Las nubes de color plomizo que habían aparecido nuevamente sobre el cielo
daban un toque lúgubre a las montañas bañadas por el sol
del atardecer que Hareth contemplaba con el corazón en un puño.
Al pie de la blanca torre de Ecthelion esperaba tras la intensa búsqueda que había resultado en fracaso. Eldarion le había dicho que le esperara en aquel lugar antes que el sol se ocultara, pero aún no había aparecido, y la ansiedad empezaba a hacerse presa de ella.
- ¡Hareth!
La muchacha se giró y observó al príncipe correr, jadeando de cansancio.
- ¿Lo has encontrado?- inquirió aún antes de que llegara hasta ella.
Eldarion negó con la cabeza y Hareth dejó caer los brazos que había mantenido en alto, con los puños cerrados.
- He registrado palmo a palmo toda la ciudad pero nadie le ha visto.- le informó él.
- Pero no ha podido desaparecer de pronto.
- Pues entonces sabe como esconderse.
La joven se mordió el labio, sin saber que decir o hacer. Se hallaban en punto muerto.
- Vamos, seguiremos buscando- dijo el príncipe- Lo encontraremos, no te preocupes.
Ella asintió y de nuevo Eldarion echó a correr calle abajo.
- ¿Dónde podrá estar?- se preguntó Hareth, alzando la cabeza hacia el cielo.
Observó la bandera blanca que ondeaba en lo más alto de la torre.
- Quizás…
Sin pensarlo dos veces entró en la torre y marchó con gran rapidez por las largas escaleras hasta el último de los pisos de libre acceso, donde se abrían varios arcos que permitían contemplar un hermoso paisaje de la ciudad.
- Es una vista preciosa- dijo al asomarse al alfeizar - pero desde esta altura no podría distinguirlo.
Bajó la cabeza con desilusión, de nuevo se había quedado como al principio. En ese momento el último rayo de luz desapareció y la ciudad brilló con las lámparas de las calles, en medio de aquella noche teñida de azul.
- ¿Dónde donde?- se preguntó de nuevo en voz alta.- Vamos…
De pronto alzó la vista hacia las estrellas y gritó.
- ¡Vamos! ¡ayudadme! ¡decidme dónde está!
Pero las estrellas titilaban como siempre, sin cambios, sin ninguna señal para leer en ellas.
- Vamos…- pidió apretando los puños- por favor…Eärendil, tu que navegas por los cielos, ayúdame…solo necesito una pequeña señal…solo eso.
Y de pronto le pareció como si la hermosa estrella de la tarde brillara con más fuerza. Pero ¿qué querría significar aquello? Y fue entonces cuando bajo el astro, se fijó en el río que brillaba a lo lejos y en sus orillas las sombras de la derruida Osgiliath.
- ¡Eso es!- exclamó- ¡La ciudadela de las estrellas!
Y sin perder un segundo, Hareth se precipitó escaleras abajo, corrió a través de los siete niveles de la ciudad sin detenerse un instante y al llegar a las grandes puertas tomó un caballo de los establos y salió a galope a través de la gran llanura.
*
La noche era ya profunda cuando Hareth llegó a la orilla oeste del Anduin,
los fríos muros de piedra le dieron la bienvenida, pero el caballo, nervioso
en semejante lugar no parecía querer acercarse demasiado.
- Muy bien- suspiró la muchacha, desmontando.- Quédate aquí y no te muevas.
Apenas había cruzado uno de los muros, un débil resplandor llamó su atención. A medida que avanzaba logró distinguir el olor de la madera quemada y el sonido de suaves pasos. Se deslizó en silencio entre las piedras, recordando que era la segunda vez en su vida que se colaba en aquel lugar durante la noche.
- ¿Será él?- se preguntó al advertir una sombra deslizándose junto a una hoguera.
