¡¡¡Hola, minna-san!!! 

Todos los que me hayan puesto un review hasta ahora o enviado e-mails: ¡¡¡Muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimas gracias!!! Probablemente habría dejado esta historia si no estuviera recibiendo todo el apoyo y ánimo que han estado dándome. *sniff * ¡¡¡Les quiero!!! Todos las alabanzas, todas las amenazas de muerte… ¡realmente me ayudan a seguir! ¡Pasé de trescientas reviews! ¡Nunca pensé que los tendría! Así que este capítulo está dedica a todos ustedes, quiénes han estado leyendo esto y les ha estado gustando. Escribiría todos sus nombres aquí, uno por uno, con mis pequeños comentarios y todo, pero creo que se cansarían de mí, ya estoy enrollándome demasiado… Así que probablemente lo haré al final del último capítulo. Jejejejeje 

Jen, una vez más, ¡¡¡Me gustó tu poema!!! Mi imouto-chan lo leyó conmigo y la oí decir: que kawaii… ¡y estoy totalmente de acuerdo con ella! ^_~ 

Mys96, no te preocupes. Prefiero escribir en inglés. ¡Así entreno mi inglés y aprendo nuevas palabras! ^_^ Ya estaba pensando: ¡Si esa historia resulta bien (porque es una historia de tres capítulos), la traduciré! ^_~ 

Ahora, todos, prepárense. Tengo una pequeña sorpresa para todos ustedes en este capítulo. Jejejejejejejejejeje. Uno de mis dos maravillosos editores, Renata, chilló del deleite cuando oyó mi idea. ¡Y se puso tan feliz cuando lo leyó también! ¿De qué estoy hablando? ¡Lean y averigüenlo! 

Disclaimer: No, no es mío. No estaría escribiendo un fan fic si me perteneciera. ¡Si lo fuera, probablemente estaría haciendo la película! ¡¿Pueden imaginárselo?! ¡Haría un muy buen trailer! Sabéis, algo como: Ellos eran de dos mundos muy diferentes *aparece Sakura en el árbol en el primer capítulo. Aparece llorando en su cuarto, vestida con un precioso vestido y personas atendiéndola. Entonces va Syaoran, encapuchado, escapando al galope de soldados que estaban intentando matarlo, librando a personas de la prisión* Pero unidos por una profecía *Syaoran salvando a Sakura por primera vez* Algo que ellos no esperaban, que cambió el curso de sus vidas. *Syaoran sonriendo a Sakura cuando entiende que ella es la Maestra de Cards* Ahora están entrelazados para siempre. Nada y nadie podrá separarlos. Juntos lucharán… *S+S luchando con los magos en el capítulo 15 * Juntos sufrirán. *Una escena que se supone que todavía no pueden leer. Jejejejeje* Juntos llorarán. *Otra escena de un capítulo por venir. Censurada, ya que supuestamente no pueden leerla aún. Lo sé, soy muy molesta* Y juntos, dos corazones como uno… *Otra escena censurada, pero que demonios… Syaoran está mirando profundamente en los ojos de Sakura. Sostiene su cara entre sus manos. Empieza a cerrar sus ojos y se inclina...* ¡Ellos salvarán el mundo! *Aparece: El Poder de Dos Corazones.* El Poder de Dos Corazones de KayJuli. Próximo Verano. *Créditos, bla, bla, bla…* ---- Supongo que di algo en que pensar sobre esto… jejejeje ^_^;;;;; Sin embargo, ¿qué estaba diciendo? ¡Oh, sí! Aunque lo deseo tanto… ¡No Me Pertenece A Mí! ¡CLAMP posee Card Captor Sakura! ¡¡¡Argh!!! ¡¿No odian eso?! 

* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * El Poder de Dos Corazones * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *

CAPÍTULO 16 

Los ojos de Sakura estaban centelleando alegremente. Bien, sus ojos siempre estaban así, pero esta noche, eran diferentes. En sus ojos, era posible ver en ambos excitación y aprehensión. La Ciudad de Glanz era de hecho una ciudad bonita. El momento en que pasaron las verjas, fueron saludados con la luz amarilla de la ciudad bañándolos, la canción estaba por todas partes, risa… La gente estaba en las calles, yendo a fiestas, bien vestida. Ella sabía que muchos de ellos eran Verborgens. Las mujeres comprando ropa, los hombres en sus caballos, vestidos orgullosamente. Verborgens y peligrosos. Pero la ciudad era bonita. La ciudad se localizaba en medio del desierto, y aun así, no parecía un desierto. Allí había árboles verdes, flores y jardines por todas partes. Los edificios eran bonitos. 

Syaoran miró hacia arriba al edificio que solía comprobar cada vez que entraba en Glanz. Era un edificio cerca de las verjas del sur de la ciudad, las que habían usado hace un par de minutos. El edificio tenía una torre con un reloj. El reloj estaba mostrando que eran las nueve y veintinueve. 

"Vamos," Syaoran la tiró detrás de él. "Debemos encontrar la Calle del Jardín. El toque de queda empieza en treinta minutos." 

"¿Eh? ¡¿El toque de queda?!" Sakura empezó a caminar rápidamente, pasando por Syaoran. "Vamos deprisa. Mi última experiencia rompiendo un toque de queda no fue muy buena. Tengo la cicatriz de doce puntos para demostrarlo." 

Syaoran echó una mirada a su alrededor, intentando esconder su mueca, mirando a Sakura alejarse resueltamente de él. 

"Mmm… ¿Ying Fa…?" Llamó él. 

"¿Sí?" Preguntó Sakura sin darse la vuelta. 

"¿Dónde estás yendo?" 

Sakura se detuvo en seco sobre sus pasos. Se dio la vuelta, sonriendo tímidamente, su mano acariciando el pelo en la parte de atrás de su cabeza. 

"No tengo idea," contestó ella. Syaoran miró hacia abajo, intentando no reírse en su cara en el momento. Caminó hacia ella, tirando el caballo detrás de él. 

"Tontita Sakura," la susurró. "Vamos por ese camino," apuntó a un camino completamente opuesto a dónde ella estaba yendo. Ella sonrió más avergonzada aún. Él agitó su cabeza ligeramente, poniendo su mano derecha detrás de su cuello y llevándola. Estaba muy agradecida de que no pudiera ver su cara de esa manera, porque en el mismo momento exacto que la tocó, sintió toda la sangre correr hacia su cara. Pasaron delante de una tienda y miró dentro, viendo un espejo y su reflejo en él. 

¡¡¡Estoy tan roja!!! ¡Alguien pensaría que podría combustirme espontáneamente! Miró a Syaoran desde la esquina de su ojo. ¿Por qué estoy sintiéndome así…? 

# Flashback #

"¿Por qué estás ruborizándote, Sakura? Pensé que habíamos terminado eso." 

"Tu has terminado eso. Yo todavía me ruborizo cada vez que actúas así, ¿recuerdas?" 

"Oh, sí. Eso es correcto. Supongo que tendré que quitarte esa vergüenza." 

# Fin de Flashback #

 

 

 

Ese sueño de nuevo… Ese sueño significaba algo pero ¿qué? Oh vamos, Sakura… no puedes ser así de densa. Sabes muy bien lo que eso significa, simplemente no quieres admitirlo. Porque tienes miedo. Sí, tengo miedo. ¡De Meiling! Ella sigue mirándome furiosa y diciendo cosas mezquinas y… ¡Dame un descanso! ¡Eres una gallina! ¡¡¡No quieres admitirlo ni a ti misma!!! ¡¿Qué difícil puede ser eso?! ¡¡¡Nadie va a saberlo!!!… Oh, genial… Sakura agitó su cabeza furiosamente, poniendo su cara en sus manos. Estoy hablando conmigo misma… 

"¿Sakura…?" Syaoran susurró muy bajo, para que nadie le oyera. Ella se volvió a él sólo para estar a tres pulgadas de su cara. "¿Hay algún problema?" 

"No. Ninguno," contestó rápidamente. Syaoran frunció el entrecejo y puso su mano en su frente. 

Que él me haga eso, debo estar más roja que un tomate… Pensó nerviosamente. 

"Estás nerviosa porque llegamos a la Ciudad de Glanz, ¿no?" preguntó él. Sakura no pensaba eso 'no, estoy nerviosa porque tu tienes una mano en mi frente y la otra detrás de mi cuello' sería una buena respuesta, así que simplemente asintió. "Entiendo. Pero no pensemos en eso ahora. Tenemos que descansar porque empezaremos las preparaciones pasado mañana." 

"¿Por qué sólo pasado mañana?" 

"Ese es el día que Yamazaki conseguirá llegar aquí con el resto de nuestros amigos. Yamazaki es el que conoce a todos los miembros importantes en Glanz." 

"¿Yamazaki? ¿Cómo puede ser eso?" 

"Él es de Glanz." 

"¡¿¡¿Lo es?!?! ¡Nunca me ha dicho eso!" 

"Eso es porque estaba muy ansioso de llegar a Glanz. Nació aquí. Su familia vive aquí." 

"Pero nos lo encontramos en Ciudad del Valle. ¿Por qué estaba tan lejos de casa?" 

"Bueno, puedes decir que Yamazaki es mi ayudante, incluso con todas las mentiras que me dice. Pero es de fiar. Ya fue arrestado trece veces y nunca cedió. Me sigue a donde voy. Había dejado a Yamazaki en Valle todos esos meses porque los ancianos habían requerido mi presencia y no les gusta mucho Yamazaki, debido a sus mentiras. Así que le dije que se quedara en Valle hasta que regresase de Orion. Y se metió en problemas, como siempre…" suspiró Syaoran. 

"Oh, y… ¿qué preparaciones van a ser?" Le preguntó Sakura curiosamente. Estaban caminando lentamente de nuevo.

"Tenemos muchas cosas que hacer. No puedo decírtelo. No aquí y no ahora, pero será mejor que te prepares, porque voy a entrenarte." 

"¿Entrenarme?" 

"Sí. No me importa lo que ese peluche diga. Él puede saber todo lo que hay que saber sobre las Clow Cards, pero no sabe luchar. Debes aprender eso también." 

"Ooooh. Así que tú me enseñarás."

"Sí. Y será mejor que seas una buena estudiante, señorita, o te daré una C [1] y no te dejaré hacer nada hasta que aprendas." 

"Así que este entrenamiento va a ser muy divertido…" Sakura suspiró. 

"No sé para ti, pero para mí…" Syaoran no terminó su frase. Sakura le frunció el entrecejo. Podía imaginar cuánto disfrutaría él. Había tenido la experiencia de tener a Syaoran instruyéndola antes de que Kero se presentara y podía decir que era un maestro aburrido y muy restrictivo. Ninguna diversión. "Los ceños no te favorecen, ¿sabes?" 

"Tu culpa. Lo he cogido de estar tanto contigo," contestó serenamente. Ella sonrió abiertamente. "Es como tu marca de fábrica." 

"¿Y sabes cuál es tu marca de fábrica? Esa sonrisa tuya." Sakura se ruborizó. "Y ese encantador centelleo que tienes en los ojos cada vez que ves algo que te gusta, o quieres algo. Y claro, no podemos olvidarnos, los ojos de cachorro." 

"¡¿Los ojos del cachorro?!" Rió ella. 

"¡Sí, esa mirada tan molesta que me das cuando quieres que haga algo! Se parece algo así." Le mostró la suplicante mirada. 

"¡Yo indudablemente no hago eso!" 

"Sí, lo haces," insistió él serenamente. "Es tan lamentable…" Sakura le golpeó fuerte en su brazo, pero no le afectó. Continuaron caminando y discutiendo hasta que Syaoran finalmente notó que los esclavos que estaban pasando corrían apresuradamente a sus casas. Los Verborgens continuaban caminando serenamente, pero los esclavos tenían que correr. Eran casi las diez y eso era cuando su toque de queda empezaba. Los guardias de la ciudad ya estaban en sus posiciones, esperando para las diez cuando pudieran empezar a perseguir a los esclavos en las calles.

"Será mejor que nos demos prisa," Syaoran interrumpió la discusión. "Tenemos sólo quince minutos."

