Pokemon Lazos de Nuestro Mundo Chapter 50: 46: ¡Atrápenlo!, a pokémon fanfic

I. Las Bases de su Fuerza.

/JOHTO/ESTE/BASE SECRETA/NOCHE/

En aquel lugar donde se situaba Zeke, se encontraba el cazador mientras tecleaba en una gran computadora al ritmo de la música del fondo. Un espectáculo de luces alumbraba el oscuro lugar viniendo de una clase de lámpara giraba un foco con varios colores distintos y se mantenían girando junto al ritmo de una melodiosa instrumental de un pacífico piano junto al sonido de una guitarra y violín que le acompañaban.

Zeke veía sorprendido los datos que había reunido desde que God y él se enfrentaron en la cueva. El resultado final no era el esperado, pero aún con eso pudo obtener suficiente información del extraño charmeleon y su extraña metamorfosis.

– Nota número 3, proyecto Monstruo Rojo. – Zeke se hablaba así mismo mientras una clase de máquina grababa lo que decía. – Desde el día que me avisaron de que alguien que parecía un monstruo había vencido a las ratas que eran mis minions como para dejarlos con aquel miedo en sus rostros. Me imaginaba que alguien o algo extraordinario estarían afuera, y el ver como los venció de tal manera tan sencilla aun cuando usaban mis mejores pokemon me mostró que era algo más que temer. Creía que era el blanco que había estado esperando. –

El cazador con los pies encima del escritorio y con la mirada en techo lanzaba y atrapaba una pelota en una manopla de baseball. Tenía huecos, y estaba muy usada, pero aun así la utilizaba mientras la tiraba y la atrapaba en el aire.

– Fue mi decepción al ver que solo se trataba de un niño con pokemon raros. Considerando primero al pirómano de antes, creía que sería alguien a quien buscarle provecho. Me sentí estafado, pero el que tuviera dos valiosos variocolor en su equipo me emocionó al ver mi presa en la boca del lobo y con eso llegue a la hipótesis de que solo otro niño rico berrinchudo más con pokemon que no necesitaba. –

Zeke veía los datos en la gran pantalla enfrente de él, reviviendo ese mal recuerdo en su cabeza.

– No fue lo que esperaba. Termine siendo yo quien la cago sin querer queriendo. Por la emoción terminé por pedir un Terratemblor y destruimos el edificio. – Zeke estaba fastidiado mientras seguía la bitácora, pero debía dejar claro esa información. – De cualquier forma puede decir que se salvó por muy poco. El primer combate que tuve con él lo subestime un poco al ver que era un novato y que yo tenía completa ventaja. Poco a poco me mostró que era un hueso duro de roer. –

Memorias venían a su cabeza recordando aquella sensación. Un combate que le daba un sabor agridulce cuando lo recordaba. Uno donde estaba en ventaja, y aun así había perdido. No obstante, eso no le molestaba. Solamente fue la mecha de su interés en todo ese tiempo.

— Velocidad y agilidad sorprendente, reflejos filosos y flexibles, adaptabilidad a la situación inmediata, y supervivencia casi nata. Esa ratita cuqui es de otro mundo. No es posible que algo de ese nivel pueda actuar así. Al menos que tenga sus datos completos no puedo dar cuenta de ello. –

La forma en que luchaba estaba metida en su cabeza. No solo había vencido a su Ónix aun con la ventaja de tipo e incluso invulnerabilidad a ataques eléctricos. A su cabeza venia ese recuerdo. Aquel movimiento

Imagínense vivir en un cuarto oscuro donde apenas entra luz, donde todo parece ser acorde a lo que uno ve. Ese era el mundo para todos, y las noticias globales mostraban a jóvenes con talento bajo el manto de La Asociación global de entrenadores más conocida como La Liga. Entrenadores fueron reconocidos como figuras importantes, y para ello formaron una meta a quien alcanzar. La Era de Piedra formo los cimientos y personas extraordinarias se formaron.

Profesor Oak, Domadragones Lance, Profesor Ébano, Trotamundos Alder, Geólogo Steven Stone, Arqueóloga Cinthia, Actriz Dianta, y los dos entrenadores que rompieron el molde; Green el entrenador definitivo, y Red el peleador definitivo. Personas con contacto, o algunos con talentos para ser reconocidos a nivel global se le dieron un título único en su región. Son llamados Campeones, y son la meta a superar para muchos. Ese era el mundo que La Liga había formado, hasta que los anos pasaron y nuevos entrenadores aparecían para escribir sus nombres en la historia. Entrenadores más jóvenes y talentosos salían, y se convertían en leyendas. Entre ellas estaba la estrella de la región, el criador definitivo, Gold Eco. El mundo se abrió al conocimiento que estos tenían, y de ahí se formó una nueva base. Los antiguos se mantenían fuertes, y los jóvenes avanzaban y aprendían más de ello para superarlos, pero todo tenía un límite. Esa era la base en que el cuarto oscuro se formaba. Cuando ya ha visto todo, solo le queda ver la nada. O eso era lo que todos creían.

