Bala XXIII
Luego de ocuparse de Ronnie, y sin intención alguna de involucrarse en lo que sea que estuviera metida Two Hands, Rowan decidió que era momento de comenzar la limpieza de su pobre y maltratado club.
Había que remover los cadáveres de esos mafiosos italianos antes de que alguien los viera y llamara a la policía. O que alguien lo extorsione para no llamar a la policía. O que alguien lo extorsionen y luego llame a la policía de todas formas, porque así de hijos de puta eran en esta ciudad.
Entonces el cabrón de Watsup aparecería y exigiria un soborno para hacerse el tonto. Un soborno más grande y costoso de lo habitual.
No. Rowan ya tendría que gastar bastante dinero en las reparaciones, así que prefería encargarse el mismo de la limpieza. Él ni siquiera podía pedirle a sus chicas que lo ayudaran con los cuerpos, porque ellas no estaban para eso. Ellas movían sus traseros, no cadáveres de mafiosos.
En cualquier caso, Rowan de alguna manera debía deshacerse de cinco cadáveres italianos, tal vez seis si Ronnie estiraba la pata, y eso le cabreaba. Él le había dicho específicamente a Revy que no quería nada roto ni tampoco muertos.
Rowan tendría unas cuantas palabras con Dutch sobre el comportamiento destructivo de su empleada.
"Necesito que me hagas unos favores."
Rowan soltó el cuerpo de uno de los fallecidos hombres de Ronnie y giró su cabeza. Ahí estaba la principal causa de sus problemas. "Después de todo lo que hiciste aquí, ¿tienes los huevos de venir y pedirme un favor?"
"Yo no hice nada, simplemente me defendí cuando el grandote intentó cortarme la cabeza.". -Contestó Revy, cruzada de brazos. A su lado estaban Rock y la niña pequeña. "Y no es un favor, son tres. Y sí, tengo los huevos de pedírtelos."
"Depende de los favores.". -Dijo Rowan. No serviría de nada intentar discutir con ella, a la larga él terminaría cediendo. Así que era mejor ahorrarse los gritos e insultos contra su madre y acceder a su pedido. "No quiero más tiroteos ni nada que pueda hacer que me maten."
"No es nada de otro mundo, simplemente necesito que dejes que Sis y unos Yakuzas hagan una reunión aquí."
"…"
"Qué?"
"Nena, ¿Qué parte de 'nada-de-tiroteos' y 'nada-que-pueda-hacer-que-me-maten' no entendiste?"
"Si te hace sentir mejor, hay una baja probabilidad de que eso ocurra.". -Intervino Rock.
"Baja probabilidad…". -Repitió Rowan con un tono de voz que indicaba que no le creía en lo más mínimo.
Rock se encogió de hombros. "Bueno, no puedo asegurar que no habrá un jodido tiroteo mientras Revy este cerca- ¡Ow!"
Revy había hundido su codo en las costillas del hombre. "Muy gracioso.". -Gruño ella, regresando su atención a Rowan. "Entonces, ¿podemos hacer la reunión aquí sí, o sí después de que yo-te-de-una-paliza?"
Rowan frunció el ceño. Él quería negarse, porque no quería involucrarse en nada que tuviera que ver con la perra rusa. Pero, aunque tampoco quería que Revy le diera una paliza, Rowan no estaba del todo convencido. "¿Y para qué diablos quieres que haga eso?"
"Porque Rock así lo quiere.". -Fue la respuesta seca de Revy.
"Eso no es una buena explicación.". -Replicó Rowan, cruzándose de brazos. ¿Por qué carajos debería importarle a él lo que Rock quería? "¿O qué? ¿Acaso quieren otra jodida matanza aquí?"
"No exactamente, es porque pensé que este sería un buen lugar.". -Contestó Rock, volviendo a encogerse de hombros. "Es decir, por lo que oí, tu club es una zona neutral en Roanapur o algo así. Si jefes mafiosos se reúnen en una zona neutral, entonces es menos probable que ocurra un baño de sangre, ¿no lo crees?"
Bueno, él estaba en lo correcto allí.
Rowan había hecho el esfuerzo de permanecer al margen de los negocios turbios, la gran mayoría de ellos al menos, y no ser una competencia para las demás pandillas. Con eso, él logró estar en buenos términos con los jefes criminales de la ciudad y demostrar que no estaba en un bando ni en el otro. Simplemente era neutral.
Únicamente Balalaika no parecía tener interés en él. Pero es estaba bien para Rowan, aquella mujer era aterradora.
"Piénsalo de este modo.". -Continuó Rock. "Si aceptas este pedido, tu podrías quedar en buenos términos con Balalaika. Quiero decir, este es más un favor para Balalaika que para mí o Revy."
Rowan parpadeó. Era casi como si ese bastardo le hubiera leído la mente.
"Bien. Haz tu maldita reunión aquí.". -Dijo él, después de considerarlo unos instantes. Parecía que no había nada de malo en esa sugerencia. "Pero no quiero más problemas de los que ya tengo, por favor."
Revy le ofreció una sonrisa torcida. "No prometo nada, nunca se sabe lo que pueda pasar con Sis si ella está en su modo comandante. Ahora, el segundo favor."
"Oh, Dios…"
"Descuida, este bastante simple de hacer.". -Dijo esta vez Rock. "Háblame sobre el jefe de Ronnie, Verrocchio."
"Es un hijo de perra.". -Dijo Rowan al instante. Rock lo miró con una ceja alzada. "¿Qué? Es la mejor descripción que podrás encontrar de Verrocchio."
Revy volvió a darle un codazo a su compañero, solo que esta vez no tan violento. "Te lo dije."
"Aunque si ambos lo conocen, entonces podrían ser más específicos."
