Las distorsiones ópticas causadas por el medio FOLD eran molestas y podían causar desorientación y mareos en las personas que las experimentaban por primera vez, afortunadamente Camila no era una de ellas y aquel juego de luces e imágenes fantasmales apenas aparecían ante sus ojos como una especie de "ruido" óptico. La joven se encontraba recostada en su catre mientras trataba de leer un informe en su Pad, pero su mente continuamente vagaba más allá del significado de las palabras que parecían danzar frente a sus ojos. Sin más paciencia disponible por tratar de terminar aquella tarea suspiró profundamente y dejó que el Pad se deslizara entre las cobijas, entonces recostó la cabeza en la almohada.

—¿Sucede algo? —preguntó Ximena desde la cama de arriba. Evidentemente aquel suspiro había sido bastante audible.

Su compañera guardó silencio por lo que Ximena se asomó al borde de la cama y miró hacia abajo. —¿Quieres que apague la luz? —preguntó.

Camila sacudió la cabeza. —No puedo dormir. —dijo.

—A mi también me cuesta dormir durante los FOLD.

—No es eso. —respondió la oficial Hughs. Es…

Como la joven había vuelto a quedar en silencio fue el turno de Ximena de suspirar y volver a recostarse de espaldas. —No hace falta que me lo digas si no quieres. —dijo. —Te entiendo.

—Es que… tuve un sueño. —comenzó a decir Camila.

—¿Un sueño?

—Estaba… estaba a los mandos de Delta Uno. —dijo girando la cabeza hacia un lado. El camarote estaba en penumbras, apenas alumbrado por la pequeña lámpara de lectura que Ximena mantenía encendida sobre la cabecera de su cama. —Estaba en una batalla… una batalla grande.

—¿Contra los Zentradi? —preguntó su compañera.

—No.

Ximena volvió a suspirar. —No es necesario que sigas. —dijo imaginando lo que su compañera había soñado.

—Había un Battle Class enemigo en modo de batalla—continuó narrando. —Yo me acercaba con Delta Uno esquiando el fuego antiaéreo y me colocaba en modo Battroid justo frente al puente de mando, entonces levantaba mi Gunpod y apuntaba a través de la mira a la tripulación detrás del cristal.

—¿Era la Macross 48? —preguntó Ximena refiriendose a la Macross 48 "Wyvern", la Clase New Macross que el tío de Camila comandaba en el momento del asesinato del Almirante Aramaki.

La joven asintió. —Mi tío… mi tío no estaba solo; había muchas personas a su alrededor… no solo oficiales, también civiles… hasta me pareció ver niños.

Ximena guardó silencio. Era evidente que su compañera estaba luchando con una terrible carga en esos momentos.

—No pude apretar el gatillo. —dijo Camila con voz temblorosa. —Aunque… aunque era mi deber, aunque era lo correcto. —intentó convencerse a sí misma.

Tras varios minutos de silencio Camila pareció calmarse un poco. —¿Qué hubieses hecho tú? —preguntó volviéndose boca arriba.

—Seguramente le hubiese hecho un gesto obsceno con la mano libre del robot. —respondió sin pensarlo demasiado.

Camila se incorporó y se quedó sentada en la cama; no se esperaba esa respuesta. —¡Hablo enserio! —protestó visiblemente ofendida por la ligereza del comentario de su compañera.

—Yo también. —respondió Ximena desde su cama. —Si hay civiles en la línea de fuego entonces simplemente no puedes apretar el gatillo. —aseguró.

Camila volvió a recostarse y se quedó viendo el metal que formaba el techo en su cama marinera. —Todavía… Todavía no me hago la idea de que tendremos que luchar contra nuestros camaradas. —dijo.

—Tal vez no tengamos que hacerlo. —contestó Ximena. —Si la misión de Aramaki tiene éxito y la guerra termina, entonces la crisis se resolverá… tu tío podría dar un paso al costado y…

—Tú no lo conoces. —dijo Camila con voz tensa. —Él jamás dará un paso al costado. Tal vez haya usado la excusa de los Zentradis para tomar el poder, pero no lo soltará por nada del mundo, incluso si los Zentradi desaparecen de la galaxia. —aseguró.

Ximena no supo que responder. Nunca se había interesado por las disputas internas de la fuerza, pero aún así se había visto arrastrada a aquel juego de poderes en los que su compañero había pagado el precio definitivo. Aquello no tenía sentido; la Humanidad estaba al borde del abismo de la aniquilación y los Altos Mandos jugaban a la política con la vida de sus subalternos ¿Como era posible que la otrora orgullosa NUNS se hubiese convertido en algo tan… degenerado?

Un zumbido se escuchó en la habitación. Camila tomó el Pad que se había deslizado entre las mantas y vió el remitente de la llamada entrante. Tardó unos segundos en reaccionar, pero de un salto levantó la mano y activó las cortinas de su cama. Una persiana metálica comenzó a descender dejándola aislada por completo de la habitación. —Lo siento Xime. —dijo antes que las cortinas se cerrasen del todo. —Tengo que contestar esta llamada. —se disculpó.

Ximena suspiró y volvió a apoyar su cabeza en la almohada; sabía perfectamente de quién era esa llamada tan importante que tenía que ser contestada en privado. Volvió a tomar su Pad y continuó leyendo el informe que el Jefe Aichi había preparado solo para ella.

