Capítulo #10

Dudas

—¡CUIDADO! —gritó Elisa al ver cómo la moto se desviaba del camino; Jack se despertó rápidamente y retomó el camino correcto antes de caer al lago.

No era la primera vez que habían estado a punto de tener un accidente, las otras ocasiones en las que Jack había dormitado se había pasado un alto, casi había chocado con un auto, pero la reciente salida de la carretera había sido la gota que derramó el vaso.

—Detén la moto ahora mismo —ordenó con voz molesta la chica.

—De ninguna manera, este no es un lugar seguro —reclamó el chico, pero debido a la insistencia de la chica se detuvo metros más adelante— listo, lo hice ¿estás feliz?

—No lo estoy —se bajó de la moto y se paró al lado de Jack con los brazos cruzados—, baja de la moto, yo conduciré.

—Esa es una muy mala idea —aseguró el chico—, en primera no sabes la dirección a casa y segundo nunca has conducido una moto.

—¿Qué tan difícil puede ser?, además si yo conduzco será más seguro, ¿Sabes cuantas veces has estado a punto de matarnos?

—No exageres, no ha pasado nada, ya desperté, sube, debemos irnos.

—No gracias, prefiero caminar que morir en el camino —dijo caminando por la orilla del camino y Jack la siguió con la moto.

—Vamos Elisa, a este paso no llegaremos, te prometo que no volveré a dormitar

—Jack, hablo enserio —se detuvo y miró al chico— apenas y puedes mantenerte despierto, hasta ahora no ha pasado nada, pero ¿qué pasará en una hora más que entres a la ciudad? No puedes seguir conduciendo en ese estado.

—Entiendo lo que dices —el chico bostezó— hay un motel a pocos kilómetros, si te parece bien podemos descansar algunas horas ahí y luego ir a casa, ó también puedes pedir un taxi.

—¿Irme a casa y dejarte sólo? —soltó una risa sarcástica—, creo que el sueño realmente te está afectando si piensas que haré algo así, te conozco lo suficiente para saber que en cuanto te quite los ojos de encima vas a volver a subir a esa moto y conducirás a casa.

—¿Eh? ya no soy un pequeño niño, no tienes que vigilarme, sé cuidarme sólo.

—Lo que digas —movió la mano restándole importancia a la queja del chico y sonrió—, ahora muévete, si está tan cerca como dices no debería haber ningún problema si conduzco.

Jack comenzó a quejarse y después de dar un largo suspiro finalmente se rindió bajando de la moto.

«No puedo creer que después de todos estos años sigas aprovechándote de mi debilidad, aunque me gustes mucho no siempre será tan fácil convencerme» pensó Jack y después de una breve clase de conducción, interrumpida por varios bostezos se subió atrás de la moto.

Con la vigilancia y una poca ayuda de Jack, Elisa logró llegar al motel y dejó la moto en el estacionamiento.

—Espera aquí, iré a conseguirnos un cuarto —dijo Jack bajando rápidamente de la moto y dejando en su lugar el casco; antes de entrar al lugar sacó del bolsillo de su chaqueta un cubrebocas y se lo puso, despeinó un poco más su cabello y entró al lugar.

Jack sabía que debía tener mucho cuidado, a pesar de que no había hecho películas en los últimos dos años, si alguien lo llegaba a reconocer podría informarle a los medios y convertirse en un gran escándalo.

—Listo, tengo las llaves de nuestra habitación —exclamó Jack acercando a Elisa y agitando en el aire las tarjetas que daban el acceso a las habitaciones—, habitación 105,

—¿Sólo una habitación? —preguntó Elisa tomando la tarjeta de acceso y caminando hacia la habitación.

—Si, ¿Por qué? —sonríe en forma coqueta y se acerca a Elisa— ¿Te molesta compartir la cama conmigo?

Los colores de la chica se le subieron inmediatamente, estaba nerviosa y avergonzada.

—Es que no es lo mismo compartir la cama de niños que de adultos —contestó la chica sonrojada.

—¿Y por qué es diferente? ¿Acaso tienes miedo de que te haga algo? —preguntó el chico mientras se acercaba de forma coqueta—, creí que solo era un para ti un amigo de la infancia.