Empezaron a andar rápidamente de nuevo, tirando del caballo. 

"Sabes, podríamos montar el caballo. Sería más rápido," comentó Sakura. 

"¿Dos esclavos en un caballo? Los guardias sin ninguna duda nos detendrían y hablarían con nosotros hasta las diez cuando pueden hacer cualquier cosa que quieran." 

"¿Esclavos…?" Sakura se susurró a sí misma. Nunca había pensado en ella como eso. Normalmente, ella era la que tenía esclavos, aunque no le gustaba eso. 

"Eso es lo que somos… ¿Lo olvidaste?" Syaoran miró delante de ellos. "Gracias a Dios… La Calle del Jardín." 

Los ojos de Sakura se ensancharon, viendo finalmente donde estaban. Realmente no era una calle. Era más como una avenida con edificios de casas grandes en ambos lados. Y era muy largo también. No podía ver el final de ella. Bajo cada ventana de cada edificio había macetas con flores. Delante de los edificios, jardines con árboles y bien cuidados. Las aceras eran blancas y grandes. Para Sakura, eso era asombroso. Nunca había visto una calle tan bonita. 

"Allí va ese centelleo de nuevo…" murmuró Syaoran, mirando a Sakura. Caminaron por más de diez minutos hasta alcanzar un edificio blanco y gris de cinco plantas, muy bonito. Tenía balcones. Había una luz en un cuarto en el tercer piso. Syaoran suspiró cuando vio eso. 

Esto va a ser difícil… pensó, echándole una mirada a Sakura. No había pensado en eso hasta ahora. Quiero decir, lo he hecho, pero, aún así… Tomó una profunda bocanada de aire y golpeó en la puerta. Quizá ella no lo oirá… pensó, pero estaba equivocado. La persona en el cuarto del tercer piso miró a través de las claras cortinas amarillas del cuarto. Ella sólo vio el caballo delante de su casa. 

No sé a quien pertenece ese caballo… pensó ella. 

"Alguien llamó a la puerta. Voy a contestar," dijo un chico sobre su edad en la puerta de su dormitorio. 

"No, Shaiming. Iré yo." 

"Supongo que no están en casa," Syaoran se volvió a Sakura, repentinamente nervioso. "Busquemos un hostal y regresaremos mañana." 

"Oh, venga, Syaoran. ¡Ni siquiera hemos esperado lo suficiente!" Ella lo detuvo. Él ya estaba dirigiéndose hacia el caballo detrás de ellos. 

"De verdad, supongo que no están en casa," dijo él nerviosamente. 

"¿Syaoran?" Llamó ella, sosteniendo su manga antes de que pudiera escaparse. 

"¿Sí?" 

"¿Cuál es el problema?" preguntó ella. Él miró su mano agarrando su manga. Ella no le dejaría escapar con esa conducta irracional tan fácilmente. 

"¿Problema? No hay ningún problema en absoluto." Contestó él, todavía mirando su mano. 

"¿Tú estás… asustado… de algo?" 

"¡Claro que no!" La miró, lentamente levantando su mano derecha, esperando que ella no lo viera. Ella estaba agarrando su manga izquierda. 

"¿Quieres hablar de ello? ¿Estás nervioso?" Habló como si estuviera hablándole a un niño de cinco años. 

"¿Sobre que?" Él siguió alzando su mano muy despacio. Ya que allí había una sombra de un árbol sobre ellos, ella no vio ese movimiento. 

"No sé. Dímelo." Sonrió ella dulcemente. 

"¿Me has visto alguna vez nervioso?" 

"Sí." 

"Vale, esa no fue una buena pregunta." Ella soltó una risita. Adoraba oír su risa. 

"¡Solo me estoy preguntando por qué estás tan ansioso por salir ya! Solo llamaste una vez y estás listo para irte. Comprende que no tenemos tiempo para buscar otro lugar donde quedarnos, ¿no? Mira detrás de mí, Syaoran. Hay guardias vigilándonos. Están esperando a cogernos en cuanto sean las diez." 

Syaoran miró sobre su hombro. Al otro lado de la calle, había tres guardias esperando, mirándolos audazmente. 

"Mierda…" masculló él. "Odio cuando tienes razón…" 

"Que suele ser siempre…" Syaoran miró otra vez su cara, una sonrisa furtiva en sus labios, una contestación en la punta de su lengua. 

"Oh, ¡¿de verdad?! Entonces permíteme recordarte algunos accidentes 'menores' que hemos tenido estos últimos meses." Ni Syaoran ni Sakura notaron abrirse la puerta de la casa y una suave luz proceder de ella. 

"Por favor, ilumíname," contestó ella calmadamente. Dentro de la bolsa de Sakura, escondiéndose como de costumbre, Kero estaba sonriendo. 

Está en sus manos… El chico lo tiene difícil… 

Syaoran vio que era su oportunidad y se libró de ella, tomando la mano que estaba agarrando su manga en un rápido movimiento. 

"Veamos… A parte del incidente de los doce puntos que recuerdas tan bien-" Syaoran fue interrumpido por una voz que venía desde detrás. 

"¿Li…?" 

Syaoran dejó de hablar y miró a Sakura, casi disculpándose. Dejó ir su mano y se dio la vuelta. Sakura pestañeó. En la puerta, había una muchacha sobre su edad que miraba a Syaoran. Ella sonrió, viendo su cara. Era ciertamente muy bonita. Tenía el pelo rubio corto, ojos azules y finas líneas de rostro. Vestía un largo vestido azul claro, sin mangas. 

"¡Li!" Chilló ella en el deleite. 

"¿Cómo estás, señorita Cong?" saludó él, respetuosamente. 

"¿'Señorita Cong'?" se mofó ella, bajando despacio las escaleras. Soltó una risita. "Estoy bien, gracias. ¿Y tú, Li-san, qué tal has estado?" 

"Yo estoy bien también." Oyeron sonar la campana del reloj una vez. 

"Bueno. Ahora, que hemos terminado con las formalidades, que hay si me dices…" La muchacha empezó a caminar más rápidamente en la dirección de Syaoran. La campana sonó por segunda vez. Los guardias les empezaron a sonreír con satisfacción, preparados para empezar a cruzar la calle. 

"Mmm, perdonadme." La muchacha se detuvo, oyendo una voz que no conocía. De repente notó a una chica que permanecía detrás de Syaoran cuando él se volvió ligeramente a ella. Sakura estaba mirando a los guardias pero se volvió y la muchacha vio su cara. 

"¿Sí?" Preguntó la chica. Pensó que Sakura era solo alguien que estaba pasando y se había detenido para preguntar algo. 

"Hola, ¿cómo está?" Le dijo Sakura rápidamente. Se volvió a Syaoran. "¿No piensas que debemos, eh… entrar ahora? La campana… Los guardias…" 

"Tienes razón… señorita Cong, ¿podrías por favor meterla dentro? Voy a atar el caballo y deprisa." dijo Syaoran. La muchacha subió los escalones con una mirada desconcertada en su cara, pero le hizo señas a Sakura para que la siguiera y Sakura subió corriendo de buena gana los escalones. Dejaron la puerta abierta para que Syaoran entrara. Los guardias empezaron a cruzar la calle. Fue la quinta vez que la campana sonaba ahora. Las dos chicas miraron fuera. ¿Dónde estaba él? 

Seis… 

Syaoran vino corriendo por los escalones, entró y cerró la puerta detrás de él. 

Siete… 

"¿Syaoran? ¿Las bolsas?" Dijo Sakura. Syaoran entornó sus ojos y corrió de nuevo fuera. 

Ocho… 

Nueve… 

Volvió corriendo con sus cosas en su hombro. La otra muchacha cerró la puerta rápidamente. 

Diez. 

"Justo a tiempo," susurró él. Syaoran se dio la vuelta para ver a Sakura y la otra muchacha mirándole fijamente. Podía ver que Sakura estaba riéndose silenciosamente de él, en su cara. Ella pensó que fue divertido que no hubiera oído la campana. En cuanto a la 'señorita Cong', como él la había llamado, estaba desconcertada. Él se enderezó. 

"Mmm… Señorita Cong, esta es Ying Fa Li, mi hermana," dijo él. "Ying Fa, esta es Lin Yao Cong." 

Syaoran pestañeó a la reacción de ambas chicas. Lin Yao parecía más desconcertada, con una mirada rara. Syaoran se dio de puntapiés. Lin Yao era la única persona que no podría engañar sobre Sakura. En cuanto a la última, el brillo juguetón en sus ojos desapareció. Así que ella era la muchacha sobre la que había oído hablar a Taeko y Yamazaki ayer. Meiling se había enfadado por eso y Sakura sabía que Meiling sólo actuaba así cerca de ella y Syaoran. Eso significaba… 

Las muchachas se saludaron educadamente. Y se quedaron calladas. De repente alguien entró en el cuarto y los tres fueron agradecidos por eso. 

"¡Li!" Dijo el hombre y los tres adolescentes en el cuarto lo miraron. "Finalmente estás aquí. Y veo que trajiste a tu hermana." 

Sakura y Syaoran saludaron al hombre. La muchacha lo reconoció como el cabecilla de la Resistencia en Haru. Se lo había encontrado en Nimbo en la reunión. Era alto y parecía ser una persona muy sabia. Estaba en sus cincuenta. 

"Pensábamos que algo te había pasado. Dijiste que lograrías llegar aquí hace semanas," dijo el hombre. 

"Sí, Cong-san. Tuvimos algunos problemas que te explicaré después, pero principalmente tardamos tanto porque Ying Fa fue envenenada y estuvo en el hospital durante dos semanas." 

"¿De verdad? ¿Estás bien, mi niña?" le preguntó el hombre a Sakura. 

"Sí, ahora estoy bien." Sonrió ella agradecidamente. 

"¿Qué te envenenó?" 

Sakura abrió su boca para hablar, pero Syaoran respondió por ella. 

"El Sueño Oscuro." 

"¡¿El Sueño Oscuro?!" Exclamaron Cong y Lin Yao. 

"¡¿Cómo sobreviviste a eso?!" Preguntó Lin Yao asombrada. 

"¡Es virtualmente imposible! Sólo cuatro personas en Wunder tienen acceso a ese tipo de veneno…" Él miró a Syaoran. El muchacho asintió. "Y sólo lo usan con personas que piensan… que son muy peligrosas para ellos." Cong miró a Sakura. Ella parecía tan buena y frágil… "¿La apuntaban a ella?" 

"Creo que nos estaban apuntando a los dos. Hay muchas cosas que debo decirte, Cong-san, pero ahora mismo estoy bastante cansado y estoy seguro que Ying Fa también." 

Sakura asintió. Ahora que estaba pensando sobre ello, estaba exhausta. 

"¡Claro que lo están! Lin Yao, lleva a Li y a su hermana al cuarto de huéspedes." 

"Sí, padre," contestó la muchacha. "Por aquí por favor." 

"Oh, y Li-san," dijo Cong cuando los tres adolescentes estaban subiendo los escalones. "Si necesitas algo, no te abstengas de preguntar." 

"Gracias, Cong-san." 

Lin Yao abrió la puerta al cuarto de huéspedes. Los ojos de Sakura centellearon cuando miró dentro. Estaba tan bellamente decorado con flores y pinturas y tenían una ventana-puerta que llevaba a un balcón. Había un sofá, un armario, una cama y un escritorio en el cuarto, todos hechos con el mismo tipo y color de madera. 

"El baño está al final del corredor," apuntó Lin Yao. "Si deseáis bañaros antes de dormir." 

"¡Yo quiero!" Dijo Sakura alegremente, encendiendo una vela en el escritorio. "Solo descansaré un poco y entonces iré." 

Syaoran miró a Lin Yao. Ella quería hablar con él. 

"Ying Fa, ve a descansar. Tengo algo que hacer, pero regresaré en un segundo." 

Sakura miró desde Syaoran a Lin Yao. Sonrió tristemente. 

"Vale…" Se sentó en la cama y dejó a Syaoran cerrar la puerta por ella. Sakura abrió su bolsa. "Vamos, Kero." 

