Reviews: (un montón, que emoción). No pongo todos que son muchos:

Maika Yuugi: Er... no, te me has liado.

Maeda Malfoy: Gracias, gracias, gracias, gracias. Yo también pienso que Ron y Hermione están hechos el uno para el otro, pero bueno.

May Potter: Si los hago más largos tardo más. :S.

Ginny 132002: :P. ¡Jo! No ha colado lo de Rubio moreno, ¿no?

Aiko-Shiteru: Bueno, tienen carácter, digo yo. A ver cuando me da tiempo y te lo mando.

Miyu WG: Gracias :$.

Un gran giratiempo

Capítulo 4: Queremos saber

Por las escaleras de Hogwarts, corrían una pareja con unas niñas en los brazos en dirección a la sala común de Gryffindor. En el Gran Comedor, todos los estudiantes parecían hablar al mismo tiempo, menos Ron y Draco que aun se miraban con odio. Harry decidió que eso no se iba a quedar así. Miró con decisión a Ginny.

- Quiero saber - dijo.

- Sí - Ginny asintió y se levantó detrás de él. Hermione hizo lo mismo. Harry se giró y, mirando a Neville, le dijo.

- Ven con nosotros. - Neville, les miró curioso pero no hizo preguntas.

- Sí - Se levantó y siguió a los tres amigos mientras se dirigían adonde aun estaba Ron mirando a Draco. Harry no dijo nada, sólo lo giró hacia sí, lo miró a los ojos, y lo empujó hacia la salida.

- ¿Dónde vamos? - Dijo Ron hablando por fin.

- Quiero saber - volvió a repetir Harry.

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- ¡LO SIENTO! ¡PERO ES QUE NO PUDE RESISTIRLO MÁS! ¡TÚ LE VISTE, FLORA! ¡ESTABA PROVOCANDO!

Harry y los demás habían llegado al retrato de la entrada de Gryffindor, pero nada más decir la contraseña les llegaron unos gritos.

- ¡NO, JAMES, DEBISTE AGUANTARLO! ¡YA DEBERÍAS ESTAR ACOSTUMBRADO! ¡¿CUÁNTAS VECES TE HAS PELEADO CON ÉL O CON SU HIJO?! ¡¿CUÁNTAS?! Creí que habíamos decidido no decir nada, o casi nada.

Fuera, se agazaparon, estaba claro que no era el mejor momento para entrar y así podrían averiguar algo. Ron y Hermione se arrodillaron en el suelo, mientras Ginny se apoyaba en ellos, y Harry se quedaba un poco doblado sobre ella. Neville, aun sin comprender mucho, se apoyó en Harry y en el muro de entrada. Curiosamente, la señora gorda debía de estar escuchando también, porque no dijo nada.

- ¡PERO FLORA...!

- ¡Y DEJA YA DE GRITARME!

- Sí, lo siento. PERO ES QUE CADA VEZ QUE PIENSO EN ESE IDIOTA...

- James...

- Sí

- Tendrías que aceptarlo ya, su hijo se ha casado con Linny, así que déjalo ya. Todos sabemos que los Malfoy no son gente muy agradable, pero esto ya es ridículo. Ares nunca te ha hecho nada, o casi, todo va en contra de Draco y Circe, entonces, por favor, no digas nada más. Puede que hayas cambiado algo del futuro ahora.

- Sí, ya lo sé. ¡Pero qué más da!

- ¿Cómo que da igual?

- ¡MALDITA SEA! ¡YA METÍ LA PATA AL PRINCIPIO! ¡NO LO PUEDO CAMBIAR! ¡TODO EL MUNDO YA SABE LO QUE VA A PASAR! ¿ES QUE NO ME HAS MIRADO NUNCA? ¡MALDITA SEA! ¡SOY UN WEASLEY DE LOS PIES A LA CABEZA! ¡EL QUE NO SE HAYA DADO CUENTA HASTA AHORA DE QUE SOY HIJO DE GINNY ES QUE ES COMPLETAMENTE IDIOTA!

Fuera, los cinco chicos que escuchaban se tensaron, pero ninguno se volvió a mirar a Harry o a Ginny. Harry, que tenía apoyada su mano en el hombro de Ginny notó como esta se tensaba más de la cuenta y no pudo evitar apretar su mano contra su hombro, tratando de tranquilizarla. Dentro, parecía que el griterío había pasado porque la niña más pequeña estaba llorando.

- Tranquila, Kathleen. Papá ya no va a gritar más, - la mujer, que se encontraba sentada en uno de los sillones, levantó la vista hacia su marido, que no paraba de pasear por la sala - ¿verdad?

- Sí, sí, lo siento. Pero es que todo esto es demasiado, Flora. Me voy a volver loco, y voy a volver loco a todos aquí. ¡Maldita sea! ¡Esta ni siquiera es nuestra sala común! ¿Por qué tenemos que estar aquí?

- James, ¿tú consideras a tu madre una persona tonta?

- No.

- Entonces déjala hacer. Ella sabrá. Si nos ha mandado aquí es por algo. Seguro.

