Disclaimer: Bueno, es obvio que los personajes y el mundo en el que se mueven no es nuestro o seríamos ricas, es de J. K. Rowling. Todo le pertenece a ella, menos las protagonistas (Lia y Heaven Zebzell) y todos aquellos personajes que no aparezcan en los libros. Al punto, no ganamos ni un real con esto y no merecemos demandas.

Nota de las Autoras: Hola gente linda que lee nuestro fic, por fin nos aparecimos con un nuevo capítulo, (N. L. La culpa es de Hansenmac, ella andaba con mucho trabajo) (N.H. Lo dice la chica del bloqueo gigantesco ¬_¬) (N.L. ='( BUAAAAAA) (N.H. Hay ya se puso a chillar, ignórenla, no está acostumbrada a no ser capaz de escribir, escribe hasta en el bus) esperamos que este capítulo les guste.

Tras un mismo rostro

(Autoras: Lorien Lupin y Hansenmac)

Capítulo 3: Las Mortífagas

Albus Dumbledore y Carl Prescot llegaron hasta una sala en el tercer piso, esta tenía un letrero plateado que decía "sala de casos extraños", el sanador acercó la palma de su mano al letrero el cual le leía una especie de códigos; se escuchó la voz de una mujer que salía del letrero y le daba la bienvenida abriéndole la puerta automáticamente.

Ambos entraron a la sala, esta tenía solo dos pacientes, la cama más próxima era la de un niño que tenia un aspecto raramente violáceo y que parecía estar inconsciente ya que no hacia ningún movimiento; caminaron hasta el fondo de la sala y en una cama estaba Remus Lupin en el mismo estado inerte, Dumbledore le dirigió una mirada desconcertada al sanador.

Te tengo dos noticias con respecto a él, Albus - le dijo acercándose a tomarle el pulso a Remus.

¿Qué quieres decir Prescot?- le preguntó Dumbledore aun más desconcertado de lo que estaba.

Albus ¿QUÉ TE ESTÁS VOLVIENDO VIEJO? ¡¿NO ME DIGAS QUE PENSASTES QUE EL MUCHACHO ESTABA MUERTO?!! - exclamó Carl con una sonrisa mientras notaba que la tranquilidad volvía a su amigo.

Albus Dumbledore ahora tenía una mirada que demostraba felicidad al saber que Remus no estaba muerto y que pronto volvería, realmente estaba feliz y.......... tranquilo.

¡Albus! Te he dicho la buena noticia, pero falta la mala - le dijo poniéndose serio y prosiguiendo con su explicación - está en un estado parecido a la catatónia, fue por eso no lograste percibir que estaba vivo.

¿Cómo pasó? - le preguntó el jefe de la orden con tono preocupado

Es un raro y antiguo encantamiento francés del siglo XV que era muy utilizado por las brujas para aparentar su muerte, es muy poco usado hoy en día, la persona que lo hizo debe de haberlo aprendido de un familiar que sabe artes antiguas; la mala noticia es que solo puede ser retirado por la persona que hizo el encantamiento, ¿sabes quien lo hizo Albus?

¡NO! Supongo que lo hizo un mortífago- contestó Dumblendore.

Remus no va a despertar hasta que la persona retire el encantamiento. Averigua quien lo hizo Albus, pero espero por el bien del muchacho que logres traer vivo al que sea que lo haya hecho - le dijo el sanador con voz preocupada; Dumblendore agradeció a su amigo y se retiró de la sala.

****************

¿Tú crees que se ponga bien? - preguntó una joven con voz preocupada y triste mientras caminaban por un pasillo.

¡Claro que sí Heaven! Se va a poner bien, yo la voy a curar, pero primero hay que despertarla - le dijo un chico de cabellos oscuros que la acompañaba hacia un cuarto que tenia aspecto lúgubre.

Abrieron la puerta y pusieron el cuerpo de la chica encima de una tarima vieja que se encontraba ahí, el joven sacando su varita le apuntó diciendo un encantamiento y Lia despertó. Sus movimientos eran dificultosos por los golpes, heridas y quemaduras que tenía en el cuerpo a causa del "feniax fuegum". El chico salió unos breves minutos de la habitación, regresó con un frasco verde en las manos y se acercó para dárselo a tomar, luego de unos breves minutos las quemaduras empezaran a sanar, este poniéndose de pie le dio a Lia.

