La tormenta había pasado y ella como niña pequeña salto de alegría al despertarse y darse cuenta de ello, una sonrisa broto de sus labios al ver hacia la ventana, el resplandeciente sol que recaía sobre los restos de la tormenta, a pesar de lo mal que se veía el jardín con aquel desastre, no puedo evitar sentirse animada, ¡Hey! Por lo menos hacia sol.
Su vida tenia un horario muy bien organizado cosa que no le hacia gracia, esa hora era la justa de levantarse como toda una dama, ella al contrario estaba revuelta entre las sabanas, con un extraño peinado mutante que solía tener al levantarse y con un frio que no hacia mas que hacerle desear quedarse todo el día en aquella cálida cama.
No pudo mas que salir hasta al borde, no le apetecía bajar de la cama con los pies descalzos, pero estaba lo suficientemente soñolienta como para bajarse a buscar un par de zapatos. Antes de que pudiese formular alguna magnifica idea de como llegar sin pisar el frio suelo, el grito de su doncella la despertó, esa mujer si que tenia buena voz, corrió su vista hacia ella, la miraba con terror, asco y.… ok creo que eso era suficiente para hacerle imaginar cómo estaba
‒ Buenos días señorita... como despertó...- Se acerco a ella y la ayudo a encontrar sus zapatos, bostezó y bostezó, no podía responder en ese estado...
‒ Buenos días Sango- ¡Estoy de maravilla!, ¿No se nota? - puso las manos en su rostro seguramente resaltando sus lagañas y baba seca
‒ Bueno...
‒ ¡Hoo Dios! - exclamo frustrada y volvió a sentarse en la cama- no tengo idea de que hacer
‒ Bueno eso es un milagro- dijo ante la mirada de una Kagome curiosa- hoy no vendrá su tutora, la tormenta ha sido todo un fiasco, parecía algo normal para nosotros que nos acostumbramos, pero podría decir que ha sido la tormenta más escandalosa y caprichosa que ha cruzado por aquí, gigantes caídas, lodo, hojas y muchos, muchos charcos. Ha dejado todo un desorden, la señora ni quiso imaginarse pisando un centímetro de esta propiedad después de escuchar las consecuencias del clima de ayer.
‒ ¡Ohh! ¡Eso suena mag..- su emoción fue más allá de lo que pudo controlar..- Humm, que mal que no pueda venir, es una lástima- Su voz detonaba la situación ,Sango rodo los ojos y la guio hacia el baño
-Ya tendrá tiempo para lamentarse, es hora del baño, si el señor la ve así... ¡Ni imaginarlo! - exclamo, rodo los ojos ofendida y se metió a la bañera... Y Sango no mentía, con el insípido reflejo de la bañera se veía fatal, como si la tormenta hubiese sido sobre ella
Se vistió con un bello vestido color dorado muy discreto, llegaba hasta el piso, era un poco más largo que ella, no era tan ajustado como los demás, con un elegante cuello alto y mangas tres cuartos, en el centro un estampado llamativo, una rosa, no era tan fan de las rosas pero amaba el estampado del vestido, alzo su cabello con un broche de libélula, era pequeña y simple, nada llamativo, o bueno, no totalmente llamativo...
Todavía no elegía sus zapatos se quedó acostada nuevamente mientras Sango buscaba alguno que quedar bien y fuera más cómodo, mientras tanto se le vino a la mente el diario...
Buscaba la manera de tener su mente ocupada, ese diario era una tentación, como una manzana, era algo malo seguramente, pues no le generaba confianza... ¿Pero... que tan malo podía ser?
22/3/?
Buen día, quizás...
Hoy me entregaron este diario para anotar cualquier cosa como para entretenerme, no toman mis problemas mentales enserio, creen que solo es paranoia y eso me molesta, porque ellos no lo ven ni lo escuchan creen que yo solo estoy preocupara o estresada, aunque claro que por ser mujer ni siquiera puedo estresarme ya que yo no hago nada más que pensar en vestidos y molestar, según mis hermanos...
