Disclaimer: Bueno, es obvio que los personajes y el mundo en el que se mueven no es nuestro o seríamos ricas, es de J. K. Rowling. Todo le pertenece a ella, menos las protagonistas (Lia y Heaven Zebzell) y todos aquellos personajes que no aparezcan en los libros. Al punto, no ganamos ni un real con esto y no merecemos demandas.

Notas de las Autoras: Hola gente linda (esta parte la escribí yo, Lorien ¿se nota?) aquí el capítulo dos, cada vez mejor (esta parte es de Hansenmac, ¿se nota?) (ja, ja, *con sarcasmo*) (perdón) Bueno este capítulo es más largo que el anterior y tiene más acción, esperamos que les guste. Bueno los dejamos con el capítulo, pero antes los reviews:

Jorge: Hola Jorge, Bienvenido a esto de los fics, gracias por tu review y nos da gusto que hallas disfrutado de la introducción y el primer capítulo de esta historia. Gracias por todos los cumplidos, en verdad nos agrada mucho saber que te parece buena la historia y que nos consideras buenas escritoras. Bueno esperamos que este capítulo no haya tardado demasiado y que te guste, es bastante más largo que el primero así por lo menos te durará un poco más. Bueno nos despedimos, pero te dejamos con el capítulo dos.

Lil_Evans: Hola Lil amiguita, (la que te habla ahorita es Lorien) gracias por el review, nos das mucho gusto el saber que te gustó la introducción y el primer capítulo, sobre el bando de las gemelas, aquí te harás una clara idea de cual es. Esperamos que te guste este capítulo que es algo más largo y que no haya demorado tanto. Bueno nos despedimos, que disfrutes del capi. Chau amiga (de nuevo Lorien).

Bueno gente linda, los dejamos con el segundo capítulo, y por favor dejen más reviews, ya verán que el asunto se va haciendo mejor y mejor con el paso de los capítulos.

Lorien Lupin y Hansenmac

"Miembros de la Orden Siriusana"

"Tras un mismo rostro"

Capítulo II: La Marca Tenerbrosa

Sirius corre hacia la ventana, pero antes de que diera dos pasos, Lía había sacado su varita y había desaparecido en el aire.

¡Lia! - grita Sirius que termina de correr hacia la ventana y se asoma con expresión de terror hacia la calle en donde no encuentra nada.

Sin salir aun de su asombro se acerca al escritorio de Dumbledore y coge la carta entre sus manos.

¿Qué habrá venido a hacer ella aquí? - Se pregunta mientras observa el pergamino sellado - ¿qué rayos contiene este sobre? - se pregunta mientras pasa un dedo por el sello de cera que mantiene cerrada la carta - ¡No! - exclama para él mismo.

Sirius vuelve a dejar la carta sobre el escritorio y se dirige hacia la puerta con paso decidido. Abre la puerta y da un paso hacia el pasillo, antes de detenerse y regresar rápidamente hacia el escritorio, Sirius coge el sobre y metiéndoselo en el bolsillo de su túnica sale de la oficina.

Sirius saca el cobre de su bolsillo y luego de examinar nuevamente el exterior, y aun sin decidirse a abrirlo lo vuelve a guardar en su bolsillo y se dirige al salón de reuniones. El joven de cabellos negros vuelve a sacar la carta y guardándola nuevamente coge un puñado de polvos flu y los arroja a la chimenea, antes de pronunciar un nombre y arrodillarse para meter la cabeza en el fuego, ahora verde. Sirius, o al menos su cabeza, se encuentra en la chimenea de una muy desordenada sala.

¡James! - gritó llamando a su compañero, el cual sale rápidamente de una puerta lateral.

Sirius ríe ante la imagen que tiene enfrente. James, con el cabello mucho más desordenado de lo usual, y manchado de harina por todas partes se paró frente a él, un mandil mal anudado protegía su ajada ropa, tenía una olla en la mano derecha y un vestido a medio remendar en la otra y varita mágica entre los dientes. James mira con molestia a Sirius que aun no a dejado de reír y dejando caer el vestido, coloca la olla en el suelo junto a él y retira la varita mágica de su boca.

Hola Sirius - exclama James, mirando seriamente a Sirius que sigue riendo a pesar de que su amigo trata de llamar su atención. James enrojece y frunciendo más el ceño - ¡Basta ya! - grita - Sirius, ¿qué quieres?

¡James! ¡James! ¡Es urgente! ¡Es urgente! Tienes que venir - exclama Sirius dramáticamente, olvidado completamente su anterior ataque de risa.

Pero Sirius no puedo, estoy ocupado - exclama James.

James tu trabajo de esposa puede esperar ½ hora.

¡Oye, yo no soy esposa de nadie! - exclama James con aire de dignidad ofendida - voy en cinco minutos.

¡Gracias Jamie!

Sirius desaparece de la chimenea de James, y retirando la cabeza de la chimenea de la sala de reuniones, vuelve a tomar un puñado de polvos flu y lo echa en la chimenea. Sirius aparece esta vez en la chimenea de una sala sumida en la obscuridad, con las ventanas cerradas y las cortinas corridas.

¡Remus! - llama Sirius en medio de la obscuridad - ¡Remus!

Después de varios minutos de gritar a voz en cuello unos pasos suaves resuenan en la escalera y la habitación se ilumina a la voz de un ¡lumos! Un Remus de ojos casi cerrados se arrodilla cansadamente frente a la chimenea, el fuego de la cual ilumina sus cabellos castaños claros y su pijama celeste pálido con estampados de pequeños lobos y medias lunas.

¡Remus! Finalmente te decidiste a usar tu regalo de Navidad.

¿Qué quieres Sirius? - murmura con voz soñolienta al mismo tiempo que se restriega los ojos.

Oye no veo la cola ¿y dónde está la capucha con orejas? - se quejó Sirius ignorando la pregunta - ¡Oye, tu pijama no está completo! - exclamó con voz acusadora e indignada.

Lucia como un tarado Sirius - murmuró Remus alzando finalmente sus ojos dorados hacia el fuego, antes de ponerse de pie y sentarse en el sillón situado frente a la chimenea.