—Hola. —respondió Camila una vez que hubiese respirado hondo. La luz interna de su cama estaba apagada y solo su rostro estaba siendo iluminado por el brillo del Pad.

—Hola. —saludó Fritz desde la Mainstream. El rostro del joven estaba teñido por la luz azulada de las pantallas, por lo que la chica dedujo que estaba hablando también desde su camarote —Siento molestarte a estas horas… ¿Estabas acostada? —preguntó.

—Estaba leyendo. —respondió la joven mientras apartaba con su mano libre un par de mechones de pelo que habían caído sobre su rostro.

Fritz sonrió. —Lo siento. —dijo. —Debí haberte llamado antes pero… cada vez que tenía algo de tiempo libre, no se como, pero siempre me caía dormido en el sitio y me despertaban mis colegas para seguir trabajando. —se disculpó.

—Has trabajado muy duro en el proyecto. —le recordó Camila. —Sabiendo la presión que tenias, es obvio que no tuvieras tiempo. ¿Estás descansando mejor ahora? —preguntó.

—Si, por suerte el Doctor Zellman se hizo cargo de toda la burocracia con los Capitanes de la flota y me dejó descansar… dormí casi dos días seguidos. —confesó ruborizándose.

Camila rió ante aquella confesión. —Me alegro entonces. —dijo. —Pero más me alegro que te hayan dejado comunicarte conmigo; aquí en la Bramante las comunicaciones entre nave y nave están rigurosamente controladas.

—¡Oh! —exclamó Fritz. —No me han dado permiso ciertamente. —dijo.

—¿Eh? —murmuró confundida Camila.

—Esta comunicación la ha establecido Lucy por su cuenta… no le he pedido a nadie en la Mainstream autorización para hablar. —dijo de forma distendida. —¿Hice… mal? —preguntó al cabo de unos segundos al ver el rostro asustado de Camila.

—Creo… que al Capitán Homs no le va a agradar enterarse sobre comunicaciones clandestinas desde su nave. —observó la joven. —No me gustaría que vuelvas a meterte en problemas por mi culpa.

Fritz sacudió la cabeza. —Tanto Homs como Owen me dejaron utilizar las funciones de Lucy sin reparos. —dijo. —Además estamos simplemente conversando, no es para tanto. ¿Verdad?

—Supongo. —reconoció la chica suspirando.

Fritz apartó un momento el rostro de enfrente del Pad y pareció manipular algo fuera de la pantalla. —Hagamos una cosa. —dijo. —Puedes pedirle a Lucy que te comunique conmigo cada vez que quieras hablar… así no tendremos que depender de toda esa burocracia de comunicaciones y todo eso.

Camila no sabía que responder. El rostro de Fritz volvió a aparecer en la pantalla al cabo de unos momentos. —Listo, prueba llamar a Lucy. —dijo.

—¿A Lucy? ¿Aquí? ¿Pero ella no está…? —preguntó confundida la joven.

—Lucy está instalada en ambas naves, así como también quedó en modo "letargo" en la Planck allá en la flota. —explicó Von Neumann. —Prueba llamarla. —insistió.

La joven oficial dudó un instante pero tras tragar saliva se dirigió hacia el aparato. —Lucy. —dijo en un murmullo.

Sobre la pantalla del cristal iluminado se formó una esfera de luz y de inmediato se transformó en una figura holográfica diminuta de unos diez centímetros de alto.

—Estoy a sus órdenes, Oficial Hughs. —dijo la IA en posición de firme mientras saludaba con la mano.

Camila respondió automáticamente el saludo ante las carcajadas de Fritz desde la pantalla. —¿Ves? Puedes pedirle ayuda a Lucy para lo que necesites; es sumamente eficiente en todo lo que hace.

Camila miró al holograma con atención; desde la última vez que la viera en el puente de la Bramante había sufrido un enorme cambio en su avatar holográfico; ya no vestía más aquellas telas que apenas cubrían las partes más voluptuosas de su cuerpo. Las telas y sedas de colores habían sido reemplazadas por un uniforme de Oficial de la NUNS.

—Ese uniforme le queda muy bien. —observó Camila con una sonrisa.

—Muchas gracias. —respondió Lucy.

—El Oficial Boris hizo un excelente trabajo. —señaló Fritz. —Aunque creo que la idea fué del Capitán Owen que dijo que las ropas antiguas de Lucy lo ponían algo nervioso en el puente.

—Ya me imagino por qué. —respondió Camila entre risas.

Fritz sonrió pero su rostro se puso serio de inmediato. —¿Cómo has estado sobrellevando todo… es decir…? —intentó preguntar sin éxito.

Camila sacudió la cabeza. —Estoy bien, Fritz. —dijo. —Desde hace mucho que dejé de ver a mi tío Samuel como familia… ahora solo lo veo como uno más de los nuestros que ha cometido un crimen horrible… y voy a hacer todo lo posible por llevarlo ante la justicia militar. —afirmó con seguridad.

—Comprendo. —respondió Von Neumann. —Yo… yo no creo que tengamos que enfrentarnos a él… al menos no en un largo tiempo. —dijo.

