TIEMPO PARA SOÑAR
CAPITULO X
LIGHT SHADED DREAM
-Esto no puede estar sucediéndonos- exclamo Misao completamente exhausta, sentándose en la tierra con una expresión de enfado en el rostro.
-Vamos Misao- dijo Kaoru mientras lidiaba con una de las varillas de la carpa e intentaba colocarla en su lugar. –Creo que esto debe ir por aquí........ de esta manera......... y.......... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Esta lista!!!!!!!!!!!!!!!-.
-Lo lograste Kaoru. ¡¡Esto es maravilloso!!- exclamo Misao mientras daba vueltas alrededor de la carpa verificando el trabajo que había realizado su amiga.
-Fue un poco difícil, pero lo logramos, no??. Tal como yo te lo dije- contesto la muchacha satisfecha por haber logrado, después de muchos contratiempos, armar la carpa sin ayuda de nadie. En ese preciso momento, una suave brisa surcó el bosque. Kaoru disfruto la dulce sensación que producía la brisa al hacer contacto con su rostro mientras aspiraba el olor que solamente la naturaleza era capaz de originar. Se sintió llena energía, como si la brisa fuese portadora de un extraño poder, que lograba hacerla sentir viva y satisfecha de estar en el lugar donde se encontraba.
-¡¡KAORU!!- escucho que le gritaban sacándola de esa sensación tan placentera. Se dio la vuelta para contemplar a Misao que tenia una mirada de completo desconcierto. Misao solo le señaló hacía en dirección opuesta a la que se encontraba. Kaoru giro para poder divisar lo que su amiga le enseñaba, pero lo único que pudo observar era su tienda que iba rodando alejándose mecida por el viento.
Por un instante la mente de Kaoru se quedó en blanco, observando a su tienda alejarse lentamente. De repente sintió que alguien la tomaba de la mano y la arrastraba siguiendo la dirección que la tienda había tomado, era Misao.
Mientras ambas perseguían la tienda, Kaoru distinguió claramente las carcajadas de los muchachos, que seguro se divertían a montones con el espectáculo de dos muchachas persiguiendo como locas a su tienda que era arrastrada por el viento. La verdad, la idea le pareció tan graciosa que no pudo evitar reírse, contagiando la risa también a su amiga.
Cuando finalmente la tienda dejó de rodar, ya que fue detenida por unos arbustos, Misao se dispuso a recogerla y llevarla al lugar que habían predispuesto. Tremenda fue su sorpresa al encontrarse con Aoshi intentando liberar la tienda de los arbustos.
Cada vez que ella lo veía, sucedía lo mismo, percibía que algo en su interior se revolvía pero no le incomodaba en lo absoluto y también, sentía que una extraña calidez la asaltaba al simple contacto de su mirada. Misao se acerco a él con una sonrisa en el rostro y mientras daba la explicación de lo sucedido, no pudo evitar detener su explicación para perderse por primera vez en su mirada.
Era verdad que sus ojos parecían completamente fríos e inexpresivos, pero para ella eso no significaba que Aoshi fuera ese tipo de persona. Por otro lado, se encontraba el hecho de que no hablaba más allá de lo imprescindible y que siempre contestaba con simples monosílabos las pocas conversaciones que habían sostenido, pero en cada una de ellas, él le había escuchado cuidadosamente, ya sea que hablaran del tiempo o de asuntos más serios. Eso para ella tenía mucho valor, ya que no cualquier persona se dispone a escuchar a alguien si lo que esa persona dice no le interesa, o caso contrario, escucha atentamente porque en realidad lo que piensa la persona le interesa. Misao se detuvo un momento a pensar claramente lo que su mente había procesado, tal vez, y solo tal vez, él si se interesaba un poquito en ella.
