NOTAS DEL AUTOR:
¡Hola Minna-san!
Onegai, guarden sus ganas de asesinarme para el final y sean comprensivos con
la demora de este capítulo. ¿Qué pasó? Podría
decir que mi musa no me visitó en un buen tiempo o para dejar de lado lo
poético pueden tomarlo como que no tenía la inspiración necesario
para hacer un capítulo decente.
Aprovechando eso REHICE este fic.
Está mejorado, a mi modesto punto de vista, y creo que ahora puedo llamarlo
un fic al menos pasable sin pecar de mentirosa. ^__^ Solo espero lean todo de
nuevo porque es necesario. ¡No me pasé tanto tiempo releyendo y mejorando
en vano! ^__^ Así que si no lo hicieron hasta ahora, retrocedan y lean
todo de nuevo porque encontrarán nuevas escenas y, para los lectores que
aguzan más su sexto sentido, se darán cuenta que la trama está
inclinada hacia una trama un tanto más ágil además de un
nuevo giro de los eventos que hace de la nueva versión una ligeramente
diferente a la anterior.
¡Me olvidaba! Quiero hacer un agradecimiento público a mi querida nee-chan Kitiara-chan que muy amablemente hizo uso de su tiempo para ayudarme a publicar las nuevas versiones de los capítulos sin muchas omisiones de espacios. ¡Gracias nee-chan! ^__^
Ahora
sí, ¡VAMOS AL FIC!
DEDICATORIA:
El
fic está dedicado a Mei-chan. ¡¡¡ Gracias por los ánimos
nee-chan!!! ¡¡¡Espero tus reviews!!!
DISCLAIMER:
Lamentablemente
Rurouni Kenshin no me pertenece al igual que los derechos de este maravilloso
anime - que por supuesto no implica que no lo desee -. Cualquier otro personaje
ajeno debe ser considerado de mi propiedad. Si es que desean usar alguno mío
solo avísenme y siéntanse libres de hacerlo.
-------------------------
-------------------------
PRUEBA DE FUEGO
ADVERTENCIA:
Como sé que hay gente que no lee las notas del autor he decidido poner
esto aquí. POR FAVOR es necesario leer el fic nuevamente ya que hubo ciertos
cambios en la trama y en el estilo de redacción y estructuración
del mismo. ¡Disculpen las molestias pero lo hice en función de mejorar
esta historia! Gracias.
Capítulo ocho:
"Una
cara de la moneda"
Había pasado una semana desde
que se descubrió que el doctor Genzai era el verdadero padre de Matsue.
Bajo acuerdo de aquellos que se vieron envueltos indirectamente en la situación,
llámense Kaoru y Megumi, decidieron mantener todo en secreto hasta que
los directamente involucrados pudieran solucionar el problema que los unía
y con la ayuda de Kami-sama lograr un final favorable.
Megumi estuvo tratando al doctor Genzai que después de la agobiante situación cayó muy enfermo. La doctora refería a todos quienes preguntaban sobre las causas de su enfermedad que era un problema en el corazón del que el viejo doctor sufría hace tiempo. Después de todo no era mentira. Genzai-sensei, debido a su edad, presentaba a veces, cuando había situaciones que requerían de mucho cuidado, dolores muy fuertes a la altura del corazón que parecían punzarlo. Ambos doctores no tenían idea de qué clase de enfermedad podría ser ni mucho menos de una posible cura, así que llegaron a la conclusión de que era mejor evitar situaciones extremas para preservarlo de una posible recaída con mayores consecuencias.
Debido a eso, Megumi empezó a tener más responsabilidad en el consultorio y el doctor Genzai estaba feliz al pensar que su confianza recaía en una mujer del talento y dedicación como Megumi. Sabía que ya estaba viejo y que su ciclo estaba por terminar muy pronto, mas tener a la doctora junto a él le daba la tranquilidad que necesitaba para pasar sus últimos días más tiempo con sus nietas y sin perder mucho contacto con la gente que lo necesitaba.
Contradiciendo todo cuidado anterior
aquella situación se presentó y tuvo resultados devastadores para
el viejo doctor. Su salud estaba muy alicaída y Megumi temía lo
peor. Aunque parecía no empeorar, ella sabía muy bien que con la
salud de los ancianos nunca podía saberse nada con certeza. Los paliativos
le hacían efecto físicamente pero muy dentro de sí, en su
alma, aquel desconcierto y tristeza que le trajo enterarse repentinamente de esta
paternidad pervivía sin que ella pudiera hacer algo para combatirla. Megumi
se sentía tan inútil, tan poco capaz en momentos como estos en los
que los pacientes llevaban en el alma la enfermedad y en el cuerpo solo las consecuencias
de una ruptura emocional.
Con el tiempo ella había empezado
a admirar y querer al doctor Genzai como no la figura paterna que no tuvo la dicha
de gozar mucho tiempo. La inmensa sabiduría que solo la experiencia puede
otorgar, la amabilidad y la comprensión que cabían en aquel hombre
eran infinitas, al igual que la misma capacidad de Kaoru de no fijarse en los
pasados de la gente que conocía, lo hizo uno de los hombres aparte de Kenshin
por quien pondría sus manos al fuego sin titubear un solo instante. Ver
así de enfermo al hombre que le permitió iniciar una nueva vida
como profesional y sobre todo como un ser humano rehabilitado la frustraba inmensamente.
"Nadesiko.
Nadesiko. no lo hagas. no."- repetía el viejo doctor mientras dormía.