Vas a estar bien, de acá a dos días ya no tendrás herida alguna, ya tengo que retirarme, Voldemort quiere hablar conmigo - le dijo con una sonrisa a Lia.

¡Gracias Severus! - exclamó amablemente Lia mientras que Snape llegaba a la puerta, la abría y salía por ella.

Heaven salió tras él y deteniéndolo lo abrazó agradeciéndole por ayudarlas, Severus le dijo brevemente una frase en voz baja y soltándose reanudó su camino a la sala de reunión, Heaven volvió a entrar al cuarto y se acercó a su hermana.

Estoy feliz de que estés bien Lia - dijo abrazando a su hermana y dándole un beso en la mejilla.

Heaven ya estoy casi recuperada gracias a Severus, creo que él siente un aprecio por ti - Lia le dijo a su hermana con una sonrisa pícara.

No me molestes Lia, es solo un amigo - respondió Heaven.

Creo que es hora de que hagas una visita a otro amigo que te espera - le dijo seriamente Lia sentándose en la tarima.

Heaven se puso de pie, se despidió y convirtiéndose en una águila salió por la ventana del lúgubre cuarto dejando sola a su hermana y perdiéndose en la oscuridad de la noche.

*********************

Heaven miró por una ventana semiabierta de un tercer piso, vio a solo dos pacientes y percatándose de que no hubiera algún sanador o enfermera entró a la sala convirtiéndose nuevamente en humana. Caminó hasta el fondo de la habitación acercándose a una cama en donde se ubicaba un muchacho de cabellos dorados aparentemente en estado inerte, le acomodó los cabellos delicadamente.

¡Fourbe rinascenza! - exclamó apuntando al chico con su varita.

En ese momento Remus abrió los ojos mirando al techo, enseguida miró a ambos lados y se encontró con la figura de Heaven que lo miraba dulcemente.

¡Hola Remus! - le dijo en susurro y sin darle tiempo de hablar se acercó su rostro al de él, muy cerca de sus labios.

¿Quién es usted? - dijo una voz que estaba cerca de la entrada de la sala.

¡Oh! - exclamó Heaven deteniéndose a medio camino y levantando su cara rápidamente para mirar a la persona que le había hablado. La enfermera comenzó a acercarse y Heaven desapareció antes que llegará hacia donde ella se encontraba.

*******************

En la mañana del día siguiente Dumbledore convocó a todos los integrantes de la orden a una reunión urgente en el cuartel, iba a informarles el estado de sus dos compañeros e iba a buscar una solución para el problema de Remus.

Lia y Heaven se alistaron en el cuartel de los mortífagos y emprendieron su viaje camino hacia el cuartel de la orden del fénix para presentarle su informe a Dumbledore. Llegaron volando hasta la oficina de Dumbledore y entraron cautelosamente por la ventana; Lia llevaba en el pico una carta sellada que depositó en el escritorio, ya iban a emprender su regreso cuando se abrió la puerta de la oficina y entraron dos jóvenes, uno de ellos sacando su varita rápidamente les apuntó cuando comenzaron a volar.

¡Petrificus totallus!

El encantamiento alcanzó a la lechuza en el aire y esta calló al piso completamente paralizada.

¿Qué haces Sirius? - le dijo James sacando también su varita.

¡Dispárale al águila, James! ¡Son las gemelas! - le dijo Sirius a James, que sin esperar más, apuntó al águila dándole en una ala y haciéndola caer también completamente inmóvil.

James y Sirius cogieron a las aves por las patas, tomaron el sobre y salieron hacia la sala de reuniones.

*****************

Bueno, ¡vamos a iniciar la reunión! - dijo Dumbledore poniéndose de pie.

El jefe de la orden iba a decir unas palabras cuando se abrió la puerta y entraron James y Sirius con unas aves en sus manos, estos se adelantaron hasta donde se encontraba Dumbledore. Después de volver a las dos aves a la normalidad, Sirius y James se acercaron a Dumbledore alargando las aves hacia él.

¡Albus te traemos unas mortífagas! - dijo Sirius complacidamente mostrando dos aves que aleteaban desesperadamente al estar de cabeza.

¡Suéltalas!- exclamó Albus mientras los demás integrantes miraban asombrados la escena.

James acercó la carta a Dumbledore mientras Sirius tiraba al piso a las aves, estas se transformaron en humanas al caer.

¡AY! - exclamaron ambas en el piso mientras se levantaban sacudiéndose la túnica.