- Ya lo sé. Pero es que nos podría haber dicho algo. Mis hermanas se parecen más a mis padre, ¿por qué no las mandó a ellas? - Hubo una pausa en la que James pensó un poco en todo. - Mi padre siempre dice que es muy lista, que siempre lo ha sido, quizás si le preguntamos a la Ginny de ahora sabremos porqué hemos venido aquí.

- No creo que eso sea lo principal, por ahora lo que me preocupa es cómo salir de aquí. - James se sentó en el brazo del sillón en el que estaba su esposa y comenzó a acariciar el pelo a su hija Kathleen.

- Mi padre siempre dice que mi madre tiene la facultad de hacer sentirse bien a las personas que están a su alrededor, que por eso tuvimos una infancia feliz. Que siempre puede contarle todo a mi madre porque es la que mejor le entiende de todo el mundo, mucho más que mi tío o Hermione, que siempre le ha entendido, que siempre ha sabido lo que necesitaba y siempre le ha querido, incluso durante ese tiempo y sucesos tan difíciles que hubo y que, ahora que me doy cuenta, en este tiempo están a punto de suceder. Mi padre quiere mucho a mi madre. Me parece que más de lo que ella le quiere a él, y, sin embargo, ¿los has visto aquí? Apenas se miran o hablan.

- James

- ¿Qué?

- Quizás hayas dado en el clavo, corazón. - Flora se levantó dejando a la niña en el suelo, que enseguida se fue con su hermana.

- ¿Eh?

- Piensa en eso, aquí tus padres casi ni se hablan, aunque al menos se conocen, y ¿te has fijado en los míos? Ni siquiera creo que se conozcan. Quizá por eso estamos aquí, quizá ellos se juntaron porque nosotros ya estuvimos aquí. Tiene sentido.

- No demasiado.

- Lo tiene.

- No creo que mi madre sea tan retorcida.

- Bueno, no sé.

- Esa me suena a solución muy romántica, ¿no crees?

- Bueno, pero quizás me haya equivocado al no querer decir los nombres de mis padres.

- ¡Oh, venga, cielo! No te obsesiones. Seguro que ya se conocerán y se harán novios. Si no tú no estarías aquí. Sólo es cuestión de tiempo. Además, por lo que he visto tu padre no es que sea... bueno... muy....

- Ten cuidado con lo que vas a decir, James. Es mi padre.

- ¡Hey! Jamás me metería con tu padre, pobre Neville. - dijo mientras se reía y huía del golpe de Flora.

- ¡James!

Harry notó como Neville se separaba de él y se recostaba sobre la pared cercana.

- Neville, ¿estás bien? - Neville afirmó con la cabeza. - Por eso quería que vinieras, esto también tiene que ver contigo. - Los otros tres amigos rodearon a Harry. Ginny se acercó a Neville y le puso un mano en el hombro. Harry pudo ver entonces su cara por vez primera en mucho tiempo, le agradó de cierto modo que estuviera un poco roja.

- Creo que será mejor que entremos - dijo Hermione - antes de que oigamos algo que no queramos oír. - Los demás asintieron.

Harry entró primero. James y Flora se quedaron helados. Habían hablado mucho y seguramente ellos los habían oído. Flora se volvió a sentar cuando vio entrar también a su padre.

- ¿Qué habéis oído? - preguntó James.

- Mucho - contestó Harry.

- Lo lamento.

- No, queremos saber.

- ¿El qué?

- Todo.

- Harry - dijo Hermione acercándose a él - no creo que sea bueno... - Harry la paró con un gesto de la mano.

- Hemos oído desde que una tal Linny se casó con el hijo de Malfoy, Ares, hasta ahora mismo. A partir de ahí, explicarnos lo que queráis. - Harry y James se miraron por un momento. James era más alto que Harry, no sólo por la edad, sino que parecía haber sido más alto siempre. Harry pensó que era extraño, pero luego pensó en los Weasley. En Ron y en Percy. Y no pudo evitar sonreír. James sonrió también y dijo.

- De acuerdo. - Se volvió hacia Flora que no paraba de mirar a Neville igual que éste a ella - Flora, vamos a enseñarles lo que nos dio mi madre antes de venir. - Flora lo miró muy seria.

- James, ¿estás seguro?

- Sí. ¿Lo bajas o subo yo?

- No, deja, ya subo yo. Espero que sepas lo que estás haciendo.

- Espero saberlo yo también.

Al poco tiempo, Flora volvió con varias cosas debajo del brazo, Harry reconoció algunas pero no dijo nada. Neville se había sentado en un sillón grande enfrente de la chimenea en cuanto Flora había subido por la escalera. A su lado se había sentado Hermione, tratando de hablar con él, y Ginny se había colocado detrás del sillón con las manos sobre los hombros de Neville, pero hablando poco.

