NOTAS DEL AUTOR:
¡¡¡ Hola Minna-san!!! Me da mucha alegría que les haya gustado mi fic. Espero que este capítulo sea de su agrado también. Les recuerdo que para que el fic sea terminado depende de su reviews ya que ellos me mantienen inspirada y mi loca mente comienza a imaginar más y más, ya lo sabes todo está en sus manos...
DEDICATORIA:
Este capítulo está dedicado para mis nee-chans Mei Y Melina. Y de una manera especial a todos aquellos que se dieron la molestia de dejar un review. Domo Arigato de gozaru yo!!!! ( Maa ... Maa... es el efecto de Kenshin...)
DISCLAIMER:
Lamentablemente Rurouni Kenshin no me pertenece al igual que los derechos de este maravilloso anime - que por supuesto no implica que no lo desee -. Cualquier otro personaje ajeno debe ser considerado de mi propiedad. Si es que desean usar alguno mío solo avísenme y siéntanse libres de hacerlo.
-----------------------------------------
PRUEBA
DE FUEGO
SEGUNDO CAPITULO:
"Equivocaciones y remordimientos"
Era muy temprano en la mañana. El sol desprendía ligeros rayos dando vitalidad a toda la ciudad de Tokio. En el dojo Kamiya las cosas no eran diferentes, toda la casa se veía iluminada y el calor empezaba a sentirse con el transcurrir del tiempo.
Tras un sueño algo turbulento Kaoru despertó con un terrible dolor de cabeza. ** ¡Genial! ¡Este maldito dolor de cabeza de cada mañana! ¡No puedo levantarme un solo día como una persona normal! ** Y como la mayoría de personas que tienen la desgracia de empezar un nuevo día con una jaqueca, el consiguiente mal ánimo no demoró en hacerse presente en sus soliloquios.
- ¡¡¡Mou!!! Esto me pasa por estar pensando y pensando toda la noche en mis problemas con Kenshin. Esta situación comienza a volverme loca, si es que no lo estoy ya. No sé cómo fue que llegué a parar
¡Hey Busu! ¿Hablando sola? - preguntó Yahiko en un tono que reflejaba su siempre vigente ánimo de fastidiar.
- ¿Yahiko qué demonios haces aquí?- respondió Kaoru muy molesta- Vete de una vez que quiero vestirme.
- Pues vine a saludarte Kaoru-chan, ¿Esa es la forma de tratar a alguien que viene a darte los buenos días? - una maliciosa sonrisa se formó en su rostro.
---------------- En la cocina ----------------
Aún se podía oír los sonidos de Kenshin cortando los vegetales para la sopa Miso. Mientras trabajaba casi por inercia, su mente estaba en otro lugar muy lejos de la cocina. Recordaba que Kaoru se veía algo triste los últimos días y cómo su relación con ella había cambiado.
** ¿Qué relación Himura? Hablas como si tuvieras relación alguna con ella**
Kenshin movió la cabeza como sacudiéndose de su conciencia y volvió a sus pensamientos. Ella había cambiado pero por supuesto que nadie se había dado cuenta, ni Yahiko que era quien pasaba más tiempo con ella. Solo Kenshin estaba seguro de que a su "Kaoru-dono" le pasaba algo y peor aún, él presentía que era algo relacionado con él.
** ¿Qué puede ser lo que seesha hizo para que Kaoru se haya molestado? A ver, seesha hizo todo lo que ella le encargó, seesha lavó, cocinó, limpió, fue a comprar tofu diariamente. No, no puede ser nada de eso. ¿Qué es lo que realmente puede sucederle? Solo espero que no esté enojada con seesha...**
- ¡¡¡Hey KENSHIN!!!
El ex- hitokiri sintió cómo alguien lo zarandeaba de un lado para otro como si fuera un trapo.
- - exclamaba el pobre Kenshin que tenía la boca demasiado abierta de tanto gritar y los ojos en forma de espiral.
- Hey Kenshin ¿En qué diablos estás pensando?, ¡¡¡Estoy hablándote desde hace años!!!- continuó el emisor sin soltarlo.