Megumi suspiró por enésima vez. Otra vez llamaba a la madre de Matsue. Nunca antes había pronunciado el nombre de aquella mujer en presencia de nadie y ahora lo hacía cada segundo durante su sueño.
-
"Doctor Genzai, doctor Genzai. Onegai, tome esto"- ofreció Megumi
con un vaso de té mezclado con una hierba sedativa.
El
doctor Genzai, sin abrir los ojos, se incorporó lentamente del futon ayudado
por Megumi. Abrió sus párpados lentamente, como si solo ese hecho
le quitara el aliento y le sonrió ligeramente a Megumi en la única
forma que él sabía hacer: henchido de ternura.
"Arigato
Megumi-san"- le dijo débilmente mientras hacía el intento de
sostener el vaso con sus propias manos.
"No tiene por qué
agradecer doctor Genzai"- respondió ella casi atragantándose
con las lágrimas que deseaban amenazaban con caer libres sobre sus mejillas
color marfil.
"Quién iba pensar que algo así
podría pasar ¿verdad?"- preguntó más para sí
mismo que para Megumi.
"Doctor Genzai, no tiene porque preocuparse
más sobre eso. Estoy segura que todo se solucionará. Recuerdo que
una vez usted me dijo que al tiempo solo hay que darle tiempo para que las soluciones
aparezcan ¿no es así?"
"Megumi-san,"
- comenzó él mirándola a los ojos y acariciando una de sus
manos afectuosamente- "recuerdo aquello, pero lamentablemente tiempo es lo
que menos tengo. Solo necesito algo para morir tranquilo."
"No
diga eso Genzai-sensei, usted no puede pensar así, ¿Qué va
a ser de Ayame y Suzume? ¿Qué pasará con Kaoru que lo quiere
tanto? ¿Con los demás, con sus pacientes.? y ¡¿qué
va a pasar conmigo si no tengo quien me guíe?! ¡No podré llevar
esto sola! No podré, no podré." - terminó sollozando.
"Mis
nietas estarán bien junto a Kaoru-chan y a todos ustedes; y ni tú
ni nadie necesita de mí. Has aprendido todo lo que sé y no hay nada
más que pueda enseñarte Megumi".
"¡No
es cierto! Si usted no está, me dejará otra vez huérfana
de consejos, de guía. y de padre.- agregó ella llorando sobre el
regazo del viejo doctor".
Pocas personas pudieron ver a
Megumi Takani llorando de esta manera por algo o por alguien. Ni Kanryu Takeda
al obligarla a hacer opio y a vivir un infierno en cautiverio logro ver una sola
lágrima caer de los ojos de la doctora. Ser emocional no era para ella.
Personas como ella llevaban el dolor por dentro, otorgando a cada lágrima
una derrota a su metálica personalidad. Llorar era para cobardes.
Hasta ahora supo que no llorar la hacía más cobarde, evitarse a
un quiebre emocional así era evitar que aquel dolor se hiciera visible
y le causara aún más dolor, era no querer poner el dedo en una llaga
que se trata de ignorar por conveniencia pero que sigue ahí, lastimando,
escociendo y haciéndose cada vez más grande. Por un momento comprendió
que llorar era necesario, aunque fuera tan solo para desahogarse.
"Megumi" - dijo el viejo con voz seria, causando que la doctora guardara la compostura súbitamente.
"Gomen doctor Genzai, yo no quise."- Megumi empezó a incorporarse cuando el doctor la detuvo manteniéndola donde estaba, sorprendiéndola.
"Estarás bien,
Megumi. Sé que lo estarás. Sé muy bien que estoy cerca de
dejar este mundo; aunque no queramos eso tenía que pasar alguna vez, así
que unos días antes no hacen la diferencia. Solo quiero pedirte un favor
más, hija. Por favor busca a-a m-mi h-hi-, quiero decir, busca a Matsue-
kun y dile que necesito hablar con él, necesito decirle toda la verdad
antes de irme de una vez por todas. Prométeme que lo harás, Megumi".
"¡Ojii-san!
¡Ojii-san! ¿Ya estás mejor?- preguntaron las niñas
en coro mientras corrían hacia el lado del viejo doctor como huracanes
y comenzaban a abrazarlo".
"Ayame, Suzume, su abuelo."
"Déjalas
Megumi, después de todo no hay nada mejor que la compañía
de mis nietas para mejorarme"- interrumpió le viejo haciendo un esfuerzo
muy grande para sonreír y no demostrar que estaba en un profundo dolor
físico.
"Hai"- respondió ella sonriendo
y secándose las lágrimas.
"¿Por qué
estabas llorando Megumi-oneesan?"- preguntó Ayame
"Sí,
¿por qué?"- agregó Suzume chupándose su dedo
pulgar- Megumi sintió un dolor muy grande depositarse en su pecho. Pobres
niñas. Primero sus padres y ahora se quedarían sin su abuelo y ella
no podía hacer nada ne lo absoluto. Pero no podía llorar frente
a ellas, se preocuparían y sentirían que algo anda mal y mientras
estaba en sus manos suprimirles el dolor, aunque fuere por solo unos días,
lo haría gustosa.
"No pasa nada niñas. Es
solo que cuando preparaba uno de los remedios para su Ojii-san parte de los polvos
me cayeron a los ojos, pero ya estoy mejor"- aseguró ella sonriendo
una sonrisa que se asemejaba a las de Kenshin. Tristemente vacías. Esto
pareció suficiente a las niñas que volvían a abrazar a su
abuelo y a besarlo cariñosamente mientras le contaban lo que habían
hecho durante el día. Megumi se paró y acomodándose un tanto
el kimono y el delantal agregó: "Doctor Genzai, ahora mismo me retiro
hacia el dojo."
