang debería haber pensado mejor esto. Le dijimos que usara un grupo allí y no enviar a todos los miembros a la ciudad. Ellos lo notarán," se quejó Kai Foon.
"No sé, Kai Foon. Quizá lo que Xiao Lang hizo fue mejor que nuestra idea," dijo Yong Yi.
"Siempre estás protegiéndolo."
"No. Yong Yi tiene razón," dijo Xiao Ping.
"Todos los anteriores líderes de la Resistencia... nunca hicieron algo tan drástico," dijo Kai Foon.
"Quizá debieron," replicó Xiao Ping. "¿Qué tenemos que perder? Es la primera vez que se planea algo tan grande."
"Xiao Lang siempre está causándonos problemas," masculló Kai Foon.
"No crees en él, ése es tú problema, Kai Foon," declaró Yong Yi serenamente, quitándose sus gafas y limpiándolas con su camisa. "Debes confiar en él. Nunca ha hecho nada para hacer que perdamos nuestra fe en él."
"¡Es demasiado joven para ser el líder! ¡Esa siempre ha sido mi opinión!"
"¿Y quién está preparado para llevar una carga tan pesada? Él está haciendo un buen trabajo. Confío en él."
"¿Qué piensas Lai Cheng?" le preguntó Kai Foon al anciano más viejo, quien había estado callado.
"No tengo nada que decir sobre esto. Nuestro objetivo presente es alcanzar Glanz y hallar a Xiao Lang," dijo serio. Los otros permanecieron callados. Estaban caminando bajo una calle con la gente mirándoles. No estaban vestidos diferentes pero su carruaje era diferente, orgulloso y seguro, no el usual carro de los esclavos que caminaban con las cabezas y miradas bajas y los hombros encorvados. Aunque todos los ojos estaban sobre ellos y algunos observadores se acercaban para oír sus palabras, ellos hablaron abiertamente sobre Xiao Lang porque ninguna de esas personas podía entender chino. Al final de la calle, un grupo los esperaba.
"Estamos listos para salir," dijo Yong Yi. El grupo montó sus caballos y se fue del pueblo, los ancianos lideraban el camino y los otros algunas yardas detrás de ellos.
"Ahora, explícame de nuevo cómo convenciste a los ancianos para que te permitieran venir," dijo May Yu.
"Fue bastante fácil. Les dije que estaba en la reunión de Nimbo y ellos me permitieron venir," Contestó Inna serenamente.
"¿Cómo puede ser que no estuvieras en la reunión, Bing?" Preguntó May Yu al marido de Inna.
"No fui invitado. Ni Inna," dijo travieso. Inna sonrió tímidamente.
"No puedo creer que dejaras a las gemelas con Huan..." Dijo Chunyan a Inna.
"¿Por qué? Huan es absolutamente capaz de cuidar a mis niñas. Ella tiene dos chicas y ellas son lo bastante mayores para ayudar a cuidar de las gemelas," contestó Inna.
"¿Estamos hablando sobre la misma Huan? Estoy hablando de nuestra hermana, Huan, la que vive en el Pueblo de Orion."
"Muy graciosa, Chunyan. Extraño a mis niñas, pero sé que están bien. Por otro lado, no me perdería el ver a nuestro hermano pequeño y Ying Fa por nada en el mundo," sonrió Inna a su marido.
"¿Piensas que Xiao Lang es serio sobre esto?" preguntó Yelan, escuchando la conversación de sus hijas.
"Oh, sí," Dijeron Inna y Bing. "Es un caso muy serio..."
"Mamá, ¿qué están diciendo sobre Li y Ying Fa? No lo pillo," le preguntó Lusheng a su madre.
"Mmm... Lo sabrás cuando lleguemos a la Ciudad de Glanz y veas a tu tío y a Ying Fa," contestó Chunyan. Las tres hermanas dejaron escapar una risita.
"Nunca me dices nada..." se quejó Lusheng. "Abuela, ¿Qué es? Por favor dímelo."
"Prefiero esperar y verlo por mí misma antes de decir nada sobre ello." Le contestó Yelan a su nieto. "Pero estoy bastante segura de que no te gustaría saberlo de ninguna manera," sonrió ella.
"¿Por qué no?"
"Oh, tú sabes... Porque pensarías que mi hermano pequeño está 'traicionando a los hombres Li'," dijo May Yu. Las hermanas empezaron a reírse.
"¡Madre!" dijo Lusheng.
"Lo siento, Lusheng, pero eso era demasiado gracioso que tuve que decírselo," contestó Chunyan. Él frunció el entrecejo.
"Me iré con los ancianos. Ellos no se burlarán de mí."
"Se parece tanto a Xiao Lang cuando frunce el entrecejo así..." dijo Yelan y las mujeres asintieron.
"¡Extraño picar a Xiao Lang. No puedo esperar a verlo!" exclamó May Yu. En el silencio resultante, Chunyan parecía pensativa. De repente habló.
"Inna, me dijiste que Xiao Lang había dicho que la profecía estaba cumpliéndose. ¿Crees que es verdad?"
"Lo creo," contestó Yelan enfáticamente y las mujeres y Bing la miraron. "Sentí que eso era lo que tenía que pasar. Lo supe en el momento que sentí por primera vez la presencia de la chica."
"Ma-ma, Ying Fa es una buena chica y me gusta mucho pero... Ella sigue siendo una Kinomoto..." dijo Chunyan.
"Ella es la descendiente directa de Maaya. Ninguna otra familia en el mundo tiene la sangre de Maaya tan fuerte en sus venas como la de los Kinomoto. Y los Kinomoto no son malas personas."
"Es verdad," aseguró May Yu a los sorprendidos Chunyan, Inna y Bing. "Touya Kinomoto puede ser uno de nuestros peores enemigos, pero su padre siempre nos ayudó. Él sabe quiénes somos. Es un miembro de la Resistencia. Nos ha advertido a menudo sobre los planes de su hijo y Xiao Lang pudo impedir a Touya Kinomoto hacer serios daños."