De repente aparecían personas que como una bola de demolición rompían uno de esos muros, y dejaban la luz entrar. Talentos que en los últimos anos aparecieron y destronaron la Era Dorada y Plateada. Sonato, Epsilon, Percival, Soraya, Neil, Prince, Virago, La llegada de gente que rompía ese molde era aquello que llamaba la atención del mundo. La diferencia entre eras era abismal, y poco a poco el mundo se acostumbró a esta nueva generación que estaba surgiendo. Zeke reconocía eso como si un nido de monstruos se hubiera formado

Gente reconocida como extraordinarios a tal punto que no reconocerían que eran personas normales como los campeones en el pasado. Era algo normal el querer separarlos y hacerlos ver como fenómenos inalcanzables para que uno mismo se sienta mejor. Era la misma definición de mediocridad pura y conformismo. Por tal motivo conseguían otro nombre aparte del civil, un nombre de entrenador que debían hacerlo crecer con méritos y fama, y las clases fueron formadas en rangos para animar la competividad en las nuevas generaciones.

Se puede decir que se dividen entre clases.

La primera era la tercera clase donde todos comenzaban. La Clase Standard con una ganancia de alrededor de 10,000 créditos anuales, y combates a nivel estatal.

Comenzando del rango G al F habría alrededor de 100,000 entrenadores conocidos como novatos y escribiéndose nuevos cada día. Podrían alcanza entre una hasta tres medallas de gimnasio.

Entre el rango F al E habrían unos 50,000 que era conocidos como mediones o mediocres en cuanto al competitivo.

Luego estaba la segunda clase donde se encontraban los entrenadores ya experimentados. La Clase Súper con una ganancia alrededor de entre 50,000 hasta 75,000 créditos anuales, y combates a nivel nacional.

Entre el rang estaban unos veinticinco mil entrenadores reconocidos como prometedores. El promedio debería llegar a obtener entre cinco a siete medallas, y competir a nivel estatal.

Luego estaba la primera clase donde estaban los entrenadores con el potencial de ser proclamados campeones o líderes de gimnasio. La Clase Ultra con una ganancia entre 96,000 créditos y 120,000 créditos anuales, con combates a nivel regional.

Entre el rango C al B habrían alrededor de unos cien mil, y ya son reconocidos para ser aceptados por compañías y patrocinadores. El promedio debería obtener ochos medallas hasta incluso competir a nivel regional y desafiar la Liga regional.

Entre el rango B al A habrían unos mil entrenadores, reconocidos como entrenadores de elite. El promedio debería ser capaz de enfrentarse en a un líder de gimnasio o Alto Mando con su equipo más fuerte. Es muy variable el promedio entre estos, pero se reconoce que la mayoría podría llegar a participar en la Liga profesional e incluso desafiar a los campeones.

Para terminar, estaba la clase profesional donde se encontraban entrenadores capaces de estar a la par con campeones regionales. La Clase Maestra con una ganancia alrededor de 300,000 a 1, 00,000 créditos anuales, y competir a nivel continental y mundial.

Entre el rang estaban alrededor de unos cincuenta entrenadores. Reconocidos por hazañas hasta místicas. Por encima de los entrenadores, estos son reconocidos como Leyendas. El peldaño que todo entrenador apenas podría sonar en alcanzar. Lo último que recordaba Zeke era los cuantos ceros tenían su pago anual por mantenerse en una región. No se reconoce mucho al ser muy reservado y confidencial toda su información por presión de La Liga debido a las intenciones de monopolización de talentos de cada gran compañía patrocinadora, pero se les reconoce por ser considerados el Pináculo de la Humanidad.

El mundo era enorme, pero todos se habían formado alrededor de esa generación de entrenadores extraordinarios. Ese era lo que parecía hacerlos resaltar como incalmables para todo el mundo. Con estar ente un rango A o B, hasta incluso un rango C podría ser suficiente para muchos en cuanto a la ganancia económica y el prestigio que pueden otorgar. No obstante, Zeke se sentía que estaba un paso adelante a muchos otros. El motivo era simple, el había recibido el apoyo de uno de esos extraordinarios fenómenos en sus primeros años viajando por su cuenta. El que haya atrapado a su mejor carta, el Onix variocolor, lo dejaba en un lugar superior a los novatos, y fue una oportunidad.

¿Cuándo fue que se había conformado con solo estar ahí? ¿Por qué motivo pensó que eso era lo que podía hacer? Era lógico al no tener ni el conocimiento ni el apoyo de ningún patrocinador o tener a alguien que lo guiara. Todo lo hizo por su cuenta, y por eso se había conformado cuando ya estaba cómodo. Zeke se preguntaba cuanto tiempo fue que decidió experimentar construyendo máquinas y artefactos a su gusto.

Se había conformado, hasta que un día vio otra chispa de vida para él. Peligroso como el incendio, apareció y dio media vuelta a Ciudad Malva. Zeke por su parte tomo parte del pastel mientras esto pasaba, y gracias a ese entrenador pirómano llego a tener más cosas interesantes. Aun así, se sintió frustrado cuando se le escapó de las manos, pero cuando apareció otro fenómeno de la nada, parecía una señal casi divina.

Si Zeke creyera en un algún dios, entonces creería que este le hubiera lanzado una señal tan clara y directa como una piedra al ojo. Ese había sido su boleto. Zeke sentía que estaría estancado de no haber seguido ese deseo de ver más de ese brillo casi estelar. Era irónico que la imagen de un entrenador con un pikachu ahora sea un boleto a esa luz que tanto quería hacer suya. Gracias a otro tuvo la oportunidad y obtuvo una mejora con su nuevo conocimiento. Gracias a eso llego a un nuevo nivel. Por así decirlo, mientras más estaba cerca más podía aspirar a aprender. Zeke quería quedarse cerca de esa luz para aprender de ella, pero…

— Lo peor fue que el bastardo me terminó salvando y para colmo terminé devolviéndole el favor en las Ruinas Alfa al intentar capturar al Suicune e indirectamente salvar al futuro harem de ese enano. – Zeke volvía a la realidad. – Aun no entiendo por qué pero las Ultraballs no solo fallaban sino que explotaban con solo tocarlo y Destiny no me explicó diciendo que es confidencial. –

Recordaba esa sensación de peligro, y eso le molestaba cuando lo dejaron fuera.