¡Pero si usas las pantuflas! - exclama alegremente, mirando con una sonrisa las pantuflas de patas de lobo que usa su amigo.

¡Habla ya Sirius! - exclama Remus con cansancio - quiero volver a dormir.

¡Tienes que venir! ¡Es urgente! - exclama Sirius.

Pero Sirius - exclama Remus casi rogando - no he dormido en dos días.

Pero Remus - lloriquea Sirius - es urgente.

¡Esta bien! ¡Ya voy!

Se para del sillón y lentamente se dirige a su habitación, mientras Sirius grita alegremente desde el fuego de la chimenea.

¡Qué buen amigo eres! - Grita desde la chimenea antes de desaparecer.

Sirius se encontraba sentado con James en la sala de reuniones del cuartel esperando la llegada de Remus, cuando el fuego de la chimenea crece volviéndose de color verde. En medio de las llamas aparece un Remus de aspecto cansado, con los cabellos despeinados y bostezando repetidamente.

Sirius la historia a sus amigos y deja la carta aun cerrada frente a ellos.

Esto tiene que ser algo malo - exclama Sirius observando el sobre cerrado - ¿abro o no la carta?

¿Para eso nos has traído? - pregunta Remus con voz molesta - ¿no tienes remordimientos? ¡No he dormido, ni comido en dos días! ¡Mañana tengo otro turno! ¡Y tú me despiertas para abrir una carta! - terminó Remus con creciente indignación en la voz.

¡Remus tiene razón! Lily me va a comer vivo si su almuerzo no está listo a tiempo y la casa está hecha un desastre.

Pero. . . es que no sé si abrirla - esclamó Sirius con voz de niño y adelantando el labio inferior - está dirigida a Dumbledore.

¡Ábrela y déjame ir! - gritó James frunciendo el ceño.

No creo que sea una buena idea, no deberías tocar el correo de Dumbledore - exclamó Remus con voz indiferente y sin mirar a Sirius.

Pero si yo lo hago con el mejor de los intereses - exclamó Sirius - estoy velando por la salud de todos nosotros.

¡Vela por mí salud! - gritó Remus - si paso otro día sin dormir me va a dar un aneurisma.

Sí Sirius - exclamó James posando una mano en el hombro de Remus - ¿quieres caiga muerto por dormirse en la siguiente misión?

¡Voy a abrir la carta! - decidió Sirius - ¡Ustedes no quieren estar conmigo, son malos! - agregó luego con voz de queja y mirando a ambos muchachos con expresión dolida.

¡Abre ya la estúpida carta!

Sirius recoge la carta de la mesa y la abre, descubriendo dentro un pequeño papel con una sola palabra escrita en él.

¿GRIM? - exclama Sirius en voz alta y visiblemente sorprendido.

¿GRIM? ¿Sólo eso? - exclaman los otros dos muchachos al mismo tiempo.

¡Deje la torta en el horno para esto! - exclama James.

¡Yo me voy a mi casa! - exclama Remus con voz molesta.

Vámonos Remus, Sirius nos llama para estupideces - exclama James mirándo a su amigo de cabello castaño.

Y diciendo esto ambos se ponen de pie y sacando sus varitas desaparecen en el instante. Sirius mira la carta con aspecto pensativo.

¡Son malos conmigo! ¡Se quejan mucho, ya están viejos!. y ¿GRIM? ¿Qué significa eso?

La puerta de la sala se abre en ese momento y entra Dumbledore, silbando una antigua canción. El mago mira a Sirius que aun sostiene la carta en sus manos; y con una expresión severa en sus amables ojos azules deja de silbar y le arrancha la carta.

¡Ya hablaremos luego! - exclama y se va a su oficina.

********************

¡CRACK!

Remus aparece en su sala casi a obscuras y se dirige con paso cansado hacia la escalera, a la que sube lentamente, cogido de la baranda y con la cabeza colgando sin fuerzas hacia delante. Un par de escalones antes de llegar a la planta alta, una voz resuena en la obscuridad.

Expelliarmus.

Remus es golpeado en el pecho por el hechizo y sale volando por el aire hasta aterrizar en el suelo de la planta baja, a dos metros de las escaleras. Los pasos de dos personas encapuchadas que se acercan resuenan en las escaleras y llegan hasta el lugar en donde Remus permanece tumbado, y dirigiéndose a él, le dice en tono de burla.

Que pasa Lupin, ¿te dolió? - exclama la voz de Lucius Malfoy.

No te dije que este lobo no muerde - exclama la voz de Severus Snape.

Remus se incorpora a medias y cogiendo su varita la levanta para defenderse.

Accio varita - exclama Lucius y la varita de Remus vuela a sus manos.

¡Te quitamos los dientes lobo! ¿Qué vas a hacer ahora? - se burla Severus.

Ja, ja, ja - ríe Remus de manera sarcástica - ¡hay Snivellus! Ya veo que por fin conseguiste un amigo, me alegro por ti lo vas a necesitar para enfrentarme - exclama Remus levantando la mano hacia Severus que con Rencor alza la varita.

¡Expelliarmus! - grita con rencor.

Remus sale volando nuevamente, estrellándose contra la puerta de entrada y cayendo al piso, dejando en la puerta una mancha de sangre.

Los dos mortífagos se acercaron y se agacharon para recogerlo y llevárselo, riendo burlonamente mientras que los ojos de Remus se cerraban.

Una reunión se lleva a cabo en el cuartel de los mortífagos, en donde varías figuras encapuchadas, conversan esperando la llegada de Lord Voldemort. La habitación queda en silencio en cuanto este finalmente entra. Voldemort inicia la reunión que a se ve interrumpida a los pocos minutos de haber empezado. Las puertas del gran salón se abren y las figuras encapuchadas de Sverus Snape y Lucius Malfoy entran arrastrando a Remus que aun permanece inconsciente y al que avientan a los pies de Voldemort antes de inclinarse.

¡Vaya, vaya! ¿A quién tenemos aquí? - exclama Voldemort con burlona alegría.

Capturamos a Remus Lupin señor Tenebroso, como usted nos dijo. . .