¡Traidoras! - les dijo Sirius con una mirada llena de rencor.

¡Cállate! ¡No sabes nada!- le gritó Lia volteando hacia él.

¡Por ustedes Remus está en coma! - acusó rápidamente Sirius.

¡BASTA! - gritó Albus Dumblendore, y la sala quedó en silencio - ¡yo sé que todo parece acusarlas! - dijo tranquilamente luego, dirigiéndose a todos.

¿¿QUÉ TODO PARECE ACUSARLAS??... ¡SON TRAIDORAS ALBUS! ¿CÓMO PUEDES NO DARTE CUENTA? - interrumpió Sirius abruptamente.

¡Sirius clámate! Ellas trabajan en la orden - prosiguió Dumbledore con voz tranquila.

¿Cómo puede ser Albus? ¡Son mortífagas! - exclamó James interrumpiendo también.

¡Voy a explicarles a todos lo que está pasando! Lia y Heaven trabajan secretamente para la orden, ellas se han infiltrado entre los mortífagos para ayudarnos, así que creo que Sirius y James les deben una disculpa por el mal rato que las han hecho pasar - concluyó Albus aun rodeado de un asombrado silencio.

¡Lia! ¡Heaven! ¿Por que han escrito "fénix"? Todavía no descubrimos como despertar a Remus - preguntó Dumbledore mientras leía el contenido de la carta y alzaba la vista hacia ellas. Los demás integrantes de la orden no entendían la conversación que se llevaba.

Albus, ya todo está arreglado el hechizo lo hicimos nosotras, Remus está bien, no deben tardar en avisarte - explicó Heaven.

Ahora con tu permiso Albus nos retiramos ¡hasta luego! - exclamo Lia dándose la vuelta y encaminándose con su hermana hacia la puerta.

Nadie cruzaba palabra en la sala hasta que Sirius, saliendo de su asombro, alcanzó a Lia antes de que abriera la puerta y cogiéndola por el brazo la hizo voltear.

¡LIA!....

¡PLAF! Sonó una boleta hecha por el dorso de la mano de Lia al voltearle el rostro a Sirius.

¡Suéltame! - exclamó Lia con voz molesta, y liberándose de la mano de Sirius salió de la sala jalando a su hermana que observaba asombrada la escena, cerrando la puerta tras ella.

Sirius regresó a la mesa de reunión con la mano en la zona de la cara donde había recibido la bofetada, se sentó y Albus prosiguió la reunión, les contó todo acerca de las gemelas, Remus y Mody. La reunión ya estaba finalizando cuando entró una lechuza parda que traía una carta de St. Mungo que informaba el estado de sus amigos. Todos se pusieron de pie y se encaminaron llenos de felicidad al hospital para visitar a Remus y a Mody.

****************

Carl Prescot le contaba a Albus y a los demás el suceso de la noche anterior en la sala de Remus mientras se dirigían al tercer piso, llegaron al frente de la puerta y el sanador abrió la puerta haciéndolos entrar.

Remus se encontraba al fondo de la sala sentado en su cama leyendo el profeta.

¡Remus! ¡Amigo! - gritaron a una sola voz James y Sirius mientras se acercaban corriendo a la cama donde descansaba su amigo.

¡James! ¡Sirius! - contestó Remus alegrándose al verlos

Ambos se acercaron y lo abrazaron con una gran sonrisa en sus rostros.

Pensamos que te habíamos perdido - dijo james alegremente.

¡No sé que hubiéramos hecho sin ti! - exclamó Sirius conteniendo las ganas de llorar.

¡Vamos muchachos no se me pongan cursis! - dijo riéndose el chico de cabellos dorados.

¡Me da gusto que estés bien, Remus! - dijo Albus acercándose con los demás los cuales también lo saludaron alegremente.

¡Sr. Remus Lupin! Si desea ya puede irse con sus amigos, está en perfectas condiciones, le doy de alta - le dijo el sanador de manera satisfactoria.

¿En serio doctor? - preguntó Remus retirando la sabana que lo cubría y poniéndose de pie.

¡Sí! Pero primero debe cambiarse esa bata y vestirse - contestó Carl Prescot extendiéndole la mano y estrechándola amablemente.

Todos salieron de la sala dejándolo para que se vistiese. Momentos más tarde salía Remus Lupin ya vestido, y agradeciendo al sanador se reunió con sus amigos que lo esperaban felices.

