NOTAS DE LA AUTORA:
¡¡¡
Hola Minna- san!!! Arigato nuevamente por sus reviews, es por ellos es que me
mantengo inspirada y feliz.
Les contaré que en mi patria,
mi bello Perú (claro que tenemos nuestros problemas y constantes malos
presidentes, pero aun así ¿quién no quiere a su país?)
estamos en Fiestas Patrias ya que el 28 de Julio se cumple el centésimo
octogésimo primer aniversario de nuestra independencia. ¡¡¡
Y pues aquí tenemos feriados!!! Y créanme que eso me hace muy feliz
porque así podré escribir más, tanto de este fic como de
El Fraude. Hablando de mi nueva idea. Si aún no han dado una leída
a esa historia pues por favor háganlo y díganme que les pareció
¿sí? Onegai y si ya lo hicieron ARIGATO GOZAIMASU.
¡¡¡ Bueno, bueno ... Es hora de acabar con esto e ir al fic !!!
DEDICATORIA:
Este
capítulo está dedicado a Mei y Melina, mis ingratas nee-chanes y
colegas de la Universidad, a ti que te has dado la molestia de leer este fic,
a las personas que dejaron un review y en especial a todos los peruanos y peruanos
que estén leyendo esta historia ¡¡¡Felices Fiestas Patrias
y que pasen unos lindos feriados !!! Y para todos en general... ¡¡¡
ARIGATO!!!
DISCLAIMER:
Lamentablemente
Rurouni Kenshin no me pertenece al igual que los derechos de este maravilloso
anime - que por supuesto no implica que no lo desee -. Cualquier otro personaje
ajeno debe ser considerado de mi propiedad. Si es que desean usar alguno mío
solo avísenme y siéntanse libres de hacerlo.
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PRUEBA
DE FUEGO
TERCER CAPITULO:
"Kirei"
Yahiko
se encontraba en el dojo practicando por su cuenta cuando vio a Kenshin arrodillado
en el piso con la mrada perdida en la ropa que lavaba. Las nietas del doctor Genzai
no estaban en Tokio y el ex destajador no tenía a quién entretener
y con quien entretenerse. Consecuentemente no podía alejar sus pensamientos
del incidente que tuvo con Kaoru en la mañana. Yahiko lo observaba adivinando
qué es lo que debía pensar en ese momento; había dejado de
hacer los movimientos con su boken y ahora se secaba el sudor que se había
formado en su rostro debido al entrenamiento.
Sanosuke le había relatado someramente qué fue lo que sucedió más temprano a pesar de que Kenshin estaba renuente a contarle al niño lo sucedido. Naturalmente no pudo evitar sentirse culpable por lo que pasó. ** Si tan solo hubiese cerrado la boca cuando Kaoru me lo pidió. Kenshin no estaría así de callado y yo estaría practicando con ella como todos los días** Llegó al baño y empezó a asearse lentamente mientras sus pensamientos no se apartaban de él un solo instante.
Kenshin seguía lavando sin el ánimo habitual. Lavar la ropa se convirtió en la labor doméstica que más le gustaba hacer desde que llegó al dojo. Remojar sus manos en el abundante jabón hasta hacer burbujas que se elevaban por el aire y con las cuales las niñas jugaban animadamente era una experiencia gratificante. Esta vez no había niñas y él tenía la impresión que aún si estuvieran Ayame y Suzume su ánimo no estaría para juegos infantiles. La idea de un Kenshin abúlico no era una imagen que alguien pensaba volver a ver después del incidente con Enishi. Aunque no estaba en las deplorables condiciones de esa vez, seguía sin ser el mismo Kenshin Himura que todos conocían. Aquel gentil, distraído y a veces tonto rurouni que hacía feliz con su manera de ser a sus amigos.
El ritual del lavado, por llamarlo de alguna manera, era una purificación
que inconscientemente buscaba la abatida alma de Kenshin. Sentir las prendas entre
sus manos y remover de ellas la suciedad era la redención que él
deseaba para sí mismo. Soñaba con ser como un pedazo de tela a la
que después de limpiarla bien terminaba exenta de toda mancha; sin el mínimo
rastro de la suciedad que antes la teñía.
La condición del ser humano es tan penosa que no solo poca gente se olvida de lo malo que se pudo hacer en alguna determinada época de nuestra vida sino que, aún peor, uno mismo no es capaz de dejar atrás lo que hizo mal. El pasado y lo cometido en él se convierten en estigmas imborrables por los que somos juzgados. Aunque suene arbitrario esta es la realidad. Kenshin tenía muy presente esto en su vida. Tanto, que se convirtió en obstáculo de su propia redención, una que se encuentra más cerca y disponible de lo que mucha gente tiene la oportunidad de contar.