La oficial Hughs lo miró confundida. —¿A qué te refieres?—preguntó.

—¿No has escuchado la noticia? Aparentemente la flota principal que Samuel Hughs ha tomado bajo su control ha tomado rumbo al Cúmulo Brisingr.

Aquella noticia sorprendió a la joven. El Cúmulo Brisingr era un cúmulo estelar localizado en uno de los extremos de la Vía Láctea, hogar de numerosos asentamientos de razas intervenidas por la Protocultura así como de los innumerables restos de la otrora colosal República Estelar.

—Demorarán años en llegar allí, incluso usando la última tecnología FOLD. —afirmó Fritz.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Camila, aunque ya lo sospechaba.

—Lucy me lo dijo. —respondió Fritz con soltura. —Ella sabe casi todo lo que sucede en la flota.

La joven se inclinó sobre la pantalla y miró el pequeño holograma de la IA que flotaba sobre el cristal —Por favor, déjanos solos. —dijo.

—A la orden. —respondió Lucy desapareciendo en una explosión de píxeles.

—Fritz. —dijo Camila con tono serio. —Ten cuidado, Lucy tiene acceso a información confidencial a la que tú no. Podrías meterte en serios problemas . —advirtió.

El joven la miró y asintió en silencio. —Tienes… tienes razón. —dijo al cabo de unos segundos.

—Gracias por llamarme, Fritz. —dijo Camila sonriendo. —Estaba un poco deprimida, pero ahora me siento mejor.

—Puedes llamarme cuando quieras— dijo Fritz desde la Mainstream —Que descanses.

—Tú también. —devolvió el saludo Camila.

La pantalla del Pad se apagó y la joven quedó envuelta en la oscuridad. Hizo un gesto con la mano y las cortinas volvieron a levantarse, pero el camarote estaba completamente a oscuras; aparentemente Ximena había terminado de leer su informe y había apagado su luz de lectura. Camila suspiró y trató de dormir un poco, aunque los latidos de su corazón no le permitieron conciliar el sueño hasta mucho tiempo después, cuando el cansancio y el agotamiento finalmente pudieron acallar sus pensamientos.

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Las cuatro naves llegaron al punto de inicio de la misión a los dos días de saltos ininterrumpidos y comenzaron los preparativos para la infiltración a la zona más peligrosa. Mientras las fragatas Bramante, Halberd y Naginata comenzaron a patrullar el espacio inmediato alrededor de la Mainstream, el Capitán Homs y sus oficiales trazaron la ruta a seguir.

El Nexus se hallaba ahora a Ciento Veinte Años Luz de distancia de donde se encontraban anclados, en la zona ocupada por una gigantesca nebulosa que se creía era una región del disco galáctico comúnmente llamada una "Nursery de estrellas"; una región repleta de gas, polvo y elementos de todo tipo que propiciaban la formación de miles de millones de estrellas jóvenes.

Esas regiones bullían de actividad estelar y las enormes explosiones energéticas producto de las Novas y Supernovas que cada tanto sacudían la región con poderosos vientos estelares creaban tanto ruido e interferencias que eran casi imposibles de examinar a la distancia. Eran un escondite perfecto para una instalación de la importancia estratégica del Nexus que los Zentradi usaban para construir sus Super Fortalezas; las naves más grandes y poderosas de la armada alienígena.

La CVS-181 "Mainstream" extendió un enorme telescopio de observación construido en la Planck en tiempo record y desplegó todo su array de comunicaciones para comenzar a examinar la nebulosa y determinar la exacta localización del objetivo, cosa que no demoraron demasiado en hacer.

El radar dimensional pronto detectó las perturbaciones en el tejido Dimensional que la armada Zentradi que protegía la instalación creaba en la zona. Miles de puntos de entrada y salida WARP comenzaron a aparecer en los sensores de la Mainstream a medida que la nave comenzaba a rastrear la actividad de las patrullas alrededor de la instalación. Todavía no podían saber si la enorme SuperFortaleza estaba aún allí, pero al menos podían estar seguros del tamaño y número de defensores… que eran muchos.

Las fragatas regresaron tras varios días de patrullaje y compartieron sus datos de radar con el Comando Central de la nave de Homs; aparentemente el Nexus estaba protegido por casi un millón de naves de todo tipo, de las cuales más de la mitad estaban ancladas en la zona de la instalación o zonas cercanas y el resto patrullaba un radio de alrededor de veinte años luz de distancia en todas direcciones.

—Esto no va a ser fácil. —dijo Homs al ver el radar dimensional prácticamente teñido de rojo por la enorme cantidad de contactos enemigos.

Por suerte no tenían que acercarse demasiado; el objetivo era aislar una de sus naves y capturarla en los límites exteriores de la burbuja de protección del Nexus.

Era hora que la Naginata y la Halberd regresaran a la flota. Los Capitanes Shingo Sekai y Derek Roberts se despidieron de Homs y Owen y les desearon suerte en su misión, tras lo cual partieron rápidamente dejándolos solos a las puertas mismas de la gigantesca Nebulosa.