-
- Nada de oros y responde- le dijo Sano mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho y fruncía el ceño.
- Sano, ohayo de gozaru yo. Ano Sano ¿Por qué tenías que hacer eso?- dijo sobándose la cabeza pero con una ligera sonrisa en su rostro. No hay duda que el rurouni era muy permisivo y fácil de abusar.
- ¿Pues porque más va a ser? Te hablaba y no me contestabas. Vamos, dime en qué pensabas- preguntó una sonrisa distinta en su rostro - o ¿debería decir en quién pensabas?
- Sano no sé lo a lo que te refieres -respondió un Kenshin ahora ruborizado por la indirecta, la cual captó a la perfección.
- ¡Oi Kenshin! ¡No me digas no estabas pensando en Jou-chan, se te notaba en la cara idiota que traías!
¡Eso no es cierto de gozaru yo!
¿A sí? ¿entonces en qué pensabas?
- Ano... seesha... seesha...
- Seesha, seesha. ¿Es solo eso lo que sabes decir Kenshin? Así nunca tu relación con Jou-chan cambiará en lo absoluto. ¿Cómo piensas pedirle matrimonio entonces?
- Iya Sano, yo no tengo intenciones en que cambie mi relación con ella- murmuró Kenshin sin creérselo un segundo- seesha estaba pensando en cómo...
- Ohayo Himura-san
- *¡Arigato Kami!* pensó Kenshin aliviado sin darse cuenta quién era el que lo saludaba- - respondió dando la vuelta y se encontró con Matsue; automáticamente su expresión cambió de alivio a un ceño fruncido- Ah. Ohayo Terada-san ¿Cómo pasó la noche?
- Cómodamente, arigato. Disculpen la interrupción, pero es que acabo de levantarme y me preguntaba dónde se encuentra el baño- Al ver al extraño y notar que estaba fuera del foco de atención, Sano se sintió ignorado y fingió toser para recordarle a Kenshin que seguía presente.
- Eh. Gomen Sano. Terada-san permítame presentarle a Sanosuke Sagara, un amigo nuestro - Matsue le dirigió a Sano una afable sonrisa e hizo una reverencia elegante.
- Hola, mucho gusto - respondió Sanosuke algo confundido por la identidad del nuevo habitante del dojo y el porqué de su presencia en dicho lugar.
- Gusto en conocerlo Sagara-san
- Terada-san ayer ayudó a Kaoru-dono cuándo tuvo un pequeño accidente. Él es doctor y
- ¿Jou-chan se encuentra mal?- interrumpió Sanosuke muy consternado.
- * ¿Jou-chan? Pues parece que todos aquí tienen una especial consideración por Kaoru-san * No se preocupe Sagara-san. Lo que Kaoru-san tuvo fue una dislocación simple que pudo ser resuelta a tiempo. Ahora no hay de qué preocuparse...
- Pues, si usted ayudó a Jou-chan puede ser bienvenido a nuestro grupo de amigos. ¿Cierto Kenshin?
- Eh... hai... - Kenshin respondió dubitativo desviando la mirada- **¿Por qué siento como si este hombre me molestara tanto? **
- Arigato Gozaimasu Sagara-san... eh... disculpe la intromisión. No quise interrumpir su conversación.
- ¡Por favor! Entre amigos no hay lugar a formalidades tontas, eso déjaselo a Kenshin que las usa por todos nosotros - Kenshin se incomodó por el comentario y volteó la mirada hacia otro lado- puedes llamarme Sanosuke o si lo prefieres Sano, que es como todos me llaman
- Muy bien Sano. Espero también que me llames Matsue-
- Por mi está bien. Y dime ¿De dónde eres o
Cuando estaba punto de explicar su procedencia, se oyó un grito muy fuerte que al parecer provenía de Kaoru.
- * Oh no kami! ¡Que no le haya pasado nada malo! *
- * ¡¡¡Che!!! no puede ser *
-
Dijeron los tres hombres al mismo tiempo que se disponían a correr hacia dónde el grito provenía. Segundos después cuándo Matsue y Sano estaban a unos pasos de la puerta, oyeron otro grito no menos ensordecedor.
