Un gran giratiempo
Capítulo 5: La familia de Ron.
James cogió la caja y la abrió, si por fuera no parecía gran cosa, por dentro tampoco era nada especial. Parecía que sólo había un reloj y una foto que se veía antigua en un marco dentro. James sacó las dos cosas. Las dejó encima de la mesa y cogió primero la foto. Miró a Flora sin comprender y se la enseñó.
- ¿Esto que hace aquí? - Flora cogió la foto y la observó por un rato. Luego se la devolvió con cara rara.
- No sé, ni siquiera sé cómo la tenía tu madre. Parece que hay más gente metida en esto. La foto es de hace mucho. - Mientras James trataba de encontrarle un significado, Ron que estaba a su lado se fijó en la foto. En ella dos niñas rubias saludaban a la cámara, una parecía mucho más mayor que la otra. Y la pequeña le era extrañamente familiar.
- ¿Quiénes son? - preguntó.
- Somos mi hermana y yo de pequeña. Pero no sé porqué está la foto ahí, ya te digo que... - no pudo terminar ya que todos se movieron hacia James para poder verla mejor y la aplastaron un poco.
- ¡Wow! Tu hermana es la mayor, ¿no?. Es muy guapa. - Dijo Harry.
- Sí, - contestó Flora empujando a Hermione de encima suyo - se llama Ismene, tiene seis años más que yo, así que en esa foto debía de tener como diecisiete o así.
- Es la mejor amiga de mi hermana. Estaba en Gryffindor con ella. Cuando estaba en Hogwarts era la más guapa. - James le pasó la foto a su mujer. Ésta se la pasó a Neville que la devoraba con la mirada.
- Las dos sois rubias - dijo finalmente.
- Sí, siempre.
- Yo soy moreno.
- Somos rubias como mi madre.
- Tu hermana estuvo en Gryffindor, ¿no? ¿Y tú?
- En Hufflepuff.
- ¿Otra oveja negra? - preguntó Ron. Flora le miró ofendida.
- Mi madre también estuvo en Hufflepuf.
- ¿Y cómo se llama? - Preguntó Neville tratando de contener el nerviosismo.
- No tientes tu suerte, papá. - Dijo Flora mientras le quitaba la foto, la dejaba encima de la mesa y le daba el reloj a James. Todos se rieron menos Flora y Neville que estaba rojo. Poco después habló por fin.
- ¿Solo dos hijas?
- Sí, nada más. - Flora no hubiera sabido describir en ese momento la cara de su padre, si de decepción o de asimilación, así que se decidió a hablar. - ¿Qué esperabas? ¿Cuatro hijos como Harry o seis hijos como Ron? - Neville la miró sorprendida.
- ¡¿Seis?! - Ron se puso rojo en ese momento. - ¡Vaya!
- Bueno, todos los Weasleys han hecho lo mismo que sus padres, de hecho Hogwarts parece una invasión de Weasleys.
- No exageres, cariño. - Trató de suavizar la cosa James.
- No exagero. Ginny cuatro, Ron seis, Fred cinco, George cuatro, Percy, bueno, Percy sólo uno, y Bill y Charlie dos cada uno. Sois un montón. No había casi ningún curso sin un Weasley. Er... - Flora decidió callarse en ese momento, la cara de los cinco chicos era un poema, todos con los ojos abiertos y sin creérselo. - y eso. - Terminó Flora.
- Bueno, - dijo Ron - al menos yo me llevo el récord. - Todos comenzaron a reír ante la ocurrencia.
James decidió pasar al reloj que también había dentro de la caja. Era un reloj de pulsera, y las agujas terminaban en pequeñas fotografías. El reloj era bastante grande, pero se veían mal las imágenes. Había siete fotografías. Tan pequeñas que casi no se distinguían. En vez de horas, en el reloj estaban escritos diferentes sitios. Casa, colegio/trabajo, con la familia, en camino, desconocido, en peligro. Seis agujas de diferentes alturas, menos dos que eran iguales, apuntaban a desconocido, la otra apuntaba a colegio.
- Esto es un reloj como el de La Madriguera pero en pequeño. Dice dónde está cada miembro de la familia. En este caso, como pertenece a mi tío Ron, está la de su familia. Lo que no sé es cómo se lo pudo quitar mi madre.