"¿Verás a Kaoru-oneesan?
¡Yo quiero ir! ¡Yo quiero ir!"- dijo Suzume
"¡Yo
también! ¡Hace tiempo que no vamos, Ojii-san!"- Ayame agregó.
"Niñas,
hoy no podrán ir porque necesito que alguien cuide a su abuelo por mí
¿podrían hacerlo ustedes?"
"Uhmm ¡sí!"-
gritaron a coro felices por la delegación de tan importante responsabilidad-
"¡Cuidaremos a Ojii-san y se sanará muy pronto!"
"Arigato
Megumi-san"- dijo el anciano. Ella solo hizo una reverencia y se dirigió
al dojo. A como de lugar Terada la acompañaría de vuelta hacia el
consultorio. No saldría de ahí sin cumplir lo que le prometió
al doctor Genzai.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Kaoru
estaba en el dojo practicando desde muy temprano en la mañana con Matsue,
quien había resultado ser un excelente alumno, aunque el día de
hoy parecía perdido en sus pensamientos. Volteó su mirada hacia
la puerta y vio al diligente pelirrojo lavando la ropa con el esmero de siempre.
Una sonrisa melancólica cruzó por sus labios. Súbitamente
deseó que volvieran los días en los que se sentía feliz solo
por acompañarlo y verlo hacer esa tarea. Era tan fácil sentirse
feliz en aquel tiempo. Por un momento se vio tentada a olvidar todo y solucionar
el infierno que era su vida desde aquel día. Pero no podía hacerlo,
no podía permitirse un segundo de flaqueza porque otra decepción
vendría y tras esta otra más y más, así en un círculo
vicioso.
Si tan solo cada vez que lo ignoraba y cada vez que sentía su tristeza posada en su espalda aquel dolor en su pecho desapareciera todo sería diferente y mucho más fácil. No tendría vacilaciones ni permitiría que su corazón la venciera y la hiciera perdonar una vez más aun a sabiendas que significaba renunciar a lo poco que le quedaba de orgullo. No podía permitirle tener el dominio que sobre su vida que antes tuvo y sobre todo no podía permitirse ella misma degradarse a ese punto nuevamente.
Nunca
más su vida giraría en torno a él y aunque le dolía
el amor que aún sentía por él y se le desgarraba el alma
cada vez que le hacía un desplante para hacerle saber de su enojo no cedería
a lo que su corazón le dictaba. Esta vez pensaría con la cabeza
y no actuaría por un impulso dictado por el sentimiento que albergaba en
su corazón pese a sus esfuerzos por negárselo a sí misma.
Tenía una vida que vivir, una voluntad la cual seguir, objetivos que cumplir
y expectativas que soñar. Sin darse cuenta todo esto había perdido
sentido al entregárselo a disposición de Kenshin como si no valiera
nada para ella misma.
Su vida, sus decisiones, su voluntad, sus emociones, sus actitudes, todo lo que la hacía Kaoru poco a poco terminó siendo solo por Kenshin. No podía seguir así. Matsue le había ayudado a darse cuenta de que era especial, una mujer que podía llegar a ser amada por sí misma y no por lo que deseaba representarle a alguien. No tenía que cambiar su imagen para parecerle atractiva a nadie, no lloraría por falta de atención, no mendigaría un gesto de cariño, no sería más aquella niña que se dejaba llevar al ritmo de las decisiones que Kenshin tomaba. Y aunque su frágil corazón muy en el fondo ya había perdonado al ex rurouni, su razón se negaba a cualquier tipo de olvido. Estaba muy herida como para llegar a un acuerdo con sus sentimientos.
Aunque
quizá aún no lo notara, Kaoru al darse cuenta de su valor y del
sentido que su vida debería tomar de ahora en adelante había adelantado
un escalón muy grande hacia la madurez. Dicen que parte de crecer es tener
la fuerza suficiente para aceptar lo que no se puede cambiar pero sobre todo contar
con la entereza de modificar, si es necesario, y llevar a cabo lo correcto sin
desvariar en esta decisión en ningún momento. Pero para esto es
necesario saber qué es lo correcto; la relatividad de su connotación
hace que para muchos el dilema resida en este punto.
*-*-*-*-*-*-*
Kenshin
lavaba la ropa mientras escuchaba los ruidos que provenían del dojo. La
voz de Kaoru sonaba igual que siempre, su risa alegraba sus oídos aun si
su alegría no estaba dirigida hacia él. Había pasado una
semana desde el infausto día en el que los malos incidentes sucedieron
en cadena. Primero la llegada de ese hombre llamado Terada, el incidente en el
cuarto de Kaoru, luego la escena que fortuitamente presenció entre Kaoru
y aquel doctor, largas horas de especulaciones que no hicieron más que
atisbar una terrible sensación de frustración, miedo y desesperación
en él; por último aquel terrible momento con Kaoru en el dojo.
Él la había lastimado y no solo físicamente, por lo cual se lamentaba profusamente, sino también la había sometido forzando un beso que ella no deseaba. Aún no podía caberle en la cabeza cómo es que pudo llegar a tales extremos. En realidad él tenía como justificación sus celos pero sabía que no era razón suficiente. Por todo esto Kaoru tenía el derecho de estar enfadada.