- ¡¡¡KENSHIN!!! ¡¿Qué diablos haces aquí?! ¡Lárgate que eres tú al que menos quiero ver! ¡Déjame sola! ¡No quiero ver a nadie!
Ambos hombres miraban de no muy lejos la escena. Kenshin estaba frente a Kaoru que estaba de espaldas a Kenshin y a ellos. Aún llevaba su yukata puesta y su cabello formaba una cascada oscura en su espalda.
- Kaoru-dono, anega; seesha puede ayudarla, onegai solo dígame lo que le sucede, ¿Se siente mal? ¿Desea acaso que seesha llame al doctor Genzai? Dígame qué es lo que necesita por favor, seesha
- , dijo más suavemente y con la cabeza gacha, ¿ACASO NO ENTIENDES LO QUE ESTOY DICIÉNDOTE? NO QUIERO VER A NADIE, Y ESO TE INCLUYE A TI. NO CREAS QUE ERES TAN ESPECIAL COMO PARA QUE TE CONVIERTAS EN UNA EXCEPCIÓN. ¿NO ME REPITES SIEMPRE QUE ESTA ES MI CASA POR LO BUENA QUE SOY? PUES MUY BIEN, ME CANSÉ DE GASTAR MI TIEMPO DICIENDO LO CONTRARIO, ESTÁ BIEN, ES MI CASA Y QUIERO QUE SE HAGA LO QUE DIGO. ASÍ QUE DÉJAME SOLA. ¡POR EL AMOR DE DIOS, BASTA DE TRATARME COMO UNA NIÑA QUE NECESITA QUE ALGUIEN CORRA TRAS ELLA CUANDO CREEN QUE LO NECESITA! AUNQUE NO LO CREAS, NO SOY UNA NIÑA, DEJÉ DE SERLO CUANDO MIS PADRES MURIERON Y TUVE QUE HACERME CARGO DE MÍ MISMA. NO CREAS QUE TE HE NECESITADO A MI LADO TODA MI VIDA KENSHIN, NO ME SUBESTIMES. NO SOY TAN ESTÚPIDA COMO PARA NO PODER CUIDARME SOLA. ¿¡QUE ACASO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER?! DÉJAME SOLA, ¡LARGO!- caminó hacia su puerta y la abrió con mucha fuerza. Luego señaló a Kenshin la salida con su brazo y evitando la mirada llena de dolor y sorpresa que tenía el ex-rurouni-; terminó sus alaridos mirando a sus espectadores que se encontraban afuera de la habitación.
- ¡DE IGUAL MANERA VA PARA USTEDES!
Esta vez Kaoru olvidó que tenía un invitado y no se percató la cara de susto de este cuando sus ojos color zafiro lo miraron desafiándolo a decir una palabra que la contradijera ofreciéndole una muerte segura. Por otra parte, Kenshin estaba en un completo estado de shock. Perplejo. Las palabras que Kaoru le lanzó no eran agradables a ningún oído. No es que él fuera sensible o algo por el estilo, es solo que ella nunca se había dirigido a él de esa manera. Es más, a nadie hasta ese momento. La había visto antes enojada, hasta el punto que sus arranques comenzaron a parecerle atractivos, pero no como ahora. Sus ojos despedían fuego y la mirada que le dio carecía de la amabilidad y el cariño que alguna vez él pudo percibir en ellos. Esta tenía todo menos sentimientos positivos.