Ahora Kenshin ya no sentía la agradable sensación del correr del agua y la espuma en sus manos. Sólo lavaba porque sabía que debía hacerlo o porque quizá no tenía algo mejor que hacer en este momento. Remojaba, fregaba, enjuagaba y tendía. Lo mismo de siempre pero sin la motivación de antes.
Mientras seguía su monótona rutina pensaba en el centro de sus preocupaciones de los últimos días, el cambio de actitud de Kaoru.
** # no creas que eres tan especial como para convertirte en una excepción # #... basta de tratarme como a una niña# Esas palabras y esa mirada. Kaoru ¿Qué es lo que ha sucedido contigo? ¿Cómo puedes creer que te considero una niña? Si tan solo compartieras tus problemas conmigo podríamos solucionarlos juntos... pero... ¿cómo ayudarte si es que ni siquiera sé lo que te pasa? Tu rostro se veía empañado por una sombra de tristeza y frustración. Tus ojos ya no irradian la vivacidad que amo ver en ti. Solo hay profunda tristeza. Kaoru-koishii, si supieras que tu desconfianza duele más que cualquier palabra hiriente que puedas haber dicho. Se siente tan vacío, tan triste, tan solo. Kaoru si tan solo pudiera decirte que yo**
- El cielo por tus pensamientos -interrumpió una voz de mujer mientras salpicaba con sus manos unas gotas de agua en el rostro del impasible Kenshin.
- Oh Megumi-dono. Gomen ne. ¿Desde cuándo está aquí?
- Lo suficiente como para darme cuenta que hoy no eres el mismo de siempre. Trataba de hablar contigo Ken-san pero parecía que aunque tu cuerpo está aquí tu mente volaba muy lejos. ¿Me equivoco?
- Gomen ne Megumi-dono. Seesha, seesha
- No tienes que explicar nada Ken-san. Sano me contó todo lo que pasó
- - dijo Kenshin en voz baja.
- No culpes al Tori atama Ken-san. Yo lo obligué a contármelo porque traía una cara muy seria contrario a la sonrisa de idiota que siempre trae. Me negaba a creer que era verdad y acabo de comprobarlo
- Ano, Megumi-dono ¿Qué es lo que Sano le dijo?
- Pues que has estado muy extraño y pensativo desde el arranque que tuvo la tanuki. No sé por qué la defiendo, pero creo que ella no quiso decirte lo que te dijo. Tú sabes cómo es ella. A fin de cuentas aún es una niña y le dio por gritarte lo primero que se le vino a la mente, no te preocupes ya se le va a pasar
- Iie Megumi-dono. A seesha no le importa lo que ella le dijo, es solo que ella parecía muy triste
- No te preocupes Ken-san. Ya se le pasará. Debe ser un berrinche más para ganar tu atención. Conociendo a Kaoru, en unos momentos saldrá de su cuarto sonriendo como si nada hubiese pasado y te pedirá disculpas
- No lo creo Megumi-dono. Kaoru no llora por los insultos de Yahiko y tampoco es persona de tener actitudes de ese tipo solo para ganar la atención de alguien y menos la mía. Definitivamente algo le sucede y me preocupa que no lo quiera compartir conmigo, como antes lo hacía. Además Megumi-dono, Kaoru no está en su cuarto ni en ningún lugar de la casa. Ella salió hace más o menos una hora y todavía no vuelve
- ¿Salió? Pues seguramente fue a tomar algo de aire Kenshin, a todos nos hace bien. Como digo Ken-san no hay por qué hacer un drama de esto. No siempre se está de buen humor ¿ne?- terminó ella con una sonrisa
- Hai Megumi-dono- respondió Kenshin imitando pobremente una de sus sonrisas amables de siempre. ** Buen intento, pero aun así no me quedaré tranquilo**
Megumi se quedó observándolo mientras sonreía aquella sonrisa vacía que no engañaba a nadie. No le dijo nada más porque sabía cuán terco podía ser Kenshin pero no pudo evitar pensar que sus esfuerzos fueron en vano. ** No funcionó. Creo que tendré que esperar a que venga la tanuki y sacarle la verdad a como dé lugar. Aunque no quiera aceptarlo me preocupa lo que le pueda pasar. ¡Oh Kami! ¿Desde cuándo me conciernen los problemas de Kaoru? **
------ Ciudad de Tokio ------
Sanosuke caminaba por las calles de Tokio vagando y pensando a la vez. Recordó con una sonrisa en los labios la cara de preocupación de Megumi cuando lo vio sentado en la puerta de la casa del doctor Genzai (A.N: Ano, disculpen la interrupción, ¿es ese su consultorio? Supongamos que es así. ^-^U). Se había acercado donde él y le preguntó si es que se sentía bien. Eso era muy raro en la mujer zorro.