Se decidió que la Bramante tomaría el papel del perro de caza y conducirá una búsqueda exhaustiva en la periferia del área de patrulla del Nexus mientras la Mainstream permanencia oculta y en silencio en espera de la llamada a entrar en acción. Debido a las distancias involucradas, la rapidez con la que ambas naves tenían que coordinarse para rastrear sus objetivos era crucial para evitar que la presa escapara, por lo que el escuadrón Delta fué desplegado en su papel primario de enlace de comunicaciones, ampliando de esa forma el área de búsqueda sin tener que sacrificar rapidez de respuesta en caso de encontrar un objetivo adecuado.

Lamentablemente no iba a resultar algo sencillo. Pronto descubrieron que las patrullas que recorrian la periferia de la enorme nebulosa lo hacían de a grupos de entre cuatro y ocho naves, fundamentalmente acorazados y destructores. Con números como esos, era más que seguro que los cazadores se convertirian en presas si atacaban de forma indiscriminada, por lo que esperaron una oportunidad.

El profesor Von Neumann fué transferido a la Bramante para ayudar con sus conocimientos sobre la tecnología y sensores de los Zentradi; era la primera vez que la Humanidad iba a atacar uno de esos gigantescos complejos y era muy poco lo que sabían de sus defensas. Necesitaban obtener toda la información que pudieran y analizar rápidamente los datos para obtener toda ventaja posible. Fritz ocupó su puesto en el CIC de la Bramante y comenzó a trabajar en la información del Nexus a medida que los sensores de ambas naves obtenían y compartían miles de Petabytes de datos en tiempo real usando los enlaces FOLD que el escuadrón Delta proporcionaba.

La oportunidad tardó varios días en llegar, pero cuando la solitaria firma de DEFOLD de una nave del tamaño de un destructor apareció en el radar dimensional, todos en el puente de la Bramante supieron que era ahora o nunca. Los VF-171 del escuadrón Delta enlazaron rápidamente los datos entre la Fragata y el Portanaves de Homs y pronto ambas naves coordinaron la maniobra para realizar una intercepción del objetivo.

Tras analizar el movimiento y los puntos de entrada y salida de aquel contacto, un área de intercepción óptima fuera del alcance de los sensores enemigos fué estimada y hasta allí saltó Homs a la espera de la señal de la fragata para entrar en acción. La ejecución de la misión debía ser perfecta ya que no tendrían otra oportunidad como aquella.

Tras acortar las distancias, la presa dió un nuevo salto y esta vez pudieron detectar con precisión su destino con la suficiente antelación como para preparar una emboscada. Los generadores WARP de la Bramante superaban en velocidad y tecnología a la de las naves enemigas, por lo que pudieron sobrepasarlas en medio del salto y hacer DEFOLD en la estrella objetivo con varias horas de antelación.

El sistema al que arribaron estaba formado por una enorme estrella denominada Gigante Azul; un tipo de estrella de colosales dimensiones (Entre 15 y 20 veces el tamaño del Sol) que poseían un enorme brillo blanco/azulado. Varios planetas orbitaban la poderosa estrella, la mayoría de ellos eran gigantes gaseosos de varios tipos y tamaños, pero también detectaron algunos planetas rocosos en las órbitas interiores. La Bramante lanzó varias sondas de exploración y rápidamente inició un FOLD local en dirección al gigante gaseoso más cercano, desde donde podría monitorear el sistema oculta entre los trozos de hielo del anillo que rodeaba al gigante azulado.

No tuvieron que esperar demasiado; tras unas cinco horas de tensa espera, una señal en el radar dimensional indicó que la nave enemiga había llegado al teatro de operaciones. La fragata entró en modo silencioso y comenzaron lentamente a monitorear su presa mientras en el hangar principal, los escuadrones se preparaban para salir.

Todos los escuadrones y pilotos de la Bramante participaron en la operación. Las aeronaves de Alpha, Bravo y Charlie habían sido completamente equipadas para la operación furtiva y despegaron armados hasta los dientes. Delta en cambio tenía un rol especializado en aquella misión y las cuatro aeronaves fueron preparadas con cuidado por los técnicos de armamento.

Delta uno llevaría el enorme rifle de francotirador similar al que Camila hubiera utilizado durante el ataque fallido al acorazado enemigo en donde sus compañeros habían perdido la vida, pero esta vez se trataba de un modelo mucho más avanzado basado en la tecnología de los Cuarzos FOLD; un verdadero cañón de energía dimensional portátil de gran alcance y precisión.

Delta Dos y Tres se ocuparían del Jamming para evitar que la nave enemiga pudiera alertar a las tropas cercanas y Delta Cuatro llevaría instalado un enorme radar en domo para coordinar las comunicaciones durante el combate y neutralizar las interferencias enemigas en caso que no pudieran neutralizar físicamente los transmisores de la nave enemiga.

—Escuadrón Delta. ¡Despegue! —ordenó Ximena desde la cabina de su VF-171.

Los cazas despegaron al unísono y atravesaron las puertas del hangar de la Bramante que de inmediato comenzaron a cerrarse. La cacería había comenzado.

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—Todos los Escuadrones se encuentran en ruta de intercepción. —informó Gabriel desde su puesto de vigilancia. —ETA treinta y dos minutos.

—Posiciones de combate. —ordenó Owen desde su asiento. —Avance a tres cuartos; vigilen esos radares de proximidad.

—A la orden. —respondió Jarvis aplicando la potencia requerida a los motores principales mientras las luces en el CIC se volvían de color rojo.