¿Y Alastor? ¿Sale hoy también? - preguntó Remus a sus compañeros.

¡Hoy no! ¡Sale mañana! - contestó Estefano.

¡Entonces vamos a verlo! - exclamó Remus y todos se encaminaron hacia el cuarto de Mody.

********************

¡De la que te libraste, Remus! ¿No crees? - exclamó el joven de ojos azules y cabellos negros, tendiéndose sobre el césped en el jardín del cuartel - ¿me estás escuchando? ¿Remus? ¡REMUS! - le gritó al ver que no le prestaba atención.

¡Ah! ¡Sí! ¡Yo estoy completamente de acuerdo contigo y con Albus acerca del ministerio! - contestó apresuradamente Remus sin saber lo que decía.

¿En qué piensas? Si se puede saber, claro - le preguntó pícaramente James al notar la cara de tonto que tenía Remus cuando estaba absorto en sus pensamientos

Pensaba en que... bueno, sólo tengo un vago recuerdo del día en que me despertaron en San Mugo; pero me acuerdo haber visto a Heaven o Lia, ¡realmente no lo sé! Pero cualquiera que fuera creo que me trató de besar ¿o fue un sueño? ¡No lo sé! - Remus hablaba de una manera muy confusa.

¡¿AH?!!! - interrogaron a una sola voz Sirius y James sin entender nada.

Remus ¿estás tratando de decir que una de las gemelas te despertó y luego te trató de besar? Definitivamente, si estás en lo correcto, debe de haber sido Heaven ¡No creo que mi Lia, quisiera besarte! - dijo Sirius tratando de hilar los sucesos pasados y defendiendo aparentemente algo que era suyo.

¿Celoso Don Juan? ¡Soy tan guapo que cualquier chica moriría por besarme! - exclamó Remus vanidosamente, alardeando ante sus dos amigos.

¡Por favor Remus! ¡Acuérdate quien te enseño el arte de la conquista! ¡Soy todo un rompe corazones! ¡Soy el mago mas sexy del mundo! - decía el joven Black en el mismo tono mientras se reía.

¿Qué? ¡Yo fui quien te enseñó todo a ti Sirius! ¡Sabes que de los tres, yo soy el más sexy! ¡Si quieren hagan una encuesta sobre esto! ¡Toda mi vida les he ganado y lo saben! - continuaba el chico de los ojos dorados con voz ufana.

¡BASTA! - gritó el chico de lente poniéndose de pie, aparentemente dispuesto a detener la discusión - ¡ambos están equivocados! ¡Yo soy el rompe corazones del grupo! ¡Yo les enseñé todo a ustedes dos! ¡Son unos ingratos, los dos deberían besarme los pies por haber hecho de ustedes lo que son! - terminó James desarreglándose el cabello.

¡Cállate, James! - dijeron los otros dos al mismo tiempo.

¡Tú eres un pisado! ¡Eres toda una ama de casa! - exclamó Sirius sarcásticamente.

¡Sirius tiene razón en eso! ¡Pisado! ¡Si te escucha Lily, te pega! - siguió Remus con una sonrisa en sus labios.

¡OH, NO! ¡Tenía que llevar a Lily a comprar las cosas de mi Harry!

¿Qué ya escogieron nombre? - preguntaron sus dos amigos al mismo tiempo y con amplias sonrisas en sus rostros.

Sí - respondió el futuro papá sonriendo alegremente, pero luego la expresión de miedo volvió a su rostro - ¡Lily me va a matar! - exclamó james cogiéndose la cara nerviosamente, luego de eso se despidió de sus amigos y se fue velozmente.

En el momento que james se retiraba, Estefano aparecía en el jardín recordándoles la junta programada para esa tarde. Remus y Sirius se pusieron de pie y se dirigieron hacia el salón de reuniones de la orden del fénix.

***************

En una oscura sala ubicada dentro de un valle olvidado, se realizaba en ese momento una reunión entre doce personas encapuchadas. Voldemort les reprendía duramente por el fracaso de sus planes en el campo oscuro.

¡No puedo creer que hallan fallado! ¡Son tan ineptos! - Exclamaba enfurecido una y otra vez, arrepintiéndose del desenlace de la batalla.

Reinaba el silencio, sólo la voz del señor oscuro retumbaba en la tenebrosa sala; pasaron unos minutos en los que ninguno de los presentes se había atrevido a hablar siquiera, por miedo a una represalia. Luego de una breve pausa Voldemort se dirigió a dos de sus mortífagos.