– Ese maldito enano de anteojos me noqueo con una piedra y no pude verlo, pero Don Destiny me dijo que God todo berzerker le había partido la mandarina a Suicune y lo había atrapado. – si ya le veía un tanto difícil el vencerle para llevarme sus pokemon pues ahora sería imposible con un legendario en su equipo. Luego supe que el enano había liberado al Suicune, fue bueno y estúpido a la vez así que me dediqué a estudiar el cómo lo hizo para vencerle y llevarme sus variocolor. –

Los datos en la pantalla se empezaban a cargar mientras una simulación empezaba a circular. Eran sus pokemon contra los de God y solo tenía la mitad de su atención en ella continuando con el relato.

– Eso no tiene sentido alguno, no puede ser que en solo unos meses haya podido llegar a enfrentarse a un legendario. Con los datos que Don Destiny me dio del enano, cree la estrategia perfecta para deshacerme de él pero de alguna forma uso mis feelings en mi contra y terminé ayudándoles a acabar una guerra civil pokemon y vencí a un pokemon endemoniado. Con ello atrape varios pokemon muy interesantes y terminé viajando por el momento con el enano, la tetuda dandere y una ratona de Biblioteca que me tiene en la mira. –

Al observar la simulación veía cómo iba ganando con un 56% y God iba perdiendo con un 54% habiendo perdido a Beedrill. Zeke veía con seriedad cómo tanto Rayo y Discharger eran las mayores cartas que se debía cuidar, a Onix ya le costaba vencer al Pikachu con su increíble velocidad y ahora con Discharger que aún con la ventaja del sitio y de tipo pudo superarle con esfuerzo, sin contar dos detalles en la batalla.

– F-00, ven acá. –

Levantando la mirada llamó hacía otro lado donde una pantalla HD se apagó, de ahí entonces Zeke vio venir al pequeño. F–00 era un robot hecho por él mismo a una temprana edad y que ha ido mejorando hasta hacerlo uno de sus orgullos personales, a decir verdad era como tener un hermanito obediente y lo único que necesitaba era darle un mantenimiento cada dos meses. Al llegar el pequeño robot de no más de 60 centímetros le saludo amablemente y en la pantalla en forma de óvalo el pequeño le mostraba una sonrisa al ver que le necesitaba.

– Transfiere la compilación de combates "Cueva Unión" en la pantalla, por favor. –

El pequeño robot emocionado corrió a un ritmo lento hacia la pantalla HD de hace un momento donde el pequeño estaba viendo televisión y extendiendo su dedo sacó un cable y transformo uno de sus tres dedos en un pedrive insertando en el puerto USB. Así con su otra mano preparó todo mientras Zeke solo saltó por encima de un largo sofá negro y se sentó listo para ver con atención el video.

– Reproduce la parte final, cuando el Charmeleon soltó aquel resplandor de su garra metal. – El pequeño robot acató el pedido y colocó el justo momento en donde la luz empezó a brillar, Zeke quería ver con más detalle aquel ataque. – Según recuerdo, el charmeleon tiene cuatro movimientos; nitrocarga, garra metal, sustituto y un miserable lanzallamas. Ninguno de los esos movimientos es capaz de soltar una luz como esa y mucho menos el poder lanzar así a Onix varios metros. –

En eso con el control de una tableta detuvo el video e hizo zoom en el momento antes de que apareciera aquel brillo. Notó que tanto God como charmeleon estaban en la misma pose como si estuvieran sincronizados, y que en un momento a otro notó como la onda expansiva salió de la mano del charmeleon.

– Ese bastardo, entonces eso fue lo que pasó. – Zeke veía molesto al fin entendiendo lo que había pasado. El pequeño robot no entendía bien lo que pasaba y solo veía curioso a aquel chico en el video. – Luego de recibir esa cosa Onix recibió todo el daño, debe de tratarse de un vacío eléctrico en el que al hacer contacto lo mando a volar por lo que atacar con Doble Filo se ha hecho más difícil. Solo lo han mostrado con charmeleon así que supongo que es algo para compensar la falta de ataque especial. –

– (=/) – El robot se quedó viendo a su creador mientras ponía este emoji en su pantalla que tenía como cara.

– En lo que he visto el charmeleon ha perdido la habilidad de lanzar fuego por su boca. Trate de analizarlo más con la información de Destiny y encontré que tras evolucionar ganó un mayor poder físico a lo normal. Claro que a cambio perdió todo el poder de fuego que podía expulsar por la boca haciéndolo un inútil en ataque especial. – decía Zeke mientras recordaba al charmander quién había acabado con los minion del momento con un lanzallamas y ahora podía ver la falta de este cuando ha combatido contra él. – Siendo sincero, no me imaginó que sea permanente pues la mejor cualidad de un Charizard es su lanzallamas. Si es en ese caso, entonces no creo que valga mucho más que un Charizard normal. De cualquier forma debo buscar la manera de detenerlo a larga distancia y no tendré problemas. –

El pequeño robot vio extraño entre los otros pokemon de God a uno que él conocía. F–00 no podía hacer más que sonidos de computadora y videojuegos pero eso le bastó para decirle lo que quería a su creador.