Otra
persona lo hubiese echado de su casa ante tales hechos, aún así,
tan culpable como era, estaba seguro de que ella no haría nada para deshacerse
de él. Sería demasiado obvio para todos. Incluso si la situación
en la que ahora vivían se desarrollaba en un clima de incertidumbre no
se atrevían a preguntar. Al menos no desde que una vez Sanosuke, en un
almuerzo general, se le ocurrió cometer la impertinencia de preguntarle
directamente a "Jou- chan" qué pasaba entre ella y Kenshin. Ella
solo levantó la vista de su plato, lo miró fijamente con una mirada
que dejaría a Battousai intimidado y le dijo en una voz que conjugaba excelentemente
con sus fríos ojos:
"No
sé, pregúntaselo a él que estoy segura estará feliz
de responder todas tus indiscretas inquietudes, Sanosuke Sagara"
Sin
decir más se levantó de la mesa dejando su comida a medias. Nadie
dudaba de que algo terrible hubiera sucedido entre ellos como para que ella tuviera
ese ánimo dirigido al pelirrojo. Terada se disculpó y siguió
los pasos de Kaoru rápidamente. Kenshin estaba ahí, callado y con
la cabeza gacha y usando sus cabellos como cortina las emociones que podían
verse reflejadas en su rostro. Aunque las miradas inquietas de todos estaban sobre
él, él no se atrevió a decir palabra alguna. Solo, tras un
breve momento, colocó su clásica sonrisa en su rostro y cambió
de tema como si nada. Aunque la sorpresa fue general nadie se atrevió a
preguntar por miedo a pisar terreno peligroso. Hasta Yahiko y Sanosuke decidieron
cerrar la boca.
En estos días
la rutina había sido terriblemente desconcertante y sobre todo desalentadora
en la tarea que el ex rurouni había decidido llevar a cabo. Kaoru no le
daba la oportunidad de hablar con ella a solas, es más, nunca se quedaba
ni un segundo a solas junto a él; cuando comían ella lo ignoraba
completamente haciendo plática con Terada y los demás, dejándolo
a él fuera del tema; caminaba por los pasillos con la cabeza levantada
y con la mirada hacia el frente evitando tener contacto visual con él,
no respondía a sus saludos ni le pedía favor alguno como antes solía
hacer a menudo.
Cada mañana despertaba temprano y después de comer con todos en la mesa iba al dojo y comenzaba a practicar con Yahiko y con Terada en el dojo. Para sorpresa de todos, al día siguiente del altercado con Kenshin, Matsue hizo público sus planes de tomar clases con Kaoru del estilo Kamiya Kashin. Yahiko fue el más sorprendido pero pronto su estupor se convirtió en alegría cuando Kaoru le comunicó que Matsue le ella algunos estilos de pelea frontal que después podría aprender él también.
Era
muy raro pero parecía que ahora Kaoru y el supuesto doctor hacían
casi todo juntos. Conversaban alegremente en las comidas; salían todos
los días a tomar un paseo por la tarde y volvían antes de que cayera
la noche; él se encargaba de preparar los baños de Kaoru y ella
de los suyos como si lo hubiesen acordado. Kaoru le enseñaba su estilo
y él la asesoraba en los muchos que él dominaba y con los que asombró
a todos los miembros del Kenshin-gumi, incluyendo al mismo ex hitokiri. Matsue
era aún joven pero poseía cierta sabiduría prematura que
lo hacía un conversador encantador, un amigo maduro y sobre todo una persona
fácil de hacerse querer. Nadie sabía de su pasado y no había
nada que pudiera hacer pensar que Kaoru era la excepción. Aún así
todos suponían que era un joven común y corriente sin cargas emocionales
sobre los hombros que podrían hacer que trastabillara o cayera en el camino
de la vida.
Inevitablemente Terada
se hacía un lugar en la familia y despojaba un tanto el lugar preferencial
y central que Kenshin tenía antes. Su buen genio y disponibilidad para
ayudar fue lo que causó que todos lo aceptaran en el grupo de amigos casi
de inmediato. Hasta Yahiko parecía muy apegado a él, tanto que después
de una plática que tuvieron juntos él y Yahiko hablaron con Kaoru
y arreglaron todos los malos entendidos que tuvieron. Aún así, Yahiko
seguía llamándola "busu" y ella "Yahiko-chan"
y seguían correteándose por todo el dojo como siempre. No hay duda
que hay hábitos difíciles de romper.
Matsue
no ocultaba la atracción que sentía por Kaoru cada vez que con inteligentes
y oportunas frases hacía que la joven kendoka se sonrojara por los cumplidos
que él le hacía. Es más, era común verlos sentados
juntos conversando, riéndose, a veces muy serios y otras veces hasta absortos
en un mundo que parecía pertenecerles solo a ellos dos y donde todo lo
demás sobraba. Cuando cruzaban miradas sus ojos se sonreían aun
cuando su rostro no tenía cambio alguno. Todo esto lo sabía Kenshin
y lo sabían todos porque antes habían visto esta misma clase de
reacción en ella pero con otra persona. Antes era Kenshin quien la hacía
esbozar una sonrisa con el más mínimo acto que mostrara algún
tipo de cariño.
Era increíble cómo Kaoru había terminado siendo conformista, recibiendo los restos de un cariño que parecía mendigarle al ex hitokiri. Ahora no. Y aunque nadie lo decía pero lo dejaban ver con su mal montada actuación de normalidad, como si la vida siguiera su curso, todos menos Kenshin estaban conformes con Matsue y la nueva vida que parecía haberle otorgado a Kaoru: una más llevadera y propia de una joven de su edad. Ambos parecían estar tan felices juntos que podría asegurarse que no tardaría en llegar el día en que ambos se enamoraran, si es que ya no lo estaban.