¡Sé quien es él Lucius! - exclama con sorna el señor obscuro - mejor cállate.

Lo siento señor - se disculpó al Lucius al instante.

¡Enervate! - exclamó Voldemort apuntando a Remus con su varita.

Remus abrió los ojos y se lleva una mano a la parte posterior de la cabeza, tocando su húmedo cabello castaño, y observando luego su mano, ahora manchada de sangre.

¿Tuviste buen viaje? Me tomé el trabajo de mandarte una buena escolta.

¡Voldemort! - exclama el joven licántropo poniéndose de pie.

Espero que Lucius y Severus te hayan tratado bien; les dije que no fueran muy rudos.

¡Cállate y mátame de una vez! - exclamó Remus coléricamente - no conseguirás nada de mí.

No morirás Lupin - afirmó Voldemort - no hoy - agregó luego con la voz llena de sarcasmo - tengo otros planes para ti.

¡No podrás contra Dumbledore! - bramó el muchacho.

Severus, tienes algo que decirle a tu viejo amigo - exclamó Voldemort, cuya mirada se había endurecido de pronto.

Severus dio un paso adelante y levantando la varita apunta al joven de cabellos castaños.

¡Crucio!!! - exclama con voz firme.

Remus cae al suelo y grita, al tiempo que se retuerce de dolor.

¿Aun no lo has superado, verdad Snapy? - exclama con voz agotada pero cargada de sarcasmo, en cuanto el hechizo hubo cesado.

¡Crucio! - vuelve a exclamar Snape, apuntando nuevamente a Remus, que de nuevo cae al piso gritando antes de perder el conocimiento.

Heaven - llama Voldemort levantando una mano y al instante una de las figuras encapuchadas se acerca y se descubre - Ve y deja nuestro mensaje a Dumbledore.

Heaven hace una rápida inclinación y rápidamente desaparece, apareciendo en la casa de Remus, y convocando la marca tenebrosa y entrando a la casa antes de regresar a la reunión de mortífagos.

¡CRACK!

¿Dejaste nuestro mensaje?

Claro y preciso, mi señor - exclama la chica inclinando la cabeza.

Muy bien hecho. Ahora vayan, tú y tu hermana lleven a nuestro joven invitado al campo negro. Pronto tendrá compañía.

Sí mi señor - exclaman ambas hermanas al mismo tiempo.

**********************

No deberíamos molestar a Remus, necesita descansar - exclama James agitando su cabeza de rebeldes cabellos negros en señal de desaprobación.

Vamos James, no te tragaste todo su discurso de tengo sueño ¿verdad? Lunático ya debe estar despierto y si quieres le puedes preparar algo de comer.

Que te apuesto a que sus ventanas siguen cerradas - exclama James alzando la vista hacia el segundo piso de la casa que tiene en frente. El rostro del joven se pone pálido al tiempo que este estira el brazo y se coge de Sirius quien a su vez alza la mirada hacia el segundo piso.

Frente a sus ojos estaba la marca tenebrosa, flotando encima de la casa de Remus.

Remus - exclama Sirius en un murmullo antes de que él y James corrieran hacia la casa cercana y abrieran la puerta para encontrarse una nota colocada cerca de una macha de sangre.

Campo negro - lee James en voz alta después de levantar el papel.

**********************

En medio del campo Remus despertaba flotando a medio camino de su destino, tras él Lía y Heaven conversaban sin haberse percatado de que Remus ya estaba consciente.

Hermana, hay que apurarnos antes de que lleguen Voldemort y los demás.

Tienes razón, hay que ir más rápido - dijo Lía apresurando el paso.

Remus permanecía callado tratando de identificar las voces que le parecían familiares, no hacía ningún movimiento para que no descubrieran que estaba despierto. Momentos después Lía y Heaven llegaban al campo negro y rápidamente lo depositaban a los pies del altar de una iglesia en ruinas. Remus para este momento no movía músculo alguno, fingiendo estar aun inconsciente.

¿Tienes la poción sanadora? ¡Está muy herido!

Sí, tómalo - dijo Lía sacando un tónico de su túnica, dándoselo a Heaven y saliendo a hacer guardia.

Heaven se acercó a Remus, se arrodilló junto a él y recostándolo sobre sus piernas, le alzó la cabeza ligeramente con su brazo derecho; destapó el tónico y le dio de beber. Remus tosió, abrió sus ojos dorados y los fijó en la persona encapuchada que lo sostenía, sin lograr ver de quien se trataba.

¿Estas bien, Remus? - preguntó Heaven con voz preocupada.

Remus la veía desconcertado, pero no daba respuesta, solamente intentaba ubicar aquella voz que se le hacía tan familiar. En un rápido movimiento, Remus alzó una mano y deslizó hacia atrás la capucha de la mujer.

Sus ojos dorados se abrieron aun más por la sorpresa, Remus estaba completamente desconcertado y sólo consiguió decir en un tono débil e incrédulo.

¿Lía? - preguntó Remus quien solo recibió como respuesta una sonrisa.

En ese momento muchos pensamientos llegaron a la mente de Remus. No podía creer que las gemelas Zebzell fueran mortífagas, habían estado hace poco en el cuartel de la orden del fénix y Dumbledore las había aceptado en la orden sin saber que trabajaban para Voldemort. Iba a decirle algo pero se detuvo al ver que la cara de la chica se contraía con un gesto de dolor y molesta. Heaven alzó su brazo para que la manga de la túnica se deslizara y ahí vio como una marca comenzaba rápidamente a hacerse nítida.

¡La marca tenebrosa! - dijo Remus en un susurro.

Heaven no respondió bajando su brazo y tomando su varita; en ese momento entro al área en ruinas su hermana corriendo.

¡Voldemort y los mortífagos se acercan al campo negro! ¡Apúrate! - le gritó Lia impacientemente.

Sí - diciendo esto, volteó a ver a Remus, y diciéndole dulcemente un lo siento - invocó lo restante del encantamiento restaurador seguido por un - Décès contrefaire - Remus cayó inconsciente al tiempo que sus ojos se cerraban y su cabeza volvía a colgar hacia atrás.