"¡Estás bromeando!" Exclamó Bing.
"No. De hecho, su suegra nos ayudaba también. Cuando su hijo vio a Sakura con Xiao Lang en la Ciudad del Valle, él se lo dijo a su padre y él vino inmediatamente a nosotros, preguntando dónde estaba ella. Envió a la mejor amiga de Sakura, Tomoyo, con Meiling. El plan era que Tomoyo encontraría a Sakura y la traería de vuelta a casa con Meiling. Sin embargo, Meiling no volvió."
"Deberíamos haber supuesto que Meiling no regresaría," suspiró Yelan.
"¿No se suponía que ella continuaría con Xiao Lang?" preguntó Chunyan.
"No. Los ancianos le dijeron que lo encontrara, descubriera lo que le pasaba, y entonces regresara. Ése era el plan, pero Meiling nunca sigue el plan..." dijo May Yu.
"Así que ustedes dos realmente creen que Sakura Kinomoto es ella," Inna hizo algo así como una pregunta y declaración.
"Sí," contestaron May Yu y Yelan.
#* #* #* #
Entretanto, Syaoran estaba llevando a su pequeño grupo, Meiling atada a su brazo derecho. Detrás de ellos, venían Taeko y Yamazaki con Kaho al lado de ellos, montando en su caballo. Como siempre, Tomoyo y Sakura se habían retrasado.
Sakura notó que su amiga la estaba mirando atentamente.
"¿Qué?" preguntó Sakura, intentando deducir por qué Tomoyo estaba mirándola así.
"Tu abuela estaría tan orgullosa de ti..." Dijo Tomoyo como llovido del cielo. Ella había estado pensando sobre su vida en el pueblo de Orion, sobre todo lo que había pasado que hizo que Sakura escapara de casa. Sakura sonrió tristemente.
"Supongo que lo estaría," dijo Sakura con anhelo.
"Ella dijo una vez que te admiraba mucho por tu valor y tu infinita felicidad. Incluso cuando todo estaba en contra tuya, y todo parecía gris y triste, siempre llevabas puesta una sonrisa, siempre podías animarla y siempre iluminabas un cuarto sólo caminando en él."
"¿Ella dijo eso?" preguntó Sakura con sus ojos brillando. Tomoyo cabeceó. "La extraño..."
"Yo también."
"Extraño a mi abuela... extraño a mi padre... E incluso al baka de mi hermano, aunque no sé por qué..."
"Porque incluso siendo un baka, como has dicho, él todavía es tu baka onii-san. Tú eres Sakura. Es imposible para ti odiar a nadie o estar mucho tiempo resentida. Perdonas a todos." Tomoyo hizo una pausa. "Y extrañas a tu otou-san. Él te extraña también, pero si él supiera lo que yo sé ahora, estaría muy orgulloso de ti, Sakura."
"No sé por qué. Mi padre siempre está de acuerdo con Touya. Hace cualquier cosa que Touya quiere. Él sirve a los Verborgen. ¿Por qué estaría orgulloso de mí?"
"Sé algo que tú no sabes."
"¿Eh? ¿Qué?"
"Sakura, ¿cómo piensas que te encontré?"
"Pensé que desde que conocías a May Yu, ella te dijo y..."
"No, Sakura. May Yu no me dijo nada. Tengo información que podía haberte dicho antes pero no lo hice porque también me estabas escondiendo cosas así que ¿por qué debía contártelo todo?"
"¿Qué es, Tomoyo?"
"Mientras tu padre pretende trabajar para los Verborgen y está de acuerdo con todo lo que tu hermano hace, él es un miembro de la Resistencia..." dijo Tomoyo muy suavemente y despacio.
"¡¿¡¿Qué?!?!" Todos se volvieron para mirarla. Uups. "¿Estás segura de qué olvidaste tu chaqueta en el hospital?" Los otros se volvieron para hacer cualquier cosa que estuvieran haciendo. A Syaoran le tomó un poco más. Estaba seguro de que ellas no estaban hablando sobre ninguna chaqueta. "¡Estás bromeando!" Susurró Sakura, su corazón latía rápidamente.
"No lo estoy... Y conoce a los ancianos del clan Li. Cuando tu hermano balbuceaba mucho sobre sus planes, él me enviaba con los mensajes a los ancianos y ellos enviaban a Li a acabar con los planes de tu hermano."
"Recuerdo que Touya dijo una vez que al parecer el líder de la Resistencia estaba siempre un paso por delante," dijo Sakura, una sonrisa en su cara, una sonrisa orgullosa. "No tenía ni idea..."
"Cuando tu hermano regresó de Ciudad del Valle, gritando y maldiciendo sobre ti, diciendo que el chico encapuchado te había llevado y que tu habías ido de buena gana, Kinomoto-san supo exactamente dónde buscar ayuda. Me envió para que hablara con los ancianos para preguntarles si sabían donde estabas. Ellos no lo sabían, pero iban a enviar a Meiling detrás de Li y me dejaron venir con ella."
"Nunca hubiera soñado que mi padre ayudaba a la Resistencia."
"Con información de tu hermano y financieramente también. Desprecia a los Verborgen, pero si hubiera dejado de servirlos, probablemente le habrían matado a él y a su familia. Él estaba pensando en tu bien."
"¡Que tonta fui! Siento tanto todas las cosas que le dije..." dijo Sakura, culpable.
"No te preocupes. Él entiende por qué hiciste eso. Está muy orgulloso de ti, Sakura. Dice que tú eres mucho más fuerte de lo que pareces. Y él estaría más orgulloso si supiera lo de ti y Li." sonrió Tomoyo.
"Rogaré por su perdón, por todo lo que alguna vez dije y pensé, cuando le vea de nuevo." Las dos muchachas quedaron calladas y empezaron a escuchar la conversación que había entre Taeko, Yamazaki y Kaho.