—¿Qué cosas dices? —preguntó tratando de mantener la calma aunque en su interior moría completamente de vergüenza— claro que lo eres, pero.. —hizo un pausa y suspiró frustrada—. Da igual si compartimos la cama, mientras no te quedes la cobija para ti solo.

Jack no pudo evitar más y soltó una gran carcajada.

—Sólo bromeo —contestó Jack riendo, tomó la llave y abrió la puerta.

La habitación era sencilla, pero en su interior incluía dos camas grandes, una pequeña mesa, una televisión y una mesa de noche que separaba ambas camas.

—¡Eres un tonto, Jack! —exclamó molesta la chica mientras le daba un manotazo en la espalda— ¿No podías ahorrarte tu coquetería y decirme desde el inicio que había dos camas?

—No, en definitiva no, era algo imposible —respondió el chico aún riendo y se quitó su chaqueta dejándola en una silla, para después lanzarse a la cama.

La chica suspiró y después de entrar a la habitación cerró la puerta, su cara seguía aún roja por lo que decidió calmarse antes de enfrentar al chico, encendió las luces y se sentó en su cama; miró su mochila dudosa, pero finalmente decidió sacar el collar que le había dado Xiao.

—Jack, hay algo que quiero preguntarte —dijo la chica mientras apretaba en su mano el collar, como no hubo respuesta se giró para mirarlo, pero el chico se encontraba profundamente dormido—, Wolfry tenía razón, al parecer las preguntas deberán esperar.

Decepcionada guardó el collar en su mochila y se acostó, en ese momento el cansancio cayó de golpe sobre ella y se quedó dormida.

Pasado el mediodía Jack despertó, su cuerpo aún le dolía por gran el uso de sus poderes, sin embargo después de esa larga siesta se sentía menos exhausto; mientras la chica dormía tomó una ducha rápida y alistó sus cosas.

—Hey, pequeña Ely, es hora de despertar —susurró Jack mientras movía suavemente el hombro de Elisa.

—Te dije que no me llamaras así —respondió con voz ronca y se sentó en la cama— ¿Qué hora es?

—Son las 4:30 —dijo con una sonrisa—, es hora de irnos, hay que buscar algo de comer.

—¿¡Las 4:30!? —se paró rápidamente de la cama y corrió a lavarse la cara— ¿Por qué no me despertaste antes?

—En realidad no podía, acabo de despertar hace poco —confesó apenado el chico—, lo mejor es que nos apuremos, tu madre debe de estar muy preocupada

—No va a estar preocupada, va a estar furiosa por qué no llegué a casa —arregló su cabello rápidamente y se puso los zapatos—, tenía limitados los permisos para salir, estoy segura que ahora ni siquiera al jardín me va a dejar ir.

—Bueno, entonces lo mejor es apurarnos —afirmó el chico abriendo la puerta y volviendo a colocarse el cubrebocas— iré a pagar la habitación.

._––––_––––_.

El viaje de regreso fue muy diferente, la calma y cuidado con la que Jack había conducido las veces anteriores quedó atrás y ahora solo le preocupaba llegar a la ciudad cuanto antes.

Después de detenerse a comer algo rápido los chicos llegaron al parque cercano a la casa de Elisa.

—¿Estás segura de que no quieres que te acompañe hasta la puerta de su casa? —preguntó Jack bajando de la moto y caminando junto a Elisa.

—Por su puesto, si mi madre te ve es muy probable que descargue su ira sobre ti —afirmó la chica

—Eso no me interesa, si eso pasa al menos no tendrías que soportar el castigo tú sola

—Quizá a ti no te interese, pero a mi si —se cruzó de brazos—, es mejor que a partir de aquí siga sola —se despidió la chica y tras avanzar unos cuantos pasos se detuvo.

«Lo siento Jack, pero no puedo irme sin resolver esta duda» pensó Elisa mientras daba media vuelta y caminaba de regreso hacia el chico.

—¿Qué pasa? —preguntó el chico confundido— ¿Olvidaste algo?

—No en realidad, pero hay algo que quiero preguntarte.

—Puedes preguntarme lo que sea —afirmó con una sonrisa.

—Bien, entonces ponte esto —dijo mientras le entregaba el collar que el guardián le había prestado.

—¿Qué es eso? —preguntó el chico con curiosidad mirando el collar.