"Es que no lo entiendo.". -Se quejó Revy, frunciendo el ceño en confusión, o molestia. Tal vez las dos cosas. "¿A Verrocchio para qué diablos lo quieres? Porque si es para ir con él, ya te dije que- "
"No, no es para eso.". -Interrumpió Rock, negando con la cabeza. "Simplemente tengo curiosidad. Saber un poco sobre él me ayudará a darme una idea de los futuros problemas que él puede generar, eso es todo."
"Lo dices como si crees que él realmente se convertirá en un problema."
"¿Me estás diciendo que ese jefe mafioso italiano, que es un hijo de perra, va a quedarse tranquilo después de que se entere de que sus hombres fueron masacrados?". -Revy no dijo nada, solo chasqueó su lengua. Rock asintió y regresó su atención a Rowan. "Entonces…?
"Mira, yo no me relaciono mucho con los jefes de por aquí, ¿entiendes? Solo he oído algunas cosas sobre él. Supuestamente, Verrocchio es un tirano de mecha corta que explota con mucha facilidad y que no dudaría en matarte, o a sus propios hombres, solo por mirarlo a los ojos. O por diversión. O porque ya estaba cabreado por otra cosa.". -Rowan negó con la cabeza. "Jaws es un santo comparado con su jefe."
"Un hombre difícil entonces.". -Rock le dio una mirada acusadora a su compañera, pero ella se negó a mirarlo a la cara. En cambio, sus zapatos parecían más interesantes. "Me dijiste que él era como la señorita Balalaika."
"…Y qué?"
"Eso no suena para nada como la señorita Balalaika."
"Bueno, la parte de que es un tirano, y que no dudaría en matarte por diversión, si se parece a Sis."
Rock la miró pensativo, pero luego asintió. "Supongo que tienes razón. En resumen, Verrocchio es un hombre difícil que se cabrea fácilmente y que no dudaría en matar a alguien solo por diversión…o porque esta cabreado."
Rowan asintió. "Así es, creo que esa es más o menos una descripción general de ese tipo."
"Maravilloso…"
"¿Entonces eso es todo lo que necesitas de mí? Porque hay cadáveres juntando moscas aquí, ¿sabes?"
"Bueno, hay un último favor que necesito…"
"Entonces…". -Dijo Bando, después de oír la increíble explicación de su subjefe de por qué él apareció herido y ensangrentado. "Aceptamos la oferta de los rusos y vivimos, o nos negamos y nos matan, ¿eso es correcto?"
"Sí.". -Respondió Ginji. Él ahora tenía un vendaje decente envuelto en su brazo y hombro heridos. "Aunque existe una tercera opción, y es huir mientras aun podemos. Pero entonces estaríamos regresando a Japón con las manos vacías."
"Bueno, eso es una mierda."
No era algo tan simple para decir 'sí' y aceptar el trato.
Bando no sabía cómo se manejaban las cosas aquí, un grave error que él no considero apropiadamente antes de decidir viajar hasta Roanapur, pero Japón era distinto. Había una manera de jugar, con reglas y restricciones. Una de esas reglas y restricciones, era evitar que los extranjeros se metieran en sus tierras.
Ellos podrían deshacerse de los Kousa, sí, pero podrían quedar en la mira de los demás grupos. ¿Y qué garantía tenían ellos de que Balalaika los apoyaría dada esa situación? O también, ¿Qué garantía había de que los rusos no los traicionarían ni bien pusieran un pie en Japón?
Después de todo, el Hotel Moscú tenía la reputación de usar métodos brutales para conseguir sus objetivos. La traición no seria la gran cosa para ellos.
Él chasqueó su lengua.
Bando sabía que Roanapur era territorio de múltiples organizaciones criminales importantes, pero nunca pensó que uno de ellos, o más teniendo en cuenta a esos italianos, le prestarían atención a uno simples Yakuzas. Pero, de nuevo, nada estaba pasando como él lo había imaginado.
De hecho, las cosas habían ascendido rápidamente a niveles que ni se había imaginado.
"¿Qué opinas de todo esto, Ginji?". -Preguntó Bando después de una pausa.
"Tú eres el líder, ¿no se supone que las decisiones te correspondían a ti?"
"Sí, bueno…sé que tú crees que he cometido varios errores, así que me gustaría saber tu opinión primero antes hacer algo."
Ginji permaneció en silencio durante unos segundos.
"No estoy del todo convencido de aceptar…. Pero no creo que nos convenga rechazar la oferta.". -Ginji negó con la cabeza. "Si regresamos con las manos vacías, los Kousa seguirán siendo una amenaza para los Washimine, para Yukio. Eso es algo que no puedo permitir. Y si aceptando la oferta de los rusos consigo asegurar la vida de Yukio… entonces creo que debemos aceptar."
Esa respuesta no era una sorpresa para Bando. En realidad, todos en el grupo Washimine sabían que Ginji era extremadamente leal a Yukio y que estaba apegado a ella. "¿Entonces estás a favor de esta alianza?"
"Sí, creo que es lo que mejor nos conviene. Pero dejando de lado mis deseos, tu sigues siendo el líder, Bando, la decisión es tuya. Si aceptas la alianza, o si la rechazas y nos vamos de aquí… incluso si quieres pelear contra esos rusos, tienes mi apoyo."
Aunque Bando no estaba seguro de que hubiera una respuesta correcta para una de esas tres opciones.
Sin embargo, la primera opción era la más lógica, después de todo, ellos habían llegado a Roanapur buscando ayuda. No de alguien tan grande y llamativo, ni tan peligroso, pero era mucho mejor que huir con las manos vacías. Y parecía que Ginji no tenía otras mejores ideas o sugerencias.