"¿De verdad? ¿Dos semanas?" Kaho miró detrás de ella, a Sakura. Sakura pestañeó. ¿Estaban hablando sobre ella?
"Sip," afirmó Yamazaki. "Durmió dos semanas y todos los doctores pensaban que no lo conseguiría, pero lo consiguió."
"Pasaste por unas cosas realmente malas," Le dijo Kaho a Sakura. La muchacha solo sonrió. Kaho se detuvo de repente y los otros también lo hicieron. Ella bajó del caballo. Syaoran frunció el entrecejo. ¿Qué estaba planeando? "Por favor, Ying Fa, puedes tener mi caballo."
"¿Eh? ¡Oh, no! ¡Gracias! ¡Estoy bien! No quiero causarle problemas."
"No es problema. Además no me siento muy cómoda siendo la única sobre un caballo y los demás caminando, pero tú todavía no estás totalmente recuperada. Dejaste el hospital esta mañana. No deberías andar mucho."
"Yo tampoco estaría cómoda."
"Ying Fa," Syaoran llamó su atención. Aún cuando no le gustaba mucho Kaho, tenía que estar de acuerdo con ella. "Ella tiene razón. No puedes andar mucho."
"No, Syaoran, estoy bien. ¡Ni siquiera estoy cansada! ¿Son solo qué? ¡Las seis y treinta de la tarde! ¡Puedo pasear millas y millas más! Si Mizuki-san ya no quiere usar el caballo, ¿por qué no ponemos las bolsas en él? Será bueno perder algo de peso."
"Ying Fa..." empezó Syaoran.
"Esa es una buena idea," dijo Meiling, tomando la bolsa de Syaoran y Sakura del hombro de Syaoran y cogiendo la suya, poniéndola sobre el caballo. "Será muy bueno perder algo de peso."
El apoyo de Meiling no tenía nada que ver con que le gustara la idea. Ella lo hizo porque había notado el obvio sentido de protección de Syaoran hacia Sakura. No podía saber que Syaoran ya se había admitido a sí mismo que amaba a Sakura pero que no podía descubrir por qué, ya que nunca antes se había enamorado, el bienestar de la chica se había vuelto casi una obsesión. Había olvidado lo que sus acciones estaban mostrando hacia Sakura.
Los otros estaban de acuerdo con la idea y rápidamente descargaron sus cosas en el caballo.
Kaho decidió dudar un poco y pronto estaba en una profunda conversación con Sakura y Tomoyo. Syaoran miraba a Kaho por encima de su hombro cada dos minutos, la mujer de la que desconfiaba. Ella tenía fuertes poderes y una fuerte y perturbante presencia. ¡Era peligrosa! ¡Simplemente lo sabía! Quiso mantener a Sakura lejos de ella, pero Meiling hacía difícil que hiciera algo, porque lo estaba arrastrando a lo largo del camino, hirviendo cada vez que él miraba a la muchacha de mirada esmeralda.
Kaho, Tomoyo y Sakura empezaron hablando sobre animales. Pronto estuvieron hablando sobre peluches y de algún modo esa conversación llevó a la comida... Ellas hablaron sobre muchas cosas y en algún punto Taeko y Yamazaki entraron también en la conversación, comprendiendo que tenía la oportunidad perfecta para decir alguna de sus historias. El ocaso llegó y ellos continuaron caminando y hablando. Pronto estuvieron demasiado cansados para continuar charlando y la libertina conversación fue menguando gradualmente. Eran casi las diez en punto.
"¿Li, no deberíamos detenernos esta noche?" preguntó Yamazaki, bostezando.
Syaoran miró en la oscuridad. "Lo mejor es que no. Pensé que alcanzaríamos el Pueblo del Sauce hoy, pero todavía no hay señal de él. Eso significa que llegamos tarde. Debemos continuar."
"Li, pienso que deberíamos detenernos," dijo Tomoyo. Viniendo de Tomoyo, Syaoran se detuvo inmediatamente. Se dio la vuelta y ella informó:
"Porque Ying Fa está cansada."
"¡Tomoyo!"
Inmediatamente Syaoran encontró una manera de hacer que Meiling le dejara marchar. Caminó hacia Sakura.
"¿Cómo te sientes?" le preguntó.
"Estoy bien."
"No, no lo estás," la contradijo Tomoyo. "Has estado tropezando durante la última hora y media y casi estás caminando con los ojos cerrados. El doctor dijo que no debemos presionarte demasiado."
"Tomoyo, estás equivocada. No estoy cansada," contestó Sakura. Syaoran la observó. En la luz de la luna podía ver sus mejillas coloradas por el ejercicio y sus ojos también estaban cansados.
"Yo no lo creo," le dijo Syaoran.
"De verdad, Syaoran, estoy muy bien."
"¿Estás segura?" ella afirmó. "Bien, entonces. Continuaremos la caminata." Nadie se movió. "¿A qué están esperando?"
"¿No vas a liderar el camino?" preguntó Taeko.
"Sólo sigan el camino," le dijo Syaoran. Meiling empezó a andar y los otros la siguieron.
"Pareces cansada, Ying Fa," dijo Kaho.
"No lo estoy..." Sonrió Sakura tranquilamente. Ella siguió andando, Syaoran y Tomoyo al lado de ella. Los dos adolescentes estaban mirándola estrechamente, así como sus párpados se caían a veces y como casi tropieza. Después de aproximadamente quince minutos, Sakura casi cayó, exhausta, pero Syaoran la levantó antes.
"Debes descansar," dijo una preocupada Kaho. Syaoran estaba de acuerdo pero Meiling protestó que él se había negado a detenerse cuando Yamazaki le había preguntado.
"Meiling, acaba de dejar el hospital."