- ¿Mío? - Dijo Ron mientras lo cogía. - Wow, parece caro.
- Bueno, - dijo James - no es que te vayan muy mal las cosas como para no comprarlo. - Le quitó de nuevo el reloj de las manos. - Como no se ven bien las fotos, si os parece bien, voy a hacer el mismo hechizo de antes y así podemos verlas enteras que creo que es lo que os interesa, ¿no? - casi todos asintieron así que James hizo el mismo hechizo - mostrare imago.
Todos se acercaron un poco más a James para poder verlas. El grupo de seis parecía ahora pelearse porque se les viera a cada uno. La otra imagen, apartada del resto, parecía reñirles.
- James, mejor si los sacas de uno en uno, ¿no? - dijo Flora.
- Sí, mejor. - volvió a meter a todos en sus marcos y sacó los dos primeros, las agujas más largas que tenían el mismo tamaño. - Estos son Harry y Jonhe - Los dos chicos de las fotografías saludaban rápidamente. - Son mellizos, así que no se parecen en nada. - Todos miraron más detenidamente las dos imágenes. Las dos parecían altas y delgadas. Una tenía el pelo rizado y pelirrojo muy claro, corto, tenía una gran sonrisa y saludaba a todos. Vestía una túnica larga verde abierta con ribetes dorados. La figura que estaba a su lado tenía el pelo liso y rubio, con un tono pelirrojo, también corto, con pecas, y también sonreía a todos saludando. Su aspecto era extraño ya que sobre una túnica verde sin abrir llevaba un jersey marrón de cuello alto muggle.
- ¡Que raro es éste! ¿Quién es? - Preguntó Ginny.
- Es Jonhe. Bueno, a veces visten como muggles, es normal cuando su madre es hija de muggles. - Todos parecieron meditar, pero Neville notó como Hermione dio un pequeño respingo al lado suyo.
- El otro, supongo, es Harry. - Dijo el propio Harry, mirando a su ahijado, que, extrañamente, parecía tener los mismos desordenados pelos que él.
- Sí, - contestó Flora - pero estas fotos son actuales, o de hace poco. Por eso parecen ya mayores.
- Sí, mi tío debe de ir cambiándolas poco a poco. Harry es tu ahijado, Harry, y Jonhe es ahijado de Dumbledore.
- ¡¿De Dumbledore?! - Dijeron todos excepto James y Flora al tiempo.
- Sí, - contestó Flora - ¿por qué les sorprende tanto?
- Bueno, no es que alguna vez pensara en tener a mi director como padrino de mi hijo, la verdad. - Ron parecía meditar la situación mientras trataba de ver mejor las imágenes.
- Quien sabe las de cosas que os van a pasar para tomar esa decisión - Reflexionó James mientras metía de nuevo a Harry y Jonhe en sus marcos.
- Ahora, se supone que vosotros lo sabéis, James. - Hermione habló por primera vez en mucho tiempo.
- Hermione, falta aún mucho para que yo nazca. No sé todo lo que pasó. Sé que pasaron cosas terribles, pero también sé que todos las superasteis porque estáis en el futuro.
Los cinco reflexionaron un momento mientras James sacaba la siguiente figura de su marco.
- ¿Tan grave fue? - dijo por fin Hermione.
- Ahora lo estudiamos en los libros de historia. - Hermione lo miró asustada, si salía en los libros debía ser verdaderamente importante. Flora pasó un brazo por encima de los hombros de Hermione, lo que tranquilizó a la chica. Ginny apoyó su barbilla en la cabeza de Hermione mientras la rodeaba con sus brazos. Todo parecía que no había hecho más que empezar. A esas alturas, Voldemort tenía más poder y todos le temían. Nadie negaba ya su vuelta, y todos volvían a temer su nombre. Harry y todos los que le rodeaban vivían en constante peligro. Ya había sido atacado varias veces y todo Hogwarts tenía una protección extra. La familia Weasley y la Granger tenían protección extra también. Toda seguridad era poca, y los hechizos en contra de las artes oscuras se multiplicaban cada día a la vez que aumentaban las maldiciones.