**Definitivamente la Kitsune siente algo por mí. Después de todo es una mujer y ninguna es capaz de resistirse a alguien como yo Ahora hay problemas más importantes que resolver, tengo que buscar la forma de enterarme que le pasa a Jou-chan. Estuvo muy mal eso de gritarle al pobre de Kenshin cuando solo ofrecía ayudarla. Todo por ese mocoso que no sabe cerrar la bocota cuando debe**
- Maldito mocoso Yahiko-chan - se le escapó de los labios mientras mordía su esqueleto de pescado.
- ¡¡¡¿¿¿ Qué dijiste???!!!
- - gritó Sano al ver a Yahiko a su lado de un momento a otro.
- Ja ja ja ja . Te asusté ¿verdad Tori atama? ¿No que nunca te asustabas por nada? No eres más que una gallina ja ja ja
- ¡¡¡CLARO QUE NO ME ASUSTASTE!!! ¿Cómo me llamaste Yahiko-CHAN?
-¡¡¡Tori atama!!!
-
- ¡¡¡Tori atama!!!
La pelea usual había comenzado y envueltos en el calor de la discusión no se dieron cuenta de que la gente los veía como a locos y que una figura se aproximaba a ellos.
- Vaya, vaya. Con que están aquí el ahou y el mocoso - La atención de Sano se movió al hombre que había dicho aquellas palabras.
- ¡¡¡Saito!!! ¿Qué quieres con nosotros? ¿Acaso andas siguiéndonos?
- ¿Quién, yo? - dijo aspirando una vez más su sempiterno cigarrillo - ¿Crees que saldría a caminar solo con la intención de encontrarme con un Ahou como tú? No me hagas reír, que no soy tan idiota como para perder el tiempo en sujetos como tú. No soy masoquista
- ¿Qué tratas de decir?- dijo un frustrado Sanosuke -** ¿ Por qué nunca puedo responder a lo que me dice ?**
- Figúratelo tú o ¿es demasiado trabajo para eso que tienes por cerebro?- dijo señalándole la cabeza y sonriendo.
Yahiko estaba riéndose como un desequilibrado mental del comentario de Saito y la frustración de Sanosuke crecía a cada momento al no poder responderle como quería. El tipo era simplemente arrogante, pedante, estúpido, presumido y aún peor, más fuerte que él.
- ¿Pasa algo Hajime? ¿Por qué te fuiste así?
- Nada importante Matsue solo que oí la voz de estos dos ahous y pensé que habían armado algún alboroto
- Pero si es Sano y Yahiko. ¿Acaso se conocen?- preguntó sonriente Matsue.
- Lamentablemente. ¿Y tú de dónde conoces a estos ahous?- preguntó Saito levantando las cejas.
- Sano y Yahiko son amigos de Kaoru Kamiya, que es quien me permitió que pasara la noche en su casa
- ** Parece que todos los que no tienen dónde quedarse terminan ahí** Ya veo, entonces ¿viste a Battousai?
- Vamos Saito. ¿Qué tiene que ver Kaoru-san con Battousai? A la única persona que vi aparte de ellos dos es a Himura-san... - Todos tenían una gota detrás de la cabeza. Parece que él era la única persona que no reconocía a Kenshin.
- Veo que eres el mismo distraído de siempre Matsue. Estoy hablando de él mismo
- ¿Himura-san es la misma persona que Battousai? Saito, creo que esa obsesión tuya te está de... - entonces ató cabos y comparó la descripción de la leyenda con Kenshin- no puede ser- dijo más serio que antes. En eso Yahiko tomó la palabra.
- Kenshin ya no es el hitokiri de antes Saito, ahora él tan solo es Kenshin Himura, un hombre que ayuda a la gente que lo necesita y que hizo un alto en su camino, uno que creemos es definitivo
- ¿Es decir que era cierto que se convirtió en un vagabundo después de que el Gobierno Meiji derrotó al Tokugawa?- preguntó más interesado Matsue.
- Sí, así es- respondió Saito- Pero un lobo es siempre un lobo y un hitokiri es siempre un hitokiri por más que desee ocultar su verdadera personalidad - respondió volviéndose a Matsue- Ya es hora de que me vaya Matsue, nos vemos.
- No has cambiado ni un tanto Hajime. Espero que nos volvamos a ver, siempre es bueno ver a viejos amigos
- ¿Aunque estos te recuerden al pasado? - preguntó Saito con la mordacidad de siempre.
- Aunque me recuerden al pasado Hajime. Después de todo, el pasado es simplemente eso, el pasado; solo cobardes se atemorizan por este. Existe un presente para reivindicar y cambiar el rumbo de nuestras vidas si es necesario - un gesto de incredulidad se marcó en el rostro de Saito - Siempre pensamos diferente ¿verdad Hajime?
- Hai, eso parece. Ja ne y -miró a Sanosuke fijamente- y ya que vas a alternar con ahous como este, ten cuidado que se te puede pegar lo idiota- Sanosuke lo miró con odio y volteó la cara a un lado, esta vez prefirió no responderle
- Ay Hajime-suspirando- definitivamente eres el mismo, Ja ne, y no olvides darle mis saludos a Tokio. Es verdad ¿cómo está ella?