¡Rápido! - gritaba Lía a su hermana - ¡ponte la capucha!

Heaven se puso la capucha, tomo su varita e hizo flotar a Remus nuevamente, llevándolo rápidamente al lugar donde Voldemort les había dicho que lo pusieran.

La marca les produjo nuevamente dolor y en ese momento Voldemort y los mortífagos se acercaban; Lucius y Snape fueron los primeros en acercarse a las gemelas.

¿Ya esta todo listo? - pregunto un chico con cabellos rubios y mirada penetrante.

¡Sí Lucius! ¡Ya está todo listo! - Lía contestó, acercándose a Voldemort ella y su hermana se inclinaron.

Voldemort les ordenó que se pusieran de pie y dijo con voz complacida.

¡Buen trabajo!

¡Gracias mi señor oscuro! - exclamaron ambas a una sola voz

Remus se encontraba echado sobre una de las muchas tumbas que se ubicaban muy cerca de unas fosas comunes sin tapar, las cuales estaban repletas de esqueletos, cuerpos en descomposición y varios cuerpos recientes de aurores y magos que habían caído a manos de los mortífagos.

**********************

¡SIRIUS!, ¡Búscalos! Averigua donde tienen a Remus - exclamó el líder de orden del fénix con voz seria.

¡Sí! - respondió este, e internándose en la espesura, esperó hasta estar fuera del alcance de la vista de Dumbledore para transformarse en perro y avanzar así más rápidamente.

¡Yo también quiero ir! - exclamó james acercándose rápidamente a Albus Dumbledore el cual estiró su mano deteniéndolo en el acto.

¡No! Deja que vaya solo.

Sirius avanzaba rápidamente entre los árboles y la espesura del valle hasta que localizó un antiguo cementerio en ruinas, conforme se iba acercando iba sintiendo un olor putrefacto en el ambiente, que podía ver venía de tumbas abiertas y antiguos fosos comunes. Sirius se escondió detrás de una pila de antiguas lapidas rotas, para tener una visión clara de todo el lugar sin correr el peligro de ser visto.

Después de unos momentos de búsqueda, Sirius ubicó a su amigo tirado sobre una tumba, al parecer inconsciente y herido, por la mancha de sangre que desde su posición podía ver manchaba el cabello y parte de la zona de los hombros. Alrededor de Remus, Sirius pudo ver un grupo de mortífagos liderados por Voldemort que en esos momentos parecía dirigir unas últimas instrucciones, mientras aguardaba la llegada de la orden del fénix.

Con gran dificultad Sirius reprimió el deseo de acercarse al lugar donde se encontraba su amigo, una gran rabia lo había invadido al ver a Remus inconsciente; rodeado de cadáveres y mortífagos, aun sangrando y herido, probablemente de gravedad. Tras unos momentos de duda, Sirius había dado media vuelta y lo más rápido que podía, había emprendido el regreso al lugar donde se encontraban Dumbledore y los demás.

***************

¡ESTAN EN ESA DIRECCIÓN! - exclamó Sirius señalando hacia una dirección determinada con el aliento cansado por el trayecto.

¿En el cementerio en ruinas? - preguntó Dumbledore.

¡Sí! Están cerca de las fosas comunes - respondió a manera de apuro.

Sirius, ¿Y Remus? ¿Lo tienen ahí? - preguntaba James quien demostraba una gran preocupación.

¡Sí! ¡Parece inconsciente y está herido! Aunque no sé que tan grave pueda ser - contestó Sirius con voz que expresaba una gran cólera

¡Vamos! - dijo finalmente Dumbledore y todos se pusieron en marcha al lugar.

La espera de Voldemort no se prolongo demasiado, una voz sonó de pronto, llamándolo desde algún punto entre los arboles cercanos.

¡VOLDEMORT! - tronó la voz de Dumbledore con tono desafiante.

Los mortífagos voltearon rápidamente en todas direcciones tratando de ubicar el lugar exacto de procedencia de esa voz que parecía rodearlos. Pero su ayención se volvió entonces al hombre que llamaban su líder y apartándose, le dieron paso a Voldemort que con mirada la fría y dura se paró frente a ellos, observando un lugar especifico entre los arboles antes de hablar.

¡DUMBLEDORE! ¡TE ESTABAMOS ESPERANDO! - bramó sacando su varita y apuntando desde donde estaba a la figura que acababa de salir de entre los arboles.

¡Voldemort nos volvemos a encontrar! - exclamó Dumbledore empuñando su varita firmemente.

Los demás integrantes de la orden del fénix aguardaban en silencio; formados en un semi circulo, y esperando alertas el ataque o la señal, que desencadenaría una lucha desigual en la que el enemigo les doblaba en número.

Voldemort sonrió de manera irónica, dio media vuelta, dirigiéndose hacía el lugar donde Remus yacía, e inclinándose lo cogió de un brazo.

¿ Has venido por esto, Albus? - gritó Voldemort levantado a Remus, que aun permanecía inconsciente.

Siriusdió un paso adelante, dispuesto a atacar ante la escena, pero James lo detuvo. Voldemort rió y aventando a Remus nuevamente al suelo levantó su varita y lo apuntó.

¡Expelliarmus! - Bramó el señor Tenebroso.

El cuerpo de Remus salió disparado nuevamente, y voló antes de estrellarse duramente contra un árbol y caer sobre una lapida caída, sin hacer el menor movimiento.

No permitiré eso Voldemort ¡Adelante! - exclamó Dumbledore adelantándose seguido por los integrantes de la orden del fénix.

¡Mátenlos a todos! - Gritó Voldemort lanzando al ataque a sus mortífagos.

La lucha entre ambos bandos comenzó, hechizos como ¡impedimenta! Y ¡expeliarmus! Iban y venían en ambos sentidos, mientras que otros como ¡Avada Kedabra! Y el hechizo cruciatus, resonaban en voces de mortífagos. Dumbledore luchaba contra Voldemort en persona; mientras que Lucius y Snape se enfrentaba con James. Sirius peleaba a la vez contra Lestrange y su prima Bellatrix; y las gemelas Zebzell con la Frank Longbottom. Goyle y Crabbe atacaban a Alastor Mody y finalmente Darkness y otro mortífago contra Dunhill.