"Una alianza con alguien como Balalaika… no sé si sea lo ideal.". -Dijo Bando después de pensarlo por un momento. "Pero probablemente podemos hacer que esto funcione, quiero decir, el Hotel Moscú podría convertirse en un respaldo poderoso para nosotros si logramos cooperar con ellos. ¿Estamos de acuerdo en eso?". -Ginji asintió. "Bien, ¿Dónde y cuándo debemos reunirnos con los rusos?"
"Será hoy, ellos nos estarán esperando en el club de striptease al que iba Chaka."
Bando alzó una ceja, esperando a que el subjefe se riera y dijera que eso era una broma. Pero entonces, él recordó que nunca oído a Ginji decir una broma, o que se riera de algo.
"Curioso lugar para hacer una reunión tan importante."
Ginji se encogió de hombros. "Ese es el lugar que propuso el negociador, él no me dijo por qué, yo tampoco le pregunté. ¿Acaso importa?"
"No, supongo que no importa… en cualquier caso, reunamos a los demás y vayamos con esos rusos."
Balalaika esperaba pacientemente la llegada de esos Yakuzas en el club de Rowan. Aunque ella había mostrado sus dudas, y molestia, porque Rock eligió ese lugar para hacer la reunión sin consultarla primero, terminó aceptando ir de todas formas.
"Interesante decoración tienes por aquí, Rowan.". -Dijo ella, observando a los cadáveres esparcidos por el club. También había muchos agujeros de balas. El olor a sangre y pólvora todavía era fuerte en el aire. Pero nada de eso la molestaba, todo lo contrario, ella encontraba agradable el ambiente.
Le recordaba a los viejos tiempos.
"Sí, algo así."-Le contestó el dueño del club, visiblemente nervioso. Balalaika era consciente de que el hombre le tenía miedo, lo cual le gustaba y por eso deliberadamente se metía con él un poco. "Verás, pasaron muchas cosas intensas por aquí y todo terminó de esta forma."
Oh, ella estaba al tanto de eso.
Rock le había dado un informe rápido de los eventos importantes, aunque él había omitido el detalle de que los cuerpos de los hombres de Verrocchio aun seguían aquí. Ella lo miró de reojo.
Él estaba fumando tranquilamente un cigarrillo junto a Revy. Rock había dejado únicamente que ella lo acompañara. La niña, Gretel, si ella no recordaba mal, debería esperar en una zona un poco más apartada de ellos mientras cumplía otra misión que le encargó Rock.
Gretel no estaba feliz con la idea, pero él se había mantenido firme.
A Balalaika le pareció bien, porque ella no tenía nada que ver con esto y tener a una niña de unos diez años en medio de una reunión entre jefes mafiosos quedaba fuera de lugar. Pero lo mismo se aplicaba a Two Hands, ella era incluso peor, ya que su naturaleza nerviosa y agresiva podía ocasionar problemas.
Rowan se aclaró la garganta. "Um, señorita Balalaika…"
"Lo que tengas que decir, dilo.". -Dijo ella al ver que él dudaba.
"De acuerdo, ¿Quién estará pagando los costos de reparación de mi club?"
Balalaika parpadeó. "…"
Al no obtener respuesta, Rowan decidió insistir un poco más. "Ya sabes, porque hubo una pelea aquí, donde rompieron un montón de cosas y llenaron de agujeros de bala todo mi club. ¿Quién pagará por toda esa mierda?"
"Yo- "
"Por supuesto que lo hará la señorita Balalaika.". -Intervino Rock, acercándose al oír la conversación. "La señorita Balalaika está al tanto de lo ocurrido y planea compensarte por los daños, además de que será como un agradecimiento por dejarla usar tu club para esta reunión."
"¿De verdad?". -Preguntó Rowan.
Balalaika abrió la boca para responder, pero Rock le dio un ligero codazo, seguido de otros dos más, con insistencia. Ella rápidamente entendió el punto y puso los ojos en blanco. "Sí, por supuesto que lo haré."
El dueño del club suspiró aliviado. "Ya veo, bueno, eso era todo lo que necesitaba. Los dejaré con sus asuntos por ahora."
"Nos vemos después, Rowan.".-Balalaika esperó a que el otro hombre se alejara lo suficiente para después darle un puñetazo a Rock en el abdomen, que lo dejó sin aire. "Ughh."
"Es la última vez que haces eso.". -Advirtió Balalaika, con sus dientes apretados.
"Lo siento, pero era por el bien de la reunión.". -Explicó Rock, con voz ahogada y arrodillado en el suelo. "Rowan…no estaba muy convencido que digamos de dejarnos hacer esto aquí.".
"No había ninguna necesidad de eso, pudiste haber elegido cualquier otro sitio. De hecho, solo tenías que informar a esos Yakuzas sobre la oferta y esperar su respuesta. No era tu trabajo tomar esas decisiones."
"Oi, ya córtala, Sis.". -Intervino Revy, frunciendo el ceño. Ella estaba cruzada de brazos y parecía que no tenía intenciones de hacer un movimiento, pero por la manera en la que apretaba su mandíbula, claramente estaba conteniéndose. "Tú lo involucraste en esto, ahora no puedes culpar a este estúpido por hacer todo lo posible para que tu alianza de mierda funcione."
Rock se puso de pie, parecía haberse recuperado del golpe, aunque aún se agarraba el estómago. "Está bien, Revy. Ella está en lo correcto, no debí actuar tan libremente."
"Y qué? Ese no es motivo para golpearte. ¿Y por qué la defiendes? ¿Te gusta que te peguen? ¿Eres un jodido masoquista?"
"No, para nada, a diferencia de ti, experta en látigos, soy una persona normal con gustos normales.". -Replicó Rock. "Y no sé de qué te quejas, si tú me has golpeado anteriormente por razones menos importantes."