La Bramante se elevó por entre los enormes trozos de hielo que formaban los anillos de aquel planeta gaseosos y partió silenciosamente hacia donde se encontraba el contacto enemigo.

La nave que estaban persiguiendo había hecho DEFOLD sobre el plano orbital de la estrella y su curso de patrulla era tal que lo cortaba perpendicularmente mientras sus sensores escaneaban la totalidad de la zona en busca de intrusos. Owen escogió como punto de intercepción uno de los cinturones de asteroides que rodeaba la estrella, de modo que la aproximación de los cazas y la misma fragata estuvieran velados por la presencia de aquellas enormes rocas. Tras veinte minutos de tenso vuelo, la nave enemiga fué detectada por los sensores de los cazas y los escuadrones se ocultaron entre el campo de asteroides a la espera de la señal para atacar.

Delta en cambio continuó avanzando hasta quedar a menos de diez kilometros de la ruta prevista; necesitaban estar lo mas cerca posible para neutralizar el array de interferencias de la nave antes de atacar abiertamente.

—Delta Uno llegando al área de objetivo. —informó Camila por la radio. —Iniciando despliegue de operaciones.

Los cuatro cazas del escuadrón se separaron y cada uno se ancló a una roca, tratando siempre de tener a la vista al resto del escuadrón. Ximena eligió con cuidado su posición y encontró una gran roca con una muy pequeña velocidad de rotación pero que estaba llena de cráteres y relieve de tipo montañoso, lo que produce que grandes zonas de la misma quedaran oscurecidas por la sombras del terreno; un sitio ideal para un Francotirador. Delta Dos y Tres desplegaron dos drones furtivos de observación cada uno (Que llevaban montados bajo las alas) y ocuparon sus respectivas posiciones, mientras Delta Cuatro activó los sensores pasivos y estableció el enlace FOLD con la fragata.

Camila fué quien tomó control de aquellos drones y los desplegó por la zona en la que pasaria la nave enemiga; aquellas maquinas serian los ojos de Owen y sus Oficiales durante la batalla.

Mientras tanto la Bramante había llegado también al cinturón de asteroides y tras apagar los motores principales permaneció flotando en forma inerte junto a varias rocas, imitando incluso la lenta rotación de las mismas. A esa distancia era completamente invisible a los sensores y ojos de los Zentradi, sin importar que tan buenos sean.

—Escuadrón Delta, listos. —avisó Camila una vez que los Drones estuvieran activados en modo automático.

—Todo está preparado. —confirmó Gabriel desde el puesto de observación. —Alpha, Bravo y Charly también están en posición.

Owen asintió. —Es hora de ver a lo que nos enfrentamos. —dijo. —Denme visual del objetivo.

El Drone que estaba más cerca activó sus cámaras de alta definición y enfocó el objetivo hacia la nave que se aproximaba, ya a escasos cien kilómetros de distancia. Las imágenes se retransmitieron en tiempo real a la Bramante y a la enorme pantalla que se habia desplegado sobre el radar holográfico en medio del CIC.

—¿Pero qué diablos? —exclamó Owen poniéndose de pie al ver aquellas imágenes. —Eso no parece ser un… ¡Oh mierda!

Lo que se acercaba no era un Acorazado Zentradi, era una nave de la mitad del tamaño de la que esperaban. Pronto los sensores reconocieron la firma de radar y energía y el contacto fué catalogado como un Destructor de tipo Cañonero Meltran.

—¿Meltran? —exclamó Jarvis mirando a su Capitán. —Eso… eso no estaba en los planes… ¿Verdad?

—Se supone que estábamos tras la pista de un Thurvel-Salan. —exclamó Owen tomándose la cabeza. —Mierda.

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Boris desde su estación. —¿Seguimos adelante con el plan?

Se produjo un silencio de muerte en el CIC. Fritz sintió aquella atmósfera tensa y levantó la cabeza de su terminal —¿Qué pasa? —preguntó.

—No es un acorazado Zentran… es un maldito Destructor Meltran. —dijo Jarvis. —No estábamos preparados para esto… esta eventualidad. —dijo rascándose la cabeza.

—¿Por qué? —preguntó el joven investigador.

—Porque el plan original era capturar la nave y reemplazar la tripulación con nuestras propias tropas agigantadas. —explicó Boris. —¿Una nave Meltran con soldados Zentran a bordo? Buena suerte tratando de pasar desapercibidos en el Nexus. —dijo.

—Oh. —comprendió de repente Fritz.

Sonó el aviso de una comunicación entrante y Gabriel rápidamente se ocupó de ella. —Es Delta. —dijo el oficial mirando a su Capitán. —Solicitan instrucciones. ¿Continúan con el plan o no?

—Diles que esperen. —respondió Owen. —Todo el mundo mantenga sus malditas posiciones hasta que podamos resolver esto.—ordenó haciendo un gesto con la mano.

—Entendido. —respondió Gabriel retransmitiendo las órdenes. —Delta Uno, mantenga posiciones y espere a nuevas instrucciones.