Kenshin
no podía evitar sentirse furioso y sobre todo frustrado ante toda esta
situación. Sus amigos hacían la vista gorda a lo que acontecía
frente a sus narices y querían hacerle creer que no se daban cuenta de
nada, que todo era perfectamente normal. Admitían que esto sucediera porque
era seguro que creyeran que era lo mejor para Kaoru. Después de todo, la
vida de la joven no había sido especialmente placentera viviendo por y
para Kenshin. Aunque nunca se había quejado de nada todos sabían
cuánto sufría por los errores pasados de Kenshin y por su egoísmo
e incapacidad de abrirse a la nueva vida que Kaoru le ofrecía. Aunque no
lo expresaran con palabras, la pasividad general ante el innegable acercamiento
entre Matsue y Kaoru era más que comprometedor. No podía saberse
si era por acuerdo común o quizá por uno tácito pero lo que
sí era seguro era que todos se habían solidarizado con Matsue de
una u otra forma.
Tener la sensación
de dolor que le causaba sentirse solo en medio de todo este enredo era a veces
insoportable. Aunque era tarde para empezar a arrepentirse de lo que ya había
sucedido, en su mente no había día que se reprochara sus actitudes
pasadas. ¿Cómo salir de todo esto? ¿Cómo ganar nuevamente
la confianza y el amor de Kaoru? Eran dos incógnitas que plagaban sus noches
volviéndolas insomnes.
Kenshin
Himura se vio por primera vez en una situación en la que no necesitaría
sus habilidades físicas para resolver un problema. No tener la seguridad
de ganar esta batalla lo aterraba. Era la primera vez que encontraba un oponente
con el que iba perdiendo un encuentro de antemano. Un encuentro que aún
no estaba declarado.
--------------
Dojo Kamiya ---------------
"¡Matsue!
¿En qué estás pensando?"- preguntó Kaoru acercándose
al doctor que sostenía una de las espadas de bambú sin ejercer mucha
presión.
"¿Uhmm? ¡Oh! Suminasen Kaoru-chan. ¿Qué movimiento dijiste que hiciera?"- preguntó el joven doctor secándose con la manga de su gi de entrenamiento el sudor que se había acumulado en su frente.
"Nada,
olvídalo".- contestó ella tomándolo de la mano y llevándolo
cerca de una de las paredes para luego sentarse, recostada en una de ellas. Él
se limitó a imitarla-
"¿Qué sucede, Matsue?"
"¿Por
qué lo preguntas Kaoru? No me sucede nada en lo absoluto, solo me distraje
por un brevísimo segundo. Suminasen sensei"- respondió él
haciendo una reverencia.
"No te
creo" - dijo ella causando que el doctor mirara hacia otro lado para evitar
los inquisitivos ojos de Kaoru- "sabes que puedes decirme cualquier cosa
Matsue, no hay necesidad de ocultarme nada. Además puedo leer en tu rostro
tus emociones y saber en qué piensas".
"¿Sí
y cómo?"- preguntó él tratando de engañarla con
una sonrisa.
"No estoy jugando,
Matsue. Tienes la misma expresión que aquel día que estuvimos al
pie del río. En todo el entrenamiento de hoy no has hablado casi nada conmigo
y has hecho los movimientos como una rutina muy bien llevada mas no con la atención
que acostumbras. Dime, estás pensando en tu padre ¿verdad?"
¿Mi
padre? Yo nunca tuve padre Kaoru. No antes ni tampoco ahora."
"Matsue
no puedes seguir así. No es bueno guardar ninguna clase de odios en el
corazón. Entiendo que puedas estar resentido con la vida y hasta con el
propio doctor Genzai pero no es razón para que te llenes de malos sentimientos".
"Es
fácil decirlo Kaoru. Muy fácil, pero tú nunca has sentido
lo que es chocar con la realidad de plano sin estar preparado. Descubrir que en
lo que creíste y lo que amaste toda tu vida fue una mentira. No lo sabes
Kaoru y espero de todo corazón que nunca lo sepas".- Kaoru solo escuchó
callada mirando al piso y dijo en una voz que apenas era perceptible,
"Te
equivocas".
"Suminasen, no
entiendo Kaoru".
"Yo también
sé de eso Matsue, sé lo que es sentir que todo en lo que creíste
se viene abajo un día, como si nada de lo que habías vivido antes
importara". - empezó a decir con lágrimas en los ojos y con
la mirada desviada- "Sé qué es depositar confianza, amor, tiempo
y dedicación en algo que terminó siendo una mentira".
"Kaoru yo."-
"Onegai, déjame
terminar"- lo interrumpió mientras hacía esfuerzos sobrehumanos
para contener el llanto- "Matsue, vi a mi madre consumirse día tras
día esperando el regreso de mi padre, vi a mi padre volver de la guerra
y tratar de subsanar el daño que causó derramando sangre inocente
en el bakumatsu creando un estilo que más parece surreal; sé lo
que es creer en algo y llegar a amar tanto que te duele aquí, en el corazón
y un día despertar de aquella burbuja imaginaria que uno mismo se creó
y verse frente a frente con la realidad en su más dura expresión".