– Si... Ese es el abra que atrape en Kanto, el enano liberó todos los pokemon que les había dado a esos idiotas al haberlos vencidos. Desde entonces puedo suponer que estuvo stallkeando al enano y su grupo hasta las Ruinas, ahí volver a ver al desgraciado traidor salvándome y distrayendo al Suicune mientras escapaba hasta que el maldito mocoso me noqueó y desperté horas después en el Centro Pokemon. –

Le decía Zeke mostrándole en la tableta imágenes de todos esos eventos que había tomado como selfies algunas y otras como algún recuerdo. F–00 solo veía mientras cambiaba de imagen y soltaba un "Wooooow" muy emocionado por conocer algo más, Zeke de verdad le había hecho tener la actitud de un niño pequeño y al no salir de aquellas paredes le encantaba que le trajeran cosas del mundo de afuera.

– Claro que el que me atacara cuando entrenaba era algo normal, pero el que se haya unido al enano me molesto. Yo entrené a ese cabrón hasta el punto que casi evolucionara y le enseñe a pelear, que lo tenga mi presa lo hace aún más difícil el... –

Una alarma en su computadora hizo que fuera hacía ella dejándole la tableta en manos del pequeño robot. Al ver que era vio el resultado de la simulación frunció el ceño al ver que aún con su nueva estrategia había perdido a los seis pokemon.

– Mier... Miércoles. – Iba a decir una grosería pero el pequeño robot le veía curioso. – Haber que paso. Tres cayeron con el Pikachu, dos con el charmeleon y Onix se encargó tanto de ellos como del Beedrill. El único que pudo vencer a Onix... Si, como lo supuse. –

El robot corrió hacía él y vio la foto del kadabra de antes y Zeke estaba molesto por ello, así que buscó una manera de alegrarlo. Cambiando su pantalla del rostro puso un video y lo reprodujo llamándole la atención del cazador.

– ¡Hey, ya tengo 200 visitas en el video de la ratona de Biblioteca! Eso no lo esperaba, apenas ayer cargue el combate. – El cazador casi da un salto al ver aquella cifra subiendo. – Es el combate con más visitas que he tenido, no pensaba que grabarlo con la Cámara Lucha me pondría en el ranking de la semana. –

Zeke veía los comentarios y veía que todos hablaban tanto del Onix variocolor como de Naomi y sus movimientos llenos de gracia como si bailaban le llamaban la atención al grupo. Al parecer aunque él había ganado Naomi llamaba más la atención, y le traía más preguntas sí que hubiera pasado si ella hubiera sacado al dragón.

– Bueno, supongo que si sigo viajando con ellos pueda conseguir más vistas como estas. – Zeke solo suspiró molesto al ver que toda la atención la tenía Naomi. – Bueno, supongo que de 120 suscriptores a 167 es un logró. Ya estoy cansado, mejor lo dejo por hoy. –

…

II. Primeros Pasos.

/CUEVA UNIÓN/ARRIBA/CAMPAMENTO/ACTUALIDAD/

Ya llegando a ser las 10:30 de la mañana Zeke por fin apareció entre algunas rocas y estirando por el cansancio empezó a caminar hacia donde estaban los demás. Aún dormido bostezaba a más no poder, se había desvelado hasta muy tarde en la laptop haciendo un proyecto y ni pudo jugar una partida en streaming así que su malhumor era notable. Solo querría volver a dormir así que se reuniría con los y descansaría mientras Onix lo llevara, pero claro que no se esperaba el ver una explosión de vapor salir de donde estaba el campamento.

– Mierda, no otra vez los salvajes. – Zeke salió corriendo hacía donde ellos listo para sacar a Onix y acabarlos de una sola explosión, y se cayó de espalda al ver quiénes eran.

– Disc, Nitrocarga. – dicto God energético. Dos charmeleons en el campo se rodearon de fuego y empezaron a correr en círculos alrededor del Croconaw que empezaba a marearse. – Ahora Garra Metal. –

Uno de los charmeleon salió disparado contra el Croconaw y para darle con la garra metal, era justo lo que Naomi esperaba.

– Pistola Agua hacía el suelo. – dicto Naomi con cierto tono motivado, al parecer la actitud del chico era pegadiza. Croconaw acató rápido y sin querer pudo esquivar el ataque siendo que el chorro de agua lo levantó del suelo y el charmeleon al no poder frenar terminó por mojarse con él. Literalmente soltaba humo por haber caído así en el truco, pero terminó en el suelo porque el croconaw le cayó encima y era más pesado que él. – Bien, no lo dejes ir. Ahora, mordisco. –

– Mierda, Disc garra metal. – Charmeleon intentó desesperadamente salir de ahí dándole un zarpazo al croconaw, el problema es que estaba de espalda y no llevaba a darle aunque fuera uno, y para colmó croconaw empezó a morderle el cuello haciéndole más difícil su escapada.

– ¿Qué carajos están haciendo? – Zeke se acercó a Amber quién le recibió con una sonrisa, más el molesto growlithe solo gruñó muy molesto al verlo cerca de su entrenadora.