- Bien. Le haré presente tus saludos. Ja ne
Un breve momento de silencio se estableció después de que Saito se fue. Sanosuke y Yahiko se quedaron pensando en lo que Matsue dijo hasta que recordaron la forma en que ambos hombres se hablaban. Terada veía confundirse entre la multitud a Saito mientras el humo que despedía de la boca quedaba tras él. **Es bueno volverte a ver Saito, pero ¿Por qué están tú y Battousai en la misma ciudad? Es muy raro que estés tan tranquilo sabiendo que él aún sigue con vida. ¿Es que Battousai cambió tanto como para que tú hayas declinado en tu deseo de asesinarlo? ¿Por qué Kaoru-san tiene al mismo Battousai alojado en su casa? ** Paró sus pensamientos y volteó a ver a Sano quien lo observaba expectante.
- Suminasen Sano. ¿Me decías algo?
- No nada, solo que no puedo creer que ese tipo tenga amigos...
-
Todos tenemos amigos Sano. Veo que conocen muy bien a Hajime ¿verdad?
- preguntó Matsue sonriente- Y puedo decir que no se llevan muy bien que
digamos.
- Eres el primero que puede mantener más de dos palabras amables con ese hombre dijo Yahiko
Oh, no lo creo. Aunque Hajime nunca fue específicamente amable, es una excelente persona. Créanme, puede ser muy divertido algunas veces. ( A Sano y Yahiko se les cayeron las quijadas )
- Eh... ¿pasa algo?- cuestionó Terada
- ¿Que si pasa? - dijo Sano alzando la voz - Si él es divertido yo no debo un solo yen a nadie. Comienzo a dudar si ese de ahí era el mismo Saito que nosotros conocemos, pero algo si te puedo decir: Ese tipo no tiene nada de divertido es más es tan... tan... exasperante, eso es, exasperante.
- Bueno creo que si puede llegar a serlo algunas veces
- ¿Y de dónde lo conoce Terada-san?- preguntó Yahiko
- De Osaka. El lugar donde nací. ¿Van en dirección al dojo?
- Yo sí, respondió Sano, no sé si el mocoso también va...
- ¿A quién le dices mocoso Tori-atama?
- ¿Qué dijiste Yahiko-CHAN?
Y el jaleo comenzó otra vez. Matsue tenía una gota detrás de la cabeza * Kami ¡¿pero es que ellos no pueden parar por tan solo un momento?! *
---------------- En el Akabeko ----------------
Kaoru estaba más tranquila ahora. Le contó a Tae poco a poco todo lo que había pasado y lo que sentía. Desde el sueño que la dejaba frustrada cada mañana, la intervención de Yahiko, cómo conoció a Matsue Terada, hasta las palabras amables de Kenshin que hicieron que ella explotara. - Simplemente ya no puedo más - le dijo a Tae. La cara de comprensión en el rostro de la dueña del Akabeko no tardó en aparecer, para ella Kaoru era como una hermana menor a la cual debía y quería cuidar. Al oír el relato de Kaoru y ver las lágrimas que corrían por su rostro mientras recordaba cada una de las situaciones que vivió en los últimos días no pudo evitar sentir su tristeza. Kaoru se incorporó de su regazo y miró a los ojos a Tae.
- ¿Qué debo hacer Tae? Dímelo onegai...
-¿Me preguntas eso a mi Kaoru-chan?
- Es que yo... yo...
- Kaoru-chan, estoy segura de que tú misma debes decidir tu proceder, nadie puede decirte qué hacer.
- Tae, yo me siento muy mal conmigo misma. Sé que no debí haberle gritado así a Kenshin. Yo siempre lo trato mal y él siempre se ha portado excelentemente conmigo Tae ¿Por qué lastimo a la persona que más quiero?
- Y ¿Por qué no se lo dices Kaoru-chan? - preguntó Tae con una pequeña sonrisa en los labios.
- decírselo ? Yo no puedo hacerlo, no puedo hacerlo Tae. Si es que se lo digo y él no siente lo mismo por mí
- Eso te destrozaría ¿verdad?
- Iie Tae, Iie. No soy tan cobarde para no poder afrontar eso. Es solo que - Kaoru agachó la cabeza - es solo que no quiero que nuestra amistad se vea obstaculizada por lo que yo siento, no puedo permitirme eso.
- ¿Tú sientes? hablas como si solo tú estuvieras enamorada de él.
- Pues es así Tae, él no me quiere como yo a él.
- Pero niña ¿qué es lo que dices? Kenshin te ama, eso todos lo sabemos. Solo ustedes dos parecen no querer darse cuenta de sus sentimientos.