Sali e investigue en secreto hace unos días, si me vieran con un libro de medicina creerían que trato de revelarme, tampoco logro encontrar algo que pueda ayudarme, todo es teoría y teoría, nada relevante y más con respecto a la mujer, pero mis padres siguen negando cualquier cosa que les diga, solo deseo más atención y cuidados necesarios, esto me está matando, hoy no pude evitar rasguñar mi brazo como lo acostumbro, pero mas fuerte, es un impulso, el doctor dice que busco atención... ¡Pues claro que lo hago!, pero esto es serio, ¡Agghhh!
Aun escucho las voces decirme: Vuelve
Pero no entiendo, ¿A dónde?, no lo sé, es muy extraño, pero no me quedare de brazos cruzados, seguiré buscando más sobre mi condición y descifrar lo que me quieren decir las voces, no deseo perder la poca cordura que tengo, así que lo mejor será actuar de manera seria, tomarlo en serio
A pesar de esto, no la he pasado tan mal...
A hoy conocí a un chico muy lindo, amable y educado, espero poder acercarme más a él sin salir corriendo por mi vergüenza extrema.
Adelle Bytheseashore
Una bella letra escribía algo tan horrorizarte, no lo hiba anegar, una naciente intriga creía en mí, se colaba en mi mente como cizaña, ¿Qué sucedió con ella?, ¿Acaso seria aquella de la casa?... ¡No!, no podía ser
Antes de leer la segunda página escucho a Sango llegar y guardo el diario entre su vestido, vino con unos bellos zapatos tipo botín, verde olvido, la ayudo a atar los cordones, al pararse casi se queda plana de atrás con el golpe que se dio...
Después de varios intentos pude pararme sin caerme, camine un poco más, cogí más confianza y camine ya hasta la puerta, me apegue a ella a descansar un momento para después tratar de volver a la cama, en un momento solo pude sentir como donde antes se apoyaba se esfumaba casi como el aire, sentí a caer, pero esta vez ya no grite, solo me deje, ya el piso y ella se conocían...
Estaba en el piso, acostada como si fuese a consolarlo, el frio piso la acogió tan bien, ya ni levantarse quería. Una delicada mano se tenido hacia ella y la tomo sin dudar, una criada, Ayumi si bien lo recordaba
Tenía ciertos problemas con ello, conocía a pocas, pero estas no la veían como una amiga, más bien parecían contar sus minutos de vida esperando que se muera como milagro, aquella joven y ella poco se veían, pero sentí que ella no estaba asqueada por su presencia...
‒ Debería tener más cuidado señorita, ¿Esta bien? - dijo la joven a lo que Kagome asintió y respondió
‒ Creo que ya me acostumbré a pasar en el piso- las dos jóvenes presentes negaron ante lo dicho
‒ Señorita, el señor desea verla... dijo que la estaría en su estudio
Ella sin nada que decir asintió, la joven salió y ella se apresuró a limpiarse el imaginario polvo del vestido, termino y anonada medito unos segundos del porque la mando a llamar, sus dudas eran más altas de lo que creía
‒ Sera mejor que se apresure, el señor no es de mucha paciencia- le aplaudio Sango para despertar de su estúpido trance, su ceño fruncido la hacía imaginar que no exageraba
‒ Pues la paciencia es una virtud- hablo, cogió aire y suspiro resignada- lástima que no muchos la poseen
Salieron a paso lento por su poca, casi nula estabilidad en aquellos zapatos, en el camino hubo varios deslices que dio, pero llego casi ilesa a su destino, toco la puerta con educación, el hombre abrió y dejo paso libre para que siguiera, Sango le indicio que se sentara en uno de los muebles que estaba ahí
‒ Buenos días señorita, Kagome- se acercó y beso su mano, se sentó al frente suyo y siguió hablando, ¡Mierda!, porque la beso, odiaba ese tipo de atrevimientos, aun así no se sintió tan disgustada como en otras situaciones - hoy hace un resplandeciente día, aun así quedan ciertos estragos de aquella tormenta- con una sonrisa contemplo el día tras la ventana- quizás este un poco aburrida estos días- era muy cierto- he pensado que podría acompañarme a la ciudad, si usted lo desea- lo miro sorprendida- en una casa tan grande y pocas obligación quien no se aburriría...- murmuro al aire, no solo hablaba de ella