"Después
de haber vivido todo aquello ¿Crees que no sé qué es lo que
sientes? ¿Crees que necesito haber vivido lo mismo que tú para darme
cuenta? Sé lo que es vivir la amargura de saber que nada es como te lo
imaginaste, de saber que el ideal que quisieras para ti no existe ni existirá
porque es solo eso, un ideal. ¿Crees que no sé qué es el
dolor de perder a un padre? ¡Dios Matsue! Al menos tienes aún a tu
padre vivo, aunque no es quien te crió, ¡Está vivo! Y aún
así no lo has oído explicarte nada, no lo has dejado ni siquiera
verte bien a la cara. Al menos tú tienes oportunidad de rehacer todo o
hacerlo al menos algo mejor.
¡El doctor Genzai es una amable persona, estoy segura que él tiene el lado de la historia que tú necesitas saber mas te niegas a escuchar por miedo a la verdad!. Si es que la persona que quisiste y respetaste toda tu vida como tu padre terminó siendo algo totalmente distinto a lo que tú pensabas, si la historia que pensabas que era tu pasado no fue más que eso, una historia creada por otros, tienes tiempo para remediarlo, esa no fue tu culpa y no te castigues a ti mismo por algo ajeno a ti y tampoco castigues a alguien sin oír su versión. Sé que debe ser duro y hasta pueda parecer que para mí es fácil decir todo esto. Haz lo que debes hacer antes que sea demasiado tarde y te arrepientas después".
"Matsue,
él no sabía que eras su hijo, no estaba al tanto de nada. No sabes
qué fue lo que sucedió con tu madre, no sabes más que la
versión de un hombre dolido y carcomido por el deseo de venganza. Matsue
tú al menos tienes esperanzas, no las deseches. Tienes suerte de tener
oportunidades de superar esta decepción, Matsue, créeme que hay
quienes daríamos mucho por tenerlas.quisiera tener la seguridad de que
todo puede mejorar, que tengo posibilidades de arreglar el daño que llevo
dentro... - Kaoru terminó y lágrimas seguían cayendo por
su rostro, esta vez liberadas del freno que ella misma les había impuesto
mientras hablaba".
Se levantó
con el fin de retirarse pero Matsue cogió su muñeca con una de sus
manos y la atrajo hacia sí, causando que ella cayera en su regazo. Ya ahí,
Matsue la abrazó y empezó a acariciar su cabello tiernamente, como
si tuviera a una niña asustada entre sus brazos. Kaoru no se resistió,
solo reposó su cabeza en su hombro y dejó que las lágrimas
siguieran su curso mientras se aferraba al doctor como si fuera su única
salvación.
"Kaoru, yo no
sabía."
".ya no soporto
Matsue, duele mucho. duele mucho. siento que no puedo más. duele demasiado"-
A Matsue se le rompió el corazón al ver a Kaoru así. Quería
ayudarla pero no podía hacer nada más que consolarla mientras ella
no solicitara su apoyo. Otra vez se sintió inútil. No podía
hacer que la mujer que amaba fuera feliz.
"Kaoru.
¿Es-" - Matsue dudó un momento si era el mejor momento para
preguntarle, pero necesitaba saber, más que nunca tenía qué
saber.- "¿Es él verdad?"- Sintió cómo Kaoru
se quedaba estática como muestra de que había captado a la perfección
el sentido de sus palabras- "Solo dime esto Kaoru, ¿es él?"
- "¿Para qué lo quieres saber? ¿Qué diferencia hace saber quién es?"- preguntó Kaoru desprendiéndose un poco de Matsue y mirando al piso.
"Porque
sabré de quien te estoy defendiendo, Kaoru."- Ella solo movió
la cabeza negativamente-". y sabré contra quién estoy luchando".
- Kaoru levantó la vista con clara sorpresa en su rostro- "Kaoru"
- dijo él tomándola de los hombros y viéndola fijamente-
"onegai, déjame curar esa herida, déjame ser quién haga
volver una sonrisa genuina a tu rostro."
"Matsue,
yo"- empezó a decir Kaoru confundida. No sabía qué decir.
Ningún pensamiento coherente rondaba su mente.
"Yo te amo Kaoru"- dijo él súbitamente mientras acortaba el espacio entre ellos. Justo milímetros antes de que sus labios se rozaran concluyó: "solo déjame amarte y verás..."
La
confusión de Kaoru se cortó de plano cuando él le confesó
que la amaba. Lo sentía muy cerca a ella mas no podía hacer nada
para detenerlo. Sus sentimientos estaban encontrados y su razonamiento algo trastornado.
Algo la llamaba a soltarse pero era demasiado tarde. Antes de que pudiera decir
palabra alguna él la sumergió en un beso al que ninguno de los dos
puso resistencia. Después de un momento de sobresalto, pudo distinguir
cuán gentiles y suaves eran sus labios sobre los suyos, tan distinto a
aquella vez con Kenshin, sin aquella brutalidad que hasta ahora le daba repugnancia.
Sin el más mínimo esfuerzo por detenerlo, cerró sus ojos
y decidió dejarse querer por él. En medio de las agradables sensaciones
que le causaba aquel beso no pudo evitar sentir que esto tampoco era lo que había
imaginado; faltaba algo con lo que ella siempre había soñado pero
no podía especificar qué era. Bloqueando su mente frente a cualquier
tipo de razonamiento resolvió dejarse llevar por lo que él le ofrecía.
Tal vez esto era lo correcto, tal vez.