- - nuevas lágrimas se formaron en los ojos de Kaoru - Estoy segura de que él siente algo por mi, pero me estoy convenciendo de que no es el amor que yo le profeso a él. Es distinto, es un amor fraternal o quién sabe hasta de repente filial. Quizá me ve como a una niña que podría ser su hermana o su hija.
- Vamos Kaoru. Él solo te lleva diez años. No puede ser tu padre...
- Ya lo sé, pero los sentimientos no ven edad ¿no? Y además en la forma en que me comporto más parecería que fuera una niña a la que él está condenado a cuidar.
- Kaoru-chan. No seas tan dura contigo misma. Tú reaccionaste porque se reunieron muchos factores que te hicieron insoportable esa situación, solo que el que tuvo que pagar eso fue Kenshin, Sano y... ¿Cómo me dijiste que se llama tu nuevo huésped?
- Matsue Terada. ¡Kami! Qué estará pensando de mí en este momento. Qué vergüenza con él
- No creo que haya tomado esto tan a mal Kaoru-chan
- Creo que me pasé con él también, ni siquiera lo conozco y le grité. Él no tiene nada que ver con esto. Él fue muy considerado sin siquiera conocerme, Tae. Creo que lo mejor será que me disculpe con todos ellos lo más pronto posible.
- Creo que es lo mejor Kaoru
- Ya debo irme Tae, debo estar distrayéndote demasiado de tu trabajo- Tae asintió y ayudó a Kaoru a incorporarse.
- Espera Kaoru. No te precipites ni adelantes juicios. Es muy posible que Kenshin te ame tal como tú lo amas, es solo que los dos no lo ven aún...
- Sí Tae. Aunque es más que no lo haga. No pienso arriesgar nuestra amistad, Tae. Si la rompo, no me perdonaría nunca. Además no voy a ser egoísta de anteponer lo que yo siento frente a lo que él siente. Si es que en verdad me amara me lo habría dicho antes Tae, ya es hora de que afronte esto con madurez. No me voy a morir por esto
- Kaoru-chan, piensa bien la decisión que tomes. No te dejes llevar por un impulso o por el dolor que sientes. Un error podría costarte la felicidad, no juzgues lo que aún no conoces.
- Gracias por el consejo Tae, pero créeme que hay momentos en los cuales es difícil hacerte a la idea que todo está bien. Bueno, en fin, ya me voy te he quitado mucho tiempo con mis tonterías. Arigato Gozaimasu Tae
- No hay nada qué agradecer Kaoru-chan. Las amigas están para eso ¿verdad?- dijo con la contagiosa sonrisa de siempre.
- Hai. Ja ne Tae- Kaoru la abrazó fuertemente
- Ja ne Kaoru-chan - Kaoru dejó el cuarto y Tae se quedó pensando ** No Kaoru-chan, no voy a permitir que te rindas. Si es necesario yo misma te ayudaré**- Después de esto, Tae volvió a su trabajo con la decisión de ayudar a su joven amiga.
--------
Kaoru salió del Akabeko despidiéndose antes de Tsubame que traía una cara de preocupación única. Kaoru decidió ir al río antes de llegar al dojo y encarar lo que tenía que hacer; y no es que fuera difícil para ella disculparse, ya que no era cuestión de orgullo en este momento, sino que solo de imaginar el hablar con Kenshin y ver en sus ojos la expresión que tenían en la mañana, le daban ganas llorar. Aún no entendía cómo es que lo soportó en ese momento. Estaba tan confundida y pesarosa que ningún pensamiento racional pasaba por su cabeza. Definitivamente este no era un buen día para ella.
Se alejó de las bulliciosas calles comerciales de Tokio y tomó una calle en dirección al río. Cuando llegó a las orillas de este siguió caminando y observando el movimiento del agua hasta que encontró el lugar en el que todos juntos que acostumbraban tener sus comidas al aire libre. Era un pequeño espacio rodeado de unos tres árboles que brindaban la sombra necesaria en días de sol. Los recuerdos instantáneamente aparecieron en su memoria.
Kenshin corriendo con las siempre sonrientes Ayame y Suzume tras él; Sanosuke y Megumi discutiendo de pequeñeces y hablando de molestas kitsunes e idiotas tori atamas. Yahiko caminaba cerca a Tsubame con quien aparentemente conversaba de trivialidades. Era tan divertido molestar a Yahiko respecto a su relación con la tímida niña. Tae estaba sentada al pie del árbol viendo a la parejita y comentándole cuán adorable historia contarían a sus hijos cuando se casaran.
Otros recuerdos ocuparon su mente...
El sol comenzaba a caer y Kenshin decide sentarse a su lado a contemplar el ocaso del sol. Cuántas veces sintió su mirada puesta en ella y todas esas veces se creyó muy dichosa aunque no volteara a devolverle la mirada. Solo su corazón saltaba de alegría; siempre soñando en el día en que Kenshin le confesara sus sentimientos y le propusiera matrimonio. Siempre añorando mas nunca viviendo la aproximación que tanto ansiaba.