¡Malfoy! ¡Snape! ¡Tengo que hablar con ustedes! - dicho esto se volvió hacia la mesa y señaló a dos de las figuras encapuchadas - ¡Lia, Heaven! Con ustedes también ¡EL RESTO LÁRGUESE! - bramó el señor Oscuro volviendo a sentarse a la cabecera de la mesa y viendo al resto de los mortífagos salir rápidamente del salón de reuniones.

*********************

Era aun de mañana, Sirius caminaba por las calles de la ciudad absorto en sus pensamientos, finalmente se detuvo frente a una casa de dos pisos cuyo bien cuidado Jardín parecía darle la bienvenida. Luego de un momento de duda se acercó a la entrada y tocó la puerta, se escucharon unos pasos y abrió una mujer de cabellos negros y ojos grises que lucia una ceñida y corta bata de dormir.

¡SIRIUS!- exclamó la joven asombrada.

¡Hola Lia! ¿Cómo estás? - preguntó Sirius sonriendo tímidamente y mirándola de pies a cabeza.

¿Qué haces aquí? ¡Vete de mi casa! - contestó ella de manera descortés e intentando cerrarle la puerta en la cara.

¡Tengo que hablar contigo! - suplicaba Sirius mientras detenía la puerta, abriéndola una vez más y entrando a la casa - ¡la casa no ha cambiado nada! - prosiguió mirando a su alrededor con expresión pensativa.

¡Habla rápido Sirius y vete!- exclamó enfadada.

El joven trató de acercarse a Lia, pero fue rechazado, así que optó por sentarse tranquilamente en uno de los sillones que ubicados frente a la chimenea.

Me había olvidado lo cómodos que son estos sillones, ¿te acuerdas las cosas que hicimos cuando los compramos? - exclamó mirándola y sonriendo pícaramente.

¡No me acuerdo! - declaró Lia igual de seria que antes - ¿no que tenías algo que decirme? ¡Habla ya Sirius, que estoy apurada! - agregó secamente cruzando los brazos y quedándose de pie frente a él.

Lia quiero decirte tantas cosas que no sé por donde empezar, bueno. primero que nada ¡disculpa! No debí humillarte, no sé como pude pensar que eras mortífaga, debí confiar en ti del mismo modo en que tú siempre has confiado en mi...

¡Oh, ya cállate! ¡Yo ya no confío en ti Sirius Black! ¡Eres un mentiroso! ¿O no te acuerdas cuando me dejaste? - le interrumpió Lia dándole la espalda conteniéndose para no llorar.

Lia ¡yo te amo! ¡Siempre te he amado! - le dijo dulcemente Sirius poniéndose de pie, y acercándose a ella, para la abrazaba por la cintura.

¡MENTIRA! - exclamó la joven liberándose de los brazos de Sirius y alejándose un paso, aun dándole la espalda y en el mismo momento en que sus hermosos ojos grises se llenaban de lagrimas.

Sirius se acercó y dándole la vuelta lentamente con su brazo le acarició el rostro tiernamente mientras le secaba las lagrimas con el dorso de la mano.

Lia ¡Te amo más que a mi propia vida! - susurró mientras cerraba los ojos y acercaba lentamente su rostro al de ella.

Lia se separó de Sirius bruscamente al sentir un dolor punzante en el brazo izquierdo justo en el momento en que él la iba besar. Lia se miró el brazo y vio como una imagen adquiría nitidez rápidamente.

¡La marca tenebrosa!- exclamó Sirius mirándola a los ojos.

¡Sí!... ¡Tengo que irme! - le dijo apresuradamente Lia, luego chasqueó los dedos y se vio vestida con la túnica negra que llevan los mortífagos - ¡Sirius! ¡Ve y dile a Dumbledore que el siguiente es Fudge! - diciendo esto la joven desapareció instantáneamente ante los ojos de Sirius.

******************

¡CRACK! Una mujer apareció dentro de los cuarteles de los mortífagos.

Lia acababa de aparecer dentro del salón de reunión, y notó extrañada que no había ninguna persona dentro del espacio oscuro. Decidió que lo mejor era buscar en las demás estancias; buscó por varios minutos, pero no halló a nadie, estaba acercándose a la biblioteca cuando una persona le habló por detrás.