"Ese es el punto, Rock. Yo sí puedo hacerlo, ella no. Hay un montón de diferencia en eso."
"…No lo entiendo."
"Lo que sea.". -Revy finamente regresó su atención a Balalaika, señalándola con su dedo. "Y tú, es la última vez que haces eso."
Balalaika encontró eso divertido, de alguna manera, Rock se las había arreglado para conseguirse un tercer perro guardián. "¿O qué?"
"O te daré unas nuevas cicatrices en tu cara quemada, perra."
"Me encantaría que lo intentaras, perra. Te romperé esa boca floja que tienes."-Replicó Balalaika, a ella le parecía atractiva la idea de medir fuerzas con Revy.
Lamentablemente, Rock rápidamente intervino, metiéndose en medio de ambas.
"¡Suficiente! En serio, ¿acaso están locas? No pueden ponerse a pelear por una estupidez cuando estamos aquí por razones muy importantes". -Dijo él, frunciendo el ceño en dirección de Revy. Ella chasqueó su lengua, pero retrocedió. Rock se volteó hacia Balalaika. "En verdad lamento Kapitana, no volverá a pasar."
Al ver que su oportunidad de pelear se perdió, Balalaika regresó su atención hacia la entrada del club. "Lo dejaré pasar, por esta vez."
"Te lo agradezco."
"En cualquier caso, ¿tus nuevos amigos van a venir a jugar?"
Rock soltó un suspiro, relajando su expresión severa, aparentemente aliviado de que no estalló una repentina pelea. "Bueno, eso depende de ellos, pero si tuviera que apostar, diría que ellos aceptarán el trato… ¿Qué harías tú en una situación como esta?"
"Si los beneficios son altos, aceptaría la alianza."
Rock asintió, casi como si hubiera estado esperando esa respuesta.
"Exactamente. Ellos no ganan nada con huir, y lo perderían todo si deciden pelear contra ti. Es por eso que, si el líder de los Washimine tiene algo de sentido común, también aceptará la alianza.". -Rock hizo una mueca. "Aunque si él realmente tuviera sentido común, huiría."
Ella lo miró con una ceja alzada. "¿Qué quieres decir con eso?"
"Tus condiciones no fueron para nada razonables, ¿sabes? Era más un ultimátum que una oferta."
Oh, eso.
Balalaika se encogió de hombros, restándole importancia.
Había maneras y maneras de hacer negocios. Sentarse y hablar mientras tomaban té tal vez era el método preferido de Rock, pero exigir y presionar hasta hacer ceder a sus oponentes era la manera en la que ella se manejaba.
Después de todo, el Hotel Moscú tenía los recursos y la fuerza necesaria para poder respaldar sus agresivas acciones. Por supuesto, había ocasiones en las que ese método no funcionaba y ella terminaba agregando otro enemigo a su larga lista…
Pero eso solo hacía que todo fuera más divertido.
"Tómalo o déjalo.". -Dijo Balalaika. "¿Qué más hay que discutir?"
Rock puso los ojos en blanco. "Oh, no lo sé. ¿La parte en la que los matas si ellos lo 'dejan'?"
"La forma de pensar de Balalaika no está del todo mal, Rock. Cuando vives de este negocio, cualquier cosa o persona te puede matar.". -Intervino Revy. Al parecer, ella aún estaba un poco cabreada por el anterior incidente. Que ella la llamara por su nombre y no 'Sis' lo indicaba claramente. "Y si cosas como la muerte preocupan a un jefe criminal, o a sus subordinados, entonces es que se han equivocado de profesión y mejor deberían dedicarse a otra cosa."
"…Supongo que tienes razón."
"Siempre tengo la razón.". -Ella dirigió su mirada hacia los cuerpos de los mafiosos que seguían tirados. "Mas importante, ¿crees que es correcto haber llamado Verrocchio aquí?"
"¿Correcto? No lo sé, pero sí es algo necesario."
"Eso no basta para convencerme, dame una buena razón por la que tenemos que lidiar con ese bruto italiano.". -Revy le lanzó una dura mirada. "Aunque te dije que no te involucraras con ese tipo."
Rock encendió un segundo cigarrillo, ya que el anterior se le había caído cuando Balalaika le dio el golpe, e ignoró la reprimenda.
"Es bastante simple. La Kapitana accedió a darle su apoyo a los Washimine para que ellos pudieran instalarse aquí, ¿correcto?". -Balalaika asintió en silencio. "Ese apoyo también significa darles cierta cantidad de protección contra las demás pandillas y grupos rivales de Roanapur. En este caso, los Visconti."
"Aunque hasta ahora no sabemos si han aceptado o no.". -Dijo Balalaika.
"Eso es cierto, pero supongamos que ellos sí aceptan y se forma la alianza entre el hotel Moscú y los Washimine. Entonces, volvemos al anterior punto; debes garantizarles cierto tipo de seguridad a ellos. Y la mejor manera de hacer eso, es hablar claramente con Verrocchio para no tener futuros problemas."
Bueno, él tenía la razón esta vez, pero Balalaika no tenía intención de reconocer eso en voz alta.
Verrocchio era un dolor de huevos que la había provocado y desafiado por el control de la ciudad, hasta el punto de interferir en sus negocios varias veces. Aunque ella le había pagado con la misma moneda.
Pero hasta ahora, Verrocchio no había mostrado intención de declarar una guerra abierta, y Balalaika tampoco buscaba una. Ella no temía a Verrocchio, pero era consciente que un enfrentamiento entre dos potencias tan grandes solo ocasionaría perdidas para ambos bandos, y beneficios para los que se quedaban observando…
Como Chang. Y ella prefería estar muerta antes que darle beneficios a ese bastardo.