Siguió andando recordando con pesar y frustración todo lo que había pasado junto Kenshin. Por cualquier punto que lo veía se daba cuenta que por más que quisiera ella no podría ser sincera con Kenshin respecto a sus sentimientos. No tenía el valor de correr el riesgo de perder la amistad del vagabundo. ** Si es que no puedo tener su amor, su amistad es muy importante también, quizá pueda llegar a amarlo como a un hermano también. Solo debo dejar de verlo como lo hago, debo empezar a quererlo diferente. Ojalá fuera tan fácil como decirlo Aun así lo intentaré. A fin de cuentas ambos son formas de querer**
Se sentó
a la orilla del río y sus manos tocaban el agua que corría libremente
entre sus dedos. Sintió volver la jaqueca de la mañana y decidió
soltarse el cabello para relajarse. Sus largos y oscuros cabellos cayeron sobre
su espalda. El viento corría agradablemente llevándose algo de su
pesar. Se relajó y trató de no pensar en nada; cerró los
ojos y sus manos, que hasta hace un momento jugaban en el agua, se dirigieron
a su cabeza humedeciendo sus cabellos y dándole una sensación de
frescor y laxación. Repitió varias veces esos movimientos hasta
que gotas de agua chorreaban por su rostro y espalda.
Matsue
con su excelente sentido de ubicación se había perdido entre la
multitud mientras conversaba con Sano. Yahiko había ido a trabajar a un
restaurante del que no recordaba ni el nombre. Siguió caminando buscándolo
pero no tuvo suerte. De manera fortuita salió a un camino mucho menos poblado,
prosiguió avanzando y se percató de que el río cruzaba por
ahí. Le llamó la atención la belleza del lugar y observó
más atentamente los alrededores.
Siguió avanzando apreciando con el paisaje cuando distinguió una figura sentada a la orilla de espaldas al camino. Estaba sentada con las piernas de costado y con sus manos dentro del agua. Su cabello estaba disperso formando una cortina que ocultaba su identidad. Se le hizo imposible no acercarse a la mujer; el encanto del momento lo atrajo hacia aquel lugar. La escena era digna de retratarse. Caminó hacia ella y se sentó frente a esta guardando distancia entre ellos. Sus cabellos estaban empapados y su kimono también. Tenía la cabeza gacha y no se había percatado de la presencia del doctor.
El aroma de la mujer le pareció familiar. ** Jazmín** ** Esta esencia, ¿por qué me parece familiar?**. Ella levantó la cabeza y Matsue se sorprendió al ver a la misma joven que lo hospedaba en su casa. * Kaoru* Ella mantenía los ojos cerrados y recogía con una mano algo más de agua cuando él detuvo su movimiento.
Kaoru disfrutaba de la sensación del agua corriendo por su rostro cuando sintió una mano sobre la suya. Abrió sus ojos olvidándose de que el sol empañaría su vista. Se acostumbró a la luminosidad del ambiente en segundos y lo único que pudo observar fueron dos turquesas frente a ella. Se quedó sin palabras y sin capacidad de pensar por unos momentos. Matsue bajó suavemente el brazo de Kaoru y le sonrió. *Kirei*. Kaoru pudo reconocerlo recién.
- - susurró Kaoru bajando la cabeza y ocultando el rubor que se le había formado en las mejillas me asustó
- Gomen ne Kaoru-san. No fue mi intención. ¿Qué es lo que hace aquí?- preguntó él manteniendo la sonrisa.
- Pues, estaba descansando un poco- ella levantó nuevamente la cabeza- Matsue-san ¿cómo es que me encontró?
- Por una afortunada casualidad
- ¿Nani?- Kaoru preguntó sorprendida.
- ** Realmente Kirei. ¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo realmente hermosa que es?** Es que caminaba por aquí de casualidad y la vi aquí - dijo Terada que no dejaba de admirarla.
- Ah, ya veo. Y ¿desde hace mucho está aquí?
- No. La verdad acabo de llegar. La interrumpí porque su ropa se está empapando, ¿se siente bien Kaoru-san?
- Hai- mintió Kaoru.
- Iie, permítame reformular mi pregunta: ¿Se siente mejor?
- No entiendo a lo que se refiere Matsue-san.- dijo Kaoru tratando de fingir que no captaba el sentido de lo que Matsue estaba hablando.
- Esta mañana parecía no sentirse muy bien y yo pensé que...
- Oh, es eso. - Kaoru bajó la cabeza y empezó a hablar - Ano yo...eh Matsue-san uhmm gomenasai por lo ocurrido en la mañana. Me alteré demasiado y perdí el control. De verdad yo no qui... - Matsue levantó la mano y puso dos dedos sobre los labios de Kaoru interrumpiéndola.