¡Hola Lia! ¿Buscas a alguien en especial? - exclamó el joven rubio acercándose a saludar.

¿Cómo estás, Lucius? ¡Al parecer no hay nadie en el cuartel! - exclamó al darse la vuelta para mirarlo.

¡Sólo estamos Severus y yo! Estamos de guardia - le comentó con voz aburrida.

¿Y lo planeado para hoy? - preguntó preocupadamente Lia arreglándose la túnica - ¿¡No me digas que llegué tarde?! ¡Apenas se marcó la señal, vine, lo juro! - agregó rápidamente.

¡No llegaste tarde, no te preocupes! Exclamó Lucius risueño - ¡se canceló! Fudge ha salido a un congreso de magia y va a regresar en una semana, así lo informó Bellatrix, el señor nos convocó, Heaven llegó antes que tú y recibió el mensaje.

¡Así que en una semana! - se decía para sí misma en voz baja y prosiguiendo la conversación con Lucius preguntó - ¿Heaven sigue acá?

Sí, está conversando con Severus en la mazmorra - le dijo le joven rubio observándola atentamente.

¡Gracias Lucius! ¡Voy a buscarla! - exclamó mientras se acercaba para despedirse

¡Espera un momento! ¡Tengo algo que decirte! - exclamó de pronto el rubio deteniéndola por el brazo, pero soltándola al instante.

¿Qué pasa Lucius? ¿Hay algun problema?

¡No Lia, sólo quería decirte algunas cosas! - exclamó Lucius mientras le abría la puerta de biblioteca y ambos entraban en ella.

Lucius de forma caballeresca acomodó la silla en donde ella se sentó, y luego se sentó en la silla de al lado, unos cuantos minutos pasaron antes de que se rompiera el silencio en la habitación.

Lia, desde hace un tiempo he querido decirte que... ¡tú me gustas! - exclamó cogiéndole la mano y acercándose intentó besarla.

¡Lucius!. ¡No sé que decirte! - exclamó Lia asombrada mientras retrocedía, evadiendo el beso de Malfoy.

¡Disculpa Lia! Pero... ¿no te atraigo?...¡es que yo siento que podríamos ser una buena pareja y me gustaría empezar a salir contigo! - le dijo el chico de cabellos rubios y ojos grises algo desconcertado pero aún cogiéndole la mano.

No quiero desbaratarte los planes, pero... ¡tú estas comprometido con Narcisa Black! ¿No te acuerdas? - le dijo mientras desasía su mano de la de él.

¡Si tú me pides que la deje ahora mismo, yo rompo el compromiso con ella! - exclamó Lucius algo impaciente.

¡Lucius, cálmate!... No creo que sea una buena idea, creo que estás confundido y necesitas pensar - y diciendo esto, Lia salió de la biblioteca rápidamente sin permitirle decir más.

******************

Severus y Heaven llevaban una platica muy entretenida en la mazmorra acerca de la gran variedad de pociones y encantamientos que sabía Severus. Heaven se limitó a escuchar y comentar en algunas ocasiones, pero que no quería hablar acerca de sus habilidades; pero se puso de pie al escuchar unas preguntas hecha por su acompañante.

Heaven ¿en qué te transformas? Y ¿desde cuando eres animago?

Heaven lo miraba sin darle una respuesta, y acercándose se sentó muy cerca de él.

Soy animago desde el colegio, y me transformo en... - se interrumpió al ver que Severus le acariciaba el pelo suavemente y se los arreglaba mirándola dulcemente.

¿Sabes? Me agrada mucho conversar contigo y me preguntaba si querrías salir conmigo - le susurró Snape algo avergonzado al encontrarse con los ojos grises de Heaven que le observaban pícaramente.

La joven de largos cabellos se levantó de su silla y dándole un beso en la mejilla, le dijo que sí y salió de la habitación.

******************

Sirius había llegado al cuartel de la orden y había informado a Albus Dumbledore acerca del ataque a Fudge, este rápidamente reunió a los jóvenes que se encontraban en el cuartel y salió con destino a la casa del político.

Al llegar al lugar del supuesto atentado se dieron con la sorpresa de no encontrar en él ni a Fugde, ni a los mortífagos ni a la marca tenebrosa que indicara que estos últimos habían estado allí.

¡SE LO LLEVARON! - exclamó Sirius con enojo mientras empuñaba fuertemente su varita.

¡Calla y abre la puerta Sirius! - le dijo Alastor Mody con voz de mando.