Si con esto ella podía dejarle los puntos claros al líder de los Visconti para que él después no buscara problemas, entonces ella no tenía ningún inconveniente en llamarlo para tener una pequeña charla con él.
"¿Y crees que Verrocchio aceptará todo eso tan fácilmente?". -Preguntó Balalaika, quien no tenía muchas expectativas sobre eso.
Rock negó con la cabeza. "Eso no puedo saberlo, porque nunca he visto o hablado con el hombre."
"Pero al menos hubiéramos retirado los cadáveres del club.". -Comentó Revy. "Es casi seguro que Verrocchio se cabreará al verlos."
"Oh, sí, sobre eso…se me olvidó."
"Algo realmente descuidado de tu parte.". -Señaló Balalaika.
"He estado bastante ocupado desde que me sacaste repentinamente de mi trabajo, ¿de acuerdo? Es normal que se me hayan pasado por alto algunas cosas."
Sí, Balalaika no se creía esa mierda.
Ella no tenía idea de qué diablos él estaba tramando. Todo hasta ahora, la elección del lugar, permitir que Revy se quedara junto a él y haberse olvidado de retirar los cuerpos, le parecía muy sospechoso. Pero ella decidió seguirle el juego simplemente por curiosidad, así que no ordenaría a sus hombres que sacaran los cuerpos de los italianos muertos.
Ella lo dejaría hacer lo que quisiera, siempre y cuando su jugada no la perjudicara.
"Realmente no me importa, aunque lo que Two Hands dijo es cierto.". -Continuó Balalaika. "Y Verrocchio no es la persona más civilizada cuando se cabrea, y es muy fácil hacerlo cabrear."
"Sí, he oído sobre eso."
"Y, sin embargo, no pareces preocupado'. -Pensó Balalaika. '¿Es porque tienes a Revy a tu lado, y crees que con ella es suficiente para garantizar tu seguridad?'
En ese momento, las puertas del club se abrieron y un grupo de hombres ingresó.
El que iba al frente, liderando a lo demás, era el mismo que Rock había señalado en la fotografía que ella le había enseñado hace algunas horas atrás. Tsugio Bando, el líder de los Washimine. Rock había acertado, ellos aceptaban la oferta…. o eran lo suficientemente estúpidos como para venir personalmente a negarse.
"Bueno, hora de ponerte a trabajar, señor…". -Revy ladeó su cabeza al intentar recordar. "¿Cómo fue que lo dijo Chang? Ah, sí, traductor universal."
"…Chang es una mierda.". -Dijo Rock.
"Sí que lo es.". -Estuvo de acuerdo Balalaika.
La reunión entre Bando y Balalaika transcurría sin complicaciones y parecía que la alianza iba a formarse.
O eso es lo que pensaba Revy, porque ella no estaba entendiendo un carajo de lo que ellos estaban hablando.
Rock, cumpliendo su papel como traductor universal, estaba haciendo de puente para la conversación entre el jefe Yakuza y Balalaika. El problema era que él, naturalmente, hablaba en japones y regresaba las respuestas a Balalalaika en ruso.
Así que ella quedó completamente fuera de la conversación. Y eso le cabreaba. Revy podía entenderlo dada la situación, pero le seguía cabreando.
Desafortunadamente para su amargo estado de ánimo, aquel parásito rubio nuevamente apareció a su lado. "Es grandioso que nos encontremos de nuevo, nena.". -Dijo Chaka, sonriendo. "¿Podría ser que este es el destino?"
"Mas bien, me parece un castigo.". -Replicó ella, más para sí misma que para él.
"Yo te puedo castigar si quieres."
"Eres molesto. Cállate. No me hables."
Chaka soltó una carcajada salvaje, claramente divertido, que atrajo la atención del resto del grupo. Pero esto solo duró unos instantes y rápidamente regresaron a sus asuntos. "Eres toda una fiera. ¿Te han dicho que eso es jodidamente cachondo?"
"¿No deberías estar allá, siendo un dolor de huevos para tu jefe?"
"No realmente, quiero decir, puedo ser un dolor de huevos para él y los demás cualquier otro día. Pero hay tan pocas oportunidades de charlar con una cosita sexy como tú, que de ninguna manera pienso dejar pasar esta oportunidad.". -Respondió Chaka.
Hubo un tiempo en el que le decían cosas iguales o incluso más pendejas que esa, pero hoy en día, después de haber forjado su reputación y hacerse conocida en Roanapur, raras veces algún tipo intentaba ligar con ella de manera tan descarada.
Y las pocas veces que se atrevieron a hacer eso, ella los mandaba a la mierda y los ahuyentaba a los tiros.
Revy estuvo muy tentada en seguir ese procedimiento, pero ella era consciente de que este no era el momento ni el lugar para hacer eso, ya que no quería causarle problemas a Rock ni a Balalaika cuando las cosas parecían ir por buen camino.
Sin embargo, la dulce tentación estaba allí. Si ella podía librarse de ese parasito rubio, y de paso, poder enfrentarse al grandote y matarlo de una buena vez, bien podría valer la pena ganarse la bronca de Rock y Balalaika.
'Nah, no lo vale'. -Pensó Revy, después de considerarlo por un momento, optando por la difícil tarea controlarse. Por ahora. "Tienes mucha confianza en ti mismo."
"Oh? ¿Está funcionando contigo?"
"No, lamentablemente para ti, no eres mi tipo."
Chaka volvió a reír, solo que esta vez, por suerte, no de una manera tan escandalosa. Él se acercó un poco, más cerca de lo que a Revy le gustaba que estuvieran las personas en general. "De verdad? ¿Cómo puedes estar tan segura de eso? Apenas hemos hablado dos veces, tal vez soy tu hombre ideal."