– Buenos días, Zeke-san. Disculpa si el ruido te molesto. – dijo Amber amablemente mientras le sonreía. Al parecer era la única que se había dado cuenta que estaba ahí. – ¿Desea desayunar? –

– Eh... Si claro, pero aclárame esta ¿No es demasiado temprano cómo para hacer este escándalo? – dijo Zeke un tanto molesto, más que nada por la falta de su sueño. – Son las 10:30 de la mañana y ya empezaron a destruir la zona. Lo peor es que empezaron sin mí. –

– Pero, Zeke-san. Son las 12. – Dijo Amber mostrándole el tiempo en la Pokedex roja de God, al parecer no la necesitaba en el momento.

– 10, 12, 27. En serio importa algo así como el tiempo. ¿Cuál es la diferencia? –

– ¿120 minutos? – le preguntó Amber con una sonrisa doblando un poco la cabeza hacía un lado, y solo terminó que el cazador chasqueara sus dientes. – Bueno... Ellos dos han estado entrenando desde la mañana, incluso han compartido información en pleno combate. –

– Ya veo... Están motivados... – De repente Zeke recordó lo que había visto ayer y pudo notar que ellos dos estaban mucho mejor. – (Parece que están mejor que ayer...) –

– Disc, vamos. Intenta darle. – Charmeleon intentaba liberarse de sus mandíbulas, pero no era posible levantarse o hacer alguno de sus ataques estando en su espalda. Aun así soltó un gruñido para llamar a la caballería, y el otro charmeleon sustituto que seguía corriendo a su alrededor fue de inmediato a ayudarle. – Bien, sí. Ataquen en grupo. –

– Me lo esperaba, predecible. Wrecker, Pistola Agua. – Croconaw soltó por unos segundos su cuello y disparó un potente chorro para parar al sustituto, pero solo lo pudo esquivar perdiendo el fuego que le rodeaba y seguía corriendo para tumbarlo y sacar al charmeleon original de su trampa. – Y Colmillo Hielo. –

– ¿Qué? –

El charmeleon sustituto estaba aún mojado y aprovechando eso croconaw pudo atrapar al sustituto entre sus fauces. Ahí la baja temperatura rápidamente hizo que el hielo se empezara a esparcir por el cuerpo del sustituto creándose una especie de bloque de hielo a su alrededor. Naomi sonreía feliz al haber atrapado a los dos charmeleon a la vez.

– Que... No me esperaba eso... – Una sonrisa se le salió a God.

– Me alegra que te guste, como dijiste: Hay que mantener la mente fría. – dijo Naomi con un tono amigable e hizo que God soltará una sonrisa maliciosa ante el reto. – No creo que sea todo de ti tampoco. –

– Siempre tienes razón. ¡Arriba soldado, quiero 50 flexiones YA! – gritó como si fuera militar a lo que charmeleon cambió por completo su atención del combate y como todo un Cabo acató la orden y empezó a levantarse con sus garras en el suelo.

– No es cierto... – Zeke veía incrédulo cómo el charmeleon cargaba todo eso en su espalda mientras hacia las flexiones a un ritmo lento. Una vena apareció en su frente mientras levantaba el pequeño glaciar con el croconaw y su clon en su espalda. Ese esfuerzo le hacía sudar un poco, pero seguía subiendo y bajando cada vez más rápido mientras la llama de su cola empezaba a crecer. A Naomi le tardó unos segundos para darse cuenta de lo que pasaría y trató de ordenar algo a croconaw.

– ¡Muy tarde, ahora Disc! – Se levantó de golpe y de un saltó cargó con todo en su espalda y dándose vuelta impactó a Croconaw contra el suelo y tanto su sustituto como él escaparon de su trampa. Ambos charmeleon chocaron los cinco (O bueno, los tres) con una sonrisa retadora, pero el sustituto desapareció al golpe al no aguantar más. – Eso si es entrenar. –

– No lo entiendo, ¿cómo hiciste eso? – preguntó Naomi un poco confusa, y al parecer no era la única pues ni Zeke ni Amber entendieron que paso. – ¿Acaso usaste la fuerza bruta? –

– De hecho, no. Es pura disciplina ¿verdad, Disc? – Luego de un rato God les explicó a todos de lo que paso, se había aprovechado del momento para entrenar un poco al charmeleon y sabiendo que solo necesitaba un poco de esfuerzo extra para poder levantarse ya que él lo hacía como peso todos los días. – Siempre entrenamos de esa forma y Disc debe llegar por lo menos 50 kilos en repeticiones de 25, y si no hay que darle 50 vueltas por cada retraso. Solo el esfuerzo continuó saca sus frutos. –

Un viento frío paso por el lugar y el silencio reinó por unos segundos. Nadie dijo nada tras oír eso y solo pudieron sudar en frío ante esa respuesta.

– Bueno... Está motivado... – Amber sonrió un poco nerviosa, y los otros dos se sorprendieron al decirlo lo mismo.

– Raro/Raro... – Naomi y Zeke se voltearon a ver tras decir eso y solo apartaron la mirada al segundo.

Ante eso decidieron detener la práctica por el momento para aprovechar el día y avanzar hasta Pueblo Azalea. Amber temía que la cosa siguiera sería, pero fue su sorpresa al ver Naomi le pidió un momento a Zeke para hablar y más el que ella se inclinara ante él.