El pequeño guardián salió volando de la bolsa con una mirada interesada. 

"No me gusta este tono tuyo." 

"¿Eh? No hay nada malo con mi tono de voz." 

"Sí, lo hay. Es como si estuvieras triste o algo." 

"Estás imaginando cosas Kero." Ella se puso de pie y miró fuera a través de la ventana. "Estamos finalmente en Glanz, Kero. ¿Puedes creerlo?" 

"Sí…" Voló al lado de ella, mirando fuera de la ventana. "No ha cambiado mucho desde la última vez que vine aquí…" 

"¿Has estado aquí antes?" 

Kero asintió. "Con Clow. Recuerdo la Calle del Jardín. Estaba igual que ahora." 

Se quedaron callados. Sakura estaba preguntándose lo que pasaría ahora. Habían alcanzado su destino, después de más de tres meses. No podía evitar sino sentir un sentimiento frío en el fondo de su estómago. Notó el silencio de Kero y pensó que Kero también estaba pensando en eso, pero poco sabía ella que él estaba preguntándose quién era esa muchacha Lin Yao. 

Lin Yao abrió una puerta a una oficina. Syaoran serenamente entró y se sentó en un sillón. Ella cerró la puerta detrás de ella. Hubo un momento de silencio así como simplemente se miraban fijamente. 

"Así que regresaste," dijo Lin Yao realista. Syaoran asintió. "Estábamos preocupados. Habíamos oído que llegarías aquí en un mes o antes, pero no lo hiciste…" Hizo una larga pausa. "Li, ¿qué está pasando?" 

"¿Qué quieres decir?" 

"Esa chica no es tu hermana. Cuando mi padre regresó de Nimbo diciendo algo sobre una Ying Fa Li, pensé que había confundido los nombres, pero… Ahora tú estás diciendo que ella es tu hermana, pero sólo tienes cuatro. Y recuerdo sus nombres. Chunyan, Inna, May Yu y Huan." 

Syaoran se arrepintió inmediatamente por contarle a Lin Yao tantas cosas sobre su familia. No tenía que decirle el nombre de sus hermanas, ¿si? Y no podía mentir. No a Lin Yao. Ella sabía demasiado de él. 

"Tienes razón. No lo es." 

"¿Entonces, quién es ella?" 

Syaoran no contestó inmediatamente. 

"Una amiga." Lin Yao esperaba oír más que eso, pero él no dijo nada. Tendría que preguntar todo lo que quería saber. 

"¿Por qué está contigo?" 

"Necesita mi ayuda. Mi madre y May Yu me pidieron que cuidara de ella." 

"¿Y piensas que llevándola contigo es seguro para ella? ¿No crees que arriesga su vida estando contigo?" 

"Lo creo, pero no hay ninguna otra opción. Al principio, no quise traerla conmigo, pero no tenía ninguna otra opción. No podía dejarla o mi familia estaría en peligro. Guardias y soldados estaban buscando en el pueblo y si la encontraban en la casa de mi familia, quemarían todo." 

"¿Es tan peligrosa que guardias y soldados estaban buscándola?" 

"No, no es peligrosa. No puedo explicarte por qué estaban buscándola. Prefiero no hacerlo." Syaoran hizo una pausa. "Ella es una buena chica, Lin Yao. Con el tiempo entendí que si la dejo atrás estaría en aun más peligro. Prometí que cuidaría de ella y eso es lo que estoy haciendo." Lin Yao pestañeó. Syaoran no era persona que diera cumplidos tan fácilmente, todos sabían eso. 

"¿Cómo piensas que Meiling reaccionará a eso?" Preguntó ella. 

"Debo decir que no estaba muy contenta." 

"¿Ya la conoce?" Syaoran asintió. Pensó en la reacción de Meiling por un momento, la manera en que seguía advirtiéndole con miradas asesinas hacia la muchacha. Syaoran casi rió entre dientes. 

"No sé quién odia más Meiling: a ti o a ella." 

"¿Cuál es su nombre?" preguntó ella. Syaoran agitó su cabeza. 

"No es necesario que sepas su nombre, Lin Yao." La muchacha lo miró fijamente durante mucho tiempo, los brazos cruzados delante de ella.

"Estás escondiéndola de alguien," declaró ella. 

"Es para nuestra propia seguridad. Y la suya también." 

La cara de Lin Yao se puso triste. 

"Pensé que sabías que puedes confiar en mí, Li," dijo ella. 

"Lin Yao…" Syaoran se levantó, caminando en su dirección. Odiaba hacer esto. Odiaba ocultarle las cosas, después de todo, ella era una de sus mejores… amigas. 

"Quiero decir, que la última vez que estuviste aquí, saliste sin decir adiós. Te traje el desayuno y no estabas en tu cuarto." 

"Lo siento, Lin Yao, pero la noche anterior, había recibido un mensaje importante de los ancianos y tuve que irme inmediatamente para Orion." Lin Yao asintió. Vio que él tenía una expresión arrepentida. 

"Oh, venga, Li. No me mires así. No es como si me debieras una explicación. Nunca nos hemos prometido nada o… incluso hablado en absoluto sobre todo esto. Yo estoy… esperando. Todavía." Ella sonrió tristemente. 

Syaoran se detuvo delante de ella e iba a decir algo, pero oyeron de repente un 'hoe' y un fuerte porrazo. 

"¿Hoe?" dijo Lin Yao en alto, preguntándose lo que eso podría significar. 

Syaoran no dijo nada. Corrió inmediatamente fuera de la oficina, seguido por Lin Yao. 

"¿Qué fue eso?" Preguntó un muchacho que venía del tercer piso. Cong corrió por los escalones. 

"Oí un fuerte ruido," dijo el cabecilla. Syaoran golpeó en la puerta y esperó con impaciencia. 

"¿Sí…?" Vino la respuesta. Syaoran abrió la puerta despacio, así que si ella tuviera que esconder algo, tendría tiempo. En el momento que abrió la puerta vio a Sakura sentarse en el suelo, acariciando la parte de atrás de su cabeza y Kero tumbado al lado de ella, posición de juguete. 

"¿Qué estás haciendo ahora?" Preguntó él. Ella le miró y sonrió tímidamente. 

"Me resbalé." Contestó avergonzada. 

"¡¿Te resbalaste?!" ella asintió. "¿Cómo hiciste eso?" 

"Estaba paseando llevando sólo mis calcetines… y me resbalé." El muchacho de la puerta sonrió. 

"Enceré el suelo esta mañana," dijo él. Cong y Lin Yao lo miraron con extrañeza. "¡¿Qué?! Estaba aburrido, ¿vale?" 

Syaoran agitó su cabeza ligeramente. Sakura estaba sintiéndose realmente avergonzada. Ahí estaba esa muchacha, Lin Yao, Cong que era su padre y el muchacho… Parecía tener la edad de Lin Yao y se parecía mucho a ella. 

Son mellizos… pensó Sakura. 

"Apuesto a que estabas más que aburrido, Shaiming," dijo Syaoran, levantando a Sakura. 

"Más o menos. ¿Cómo va, Li?" El muchacho sonrió educadamente, casi riéndose de la escena. 

"Bien. Aquí, déjame echar una mirada," dijo Syaoran a Sakura. Él bajó su cabeza. "Ya tienes un chichón en tu cabeza." 

"Hoeeee…" dijo ella suavemente. 

"¿Por qué encuentro difícil de creer que estabas caminando y simplemente te resbalaste? No habrías golpeado el suelo tan fuerte," susurró Syaoran. Los otros tres en la puerta lo escucharon, pero no podían entender. Sakura miró a Kero. Solo entonces, Syaoran echó una buena mirada al supuesto muñeco. Sus mejillas estaban sucias con migas. Probablemente había robado más galletas de la bolsa de Sakura. Syaoran agitó su cabeza. Ella estaba, lo más probablemente, persiguiéndolo furiosa. Masculló para sí mismo, pero Sakura lo oyó bastante bien: "Que bueno que tengas la cabeza dura…" 

"¡Mou!" Sakura le dio en la parte de atrás de su cabeza. Shaiming, Lin Yao y su padre se miraron. ¿Qué iba a hacer Li? ¡Para su gran sorpresa, todo lo que hizo fue sonreír con satisfacción! 

"Ve a tomar un baño, chica. Vas a tener un largo día mañana." Y la empujó fuera del cuarto, en la dirección del baño. Ella pudo recoger sus cosas antes de que la echara. 

Sakura cerró la puerta detrás de ella. Syaoran se dio la vuelta para encontrarse tres pares de inquisitivos ojos. 

"¿Qué?" Preguntó desconcertado. 

"Mmm… Nada, Li, es solo que…" dijo Shaiming. "La última persona que vi haciendo eso, si recuerdo bien, terminó corriendo alrededor de las calles, después del toque de queda, durante diez minutos, llevando sólo ropa interior." 

"Ey, estaba siendo bueno. Lo salvé después de diez minutos. Pero si Yamazaki alguna vez piensa en hacer eso de nuevo, no lo ayudaré." Syaoran miró a los tres. "¿Eh? ¡Oh, debéis de estar pensando que estoy enfadado con ella! ¡Claro que no! Siempre está pegándome, o riéndose de mí, pero no voy a hacerle nada a ella. Nada tan drástico, por lo menos." 

"Ya veo. Es tu hermana, después de todo." Dijo Cong con una sonrisa. Amor fraternal, pensó él. 

"No." Syaoran agitó su cabeza. "Ella sabe como devolvérmelas." 

Shaiming rió. "¡Oh, sí, eso es correcto! Después de todo, es una Li." Syaoran no dijo nada. Solo sonrió un poco. 

Me gusta el sonido de eso. Sakura Li, pensó él. 

Lin Yao frunció el entrecejo. 

"Me voy a acostar ahora," dijo ella. "Excúsenme y buenas noches." 

"Buenas noches, Lin Yao," dijo su padre, serenamente. 

"Creo que haré lo mismo. Estoy cansado," dijo Shaiming, ya caminando los escalones al tercer piso, siguiendo a Lin Yao. Se detuvo de repente y se dio la vuelta. Estaba sonriendo como un niño. "¿Cuál es el nombre de tu hermana, Li?" 

"Shaiming…" Dijo Syaoran con un tono amenazante. 

"Vale, vale… Perdón. No soy ciego, ¿sabes?" Continuó subiendo los escalones. "¡Oh, venga, Lin Yao! ¡Enciende la vela! Sabes que no puedo ver en la oscuridad y el corredor es oscuro. ¡Lin Yao! ¿Dónde estás?" 

Cong se volvió a Syaoran. No era de su hija solo irse a la cama temprano, así. Más aun con Li estando allí. Normalmente se quedaría y hablaría con él, preguntando donde había estado, las cosas que había hecho… había algo allí. 

"¿Li…?" 

"Lo siento, Cong-san," dijo Syaoran. Él sabía que el hombre notó algo y rápido. "Explicaré todo por la mañana." 

#* #* #* #

Sakura abrió la puerta del baño. Echó una mirada alrededor. El vestíbulo estaba oscuro, y ella odiaba la oscuridad. Había sólo una vela encendida en una mesa de flor, delante del cuarto de invitados. Corrió rápidamente fuera del baño, el vapor siguiéndola fuera. Llamó a la puerta. Después del relajante baño caliente, el aire estaba frío sobre su piel. 

Después de lo que pareció una eternidad, Syaoran finalmente abrió la puerta. El cuarto también estaba oscuro, sólo una vela encendida. Sakura entró en el cuarto calladamente, llevando su pijama gris. No le gustaba mucho ese color, pero estaba agradecida de que la madre de Taeko le hubiera dado ropa. El pijama era un poco grande para ella y la cubría por todas partes. Parecía ropa de enfermera. 

"¿Dónde conseguiste esa tienda de campaña?" Preguntó Syaoran, cerrando la puerta detrás de ella. 

"Gracioso," contestó ella impasible. Solo subió a la cama, bajo las sábanas, y se tumbó, completamente cansada. "¿Dónde está Kero?" 