-¿Sucede algo?- escucho claramente su voz pronunciando esas palabras. Ella se había quedado mirándolo a los ojos, tal vez había sido solo por unos breves segundos o quizás más tiempo, no lo sabia exactamente. Pero él no había desviado la mirada y tenia los ojos fijos en los suyos, como si buscara algo en ellos. Por un pequeñísimo lapso de tiempo, sus ojos la miraron de una manera extraña y diferente, era una mirada que ella nunca antes había visto en él. Esta era la primera vez en la que Misao no comprendía el significado de su mirada, pero lo único que pudo percibir fue que sus ojos habían traspasado los límites de la realidad y habían podido divisar su alma. Misao sentía como el calor invadía sus mejillas y una sonrisa se tornaba en su rostro, lo único que pudo hacer en ese instante fue negar con la cabeza mientras que su mente trabajaba a mil por hora tratando de esclarecer el significado de lo que había sucedido hace unos breves instantes.
******************************************************************
-Muy bien, todos préstenme atención- exclamo Aoshi, mientras esperaba que todos los muchachos dejasen de hacer lo que estaban haciendo y le prestasen la debida atención. -Vamos a dividirnos en parejas para cumplir todas las actividades y ...........-
-¿Que te parece si estas conmigo, linda?- dijo Enishi, tomando a Kaoru por los hombros. Kaoru, molesta por las atribuciones que Enishi se tomaba con su persona, simplemente lo miro con unos ojos amenazadores que exclamaban: o quitas tu mano de ahí o te atienes a las consecuencias.
Sanosuke solo pudo comenzar a reírse, pues Kaoru tendía a ser muy peligrosa cuando estaba molesta y Enishi seguro que ya sabía eso, no por nada había sido uno de los primeros en recibir los golpes de la muchacha. Todos al recordar ese incidente, en especial Misao, comenzaron a reírse; avergonzando a Enishi, cuyo orgullo herido no le permitió mantenerse al lado de Kaoru por mucho tiempo.
Aoshi, viendo lo difícil que podría tornarse la situación, decidió que sería mejor que la tarea de decidir quienes formarían equipo recayera en sus manos. –Escúchenme todos, yo seré el que decida quienes formaran las parejas de trabajo-. Una serie de abucheos y quejas pudo escucharse, al parecer a los muchachos no les parecía tan buena idea como él había creído. –Esta bien, no es necesario tanto escándalo, tengo otra idea, que les parece si dejamos esto a la suerte-. Todos parecieron estar más satisfechos con esa idea, la verdad, no sabían en que criterios se basaría Aoshi para elegir las parejas, así que era mejor dejar todo en manos de la suerte.
-Muy bien, comencemos- dijo Aoshi. Todos lo miraron completamente confundidos, no tenían idea de lo que Aoshi tenia pensando.
-A la una, a las dos y a las tres; piedra, papel, tijera............- exclamo Aoshi. Por un breve intervalo solo se pudo escuchar el sonido del viento que recorría el bosque. Nadie podía imaginarse que la gran idea de Aoshi había sido decidir las parejas mediante un antiguo juego de niños...............
Finalmente, después de unas cuantas rondas de piedra, papel, tijera, las parejas habían sido designadas, lo mismo que las funciones que debían cumplir durante el día. Soujiro y Misao se encargarían de preparar el almuerzo y la cena del día, mientras que Kenshin y Kaoru debían preocuparse de dotar al campamento de suficiente pescado, agua y leña, entre tanto los dos últimos miembros del equipo, y al parecer los más insatisfechos, debían dar parte a los guardabosques de su arribo al bosque.
Todos consideraron que sus actividades serían por unos cuantos días distintas a lo que estaban habituados, pero no les quedaba nada más que resignarse y realizar lo que les había sido asignado, ya que Aoshi debía ir al pueblo más cercano a comunicar a la dirección del colegio de su arribo y posterior establecimiento en el lugar previsto. Con esa idea en mente, Aoshi partió del campamento, esperando que a su regreso todo estaría ejecutado según las especificaciones que había dado a todos en el campamento...............
