Blake no estaba loca, había visto a alguien meterse a la academia y debía asumir lo peor, por esa razón iba directo a buscar a Ozpin. No sabía de las intenciones ni de qué tan peligroso podía llegar a ser aquel sujeto, por lo que ahora era necesario llamar a los adultos y por sobretodo al director.
Debía ser alguien enviado por Torchwick, probablemente buscándola para vengarse por haber arruinado su negocio. Lo cuál empeoraba el estado emocional de Blake al sentirse culpable por haber atraído a un loco a la academia y poner en riesgo la vida de sus compañeros.
Debía detenerlo antes de que alguien saliera herido. Pero fue retenida a unos pocos metros de la oficina del director.
—Blake...¿Qué pasa?— Apesar de su semblante serio e irritado. Yang mostraba una gran preocupación en su voz y sus ojos miraban fijamente a los de Blake rogándole una respuesta.
—Hay un intruso aquí, debo decírselo al director.
—¿Qué?
—Yang lo ví, estuvo pasando por nuestra ventana y...
—¿Qué diablos les pasa a ustedes dos?— Se sumó Weiss con su típica expresión malhumorada seguida de una Ruby muy confundido y rascándose los ojos por el sueño.
—¿Y ustedes que hacen acá?
—Pues detrás de ustedes. No es muy normal que salgan corriendo en mitad de la noche ¿Sabes?— Replicó igual de molesta Ruby, ya había tenido suficiente por un día y solo quería descansar.
—No tenemos tiempo.— Dijo la faunus logrando liberarse del agarre de la rubia e ir inmediatamente a la oficina de Ozpin y detener al intruso.
—Director lamento mí...— Se detuvo a medio camino al ver que aquel sujeto se había adelantado a ella.
Ahora que estaban en un lugar iluminado y demasiado cerca el uno del otro, la pelinegra se encontró muy extrañada ante la presencia del hombre que amenazaba la vida de su director con un arma.
Su traje estaba muy alejado de ser algo que usarían asesinos a sueldo o algún miembro del WF, siendo de cuerpo gris oscuro y que en el pecho se encontraba un símbolo de murciélago negro con una elipse roja alrededor, una capa ancha, guantes con una serie de aletas, botas y una capucha ajustada, que cubría gran parte de su rostro y por alguna razón en la parte superior salían dos cuernos que deberían ser una alusión a las orejas de un murciélago.
En cierta forma, su forma de vestir le quitaba algo de seriedad al asunto, pues Blake no sé imaginaba a nadie usar algo tan ridículo, pero aún no dejaba de ser un hombre sosteniendo un arma.
—Muy bien niña, te sugiero que te quedes ahí si no quieres que esto pase a mayores.— La voz sería y sin emociones del hombre fueron suficientes para que la jóven no hiciera nada estúpido.
—Llego en un mal momento si me lo pregunta señorita Belladonna.— Mencionó sarcástico Ozpin, demostrando una anormal tranquilidad apesar de tener una pistola en la cien.
—¿Y tú quién se supone qué eres?— Preguntó sin más Blake, tratando de no hacer ningún movimiento brusco. No necesitaba darle razones para jalar el gatillo.
—Yo soy el que hace las preguntas aquí.— Replicó manteniendo ese tono frío y carente de intenciones de dialogar. —Y más te vale que me respondas.
—Ya se lo dije señor... Murciélago, usted se encuentra en la academia Beacon y le agradecería que bajara el arma para tener una charla más "amena".
—Mi nombre es Batman. Y no respondiste mi otra pregunta.— El hecho de que literalmente se llamara a si mismo "Batman" hacía más complicado tomarlo enserio para Ozpin, incluso con un arma en la frente.
—...Usted se encuentra específicamente en la ciudad de Vale.— La respuesta solo desembocó más dudas para el cruzado de la capa, ¿Reino de Vale? Nunca antes había escuchado ese nombre, ni en la antigüedad o edad medía, por lo cual ya le despertaba muchas dudas con implicaciones muy oscuras.
—¿En qué parte de Europa estamos?
—¿Europa?
—¡¿Qué está pasando aquí?!— Exclamó una conmocionada Yang observando imponente todo lo que estaba sucediendo, detrás de ella estaba una Weiss igual de confundida y una Ruby que constantemente se frotaba los ojos.
—Señor por favor, baje el arma y charlemos de forma civilizada.— Trato de razonar la faunus acercándose lentamente hacía Batman mientras Yang parecía lista para entrar en combate.
—O podemos resolverlo de la forma clásica.
—Yang. No estás ayudando.
—Esto no tiene sentido.— Lentamente el semblante estoico de Thomas se estaba convirtiendo en uno más frenético. —¡¿En dónde carajos estoy?!
—Ya se lo he dicho todo señor.— Dijo nuevamente el director pareciendo más irritado que asustado.
—Esto...Esto está mal. Se supone que Barry arreglo todo.— Hablaba para si mismo Thomas sin comprender nada, dejando con más dudas a los demás presentes que no sabían bien cómo reaccionar ante tantas cosas sucediendo.
Fue en ese momento en el que Thomas bajo la guardia, dándole a la rubia del equipo para arremeter contra él, fue tan rápido que tomo desprevenidos a todos los presentes, logrando someter al encapotado contra la pared y tirar su arma.
—Muy bien amiguito, se terminó el show.
—¡Yang! ¡Deja de ser tan impulsiva!— Regañó Ruby agarrando rápidamente la pistola mientras sus otras dos compañeras suspiraban aliviadas.
Aunque para el encapotado esto solo era un contratiempo, evidentemente estas personas debían de ser metahumanos por sus habilidades, por lo qué tenía nula oportunidad contra ellas y debía huir, aún tenía muchas preguntas por hacer.
El plan era simple, forcejear lo suficiente como para lograr agarrar una de sus bombas de humo de su cinturón y escapar por la ventana, había un árbol cercano a la oficina porque lo tenía una salida fácil.
Para su infortunio, un fuerte golpe dado en su nuca fue suficiente para dejarlo inconsciente.
—¿Eh? ¿Director?— Yang no estaba muy extrañada por la acción del director, lo que si la extrañaba era la inhumana velocidad que alcanzó en un par de segundos.
—¿Sorprendida señorita Xiao Long?
—...No realmente, es que fue algo innecesario ¿No lo cree?
—Solo me aseguro de que no haga más daño.— Dijo Ozpin volviendo a su escritorio a recoger su taza de café.
—¿Y qué haremos ahora?— Preguntó Weiss.
—Ustedes volverán a su cuarto. Ya me encargaré de él.
—Pero director...
—Como dije, ya me encargaré, ahora ustedes vuelvan a su dormitorio antes de que decida bajar sus notas por desobedecer.— Las chicas no tuvieron más remedio que obedecer a su superior y marcharse resignadas del lugar. Sobretodo Blake que aún no entendía a aquel sujeto.
¿Exactamente que pretendía? ¿Qué información buscaba? ¿Y quién era ese tal Barry? No parecía ser un matón contratado por Torchwick o algún miembro del White Fang, por lo qué no había razón para que entrará en Beacon y amenazara al director.
¿Había algo que Ozpin les estaba ocultando?