Kenshin dio media vuelta sin poder pronunciar una sola palabra más. Caminó hacia la puerta, volteó ligeramente la cabeza para mirar a Kaoru y notar si es que su semblante iracundo estaba más sosegado. Kaoru que había volteado la cara hacia los adentros de su habitación, giró su rostro para encarar una última vez al pelirrojo. Kenshin la vio a los ojos un segundo y sin la necesidad de decir una palabra más, se retiró del cuarto. Kaoru dio un portazo que estremeció a los presentes y no se oyó nada más. Kenshin recordó que tenían un invitado y sintió vergüenza. Al observarlo mejor notó que en el rostro del joven doctor no había rastro de susto ni de reprobación por lo que vio y oyó de Kaoru, solo sorpresa y hasta algo de pena hacia él. Esto último lo enervaba. Tragándose las ganas de desahogarse con el invitado de Kaoru, dijo suavemente:
- Suminasen Terada-san, Kaoru-dono no suele comportarse así. Realmente no sé cómo explicar este incidente. Kaoru-dono
- No hay por qué explicarme nada Himura-san. Las razones que pueda haber tenido Kaoru-san para tener ese comportamiento deben ser muy fuertes como para que una mujer tan amable y educada como ella actúe de esa forma. Aunque no tengo el gusto de conocerla a cabalidad puedo decir que es una mujer correcta, así que no está en mí o en alguno de nosotros juzgar sus actos y mucho menos hacerlo bajo su propio techo. ¿No lo creen así? Si me disculpan, me retiro a mi dormitorio.- cuando terminó dio media vuelta y empezó a caminar hacia el cuarto donde había dormido.
- - dijo Kenshin muy sorprendido por la respuesta del joven pero a la vez con una sensación nueva dentro él que hacía que su estómago se revolviera, y que al mezclarse con la pena y confusión que sentía en este momento se hacía más indescriptible aún. - Le avisaré cuando el desayuno esté listo
- Muy
amable Himura-san
Sanosuke por su lado no había
escuchada nada de esta corta conversación. Estaba anonadado por la reacción
de Kaoru. Claro que "Jou-chan" tenía sus arranques de cólera
pero no era nada que la hiciera proferir semejantes gritos y sobre todo no había
nada ni nadie que le hiciera tratar a Kenshin de esa manera. Él podría
haber jurado que a cualquiera podría hacerle eso menos a él. Al
menos eso creyó hasta ahora. Esto no se veía bien y algo le hacía
presentir que este era solo el comienzo de una cadena de nuevas actitudes y acontecimientos
que no serían agradables para nadie.
Sanosuke siguió los pasos de Kenshin, que se dirigía a la cocina, sin hacer preguntas. No era apropiado interrogar en este momento a Kenshin. Seguramente se sentía muy mal, después de todo era más que notorio en sus ojos que lo que Kaoru le dijo lo desgarró por dentro.
- ** ¡Che! Pobre Kenshin; esta vez Kaoru se sobrepasó. Después de todo él solo quería ayudarla**
--------------
Breves momentos después Kenshin continuaba cocinando calladamente y pensando nuevamente en Kaoru y la reacción de hoy. Sanosuke, contrario a su costumbre, no hacía el mínimo intento de conversar y su famosa sonrisa se había borrado de su rostro por completo. Al parecer también pensaba en lo que acababa de suceder. Definitivamente nada era normal en la casa.
Yahiko entró a la cocina con mala cara. Al pasar el umbral de la puerta observó el interior y encontró a Sanosuke sentado en una silla mirando la pared como si es que hubiese algo interesante en ella. Él no lo interrogó sobre su paradero y no lo llamó "mocoso", como solía hacer para fastidiarlo; es más, ni siquiera se había dado cuenta de que había entrado al recinto. Después su mirada se posó en el pelirrojo y percibió que el semblante siempre amable y sonriente de Kenshin estaba sombrío. Parecido al que tuvo aquella vez que la venganza de Enishi cumplió su cometido de asesinar a Kenshin en vida. Con solo verlo era posible recordad la pesadilla de Rakaninmura.
Caminó hacia la mesa, (N.A: La verdad ignoro si es que tienen una mesa ahí dentro, consideren que hay una ok? Sigan con el fic ^-^) y se sentó sin pronunciar palabra en uno de los sillones que estaban en el piso. En eso el antes divagante Sano lo miró con asombro ya que no lo había sentido llegar y se decidió a hablar:
- ¿Oi Yahiko, dónde has estado?
- Salí a caminar un rato.
- Yahiko, ya estas aquí. En un momento estará la comida... - le dijo Kenshin por inercia sin el menor intento de sonreír o parecer normal. Se volteó y siguió torturándose con sus pensamientos.
