Shuichi pasó un mes entero en el hospital, mientras le iban haciendo pruebas y análisis, todo para asegurar que el cantante no tenía nada grave en el cerebro, pero, aún con las terapias y la ayuda psicológica, los recuerdos se negaban a regresar. Shuichi se había acostumbrado a su propio nombre pero, se sentía incómodo con la presencia de personas como Yuki y Tohma, todos los demás se habían ganado su confianza poco a poco, pero, al final llegó el día en que el joven sería dado de alta, día complicado porque Hiro estaba tratando de convencer a Yuki que lo mejor sería que Shuichi viviera con él por un tiempo, pero, Yuki no estaba dispuesto a escucharlo, solo quería llevar a Shuichi al departamento, dónde estaba seguro que recuperaría sus recuerdos al estar en un ambiente conocido, además, todas sus cosas estaban ahí. Hiro no sabía qué hacer, él había sido la persona elegida para hablar con la familia de Shuichi, quienes al principio estaban dispuestos a dejar todo y volver a Japón para cuidarlo, pero, después de largas conversaciones y otras breves con el mismo Shuichi, notaron que se encontraba físicamente mejor, pero no podían hacer nada con su memoria aún estuvieran parados frente a él, claro que, esto no era impedimento para que todos los días su hermana hiciera video llamada con su madre, para hablar con él acerca de su niñez y tal vez, hacerle recordar algo.
Fue el mismo Yuki quien le consiguió la mejor laptop que pudo, para que Shuichi pudiera tener las llamadas sin problemas. Pese a que él intentaba darle todas las comodidades posibles, no lograba que Shuichi confiara en él, no había forma de convencer al cantante que lo mejor era irse con aquel rubio de mirada penetrante al salir del hospital, hasta su hermana lo había sugerido en una video llamada, porque sabía lo mucho que Shuichi amaba al escritor.
- No quiero ir con ese tipo - era lo único que decía Shuichi cuando Hiro le preguntaba a dónde quería ir cuando saliera del hospital. Si fuera por él, haría todo lo posible para llevar a Shuichi a su casa, pero, también era consciente que, si el cantante recordaba algo, él desearía estar cerca de Yuki. Hiro estaba en un dilema, solo quería lo mejor para su amigo, pero no podía pelearse con Yuki Eiri tampoco, lo único que esperaba era que el rubio respetase la decisión del joven.
Horas antes que Shuichi fuese dado de alta y cuando estaba sentado sobre la cama, vestido y listo para salir, llegaron Hiro, Suguro y Yuki, quienes, al encontrarse en la puerta de la habitación, se notó la tensión en sus miradas. Yuki tomó la maleta del joven y sin decir nada la levantó, Hiro se adelantó y se cruzó en su camino.
- Por favor, deberíamos preguntarle con quién quiere irse - dijo Hiro con voz baja y expresión seria.
- Él estará bien conmigo, no le faltará nada y lo traeré a todas sus citas, si es eso lo que te preocupa - respondió secamente Yuki.
- No es eso, sabes bien a lo que me refiero, no puedes llevártelo a la fuerza, ¿no ves que te tiene miedo?
- Si quieres puedes visitarlo cuando quieras, pero, Shuichi se va conmigo - fue lo único que respondió Yuki y salió con la maleta de Shuichi para meterlo en su auto y luego regresar por el cantante.
Hiro se quedó parado en medio de la puerta, ya sabía que no llegaría a nada bueno con el escritor, lo único que le quedaba era convencer a Shuichi que Yuki lo cuidaría bien, pero el cantante frunció el ceño apenas su amigo se acercó a él.
- Te dije que no quería irme con él… ¿acaso no importa lo que diga? - dijo Shuichi cruzando los brazos sin quitar la expresión de molestia de su rostro.
- Eiri-san te cuidará bien, sé que no es lo que deseabas… pero, hay algo de lo que no te he hablado Shuichi. Todos estuvimos de acuerdo en no tocar el tema, hasta que estuvieras más estable o pudieras recordar algo, pero, la verdad es que ese tipo es la persona con quien vives hace tiempo, él es a quien amas… y han pasado por muchas cosas.
- ¿Yo vivo con un hombre? - dijo Shuichi totalmente sorprendido.
- Yuki Eiri puede tener un carácter muy especial, pero, te aseguro Shuichi que tú lo amas, siempre has estado de su parte y quizás él tenga razón, al estar en su casa podrías recordar las cosas con más facilidad. Si después de una semana no estás a gusto con él, te aseguro que haré todo por llevarte a vivir conmigo, ¿puedes intentarlo unos días?
- No sé cómo terminé aquí, no sé por qué estaba en la calle en primer lugar, pero, si dices que siento amor por ese hombre, puedo tratar de pasar unos días con él… pero, Hiro, por favor, si no soporto vivir con él, ¿podré en verdad mudarme a tu casa? - dijo Shuichi mirándolo con una expresión triste y resignada.