"¿Y qué? Dijo que estaba perfectamente. Ninguna prerrogativa. Llegamos tarde. Debemos proseguir," dijo ella.
"Ella tiene razón, Syaoran," Dijo suavemente Sakura. "Ninguna prerrogativa. Estaré bien. Sigamos."
Aunque Syaoran estaba enfadado con Meiling y sentía un impulso de gritarla allí mismo, y entonces, tuvo que ser prudente porque el enojo podía hacerle terminar diciendo algo delante de los otros que no debería. Se dio la vuelta hacia Sakura que estaba mirándolo tranquilamente. Ella estaba sumamente cansada.
"Bien. Continuaremos caminando," dijo él y sin advertencia previa, cogió a Sakura en sus brazos. Ella abrió sus ojos extensamente y abrió la boca con sorpresa, repentinamente sin sentir ya la tierra bajo ella. Miró directo a sus ojos. "En cambio tú no," dijo seriamente. Ella sólo podía bostezarle, todavía sobresaltada.
La puso más cerca de él y pasó delante de los otros, incluyendo a una humeante Meiling.
Está haciendo eso a propósito, pensaba Meiling. ¡Esa chica Kinomoto solo está fingiendo! ¡Está intentando robarme a Xiao Lang!
Los otros siguieron al Líder de la Resistencia.
"No tienes que hacer esto, Syaoran," Dijo Sakura después de mirarle algunos minutos.
"Sé que no, pero quiero," le contestó él.
"¿Por qué?"
Él miró hacia abajo, a ella. "Ya me asustaste bastante cuando terminaste dos semanas en el hospital. No quiero que eso vuelva a pasar."
"Tú eres el que se va a cansar," dijo ella.
"¡Nah! Eres ligera como una pluma," dijo él sinceramente.
Syaoran miraba al camino delante de ellos. Todavía tenían un largo camino que seguir. La noche se encendió con una luna llena que se reflejaba en la superficie de un pequeño lago que parecía un espejo. El viento era un poco frío, pero Syaoran no lo notó. Estaba demasiado ocupado pensando que bien se sentía llevando a Sakura en sus brazos, cómo ese sentimiento era sumamente correcto. La primera vez que la llevó así, había pensado en ella como en una simple carga, pero ahora, era su tesoro. No podía permitir que nada le pasase.
"Gracias, Syaoran," él la oyó decir suavemente después de algún tiempo. Miró hacia abajo inquisitivamente. "Por preocuparte," continuó ella simplemente. La sonrió y Sakura sintió un escalofrío corriendo bajo su espalda. Últimamente estaba sonriendo más a menudo, pero tenía una sonrisa especial que hacía que ella se derritiera completamente. Ella se percató de que él sólo sonreía así cuando estaba con ella y para que nadie más viera la sonrisa especial que él tenía para ella.
"No hay de que," dijo él, apretándola aun más cerca de él. "Ahora duerme. Te prometo que más adelante no te tiraré a un arbusto si te despiertas de mal humor." Ella pestañeó y entonces sonrió. Eso fue exactamente lo que había pasado cuando se conocieron por primera vez. Ella dejó escapar una risita.
"Buenas noches, Syaoran..." Dijo ella, cerrando sus ojos y descansando su cabeza en su hombro.
"Buenas noches, Sakura. Dulces sueños," susurró él. Sakura se durmió, escuchando a las hojas susurrando en el viento, los sonidos de la noche y el firme latido del corazón de Syaoran. Ella podría jurar que oyó a alguien decir débilmente:
"Kawaii..."
Detrás de ellos, sus amigos estaban mirando. Meiling estaba frunciendo el ceño a Sakura, Kaho tenía una pequeña sonrisa en su cara y Tomoyo estaba observándolos contenta. Y siempre dentro de una bolsa, desde encima del caballo, Kero estaba también mirándolos.
Maaya y Clow me dijeron que ellos serían así... Sonrió él, recordando lo que le habían enseñado sobre los esperados.
Todos estaban callados, pero de repente Yamazaki se volvió a Taeko con sus brazos extendidos de modo suplicante:
"Taeko, ¿me llevas también?"
"¡¿Estás loco?! ¡Cállate, hombre!"
#* #* #* #
Eriol miró como los soldados tragaban su desayuno como si no hubieran comido durante días. Los otros clientes en la taberna decidieron que el grupo de soldados era realmente raro. Su ropa estaba sucia, parecían cansados y sobre todo, sumamente hambrientos. Eriol era el único que estaba compuesto, sentado aparte de los demás, solo, en una mesa en una oscura esquina de la taberna. Miró el pan delante de él. No tenía hambre. Un plato cayó ruidosamente en la mesa delante de él y él levantó la mirada para ver a Touya sentándose justo en frente de él.
"Está tan callado que decidí hacerle compañía," dijo Touya.
"¿Por qué? Se ha estado quejando de mí durante todo el viaje, que siempre desaparecía, que le estaba deteniendo..."
"Perdón por eso. Nos llevó a la piedra, y eso es lo que importa," Touya dio un bocado al pan que estaba sosteniendo. Eriol asintió a los soldados.
"Están actuando como animales," dijo él.
"Oh, venga, Hiragizawa. Deles un descanso a los chicos. No hemos comido este tipo de comida desde hace mucho tiempo. Ésta es la primera taberna con la que nos hemos encontrado desde que empezamos a volver a Glanz," sonrió Touya.
"Está muy contento de regresar," dijo Eriol.
"¿No lo está usted?"
"Sí, pero no estoy actuando como ustedes. No me extraña que los otros clientes estén mirándonos tan graciosos. Soldados del Ejército Imperial Rojo actuando como bestias... una escena muy rara." Eriol hizo una pausa. "¿Dónde está la piedra?"
"A salvo," contestó Touya serenamente.
"Guardad eso bien escondido. En malas manos, Azure puede causar un desastre."