"Durmiendo," Syaoran apuntó en alguna parte al lado de ella. Kero estaba durmiendo en la almohada, al lado de Sakura, con su pequeña lengua fuera y roncando. Sakura miró de nuevo a Syaoran. Estaba sentado en el suelo, mapas alrededor de él. 

"Tú y tus mapas." 

"Estoy estudiándolos." 

"Nunca tomas un descanso, ¿verdad?" 

"No, realmente. Tengo que preparar muchas cosas, y pensar y hacer… No tengo tiempo para descansar." 

Sakura estuvo callada durante algún tiempo. Syaoran continuó estudiando su mapa y tomando apuntes, en chino. Muy pocas personas en esa área sabían chino. Creyó que sería más sabio hacer eso. 

"¿Tú has…?" Vino la voz de Sakura de nuevo. Syaoran la miró. Estaba tumbada en la cama, mirando fijamente el techo. 

"¿Sí?" 

"No importa…" 

"Vamos. Ibas a decir algo." 

"Olvídalo. Es una pregunta tonta." 

"Déjame oírla y te diré si es una pregunta tonta." Ella lo miró. Una larga pausa. 

"¿Tú siempre has querido estar en esta posición? ¿Fue tu elección?" Él la miró extrañado. "Quiero decir, tu tienes mi edad, pero tienes todas estas grandes responsabilidades. Eres el líder de una poderosa organización clandestina. Cuando cumplas los dieciocho, serás el líder de tu clan. Es una carga pesada para que alguien tan joven la lleve. ¿Era algo que quisiste hacer?" 

Syaoran solo la miró fijamente durante algún tiempo. 

"No." Declaró después de un tiempo. "No tuve mucha elección sin embargo. Era algo que tenía que hacer." Hizo una larga pausa mirándola. "Sabes, no se suponía que yo fuera el Líder de la Resistencia. Los ancianos no me querían en esta posición. Especialmente Kai-Foon." 

"¿Kai-Foon?" 

"Ese es el nombre de uno de los ancianos. No le gusto mucho. O nada. Creo que lo entiendo. Cuando mi tío murió, se suponía que el hijo de Kai-Foon tendría el lugar, como el Líder. Él estaba aquí, en la Ciudad de Glanz, y fue llamado a ir a Orion y recibir instrucciones. Pero desgraciadamente, cuando llegó allí, ya estaban esperándoles. Había un tipo que lo traicionó, y dijo-" Syaoran se refrenó por un momento. Miró a Sakura. "Le entregó. Y fue colgado. Fui su última opción." 

"¿Eso fue hace tres años?" Syaoran afirmó. "Y eso pasó en Orion." Syaoran afirmó de nuevo. Un recuerdo vino a la mente de Sakura. 

#Flashback#

Una Sakura de catorce años saltó fuera de su ventana. Inmediatamente después de hacer eso, oyó una voz gritando. 

"¡Empezad a mirar! ¡La pequeña señorita está perdida de nuevo!" 

"Mierda…" dijo Sakura bajo su respiración. Sakura vio un carro de heno y un esclavo sentado delante. Sakura sabía que iba al pueblo. Saltó entre el heno y se escondió. El carro empezó a moverse y pronto se durmió. 

Alguno tiempo después, sintió detenerse el carro y saltó inmediatamente fuera del carro. El pueblo estaba en escándalo. 

¿Qué está pasando? Pensó ella. Empezó a seguir a las personas también. 

Se detuvo entre otros delante de un patíbulo. Iban a colgar a alguien. 

"Oh, Dios…" Masculló ella. No quería ver eso. No quería estar allí. Iba a correr al otro lado cuando oyó un grito de una voz conocida: 

"¡Silencio!" 

Se dio la vuelta. 

"Touya…" Él estaba vestido con su uniforme rojo. Tenía un látigo en su mano y un amigo sonriente a su lado. Un tipo con el pelo gris y que llevaba gafas. También llevaba un uniforme rojo. 

"¡Os dije que no aguantaría a miembros de la Resistencia en este pueblo!" Dijo Touya. "¡Tráiganlo!" 

La muchedumbre abrió paso y dos guardias trajeron a un hombre joven. Tendría veintiuno, como mucho. 

"Quiero que miréis esto y sepáis lo que os pasará, si traicionáis a vuestro patrón ayudando a la Resistencia. Este fue traicionado. ¡También tenemos informadores en la Resistencia!" El joven, valientemente, pisó sobre una silla y puso su cabeza en la soga. 

"Tenemos que hacer algo," dijo un muchacho al lado de Sakura, sobre su edad. Ella lo miró por un momento y detrás de él. Cuatro hombres y una mujer estaban de pie su lado. El muchacho de cabello castaño frunció el entrecejo a Sakura y ella apartó la vista de él. Oyó a uno de los cuatro hombres diciendo algo en un idioma que no podía entender. "Pero-" El muchacho se calló por una mirada que la mujer de allí le dio. 

Sakura miró de nuevo a Touya. Ahí fue cuando dio una patada a la silla. La soga se cerró alrededor de la garganta del hombre. 

"¡No!" El muchacho al lado de ella gritó. Iba a ayudar al hombre, pero fue sujetado por uno de los cuatro hombres, por el cuello. En ese preciso momento Touya miró hacia ese lugar. 

"¡Sakura!" 

Sakura vio a los hombres y la mujer llevándose al muchacho, impidiéndole correr hacia el hombre y ayudarlo. Probablemente le hubieran matado también. Sakura empezó a correr, viendo a Touya acercándose. Pero no era lo bastante rápida y él la cogió fácilmente. 

"¡Mataste a un hombre!" Empezó a gritar y pegarle en el pecho. "¡Mataste a un hombre inocente!" 

"¡¿Inocente?!" 

"¡Todo lo que él quería era su libertad! ¡Sólo libertad! ¡De las personas como tú! ¡Déjame ir! ¡Déjame ir!" 

Pero no la dejó marchar. La llevó de vuelta a la propiedad y fue castigada, por escapar de nuevo. 

#Fin de Flashback#

Syaoran estaba muy sorprendido de ver de repente a Sakura empezar a llorar. ¿Había dicho algo tan triste? 

"Sak… Sakura, ¿qué pasa?" Él se puso de pie. 

"Lo… lo recuerdo…" 

"¡¿Estabas allí?!" 

"Fue mi hermano quien hizo eso. ¡Lo vi! ¡Fue el primer hombre que vi morir y… fue el baka de mi hermano quien hizo eso!" Syaoran se sentó en la cama al lado de ella. Ella también se sentó. "Estoy tan avergonzada de Touya. ¿Por qué hace eso? Él te puso en esto, Syaoran. Fue culpa de Touya. Podrías tener una adolescencia normal si él no lo hubiera matado. Lo siento, Syaoran. Lo siento…" Syaoran la tiró hacia él y la abrazó. 

"No, Sakura. Nunca tendría una adolescencia normal. Nadie puede, hoy día. No tienes que sentirte culpable por esto…" 

"Pero fue mi hermano, Syaoran…" dijo ella, enterrando su cara en su pecho. 

"No fuiste tú. Mira, aunque no escogí esto, estoy muy agradecido de haber sido escogido. No sé lo que haría con mi vida si no estuviera en la Resistencia. Nunca trabajaría para los patrones o vivir mi vida pretendiendo que ellos no existen, como algunas personas hacen, o intentan hacer." 

"¿Por qué no me odias, Syaoran?" 

"¡¿Qué?!" Sakura levantó la vista, sus ojos rojos. 

"Crecí sin tener ningún amigo, al lado de mi abuela y Tomoyo. Cada vez que intentaba hacer amigos con uno de los esclavos de la propiedad, no hablaban conmigo. Tenían miedo de que me enfadase. Había una chica, era la hija del cocinero, y empecé a hacer amistad con ella, pero ella no quería. Me dijo que me odiaba porque era una Kinomoto. Su madre le prohibió que hablara conmigo. Nunca les he gustado. No hablaban conmigo. Dijeron que mi familia había traicionado nuestra raza. Me odiaban. Por quién soy. ¿Cómo puede ser que no me odies también?" 

"Porque te conozco." Contestó serenamente. 

"Pero siento como si fuera mi culpa. Siento que permití que eso pasara. Touya solía ser un buen chico cuando era más joven y… un día se convirtió en el monstruo del que todos tienen miedo. Quizá si hubiera sido más fuerte, podría haber hecho algo." Sollozó ella. "Y lo que me pone furiosa es que incluso sirviendo a los Verborgens, todavía quiero a ese baka. Y por eso, otras personas me odian." 

"Sé que quieres a tu hermano. Es imposible para ti odiar a alguien. Y sólo eso demuestra que eres diferente de tu hermano. Eres mejor que él. No te odio, y nunca lo haré. No me preocupa tu hermano. No eres como tu hermano. Tú eres Sakura. No me importa si tienes el mismo apellido que él. Tú eres diferente. Te preocupas de las personas. Nunca podría, en la vida, odiarte, Sakura. Y si alguien alguna vez dice de nuevo algo así de ti, no los creas, porque no es verdad." 

"¿Estás diciéndome la verdad?" 

"Lo estoy." 

Sakura miró a Syaoran. Él reaseguró, con su mirada, que tenía razón. Ella sonrió y limpió sus lágrimas. 

"Gracias, Syaoran." 

"No tienes porque darlas. Ahora pega la almohada. Tendremos un largo día mañana." Sobre todo yo, pensó él. Sakura le dejó que la reclinase y la cubriese con la manta. Entonces se sentó de nuevo en el suelo, con sus mapas. 

#* #* #* #

Era temprano por la mañana. Muy temprano. Los primeros rayos de luz del día estaban apareciendo. Syaoran abrió sus ojos somnolientamente. Estaba tumbado en el sofá. Se levantó calladamente y recogió sus cosas del suelo. Había estado demasiado cansado la noche anterior y simplemente había dejado todo allí. Recogió todo y lo puso sobre el sofá. Plegó la manta que había usado. Antes de dejar el cuarto, puso la manta de Sakura sobre ella. La había dado de patadas durante la noche, como todas las noches. Syaoran fue acostumbrándose a despertarse por la mañana y arroparla con la manta. Lanzó una mirada asesina a la bestia guardiana durmiendo y roncando en la almohada al lado de Sakura. Y dejó el cuarto. 

"Sabía que te despertarías temprano," dijo Cong, sentado en la sala, oyendo pasos bajando las escaleras. 

"Me conoces demasiado bien, Cong-san," contestó Syaoran, caminando a la sala, indiferentemente, las manos en sus bolsillos. 

"Te conozco desde hace mucho tiempo, Li." Cong le miró. "¿Podemos hablar aquí o…?" 

"Creo que sería mejor en un lugar más seguro dónde nadie nos oiga." Cong asintió ligeramente. Se puso de pie y caminó a la dirección de la cocina, pero antes de llegar allí, abrió una puerta que llevaba al sótano. Syaoran lo siguió, cerrando la puerta detrás de él. Había una linterna brillando bajo los escalones. Al parecer Cong ya sabía que a Syaoran le gustaría hablar con él en privado y lo había dejado así. 

Alcanzando el fondo, encontraron una mesa grande en medio del cuarto, con treinta asientos. Había mapas en las paredes, cada uno de ellos de Haru con la situación exacta de pueblos, soldados y cuarteles de los guardias. Bajo los mapas, había números: cuántos rebeldes tenían en cada lugar. A una esquina oscura del cuarto, había un gran armario. Las puertas estaban hechas de vidrio y el contenido era claro en la luz oscura: Uniformes rojos y negros, todos plegados cuidadosamente. 

Al otro lado del cuarto, había una mesa redonda más pequeña con cuatro asientos. Era allí donde Cong se sentó. Syaoran se sentó justo enfrente de él. Al lado de la mesa, había otro armario, pero este estaba hecho de madera maciza y tenía cerraduras en cada puerta. 

"Creo que nadie nos oirá ahora, Li." 

"Sí." Syaoran hizo una larga pausa. ¿Cómo empiezo? "¿Recibiste alguna información sobre el plan?" 