– ¡¿Que tú qué?! – Zeke no se creía que pasaba. Tenía enfrente a Naomi inclinándose en forma de disculpa. –

– De verdad lamento lo que he dicho y hecho ayer, mis acciones fueron lamentables y nada adecuadas para el momento. Aunque sea un cazador deshonesto y no tenga rasgo alguno el cual me permita aceptarlo como hombre o persona, eso no me da escusa como rebajarme al nivel tan poco digno de llegar a ejercerle un acto de forma tan brusca y barbárica. Por ello, bajo mi nombre como Gema del Instituto Diamante Negro del Reino de Corintia, me disculpo con toda sinceridad en mis palabras por mis acciones en su... "Distintiva" persona. – dijo Naomi con aquella reverencia. – ¿Es suficiente Gema para usted? –

– (¿Se está disculpando o le está insultando?) – pensó God soltando una pequeña sonrisa. – Bueno, todo resuelto. Es hora de irnos, ¿no les parece? –

– Bah, como quieran... – dijo Zeke sacando a Onix y subiéndose en él. – ¿Qué esperan? Suban, lo que queda de camino es muy empinado, supongo que no querrán los que no tengan transporte el quedarse atrás. –

– Quien se quedará atrás serás tú, cuatrojos. Vamos Disc, a entrenar la resistencia. –

– Yo puedo ir en Nitro, prefiero un trato más... tranquilo. – dijo Naomi sacando al Ponyta.

– Tcch, como quieras, ¿y qué hay de ti princesa? – dijo Zeke refiriéndose a Amber que sostenía a Growlithe entre sus brazos. – No creo que una flor tan bella cómo tu deba caminar este duro y peligroso camino. Permítame llevarla. (Esto debería funcionar, las mujeres moe les gusta esto.) –

– Que esta... (Ósea que mi insulta a mí, y ahora va tras Amber. Sé que ella... Tiene más que yo, pero no por eso aceptaría) – pensaba Naomi al ver las intenciones del cazador con Amber, y en parte le molestaba al ver que prefería a ella para "eso" pero en otra parte lo entendía.

Naomi no era para nada tonta, entendía bien porque preferirían "acechar" a alguien como Amber. A diferencia de ella que parecía más una estudiante, Amber tenía la talla para ser Miss Universo si se compara con ella. Desde su hermoso cabello largo color miel que destellaba con el sol su belleza, tenía una figura muy bien formada de toda una mujer con caderas anchas y un par de esferas incluso más grandes que las de la reina Celestia.

Gracias a que llevaba ropa muy holgada y que no tenía ese estilo pasaba desapercibida ante la vista de todos, incluso Naomi no había notado el cuerpo de su compañera hasta que la vio en la Cueva Unión en su máximo esplendor. De seguro Zeke también la había notado y aprovechando su naturaleza pasiva intentaría algo con ella, y eso no le permitiría.

Amber era alguien muy calmada y mente serena, era muy nerviosa con lo nuevo pero al parecer ya tenía confianza con todo el grupo, inclusive con el cazador aun no entiendo porque motivo si no han tenido tantas intersecciones.

– Claro, muchas gracias. – decía Amber tomándole la mano para montar en Onix, su decisión sorprendió al grupo y Zeke solo sonrió ante eso. Rayo vio de reojo y soltó unas leves chispas de sus mejillas al tener un mal presentimiento, God notó la tensión del pikachu en su hombro.

Paso el rato y los del grupo bajaban la montaña lentamente para evitar crear un derrumbe. Naomi iba cómoda encima de ponyta mientras leía un libro muy intrigado y acariciaba a Rayo que iba en su lomo al no querer entrenar en ese momento. Tanto God como charmeleon bajaban saltando entre rocas mientras esquivaban al otro, mientras que Onix bajaba junto con Zeke y Amber en su espalda.

El cazador esperaba que ese gesto le acercara a la chica, pero no se esperó que el growlithe estuviera todo el rato molestando. ¿El cachorro supo las intenciones del cazador, o es que actuaba así con todos los hombres que se acercaban a su entrenadora? De cualquier forma se podía notar que Natsu era el perro guardián de Amber, incluso ya el cazador le llama "molestia con pulgas" haciendo que Amber solo sonriera un poco cómica.

– Chaar ("Gané") – charmeleon sonrió al tocar por fin suelo plano justo antes que entrenador, y lleno de emoción hizo una pose levantando su dedo al aire e inflando el pecho diciendo a los cuatro vientos y a todo pulmón. – Chaaaar chachachar (Solo esperen, seré el número UNO, CHACHACHAR.) –

– Solo ganaste por suerte, presumido. Espera la revancha y te enseñaré que es rápido. – Le dijo God agarrándole por el cuello y empezando a hacerle una llave a lo que el charmeleon peleaba con una sonrisa para soltarse. Tomó poco para que el resto llegara a donde ellos y vieran esa interacción.

– ¿De verdad discute con su pokemon? De verdad que es un enano idiota. – decía Zeke al ver como se llevaban el "líder" del grupo y su pokemon. – Bueno, que se le puede esperar. Supongo que de tal entrenador tal pokemon. –

– Eso explicaría el que como las rocas de Onix están huecas al igual que tu cabeza. – dijo Naomi sin apartar la vista de su libro, pero Zeke si la había escuchado fuerte y claro.