- Claro que sí, porque sé que si le das una oportunidad a ese tipo y ve que no te sientes cómodo, ya no podrá oponerse a que te lleve conmigo.
- Está bien, le daré una oportunidad, solo una semana, nada más.
- Yo te llamaré, te visitaré todos los días si gustas, no te preocupes Shuichi, solo recuerda que no estás solo y tienes muchas personas que te queremos - dijo Hiro abrazándolo en esos momentos.
Yuki regresó cuando Hiro soltó a Shuichi, el joven se veía un poco más tranquilo y sin protestar se puso de pie con la intención de seguirlo. El cantante no estaba convencido de irse con él, pero, Hiro le daba confianza y si él le había dicho que intentara vivir con Yuki, entonces lo haría, ante la promesa de poder mudarse si era necesario. Shuichi se despidió de Hiro y Suguro, yendo detrás del escritor que se adelantaba como siempre para evitar esas melosas muestras de afecto, ambos entraron al elevador, Shuichi miró de reojo al rubio, sin poder negar que era realmente atractivo y llamativo, pero, sin poder creer que en su vida olvidada hubiera podido tener una relación con él. Hiro había prometido también, enviarle fotografías de los conciertos y del grupo, y algunas pocas que tenía de Yuki y su amigo juntos, todo para hacerle recordar algo, aun fuese lo más mínimo. Shuichi suspiró cuando salieron del elevador, pero no dijo nada, siguió a Yuki en completo silencio y subió al auto.
- ¿Quieres cenar algo en especial? - dijo Yuki tratando de ser amable.
- No tengo hambre, gracias.
- Pero, debes comer algo porque tienes pastillas para tomar después, te pueden dañar el estómago.
- Entonces compra lo que quieras - respondió secamente Shuichi.
Yuki salió del hospital, dándose cuenta que no sería nada fácil volver a ganarse la confianza del joven, y no podía culparlo, aún no hubiese perdido la memoria, sabía que Shuichi estaría enfadado con él, por haberlo tratado fríamente antes de que todo pasara. Yuki intentó calmarse, no quería forzarlo a nada y menos incomodarlo, lo único que quería era cuidar a Shuichi y demostrarle que detrás de aquella mirada fría, había alguien que realmente lo amaba, porque esa era la verdad, Yuki amaba a Shuichi, pero, jamás se lo había dicho, jamás lo había tratado como en verdad lo merecía, siempre había dado las cosas por sentado, pensando que Shuichi lo seguiría ciegamente a donde fuese, y ahora que lo sentía tan lejano, se daba cuenta de todo lo que debió haber soportarlo el cantante ante su modo de actuar.
Al menos el primer paso estaba dado, Shuichi estaba en su auto y no había puesto resistencia para irse con él, aunque sabía que esto se debía a las palabras de su amigo, a Yuki no le hacía ninguna gracia el tener que soportar la presencia de Hiro en el departamento, pero, lo haría por Shuichi. Ambos fueron por comida rápida y Yuki pidió una hamburguesa para el joven, que le entregaron en una bolsa de papel con un refresco de cola. Shuichi le agradeció con voz baja, se notaba cansado, y al poco tiempo se quedó dormido sobre el asiento, Yuki aprovechó para acariciarle los cabellos suavemente.
- Sí que he sido muy malo contigo ¿no?, lo siento… soy una bestia para expresar lo que siento a pesar del tiempo que hemos pasado juntos. ¿Podrás perdonarme? - dijo Yuki entre susurros. En esos instantes, al estar detenido por el semáforo, Shuichi se movió para acomodarse, Yuki temía haberlo despertado, pero, se quedó sorprendido cuando el cantante se acercó a él y se apoyó contra su hombro, fueron solo unos segundos, porque el cinturón de seguridad no permitía que mantuviera esa posición por mucho tiempo, pero, esos segundos fueron valiosos para Yuki, valiosos porque el escritor estaba seguro que Shuichi lo recordaría pronto, estaba convencido que unos días en el departamento harían que el joven recuperase su vida. Yuki estaba dispuesto a cambiar, a tratarlo mejor, las cosas serían muy diferentes de ahora en adelante, y más, cuando había estado muy cerca de perderlo. Yuki le pasó otra mano por las mejillas, acariciándolas apenas para no despertarlo, solo quería que las cosas fueran como antes, cuando Shuichi gritaba a los cuatro vientos su amor por él, pero, definitivamente, su comportamiento con el joven sería distinto, Yuki pondría todo de su parte para que Shuichi se sintiera a gusto con él, y aun tardase en recordarlo, haría que el joven quisiera quedarse a su lado.
Lo que no sabía Yuki, era que, en otro lugar, una persona estaba dispuesta a hacer exactamente lo mismo y hacer todo lo posible por ganarse el amor de Shuichi.
Continuará…