¡Sí, claro!... ¡ALOHOMORA! - Sirius apuntó a la puerta que se abrió con un golpe seco.

Los seis integrantes de la orden entraron a la casa rápidamente con varita en mano y llegando a la sala de la amplia casa se encontraron con una mujer ya mayor que pegó un fuerte grito al verlos.

¡AH!!!!! ¡LADRONES!!!! - dicho esto, la mujer se acercó a ellos con una varita en la mano y una sartén que conjuró en la otra, con obvias intenciones de atacarlos.

¡TRANQUILA SEÑORA! - exclamaba James mientras la detenía cogiéndola por los brazos.

¡LADRONES!!!! ¡AHHH! ¡SUÉLTAME SINVERGÜENZA! - repetía sin callarse hasta que Dunhill levantó su varita he hizo un encantamiento que le quitó la voz, luego acercándose a ella le habló con voz tranquilizadora.

¡Señora! ¡Nosotros no somos ladrones, somos enviados del ministerio para salvarle la vida al Sr. Fudge! ¡ Si promete no gritar le retiro el encantamiento!

La mujer asintió y Dunhill le quitó el encantamiento; luego de un momento y cuando la señora se tranquilizó los invitó a sentarse y procedió a informarles del congreso al que había asistido hace un par de días atrás su hijo, Cornelius Fudge.

¡Le ofrezco mis disculpas Sra. Fudge, parece que nos informaron mal! - se excusaba Albus Dumbledore mientras miraba enojado a Sirius.

¡No se preocupen! ¡Admiro el trabajo de los aurors! - decía la señora mostrándole una sonrisa comprensiva

¡Disculpe la molestia, ya nos retiramos! ¡Hasta luego Sra. Fudge!- exclamó el jefe de la orden, desapareciendo junto con sus "aurors".

¡Cómo ya saben, pasado mañana es el cumpleaños del gran Albus Dumbledore y creo que sería muy buena idea festejárselo como se merece! - decía james mientras sacaba varias cosas de una caja que Lily le pasó.

¡Me imagino que va a ver LICORRRRR! ¿No? - preguntó alegremente un chico de cabellos negros y ojos azules haciendo sonar su voz como una especie de aullido.

¡Pues claro! ¡Somos adultos responsables! ¿No? - contestaba Remus enseñándole las cajas vacías que habían a sus pies.

¡Ya que el Sr. Black ha hablado acerca de las cosas que van a haber en la fiesta! Les informo que los fondos están algo bajos, ¡así qué propongo un fondo inmediato para la fiesta sorpresa de Dumbli! - exclamó en voz alta James mientras que su esposa le mostraba un papel que parecía una especie de presupuesto.

¿Albus lo sabe, James? ¿Cómo lo vamos a hacer venir? - preguntó un hombre gordito cogiéndole la mano a su esposa.

¡ Albus no sabe nada acerca del asunto, Frank, así que nadie lo salude en su día, finjan que no recuerdan su cumpleaños! ¡Estefano se encargará de traerlo! - decía alegremente James al dirigirse al grupo

Los integrantes de la orden estaban completamente de acuerdo con la fiesta así que no tuvieron inconveniente en engordar muy bien el fondo para la fiesta, asumieron funciones para organizar la reunión y luego de eso se despidieron y se retiraron.

*****************

El día pasó rápidamente; a la mañana siguiente, un radiante Albus Dumbledore entraba al cuartel esperando que todos lo saludasen; pero eso no pasó. En el cuartel sólo encontró a cuatro personas que charlaban alegremente dentro de la biblioteca y que guardaron silencio cuando esté se les acercó.

¡Buenos días a todos! ¡Que bonito día hace hoy! - decía alegremente el jefe de la orden.

¡Buenos días Albus! - exclamaron todos a una sola voz, y despidiéndose instantes después se despidieron y se fueron.

El cumpleañero se desanimó, y al no hallar a nadie mas en el cuartel se dirigió a su oficina y cogió a su fénix.

¡FAWKES! ¡Al parecer nadie se acuerda de un viejo como yo! ¡Regresemos a casa, hoy nos tomaremos el día libre! - exclamó Albus desapareciendo con su fénix una vez dicho esto.