- Arigato Kenshin- respondió Yahiko sin ánimo- Y ¿qué pasó aquí? ¿Por qué todos están así de callados?. No me digas que Kaoru está de mal humor y...
- ¿A qué te refieres con que está de mal humor? ¿Cómo es que lo sabes Yahiko?- preguntó Kenshin prestándole toda la atención del mundo al muchacho. * Increíble* pensó Yahiko * al parecer su comportamiento tiene que ver con Kaoru. Si tan solo no hubiera...*
- Vamos Yahiko habla que no tenemos el día entero para esperar tus ganas- dijo Sano.
- Está bien. Se los voy a decir. Hoy temprano en la mañana fui a buscar a Kaoru a su cuarto y...
-------- Flashback ----------
- Pues vine a saludarte,
solo a saludarte ¡BUSU! - Kaoru se quedó mirándolo a los ojos
sin decir nada, con la jaqueca la voz de Yahiko se le hacía insoportable
tanto que su insulto en su mente se transformaba en alarido sin sentido. Definitivamente
no era su día y este tampoco el momento correcto para provocaciones de
este tipo.
- ¡Hey Busu! ¿Acaso no me escuchas? ¡BUSU, BUSU, BUSU!- empezó a entonar una tonta cancioncita que comenzaba a empeorar el dolor de cabeza de Kaoru. Ella se tapó las orejas con las manos para evitar que ese sonido siguiera lastimando sus oídos.
- Cállate Yahiko, pidió en voz alta pero sin llegar a los gritos, cállate. No me molestes hoy por favor, hoy no me siento bien, te lo suplico, hoy no, déjame sola...
- ¿Pues qué tienes BUSU? ¿Acaso fealdad extrema?
- ¡Yahiko por favor sal de mi cuarto, deja de hablar tan fuerte, deja de molestarme, ANDA!- esta vez sí gritó perdiendo los estribos.
- ¡BUSU! Si sigues así no te vas a casar nunca. No hay quien te soporte con ese carácter horrible que tienes. Ja ja ja, y menos con ese aspecto. ¡BUSU!- gritó esto último, le sacó la lengua y se fue por donde vino.
------------------ Final del Flashback ------------------
- ...y eso
fue lo que pasó. Luego fui a caminar y me dí cuenta que me pasé
de la raya con ella. No debí decirle todas esas cosas. La verdad es que
solo quería fastidiarla como siempre; no sabía que reaccionaría
así. Es por eso que creo que debo disculparme. Yahiko se paró
dispuesto a hacer lo que manifestó pero las manos de Kenshin y Sanosuke
lo agarraron por los brazos y lo hicieron sentarse nuevamente.
- No creo que sea el momento indicado Yahiko, Kaoru no desea hablar con nadie ** Ni siquiera conmigo, corrección, menos conmigo**- Agregó miserablemente en su mente- Y es muy cierto que te sobrepasaste con ella Yahiko. Debiste hacerle caso cuando te dijo que la dejaras sola. Parte de ser adulto es tener la madurez suficiente como para saber las consecuencias de nuestros actos. Para ser tratado como un hombre debes empezar por comportarte como uno- El niño bajó la cabeza y desvió la mirada de los ojos de Kenshin que lo miraban con desaprobación.
- Bueno mocoso, ¿Ves lo que lograste? Ahora Kaoru y Kenshin
- Basta Sano- lo interrumpió el ex hitokiri antes de que cometiera alguna indiscreción- Lo importante es que Yahiko se haya dado cuenta de que para que buscar ser respetado debe aprender a respetar primero. No tenemos por qué reprocharle nada, en todo caso eso lo hará Kaoru-dono más tarde y estoy seguro que Yahiko oirá lo que ella tiene que decirle sin refutar nada ¿estoy en lo cierto Yahiko?
- Hai Kenshin- aceptó el niño con la mirada en el piso- ¿Qué pasó entre ustedes Kenshin? ¿Discutieron por mi culpa?
No Yahiko. No discutimos. **Al menos eso es verdad. En realidad no fue una discusión ** Sanosuke se refería a que Kaoru-dono no está de buen ánimo.