"No se preocupe, Hiragizawa. La guardaré y se la daré directamente al Emperador." Eriol rodó sus ojos. Irónicamente, esa era la peor persona a la que se le podía dejar Azure. "¿Qué pasa con esa cara?"
"¿Eh?" Eriol comprendió que Touya estaba escrutándolo un poco receloso.
"Acaba de rodar sus ojos, Hiragizawa. ¿Quizá hay algo que no le plazca en todo este asunto...?"
"Ah, no. Estaba pensando en otra cosa."
"¿Puede ser que no esté cualificado para esta tarea?" preguntó Touya, enfadándose.
"De hecho, pienso que está demasiado cualificado. Sabía que el Emperador conseguiría poner sus manos en ella." Touya pestañeó.
"¿Es eso lo que le está molestando? Tenga cuidado, Hiragizawa. Alguien puede oírle hablar así y pensar que está contra el Emperador," dijo Touya. Eriol hizo una pausa. Miró directamente al rostro de Touya. Él era la hermana de Sakura. ¿Cómo podía ser tan ingenuo para no notar que Hirotada solo estaba usándolos, que para el Emperador, Touya solo era un esclavo más? ¿Cómo dos hermanos podían ser tan diferentes entre ellos?
Eriol decidió probar la lealtad de Touya. "¿No puede verlo, Kinomoto? ¿Tiene alguna idea de lo que el Emperador piensa hacer con esa piedra?"
"Lo más probable es que planee devolverle sus energías a los Verborgens, al estar perdiéndolas. Eh, ¿piensa que va a darme también un poco de poder? Después de todo, soy descendiente de Verborgens."
Eriol lo miró fijamente con escepticismo.
"No, Kinomoto, el Emperador no hará eso. Él dividirá los poderes de la piedra entre los verdaderos Verborgens."
"Quizá hará una excepción en mi caso. Él sabe que yo siempre he sido fiel a los Verborgens."
Eriol agitó su cabeza.
"No sabe sobre lo que está hablando. Si solo supiera..." Masculló Eriol pero Touya entendió.
"¿Si yo supiera que?"
"Nada."
"No. No es 'nada'. Dígamelo ahora. ¿De qué está hablando?"
"¿Se preocupa por su hermana, Touya Kinomoto?" Preguntó Eriol fuertemente.
"¿Qué?" Touya estaba desconcertado por el súbito cambio de asunto.
"Responda a mi pregunta: ¿se preocupa por ella?"
"Claro que lo hago."
"No lo hace. Si lo hiciera, no daría esa piedra al Emperador."
"¡¿Qué tiene que ver Azure con mi hermana?!" Touya se irritó. ¡Este Hiragizawa era un tipo raro y ahora estaba hablando sobre su hermana!
"En cuanto Hirotada ponga sus manos en Azure, intentará encontrar al Líder de la Resistencia, y por consiguiente, a Sakura también."
Touya abrió sus ojos extensamente.
"Nunca le dije que ella estaba con ese tipo. Nunca le dije su nombre. Nunca le dije que tenía una hermana." Eriol sonrió con satisfacción. "¿Cómo averiguó sobre ella?" Repentinamente Touya estaba asustado. ¡El mago favorito del Emperador sabía que su hermana estaba con el Líder de la Resistencia!
"Sakura es una mujer muy especial. La infravalora demasiado. No tiene ni idea de lo que ella es capaz. Ella tiene el mismo potencial que otra mujer a la que conocí hace mucho tiempo..." Eriol sonrió tristemente, pensando en su alumna, Maaya.
"No me contestó. ¿Cómo conoce a Sakura?" exigió Touya pero Eriol no contestó. "Oí que usted puede ver a las personas desde lejos. Algo llamado 'Tercera Visión'. ¿Ha visto a Sakura usando esta tercera visión?" Eriol era renuente a la respuesta pero entonces él vio ese brillo de preocupación fraternal en los ojos de Touya.
"Ella está bien, Kinomoto. Él está cuidando de ella," dijo él tranquilizadoramente.
" 'Él' ¿quién?" Eriol no contestó a la pregunta y Touya miró hacia abajo a su plato. "Estaba esperando que ahora, mi padre ya la hubiera encontrado. ¡Todavía no entiendo cómo ella pudo escapar con ese, ese... ese gaki!" Touya cerró de golpe su mano en la mesa, causando que algunos de los soldados lo miraran.
"Él le ofreció algo que su padre no pudo: protección de ti," dijo Eriol calladamente pero firmemente.
"Pero yo solo estoy intentando cuidar de ella. Ella merece más que eso."
"Sí, ella merece mucho, pero no lo que tú estás ofreciéndole. No un matrimonio concertado con un amigo tuyo en el que ella sería miserable para el resto de su vida."
"¿Cómo sabe tanto de nosotros?" Preguntó Touya, repentinamente receloso.
"Me gusta saber de aquéllos con los que estoy trabajando," mintió Eriol. Él sabía todo eso porque había estado mirando la vida de Sakura desde hacia mucho tiempo. "Y tengo que decirle: dar esa piedra al Emperador será firmar la orden de ejecución para su hermana."
"Está mintiendo," dijo Touya.
"De hecho, lo estoy. Ya se ha firmado. Ya se han enviado a Nakagawa, Koizumi y Aoki para que la encuentren."
"¡Está mintiendo!" acusó Touya pero su voz vaciló, su confianza estaba agitada por el timbre de firme veracidad en el tono de Eriol.
"Piense cuidadosamente, Kinomoto. No ha visto a su hermana hace tres meses. No sabe lo que la está pasando. No sabe lo que ella está haciendo. Sabe muy bien que el Líder de la Resistencia está con su hermana y el Emperador usará esa piedra para encontrarlo. Quién esté con él, recibirá lo mismo que él: una pena de muerte."
"Él secuestró a Sakura. Él la forzó de algún modo."