– Perdón ¿Que dijiste, Biblioteca? Es que desde ahí abajo no puedo oírte, supongo que es lo malo de ser tan pequeña y plana. – remató Zeke sacando a Naomi de su cuento al oír lo de "plana". En el fondo God y Discharger oyeron eso y soltaron un leve "Uuhhh" al unísono viéndose entre ellos. Como que alguien había prendido una mecha.

– Por supuesto. Me lo esperaba de un casi adulto que al parecer solo se lleva solo con chicos mucho menores que él. –

– Ouhhh, espera ¿qué? – God solo quedó callado solo oyendo las carcajadas del Charmeleon. – Nao. Por favor no me metas en esto. –

– No me compares con ese enano con esteroides sin cerebro, al menos ten en cuenta que yo sé cómo divertirme y no ser una estirada. – refuto Zeke, ahora God estaba más depresivo mientras se medía el bíceps de sus brazos preguntándose: "¿No es normal?".

– En efecto, no eres como él. – Naomi se bajó de ponyta y lo regreso a su pokeball para seguir el resto a pie, se alejó unos metros para luego voltear dándole una sonrisa. – No puedo dejar de preguntarme si ese ego y figura tan alta que te tienes a ti mismo será por un problemas de autoestima que tienes contigo mismo, o simplemente tratas de compensar "algo". –

– Ouch. – Ya luego de eso, God y Disc no pudieron soltar más que un grito de sorpresa al entender esa referencia. Con eso Naomi se alejó caminando con sonrisa victoriosa.

– Parece que empiezan a llevarse bien ¿No crees? – God ayudaba a Amber a bajar con cuidado del lomo de Onix. – Supongo que están en buenos términos. –

– Supongo... –

– ¡¿Ah sí?! ¡Pues tú eres una... –

– ¡Zeke-san! – dijo Amber cubriendo las orejas de su growlithe. – Lenguaje, por favor. –

– Pero ella fue que... –

– Por favor. – dijo Amber otra vez cerrando los ojos y esbozando su sonrisa, aunque claro que Zeke sentía más presión de parte de ella. – Por. Favor. –

–…Bah, como quieran. – terminó de pelear molesto y siguió el camino encima de Onix que solo veía hacia adelante sin opinar.

– Me alegro que te lleves bien con el cuatrojos, pero tienes que enseñarme a ser eso. – dijo God bromista apoyándose en Amber que nerviosa se quedó estática y Natsu empezó a gruñirle diciéndole "Aléjate" entre líneas. – ¿Cómo lo controlas así? –

– No... No es controlar... Sólo es como un cachorrito... – dijo Amber cambiando de tema y acariciando a growlithe, y este no se resistía a recibir las dulces caricias de su entrenadora. – Solo hay que cuidarlo y tratarlo con cariño para que te tengan confianza. –

– No lo pude haber dicho mejor (Espera, ¿Entonces Amber ve al cuatrojos como un cachorro? Bueno, cada uno tiene su forma de verlo.) –

Dicho esto el resto del grupo fue con los demás. Ninguno de ellos notó como entre un par de árboles un par de ojos muy grandes les veía, al parecer habían llamado su atención con todo ese alboroto y ahora quería jugar siguiéndoles entre saltos.

El grupo seguía normal la vía, al parecer la tensión que se sentía el día de ayer se había esfumado y todos se hablaban entre si y haciendo pequeñas bromas. Amber podía ver que Naomi estaba mucho mejor y se alegraba por eso, pero también notaba que parecía estar más cercana a God y eso... No sabía cómo se sentía con ello, estaba feliz que ya no estuviera triste, pero también se sentía un poco desplazada. ¿Debería intentar hablar un poco más? No, quizás era que no le agradaba. De otro modo, ¿Qué otro motivo tendría para verla con molestia cuando parecía la veía de arriba para abajo?

Natsu podía saber a la perfección como su entrenadora se sentía con solo ver la expresión de su rostro, y le molestaba el ver que estaba pensando en alguien así. Quiso hacer una maldad y vengarse contra God preparando una bola de fuego, pero de alguna forma se detuvo al sentir un correntazo pasar por su cuerpo. Natsu vio en el hombro de God a Rayo que lo veía de manera completamente seria. Sabía que estaba esperando el momento para atacarlo, se le notaba las chispas levemente salir de sus mejillas y el solo recordar que se había cargado a casi toda la cueva Unión él solo incluyendo al quagsire que ni siquiera pudo vencer basto para hacerle perder la confianza y terminar por descartar ese ataque sorpresa.

Balanceándose entre árboles y yendo a toda velocidad una rápida sombra salió disparado de lo más alto de los árboles en dirección de God.

– Pikaa ("Arriba") – Rayo saltó del hombro de God y preparando su Cola Platino para mandar esa cosa a volar, pero fue su sorpresa el que con un giro lo esquivó cayendo encima de God, dando un salto y cayendo un par de metros delante de todo el grupo.