- Ya veo
- Bueno, creo que esta sopa ya está. Así que es hora de desayunar. Iré a avisar a Terada-san que todo está listo- dijo Kenshin con una muy mala imitación de una persona animada.
- ¿Terada-san?- preguntó Yahiko
- Es un huésped de Kaoru. Ayer vino porque...
--- Dos horas después en el cuarto de Kaoru ---
Kaoru estaba sentada en su futon
llorando de rabia, dolor y frustración. Sus cabellos estaban sobre su rostro
y seguía en la misma indumentaria que cuando echó de su cuarto a
Kenshin y a los demás.
** Parece que todo lo que hago es llorar y llorar, ¡maldita sea! ¡Si tan solo pudiera mejorar toda esta situación! Kenshin con sus preguntas amables de siempre, con el maldito -dono que no puede dejar de usar porque no le da la gana de hacerlo. ¿Se siente bien Kaoru-dono? ¿Puedo ayudarla Kaoru-dono? ¡Al diablo con su ayuda! No quiero y no necesito la ayuda de nadie, nada más deseo que deje de verme como a una idiota que necesita protección, como a una niña que necesita ser atendida porque es muy inútil como para hacerse cargo de sí misma. Una simple y débil mujer que necesita que la resguarden de los peligros a los que está expuesta, incapaz de defenderse, incapaz de hacer algo por sí misma. Todos creen que soy débil, él más que nadie. Creen que juego a ser fuerte pero en el fondo no soy más que alguien que vive una mentira. Es irónico, pero nunca antes me puse a pensar sobre esto. Nunca tuve dudas, nunca me sentí perdida, ni siquiera después de que mis padres murieron me sentí como lo hice cuando él se fue a Kyoto. ¿Por qué este efecto en mí?**
**Antes no tenía problemas para lidiar sola con los comentarios de la gente. Podía salir a la calle y caminar sin rumbo hasta que mis pies se cansaran solo por el placer de hacerlo y no para rehuir de una realidad que ya me duele vivir. Mi apariencia era lo de menos, vivía feliz con la idea de que ningún hombre se fijaría en mí porque no presento lo necesario para hacer feliz a un hombre **
**Comencé a fantasear en un futuro con él, ¡Ja, qué ingenua!, ¡Soñando con un hombre que no ha logrado salir de su pasado para vivir el presente!; empecé a preocuparme por cosas banales como comprarme un kimono para agradarle y parecerle atractiva; sentí la necesidad de que me mirase, de que me amase como yo logré hacerlo en tan poco tiempo. Cambié por completo y lo peor es que empiezo a pensar que dejar de lado todo aquello que rigió mi vida fue en vano. Dejé de ser la Kaoru Kamiya que recibió a Kenshin Himura dentro de su casa dándole la espalda una vez más al revuelo que pudo causar una medida como esa, para pasar a ser una imitación adulterada de la misma**
** ¡Kami! Toda esta situación va a terminar por descontrolarme. Hoy perdí la paciencia por completo. Le grité a Kenshin y a los demás y lo hice culpable de mis frustraciones. ¿Qué quiero hacerle pagar? ¿Qué no responda a mis sentimientos? Debería darme vergüenza estar con infantilidades de ese tipo. Actué como una autoritaria que cree que porque está en su casa puede tratar a todos como le place. Traté a Kenshin de esa manera tan injusta, sus ojos estaban llenos de tristeza. Nunca se hubiera esperado eso de mí. Nunca antes me refería él de esa manera tan hiriente. ¡Otou-san, Kaa-san! Quisiera que estuvieran aquí, necesito alguien que me diga qué hacer **
-------
Kaoru se levantó de su futon, se dirigió a su closet y cogió
uno de sus kimonos; se hizo la cola alta de siempre y luego se vistió sin
perder tiempo en hacer atados intrincados en su obi. Trató de limpiar lo
mejor que pudo su cara llorosa para parecer una serena, pero sus irritados ojos
decían lo contrario. Salió así de la casa sin avisar y sin
fijarse siquiera en la figura de un pelirrojo que la miraba desde la parte del
lateral del porche.