********************

Lia y Heaven caminaban apuradas por el callejón Diagon buscando los víveres para la fiesta. Entraron en la pastelería de Popsi y compraron una torta colorida con la forma de un fénix que movía sus alas mientras echaba chispas formando la edad y el nombre de Dumbledore, luego salieron con la torta en busca de bocaditos y entraron en "Sweet candy" una de las mejores tiendas de golosinas del reino mágico. Una vez comprado todo lo de su lista se fueron a reunir con Sirius y Remus que salían de la licorería "La calabaza borracha" llevando consigo varias cajas de Hidromiel, y diversos licores y refrescos.

Los cuatro jóvenes se dirigían hacia el cuartel con grandes y pesados paquetes en sus manos. Sirius había estado muy amable con Lia, así que ella le conversaba muy coquetamente en el camino de regreso. En cambio Heaven estaba incómoda y molesta, y bastante aburrida con la superflua conversación de Remus que no dejaba de hablar de sus salidas nocturnas y de sus diversas conquistas y técnicas para conquistar.

¡Hola chicos! - saludó alegremente una joven de lacios cabellos rubios y ojos pardos mientras codeaba a la chica que le acompañaba.

¡Hola! - respondieron ambos muchachos sonriendo y dejando las cajas de licor en el piso.

¡He estado esperando tu llamada, Sirius! - exclamó una chica de ondulado cabello castaño mirándolo al tiempo que jugaba con un mechón de su cabello.

¡Ruby tiene razón, Remus! ¡No me has llamado para salir! - decía la joven rubia mientras se acercaba y le daba un corto beso en los labios al joven de ojos dorados.

¡Este... Claudine, lo siento.! - decía Remus avergonzado y librándose sutilmente de la joven rubia, para luego levantar apresuradamente sus cajas.

¡Bueno chicas, nosotros nos retiramos! - exclamó Sirius recogiendo también sus cajas del suelo.

¡Chau! ¡Nos vemos en la fiesta! - dijeron las chicas al despedirse de ellos.

¿Cómo saben de la fiesta? - preguntó Sirius con preocupación, mirando a su compañero que lucía asombrado.

¡NO LO SÉ! ¡Debe de haber sido Peter o James! - le contestó Remus en un susurro.

********************

Camino al cuartel se sentía una gran incomodidad en el grupo, Sirius se pasó todo el camino de regreso tratando en vano de que Lia le hablase. Por su parte Heaven no conversaba con Remus ya que estaba bastante aburrida de su charla, mientras que este último tampoco hacía el intento de hablar con ella, limitándose simplemente a caminar, cargando las cajas en silencio.

Al entrar al cuartel de la orden encontraron a los Longbottom que se encargaban de la música y las luces; a los Potter que ponían globos y otras decoraciones. También a Dunhill, quien andaba en el jardín preparando un encantamiento de fuegos artificiales y finalmente a Mody que practicaba una y otra vez un encantamiento de insonorización alrededor de la casa para no molestar a los vecinos. La tarde llegó rápidamente así que todos optaron por retirarse a sus casas para alistarse para la reunión. Para ese momento Sirius aún no entendía la razón de porque Lia le había dejado de hablar trataba en silencio de averiguar la razón.

Fin del capitulo3 ******************

Nota de las Autoras: Bueno gente, hasta aquí el capítulo tres, algo demorado, pero larguito y lleno de acontecimientos, espero que les haya gustado y que firmen el libro de visitas de Lorien (N.L. O sea el mío ^.^) dejándonos su opinión, sus comentarios y cualquier otra cosa que se les ocurra. Bueno sin más que decir, nos despedimos hasta el próximo capítulo, en el que se verá la fiesta y los acontecimientos que se dan en ella y los que se dan luego de ella. Bye y muchos besitos de parte de nosotras, las primas más geniales del mundo de los fanfictions, y las más bellas, vale decir (N.H. Perdonen a Lorien, hoy está alguito psicótica y muy egocéntrica ^_^U. Pero es verdad =D jajajaja) (N.L. Hay, ya safó la pobre) (N.H. Jajajajaa).

Nota de Lorien: Bueno mi primis hermosa se volvió loca, así que yo seré la encargada de cerrar la fiesta, bye gente linda, muchos besos a todos y sigan firmando mi libro de visitas.

Lorien Lupin

Administradora adjunta de La Legión de las Lupinas Y Miembro de la Orden Siriusana

Acompañada de su prima:

Hansenmac (N.H. Jajajajaja)
Miembro de la Legión de las Lupinas
Y Miembro de la Orden Siriusana