"De hecho, sí. En este preciso momento, cada rebelde está preparándose para venir a Glanz, si no han salido ya. Algunos dejaron sus pueblos y aldeas hace mucho tiempo, porque viven muy lejos y tenían un largo camino para llegar. Registramos algunos arrestos, pero ni los guardias ni los soldados notaron que los rebeldes están viniendo. Nuestros miembros, cuando los investigaron, les dijeron que venían a Glanz para las festividades. La ciudad se condensará a finales del mes por toda clase de personas. Algunos de ellos fueron enviados por sus patrones con mercancía para vender aquí durante las festividades, para que tengan una coartada. Los cabecillas ya están de camino. Recibí la confirmación de todos ellos. Miyazawa, de Étoile, ya está en la ciudad. Él y dos de sus fieles rebeldes han estado persiguiendo a Kinomoto y su grupo a lo largo de su provincia. Cuando me lo encontré ayer, dijo que tenía noticias que decirte. No me dijo lo que era." 

"Ya veo." 

"Como puedes ver, ya coloqué los cuatrocientos uniformes que me pediste. Doscientos uniformes de soldados y doscientos uniformes de guardias. También puse en orden los alojamientos para los miles de rebeldes que vienen. Debo decir que fue muy difícil. Los más requeridos estarán alojándose en la ciudad. Los otros estarán alojándose en los pueblos más cercanos alrededor de la ciudad." 

"Todo está bien." 

"¿Sobre qué te gustaría hablar conmigo, Li?" 

"Mmm… Cong-san, yo… Necesito tu ayuda." 

"Sabes que siempre te ayudo." 

"Sí, pero esto es importante. Es sobre Ying Fa." 

"Tu hermana." 

"Sí… Ese es uno de los problemas. Ying Fa… no es mi hermana." 

"¡¿Qué?!" Cong estaba muy sorprendido. "¡¿Mentiste sobre esa muchacha?! ¡¿Por qué?!" 

"Necesito protegerla, Cong-san. No puedo decirles a todos quien es ella realmente." 

Cong miró a Syaoran durante mucho tiempo. 

"Eso explica por qué Lin Yao actuó así ayer. Ella sabe que la muchacha no es tu hermana, ¿no?" 

"Lo sabe, pero no le dije a tu hija quien es ella." 

"Nunca te he visto mentir antes, Li. No mentirías por nada." 

"No lo haría. Sakura… su nombre es Sakura… necesita protección. Siempre. Al lado del hecho que hay personas fuera de aquí queriendo matarla, otros están tan enfadados con ella que probablemente la herirían, también es muy descuidada. Tiene buen corazón, pero cuando intenta ayudar a otros, siempre se mete en problemas. Así es cómo fue envenenada. Le dije que escapara y se escondiera, pero se negó. También casi se mató por un dragón intentando salvar a una niña pequeña." 

"¡¿¡¿Dragón?!?!" 

"Una larga historia. Sakura también fue casi cogida en la Ciudad del Valle, intentando ayudarme una vez más. Ahora que estamos en Glanz, no tendré mucho tiempo para guardar un ojo en ella, aunque lo intentaré. Solo te estoy diciendo esto, porque quiero que me ayudes a cuidar de ella. Cuando salga, no la dejes seguirme en ninguna circunstancia." 

"Entiendo, Li, ¿pero no crees que hubiera sido más sabio haberla dejado en algún lugar seguro?" 

"Pensé en hacer eso, pero entonces descubrí algo sobre ella… no puedo dejarla atrás. Es demasiado importante para nuestro futuro." 

"¿Nuestro futuro? Li, ¿de qué estás hablando?" 

"Cong-san, lo que estoy a punto de decir no puede salir de este cuarto. Solo te digo esto para que tengas una idea de lo importante que es mantener a Sakura a salvo. Te diré todo, para que no pienses que estoy escondiendo nada más." Durante mucho tiempo Syaoran estuvo callado. "Sakura es hija de un patrón No-Verborgen y hermana de un soldado, uno peligroso." 

"¡¿Qué?!" 

"Tranquilízate, Cong-san. Esto es solo el principio." Suspiró Syaoran. "Como sabes, los ancianos me habían llamado estos meses antes a Orion. Dejé la Ciudad de Glanz y fui a Orion para recibir mis instrucciones. En esa misma noche del día llegué, sentí una presencia. Alguien que necesitaba mi ayuda. Fue después del toque de queda y encontré a Sakura, escondiéndose de los guardias. La saqué de allí y May Yu, mi hermana, cuidó de sus heridas. En la misma noche, tuvimos que salir. Soldados y guardias estaban por todo el pueblo buscando a Sakura." 

"Para un momento. Dijiste que es la hija de un patrón. El patrón del pueblo de Orion es…" los ojos de Cong se ensancharon. "¡Fujitaka Kinomoto, el padre de Touya Kinomoto!" 

"Su nombre es Sakura Kinomoto." 

"¡¿La secuestraste?!" 

"No. May Yu ya la conocía y mi madre, por alguna razón, quería que la trajera conmigo. Podría haberla dejado en alguna parte del pueblo dónde podrían encontrarla, pero mis órdenes eran traerla conmigo. Pensé en dejarla con mi hermana en Ciudad del Valle, pero no pude. Su hermano estaba allí y la última cosa que quería era ser encontrada por su hermano. Le tiene mucho miedo." 

"¿Quién no lo tendría?" 

"Tenía que decirles a todos que era mi hermana porque sería demasiado peligroso para ella si lo supieran. Kinomoto es bien conocido a lo largo del imperio por sus actos. Muchos estarían deseosos de matarla para quedar en tablas con su hermano." 

"Y eso sólo hace que todo sea más peligroso para ella, viajando contigo. Muchos en la Resistencia harían de buena gana eso." 

"Lo sé. Por eso estoy preocupado por ella. Ella es muy importante. No podemos dejar que nada le pase." 

"Dijiste antes que ella es importante para nuestro futuro." 

Syaoran estuvo callado una vez más durante algún tiempo. 

"¿Recuerdas que anuncié en Nimbo que la profecía se estaba cumpliendo?" 

"Sí." Cong estaba callado. "Espera un segundo. No quieres decir que-" 

"Lo hago. Sakura Kinomoto desciende de Maaya Arai. Es uno de los héroes de la profecía," declaró Syaoran. 

"Pero… el otro héroe viene de tu familia. Tú eres el Li más joven, el único varón todavía bastante fuerte. Eso te haría…" 

"Sí, Cong-san, lo sé." 

"No puedo creer esto…" 

"Sakura tiene magia muy fuerte. Todavía no sabe controlarla. Debo prepararla. Durante toda esta semana, estaré instruyéndola. Cuando los días vayan pasando, habrá muchas cosas por hacer sin embargo, y no podré cuidar de ella. Necesito que me ayudes con esto."

"La profecía realmente está cumpliéndose… ¡Las oportunidades de nuestro triunfo esta vez, son muy altas!" 

"Lo son. Cong-san, solo te dije esto porque tenía que hacerlo. Espero que no vayas a tratarla diferentemente porque sabes que es una Kinomoto. Ella no está de acuerdo con los actos de su hermano. Los odia, de hecho. Está avergonzada de eso. Pero Sakura también es muy ingenua. Cree en todo y la Ciudad de Glanz es el lugar más peligroso para alguien que creció sola en una propiedad, como ella. Ella cae en cada mentira de Yamazaki." 

"¿Yamazaki sabe todo esto que me dijiste?" 

"No. Taeko tampoco. Solo le dije todo esto a Meiling. Obviamente sabía que Sakura no es mi hermana y tuve que decirle todo." 

"Ya veo." Cong-san miró fijamente a Syaoran. "Oyéndote hablar sobre ella, aparentemente tienes gran admiración por ella." 

Syaoran se sonrojó ligeramente. 

"Sakura es una persona maravillosa. Puede ser ingenua y entrar en problemas constantemente, pero tiene sus cualidades. Nunca se rinde. Es una persona fuerte. Confronta su miedo. Mismamente ayer fuimos atacados por los tres magos. Le dije que corriera, pero incluso estando asustada, no me dejó. ¡De hecho, se enfadó conmigo por decirle que escapara!" Syaoran sonrió un poco. "Siempre está contenta. Puede iluminar un cuarto sólo caminando en él." 

Cong miró hacia abajo, una sonrisa triste.

"Estás enamorado de ella," declaró él. Syaoran asintió débilmente, sintiéndose un poco culpable. No podía decirle a Cong que estaba arrepentido por eso, porque no lo estaba. Syaoran sabía que Cong siempre pensó que en un futuro se prometería con su hija, Lin Yao, rompiendo el compromiso con su prima, Meiling. Y la verdad era que Syaoran había considerado eso en serio. No podía casarse con Meiling, no la amaba así y Lin Yao era una buena amiga. De hecho, Syaoran había pensado en preguntarle la última vez que estuvo en la Ciudad de Glanz, pero los ancianos lo habían llamado antes. Cong miró al joven líder. "Está bien, Li. Siempre pensé que tú y Lin Yao… siempre han sido buenos amigos, pero ni siquiera has estado aquí un día y ya es evidente que amas a esta muchacha. Hablas sobre ella con tal… devoción. Nunca te he oído hablar así. Incluso permites que te llame por tu nombre. Nunca dejas que nadie fuera de tu familia te llame así. Y ahora…" 

"No quise herir a tu hija, Cong-san." 

"Lo sé, Li. Nunca harías eso. Supongo que siempre supe que únicamente te gustaba como una amiga, pero pensé que llegarías a amarla tiernamente un día. Estaba equivocado. Pero no te sientas culpable por esto, Li. Lo entiendo. Me alegro que no se lo preguntaras antes. Estabas ligado a encontrarte a esta muchacha, Kinomoto, un día, siendo parte de la profecía. Y probablemente te enamorarías de ella, solo vivo tienes, y realmente hubieras herido a mi hija, más de lo que va a ser herida ahora." 

Syaoran estuvo callado. "No te decepciones con Sakura por esto. Ella no lo sabe." 

"¿No se lo has dicho?" 

"No. Ella no tiene idea, aunque no sé cómo. Meiling lo notó. Está enfadada conmigo. Inna, mi hermana, también lo supo, estoy seguro. La vi sonriéndose algunas veces cuando estábamos allí. No entendí por qué estaba haciendo eso en ese momento, pero ahora lo entiendo. La mejor amiga de Sakura también lo notó. Supongo que Sakura es densa, y por una vez me alegro de que lo sea." 

"No la trataré descortésmente, Li. Sé que otro padre lo haría, pero será mejor de esta manera. De hecho, estoy contento por ti. Te mereces esto. Te conozco desde que sólo tenías diez años, cuando viajabas con tu tío para recibir entrenamiento. Todos sabemos que los Li son muy restrictivos. No has tenido mucho de tú niñez y en la adolescencia, perdiste tu libertad, por la Resistencia. Tienes sólo diecisiete años, pero eres sabio como un anciano. Una vez que esto esté acabado, mereces vivir para ti. Por una vez, debes ser egoísta. No te preocupes, Li. Para recibir todo el respeto que tienes por ella, debe ser una mujer muy especial." 

Syaoran sonrió abiertamente. Cong nunca había visto a Li Syaoran sonreír tan alegremente. 

"Gracias, Cong-san. Me hiciste sentir mucho mejor." Estuvieron callados durante un corto periodo hasta que oyeron a alguien en la sala. 

"¿Tan temprano por la mañana?" Se preguntó Syaoran. 

"Lin Yao no se despierta tan temprano y Shaiming sólo se despierta después de las diez." Los dos hombres intercambiaron miradas. ¿Quién era? Decidieron comprobarlo y silenciosamente se levantaron, saliendo del sótano. 

Entretanto, una encantadora joven estaba andando de puntillas fuera de la sala y bajo el corredor, en la dirección de la entrada de la casa. 

"Esta vez le cogeré…" Se susurró a sí misma. "Salió y ni siquiera me llamó…"  

"¿Dónde piensas que ibas a ir?" Sakura dio un saltó, sobresaltada. Se dio la vuelta rápidamente y vio que Syaoran estaba justo detrás de ella, los brazos plegados, mirándola seriamente. Detrás de él estaba Cong, solo observando. 