"Él no lo hizo y lo sabe. Esa es una mentira. Sigue diciendo eso para sí mismo para creerlo. También sabe que él no la lavó el cerebro. Sakura es demasiado terca para dejar que alguien la haga eso."
"Conoce demasiado a mi hermana."
"Y usted no la conoce en absoluto." Eriol empujó su plato lejos. "No tengo hambre. Esperaré fuera." Andó fuera de la taberna y Yukito escogió ese momento para unirse a Touya.
"¿Dónde está el mago? Acabo de verle aquí hace un par de minutos."
"Sabe demasiadas cosas de Sakura."
"¿Las sabe? ¿Cómo? ¿Por qué?"
"No lo sé. Dijo que estaba comprobando información sobre mi, pero no sé... Esa no es una buena razón. Y estoy seguro de que sabe más." Touya siguió mirando la puerta que Eriol utilizó para salir.
#* #* #* #
Sakura está corriendo. Debe encontrarlo. ¡¿Dónde está él?! El caos rompió en las calles y él desapareció entre la muchedumbre.
"¡Debo encontrarlo!" grita ella al cielo, desesperada. Oye los truenos alrededor, sobre los gritos y alaridos de la muchedumbre. De repente se da la vuelta. El coliseo. Por alguna razón, sabe que lo encontrará allí. Corre tan rápido como puede, sus piernas amenazando con rendirse, pero seguía esforzándose.
Sakura alcanza una de las entradas. La puerta está cerrada con llave.
"¡Sword!"
Sakura entra en el coliseo, corriendo entre las macizas columnas, guiándose hacia la arena. Él está aquí, pero está oscuro y está lloviendo y no puede verlo. De repente, una llamarada de un relámpago en el cielo. Él está en medio de la arena.
"¿No te dije que no me siguieras?" grita él, viendo su acercamiento.
"¡No me importa! ¡Estoy cansada de quedarme detrás!" Le gritó Sakura.
"¡Ja, ja, ja!" La risa hace eco alrededor de ellos rebotando por las paredes. "Vaya, vaya, vaya… Si no es la dulce Maestra de Cards de las Clow Cards. Supongo entonces que tendré que derrotarlos a los dos." Una llamarada de luz azul encendió el cielo y las áreas circundantes.
"¡Corre!" El muchacho empuja a Sakura lejos y corre en la dirección opuesta. Ella hace como se le ha dicho. La lluvia se pone peor, se vuelve una tormenta.
"¡Pueden correr pero no pueden esconderse!" Sakura se da la vuelta. ¡¿De dónde viene esa voz?! Ella deja de correr y en ese momento, siente dolor, un insoportable dolor en su espalda. Todo alrededor de ella es azul y la siguiente que ve es ese azul marchitándose hasta ser negro, mientras sus ojos se cierran y la conciencia empieza a resbalarse fuera de ella. Sobre la malévola risa, ella apenas puede oírle llamar su nombre.
"¡¡¡Sakura!!!"
Sakura está tumbada de espaldas en el piso, gotas de lluvia chocan con su piel, hiriéndola. Ella quiere moverse, pero está demasiado cansada para hacer el esfuerzo. Hace frío. Ella nunca se ha sentido tan fría antes, no sólo por fuera sino también en el interior, como si algo está perdiéndose, un sentimiento amenazante, un tétrico pensamiento.
Debo moverme.
"¡¡¡Señor del Trueno, ven a mí!!!" oye ella. A través de sus párpados, puede ver llamaradas de relámpago alrededor y puede oír el trueno hacer eco en las paredes. Abre sus ojos despacio y él está delante de ella.
"¿Es eso todo lo que tienes para ofrecer?" Ella oye la espantosa voz. Él se da la vuelta.
"¡Aparece, cobarde!" grita él.
"Lo haré," la voz ríe. De repente, una luz azul brilla. Los ojos de Sakura siguen la luz. Un hombre aparece delante de ella y el muchacho la atrae más cerca. Él está rodeado por la luz azul y está sujetando alguna clase de piedra. "¿Lo quieres, Pequeño Lobo? Ven a cogerlo."
Él la mira. Sus acciones la muestran que está aliviado por ver que sus ojos están abiertos. Su pelo cae encima de sus ojos, pero ella ha tenido ese sueño tantas veces que sabe quién es él. Él quiere alcanzarla, arrodillarse al lado de ella, pero no lo hace. Dos personas corren hacia ellos.
"Cuidad de ella." Él se levanta.
"Pero-"
"Sólo tomadla y protegedla con vuestra vida," interrumpe él.
No, debo quedarme… Ella intenta esforzarse pero no tiene el poder para hacerlo. Por favor, déjenme ir... no puedo dejarlo solo. No puedo...
"¡No puedo!" Sakura repitió en voz alta. Sus ojos volaron abiertos y la primera cosa que vio fue a Syaoran mirándola. La noche había pasado y era un día glorioso.
"¿Qué pasa?" le preguntó interesado, dejándola abajo en la tierra. Inmediatamente las lágrimas empezaron a caer de sus ojos cuando ella le vio. Sin una palabra, ella tiró sus brazos alrededor de su cuello y empezó a llorar con fuerza.
Sus amigos, mirando desde detrás estaban confundidos. Tomoyo caminó hacia ellos y miró a Syaoran inquisitivamente, pero él solo se encogió de hombros para mostrar que no tenía explicación para las lágrimas de Sakura. Miró a los otros detrás de ellos, diciendo silenciosamente 'quédense allí' y salió del camino con Sakura, seguido por Tomoyo. Desaparecieron detrás de los árboles.
"¡Perfecto!" Gritó Meiling exasperada. Kaho, Yamazaki y Taeko la miraron con confusión.
"¿Qué le pasó a tu prima, Meiling?" preguntó Taeko.
"¡Solo está intentando llamar la atención de Syaoran! ¡No ha pasado!" dijo ella con enfadada frustración.