Dio un paso y asomó la cabeza tras la hiedra que colgaba del muro. Su mirada se posó en un amasijo de telas que se movía, y confirmó para su pesar, que lo que había imaginado era cierto. Un bebé que asomaba sus brazos entre los paños que lo rodeaban y un joven que atareado entre cuencos humeantes entonaba alguna clase de cántico de letra olvidada, resultaba aunque menos, extraño, por no decir alarmante.
Finalmente, Hareth tomó aliento y apretó los puños, dispuesta a terminar con toda aquella locura. Salió de su escondite y se precipitó con tal fuerza hacia el joven de capa oscura que lo derribó, haciendo volcar varios de los cuencos que derramaron su humeante y fragante contenido.
- ¡¿Qué demonios…- exclamó con un grito de sorpresa y dolor por el impacto.
Hareth que había tomado demasiado impulso cayendo sobre él, permaneció inmóvil al verle el rostro tornado en una mueca dolorida.
- Lo sabía…Elboron, estás loco.- murmuró.
- ¡¿Hareth?!- exclamó el joven al reconocerla.
- ¡Deberías avergonzarte!- le reprendió ella- ¿Cómo eres capaz de esto? ¿Es que has perdido el juicio?
Elboron se removió. – Quítate de encima ¿Qué te crees que haces lanzándote así encima de la gente?
- No pienso moverme- respondió Hareth con firmeza.
- Muévete, vamos- exclamó él, empujándola y haciéndola a un lado.
El bebé que hasta el momento había permanecido tranquilo, comenzó a llorar, y la muchacha corrió a su lado y lo tomó en brazos.
- Deja al niño, vas a hacer que llore aun más- dijo Elboron.
Hareth lo arrulló unos segundos y pronto el pequeño dejó a un lado su llanto para mostrarle a la joven una mirada de curiosidad.
- Pobrecillo, debes estar asustado- murmuró ella.
- Vamos, deja a ese niño- repitió él de nuevo.
- ¡No pienso soltarlo!- respondió con furia- ¿cómo puedes ser capaz? ¡si solo es un bebé!
- ¿Ser capaz de qué? ¿Se puede saber de qué hablas? Y por cierto ¿qué haces tú aquí?
- ¡Detenerte por supuesto! Y gracias a los dioses que te encontré a tiempo y el niño está a salvo.
- ¿A salvo? – repitió Elboron visiblemente trastornado.- Deja de decir estupideces y lárgate ya, por tu culpa tendré que empezar de nuevo.
- ¡Despierta de una vez!- gritó Hareth- por mucho ritual que hagas no conseguirás ni poder ni sabiduría ¡es una estupidez!
- ¡Cállate!- exclamó él- Si tú has hecho esas pociones yo también lo conseguiré ¡y no serás tú quien me lo impida!
La muchacha apretó al niño en su pecho, asustada.
- No lo comprendo ¿Qué no tienes bastante con lo que posees que
aun deseas más?
- ¡Yo no tengo nada!- replicó él, irritado- Nada…porque no puedo proteger a nadie.
Hareth se mostró extrañada - ¿Proteger?
Elboron bajó la cabeza, como si un gran peso se hubiera instalado en
sus hombros.
- ¿Sabes por qué Bergil se marchó hace dos meses sin dar
explicaciones?
Aquella pregunta la tomó por sorpresa, ¿qué tendría que ver Bergil con lo que sucedía en ese instante? Aun así, ella negó con la cabeza, animándolo a continuar.
- Mi padre necesitaba a uno de sus mejores guerreros para escoltar a mi madre.- respondió.
- ¿Por qué? Tú madre sabe defenderse muy bie…- la joven no terminó la frase, Elboron parecía estar reprimiendo las lágrimas con gran esfuerzo y se mordía el labio hasta dejarlo morado.
De pronto, alzó la cabeza y la miró fijamente - Hace dos meses alguien intentó matar a mi madre.
- ¡¿Qué?!- gritó Hareth.
No podía creer que alguien hubiera hecho algo así, para ella la dama Eowyn era la mejor persona del mundo y no veía motivos para que nadie le deseara algún mal.