Owen volvió a mirar la pantalla mientras su cabeza trabajaba a mil revoluciones por minuto. ¿Qué hacer? ¿Era posible que Homs tuviera tropas femeninas a bordo de la Mainstream? La Bramante solo tenía… a la chica-gato (Y eso que apenas era un cadete con escasos tres meses de entrenamiento), Tali era una ex-guerrera Meltran y por supuesto tenían a Hernandez y Hughs del escuadrón Delta pero ¿Serían suficientes?

—Capitán, la nave objetivo está a menos de cinco minutos de contacto. —informó Boris.

Owen apretó los puños y se resignó. —Continúen con la misión. —Ordenó. —Ya es tarde para cambiar de objetivo.

—Entendido, procediendo con la misión. —respondió Camila desde el asiento de atrás del VF-171. —Cambio y fuera.

—Rayos. —dijo Ximena mientras activaba el modo de tiro del caza. —Esto no estaba en los planes.

El VF-171 estaba en modo robot recostado sobre la roca. El enorme rifle ya había sido desplegado y dos enormes anclajes físicos habían fijado el arma a la roca. De inmediato la computadora comenzó a calcular la mejor solución de disparo a medida que el objetivo se acercaba a la zona de asteroides.

—Detecto numerosas fuentes de calor alrededor de la nave. —informó Delta Cuatro. —Una docena de armaduras avanzan por delante de la nave, numerosos contactos a ambos lados y en la retaguardia.

—Queadluun-Rau. —murmuró Ximena. —Mala cosa.

Los Queadluun-Rau eran armaduras de combate de élite. Extremadamente ágiles y mortales en combates a corta distancia, aunque su blindaje más liviano las hacía muy vulnerables al fuego pesado de artillería y de saturación antiaérea.

—Unas treinta armaduras. —dijo Travis a los mandos de Delta Dos. —Los chicos de la Bramante deben estar transpirando en estos momentos. —bromeó.

Ximena apuntó el rifle hacia el Destructor enemigo y observó su oscura figura que se acercaba rápidamente. —Camila, necesito ayuda. —dijo al cabo de unos segundos. —No veo el array de interferencias… esa maldita nave está cubierta de antenas o cosas que parecen antenas.

A través de la mira del rifle Ximena buscaba con desesperación su objetivo. Había grupos de lo que parecian ser antenas en varias secciones de la nave y solo tenía una oportunidad de disparar; si no eliminaba la capacidad de aquella nave de interferir sus emisiones, el desastre que había diezmado a su antiguo escuadrón volvería a repetirse. —Ayúdame. —rogó a su compañera mientras sostenía el dedo en el gatillo de su control.

—¡Fritz! —exclamó Camila usando la comunicación directa con la Bramante. —¡Necesitamos tu ayuda! ¿Hacia dónde apuntamos?

El joven se puso de pie de un salto y corrió junto a Owen señalando la imagen transmitida por los drones. —¡Esa nave! ¿La reconocen? ¡Es similar a la que cayó a la Tierra en el año 1999! —exclamó.

—¿La ASS-1? —preguntó Jarvis sorprendido? ¿Es el mismo tipo de nave?

—Sin lugar a dudas. —respondió Fritz acomodando los lentes sobre su nariz. —Es un destructor cañonero de vanguardia, aunque esta nave es ligeramente diferente… ¡Lucy!

El holograma de la IA apareció junto a él. —A sus órdenes. —dijo.

—Rápido, dame una comparación lado a lado de esta nave y la ASS-1. —ordenó señalando la pantalla.

La IA creó una representación en 3D de la nave enemiga usando los datos de todos los drones en el campo de batalla y buscó en los archivos de la Bramante un modelo de la ASS-1. Una vez que tuvo ambos los colocó lado a lado dentro del radar holográfico tal y como había pedido Fritz. Eran extremadamente similares, pero la nave que ahora se encontraba bajo la mira de Ximena tenía algunas sutiles diferencias.

—¡Allí! —señaló el joven marcando una sección tras la torre principal que alojaba el puente de mando. ¡Ese equipamiento no aparece en la ASS-1! ¡Tiene que ser eso!

—Entendido. —confirmó Camila recibiendo el modelo 3D enviado por Fritz. —Ximena, el objetivo está detrás del puente de mando.

—Lo tengo. —respondió la joven justo cuando la enorme nave estaba pasando frente a ellos a unos pocos kilómetros de distancia. —Ahora o nunca. —dijo y apretó el gatillo.

El haz de luz tardó una milésima de segundo en alcanzar el array de antenas tras la torre de control del destructor enemigo. Ximena había realizado cientos de disparos en el simulador con ese rifle y sabía perfectamente la clase de daño que quería provocar. El rayo de energía no dió de lleno en el equipo, si no que bastó con que rozara las estructuras metálicas para desintegrar por completo todo lo que se encontraba a su alcance.

—¡Blanco alcanzado, repito, blanco alcanzado! —Transmitió Camila por todas las frecuencias.

—¡Delta Dos y Tres, Inicien interferencias! —gritó Ximena quitándose de encima el monitor de la interfaz de disparo.

Los dos VF-171 ya estaban en modo robot y comenzaron a lanzar poderosas interferencias en dirección a la nave enemiga, quien de inmediato había cambiado de rumbo en dirección hacia donde había provenido el disparo. Todas las armaduras que se encontraban escoltando la nave aceleraron a máxima velocidad y se arrojaron sobre ellos mientras los radares de tiro se enfocaban en el origen del disparo.