Kenshin
dejó de lado la ropa que estaba lavando cuando sintió que el ki
de Kaoru varió radicalmente. Un momento se mostraba estable y en el otro
estaba descompuesto, lleno de desolación y vacío. Olvidándose
de todo aquello que lo había detenido antes para acercarse a ella y temiendo
lo peor se dirigió al dojo a gran velocidad. Cuando estaba a punto de entrar
oyó la voz de Terada repitiendo una frase que lo dejó inmóvil
"Te amo Kaoru, solo déjame amarte y verás"
Su cabeza
se negaba a creerlo, su corazón le probaba lo contrario al contraerse de
dolor, su cuerpo estaba inerte y su rostro cubierto con sus rojos cabellos, su
mirada no era más la de un rurouni, no era más de la de Battousai,
solo la de un hombre atrapado en medio de la terrible sensación de desesperanza
que solo da una decepción.
En
aquella vieja sala de entrenamiento no se escuchó nada más. Sin
siquiera pensarlo dos veces, su cuerpo empezó a alejarse de aquel lugar.
Mientras caminaba a pasos lentos un pensamiento acribillaba su existencia repitiendo
como una letanía incesante: **Kaoru no lo rechazó**
Su estado
no le permitió darse cuenta del otro lado de la moneda. A pesar de todo,
Kaoru tampoco había dicho que sí.
----------------------
Notas
finales de la autora:
Minna-san amante de K/K ¿De casualidad
están molestos con seesha? **Shiomei se esconde tras su PC** ¡Por
favor no lo estén! T__T Disculpen a seesha. Es que este capítulo
se escribió solo de alguna manera y no lo borré porque me pareció
ideal para el fic. ** Algunos lectores desenvainan sus katanas** ¡¡¡Itai!!!
¡¡¡Gomen ne!!! Pero como ya vengo repitiendo varias veces este
es un K/K. Y pasan estas cosas tan tristes pues porque es un drama. Pero como
todo drama no es una tragedia (comentario idiota -_-U) esto también tendrá
sus lados buenos. Prometo que los amantes de K/K estarán satisfechos.
Lectores
fanáticos de Matsue, espero que les haya gustado este capítulo.
Pero recuerden que este es un K/K y que al final ellos se quedaran juntos. Después
de la tormenta viene la calma, así que espero no hayan olvidado ese gusto
por nuestro adorado pelirrojo y se insuflen de ganas de ver cómo K y K
llegan a solucionar los obstáculos que hay en su camino.
Por
otro lado, siempre quise sacar a relucir un tanto el papel del doctor Genzai en
relación con Megumi. Todos sabemos que Kenshin fue pieza clave para que
ella tuviera una nueva vida pero el doctor Genzai, sin estar envuelto en ningún
asunto, aceptó a Megumi de buen corazón aun sabiendo de su pasado.
Eso no lo hace cualquiera y es por eso que creo que Megumi le debe guardar un
cariño del tipo filial al doctor Genzai y viceversa. ^__^
¡Hasta
el próximo capítulo! ¡Dejen reviews por favor! Es la única
forma que tengo de saber si este fic vale la pena que sea actualizado con frecuencia.
^__^
Shiomei (cheerfulandsmilinggirl@hotmail.com) ( Si desean pueden
contactarme a esa dirección vía Messenger o correo electrónico.
¡Estaré encantada de conversar con ustedes! ^__^
-------------
Agradecimientos particulares -----------
Susy-san: Gracias
por tu comentario del capítulo pasado. Es muy respetable tu opinión
sobre la reacción de Matsue. Bueno, yo creo que si después de creer
toda tu vida que tu historia es una y te das cuenta de la noche a la mañana
que no es así, tu reacción no será necesariamente un "Ah
ok, no hay problema" Pero entiendo tu punto de vista. El problema es que
muchas decisiones en la vida de Matsue fueron guiados directa o indirectamente
por su padre (no el biológico). Esto es fundamental y ya se verá
más adelante; además date cuenta que saber de esto denota que su
madre le fue infiel al que siempre creyó su padre y algo así es
un golpe muy fuerte para cualquiera. Espero que mis explicaciones te hayan parecido
satisfactorias, y déjame decirte que no hay nada que valore más
que haya lectores con capacidad crítica. Siéntete libre de resaltar
cualquier punto que no te convenza en mi fic. ¡Muchas gracias! ¡Espero
otro review! ^__^
Mer-san: Gracias por tus saludos por las pasadas
fiestas. No puedo creer que me demoré tanto para subir este capítulo.
Pero debes saber que cuando no hay inspiración, no hay nada digno de ser
llamado "historia". No puedo decir nada sobre la identidad de la prima
de Matsue pero sí puede decir que tienes una capacidad intuitiva muy buena.
^__^ Pero la historia se escribe sola y es muy posible que esa prima sea un personaje
antes visto o quizá uno nuevo que puede agregar un nuevo rumbo a la historia.
^__^ Las otras inquietudes estarán más que cubiertas en este capítulo.
¡Arigato gozaimasu! ¡Espero otro review!
Kitiara-oneesan:
¡Hola nee-chan! ¡Gracias por decir que te gusta mucho mi fic! Sé
que lo dices porque quieres siquiera un poquito a seesha y la incentivas para
que siga adelante. ¡Espero te guste este capítulo! ¡Besotes
para ti! ^__^
Laie Himura de Fanel-san: ¡Gracias por el
review! ¡Qué bueno que no te pusiste a llorar! Me hubiese sentido
muy mal. ^__^ ¡Solo espero que este capítulo no te parezca triste!
¡Gracias por el apoyo! ¡Suerte en todo y no olvides tu comentario
para este capítulo.