La batalla se tornaba cada vez más dura y dada la desigualdad de números en los bandos, ningún integrante de la Orden del fénix había podido acercarse aun a Remus, que aun permanecía en la misma posición y lugar en los que hubiera caído.

¡Expelliarmus! - dijo Lucius mientras que Snape atacaba a James con un hechizo similar que lo golpeó en el pecho y que causó que James saliera volando hasta caer sobre las escaleras de la entrada de la iglesia.

¡Expelliarmus! - gritó Sirius a su vez, volteando rápidamente y apuntando a Lucius que también salía por los aires hasta caer sobre una de las pilas de lapidas.

En esos momentos, Sirius lanzaba un hechizo contra Bellatrix que salía disparada y aterrizaba cerca de donde hacía unos momentos había caído su novio. Sirius corrió hasta donde estaba su compañero y lo ayudó a ponerse de pie, pero Bellatrix, Lucius y Severus regresaban en esos momentos hacia ellos; comenzando nuevamente la lucha.

¿Qué pasa primito?¿ No puedes con nosotros? - exclamó Bellatrix atacando nuevamente que no pudo desviar el ataque y se desplomó sobre los escalones de la iglesia. Bellatrix se acercó a Sirius mientras que James intentaba acercarse a Sirius y era detenido por los otros dos mortífagos, viéndose obligado a continuar luchando - ¡avada ked...! - empezó a decir la mortífaga.

¡Expelliarmus! - dijo James consiguiendo librarse momentáneamente de Lucius y Severus con un mismo hechizo, y apuntando inmediatamente con su varita a Bellatrix, que voló, cayendo a varios metros de ellos y golpeándose con una parte del muro de la iglesia.

¡Crucio! - gritó Snape, apuntando por la espalda a James, que cayó al suelo, retorciéndose y gritando.

Sirius se paró rápidamente para atacar e ir a ayudar a su amigo pero otro - Crucius - hecho por Lestrange lo hizo caer nuevamente al suelo, mientras el mortífago daba media vuelta corría hacia Voldemort.

Las gemelas atacan repetidamente a Frank Longbottom que conseguía esquivar todos los ataques, hasta que un rayo verde lo golpeó en el pechó enviándolo varios metros hacia atrás.

Aprovechando el momento las hermanas hicieron un movimiento de varita y desaparecieron.

¡Crucio! - gritó Crabbe apuntando a Mody el cual cayó, retorciéndose en el piso durante un momento antes de levantar su propia varita.

¡Expelliarmo varita! - exclamó Crabbe y la varita de Mody voló a su mano quien aun reía y le apuntaba con la varita.

¡Avada ke...!

¡Practio knife! - exclamó una voz interrumpiendo el hechizo asesino. Crabbe flotó un instante, volteó los ojos, mientras grandes destellos celeste a manera de cortes, recorrían todo su cuerpo. Crabbe cayó al piso con un golpe seco, automáticamente Goyle se acercó a verlo.

¡Gracias, Dunhill! - exclamó Mody poniéndose de pie, recogiendo su varita y yendo hasta él - ¡esa no la sabía! ¿Practio knife? - dijo Mody asombrado.

Lo que se aprende en Rumania ¿no crees Mody? - dirigiéndole una sonrisa.

¡Everte Statum! - dijo Darkness logrando darle a Dunhill por la espalda, él cual se golpeó de frente contra un árbol; rápidamente Mody practicó su nuevo encantamiento contra el mortífago, que cayó también, luego de eso fue a ayudar a Dunhill.

Voldemort atacaba repetidamente a Dumbledore que se protegía si ningún problema esquivando y repeliendo todos sus hechizos. Lestrange escogió ese momento para acercarse por detrás del líder de la Orden del Fénix y preparándose para atacar.

¡Crucio! - Gritó Voldemort, y en el instante Lestrange caía al piso, retorciéndose de dolor a manos del señor Tenebroso.

¡Ya te he dicho que no te metas en mis peleas! - exclamó Voldemort en un tono frío y engañosamente suave, antes de detener el hechizo y atacar nuevamente a Dumbledore.

¡Avada keda.! - exclamó Voldemort con ira, pero Dumbledore levantó su varita.

¡Feniax fuegum! - exclamó Dumbledore adelantándose a Voldemort; un rayo rojo con forma de un fénix de fuego salió de la varita y golpeó fuertemente a Voldemort haciéndolo caer varios metros atrás.

Voldemort se sentó y cogiéndose la cara se secó un hilo de sangre que recorría por su barbilla, le dirigió una mirada asesina a Dumbledore se puso de pie y empuñando su varita firmemente empezó de nuevo el ataque.

********************

¿Dónde está Lestrange? (N.de L. ¿cómo se llama el esposo de Bellatrix???) (N.de H. yo que sé, supongo que seguirá llamándose solamente Lestrange) - preguntó Bellatrix a Severus en medio de un ataque hecho a Sirius.

Se fue a donde el señor tenebroso - respondió atacando a James al mismo tiempo.

¿Que pasó? - preguntó ella esquivando rápidamente un encantamiento hecho por Sirius.

No sé ¡ve para allá! - le gritó Malfoy disparando contra James que bloqueó el hechizo - ¡Snape y yo nos encargaremos de ellos!

Asintiendo en silencio Bellatrix se fue a buscar a su prometido. Casi inmediatamente aparecían las hermanas Zebzell en el lugar en que Snape y Lucius peleaban contra Sirius y James.

Déjanos esto a nosotras, Lucius - dijo Lia acercándose a Malfoy.

Sirius y James observaron este corto intercambio de palabras sin atacar.

Nosotros podemos encargarnos de ellos - dijo seguidamente Heaven poniéndole una mano en el hombro a Severus Snape.