Neville también se acerco a Hermione y la miró con preocupación, sin decir nada. Incluso Ron parecía más abatido ahora. Harry no sabía que podía decir para mejorar las cosas. Sus amigos estaban tristes y su hijo y su esposa no se atrevían a decir nada. Miró a cada uno de sus amigos. Ron, Hermione, Neville, Ginny. Todos tenían una expresión parecida. Harry se quedó mirando a Ginny, que aún conservaba su cabeza sobre la de Hermione. Sabía que iba a ser duro, toda la época que se les avecinaba, pero si él iba a acabar casado con Ginny y con cuatro hijos, ¿no iba a merecer la pena? ¿por qué estaban sus amigos tan deprimidos? Aunque ahora que lo pensaba no habían dicho nada de Hermione, o de los demás. Sólo de él, de Ron, de Ginny, de Neville y de Draco. Entendió entonces la desazón de los demás. Que ellos estuvieran vivos no quiere decir que los demás lo estuvieran. Ni que todo fuera tan bello como James parecía ponerlo. Volvió a fijar la vista en Ginny que en ese momento giraba la cabeza para apoyar su mejilla contra el pelo de Hermione. Viendo su dulce cara triste comprendió muchas cosas que hasta entonces creyó no comprender. Todo su mundo se vendría abajo si les pasaba algo a ellos. Se acercó a Ginny y puso una mano en su espalda, donde llegaba el pelo, ella levantó la cara para verle sorprendida. Harry se acercó más y la abrazó. Era un abrazo de verdad, no como el de ayer que fue por casualidad. Este lo estaba dando Harry porque que quería, y era la primera vez que Harry recordaba dar un abrazo a alguien. Ginny se agarró fuertemente a Harry y comenzó a sollozar apoyando la cabeza en su pecho.
James miraba disimuladamente a sus padres mientras una especie de melancolía le invadía. Volvió su cara y miró de nuevo el reloj. Una tercera fotografía, de un hombre, igual de alta y delgada que las demás, pero esta vez moreno y con el pelo corto, les miraba curiosos. Llevaba una túnica verde oscura con un cuello blanco y un cinturón doble marrón. Parecía sorprendido de la situación.
- Sigamos - habló James - parece que aquí quieren continuar. - La imagen ahora sonreía y saludaba a todos. Hermione pareció despertar.
- ¡Wow! ¿Este quien es?
- Es Marem. La oveja negra de la familia. - James comenzó a reírse en cuanto a su ocurrencia. Sin embargo Ron lo miraba enfadado.
- ¿Por qué oveja negra?
- Bueno, todo el mundo se extrañó de que no fuera a Slytherin cuando entró en Hogwarts. - Los cinco amigos se miraron sorprendidos - y digamos que durante toda la vida os estará dando sorpresas. - Ron lo miraba curioso - Y no sólo vas a tener una hija que vaya a tener algo que ver con un Malfoy. - Ron en ese momento pareció recordar lo sucedido antes en el comedor y se enfadó de nuevo. - Draco tiene tres hijos, dos hijas y un hijo, el pequeño. La mayor, Aracne, es pelirroja, cuiriosamente, la segunda, Circe, morena, como su madre, y luego Ares, rubio, como su padre, y se parece mucho a él, la verdad, tiene mi edad.
- Pues el chico está muy bueno - dijo Hermione sorprendiendo a todos.
- ¡¿Cómo?! - a Ron se le había pasado se enfado de golpe.
- Que... es muy mono, ¿no? - Hermione miró a Ginny en busca de ayuda. Ésta había soltado ya a Harry y se había apoyado de nuevo en el sillón, con Harry muy cerca de ella con un brazo por encima de su espalda.
- Sí, está muy bien. Pero no puedo opinar, es mi sobrino.
- Bueno, ya vale las dos - cortó Ron - a ver, el siguiente. -. James miró divertido a Ron pero hizo lo que le pedía. Metió esa imagen y sacó otra imagen. La siguiente imagen era otro hombre, éste de nuevo era pelirrojo claro tirando a rubio, con el pelo rizado pero largo, llevaba una túnica abierta roja con ribetes dorados debajo llevaba otra túnica blanca. Todo lo llevaba atado con un extraño cordón. Les miraba y sonreía con unos dientes enormes. Era extrañamente similar al primero de los chicos.