—¡Ahora! —gritó Owen desde la Bramante. —¡Activen los Proyectores!

Los cuatro lanzadores de misiles de la Bramante, dos a cada banda de la nave, se abrieron y cuatro enormes misiles anti-nave salieron disparados en dirección al campo de batalla, pero aquellas terribles armas no estaban equipadas con cabezas de combate ordinarias. Cada uno de los misiles impactó en un asteroide y una vez anclados con poderosos arpones de metal a las rocas, el motor propulsor fué expulsado mientras una serie de pantallas se extendieron como una flor en dirección a las fuerzas enemigas.

El campo de batalla se iluminó por completo mientras cuatro enormes torres de luz se elevaban entre los asteroides. Las armaduras enemigas detuvieron su avance casi al instante en cuanto contemplaron aquello.

¡Ore no Uta wo Kike!

Las colosales figuras holográficas de los integrantes de Fire Bomber aparecieron como gigantes de luz en el campo de batalla mientras el atronador sonido de los instrumentos musicales sacudía hasta las mismas rocas del cinturón de asteroides.

—¡Bomba! —gritó el líder de Alpha acelerando a toda velocidad. El resto de los escuadrones de la Bramante lo siguieron de cerca y en un parpadeo pasaron como centellas entre las tropas paralizadas de Queadluun-Rau, quienes parecieron ni siquiera verlos.

—¿Fire Bomber? —preguntó Jarvis volviéndose hacia el oficial de sistemas

Boris se encogió de hombros. —Me pareció que siendo Meltrans, la música de Basara sería más efectiva que la de Minmay. —se justificó.

En el mismo momento que Basara y Mylen comenzaban a cantar hubo una explosión de luz por encima de ellos.

—DEFOLD Detectado. —informó Gabriel.—¡Es la Mainstream!

—Justo a tiempo. —exclamó Owen.

El enorme portanaves había hecho DEFOLD con todos sus cazas ya desplegados en las cubiertas de vuelo. En cuanto la nave de Homs dejó el arco de energía medio centenar de VF-171 despegó al unísono y descendió como una tempestad sobre las armaduras Meltran mientras los cazas de la Bramante se acercaban a la nave enemiga sin recibir ningún tipo de fuego de respuesta.

En cualquier otra situación, aquellas guerreras Meltran hubiesen sido sistemáticamente masacradas por aquellas tropas que las atacaban de sorpresa, pero Tanto Homs como Owen eran profesionales y se cernían a las reglas de la guerra. Los VF-171 estaban armados con munición no letal; un tipo de proyectil que al golpear los mechas y naves enemigas producían una fuerte pulsación electromagnética que freia todos los sistemas críticos del objetivo. En solo unos pocos minutos no quedaba una sola armadura funcionando en todo el campo de batalla y ni siquiera había dejado de sonar "Planet Dance" en los altavoces de las naves atacantes.

Saa hajimaru ze SATURDAY NIGHT choushi wa dou dai?

LET'S STAND UP BIITO o kanjiru kai

Koko wa soratobu PARADAISU wasurekakete'ru ENAJII

NOW HARRY UP torimodosou ze

NO MORE WASTIN' TIME marude yume no you ni

Nani mo kamo nagasarete shimau mae ni

HEY! EVERYBODY hikari o mezase

Odorou ze DANCIN' ON THE PLANET DANCE

Akirame no SAD SONG usotsuki wa utau

NO THANKS! o-yobi ja nai ze

Kawaritsudzukeru seiza to mienai ase to namida ga

INTO MY HEART yuuki o kureru

NO MORE WASTIN' LOVE ai o muda ni suruna

Omae dake o dareka ga mitsumete'ru hazu

HEY! EVERYBODY kokoro no mama ni

Sakebou ze JUMPIN' ON THE PLANET DANCE

NO MORE WASTIN' LOVE omae o aishitai

Ashita e to nagetsukeru kono BIITO o

HEY! EVERYBODY hikari o mezase

Odorou ze DANCIN' ON THE PLANET DANCE

HEY! EVERYBODY kokoro no mama ni

Sakebou ze JUMPIN' ON THE PLANET DANCE

HEY! EVERYBODY

HEY! EVERYBODY... YEAH YEAH YEAH!

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La voz de Fritz sonó en la radio de los escuadrones de ataque de la Bramante. —Aqui Von Neumann. —dijo. —El acceso al hangar principal del destructor está en la zona de popa, debajo de la línea media del casco. —reportó.

—Thank You. —respondió el líder de Bravo. —Ya oyeron, ¡Al ataque!

Los VF-11 alcanzaron la enorme nave y giraron a su alrededor mientras no perdían de vista los enormes cañones antiaéreos, que parecían haberse quedado quietos en su sitio. Rápidamente localizaron las enormes puertas del hangar y dos de ellos se transformaron en modo robot para plantar varios dispositivos de demolición en la unión de las enormes placas de metal. Tras despejar la zona el líder de Alpha detonó las cargas en forma remota que al estallar produjeron un enorme agujero hacia el interior de la nave enemiga.

—¡Rápido! ¡Todos adentro! —ordenó.