"De acuerdo, eso es fácil de comprobar.". -Ella lo miró fijamente a los ojos. "Si tú tienes la oportunidad de ganar grandes cantidades de dinero, fama o cualquier tipo de mierda que prefieras, ¿la aprovecharías, aunque eso significara matar a mucha gente?"
"Por supuesto que sí."
Él le respondió sin dudar, justo como ella esperaba. "Ya veo, entonces estás podrido hasta la medula, igual que yo."
La sonrisa de Chaka se ensanchó. "Ves? Somos iguales, nena. Eso quiere decir que soy tu tipo, ¿cierto?"
"Diablos, no. Me da asco la gente tan podrida y corrupta como yo, pendejo. Así que cállate y aléjate de mí.". -Contestó Revy, dándose la vuelta y marchándose hacia otro lado.
Revy se recostó contra una pared y se cruzó de brazos, esperando.
Si él seguía insistiendo, entonces ella lo mataría, sin importarle los problemas que eso podría generar. Afortunadamente, Chaka no la siguió. Él solo chasqueó su lengua y regresó junto a su grupo.
Bien.
Ahora solo le quedaba esperar a que la reunión entre Balalaika y ese Yakuza terminara.
Justo cuando ella estaba pensando lo mortalmente aburrido que sería esperar, las puertas del club de abrieron e ingresaron unos tres hombres con trajes. Ella no reconoció a dos de ellos, pero sí al que los lideraba.
Era Verrocchio, el jodido jefe de los Visconti.
"Oh, mierda."
Ronnie se sentía como un animal enjaulado.
Desde que Ronnie se había despertado, luego de que Rowan tratara su herida, la cual fue cerrada por él… y en forma de un rayo, Ronnie y Luciano se había visto obligados a permanecer encerrados en los feos cuartos privados de Rowan. Él no sabía el paradero de su subordinado, porque los rusos lo habían llevado a otro cuarto distinto.
En cambio, a él le tocó aquella mocosa espeluznante que acompañaba a Two Hands.
Ella estaba custodiando la única entrada y salida del cuarto, así que no había posibilidad de huir a menos que él la apartara del camino. Hubiera sido fácil, ya que ella solo era una niña pequeña. El problema era que él no tenía un arma, y la niña sí.
Y Ronnie no era lo suficientemente curiosos para intentar averiguar si ella realmente sabia usarla o no.
Entonces, ¿para qué los rusos los habían encerrado? Ronnie no tenía idea. Todo se había vuelto muy confuso para él después de la pelea con el grandote de la espada.
Pero que lo mantuvieran a él y a su subordinado encerrados era una mala noticia. Y sus intentos de obtener información por parte de aquella niña fueron inútiles, ella no tenía ninguna intención de explicarle nada. Sin embargo, él era consciente de que, si esos rusos quisieran matarlos, ya lo habrían hecho.
Entonces, ¿Qué demonios estaban planeando? ¿Acaso Balalaika planeaba entregarlo a ese grandote de la espada para que él pudiera completar su trabajo? Ronnie se estremeció ante esa idea.
La incertidumbre, los nervios y estar encerrado durante tanto tiempo estaban volviéndolo loco.
La puerta de la habitación se abrió lentamente, y Ronnie se puso de pie al instante, ignorando las punzadas dolorosas de su cuerpo, probablemente él debía tener una o dos costillas rotas. El que abrió la puerta fue el segundo al mando de Balalaika.
"Eh, eh, Sarge.". -Dijo la niña al ver al hombre, acercándose a él rápidamente. "¿Cómo va la reunión entre la Ruskie y los Japonskis? ¿Anego causó problemas? ¿Boss está bien-?"
"Cállate, eres ruidosa.". -Interrumpió Boris, agarrándose la cabeza con una de sus manos. La niña lo miró con sus labios apretados." Haces demasiadas preguntas. ¿Cómo es que Rock es capaz de soportar tu zumbido todos los días?"
"Estás siendo demasiado grosero, Sarge."
"No me importa."
"Pues debería". -Replicó la niña, señalándolo con su dedo. "Recuerda que Hansel y yo sabemos dónde vives."
"…".
Ronnie notó que el inexpresivo sargento se volvió un poco más pálido. Satisfecha con la reacción y el silencio de Boris, la niña continuó. "Ahora, ya que estás aquí, ¿Eso quiere decir que puedo volver con Boss?"
"No. Aún queda otra reunión por delante, tendrás que esperar un poco más."
"Eh? Que aburrido.". -La niña se desanimó y regresó a su posición anterior. "Espero una compensación por todo esto."
"Eso no depende de mí, habla con Rock. "-Dijo Boris, enfocando su atención en Ronnie. "Ronald, si mal no recuerdo."
"Vasili…"
"Boris.". -Corrigió el sargento, aparentemente sin molestarse por el error. Ronnie se encogió de hombros, para él, todos los rusos se llamaban igual. Boris lo examinó durante unos segundos y después asintió. "Veo que ahora eres capaz de ponerte de pie por tu propia cuenta. Bien."
"Si tú eres mi nueva enfermera, debo decir que estoy decepcionado.". -Dijo Ronnie con ácido sarcasmo. "Esperaba a una chica bonita, no a un bloque de hielo y Vodka con forma humana."
"Lamento no poder cumplir con tus expectativas.". -El tono de Boris no indicaba si bromeaba o hablaba en serio.
"¿Me vas a explicar que carajos está pasando?". -Preguntó Ronnie, cruzándose de brazos.
"No es necesario, simplemente debes venir conmigo. Hay alguien que te está esperando."
"Si esa Ruskie me quiere muerto…". -Dijo Ronnie, desafiante. "Entonces mátame aquí, porque no pienso darle el gusto a esa perra de caminar hasta ella."