"¿Llamar su atención? Eso no tiene sentido. Ella es su hermana," dijo Yamazaki.
"Que más da..." masculló ella, empezando a ir de un lado a otro.
"¿Por qué está llorando, señorita?" le preguntó Tomoyo suavemente. Syaoran pestañeó. Ella llamó a Sakura 'señorita'. Tomoyo no se percató de hacer eso, pero estaba acostumbrada a esa frase. Ella le había preguntado lo mismo a Sakura muchas, muchas veces antes. El 'señorita' se ató a esa frase para ella. Tomoyo llevó su mano a través del pelo de Sakura. Sakura no contestó. Simplemente continuaba llorando, sentada como un niño en el regazo de Syaoran cuando él la sostuvo. Él se había sentado en la tierra. Syaoran podía sentir las lágrimas empapando su camisa. Cuando la sostuvo más cerca, notó con asombro que estaba sintiendo algo: miedo. Pero no era su miedo. Miró a la muchacha en sus brazos.
¿Sakura...?
Tomoyo estaba agonizando. Odiaba ver así a Sakura. Verla llorar tan desvalida siempre la recordaba todas las cosas tristes por las que pasaron. Toda la decepción en sus vidas, cuánto sufrieron ellas dos juntas, teniéndose sólo ellas dos en quien confiar. Trajo de vuelta malos recuerdos.
"Por favor no llores. No puedo soportar verte llorar," Susurró Tomoyo pero Syaoran oyó sus palabras. "Dime lo que está pasando. ¿Has tenía una pesadilla?" Sakura asintió rápidamente. "¿Era de nuevo sobre tu hermano? ¿Estaba maltratándote de nuevo? Él no sabe donde estás, Sakura. No puede herirte..."
Syaoran hizo una mueca de dolor. Ella tenía pesadillas sobre su hermano. Por primera vez Syaoran pensó sobre cuánto debía haberla herido ese tipo, quizá en palabras y en acciones. Eso le hizo odiar a Kinomoto más aún. Recordó lo que Sakura había dicho el día anterior de que su hermano se habría asegurado de que ella estuviera casada a estas alturas. Él había planeado su vida. Él la había herido...
Pero esta vez Tomoyo estaba equivocada...
"No... no soñé con Touya," vino la sorda contestación.
"¿Entonces por qué estás llorando?" preguntó Tomoyo desconcertada. Nunca había visto a Sakura llorar con tanta fuerza por otra razón que no fuera esa.
"Yo soñé que..." Ella dejó de hablar y entonces solo miró a Syaoran. Él sentía su corazón romperse en un millón de pedazos viendo su rostro asustado, las lágrimas rodando bajo sus mejillas y sus ojos tristes, rojos e hinchados. "Yo..."
"¿Qué, Sakura?" le preguntó él, preocupación escrita por toda su cara.
"Tengo este sueño, o pesadilla... no sé... he estado teniéndolo hace mucho tiempo. Desde que estábamos en Nimbo..."
"¿Qué pasa en él?" le preguntó suavemente.
"¡Yo... yo no sé! Me siento como si debiera encontrarle… a él... una persona. Corro. Lo encuentro en un estadio, creo. Él me grita que no debo seguirlo. Entonces oigo la risa de alguien. Rayos y truenos alrededor, resplandeciendo brillantemente y haciendo eco. Algo pasa y corro. Algo me golpea y caigo al suelo. Todo es azul pero de repente se vuelve negro. Cuando abro mis ojos, le veo de pie delante de mí. Alguien viene y me lleva lejos, pero yo no quiero ir. ¡Tengo que quedarme!" Dijo todo eso tan rápido que ellos apenas entendieron lo que dijo. Syaoran solo la sostuvo más cerca, dejándola llorar en su hombro.
"No entiendo..." dijo Tomoyo.
"Esta bien, Sakura..." Syaoran la meció como a un niño pequeño. "Fue solo una pesadilla... Sólo una pesadilla..." Tomoyo solo los miró sin saber qué hacer. Syaoran estaba desconcertado. No entendió casi nada de lo que había dicho, pero no le preguntaría nada. No ahora, en el estado en el que estaba.
Sin que los tres adolescentes lo supieran, Kaho los había seguido y ella había oído todo desde detrás de un árbol.
Ese no es un sueño normal...
Sintió una presencia cerca de ella. Levantó la vista en el árbol.
Kerberos... Kero estaba de pie en una rama mirando a los esperados y a Tomoyo. Tenía una expresión pensativa. Debe de haber llegado allí antes que ella. Él no la había visto. Caminó silenciosamente de vuelta antes de que ellos pudieran notarla.
"Sakura, tranquilízate... era sólo una pesadilla," Syaoran hizo que le mirara. "Para de llorar ahora. Todo va bien, ¿ves?"
Tomoyo sonrió a su amiga.
"¡Sí, Sakura! Casi estamos llegando a la Ciudad de Glanz. ¡Unos días más y estaremos allí!" Tomoyo intentó animarla. "Vamos, Sakura. ¡Echa una mirada alrededor de ti! ¡Es un día bonito! ¡Escucha a los pájaros cantar! Sé cuánto amas oír a los pájaros. ¡Escucha! Ellos están diciendo algo..."
Sakura la miró de una manera extraña.
"¿Ellos están?"
"Sí. Ellos están ordenando que dejes de llorar porque no va nada contigo."
Sakura sonrió. "¿Tomoyo, no piensas que yo soy un poco mayor para estas cosas infantiles?"
"Puede ser, pero acabo de conseguir que sonrías." Sakura se detuvo por un momento. Ella dejó escapar una risita.
"Pienso que eres demasiado inteligente, Tomoyo..."
Syaoran se sintió aliviado por ver su sonrisa. El miedo que estaba sintiendo empezaba a marchitarse a lo lejos. Él la miró.
"Como te has despertado, llamemos a los demás y desayunemos," dijo él, apartando una lágrima de su mejilla. "¿Sakura, te sientes bien?"