Su VF-11 fué el primero en entrar a toda velocidad en modo GERWALK por el agujero. El interior del hangar estaba pobremente iluminado y casi vacío; solo vieron dos Q-Raus estacionados en sus posiciones de recarga con las cabinas abiertas. Había una media docena de Meltrans allí, todas con armaduras de infantería quienes no reaccionaron de inmediato a la repentina presencia de aquellas aeronaves con piernas que entraron a toda velocidad por donde antes estuviera la sólida puerta del hangar.

La música de Fire Bomber sonaba por los altavoces del sistema interno de comunicación de la nave y todas aquellas guerreras estaban paralizadas en su sitio con la mirada perdida. Los VF-11 cambiaron los cargadores de sus rifles por munición antipersonal no letal y dispararon a las indefensas Meltrans, quienes al recibir las descargas concentradas de electricidad cayeron inconscientes al piso del hangar.

—El hangar es nuestro. —informó el líder de Alpha por la radio. —Iniciamos la limpieza del resto de la nave. —indicó mientras pasaba a modo robot y hacía señales al resto del escuadrón, quienes rápidamente avanzaron por los pasillos neutralizando la poca resistencia que encontraban.

—Esto es un basurero. —observó el líder de Bravo deteniéndose junto al robot del líder de Alpha.

No exageraba; el hangar estaba lleno de basura y chatarra amontonada contra las paredes. Más de la mitad de las luces no funcionaba o parpadeaban como si fueran la versión Zentradi de un bar de mala muerte.

—Esta nave es vieja. Muy vieja —observó el piloto viendo los montones de armaduras dañadas que habían sido apiladas al fondo del hangar. —Vaya a saber Dios desde hace cuantos siglos que están operando. —Espero que el Capitán sepa lo que está haciendo.

Tras dejar a dos de sus cazas como centinelas de aquel lugar se adentraron en los pasillos de la nave para eliminar la poca resistencia que aún quedaba a bordo.

Afuera la batalla ya había terminado hacía rato. Los cazas de Homs, transformados en modo robot, capturaron las neutralizadas armaduras enemigas y las arrastraron hasta la Mainstream sin ningún tipo de resistencia. Mientras tanto varias patrullas de cazas comenzaron a desplegarse por los alrededores para monitorear las inmediaciones en busca de señales enemigas.

—Con algo de suerte, nadie más escuchó este alboroto. —deseó Owen en voz alta.

—Capitán, hay una comunicación desde la Mainstream. —informó Gabriel volviéndose hacia su superior.

—En pantalla.

El joven rostro del Capitán Homs apareció sobre el radar dimensional. —¿Meltrans? —preguntó al terminar el saludo. —Esto ciertamente no estaba previsto.

—Lo sé. —se disculpó Owen. —Esto va a complicar un poco el plan.

—Me imagino. —respondió el hombre suspirando. —Tendremos que alterar la composición del escuadrón de infiltración. Enviaré una lista de mis oficiales femeninos. —se comprometió tras lo cual cesó la comunicación.

Mientras tanto Ximena y el resto del escuadrón Delta se habían acercado a la silenciosa nave enemiga. —Es… es muy parecida a la SDF-1. —observó Camila mientras usaba las diferentes cámaras de los drones para examinar el destructor en todo detalle. —Mira el daño que tiene el casco… parece que estuviera a punto de romperse en pedazos.

—Fritz tiene razón, es el mismo tipo de nave. —respondió su compañera. —Y como sucedió con la ASS-1, ahora es nuestra.

El VF-171 de Delta voló cerca de la enorme torre de control en modo GERWALK con el rifle aún desplegado y pudieron ver varios fogonazos provenientes de los disparos de los Gunpods tras el vidrio color esmeralda que protegía a la tripulación del puente. A través del cristal vieron a los VF-11 de Alpha en modo robot que habían tomado posesión del mismo; una media docena de oficiales Meltran yacían inconscientes en el suelo.

—¡La nave es nuestra! —informó el Líder de Bravo por la radio. —¡Misión cumplida!

Hubo un estallido de algarabía general en todas las comunicaciones y varios suspiros de alivio en el puente de mando de la Mainstream y el CIC de la Bramante.

—Buen trabajo. —dijo Owen por la radio a sus tropas. —Todos han hecho un trabajo excelente.

El rostro de Homs volvió a aparecer en la pantalla y su expresión reflejaba el alivio que sentía en aquel momento. —No puedo creer que todo funcionara tan bien. —dijo mientras pasaba su mano por los cabellos alborotados. —¿Alguna baja entre sus hombres? —preguntó.

—Ninguna, la operación ha sido un éxito rotundo. —informó el Capitán de la Bramante.

—Excelente, entonces salgamos de aquí mientras podamos. —respondió Homs cerrando la transmisión.

El destructor capturado era más del doble del tamaño de la Mainstream. Homs ancló su portanaves sobre el enorme cañón de energía de la nave y activó su burbuja WARP de forma que cubriera a ambas naves mientras Jarvis posicionaba la fragata dentro de la misma para viajar todos juntos. En un abrir y cerrar de ojos las tres naves desaparecieron de allí sin dejar rastros y ninguna noticia del ataque llegó a los oídos de las fuerzas Zentradi que patrullaban aquella convulsionada región de la galaxia.