¡Vamos, Severus! Yo creo que las damas pueden encargarse perfectamente de estos dos - exclamó Lucius, Snape se encogió de hombros, y dándose media vuelta ambos se alejaron hacia donde estaban los demás mortífagos. Sirius y James levantaron las varitas tratando de impedir que los dos mortífagos se alejaran; pero las gemelas empuñaron sus varitas apuntando desafiante a James y Sirius e impidiéndoles ir tras los otros dos.

Lucius y Severus llegaron a donde los demás mortífagos se batían con los de la orden del fénix, viendo pasar volando al costado de ellos a Darkness sin prestarle atención.

¡Crucio! - exclamó Severus dirigiendo su varita a Longbottom que venía a atacarlo por el costado el hombre gordito de cabellos castaños se retorció en el suelo. Snape y Malfoy seguían su andar hasta llegar a donde Goyle se batía con Dunhill, el que en ese momento salía disparado hasta chocar con un muro que estaba a medio caer.

¡Greg! - dijo Lucius haciendo voltear al que había llamado.

¿Qué haces aquí? - exclamó Goyle.

Viniendo a hacer lo que tú no puedes - contestó a manera de reclamo, luego vio a Crabbe caer a sus pies por un encantamiento de Mody - ¡Sev! Encárgate de Mody, parece que Vince no puede.

¡No! - grito Darkness acercándose a Malfoy - ¡yo me encargare de ese tipo!

Esta bien, ¡encárgate de Dunhill! - exclamó Lucius mirando a Snape - ¡ustedes encárguense de Longbottom - gritó a Crabbe y Goyle, sacando su varita nuevamente.

¡Sí! - respondieron los mortífagos yéndose a sus nuevas posiciones

¿Mataron a Potter y a Black? - preguntó Darkness con impaciencia.

Lucius le dirigió una sonrisa malévola.

¡No, ese gusto se los dejé a las gemelas Zebzell!

Todos los integrantes de la Orden del fénix que estaban en los alrededores, esquivando encantamientos de los demás mortífagos, dejaron de pelear intercambiaron miradas de gran asombro al escuchar las palabras que Lucius había dicho; mientras que Darkness se acercaba a Mody quien miraba con una expresión de asombro y traición.

Diversos encantamientos se escucharon, mientras los mortífagos aprovechaban la distracción, y todos los de la orden salían volando chocando contra diversas cosas a su paso o se desplomaron en el suelo inconscientes.

Rufio Darkness se acercó a Mody alzó su varita, haciendo un rápido movimiento.

¡Crucio! - exclamó Darkness, aprovechando la breve distracción de Alastor, que cayó al piso retorciéndose. Darkness siguió diciendo un encantamiento seguido de otro hasta que fue detenido por un hombre de cabello color café y grandes ojos verdes que hizo que volara hasta caer varios metros mas allá, seguidamente se acercó a Mody y le dio la mano para que se pudiera levantar.

¡Gracias, Dunhill! - dijo mientras se ponía de pie.

¿Estás bien? - le preguntó algo preocupado.

¡Sí! No te preocupes Estefano ¡vamos, hay que terminar con esto y buscar a los demás! - diciendo esto usó un "rictusempra" contra snape quien lo iba a atacar; este aterrizó cerca de una tumba.

¡Soriam cobra venum! - atacó Rufio por la espalda de Mody mientras que Severus se reincorporaba y atacaba a Dunhill, el cual detuvo su encantamiento e invocó un "practio knife" haciéndolo caer inconsciente un poco lejos de él.

Alrededor del cuello de Mody aparecía una serpiente de color venoso que iba cambiando a color púrpura y que se le iba enroscando a manera de asfixiarlo. Alastor cayó al piso intentado librarse, pero no lo logró, la serpiente en lugar de eso enseñó unos enormes colmillos y se los clavó en el cuello al mismo tiempo que Dunhill se libraba de Snape por un momento, movía su varita y lograba deshacerse de la serpiente, aunque demasiado tarde.

Estefano se acercó hasta Mody y arrodillándose a su costado, levantó su cabeza.

¡Alastor! ¡Alastor! - gritó desesperado.

Estefano, creo que me dieron - le contesto abriendo sus ojos.

El auror iba notando como su compañero se tornaba cada vez más blanco, su temperatura corporal bajaba dramáticamente y gotas de sudor frío empezaban a recorrerle rápidamente por toda la cara, luego con una repentina expresión de dolor dibujada en la cara, Mody cayó inconsciente en sus brazos. Estefano lo dejó en el suelo y poniéndose de pie, apuntó encolerizado a Darkness con su varita.

¡PRACTIO KNIFE! - gritó con rabia Dunhill apuntando a Rufio quien no pudo esquivarlo y cayó a sus pies.

¡Ja, ja! ¡Veo que tu amigo se morirá pronto! Se rió Darkness mientras se ponía dificultosamente de pie por las múltiples heridas que tenía en todo el cuerpo.

¡ DAGUE MAXIME! - gritó Dunhill e inmediatamente salieron de su varita dos grupos de rayos que hicieron elevarse a Rufio a varios metros del suelo.

Los mortífagos pararon su ataque al ver como Estefano Dunhill atacaba a Rufio Darkness.

¡RUFIO! - gritó Lucius, pero ya era tarde el mortífago estaba rodeado de rayos.

Los rayos rodearon el cuerpo de Darkness, el cual no podía hacer movimiento alguno; los primeros rayos tenían un color celeste pálido que se movían rápidamente dirigiéndose hacia diversas partes de su cuerpo y creándole múltiples heridas de la misma forma que un "practio knife"; el único rayo rojo que todavía giraba alrededor del cuerpo de Darkness sin hacerle daño alguno, se encendió de un rojo brillante y terminando su recorrido rozó cerca de su cuello aplicándole un corte en la yugular; Rufio cayó al suelo muerto y con los ojos desorbitados.

Dunhill en medio del asombro de los mortífagos y de los de la orden del fénix guardó su varita y acercándose a Mody lo levantó del suelo.

Voy a llevarlo a San Mugo y regreso - exclamó Dunhill y desapareció en el instante.

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¡Rictusempra! - dijo James atacando al mortífago que se encontraba frente a él.