- No consiguieron atraparle- continuó él, apretando los puños-
pero…yo lo haré, le
encontraré donde quiera que se esconda y le arrancaré la piel
a tiras.
Fue entonces cuando Hareth suavizó su expresión, comprendiendo lo que sucedía, en su desesperación por no poder ayudar a su madre, Elboron había intentado el método más arriesgado y menos ortodoxo: la magia.
- Comprendo como te sientes- habló la muchacha- pero eso no es excusa para secuestrar un niño y hacerle daño ¿qué crees qué diría tu madre si lo supiera?, además este tipo de magia dudo mucho que funcione, al fin y al cabo, no todo lo que dice en ese libro es cierto.
Él bajó la cabeza, y tras largos segundos suspiró.- Quizás tengas razón.
Ella sonrió, parecía que de nuevo había recobrado la cordura.
-Pero, ¿por qué dices que voy a hacerle daño al niño? ¿Por qué clase de animal me has tomado?- dijo el joven.
- Pero si lo decía muy claro en la hoja que arrancaste del libro, sangre de un niño de seis lunas de edad… argh- exclamó Hareth, poniendo una mueca de disgusto.
Elboron hizo un gesto divertido.
- Tienes muy mala memoria, decía sangre de conejo y tres cabellos de niño de seis lunas de edad.
- ¿De verdad?- replicó ella, poniendo rostro pensativo.
- Míralo tú misma ¡por los Valar, Hareth! ¿por quién me has tomado?
- Vaya, quizás exageré un poco…aunque aun así, has hecho algo horrible al llevarte este niño de su casa, su madre debe estar destrozada.
- Lo sé, y pensaba devolverlo…yo lamento haber…
Pero el joven no pudo acabar su disculpa pues sus ojos se cerraron de pronto, y su cuerpo cayó en redondo al suelo, ante la mirada horrorizada de Hareth.
- ¡Elboron!- gritó, corriendo a su lado, aun con el bebé en los brazos.
- Tranquila, él está bien.
La joven alzó la cabeza y descubrió a Eldarion, en pie ante ella.
- ¿Qué le has hecho? ¿Y cómo has sabido donde estaba?
- Fácil, te vi cabalgar hacia el río y sospeché a donde te dirigías, y en cuanto a él…bueno, solo fue un golpe.
- ¿Solo un golpe? Eldarion ¡se ha desmayado!
- Es más blando de lo que creí- comentó el príncipe agachándose a su lado.
- ¿Qué le sucede hoy a todo el mundo que no hacen más que estupideces?- se preguntó Hareth.
Eldarion dio un par de palmadas en las mejillas de su amigo, y al ver que este no reaccionaba, tomó el brazo inerte pasándolo tras su cuello para levantar el cuerpo del joven.
- ¿Estás seguro de que no le pegaste demasiado fuerte?- dijo la muchacha con gesto preocupado.
- No, ya nos hemos peleado así antes- sonrió el príncipe- Además no pienso dejarte viuda antes de tiempo.
Hareth frunció el ceño - ¿Qué insinúas?... Mejor no me lo digas, vamos, tenemos que devolver a este pequeño a su casa.
- Vaya líos en los que te metes Elboron- dijo Eldarion a su inconsciente amigo.
- No puede oírte- le recordó ella.
- Ya deja de preocuparte, tu amorcito está bien.
- ¡Cierra el pico! No se de donde sacas esas estúpidas ideas ¡por los Valar que me largaré de esta ciudad de locos en cuanto pueda!
Y con el rostro contraído por el enojo echó a caminar a grandes zancadas mientras el príncipe, sin poder reprimir una risita nerviosa, la seguía, arrastrando con su amigo de nuevo a casa.
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Weno, no se que tal me habra quedado asi ke espero opiniones ^^, pero aun no
se acaba esto claro jeje quizas un capi mas o dos ¡asi ke dejenme un lindo
review por fi!!!!! ^^