"¡Allí estás! ¡Estaba preguntándome donde estabas! ¡Pensé que habías salido y me habías dejado!" 

"Aun cuando hubiera hecho eso, señorita, no tendrías permiso para salir a buscarme." Syaoran miró a Cong como diciendo: ¿Ves lo que te dije? 

"Gomen, gomen, Syaoran. ¡Simplemente es que… quiero salir hoy! ¡Quiero ver todas esas cosas sobre las que Mizuki-san me dijo!" Dijo ella, agitadamente. Syaoran agitó su cabeza. 

"Eres irremediable. Primero, desayunarás. Entonces, algunas lecciones." 

"Tienes que estar bromeando. ¿Es en serio sobre esta cosa de la instrucción?" 

"Oh, sí. Y luego más tarde, si todavía tienes un poco de energía, puedo sacarte." 

"¿Qué pasa si no estoy de acuerdo con este arreglo?" Preguntó ella, insolentemente. 

"De todas maneras harás todo, pero sin la posibilidad de salir después." 

Sakura pareció pensativa durante algún tiempo. 

"¿Cuán rápido piensas que puedo aprender todo esto que quieres enseñarme?" 

#* #* #* #

Lin Yao se despertó al sonido de gritos de lucha. 

Extraño, pensó ella. ¿Quién estaría entrenando? 

Se vistió con un vestido verde que le llegaba un poco arriba de sus rodillas. Sin mangas. Le tomó un largo tiempo ponerse maquillaje, peinarse su pelo y dejar su dormitorio. No había tenido mucho sueño anoche. No podía evitar sino pensar quien era esa muchacha que estaba con Li. Realmente quería saberlo. Incluso durmió demasiado ese día. Miró fuera de la ventana, calculando que era algo entre las once treinta y las doce. 

Lin Yao lentamente subió los escalones. Los gritos estaban viniendo del cuarto de entrenamiento que tenían. El cuarto de entrenamiento estaba en el quinto piso. Abrió despacio la puerta corrediza dejando un pequeño espacio, mirando dentro. 

En medio del cuarto, estaba Syaoran de pie, su espada en mano. Sus mejillas estaban rojas debido al ejercicio y estaba jadeando ligeramente. Él agitó su cabeza. 

"Lo estás haciendo mal," dijo él. Lin Yao abrió la puerta un poco más para ver con quien estaba hablando. Era esa muchacha. "Tienes que ser más rápida." 

"Estoy demasiado cansada para ser más rápida…" Gimió Sakura, sosteniendo una espada. Realmente, parecía más bien al revés: la espada la sostenía a ella. "¿No podemos descansar solo un poco?" 

"No. Vamos. Levántate erguida. Y sostén la espada apropiadamente. Tienes que sostenerla hacia arriba y no abajo." 

"Pero esta espada es demasiado pesada." 

"El tamaño correcto para ti. Ahora, lánzate encima de mí. Y más rápidamente esta vez." Syaoran sostuvo hacia arriba su espada, esperando por el ataque. Sakura levantó su espada, pero ella no estaba acostumbrada a ese tipo de equipo y no podía sostenerlo apropiadamente. Syaoran dejó caer su espada y caminó hacia ella. "Así no es cómo hay que sostenerla." Se puso detrás de ella y la puso en posición correcta. La levantó para que pudiera estar erguida. Levantó sus manos, mostrando donde debería sostener. "De esta manera tendrás más control sobre tus acciones. No puedes poner tus manos en el mismo lugar. Tienes que separarlas para que tengas más control. ¿Entendido?" 

"Sí." Él la dejó ir, recogió su espada y asumió posición de lucha. 

"Bien. Ahora, ven." 

"Syaoran, no veo el punto de todo esto," gimoteó ella. "¿Por qué no puedo simplemente usar las cards?" 

"No sabes si siempre podrás usarlas. Tienes que estar preparada. Ahora deja de hablar y ven." 

"Pero…" 

"Esto me está cansado, ¿sabes? Si no te mueves en este momento exacto, te prometo que te dejaré atrás en la próxima oportunidad que tenga." 

"¡¿Qué?!" Gritó ella furiosa. Syaoran sonrió con satisfacción. 

Funcionó. 

Sakura se lanzó sobre Syaoran a toda velocidad. Hábilmente puso su espada delante de él, las hojas se cruzaron. Ella movió su espada, apuntando para su costado, pero una vez más Syaoran la bloqueó. Ella siguió intentando cogerle, pero él siempre la bloqueaba. Ella empezó a moverse más rápidamente. Syaoran estaba asombrado de ver que estaba teniendo que retroceder de ella mientras bloqueaba sus estocadas. Decidió ponerla un poco más furiosa. 

"¿Y sabes? Creo que no te dejaré quedarte en Glanz hasta las conmemoraciones. Todavía estás débil y probablemente saldrás herida. Creo que lo mejor es si lo hago todo solo." 

"¡Oh, no, no lo harás, tu pequeño-!" Syaoran pensó que estaba lista para que la atacasen. Acometió con su espada. Sakura saltó atrás sin dejar caer su espada. Él estaba acometiendo rápidamente, siendo muy cuidadoso de no golpearla de verdad, pero ella estaba bloqueando todos sus intentos. Podía ver cuán enfadada estaba con solo mirarla a los ojos. Y una vez más, encauzando sus sentimientos más fuertes, supo que estaba furiosa. 

Supongo que realmente está harta de que siempre le diga que se quede atrás, pensó él, mientras acometía con su espada. Apuntó a su hombro y ella giró rápidamente pero Syaoran fue más rápido y mientras ella estaba girando él puso su espada entre su pelo y tiró de la cinta blanca que ataba su cabello, haciendo caer su pelo sobre sus hombros y encima de sus ojos. Sakura se detuvo, desconcertada, tocando con su mano su pelo. Syaoran solo rió y le mostró lo que tenía en la mano.  

"¿Buscando esto?" ella intentó alcanzarlo, pero él tiró la cinta atrás, sosteniéndola firmemente. "Ven a cogerlo." 

Y eso era exactamente lo que hizo, acometiendo fuerte y rápidamente. Syaoran sonrió abiertamente a su inteligencia. Había acabado de averiguar cómo lograr que luchase con él: conseguir que se enfadara mucho. 

Syaoran empezó una vez más a retroceder de ella, bloqueándola. De repente, notó que estaba siendo difícil bloquearla. Miró atrás por un momento. Le estaba haciendo retroceder hacia la pared. ¡¿Estaba realmente venciéndolo en su primera lucha?! Syaoran levantó su espada un poco. Sakura supo exactamente lo que estaba a punto de hacer. Iba a hacer que dejase caer su espada. Ella fue más rápida. 

En un abrir y cerrar de ojos, Sakura giró, cruzando su hoja con la suya, torciéndolo y haciendo a su espada caer al suelo. Ella lo empujó entonces contra la pared y puso su mano en su pecho, la espada en su mano derecha, la punta de la hoja encima de su mano y tocando el pecho de Syaoran. Ella se detuvo, la cara roja, y jadeante, su pelo cayendo un poco encima de sus ojos. 

"Va-le…" dijo Syaoran. "No vas a matarme realmente, ¿verdad?" 

"Si no retiras lo que dijiste y me devuelves mi cinta, lo haré," dijo ella furiosamente. Syaoran empezó a reír.  

"Siempre estás dejándote manejar por las emociones. Conseguí enfadarte a propósito." 

"Sé que lo hiciste," ella miró de soslayo. "Te conozco, Syaoran. Pero aun así, quiero oír una disculpa." 

"¿Qué pasa si me niego a hacer eso?" 

"Yo soy la que tiene una espada." Syaoran sonrió con satisfacción y rápidamente le quitó la espada, tirándola al otro lado del cuarto. 

"Corrección: Eras la que tenía la espada." 

"¡¡¡Li Syaoran!!! ¡Eso fue injusto!" Gritó Sakura así como Syaoran estaba riéndose en su cara.  

"Todo es justo en el amor y en la guerra, Sakura," Dijo él. En la puerta, Lin Yao estrechó sus ojos. 

Así que el nombre de la chica es Sakura… Interesante. Ying Fa significa Sakura. 

"¿Así que es eso?" dijo Sakura, tirando a Syaoran a la pared por su cuello. "Entonces supongo que hacer cosquillas también es justo." 

"¡¿Qué?! ¡No, no lo harías! ¡Sakura, estoy advirtiéndote, no te atrevas!" 

Sakura parecía pensativa. 

"¡Sí, lo haré!" Saltó sobre él, tirándole y haciéndole cosquillas implacablemente. Syaoran no podía hacer nada excepto reír fuerte. 

Lin Yao bajó la vista tristemente. Li nunca había hablado con ella así, o la permitía llamarlo por su nombre, aunque ella le había preguntado, o incluso permitía tocarlo. Nunca le había visto reír o sonreír tanto. 

"¡Vale, eso fue bastante, Sakura!" 

"¡Tendrás que rogar!" 

"¡De ninguna manera!" 

"Terco," y ella continuó haciéndole cosquillas. 

No, esto tiene que ser algo temporal. No está actuando como el Li que conozco, pensó Lin Yao. Entonces sintió una palmadita en su hombro. Saltó y miró detrás de ella, su padre estaba de pie allí con otro hombre a su lado. 

"¿Curioseando, Lin Yao?" La muchacha sonrió avergonzadamente. 

"Perdón, padre. Hola, Miyazawa-san. Es un placer verlo de nuevo." El cabecilla de Étoile sonrió. 

"Es un placer verte de nuevo, también, Lin Yao. Has crecido más desde la última vez que te vi," dijo. "¿Li está allí?" Ella asintió. Cong abrió la puerta corrediza, revelando a Sakura y Syaoran haciéndose cosquillas, pero esta vez, Syaoran ya había fijado a Sakura abajo y ella estaba intentando librarse. 

"¡Oh, no! ¡Por favor, Syaoran! ¡Para!" Dijo ella entre risas. Incluso estaba llorando de reír tan fuerte. 

"Te reduciré a ruegos, ¿eh?" 

"Mmm… ¿Li?" Oyeron y se detuvieron inmediatamente. Syaoran levantó la vista y Sakura alzó su cabeza un poco del suelo. 

"Oops…" Masculló ella. "Creo que nos hemos dejado llevar un poco…" 

Ambos adolescentes se levantaron, ambos ligeramente ruborizados, pero era imposible saber si estaban ruborizándose porque sus mejillas estaban rojas de todo el entrenamiento. 

"Miyazawa-san," Saludó Syaoran. Sakura se inclinó respetuosamente. 

"Li Syaoran y Li Ying Fa," rió el hombre. "¿Qué estaban haciendo?" 

"Entrenando, señor," contestó Sakura sonriendo un poco. 

"Hasta que Ying Fa aquí empezó a hacerme cosquillas, la pequeña tramposa." Sakura estaba a punto de decir algo, pero Syaoran no la dejó. "Es bueno verte, Miyazawa-san. Tenemos algunas cosas que discutir." 

"Sí, tenemos," concordó el hombre rápidamente. 

"Os llevaré al cuarto de reuniones," dijo Cong. Syaoran recogió su espada y la transformó de nuevo en la pequeña esfera. Lo puso en su bolsillo. Sakura no supo qué hacer con la espada que estaba usando, ya que era una espada ordinaria. Simplemente la dejó apoyándose contra la pared e iba a seguir a Syaoran cuando él la interrumpió. 

"No me sigas." 

"Pero…" 

"No. Continúa el entrenamiento. Tengo que hablar con Miyazawa-san solo." 

"Vas a salir, ¿si?" Él agitó su cabeza. 

"No. Entrena quince minutos más y entonces ve a tomar un baño y cámbiate de ropa. Saldremos más tarde." 

Ella sonrió brillantemente. Syaoran le devolvió su cinta. 

"¡Vale!" 