¡Impedimenta! - Heaven se protegió del hechizo y atacando nuevamente - ¡everte statum! - hizo que James saliera volando y cauera encima de Sirius.

¡Perdón! - le dijo James a Sirius al notar que había aterrizado sobre él.

¡No te preocupes James, solamente levántate de mí! - exclamó Sirius.

James se puso de pie, levantó a su amigo y ambos empuñando su varita, decidieron atacar al mismo tiempo.

¡Expelliarmus! - dijeron a una sola voz; ambas mortífagas no pudiendo bloquear a tiempo el hechizo y salieron volando hasta chocar contra un árbol dejándose descubiertas cuando las capuchas se cayeron hacia atrás por el impacto.

¡LIA! ¡HEAVEN! - dijo Sirius atónito.

¡Hola amor! ¿Cómo estas? - le respondió Lia tratándose de poner de pie.

¡No puede ser! - exclamaba Sirius en voz alta, con la decepción pintada en los ojos.

¡Hola Sirius! ¡Hola james! - dijo Heaven enseñándole su varita a manera de ataque desde su posición cerca del árbol.

¡Traidoras! ¿Cómo pudieron hacerle esto a la orden? - gritó James apuntando a Heaven.

Sirius molesto y decepcionado se acercó hasta Lia, la cogió del brazo, alzándola a la fuerza y mirándola con sus ojos azules llenos de lagrimas.

¿POR QUÉ? ¡DIME! ¿ POR QUE ME HACES ESTO? - le preguntó.

Lia no le contesto, evitaba su mirada volteando su rostro en otra dirección.

James gritaba un hechizo y heaven pasó volando por el costado de Sirius y Lia.

¡HEAVEN! - gritó Lia volteando a mirar a su alrededor para hallarla.

Sirius que aun la sostenía del brazo, la soltó empujándola de manera brusca hacia el suelo. Lia cayó y se le quedó mirando con incrédulo asombro. Sirius ahora tenía una mirada que demostraba gran ira, a pesar de estar aun llena de lagrimas, y apuntándole con su varita miró hacia otro lado al pronunciar el encantamiento.

¡Feniax fuegum! - exclamó Sirius y un rayo rojo con forma de un fénix de fuego golpeó fuertemente a Lia haciéndola caer inconsciente cerca a Heaven.

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Voldemort había caído nuevamente al piso gracias a Dumbledore, pero puso de pie nuevamente.

¡Te mataré! ¡No podrás contra mí! - le dijo Voldemort con una voz colérica y apuntándole con la varita.

¡Creo que esto ya llegó a su fin! - dijo serenamente Dumbledore guardando su varita y apuntándole ahora con la palma de su mano dijo - FENIAX FUEGUM.

Voldemort esquivó el rayo y tocándose la marca tenebrosa que tenia en su brazo le dijo a Dumbledore.

¡YA NOS VEREMOS EN OTRA OCASIÓN DUMBLENDORE Y TE ASEGURO QUE NO VOLVERAS A INTERFERIR EN MIS PLANES! - luego desapareció.

El llamado del señor oscuro llegó a todos los mortífagos los cuales desaparecieron ante la mirada de sus adversarios, la marca que tenía Heaven en el brazo le avisó de la retirada, así que obedeciendo cogió a su hermana y desaparecieron ante los ojos de Sirius y James quienes se acercaban a ellas.

¡Se fueron Sirius! ¡VAMOS! - exclamo dándose la vuelta y encaminándose hacia donde se encontraba Remus, Sirius lo siguió.

Ellos fueron los primeros en llegar a la ubicación donde Remus y Dumbledore estaban; Remus yacía nuevamente sobre la tumba donde los mortífagos lo habían puesto; se acercaron rápidamente a su amigo, obviando la presencia de Albus.

¡Se ve muy mal Sirius! -exclamó James y sacando su varita de la túnica apuntó al cuerpo de su amigo.

¡Enervate!

No recibieron ningún tipo de respuesta o movimiento de parte de Lupin. James volvió a invocar el encantamiento con un tono de voz alto que demostraba preocupación.

¡ENERVATE REMUS! - repitió sin obtener respuesta.

¡Déjame intentarlo a mí James! ¡ENERVATE! - gritó Sirius mientras sostenía su varita hacia su amigo y esperaba un movimiento que nunca llegó.

James se acercó más al cuerpo inconsciente de Remus y agachándose junto a él lo empezó a examinar. Noto que estaba más pálido de lo normal, que tenía muy baja la temperatura del cuerpo, en realidad su amigo estaba completamente helado y con los peores pensamientos recorriéndole la mente trató de oír los latidos del corazón de Remus y sentir su respiración.

¡James! - susurró Sirius desesperadamente cogiéndole por el hombro.

James alzó lentamente su rostro, los ojos llenos de asombro se llenaron de lágrimas y miró a Sirius.

¡Remus está muerto, Sirius! - balbuceó James antes de que las lágrimas recorrieran su rostro.

¡NO! - gritó Sirius sin resignación, tratando de no creer que su amigo estaba muerto, se acercó a Remus.

¡REMUS! ¡LUNÁTICO!... ¡REACCIONA HOMBRE! - gritaba Sirius mientras movía fuertemente a Remus por los hombros tratándolo de despertar.

Después de unos momentos Sirius se detuvo, mirando al vacío y pareciendo entender que Remus no despertaría. Abrazó el cuerpo inerte de su amigo y se puso a llorar amargamente - ¡Remus, no puede ser!... ¡Amigo! - dejó de llorar al distinguir unos metros frente de él a una persona que lo observaba con un rostro cansado que mostraba una pequeña herida cerca de la sien, tenia la mirada apenada por el suceso.

¡TÚ! - gritó Sirius apuntándolo mientras se le acercaba, y lo cogía con una mano por el cuello de la túnica - ¡Remus está muerto, y por culpa tuya! - exclamaba Sirius mientras ajustaba su mano cada vez mas al cuello de la túnica.

¡Sirius! ¡Cálmate! - dijo la persona tranquilamente mientras trataba de librarse del puño de Sirius.