- Bueno, vamos a ver que nos dio mi madre - dijo James mientras se sentaba y cogía la primera de las cosas. Flora se sentó al lado, justo entre Hermione y él. Ron se sentó en el brazo del sillón, mientras que Harry se quedó de píe detrás del sillón apoyado sobre el respaldo, igual que Ginny. Quizá tuviera miedo de acercarse demasiado.

- ¿Qué es? - habló por primera vez Neville.

- Un colgante - habló Ginny - mío. - James asintió mientras lo enseñaba a todos. Era de plata y tenía forma de corazón. Después de examinarlo todos volvieron a mirar a Ginny. - Me lo dio mi madre, me dijo que era para la primera vez que me enamorara - dijo poniéndose roja.

- ¿Lo tienes aquí? - Preguntó Harry.

- Sí, - dijo sin poder mirarle a los ojos, - está arriba.

- Entonces sabrás cómo abrirlo, porque esto nos lo dio mi madre en el último momento y no sé cómo se abre. - dijo James mientras se lo daba. Ginny lo miró un poco, sacó la varita y dijo un simple Alohomora Harry. El corazón se abrió en dos partes. A pesar de estar pasando una vergüenza enorme por decir delante de todo el mundo la contraseña que había puesto, se lo dio a James de nuevo, así que todos se pegaron a él para verlo.

- Vaya, así que era así de fácil. - James lo miraba curioso. Ahora se veían dos fotografías en dos corazones. En la de la izquierda, un Harry adulto sonreía abarcando con sus brazos a sus cuatro hijos, por aquel entonces pequeños, mientras sonreían y saludaban. En la de la derecha, los señores Weasley y los seis hermanos de Ginny sonreían en su versión pequeña. Ginny no pudo evitar fijarse en algo mientras los demás veían con ojos tiernos las fotos.

- ¡Harry! ¡No tienes la cicatriz!

- ¿Qué?

- ¡En la foto, mira la foto! - Todos se apresuraron a mirarla de nuevo, menos James y Flora. Cuando los demás hubieron comprobado que era cierto los miraron.

- Yo he sólo he visto tu cicatriz en fotos. Nunca he llegado a conocerla. - Harry lo miró sin creérselo.

- ¿Por qué?

- No lo sé. Simplemente desapareció.

La atención de todos se volvió de nuevo sobre las fotografías. James pareció darse cuenta de algo en ese momento. Alargó la mano izquierda en la cual tenía el colgante, sacó su varita y dijo.

- Mostrare imago - Acto seguido las fotografías tomaron cuerpo, se proyectaron encima de su correspondiente parte del corazón y aparecieron como dos imágenes en 3D. Ahora, no eran sólo las caras lo que podían ver, sino el cuerpo entero. Todos quedaron sorprendidos, no conocían ese hechizo.

- Es un hechizo relativamente nuevo que se hace sobre los carretes. Luego se desbloquea con este otro hechizo y se puede ver así - aclaró Flora. Ginny no pudo evitar comparar las dos fotografías. Mientras que la de su familia parecía de dentro de poco, la otra era de muchos años más adelante, mientras que la de sus hermanos todos eran pelirrojos, en la otra sólo James lo era, pero, sobre todo, mientras que la de Weasley parecía la foto de una familia pobre, como siempre había sido, la de Potter parecía la foto de una familia rica.

Harry también pareció notarlo porque miró un poco a Ron y a Ginny por si lo habían visto. Si Ron lo había visto no pareció darle mayor importancia, porque en ese momento criticaba con Hermione la cara de sus hermanos. Pero Ginny sí. Había bajado la mirada y se había entristecido. Harry, en ese momento, siguió su instinto, se acercó a ella y le acarició el pelo. Ginny levantó el rostro sorprendida.

- Parece que no nos van a ir mal las cosas, ¿no? - Preguntó Harry con una sonrisa. Realmente no esperaba respuesta, sólo quería decirla que a él le daba igual las diferencias que hubiera ahora de dinero. Tanto él como ella sabían que el dinero que tenía en ese momento Harry en Grinngots era más del que los Weasley habían tenido en toda su vida y que Harry estaría encantado de compartirlo con ellos en el momento en el que se lo pidieran.

- Bueno, pasemos a otra cosa. - James trataba de cerrar el broche pero Ginny se lo impidió.

- ¡Espera! - Todos la miraron - Bueno, es que quiero saber cuándo son esas fotos.

- Pues... en la primera creo que teníaunos ocho años, por lo que Lily - dijo señalando a la chica que estaba a la izquierda de Harry, la más alta - tendría unos catorce, Kjaila - señaló a la otra chica mayor que estaba a la derecha de Harry - unos once y Joanne - señaló a la más pequeña de los cuatro, que estaba al lado de James delante de Harry - unos seis. Y la otra no lo sé. Parece de por ahora.

- ¿Pasamos a lo siguiente? - Preguntó Flora con una caja medianamente grande en los brazos.

Todos asintieron.

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Creo que seguiré este capítulo pronto porque me he quedado a medias de lo que quería contar.

Gracias por los review, por cierto.

Para dudas, comentarios, quejas o lo que sea escribir a Jara_a4@hispavista.com Jara_A4

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