No sabía muy bien que responder, claro que le encantaría, las pocas veces que había salido con su padre hacia ciudad era solo para los negocios que casi siempre fracasaban, aun así, se daban el lujo de poder disfrutar un poco de la ciudad como casi consuelo
‒ Me encantaría- se reprimió el gritito de emoción y asintió con una alegre sonrisa
‒ Mañana partiremos, dejaremos que arreglen un poco el camino, hoy no es muy seguro salir, le avisare más tarde la hora por ahora puede disfrutar de su libertad en casa- hablo el hombre, Sango le indico que era momento de salir y agradeció por dejarla ir también
‒ Señorita, le gustaría ir al jardín- ya en el pasillo principal, pregunto Sango al ver como Kagome seguía pensando, lo más seguro es que no tendría idea de que hacer nuevamente
‒ No me parece mal idea- dijo un poco distraída, al momento que llegaron se sentó en una silla de jardín, mientras pensaba en como estaría su familia, la extrañarían mucho, se sentía un poco incomoda y se paró a revisar que era lo que la tenía así, encontró el diario que antes había estado leyendo...
‒ Iré por un poco de limonada señorita- hablo Sango a lo que ella sorprendida guardo el diario atrás suyo- ¿Esta bien?
‒ Claro, me encantaría limonada, estoy con un poco de sed- mintió, la joven dama la miro sospechando de su rara actitud, salió del lugar dirigiéndose a la cocina un poco turbada por la situación
Volvió a sacarlo y comenzó revisarlo antes de leer algo...
Estaba enfundado en cuero real, tenía un sello con la letra B, indicaba de seguro el apellido de la joven, las paginas estaban poco desgastadas, nada en especial, comenzó a revisar fechas y así pasaron los minutos
Antes de proseguir a leer sintió unas manos por sus hombros, un leve masaje hizo que un repentino gemido de satisfacción saliera al sentirse menos tensa, esas manos eran un milagro, si era Sango, se encargaría de recompensárselo de alguna manera... Un beso en el cuello, esa no era Sango, esos ásperos y calientes labios trazaron un camino imaginario de besos por su cuello, las manos empezaban a cesar de movimiento... ¡No!, ella no quería que siguiera...
¡Idiota! - abofeteo a alguien, que ya imaginaba de quien se trataba, se cubrió el cuello con sus manos, sus mejillas eran un par de tomates maduros y seguramente su cuello también
‒ No me la esperaba verla aquí, señorita- la voz ronca que reconoció rápidamente, sus ojos dorados que se clavaban en ella fijamente le intimidaban, su cabello un poco desordenado y su inconfundible altura- extrañe por un momento su presencia, no pude evitar salir tras suyo, espero me perdone- se sobo el rostro donde la inconfundible marca de su mano estaba ahí. Bien, no se arrepentía...
‒ Señor...- antes de poder decir algo más la callo, uniendo sus bocas en un simple y fogoso beso, ella como toda mujer en su situación lucho y lucho contra los labios de se hombre, ¡Pero que hombre!, no se dejo hasta que ella al fin pudo corresponder, a su manera claro
El diario resbalo de su débil agarre, poco le importo, se dejó llevar por el momento, que termino como empezó...Se soltó de su agarre y se tapo los labios mientras huía del hombre... ¡La confundía!, ella solo quería terminar ese tortuoso compromiso y el la envolvía en situaciones desesperadas, pero ella lucharía como toda una mujer, no se dejaría de la bestia
Continuara...
𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖é 𝒍𝒆𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒆 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒆𝒓𝒆𝒛𝒊𝒕𝒂𝒔, es más relleno, pero es lo poco que pude avanzar en todo mi tiempo de ausencia, espero me puedan perdonar, espero volver pronto y actualizar, ¡Sigo viva! Así que no se preocupen por la próxima actualización...
Los amo cerezitas 🍒
Sayonara🌸