No tiene nada por qué disculparse Kaoru-san y menos conmigo. Todos tenemos momentos en los que no nos sentimos bien y cada persona tiene distintas formas de exteriorizarlo... ¿Le digo un secreto ?
- ¿A
mí?- preguntó ella causando que él solo asintiera-
¿Cuál?
- Acérquese - Matsue le hizo un ademán con la mano y ella obedeció. Se acercó lentamente hacia a él hasta que estaban frente a frente. Matsue bajó la cabeza y se aproximó a la oreja de Kaoru y le susurró "Es mejor botar todo lo que nos perturba que mantenerlo dentro de nosotros. Eso puede ser muy perjudicial Kaoru-san" -
- Arigato- Kaoru le agradeció con una sonrisa sincera.
- ¿Honto ni?
- Porque me hace sentir mejor. La verdad es que los últimos días no me he sentido muy bien...- respondió desviando la mirada nuevamente hacia el río.
- Le creo y podría decir por las ojeras que tiene que no ha dormido bien tampoco.
- Es cierto. - Kaoru sonrió - No he podido conciliar el sueño últimamente y además me duele mucho la cabeza últimamente.
- Uhmm...
- ¿Y eso que significa?- Kaoru preguntó
- Pues significa que tengo un diagnóstico, ya sé lo que le pasa Kaoru-san- dijo él serio
- Y ¿Qué tengo?- inquirió preocupada
- Una enfermedad que todos
sufrimos, aunque algunos con más frecuencia que otros, y de la que nunca
nos terminamos de librar...
- ¿Enfermedad? - Kaoru estaba asustada - ¿Qué es lo que tengo? Matsue sonrió y Kaoru empezó a molestarse. ** No hay duda que se molesta fácilmente. Se ve tan linda con el ceño fruncido**
- ¡¡¡Mou!!! ¿De qué se ríe? ¿No me lo va a decir?
- De nada Kaoru-san, no me río de nada y por supuesto que se lo voy a decir; su enfermedad se llama "preocupación"
- ¿Preocupación?
- Hai.
- Pero, eso no es una enfermedad, según creo.
No,
en efecto, no lo es pero sí actúa como una. Consume la salud de
las personas entre otras consecuencias más severas.
- Entiendo. Pueda que sea cierto entonces Matsue-san.
- ¿Desea hablar sobre eso? Muchas veces ayuda desahogarse con alguien. Le prometo que estaré aquí y la escucharé sin interrumpirle.
- Domo Arigato Matsue-san, pero...- Matsue cogió las manos de Kaoru causando que ella lo viera moviendo su cabeza negativamente.
- Quiero que sepa que puede confiar en mí. No importa si no desea contarme ahora, no olvide que estaré siempre dispuesto a ayudarla- Kaoru se quedó sin palabras. Matsue se incorporó y le ofreció una mano. Ella reaccionó y le dio la suya. Ambos se pararon.
- Arigato.
- Todo un placer - volvió a sonreírle - ¿Desea volver al dojo o quedarse un momento más?
- Me gustaría quedarme...
Momentos después, ambos estaban recostados en el tronco de un árbol. Se quedaron en silencio largo rato sin saber si era preferible empezar una conversación o no. Kaoru tenía los ojos cerrados nuevamente tratando de deshacerse de su dolor de cabeza. Matsue la observaba por sobre el hombro. ** ¿Estará durmiendo? ¿Qué clase de problemas puede tener para que la aquejen tanto?**
- ¡¡¡¡ AAACCCHHHIIISSS!!!
- ¿Se siente bien Kaoru-san?
- Sí. ¡¡¡ACHIS!!! , creo. Suminasen. No me pasa nada, no se preo...- Él no esperó a que Kaoru dijera más y se acercó para observarla mejor. Retiró suavemente unos cabellos que cubrían el rostro de Kaoru y puso una mano en su frente.
- Pues mas parece que tiene fiebre Kaoru-san- En eso un escalofrío embargó a Kaoru. Matsue la abrazó instintivamente y se mantuvieron así por algún tiempo. Kaoru no se resistió a ese gesto y permaneció junto a aquel hombre durante algún tiempo; quizá muy dentro de sí necesitaba ese abrazo. Cuando se dio cuenta que era así, ella también lo abrazó y sintió cómo las lágrimas se le volvían a formar en los ojos. Al sentir la respuesta de Kaoru, el joven doctor le susurró al oído:
- Está bien Kaoru-san. Llore si es que lo necesita, no me moveré de aquí.
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Mientras tanto, parado al otro del camino estaba Kenshin contemplando toda la escena. El color de sus ojos cambió de violeta a ámbar súbitamente al ver que Kaoru correspondía el abrazo de Terada y se aferraba a él fuertemente. No pudo ver las lágrimas de Kaoru ni oír las palabras que Matsue le dirigía a Kaoru. No podía comprender nada en ese momento. La sangre le hervía y tuvo que sostener una lucha interior muy ardua para contener la furia que sentía. Decidió regresar al dojo a pesar de los deseos de arrancar a Kaoru de los brazos de ese extraño en ese mismo instante. Lo detuvo la posible reacción que adoptaría Kaoru frente a esto. Ella estaba molesta con él por alguna razón y esto podría empeorar la situación además de que muy dentro sentía miedo a cualquier explicación que pudiera darle acerca de esto. Después de todo ella no parecía rechazar al doctor.