** Kaoru. ¿Qué es lo que pasa contigo?**
--------
- Ohayo.
Bienvenida al Aka...beko. ¡Kaoru-san! ¡Qué alegría
tenerla aquí! ¿Vienen con usted Himura-san y los otros?- saludó
Tsubame efusivamente.
- Ohayo Tsubame-chan. No esta vez no vengo a comer- respondió tristemente- ¿Podrías llamar a Tae por favor?- pidió Kaoru mirando a los ojos a Tsubame quien inmediatamente se dio cuenta de que Kaoru no se encontraba bien.
- En un momento Kaoru-san. Después de unos segundos Tae salió de la cocina rápidamente y recibió a Kaoru.
- ¿Kaoru-chan qué es lo que pasa? Tsubame me dijo que deseabas hablar conmigo. ¡Oh Kami! ¿Qué es lo que pasa? ¿Acaso has estado llorando? Oh Kaoru dime qué sucedió
Kaoru comenzó a llorar nuevamente y se tiró a los brazos de Tae buscando consuelo. Entre sus lamentos se podía distinguir unas cuantas palabras y una que otra frase como: Kenshin... grité... Matsue-san... baka... no lo soporto más...
- Kaoru-chan, conversemos adentro, no es bueno que te vean así- dijo al notar que sus clientes comenzaban a murmurar sobre el estado de la joven kendoka.
Kaoru se liberó del abrazo de Tae, la miró con los ojos más irritados que nunca y asintió levemente. Minutos después ambas estaban en un pequeño cuarto con una sola ventana en la parte superior. Kaoru no paraba de llorar en el regazo de su mejor amiga y tampoco emitía alguna frase coherente. Las manos de Tae formaban círculos en su espalda en señal de consuelo mientras le susurraba palabras reconfortantes a su oído, tratando de consolarla lo mejor que podía aún sin saber el porqué de sus sufrimientos.
------ En las calles de Tokyo -----
Después
de un desayuno bastante callado y de conocer a un niño llamado Yahiko,
que al parecer vivía con Kaoru y los demás, Matsue Terada decidió
salir a buscar la casa del doctor Genzai por su cuenta y así entregarle
un encargo de su padre.
La noche anterior tuvo la esperanza de que Kaoru podría acompañarlo donde el viejo doctor mas de la manera como se presentaron las cosas él prefirió no molestarla con pequeñeces de ese tipo. Creyó que no tendría problema en localizar la casa debido a que en la ciudad deberían conocer al doctor y para su buena suerte efectivamente así era. El inconveniente era que como preguntaba a distintas personas, la mayoría le daban referencias distintas de cómo llegar al lugar. Esto sumado al deplorable sentido de orientación de Matsue el problema se hacía mayor.
Después de caminar cerca a una hora bajo las indicaciones de la gente se encontraba en el mismo lugar en el que empezó a buscar. ** No puedo creer que no pueda encontrar una simple dirección, si no me equivoco me dijeron que de aquí debía ir hacia el norte, pero si eso hice ¿qué diablos pasa con esta ciudad?**. Pensó muy molesto, aunque sabía que la ciudad no tenía ningún problema ya que el del problema realmente era él. El caso era que se encontraba perdido por quincuagésima vez en la enorme Tokio y con la mínima oportunidad de mejorar su suerte. Para no perderle tiempo, decidió volver al dojo Kamiya, pero tampoco tenía idea de por dónde ir.
Caminó otra media hora sin norte fijo y pasó por un mercado. Mujeres muy bien arregladas y bellas le sonreían al pasar y comenzaban a murmurar sobre él cuando creían que él no se daba cuenta. Sus ojos color turquesa y su fornida contextura era lo que al parecer llamaba la atención de las jóvenes. Él solo les retornaba las sonrisas y volteaba la vista siguiendo su camino en medio de un mar de gente sin que aquellas atenciones encumbraran su ego. Después de todo estaba acostumbrado al disfuerzo de las mujeres.