"La Kapitana no tiene ningún interés en ti, dago, se trata de tu jefe."
¿Verrocchio? ¿Aquí? ¿Justo ahora? El cerebro de Ronnie tardó varios segundos en procesar la información, mientras que Boris esperaba pacientemente. Una vez que él entendió el mensaje, lo único que pudo decir fue: "Oh, mierda."
Lo primero que hizo Verrocchio al entrar al club, fue preguntar por el paradero de su mano derecha, Ronnie, al no verlo entre los cadáveres.
Entonces, Balalaika le había pedido a Boris que trajera al hombre de Verrocchio. Mientras tanto, ella le pidió a Bando, mediante Rock, que él y sus hombres esperar un poco mientras ella se encargaba de este pequeño problema.
Ella lo había llamado, sí, pero no esperaba que Verrocchio apareciera tan pronto.
Una vez que Ronnie apareció escoltado por el sargento, Verrocchio se limitó a mirarlo fijamente y en silencio. Ronnie no había podido soportar más el silencio y la fija mirada de su jefe, así que dio un paso al frente y fue él quien inicio la conversación. "Signore."
"Mi deludi, Ronald. Sei il mio braccio destro e per questo ti ho affidato questa missione, ma non solo non l'hai portata a termine, ma hai permesso a quei bastardi giapponesi di uccidere tutti i miei uomini.". -Contestó Verrocchio.
"Non ho scuse, signore."
"Certo che no, ti taglierei le palle e te le ficcherei in gola se mi dessi una scusa."
Balalaika, Rock y Boris observaban la escena literalmente sin entender nada.
Balalaika acercó su rostro y lo dejó a centímetros al de Rock. "¿Qué diablos están diciendo?". -Dijo ella, susurrando en su oído.
Él no pudo evitar pegar un pequeño salto ante su repentina cercanía, pero rápidamente se recompuso. "No tengo idea, no se hablar en italiano."
"… ¿Cómo que no sabes?"
"Se hablar cinco idiomas, sabes, y ese un logro considerable.". -Replicó Rock, ofendido, pero aun manteniendo su voz baja. "Sin embargo, nunca tuve la fortuna de viajar a Italia para hacer negocios, así que es normal que no sepa hablar ese idioma."
"Aun así, es decepcionante."
"¿Qué se están secreteando ustedes dos?". -Intervino Revy, también susurrando. Balalaika parpadeó, ella no había notado el momento en el que Revy se había acercado tanto. Y a juzgar por como nuevamente Rock pegaba otro pequeño salto, él tampoco la notó. "Je."
Al parecer, esa reacción la divirtió.
"Nada, solo le explicaba a la Kapitana que no se hablar en italiano.". -Contestó Rock.
"¿De verdad?". -Revy lo miró con desaprobación. "¿Pero qué clase de traductor universal eres?"
"Agradecería que dejaras de llamarme así. De todas formas, ¿Qué haces aquí?"
"No es obvio? Verrocchio apareció, lo que significan problemas. Así que vine aquí para asegurarme de que no inicies un tiroteo por soltar tus pendejadas."
"¿…Eso no debería decirlo yo?"
"Vete a la mierda, Rock."
Verrocchio, al captar la conversación de ellos, se volteó a verlos. Ronnie, aliviado de no tener que enfrentar a su jefe, retrocedió un poco. "Lo que le estaba diciendo a Jaws, fue que estoy decepcionado porque él no cumplió la misión que le ordené, eso es todo."
"Ah, ya veo.". -Dijo Balalaika, separándose de Rock. "Me alegra que hayas podido- "
"Corta las formalidades, cara quemada.". -Interrumpió Verrochio, encendiendo un cigarrillo. "No tengo muchas ganas de verte ni hablar contigo, y seguramente es lo mismo para ti. Así que dime, ¿Qué clase de jodida broma estás tratando de hacerme al llamarme aquí?"
Balalaika le dirigió una mirada inexpresiva a al hombre. Bueno, esa actitud de mierda de Verrocchio ya se la esperaba, pero, aun así, seguía siendo verdaderamente molesta.
"No es ninguna broma.". -Intervino Rock. Balalaika le dirigió inmediatamente una mirada, pero él continuó. "La señorita Balalaika quería hablar con usted sobre algunas cosas que ocurrieron hoy."
"Algunas cosas, ¿eh? ¿Te refieres a esos bastardos de ojos rasgados que mataron a mis clientes?"
"Bueno, sí."
"¿Y a la jodida señorita no se le ocurrió otro mejor lugar?". -Escupió Verrocchio. "Aquí apesta a sangre y a pólvora. Todo el lugar esta repleto de agujeros de bala y cadáveres, cadáveres de mis hombres. ¿Debo asumir que esto es una declaración de guerra por parte tuya, Balalaika?"
"No exactamente. Mi manera de declarar una guerra es más directa. ". -Dijo Balalaika, regresando su atención al jefe italiano. "Lo que quería decirte, era que te vayas olvidado de la idea de matar a esos Japonskis". -Ella señaló a Bando y su grupo, quienes observaban todo con curiosidad. "Ellos ahora están bajo mi protección."
"¿Por qué?"
"Porque los vi parados bajo la lluvia y me dieron lastima."
Verrocchio miró a los Washimine durante unos segundos para luego regresar a Balalaika. "Así que ahora te dedicas a adoptar extranjeros?"
"No, me dedico a hacer sufrir y matar gente, pero regresemos al tema principal. Los Washimine, esos Japonskis a los que tanto quieres matar, formaron una alianza conmigo hace poco.". -Balalaika miró la hora en el reloj que tenia en su muñeca. O mas bien, fingió hacerlo, porque ella no traía ningún reloj puesto. "De hecho, lo hicieron unos minutos antes de tu llegada."