- Éste es Nerios. Se parece mucho a Harry, ¿verdad?. - Todos se acercaron para comprobarlo.
- ¡Qué túnica más rara! - dijo Ginny mirando el conjunto.
- Última moda, como ya os he dicho las fotos son de hace poco.
- ¿Los cuatro chicos van seguidos? - preguntó curiosa Hermione.
- Sí, ahora vienen las dos niñas. - James guardó la imagen e hizo salir a la quinta. Una mujer pelirroja oscuro les saludaba sonriente mientras miraba a todos. Llevaba el pelo cortado a capas, la parte más larga no le alcanzaba los hombros. Iba vestida con una túnica roja y encima llevaba una túnica abierta azul transparente. También se la veía alta y delgada. - Ésta es Linny. - Automáticamente todos miraron a Ron. Éste se acercó aún más a ver la imagen. Ése era el nombre que James había dicho que era la hija que se iba a casar con el hijo Malfoy. Nunca se había imaginado demasiado a sus hijos, pero tampoco había pensado que pudiera ser así. Apartó la mirada un poco resentido.
- Pues no parece mala chica.
- No, Ron, no lo es. Es muy dulce, menos cuando se enfada, porque tiene mucho carácter, el mismo que su madre. Yo siempre he estado con ella porque tenemos la misma edad. Y, a pesar de estar en casas diferentes, siempre hemos estado juntos.
- Por eso a James le fastidió tanto que saliera con un Malfoy. - Dijo Flora mientras le sacaba la lengua.
- Bueno, dejemos ya el tema. A ver, preséntame a mi última hija. - James volvió de nuevo a guardar la imagen y a sacar la siguiente. Una mujer alta, más ancha que la anterior, les miraba con expresión divertida. Tenía el pelo castaño, casi pelirrojo y muy largo. También llevaba un túnica de color rojo, pero encima llevaba una chaqueta muggle atada de color azul.
- Es muy guapa también. - Hermione trataba de quitarle peso a lo que había dicho antes. Ron la miró y sonrió afirmativamente. Hermione no pudo evitar sonrojarse un poco.
- Sí, no parece hija de mi hermano. - Ginny hizo que con ese comentario todos se rieran.
- Sí, Sziara de pequeña no era gran cosa, pero de repente creció y se puso muy guapa. Ahora la tenemos que alejar de los chicos, para buscarle uno bueno. - Ron miró a James con cara aprobatoria, mientras Harry lo miraba con preocupación. Parecía que James había sacado más de los Weasley de lo que él hubiera querido. Mientras tanto James había guardado la imagen e inspiró profundamente a continuación. Miró después a su mujer para buscar aprobación. Ésta asintió, aunque no muy convencida.
- ¿Vais a enseñarnos la que queda? - dijo Hermione casi en un susurro.
- Sí - contestó James - si mi madre me lo ha dado es porque quiere que lo veáis entero, lo siento.
- Espera, espera - Ron acababa de caer lo que eso significaba - ¿cuál es la que queda?
- La de tu mujer. Mostrare imago. - Una mujer adulta, que debía pasar los sesenta los miraba sorprendida y asustada, pero parecía al mismo tiempo feliz y terminó por saludarlos a todos. Llevaba una túnica larga azul, con un chaqueta también azul, no sabían si muggle o no, a la que se agarraba tratando de taparse como si tuviera frío. Llevaba el pelo castaño recogido en una media coleta, de la que el pelo parecía querer escapar.
Ron arrebató a James el reloj y se lo acercó aún más. Mientras Hermione se hundía en su asiento. Neville tocó su brazo como pidiendo que reaccionara mientras miraba a su hija que le devolvía la mirada. Ginny no podía abrir más los ojos, mientras se incorporaba un poco del respaldo del sillón. Harry simplemente se acercó un poco más a ella mientras decía
- ¡Vaya! Parece que todo lo que quería se está haciendo hoy realidad. - Todos le oyeron, pero salvo Ginny, que se dio la vuelta y le miró sorprendida, mientras él sonreía, nadie hizo o dijo nada. Y es que a esas alturas ninguno podía negar que aquella imagen, a pesar de los años que se veían en ella, era Hermione.
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Gracias por los review, por cierto.
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