Matsue estaba distraído observando los artículos que vendían en los puestos y no se dio cuenta que una figura se abría paso entre la multitud. La gente se hacía a un costado para dejarlo pasar y hasta el vendedor dejó de tratar de convencerlo para que comprara un artículo determinado. Matsue no se dio cuenta ya que esta ocupado maravillándose con las cosas realmente interesantes que vendían en ese lugar y preguntándose cómo sería una feria en esta ciudad. Supuso que fantástica.
Matsue seguía caminando cuando sintió que un hombro había chocado con el suyo y lo hacía perder ligeramente el equilibrio. Ambas figuras voltearon a verse debido al choque. El extraño personaje exhaló el último hálito de humo que le quedaba y botó el pucho del cigarrillo al suelo para luego pisarlo. Una sonrisa que más parecía una mueca se dibujó en su rostro al ver al joven doctor. Matsue lo observó pensativo un momento analizando su fisonomía ya que había algo en él que se le hacía familiar. Luego una sonrisa se formó también en sus labios. Ambos se acercaron y se miraron a los ojos sin perder sus respectivas sonrisas. Ámbar y turquesa se cruzaron en ese momento.
- **Ahou. Cuánto tiempo sin vernos** Matsue Terada ¿Perdido por Tokio?- preguntó aquel hombre mientras sacaba otro cigarrillo causando que Matsue sonriera más
- Sabía que reconocía
tus rasgos de algún lugar. Hajime Saito, pero qué agradable sorpresa
volver a verte.
Continuará...
-------------------------------------
Notas
finales de la autora:
¡Arigato gozaimasu por acompañarme
en este fic! ¿Y qué te pareció este capítulo? ¿Detestable,
malo, pasable, bueno o muy bueno? ¿Demasiado Angst? ¿Estuvo Kaoru
demasiado histérica ? ¿Qué tiene que ver Saito con todo esto?
Vamos aprieta el pequeño botoncito y dime tus apreciaciones. ¡Tus comentarios son muy importantes para mí!
---------
Ahora
a los agradecimientos especiales,
Patricia -san: ¡¡¡Hola!!!
Me alegro que te haya gustado mi fic. Tu review me dio mucho ánimo para
escribir este capítulo. Espero te guste ya que está dedicado a todos
los que me dejaron un review. Con respecto a la sugerencia, espero que la versión
mejorada del primer capítulo haya satisfecho tus expectativas. Y en relación
al pedido, me temo que no sé si podré hacerlos más largos
pero lo que sí prometo es que subiré los capítulos pronto
para que no esperes mucho OK? Además estoy maquinando otra idea y creo
que haré un fic de universo alternativo paralelo a este. ¿Qué
te parece la idea?
Kayly-san: ¡¡¡Hola!!! Arigato por tu review. Espero te guste este capítulo y también espero tus opiniones. ¡Gracias por el apoyo y prometo subir más chappies pronto!
Sakura-san: ¡¡¡Hola!!! ¡¡¡Arigato por tus comentarios!!! Lamento tener que hacer que sufrir a Kenshin. No creas que a mí no me da pena, pero ten por seguro que es un fic K yo también soy una aficionada de esta parejita tan encantadora.
Koneko-dono: ¡Gracias por el review! Por supuesto que este es una fic K&K, yo tampoco me imagino a Kaoru con otro que no sea nuestro pelirrojo.
Buffy-san: ¡¡¡Hola!!! ¡¡¡ Gracias por dejar reviews en las dos versiones del primer capítulo!!! Eres muy amable. Me alegra que el fic te guste, está hecho con mucho cariño.
Kary-san: ¡¡¡Arigato por las porras!!! Espero te guste este capítulo también.
Andrea-san: ¡Qué bueno que te gusta el fic! Gracias por tu apoyo. Este fic está dedicado a todos ustedes que me han apoyado para continuarlo. Gracias nuevamente.
Siempre, ¡Para siempre! - Palabras manoseadas por el afán humano de prolongar o eternizar lo que es gustoso. Palabras, mentirosas, en la tierra donde todo ha de acabarse
José María Escrivá
... HASTA EL PROXIMO CAPITULO...