******************************************************************
Apenas la silueta de Aoshi se fue perdiendo en lo profundo del bosque, Misao se dispuso a preparar un riquísimo almuerzo para todos. Como las probabilidades de que Kenshin y Kaoru pescasen algo para la hora del almuerzo eran muy pequeñas, ella y Soujiro decidieron preparar el almuerzo con lo que habían traído desde la ciudad.
Lo primero que hicieron fue desempacar todos los alimentos. Soujiro no despegaba la mirada de Misao mientras ella desempacaba los alimentos. Eso la estaba irritando, ¿acaso no podía ayudarla en vez de quedársele mirando?.
–Soujiro, ¿podrías dejar de mirarme y ayudarme a preparar el almuerzo?- preguntó Misao perdiendo por completo la poca paciencia que tenia.
-Discúlpame- exclamo Soujiro, mientras que su usual sonrisa se dibujaba en su rostro. –La verdad esperaba a que me dijeses que es lo que tengo que hacer, pues esta es la primera vez que tengo cocinar- añadió él, avergonzado.
Esto no podía estarle sucediendo, pensó Misao. Se supone que Soujiro tendría que saber como cocinar. Ahora si era el momento exacto para sentir pánico, todas las veces que ella había intentado cocinar en su casa su familia había terminado completamente indispuesta y, además, habían declarado, que antes de comer su comida preferían morir de hambre en vez de perecer por intoxicación ante los extraños platos que a Misao le encantaba preparar. Bah, pensó ella, seguro que en su casa exageraban y ella se estaba poniendo paranoica por algo tan sencillo como preparar la comida.
Al ver los ingredientes con los que contaban decidió que prepararía un exquisito guisado que acompañaría con un poco de arroz. Le hubiese gustado poder preparar algo más delicioso, pero dado que estaban en un campamento, lo que tenía pensado serviría.
Le dijo a Soujiro que picase todas las verduras para la preparación del guiso, pasándole un pequeño cuchillo que había sido traído con tal objetivo. Soujiro dudo por unos instantes, pero supuso que no sería muy importante la forma que tuviesen las verduras una vez picadas si todas son cocinadas. Teniendo esto en mente, comenzó a picar todas las verduras, olvidando por completo que muchas de ellas debían ser peladas antes de ser consumidas. La tarea le resultó más difícil de lo que esperaba, y le tomo bastante tiempo, pero una vez terminada su labor sonrío satisfecho al ver su trabajo, a pesar de encontrarse cubierto de pequeños trozos de distintos vegetales.
Apenas hubo terminado, Misao le indicó que pusiese todos los vegetales en una olla para su posterior cocción. Pero lamentablemente este muchacha, cuya experiencia era limitada, no tuvo el tino de comprobar que es lo que Soujiro realizaba. Además, se encontraba completamente absorta en la preparación del arroz que empezaba a tornarse amarillo y pastoso, lo que le quitaba un poco de atractivo visual, pero que seguro resultaría exquisito, pensó ella.
******************************************************************
En el claro de un bosque se podía divisar a dos muchachos, al parecer ambos discutían al no saber que rumbo tomar, debido a que el angosto camino de tierra se ramificaba en tres partes, que seguramente llevaban a tres caminos distintos.
-Te dije que es el de la derecha- replicaba Enishi.
-¿Qué es que acaso estas sordo?. Claramente Aoshi nos dijo que siguiésemos este sendero y al llegar a las bifurcaciones tomemos la de la izquierda- exclamo Sanosuke mientras señalaba el sendero que debían tomar.
-Ya te dije que no. Seguiremos el de la derecha- respondió prepotentemente Enishi, empezando a caminar por ese sendero.
-¿Quién te crees que eres?. Acaso esperas que siga todas tus instrucciones- exclamo sumamente irritado Sano. -Hey espera!!!!! No me dejes aquí en el camino. No puedo creer que tenga que seguirlo…….-
Dos horas más tarde…….
-Te lo dije, este no era el camino. Vez, yo te lo dije. Esto es lo que siempre sucede por no confiar en el gran Sanosuke Sagara- exclamo Sano mientras retornaban por el camino que habían tomado hace unas horas.