¡¿Cómo que me calme??!... ¡¿Qué me calme?!... ¿No lo vez Dumbledore? ¡REMUS... ESTÁ MUERTO! - decía Sirius mientras se le quebraba la voz al terminar la frase.

¡SIRIUS! ¡NO TENGO LA CULPA! - contestó duramente Dumbledore en el momento que james lograba que Sirius lo soltara.

¡CLARO QUE SÍ! ¡TÚ DEJASTE ENTRAR MORTÍFAGOS A LA ORDEN!!!! - gritaba Sirius nuevamente mientras su amigo lo jalaba hacia atrás y lo trataba de tranquilizar diciéndole - ¡él no tiene la culpa Sirius! ¡Tranquilízate!

Albus Dumbledore iba a decirles algo cuando se acercaron los demás integrantes de la orden con expresiones de preocupación.

¡ALBUS! ¿Qué pasó? - preguntó Longbottom acercándose a Remus.

¡Remus está muerto! - diciendo esto la cara de los pocos integrantes ahí presentes cambió, se acercaron a Sirius y a James completamente apenados.

¡CRACK!

La figura de Estefano apareció a unos pocos metros de Dumbledore; este miró en ambas direcciones dándose cuenta de la triste y silenciosa atmósfera en que se encontraba.

¿Qué pasó? - preguntó rápidamente el líder de la orden le informo el penoso destino que había sufrido su compañero. Dunhill lo lamentó, les dio unas palabras de consuelo a sus mejores amigos y procedió a dar el informe que Dumbledore esperaba. La última parte de la conversación fue escuchada por Sirius el cual interrumpiendo preguntó.

Estefano ¿Qué le paso a Mody? ¿Está bien?

Este respondió de una manera muy breve; los hechos del ataque de Darkness a Mody, el grave estado en que estaba y su localización en el hospital de St Mugo.

No hay que perder más tiempo Albus, lo mejor es que lo llevemos a St Mugo a pesar de todo - diciendo esto, Dunhill sacó su varita, apuntó a Remus, y ambos desaparecieron rápidamente.

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Todos los de la orden se encaminaron de regreso al cuartel, James y Sirius no hablaron todo el trayecto, ambos lucían muy mal, el dolor que sentían era superior a cualquiera de los golpes recibidos por los mortífagos, se sentían tristes, deprimidos y molestos, no querían saber nada de la orden en ese momento.

Finalmente llegaron a la entrada del cuartel, casi todos entraron excepto ellos dos quienes se fueron a sus respectivas casas sin querer entrar.

Albus Dumbledore daba vueltas dentro de su acogedora oficina acordándose una y otra vez las palabras que Sirius le había dicho en el campo oscuro y dirigiéndose hacia donde Fawkes lo miraba sin hacer ruido, le dijo

¡Fawkes! ¡Sirius tiene razón, yo fui el culpable! ¡No se como permití que le pasara esto a Remus! - le repetía una y otra vez a Fawkes, quien le respondía con un sonido extrañamente confortador.

¡TIENES RAZON FAWKES! ¡Voy a ir ahora a St. Mugo a verlos! - diciéndole esto acarició al fénix y desapareció.

¡CRACK!

Albus se encontraba en St. Mugo, en el primer piso junto a la recepcionista quien le daba información acerca de Mody y Remus.

¡Albus! - le dijo un hombre joven de cabellos castaños y ojos verdes que estaba detrás de él.

¡Estefano! - dijo volteando a verlo - ¿¡Cómo están?!

Prefiero que el doctor Prescot te lo diga, él te lo explicará mejor que yo - respondió Dunhill haciéndolo seguirlo por los pasillos del hospital.

Llegaron hasta una puerta que tenía un letrero rojo que decía "cuidados intensivos, hechizos de alto riesgo". Dunhill abrió la puerta y dentro de esta descansaba un hombre de estatura media, rostro demacrado y pálido el cual tenía vendas desde la cabeza hasta el cuello.

¡Hola Albus! - le dijo uno de los sanadores acercándosele y dándole la mano en señal de saludo.

¡Tanto tiempo sin verte Carl! - le contestó Dumbledore estrechándole la mano.

¿Albus conocías al Dr. Prescot? - preguntó Dunhill desconcertado.

Sí, somos viejos amigos - dijo mostrándole una sonrisa a su interrogador.

Bueno Albus, entonces te dejo para que hables con el Dr. Prescot - diciendo esto, Estefano salió por la puerta.

Luego de la salida de Dunhill, Dumbledore conversó confiadamente con Carl Prescot.

Carl dime la verdad ¿Cómo está?

Como puedes ver por ti mismo Albus el Sr. Mody esta ya fuera de peligro y pasado mañana le quitó los vendajes, si no hubiera sido por ese chico Dunhill no lo hubiéramos podido salvar a tiempo.

¡Sí Carl! ¡Estefano es un chico muy responsable! ¡Es de gran entera confianza en la Orden!

¡Hay amigo! ¡Tú y tu orden! No sé que voy a hacer el día que no pueda salvar a uno de tus chicos - dijo Prescot con una sonrisa moviendo la cabeza de forma desaprobadora y poniéndose serio nuevamente le dijo - ¡vamos a la sala donde está el paciente Lupin!

¿Está vivo?

Fin del capitulo 2 **************

Nota de Lorien: Hola gente linda, hasta acá el capítulo 2 de mi historia con mi prima, lamento la poca variedad de hechizos en la batalla, en realidad no se nos ocurrieron más, pero cumplió su objetivo ¿o no? Bueno, espero que les haya gustado, es definitivamente más largo que el 1er capítulo y con más acción. Por favor, dejen reviews y alíentenos a seguir, en especial a mi que aun estoy alguito depre ;_; aunque no mucho porque ya estoy escribiendo de nuevo los capítulos de mis fics. Bye besitos de Lorien Lupin. "Miembro de la Orden Siriusana"

Nota de Hansenmac: Hola a todos, ¿cómo están? Espero que les haya gustado el capítulo, está mejor que el primero, y la historia se va a poner mejor. Vamos dejen reviews y dígannos que opinan. Adiós y ¡diviértanse! Hansenmac "Miembro de la Orden Siriusana"