Ella frunció el entrecejo. "¿Por qué estás preguntando?"
"Estás poniéndote roja."
Sakura se ruborizó diez mil sombras de rojo más. Era el turno de Tomoyo para reírse.
"No te preocupes por eso, Li. Supongo que la veremos roja de esta manera más a menudo a partir de ahora."
Li pestañeó desconcertado, Sakura la miró amenazante y Tomoyo solo rió.
#* #* #* #
El día continuó serenamente. Nadie le preguntó nada a Sakura, aunque se estaban muriendo por saber lo que había pasado exactamente esa mañana. Era casi mediodía cuando Yamazaki y Taeko notaron que el agua en sus cantimploras se estaba agotando. Tenían que caminar durante dos horas antes de encontrar un arroyo.
Sakura decidió esperar por todos al lado del camino, mientras ellos tuvieron que bajar la colina y estaban llenando las cantimploras. Se le escapó una risita cuando Yamazaki salpicó aTaeko. Taeko le salpicó al muchacho, mojándolo más de lo que Yamazaki le había mojado a él. Yamazaki intentó mojar a Taeko, pero en lugar de Taeko, mojó a Syaoran. Yamazaki empezó a balbucear disculpas y cosas sin sentido. Kaho y Tomoyo estaban riéndose calladamente.
"Kinomoto," alguien llamó la atención de Sakura fuera de sus amigos. Sakura se dio la vuelta. Meiling estaba de pie detrás de ella, los brazos atravesaron su pecho y mirándola amenazantemente.
"¿Sí, Meiling?" preguntó Sakura, sin entender por qué ella estaba mirándola amenazantemente.
"Sé lo que estás haciendo," declaró Meiling.
"¿Eh?"
"No pretendas no saber de lo que estoy hablando."
"Pero no lo sé. ¿Qué estoy haciendo?"
"Tu escenita de esta mañana... Sintiéndote repentinamente cansada ayer... Estás fingiendo."
"¡¿Fingiendo?! ¡¿Por qué haría eso?!" exclamó Sakura.
"¡Porque estás intentando llamar la atención de Syaoran!"
"¡Eso es ridículo!"
Meiling caminó hacia Sakura y miró derecha a sus ojos.
"Escucha muy cuidadosamente, Kinomoto," siseó Meiling. "Apártate de Syaoran. En caso de que no lo sepas, él es mi prometido. No vas a robármelo."
"¡Pero yo no estoy intentando hacer eso!"
Meiling pretendió no haberla oído.
"Estás advertida. Apártate de él, o tendrás que enfrentarte conmigo."
Meiling dejó a Sakura atrás, caminando en la dirección de Syaoran. Sakura estaba muda. ¿Intentando robárselo? ¡Eso era absurdo!... ¿verdad?
Meiling estaba de pie al lado de Syaoran, metiéndose en la conversación con Taeko y Yamazaki. Syaoran la miró y entonces Sakura aún permanecía allí, confundida. Él se puso de pie y caminó de vuelta a Sakura.
La muchacha le vio acercarse y por su mirada, supo que le preguntaría lo que Meiling le había dicho. Tenía que inventarse algo y rápidamente.
"¿Qué quería Meiling?" fue directo.
"Mmm... Ella solo preguntó si quería llenar mi cantimplora, pero Tomoyo ya está haciendo eso por mí," mintió ella. Syaoran estrechó sus ojos.
"¿Estás segura?" Ella asintió nerviosamente. Ella odiaba mentir, sobre todo a alguien que podía saber cuando estaba mintiendo, pero no podía decirle lo que Meiling había dicho. "No sé..."
"¡Oh, venga! ¿Qué más me podría decir?" Rió Sakura. "¡Mira! Están regresando. ¡Continuemos la marcha!"
No sé lo que Meiling dijo, pero de que Sakura está mintiendo, lo está, pensaba Syaoran. Suspiró él. Pero conociendo a Sakura, no me lo dirá...
Intentando robarle a Syaoran... ¡Ridículo! Pensó Sakura, pero entonces miró detrás de ella a Syaoran que todavía estaba mirándola fijamente. Ella recordó el sueño que había tenido en el que ellos estaban comprometidos y Syaoran la amaba tanto. Su cara se ruborizó al recuerdo.
Continuará…
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¡Yay! ¡Capítulo 14, acabado! No pasó nada muy importante en este capítulo… Esto es como un interludio de lo que está a punto de venir, explicando algunas cosas que van a pasar más adelante. Espero que os haya gustado, y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡review!!!!!!!!!!!! Probablemente me inspiraré y escribiré el próximo más rápido después de leer los reviews.
Bien, la historia se está volviendo tan larga que incluso es difícil recordar todas sus edades… ^_ ^;; Así que aquí están los años tienen algunos de ellos:
Syaoran, Sakura, Tomoyo, Eriol, Yamazaki... (la banda) - Diecisiete años, pasando a los dieciocho.
Taeko Arai - Veintitrés años.
Touya y Yukito - Veinticinco años.
May Yu Li - Veintidós años.
Chunyan (Li) Wang - Treinta y tres años.
Lusheng Wang - Trece años.
Inna (Li) Bing - Veinticuatro años.
^_^
…KayJuli
sunshine_kathie@yahoo.com
N. de la Traductora: Ea! Cap 14 traducido!!! Ya solo me quedan 13 para los 27 que ya tiene KayJuli, bueno, para los que no lo sepan... esta historia sigue publicándose en inglés, solo le falta un par de caps más, así que cuenten con + o - 30 caps en total. Después KayJuli hará una OVA, una especia de secuela de la historia, estén atentos a esta historia y no le perdáis de vista que ahora si que está en su punto interesante.
Cualquier comentario o queja a la traductora (es decir yo, Kassy99) a eternal_phoenix_light@yahoo.es
Zai Jian