Sol Himura-san: Ja, ja, ja Gracias
por considerarme una buena escritora. No, lamentablemente no tengo el gusto de
conocer a Mikki y por lo tanto no sabía que era peruano/a. ¿No te
gusta M/K? Ah!!! ¡Me vas a matar entonces! (En realidad casi lo haces en
el msn, ¿te acuerdas? ^__^) Como ya dije, este es un drama. Espero que
este capítulo aclare todas tus dudas. ¡Adiós y que te vaya
muy bien en todo! ¿Me mandas un review aunque sea para mandarme al diablo
por este capítulo? ^__^
Kiyu-san: ¡Gracias por decir
que te encantó el capítulo pasado! ¡Espero que este también
te agrade! ¡Espero otro review! ^__^
Naoko Himura-san: Gracias por seguir mi historia desde hace tiempo. He de disculparme contigo por la demora de este nuevo capítulo. Solo espero que te haya gustado y que sea meritorio a un review tuyo. ¡Gracias y mucha suerte en todo!
Megumi-san:
¡Hola! Me gustó mucho tu review. Gracias por preocuparte por mi mami,
eres muy amable y te lo agradezco en el alma. Ella está mucho mejor, aunque
tuvo una operación muy delicada al hígado ahora está repuesta
y continuando su vida normalmente pero con más cuidado que antes. Mi mami
te agradece mucho que hayas preguntado (le comenté como verás) y
te mando sus cariños aunque no te conozca. Ella es así de tierna.
^__^ ¡Espero un review en este capítulo!
Namida
rurouni-san: ¡¿El Oscar?! ¡¿El Nobel?! Ja ja ja, ¡vamos
no exageres! No creo ser el ídolo de nadie. ¡Este es solo un fic
después de todo! Te agradezco mucho tus comentarios. Me alientan mucho.
^__^ ¡Espero que em dejes un review en este capítulo también!
Kaoru_g-san:
Sí, Matsue es un hombre muy bueno y sobre todo lindo je je je. ^///^ .
Que bueno que te gusta la trama que está siguiendo la historia. Espero
hayas leído todo de nuevo y te des cuenta que los cambios que hice hacen
que el sendero que hago que lleve esta historia se vea más marcado. ¡Gracias
por tu review! ¡Espero otro! ^___^
Karura-san: Me alegra
que hayas valorado el mensaje que puse sobre la Navidad. Bueno, qué puedo
decir, todos tenemos problemas pero si confiamos y creemos en Dios todo nos saldrá
favorablemente. Eso se siente muy dentro de nuestro ser. ^__^ Espero que las dudas
o inquietudes que tuviste en el otro capítulo se hayan visto satisfechas
con este capítulo. Si no es así en los próximos verás
cómo el panorama se hace más claro. ^__^. Gracias por dejarme el
review y no importa que no la hayas hecho antes, lo importante es que ya empezaste
a hacerlo y eso me hace muy, pero muy feliz. Bye!
Tomoe Himura-san:
^__^ Espero te guste este capítulo también. Esa frase que pusiste
de Kaoru en el Seisou Hen me trajo a la memoria una que me dio mucha tristeza
"ME PREGUNTO SI PODRÉ SOPORTAR EL PESO DE SU ESPADA Y ESTE SUFRIMIENTO..."
¡Espero otro review tuyo! ¡Chau!
Cherry-dono: Me
enorgullece saber que soy una de tus escritoras favoritas. Te agradezco tal honor
y espero que la mejora de todo el fic y este capítulo sigan manteniendo
en ti tan alto concepto de mí. ¡Espero un review tuyo para este capítulo
también! ¡Arigato!
Catty-chan: ¡Amiga! ¡Gracias
por los cometarios! Tú siempre tan linda conmigo. ^__^ Bueno, que pena
que no tengas msn, pero quizá podamos comunicarnos por cartas. Yo he dejado
ese correo de Hotmail allá arriba y creo que sería buena idea "cartearnos"
para conversar más. ^__^ ¡Me encantaría! Respecto a tus suposiciones.
Uhmm. me temo que no puedo adelantar nada. Pero quizá estés en el
camino correcto. ^__^ Ja ne!
Kazy-san y Yuki-san: Bueno, al verdad no entendí mucho sobre su libreta de fics, pero si les hace feliz a ustedes supongo que a mí también ya que misteriosamente soy también parte de su alegría. ^__^U ¡Gracias a ustedes por dejar el review! ¡No se olviden de dejar otro! ^__^
CaMiLaaA-san: ¿Con que te gusta la pareja M/K? Pues debes estar muy feliz ahora mismo ¿no? Este capítulo tiene waff entre ellos. Aún así, me temo que no puedo hacer que ellos terminen juntos porque yo ya prometí que este sería un K/K y pues tengo la trama en la mente de esa forma. Pero quizá haga algún día un fic alterno de Matsue y Kaoru juntos, quizá, pero no lo aseguro para muy pronto. ¡Mucha sue rte y gracias por el review! ¡Espero otro review aquí!
MUCHAS GRACIAS TAMBIÉN
A TODOS LOS QUE ESTAN LEYENDO ESTE FIC Y POR ALGUNA RAZÓN NO HAN DEJADO
UN REVIEW. SI TIENEN TIEMPO, HÁGANME LLEGAR SUS COMENTARIOS, ¡¡¡LO
APRECERIARÍA MUCHO!!! ¡¡¡DOMO ARIGATO DE GOZARU YO!!!
.................
HASTA EL PROXIMO CAPITULO.................
" Se dice que
la vida es corta, pero se puede hacer mucho si se la sabe aprovechar con tino"
Goethe.