-Ya capte la idea, que el camino se acabase no era mi culpa. No tienes que creer que eres la octava maravilla solo por que yo me equivoque y argh, estos bichos me están matando- exclamo Enishi con un tono completamente sarcástico, mientras aplastaba a uno de los insectos que se había posado en su brazo.
-Ah, es cierto, se me olvidaba que Misao me dio este repelente de insectos por si lo necesitábamos y …….-. Sanosuke no pudo terminar la frase, ya que el repelente fue tomado ágilmente de sus manos. Enishi se coloco el repelente en los brazos y en las piernas, ya que ambos se encontraban al descubierto. Además, se puso un poco en la cara, ya que sería terrible que un insecto le picase en el rostro y este se hinchara. Luego se lo paso a Sano, quien siguió el mismo proceso con el repelente.
A los pocos minutos, pudieron divisar la senda que los llevaría al campamento, la tentación de volver al mismo se les hizo irresistible, pero tuvieron que sucumbir ante esa idea y tomar el sendero que Sano había señalado horas antes.
******************************************************************
-Creo que este es un lugar perfecto- exclamo Kaoru mientras observaba el agua fluyendo a través del río, dejando en el pasto un pequeño bolsón que contenía todo lo necesario para pescar. Kenshin asintió ante el comentario de Kaoru, no pudo evitar sonreír mientras la observaba mirar las tranquilas aguas del río, parecía que en su rostro surgían todas sus emociones que revelaban el interior de su alma y no acarreaban más que puras intenciones. Le hubiese gustado quedarse así por mucho más tiempo, pero la mirada interrogante de Kaoru le sacó rápidamente de sus pensamientos. -¿Qué es lo que te sucede?- le pregunto la muchacha. Kenshin recordando la manera en la que la observaba hasta hace unos instantes, no pudo evitar ruborizarse levemente, confundiendo por completo a la muchacha.
-Creo que deberíamos comenzar a pescar- exclamo Kenshin tratando de evitar el tema que hace unos instantes Kaoru había tocado. Kaoru, simplemente bajo la mirada, tal vez ella si había notado la manera en la que la estaba mirando y se sentía avergonzada, pensó Kenshin. De repente, levanto la mirada y con una sonrisa en el rostro y unos ojos implorantes, le dijo: -Kenshin, ¿podrías enseñarme a pescar?.
Ante las palabras de la muchacha Kenshin se quedo muy sorprendido, no se esperaba que Kaoru no tuviera ni idea de cómo pescar. En realidad sus conocimientos acerca de la pesca eran bastante escasos, sin mencionar que todas las veces que había ido a pescar era el centro de las bromas de su padre, ya que nunca había podido atrapar pez alguno. Ya se había lamentado bastante al enterarse que él debía ser el que tuviese que ir a pescar, pero ahora, las cosas se pondrían peores; ya que tanto Kaoru, que carecía de conocimiento en la pesca y él, que no había atrapado nunca un pez, serían el blanco perfecto para un grupo de campistas hambrientos.
No le gustaría decepcionar a la muchacha, ni tampoco arruinar la imagen que ella pudiese tener de él, así mientras su rostro tomaba una sonrisa forzada, comenzó a explicarle la manera en que debía pescar, rogando mentalmente que no le preguntase nada que él no pudiese responder...........
Dos horas más tarde........
Solo se podía escuchar el suave murmullo del río, en verdad, la naturaleza podía llenar de energía a cualquier ser y brindar una completa paz interior, en ello se encerraba parte de su extraño misterio. Kenshin había pasado las dos últimas horas sentado a lado de Kaoru, había intercambiado con ella muy pocas palabras, ya que como él bien sabia, los peces se espantaban con cualquier sonido, por más suave que fuese. Ella también guardaba silencio, pero fuera de lo que cualquiera supondría, el silencio no era nada incomodo sino, creaba en él una extraña sensación que le era imposible expresar a pesar de todas las palabras que existían.