Kenshin golpeó con su puño la palma de su otra mano y empezó a caminar en sentido contrario. Por esta vez estaría dispuesto a dejar pasar por alto tal atrevimiento; por esta vez no tomaría ninguna acción al respecto; por esta vez Matsue Terada se salvaría de enfrentar la furia de Battousai.
Continuará...
--------------------
Notas finales de la autora:
¡Arigato por darte la molestia de
leer mi historia!
¿Y qué te pareció este
capítulo? ¿Te gustó la idea de Kenshin MUY celoso? ¿Demasiadas
lágrimas? ¿Y la reacción de Matsue? Parece que nuestro nuevo
amigo se empieza a interesar en Kaoru ¿verdad? ¿Qué piensa
hacer Tae? ¿Qué hay del pasado de Terada? ¿Cómo es
que se conoció con Saito y Tokio? ¿Qué postura adoptará
Kenshin? ¿Hay interrogantes en tu cabeza? ¡Si es así sigue
acompañándome en esta historia y ahora aprieta el botoncito de ahí
abajo, dime tus apreciaciones y mantenme inspirada!
¡Arigato Gozaimasu!
Shiomei
---------Ahora a los
agradecimientos particulares -------
Patricia-chan: Gracias
por tu review y por cantarme el feliz cumpleaños. Eres muy amable *Shiomei
se limpia las lágrimas de los ojos* Qué bueno que te agradó
el capítulo 2, espero que este también te agrade. ¿Deseas
que te regale a Matsue? ¿Verdad que es un amor? Bueno pues estoy pensando
seriamente en cedértelo. ¿Qué te pareció su actitud
en este capítulo? Estoy tratando de hacer un personaje diferente a los
demás. Espero estar haciendo un buen trabajo. Domo Arigato por darme tu
apoyo. Un beso muy grande.
Buffy-chan: Yo también hubiese perdido los papeles más rápido que Kaoru. ¿Te gustó que haya incluido a Saito? La verdad a mi me parece muy atractivo su personaje (que no quiere decir que él me lo parezca por supuesto). Creo que aún no está clara su relación con Matsue, haré lo posible por revelar muchos aspectos de su pasado en el próximo capítulo. ¡Espero te haya agradado este capítulo también !
Kayli-san: Aquí está por fin el tercer capítulo, ¡ojalá te guste!
Mer-san: Siento que en este capítulo no haya especificado muy bien cómo conoce Saito a Matsue, pero en el próximo capítulo se sabrán más asuntos sobre su pasado. Por supuesto que es una historia K & K, pero todo a su tiempo ¿no?. Gracias por tu apoyo, créeme que lo valoro bastante.
Nakuru-san: ¡¡¡Hola!!! La primera vez que me dejas un review. Gracias por hacerlo. Me anima mucho para seguir adelante con este fic. Me alegra que te guste esta historia. Gracias por el apoyo. Espero otro review tuyo.
Andrea-san: Gracias por tus comentarios. Me alegra que te siga gustando la historia. y ¿Qué dices de este capítulo ?
Smcg2-san: Me alegra que te parezca interesante mi fic. Gracias por tu review. Espero que el fic tenga cada vez más ilación cada vez. Valoro mucho tus comentarios y espero otro para este capítulo. Gracias nuevamente.
Kaoru-sanz-san: Gracias por tu review. Bueno, Sano se preocupa por Kaoru más de lo que él cree y además él siempre busca la forma de fastidiar a Yahiko ¿no? ¡Espero otro review tuyo! ¡Arigato!
Akire-san: Arigato por tu comentario y por el apoyo. No sabes cuánto me alegra saber que la historia está gustando.
Pamky-san: ¡¡¡Hola!!! Gracias por los cumplidos y por leer mi historia. Te agradezco el apoyo y me halaga el hecho de que creas que escribo bien *Shiomei se ruboriza*. Por supuesto que es un K & K, yo también adoro a esta pareja.
MUCHAS
GRACIAS TAMBIÉN A TODOS LOS QUE ESTAN LEYENDO ESTE FIC Y POR ALGUNA RAZÓN
NO HAN DEJADO UN REVIEW. SI TIENEN TIEMPO, HÁGANME LLEGAR SUS COMENTARIOS,
LO APRECERIARÍA MUCHO!!! ¡¡¡ DOMO ARIGATO DE GOZARU YO!!!
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"El caer no te ha de quitar la gloria de haber subido" Calderón de la Barca
.................HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.................