El mafioso italiano tiró al piso su cigarrillo a medio acabar. "Eso no está bien, Balalaika, ellos me arruinaron varios negocios, y supongo que también asesinaron a mis hombres… ¿o fueron los tuyos?". -Ella se encogió de hombros. Verrocchio chasqueó su lengua. "Te lo repetiré, ¿esto es una jodida broma?"
Antes de que ella pudiera responder, Rock volvió a intervenir sin su permiso. "Um, lamento la interrupción, y sé que no lo parece, pero esto no fue más que un terrible malentendido."
Verrocchio alzó una de sus cejas. "¿Malentendido? Mataron a una buena cantidad de clientes míos, masacraron a cinco de mis hombres, ¿y es todo un malentendido?"
Rock le ofreció una sonrisa de disculpa. "Así es."
"Tú me estas jodiendo ¿cierto?"
"No, realmente no.". -Rock se encogió de hombros. "Pero si eso ayuda a que te sientas mejor…"
Balalaika parpadeó. ¿Qué diablos estaba haciendo ese estúpido? Verrocchio ya estaba lo suficientemente cabreado, ella lo notaba por la forma en la que las venas se le marcaban en su frente, pero al hablarle de forma tan despreocupada, Rock se estaba arriesgando a que…
Verrocchio sacó una pistola y le apunto a Rock directamente a la cabeza. Sus dos guardaespaldas hicieron lo mismo. Mientras tanto, Boris y Revy también habían sacado sus armas. Como Ronnie estaba aparentemente desarmado, él solo se quedó observando.
"Por supuesto que harías eso…". -Murmuró Rock con sus ojos en blanco.
"Oh, veo que eres de los graciosos. ¿Pues qué crees, comediante? Sera mejor que cierres el pico antes de que te vuele la tapa de los sesos."
"De acuerdo, hagamos esto…".
"Parece que también eres sordo."
Rock lo ignoró, mientras levantaba sus manos en un gesto de calma. "Bajen sus armas, todos, ¿de acuerdo? Nadie vino aquí a causar problemas, solo queremos hablar civilizadamente.". -Dijo él, con una expresión más seria. Luego, se volteó a ver Revy. "Tú también."
"Que ellos lo hagan primero.". -Replicó ella, sin quitarle los ojos de encima a los Italianos.
"Esto no tiene nada que ver con la compañía Lagoon, Two Hands.". -Dijo Verrocchio con sus dientes apretados y sin bajar su arma. "Así que mejor regresa a lamerle el culo a Dutch, que es lo único bueno que sabes hacer."
"Chúpame el pito, perra."
"Tú no tienes pito.". -Dijo Verrocchio, un poco confundido al no esperarse esa respuesta.
"Lo tengo, y es más grande que el tuyo.". -Aseguró Revy, pero sin sonreír. Ella comenzó a rechinar sus dientes. "Ahora, baja tu jodida arma, imbécil."
"¿Y qué harás si no quiero hacerlo, perra estúpida?"
"Te mataré, jodido bastardo amante de fideos y salsa para pizzas."
Balalaika intervino al ver que Rock no lo hacía. "¿Cómo quieres resolver este problema, Verrocchio?"
Ella le dio un golpe a su sargento. Él la miró de reojo. Balalaika hizo un ligero movimiento hacia abajo con su cabeza, indicándole que bajara su arma. Boris lo entendió al instante y, aunque con dudas, obedeció.
"Los clientes muertos no los puedo recuperar.". -Dijo Verrocchio. "Así que quiero que me paguen un equivalente a un año de mercancía que ellos, cuatro grupos enteros, me compraban. Y también, quiero que cinco de esos japoneses mueran."
"Imposible.". -Contestó Balalaika. "Aunque sean solo cuatro grupos, una paga al equivalente a un año de mercancía es un precio excesivo. Y en cuanto a matar a la misma cantidad de hombres, eso debes discutirlo con el líder de los Washimine, no es mi decisión. Pero seguramente se va a negar."
"Entonces no hay nada más que hablar, cara quemada. Que tus ojos rasgados se preparen para la guerra."
"Eso también me incluiría a mí."
Sin embargo, Verrocchio resopló." Oh, venga, cara quemada, los dos sabemos que no iniciaras una guerra libre contra mí, ni yo contra ti, porque nos terminaremos destruyendo el uno al otro. Además, este no es asunto tuyo, es entre esos bastados japoneses y yo."
Entonces, Rock finalmente trató de intervenir. "Aguarden un segundo, no hay necesidad de- "
Pero Verrocchio lo interrumpió al soltar un disparo que pasó rozándole la mejilla e impactó en una pared a su espalda.
Si él había fallado el disparo a propósito para intimidar a Rock, Balalaika no lo sabía. Lo que ella sí sabía, es que ese fue un grave error.
El disparo de Verrocchio hizo que sus guardaespaldas levantaran sus armas y se pusieran alerta una vez más, pero tardaron unos segundos en hacerlo. Segundos que Revy aprovechó para dar un paso al frente y pegarle un tiro a Verrocchio justo en medio de la cabeza. Ella inmediatamente soltó otros dos disparos más, y los guardaespaldas de Verrocchio también cayeron muertos.
Ni Boris, ni el otro italiano, Ronnie, se esperaban eso. Su sargento simplemente parpadeó con sorpresa, mientras que Ronnie retrocedió unos cuantos pasos, horrorizado. Probablemente el grupo de Bando también estaba igual de impactado.
Sin embargo, Balalaika se concentró en la reacción de Rock. Él estaba un poco agitado y su sangre chorreaba por el corte que le hizo la bala al pasar, pero no se mostraba para nada conmocionado u sorprendido.
Lo único que hizo Rock, fue soltar un suspiro. "Oh, chico…"