Kaoru percibió que su caña se movía, en un movimiento ágil, tomo la caña e intento poner resistencia. Pero al parecer su fuerza no era suficiente y la caña empezaba a arrastrarla hacia la orilla. Kenshin al ver la situación en la que se encontraba, se colocó detrás de ella, tomando la caña con sus brazos. Pero todo sucedió tan rápido, que ninguno se percató de cómo habían podido acabar en el río, y peor aún sin presa alguna.
La situación se tornaba desconcertante, ambos se encontraban empapados y sin botín alguno, hasta que finalmente dio un tremendo vuelco. Uno de los peces no acostumbrado a encontrar obstáculos en el río decidió tomar ese camino, pero lástima que el pobre pez no estaba acostumbrado al peligro que podían representar unas bermudas. Tal vez, Kenshin pensó lo mismo cuando sintió que algo frió y gelatinoso se deslizaba por su cuerpo. Kaoru miro atónita a Kenshin, él tenia una cara de completa preocupación.
-Kenshin, ¿qué es lo que te sucede?- pregunto inocentemente Kaoru.
Kenshin la miro con una expresión de amargura. No se esperaba esa pregunta por su parte, que iba a contestarle, que algo extraño estaba recorriéndole por ahí abajo. –Vamos Kenshin, dime que es lo que sucede- insistió la muchacha.
Kenshin con el rostro todo rojo, ante la insistencia de la muchacha, finalmente respondió.- Bueno, es que creo que algo se metió entre mi bermuda y ........................-. La frase del pelirrojo no pudo ser completada ya que las carcajadas de la muchacha rompían el silencio del bosque.
******************************************************************
-Kaoru, ¿qué es lo que te sucedió?- exclamo Misao al ver a su amiga retornando completamente empapada, seguida por Kenshin que se encontraba en las mismas condiciones.
-Veras, entablamos una lucha con uno de los peces y como vez, el pez fue el vencedor- exclamo sonriente Kaoru.
-Y díganme, ¿todos los peces con los que se enfrentaron salieron vencedores?- pregunto sonriente Soujiro.
-Pues veras- contesto Kaoru completamente sonriente– Hubo uno de ellos que no salió victorioso, pero no fue ante nosotros que perdió, sino ante la bermuda de Kenshin-. Todos los que estaban presentes desviaron la mirada hacia el pelirrojo, que no pudo evitar sentirse completamente avergonzado blanco de todos las miradas y las risas.
Justo en ese instante un enorme gigante de barro hizo su presencia en el campamento. Misao sin pensarlo dos veces, tomo uno de los sartenes que se encontraban cerca de ella y se abalanzo contra el mismo. Enorme fue la sorpresa que se llevo al escucharlo decir: - ¿Y ahora que es lo que te sucede, comadreja?-. Misao se quedo estática al escuchar esas palabras, la única persona que le decía comadreja era...................-Sanosuke!!!!!!!!!!-.
-¿Acaso creíste que era el gigante de lodo?- pregunto sarcástico Enishi, mientras Misao inútilmente trataba de ocultar la sartén con la que minutos antes había intentado atacar a Sano.
-¿Pero que es lo que les sucedió a ustedes?- pregunto Soujiro intrigado por la apariencia que ambos tenían, ya que se encontraban cubiertos por lodo de pies a cabeza.
-En resumidas cuentas, tomamos el camino equivocado, luego extrañamente todos los insectos decidieron perseguirnos y tuvimos la idea de lanzarnos a una laguna. Pero para empeorar las cosas, resulto que no era una laguna, sino un enorme charco con apariencia de laguna- exclamo Sanusuke tan rápido que parecía que en cualquier momento se iba a quedar sin aire.
Las carcajadas de todos los ahí presentes no tardaron en hacerse escuchar, la simple idea de Enishi y Sanosuke siendo perseguidos por toda una plaga de insectos llegaba más allá de los límites de lo posible. Lo que no escapo de los ojos de Kaoru era la expresión de victoria y picardía que se dibujaba en el rostro de Misao, Kaoru comprendió rápidamente lo que había sucedido, limitándose a sonreír satisfecha.