"Lin Yao, ¿por qué no entrenas con ella? Necesita más práctica. Creo que puedes enseñarla un poco," dijo Syaoran, dejando el cuarto de entrenamiento. Sakura pestañeó. Syaoran había llamado a la muchacha por su nombre. No había hecho eso el día anterior. Las únicas mujeres que llamaba por el nombre eran su hermana, Meiling y la misma Sakura. Y él solo la llamaba así porque le había obligado a hacer eso. La pequeña Sakura sabía que Lin Yao había hecho lo mismo. Antes de cerrar la puerta corrediza, Syaoran susurró a Lin Yao: "Tómatelo con calma con ella. Es una principiante." 

Lin Yao afirmó y Syaoran dejó el cuarto, dejando a las dos muchachas completamente solas. 

"Mmm, así que-" Sakura empezó a decir, alcanzando su espada. 

"No," dijo Lin Yao serenamente. "Sin armas. Veamos lo que puedes hacer sin ellas." 

Lin Yao se posicionó. Sakura supo al instante que Lin Yao estaba bien especializada en las artes marciales. 

"Oh-oh…" susurró Sakura. 

#* #* #* #

"¡¿Fueron todo el camino a la montaña de Terra?!" Exclamó Syaoran. Miyazawa afirmó. 

"Y cualquier cosa que estuvieran buscando, la encontraron. No puedes imaginar nuestra sorpresa cuando les vimos bucear en el lago ante Terra. Los soldados que se quedaron atrás estaban asombrados. Simplemente desaparecieron en el lago. Un largo tiempo después, aparecieron de nuevo, llevando al mago. El muchacho se había desmayado, por alguna razón. Eso fue cuanto vi. Kinomoto estaba llevando algo en su mano que estaba brillando. Nunca he visto algo como eso. Era… asombroso. Lo puso en una pequeña bolsa y después en su bolsillo." 

Syaoran y Cong intercambiaron miradas. 

"Bien, Akizuki, nuestra informante en el palacio, me dijo que el Emperador estaba muy contento debido a algo que ese Kinomoto e Hiragizawa trajeron, pero no estaba en el cuarto del Trono para ver lo que era." 

"Ohira envió a Kinomoto y al mago a que encontraran algo para traer de vuelta sus poderes a los Verborgens," razonó Syaoran. "¿Cómo puede algo que luce azul hacer eso?" 

"No sé, Li, pero la misión de ese Kinomoto tuvo éxito, con seguridad. El Emperador le dio a él e Hiragizawa un premio y Kinomoto, junto con su tropa, fueron invitados a quedarse para las celebraciones," dijo Miyazawa y Cong asintió. 

"Espera un segundo," dijo Syaoran. "Eso significa que Kinomoto está en la ciudad." 

"Sí. Es el peor de todos los soldados. Quiero decir, capitanes. Es capitán ahora. Siempre lo olvido," dijo Miyazawa. Notando la cara de Syaoran, dijo: "¿Piensas que será un problema para nosotros?" 

"Siempre lo es," dijo Syaoran. 

#* #* #* #

"¡Ay!" Gritó Sakura después de tirarse una vez más al suelo. "¿Estás segura que los quince minutos no han acabado ya?" 

Solo entonces Lin Yao oyó las campanadas del reloj. Era la una de la tarde. 

"Supongo que así es…" Dijo ella, limpiando el sudor de su ceja. Caminó hacia Sakura y le extendido su mano. "Pienso que es bastante por hoy." 

"Gracias a Dios…" Masculló Sakura, aceptando la mano. Se sentó en el suelo, apoyándose contra la pared. Lin Yao se sentó al lado de ella. "Gracias," Le dijo Sakura a la muchacha, sin aliento. 

"¿Eh? ¿Por qué?" 

"Porque te tomaste el tiempo para enseñarme. Todavía tengo que aprender mucho, pero daré lo mejor de mi." 

Lin Yao realmente sonrió. 

"Bueno. Sé que te debe estar doliendo el cuerpo. También estaba muy gastada después de mi primera lección, pero con tiempo estoy segura que puedes aprender. Li no estaría intentando enseñarte si supiese que no pudieras ser una muy buena luchadora. Sólo toma tiempo para enseñar al mejor." 

Sakura sonrió agradecidamente. 

"Gracias, señorita Cong." 

Lin Yao rió. 

"Por favor, no me llames así. Puedes llamarme Lin Yao." 

"Vale, Lin Yao." 

"Mmm… ¿puedo llamarte Sakura?" los ojos de Sakura se ensancharon. "¿Tu nombre es Sakura, ¿no?" 

"¿C-cómo sabes eso?" 

"Li me lo dijo," Lin Yao mintió. No creyó que decirle a Sakura que había estado escuchando detrás de la puerta fuera bueno. "Ayer me dijo que no eras su hermana. La verdad, lo sabía antes de que él me lo dijera, porque recuerdo los nombres de las hermanas de Syaoran." 

"May Yu, Chunyan, Inna y Huan," dijo Sakura. La muchacha sonrió. "Syaoran no le ha dicho a nadie eso. Debe confiar mucho en ti." 

"¿No? ¿Ni incluso a Yamazaki?" Sakura agitó su cabeza. 

"No. Ni incluso a Taeko." 

"¿Conoces a Taeko?" 

"Sí. Estaba viajando con nosotros. Él, Yamazaki y Meiling… Conoces a Meiling, ¿verdad?" Lin Yao asintió. "Deben de estar aquí para mañana. Mi mejor amiga también está viniendo con ellos." 

"Oh…" Hubo silencio. "Así que… Sakura… ¿Hace cuánto tiempo desde que conociste a Syaoran?" 

"Mmm… Cuatro meses, supongo. Casi cuatro meses… Realmente, no lo recuerdo muy bien. Parece como si fuera años atrás. ¿Qué hay de ti?" 

"Yo conocí a Li cuando teníamos diez años," dijo Lin Yao. 

"¿De verdad? Debe de haber sido muy mono cuándo era más pequeño," dijo Sakura. Inmediatamente Sakura se ruborizó un poco. ¿Ella había dicho que Syaoran era mono? Lin Yao asintió. 

"Sí. Nunca he visto a un chico mirar amenazante tanto como él." 

"Sí, ese es Syaoran," Sakura rió. Lin Yao solo la miró. 

"Me gusta, ¿sabes?" Dijo ella serenamente. Sakura dejó de reír y miró a Lin Yao. 

¿Gustarle? ¿Qué quiere decir? Espera un segundo. ¿Está hablando sobre…? ¿Está…? 

"¿T-tu quieres decir en ese… 'gustar' de esa manera?" 

"Sí. Y creo que él siente lo mismo. La última vez que vino aquí, incluso pensé que iba a declararse." 

"¿D-de verdad?" 

"A veces se pone un poco rojo cuando me mira. Se pone tan mono cuando está nervioso…" Lin Yao fue directa al punto. No quería herir a nadie, pero creía de verdad que Syaoran sentía lo mismo por ella y no quería que Sakura empezara a gustarle, o le dolería cuando Syaoran escogiera a Lin Yao en vez de a ella. Para Lin Yao, a Syaoran probablemente le gustaba Sakura como una hermana, después de todo, incluso la dejó llamarle por su nombre. 

Sakura no supo por qué, pero en el exacto momento que oyó a Lin Yao diciendo todo eso, sintió un dolor en su corazón, un dolor que nunca antes había sentido. Un dolor fuerte y agudo, justo en su corazón, como si alguien la hubiera apuñalado. 

Así que Syaoran tiene una vida… Pensó ella. 

"Bien por ti. Estoy contenta," dijo Sakura sin convicción. No sabía qué decir realmente. "Yo… yo creo que voy a tomar un baño ahora," Sakura se levantó, saliendo del cuarto. "Gracias de nuevo, Lin Yao." 

Lin Yao miró tristemente hacia la puerta. Ella lo odiaba, pero había tenido que hacer eso. 

#* #* #* #

Sakura entró en el cuarto de huéspedes, llevando el vestido verde que la madre de Taeko la había dado. Kero levantó la vista de los dulces que estaba comiendo. 

"Sabes, Sakura, quizá el gaki no sea tan malo. Mira. Dejó caer algún caram- ¿Sakura?" Kero voló hacia ella. "¿Algo va mal?" 

"Nada va mal, Kero-chan," contestó Sakura, atando su cinta blanca a su pelo. 

"¡¿'Nada va mal'?! No me des esa, Sakura Kinomoto. Tus ojos están todo hinchados. Has estado llorando. ¿Por qué?" Kero exigió a su señora. Ella se miró en el espejo. Sus ojos realmente estaban hinchados. No había manera de esconderlo. 

"Me sentía con ganas, ¿vale?" 

"Sakura… Estás triste. ¿Alguien te hirió? ¡Dime, y asumiré mi verdadera identidad y lo mataré personalmente!" Amenazó el guardián amarillo. 

"Nadie me hirió, Kero. Simplemente soy demasiado tonta. Estoy llorando por nada." 

"Nadie llora por nada…" Sakura se sentó en la cama y Kero aterrizó en su hombro. 

"Tienes razón." Sonrió ella tristemente. "Solo es que extraño tanto a mi padre y a mi abuela. Entonces recuerdo que nunca voy a ver a mi abuela de nuevo. Y empecé a llorar." 

Esa es una buena razón, pensó Kero. ¿Pero por qué siento como si estuviera mintiéndome? 

Ahora que Sakura estaba pensando en ello, realmente los extrañaba, especialmente a su abuela. Sakura se tumbó en la cama, presionando su cara en la almohada. 

Cómo deseo que estuvieras aquí, obaa-san, pensó Sakura. Y explicarme por qué estoy sintiéndome tan triste. 

Las horas se arrastraban como años así como Kero solo se sentaba en la otra almohada mirando a Sakura. Después de media hora quedándose allí, solo pensando, finalmente se durmió. Eran las ocho treinta. Un Syaoran de mirada cansada abrió la puerta del cuarto de huéspedes. Vio a Sakura durmiendo, llevando ese precioso vestido. 

"Demonios. Se suponía que la tenía que sacar. Oh, bien. Todavía son las ocho treinta. Todavía podemos ir a caminar un poco." 

"Eh… ¿Li?" Kero voló cerca del muchacho. "Creo que Sakura no está bien." 

"¿No está bien? ¿Está enferma?" 

"No… solo es que… no sé… parecía deprimida." 

"¿Deprimida? ¡No tiene sentido! Estaba con Sakura y estaba absolutamente bien. No se deprimiría de repente." Syaoran no prestó atención al guardián y agitó a Sakura ligeramente. "Vamos, Sakura. Vámonos." Sakura abrió sus ojos despacio. Todas las señales de haber llorado antes habían desaparecido, pero ahora tenía el dolor de cabeza más pesado. 

"¿Ir dónde?" 

"Querías salir, ¿recuerdas? Levántate. Tenemos sólo una hora y media antes del toque de queda." Dijo Syaoran, cambiándose de camisa. Sakura se sentó en la cama. 

"No quiero ir," declaró ella. Syaoran se volvió a ella y la miró extrañado. Kero se encogió de hombros. 

"¿Quién eres tú y qué has hecho con Sakura?" Preguntó Syaoran juguetón, pensando que estaba bromeando. "No pienses que puedes engañarme. Sé que quieres ir." 

Sakura miró sus manos. Ella no quería decirle a Syaoran que tenía un dolor de cabeza. Probablemente se preocuparía y se haría un gran alboroto sobre ello y a Lin Yao no le gustaría eso. Sakura sabía que si fuera ella, no le gustaría. 

"Tienes razón. Solo estoy bromeando," dijo ella, escondiendo su tristeza. 

"¡Entonces vamos!" Tomó su mano y la sacó del cuarto. 

#* #* #* #

Syaoran estaba empezando a pensar que el silencio de Sakura era perturbador y frustrante. 

"Sakura, ¿va algo mal?" Le preguntó. Sakura solo agitó su cabeza, mirando en una tienda. "¿Estás segura?" 