– Pero ¿Qué? Y eso. – Enfrente de ellos pudieron ver a un pequeño mono morado caricaturesco con una cola muy larga y terminaba en una mano grande. God sacó su Pokedex curioso y vio que se trataba de un Aipom. – Guau... Increíble, entonces así era el Ambipom del maestro Gold al caer. Debí haber traído una cámara. –

– Que mono es. – Amber al ver abrió los ojos completos al ver al pequeño y bonito mono enfrente de ellos, Naomi y Zeke veían algo sorprendidos al mono que sonreía maliciosamente al ver en frente de él. – Disculpa, God-kun... Eso no es... –

– ¡Hey! – Al ver con más atención lo que tenía en la mano de la cola pudo ver la extraña pokeball especial del profesor Boreal, le habían quitado la Lineball extraña. – Cómo tu... Cuando es que... Estaba en mi bolso. ¿Cómo pudo tomarlo así? –

– Con un movimiento de tipo siniestro. Eso fue Ladrón. – Decía Zeke curioso mientras analizaba el Aipom. – No es raro que un Aipom lo aprenda normalmente, y se nota que está hecho un maestro en su técnica. –

– Por supuesto, debí suponer que alguien como tu sabría de robar. – le recriminó Naomi viéndolo de reojo y el solo soltó un "Baah" como respuesta y volverse a acostar en su Onix. – God, será mejor que no te dejes robar tan fácil, esa pokeball parece muy valiosa. –

– Rayo, hay que... – God iba a mandar a Rayo a combatir, pero Discharger salió al campo listo para combatir, y cuando God le iba a decir que hacía él le volteó a ver decidido con una mirada fanfarrona en su rostro mientras le levantaba el pulgar con aires de querer decir "Tu tranquilo, yo nervioso. Esto es comer papitas para mí", y al final terminó dejándolo disfrutar ese capricho. – Muy bien, Disc. Garra Metal. –

– Chaaaaar chaaar chachacharrr ("Ahora sí, éntrale. No te me pongas chango.") – Charmeleon sacó sus garras metal y corrió hacía él con ganas de soltarle varios zarpazos, y ninguno le dio. – Chaaarchacharcharcharmechar ("Hey deja de hacer monerías y pelea".) –

Aipom demostraba una agilidad impresionante al esquivar con precisión cada uno de sus intentos, tenía una cierta gracia en cada movimiento como si estuviera bailando. E inclusive charmeleon se desesperó y trató de darle otro zarpazo pero falló y el Aipom le dio un suave golpe con su trasero haciéndolo caer de frente al charmeleon. Lo peor de todo fue la risilla del Aipom ante la broma, y charmeleon cabreado se levantó para seguir lanzando un ataque tras otro sin frenar siendo más y más rápidos llegando uno a cortar la mejilla del Aipom haciéndolo retroceder por lo que se las arregló para salir de ahí.

– Vamos, Disc. Cálmate un poco. – le decía God tratando de calmarlo pero este no escuchaba. Discharger salió e2nvuelto en su nitrocarga para atraparlo de una vez, pero este con su cola dio un salto y se sujetó de una de las ramas haciéndole un baile de agradecimiento y cabreándole aún más casi sacando humo de sus oídos. – Rayo, creo que el orgullo le llegó a la cabeza. –

– "De tantos combates que ha ido ganado tarde o temprano debió subírsele a la cabeza" – decía Rayo en su hombro. – "Me pregunto a quien se parece". –

– Graciosillo como siempre. – Dijo God. – Venga, Disc. Que no se te vaya. –

Charmeleon se lanzó contra uno y otro árbol escalándolos y persiguiendo al Aipom que solo se burlaba de él, eso si God le dijo que no prendiera el bosque en llamas ya que habían muchos pokemon viviendo ahí. Al final charmeleon arrinconó al Aipom y con una sonrisa maliciosa y con la vena palpitando en si frente esperaba con ansias el darle el zarpazo con más anhelo que ha querido darle a cualquiera, y el ver la risa nerviosa del Aipom le incrementó su ánimo, pero claro que no terminó así.

Charmeleon atravesó a Aipom pero este desapareció como si nada y al no tener más camino terminó cayendo del árbol, y su simple expresión al ver el suelo simplemente decía: "Va a doler". Puff, fue un tremendo golpe y había caído de cabeza levantando una nube de polvo entre unos arbustos.

– Ufff, Chihuahua... – dijo Zeke cerrando un ojo mientras seguía grabando con su tableta la cosa. – Esto de verdad es comedia, ya me estoy esperando los comentarios en el próximo video. –

– Pobrecito... Debió dolerle... – dijo Amber suavemente sintiendo pena por el charmeleon. –

– Podría tomar algo más de tiempo, pero ese Aipom está entrenado por alguien. El que se mueva con tanta gracia debió tomarle mucho tiempo, quien sea que haya sido lo hizo bien. – decía Naomi. – Si sabe ladrón, que no debería, y sabe pelear de esa forma pues podría decirse que es muy hábil. –

– Ch... Chaaarmeee ("Eso... No es justo...") – El charmeleon salía del arbusto bastante confuso mientras daba tumbos de un lado a otro, Aipom cayó con gracia al suelo y poniendo sus bracitos detrás de él vio con una sonrisa como Charmeleon intentaba atacarle uno tras otro hasta caer al suelo desmayado terminando con que el Aipom soltara una la larga risa.

– Mejor descansa, Disc. Rayo, es tu turno. – Dicho esto el ratón eléctrico saltó de su hombro y cayó en cuatro listo para combatir. – Recuerda, esa pokeball es importante. Mantengamos esto al margen, solo noquéalo. –

Ahí Aipom miraba con decisión al pikachu, ambos fueron a correr el uno contra él otro a toda velocidad, pero terminó por saltar al último segundo y Aipom dio un par de saltos hacía atrás. El Aipom dio una reverencia y escapó entre los árboles.

– ¡No, la Lineball! – God empezó a correr tras el mono seguido de sus pokemon. – ¡No lo dejen ir! ¡Atrápenlo! –