******************************************************************
-Muy bien, todos pueden servirse- exclamo orgullosa Misao una vez que ya había dado a todos su ración de comida. Todos miraron extrañados los platos, inclusive el rostro siempre inexpresivo de Aoshi se torno preocupado al ver el contenido de su plato. La verdad ninguno podría describir exactamente lo que estaba a punto de comer, pero debían hacer el intento, los dos cocineros sonrientes esperaban los comentarios y al parecer, se habían esforzado en la preparación del platillo.
En todo un acto de valor, Kenshin se dispuso a ser el primero en probar el extraño platillo, la verdad no podría ser tan malo. Todos miraban atentamente a Kenshin, su rostro se torno un poco morado, parecía que estaba realizando un tremendo esfuerzo intentando hacer pasar la comida por su garganta. Seguidamente, todos tuvieron que afrontar aquella dura prueba, pero ninguno pudo resistir más de tres bocados sin sentir que todo en su interior se estaba revolviendo. El único que parecía disfrutar de aquella comida era Sanosuke, por un momento, Kaoru pensó que él no tenía ningún sentido del gusto si podía comer e inclusive disfrutar aquel extraño platillo.
Ante los ojos de Misao no pudo escapar la expresión del rostro de todos sus amigos, parecía que realizaban un enorme sacrificio, era verdad que la comida si que se veía mal, pero era simplemente su imagen, el sabor era otra cosa. Teniendo eso en mente, Misao se dispuso a probar el platillo que había preparado. Su rostro enrojeció por completo, la comida que había preparado sabia horrible y representaba todo un peligro para la salud, tal como toda su familia había afirmado en todas sus anteriores experiencias culinarias.
Por suerte, Aoshi no se había fiado de las habilidades culinarias que pudieran tener los muchachos y provisoriamente tenia preparados unos cuantos alimentos enlatados. Cuando se dispuso a traerlos, se encontró con su mochila completamente vacía, la comida había desaparecido. Esto era muy extraño, simplemente no podía desaparecer la comida de su mochila, si él mismo la había colocado en un lugar donde los animales no pudieran tocarla. Momento, la única persona que había disfrutado comiendo era Sanosuke, eso resolvía todo el misterio..................
******************************************************************
-No puedo creer que Sanosuke haya acabado con toda la comida- exclamo Kaoru mientras caminaba por el bosque.
-Yo solo espero que el pez que atrapamos sea lo suficientemente grande para todos- contesto Kenshin mientras miraba atentamente el sendero, buscando las ramas que servirían para encender la fogata.
El día empezaba a retirarse lentamente para dar paso a la noche, mientras que Kenshin y Kaoru buscaban las ramas que servirían para encender la fogata en la que prepararían la cena, en vista de que Sanosuke había arrasado con toda la comida que tenían dispuesta para su estadía. Se encontraban bastante alejados del campamento, ya que la lluvia que había caído la noche anterior dificultaba bastante su labor.
A pesar de que no contaban con suficiente madera, decidieron que ya era momento de regresar, pues el sol iluminaba el bosque con sus últimos rayos y la luna empezaba a despuntar en el cielo.
-Espero que toda esta leña sea suficiente- dijo Kaoru, sintiendo que por alguna extraña razón no era el momento ideal para guardar silencio.
Kenshin miro al cielo, las nubes empezaban a tomar un color azul oscuro, casi tan profundo como el color de los ojos de Kaoru, la lluvia no tardaría en llegar. –Debemos darnos prisa, pronto empezara a llover-.
En ese momento Kaoru se detuvo, no recordaba cual era el camino correcto que debían tomar. –Es por este lado- señalo Kenshin comprendiendo la expresión en el rostro de Kaoru.
-Te equivocas, es por aquí- señalo Kaoru en dirección contraria.