"Lo estoy." Ella continuó andando y Syaoran estaba justo al lado de ella, mirándola. ¿El peluche tenía razón? ¿Había algo mal con Sakura? Ella se detuvo delante de una gran tienda, mirando en la ventana de la tienda. Ahora Syaoran estaba angustiado. Ella no chilló, sus ojos no estaban centelleando… Ni incluso un sonido o un comentario salió de ella. 

"¿No quieres entrar, Sakura?" Le preguntó. Sakura asintió rápidamente y entró. La tienda acaba de recibir juguetes nuevos. Los hombres estaban entrando en la tienda transportando cajas grandes. Los niños estaban corriendo agitadamente de juguete a juguete. Syaoran y Sakura se detuvieron al oír a un niño pequeño llorando. 

"¿Qué pasa?" Preguntó Syaoran al niño de cuatro años. 

"Mamá perdida…" dijo el niño. Syaoran miró a Sakura. Ella sonrió un poco. 

"Vamos, pequeño. Encontremos a tu mamá," Syaoran levantó al niño, llevándolo, y entró en las filas abarrotadas de juguetes. Pensó que Sakura estaba siguiéndolo, pero ella había decidido echar una mirada sola. 

La tienda era muy grande, con muchos y muchos juguetes. Pronto se encontró en el área de los peluches que estaba en la parte de atrás de la tienda. No había nadie allí, excepto ella. Sus ojos se posaron en un oso amarillo. Sonrió un poco. Lo recogió del estante. 

"Se parece a Kero-chan," se dijo a sí misma. Casi rió, pensando en cómo Syaoran se reiría viendo aquel juguete y cómo fastidiaría a Kero. Pero entonces se puso triste de nuevo… "Syaoran…" 

"¿Por qué estás triste?" Oyó la pregunta. Sakura se sobresaltó. Vio un par de ojos azules que la miraban dulcemente, desde el otro pasillo. Un muchacho estaba mirándola a través del hueco que había quedado en el estante cuando cogió el peluche. 

"¿Eh? ¡Oh! ¡No! ¡No estoy triste! Simplemente estoy mirando este juguete," contestó ella rápidamente, sosteniendo el juguete. "¿Trabaja aquí?" 

"No. Solo estoy echando una mirada." El muchacho solo siguió mirándola durante mucho tiempo. Sakura estaba empezando a sentirse incómoda. Finalmente habló de nuevo. "Tiene el más hermoso par de ojos esmeraldas que he visto nunca." Sakura se ruborizó furiosamente. El muchacho rió un poco. "Es verdad, sabe." 

"Simplemente está diciendo eso para animarme." 

"Así que está triste. ¿Qué pasa?" 

"Simplemente estoy… desconcertada por algo." 

"Ya veo… ¿Problemas de amor?" 

"¿Problemas de amor?" ¡De ninguna manera! "No. Realmente no es nada." Sonrió ella. 

"¡Guau! ¡Y tiene una sonrisa encantadora también!" Una vez más, Sakura se ruborizó. "¿Puedo preguntar su nombre?" 

¿Debo decírselo? Ella miró fijamente los ojos azules. Parece amable. Extrañamente, me siento como si pudiera confiar en él. Pero no puedo decirle quién soy realmente… 

"Puede llamarme Ying Fa," dijo ella. 

"Ese es un precioso nombre. Le va bien. La flor de cerezo es de hecho una bonita flor. Tu puedes llamarme Eriol." 

"Encantada de conocerte, Eriol," sonrió ella. 

"Sabes, no estés triste. Estoy seguro que es simplemente una equivocación. Todo estará bien." 

"¿Cómo puede estar tan seguro?" 

"Porque eres tú. Todo resultará bien." 

Sakura pestañeó. Tenía el sentimiento de que sabía más de ella de lo que pensaba. Mucho más. De repente empezó a sentir un aura débil. Eriol notó eso. El hechizo que estaba usando para esconder su aura se estaba debilitando. Pronto ella le sentiría. Estaba muy asombrado de eso. Estaba volviéndose más fuerte. Nadie nunca había debilitado ese hechizo antes. Sakura iba a preguntarle algo pero entonces ella oyó. 

"¡Allí estás!" Syaoran se detuvo al lado de ella. "Te he estado buscando por todas partes." 

"Perdón," contestó simplemente. 

"Vamos. Vayámonos. Tenemos que empezar a volver a casa en quince minutos." 

"Vale, déjame sólo que le diga adiós a-" Sólo entonces Sakura miró a dónde Eriol había estado. Los amables ojos que habían estado mirándola ya no estaban allí. Fue al otro pasillo. No había nadie allí. "¿Eriol?" 

"¿Eh? ¿Quién es Eriol?" 

"Un chico con quien estaba hablando. Él simplemente… desapareció." Suspiró. "Olvídalo…" Y empezó a andar, Syaoran la siguió. En el momento que Syaoran pasó por dónde Eriol había estado, se detuvo, estrechando sus ojos. Alguien con grandes poderes había estado allí. ¿Era ese el muchacho sobre el que ella estaba hablando? 

#* #* #* #

Syaoran y Sakura estaban caminando de vuelta a la casa de Cong. La Calle del Jardín estaba prácticamente abandonada esa noche. Solo una o dos personas caminaban silenciosamente bajo la acera. El olor de jazmín en el aire, dulce y débilmente. Sakura no había dicho nada en un largo tiempo. Eran casi las diez. Sakura estaba a punto de empezar a subir los escalones, pero se detuvo, sostenida por Syaoran. Él la tiró bajo la sombra del árbol, cerca de su tronco. Syaoran miró arriba. Desde allí, nadie en la casa o en la calle los vería. 

"¿Qué pasa, Syaoran?" Le preguntó Sakura despacio, como si realmente no le importara saberlo. 

"Soy yo el que debería estar preguntándote eso, Sakura. Estás actuando extraño. El peluche dijo que había algo mal contigo. No lo creí, pero ahora veo que tenía razón. ¿Qué pasó?" 

"Nada pasó." 

Syaoran agarró sus hombros. 

"No me mientas a mí, Sakura. Te conozco lo bastante como para saber cuando estás mintiendo." 

"No estoy mintiendo." 

"Repite eso mirándome a mis ojos." Ella miró a sus ojos, pero no dijo nada. "Mentirosa." 

"Por favor, Syaoran, solo quiero entrar y dormir." Ella intentó librarse, pero Syaoran estaba sosteniéndola firmemente. 

"No lo entiendo. Estabas muy bien cuando te dejé al mediodía. ¿Estás enfadada conmigo o algo?" 

"No, no estoy enfadada contigo." Estoy enfadado conmigo misma por ser tan baka y por no entender por qué estoy sintiéndome así. 

Syaoran hizo una larga pausa, mirando en sus ojos. Se concentró profundamente. Si a veces podía sentir sus emociones, quizá podría sentir lo que estaba mal en ella. 

"¿Por qué estás triste?" Le preguntó. 

"No lo estoy," negó una vez más. 

"Sé que lo estás." 

"Mira, Syaoran. Es absolutamente nada. Estás sólo sobrerreaccionando. Solo estoy cansada y no me siento como para caminar nada. Supongo que el entrenamiento de hoy fue muy duro, siendo mi primera vez de entrenamiento físico y…" Sakura estaba hablando tan rápido y nerviosamente que no discernió que Syaoran estaba tirándola hacia él. 

"Sakura," Syaoran la interrumpió suavemente. "Mírame." 

Sakura suspiró. Dejó de hablar y le miró. Lo siguiente que pasó la cogió completamente indefensa. 

En un rápido movimiento, Syaoran capturó sus labios. No la dio tiempo para entender lo que estaba pasando. No se burló y esperó por su reacción. Sostuvo su cara entre sus manos y la besó amorosamente. De la forma que él quiso besarla desde que descubrió que la amaba. 

Por un momento, Sakura estuvo demasiado asombrada para hacer algo, pero pronto cerró sus ojos y empezó a devolverle el beso. Estaba sorprendida de sentir su pelo entre sus dedos. 

Esto no puede ser real…, pensó ella. ¿Estoy soñando? 

Animado por sus dedos en su pelo, Syaoran tiró de ella aun más cerca, sosteniéndola firme. Pasó sus dedos a través de su pelo. Durante mucho tiempo había anhelado hacer eso. Su pelo era suave y tenía un perfume que tantas veces recordaba que nunca lo había sentido antes. Estaba demasiado ocupado con sus propios sentimientos para notar la emoción que Sakura estaba empezando a entender ahora. Y como si un relámpago la hubiera golpeado, lo supo. ¿Cómo pudo ser tan tonta de no notarlo antes? 

Una lágrima dejó su rastro bajo su mejilla cuando la comprensión vino a ella. Lo sostuvo firmemente, besándolo, maravillándose del sentimiento de sus suaves labios en los suyos y cómo eso se sentía tan bien. 

De repente las campanas del reloj empezaron a sonar. Las diez. Y con cada campanada, Sakura recordaba algo. Recordó todas esas veces cuando Syaoran la salvó. Recordó todas las cosas que hizo por ella. Recordó cuán preocupado se ponía por ella. Y recordó a Meiling, quien era su prometida. Y recordó a Lin Yao que lo amaba y pensaba que él sentía lo mismo. 

No, no puedo hacer esto…

Sakura se apartó de Syaoran, lágrimas corriendo bajo sus mejillas. 

"¿Sakura?" Preguntó él, sosteniendo una de sus manos. 

"Lo siento, Syaoran. Esto no se suponía que tenía que pasar. Perdón." Ella se libró de él y corrió dentro de la casa, dejando a Syaoran allí confundido. 

"¿La acabo de besar?" Se preguntó en alto. "¿Y ella me respondió? Y… ¿huyó de mí?" 

Syaoran se sentó en los escalones delante de la puerta, sin preocuparse que el toque de queda estaba empezando. ¿Qué había acabado de pasar? 

#* #* #* #

Syaoran sólo entró en la casa una vez que oyó a los ruidosos soldados patrullando. Había perdido la noción del tiempo. Al parecer todos estaban ya en la cama, así que solo fue directo al cuarto de huéspedes. Abrió la puerta calladamente. El cuarto estaba oscuro. Encendió una vela y pronto divisó la figura de Sakura bajo las sábanas de la cama, durmiendo. Todavía no entendía lo que había pasado. ¿Qué le había poseído para besarla en primer lugar? Sopló la vela y se tumbó en el sofá, desconcertado. 

Quizá la herí… Quizá no siente nada por mí. Pero me devolvió el beso, ¿no? No lo entiendo. 

Kero estaba acostado en la almohada al lado de Sakura. La había visto entrar en el cuarto llorando y ella lloró hasta dormir, a veces gimoteando. Es más, la oyó claramente susurrar justo antes de que el sueño la llevase: 

"Lo sé ahora… le amo." 

Continuará… 

& * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * & * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * &

¡Espero chicos que estéis contentos! He contestado finalmente a sus súplicas. ¡El primer beso de Sakura y Syaoran y no! ¡¡¡No es un sueño!!! Soy cruel, pero no así de cruel. No era exactamente cómo había imaginado su primer beso. Realmente, era completamente diferente, incluso cronológicamente. Iba a dejar el beso para después, pero ya que recibí casi trescientos cincuenta reviews, decidí darles un regalo y escribir lo que acabáis de leer. Así que decidme… ¿este capítulo fue un total fallo? *Benjamin* No, claro que no, fue fresco e interesante y excelentemente releído y verificado por dos maravillosos editores. *KayJuli* …Porque si lo fuera, probablemente hubiera parado de escribir.… 

…KayJuli.

sunshine_kathie@yahoo.com

N. de la T.: SI!!!!!!!!!!!!!!!!!! El Primer beso, debo decir que cuando lo estuve leyendo en inglés no podía esperar a este momento y al traducirlo de nuevo me embargó la emoción de nuevo. Espero que sigan el fic llegadas a estas alturas pues ahora se pone muyyyyyyyyyyyy interesante. Feliz Día de Reyes ;), este es mi cuarto regalo de Navidades.

Cosas a destacar:

[1] C -- Cateado, o suspenso o Insuficiente, como más les guste ;).

Comentarios con la traductora: eternal_phoenix_light@yahoo.es