-No Kaoru, te digo que es por este lado- repitió Kenshin tomando esa dirección, pensando que Kaoru lo seguía. Tremendo fue su error al notar que la muchacha había decidido tomar su propio camino. Por un momento pensó en dejarla seguir por ese camino, en realidad la muchacha era muy testaruda, pero no podía permitir que se adentrara al bosque sin compañía; dejando escapar un suspiro, decidió seguir el mismo rumbo que Kaoru había elegido....................
La lluvia caía sin piedad sobre su rostro, era tan densa que le costaba demasiado ver el camino y más aún, distinguir la silueta de Kenshin en la tormenta. Sentía que las fuerzas habían abandonado su cuerpo hace ya mucho tiempo y no podía continuar, la fuerte lluvia que empapaba cada centímetro de su ser complicaba aún más la tarea de encontrar el campamento. Se detuvo, podía sentir la fuerza con la que las gotas hacían contacto con su piel, en ese instante, percibió la mano de Kenshin tomar la suya. A pesar de todo el frió que la invadía a causa de la lluvia, no pudo evitar sentir la calidez que nacía en el fondo de su ser con tan simple contacto. Así dejo que Kenshin la guiase y le entregara un poco de sus fuerzas para seguir adelante.
Finalmente llegaron a una cueva envuelta en una completa oscuridad, se apoyaron en una de las paredes, dejándose caer, exhaustos por todo el recorrido. Solo el silencio reino en la cueva por mucho tiempo, y la espontánea luz brindada por los rayos la iluminaban cada cierto tiempo. Kaoru no podía ver el rostro de Kenshin, su cabellera ahora completamente mojada ocultaba su rostro, el silencio se hacia cada vez más profundo, dejándose escuchar solamente el sonido de la lluvia cayendo afuera. Todo lo sucedido había sido su culpa, si ella no fuera tan testaruda ahora estarían en el campamento en vez de en una oscura cueva en medio del bosque y también Kenshin no estaría molesto con ella. Sintió deseos de llorar, pero normalmente las lagrimas no solucionaban nada, eso ya lo había aprendido antes. El sueño la invadía lentamente, había sido un largo día......
-Kenshin................- susurro muy por lo bajo intentando que no se le quebrase la voz –Lo lamento, en verdad- pronuncio, dejándose caer en uno de los hombros de Kenshin ya vencida por el sueño.
-Kaoru...........- susurro, él también por lo bajo cuando sintió que la muchacha apoyaba tiernamente su cabeza sobre uno de sus hombros. La luz iluminó la cueva, Kenshin pudo observar su rostro, ahora se veía mucho más hermosa que antes, con su cabello aún húmedo por la lluvia y una expresión de completa paz que se dibujaba en su rostro mientras se entregaba al sueño.
Kenshin sonrió, la imagen de ella se quedaría grabada por siempre en lo recóndito de su mente y en lo profundo de su corazón. Pronto a él también le flaquearon las fuerzas y el sueño fue ganando terreno..................................
CONTINUARA........
Notas de la autora:
Finalmente ya está listo el décimo capítulo de esta historia, espero que sea de su agrado ya que intenté dar lo mejor de mí en el mismo. Lamento muchísimo la tardanza, en verdad lo siento, pero esta es un capítulo de vital importancia para toda la historia y deseaba que me quedase lo mejor posible.
Quiero agradecer, desde lo más profundo de mi ser, a todas aquellas personitas tan especiales que me han estado siguiendo a lo largo de estos diez capítulos, brindándome sus opiniones, críticas y ánimos para seguir escribiendo. Muchísimas gracias a: Meg, Kazy y Yuky, Yeni, Valentina, Xiomara M., Mer, Nia, Mary_chan, Akiko, Arika, Erushi, Michere_Mein, Mia, Kouru_g, Anto_chan, Kouru86Kamiya, Kaily, Miyuki Kobayakawa, Jocky Misao y Madam Spooky.
MUCHÍSIMAS GRACIAS MINNA-SAN! Me han hecho muy feliz con todos sus reviews!. Por favor háganme sentir feliz nuevamente y review onegaishimasu!
Atentamente;
Moonlight