—Este collar evita que digas mentiras.

—¿Es realmente necesario? —preguntó haciendo una mueca—, sé que te oculté varias cosas, pero ya no tengo necesidad de mentirte, ya descubriste mis secretos.

Elisa dudó unos segundos, ¿qué motivos tenía para desconfiar del chico?, sin embargo debía asegurarse.

—Entonces no tienes nada que temer —contestó la chica con una sonrisa, extendiendo hacia él la mano que sostenía el collar.

—Está bien, tú ganas —dijo derrotado y tomó el collar, colocándolo en su cuello.

—Entonces, Jack, ¿Cómo conociste al guardián?

—Es una larga historia —el chico suspiró—, la versión corta sería que el guardián vino a buscarme.

En cuanto terminó de hablar el collar brilló en un tono rojo intenso, los ojos azules del chico reflejaron terror.

—Jack —dijo con suavidad—, no estaba jugando cuando te dije que evitaba que dijeras mentiras —colocó sus brazos en la cintura—, te daré otra oportunidad ¿Cómo conociste al guardián?

—Pero es la verdad, el guardián vino a buscarme a mi casa —su collar volvió a brillar, exhaló frustrado— está bien, no fue a buscarme a mi, fue a mi casa a buscar la caja de los miraculous que estaba en mi poder.

—¿Caja de los miraculous? ¿Cómo es que la tenías tú? —preguntó sorprendida y curiosa, no se esperaba esa declaración— ¿Acaso la robaste?.

—No, el anterior aprendiz de Xiao la dejó en mi casa cuando no estaba, junto con una nota que decía que los cuidara hasta que él volviera por ellos —desvió su mirada al piso y guardó las manos en sus bolsillos, no se veía muy alegre por hablar del tema.

—Pero, ¿Por qué te los dejó a ti? no tiene sentido, aunque confiara en ti, ¿por que los tenía su aprendiz y no el guardián?, ¿Qué acaso no es el trabajo del guardián proteger los miraculous?

—Esa es otra historia larga, normalmente es el trabajo del guardián cuidar a los miraculous, pero esta caja es diferente, al estar unida a los miraculous funciona como una especie de brújula para saber la ubicación de los miraculous faltantes, por ello el aprendiz la cuidaba.

—Entiendo, el aprendiz tenía la caja y te la dejó en tu casa, pero ¿Por qué a ti? ¿Cómo conociste al aprendiz? ¿Es alguien que conocemos?

Jack se mordió el labio inferior con nerviosismo y le dio la espalda a Elisa.

—Enserio, lo siento —murmuró el chico y negó con la cabeza—, no puedo responder eso, le prometí que no diría nada.

—Vamos, puedes confiar en mí, ya compartimos muchos secretos —puso la mano en el hombro del chico— ¿o acaso el aprendiz es más importante que yo?

—No, no lo es —negó firmemente con su cabeza—, tu eres muy importante para mi, pero no puedo, enserio lo lamento

—Jack, se supone que somos amigos —caminó hasta estar frente al chico— los amigos no se ocultan cosas, además dijiste que ya me mentirías ¿Por qué ahora de la nada decides quedarte callado?

—Vamos, no es lo que piensas Elisa, claro que somos amigos, pero…

—¿Pero? en serio creí que nuestra amistad significa algo para ti, pero veo que no —suspiró y le dió la espalda— valoras más a alguien que apenas conoces que a tu mejor amiga.

—Es que no entiendes, Elisa —el chico apretó los puños y mordió con más fuerza su labio inferior, no sabía qué hacer—, no es que no valore tu amistad, enserio lo hago.

—¿Enserio? —interrumpió la chica— no lo parece y creo que lo mejor será cortar la comunicación, no quiero ser amiga de alguien que no confía en mí.

—No me hagas esto —suplicó el chico—, nuestra amistad es muy importante, pero Erick me mataría si se entera que rompí la promesa que le hice y te conté todo.

—¿Erick? —Elisa se giró rápidamente y lo miró a los ojos— ¿Estás diciendo que el aprendiz era mi hermano?, no me importa la promesa que le hayas hecho, ¿Por qué no me dijiste antes? —la chica pestañeó para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos, su pecho le dolía— Sabías que estaba buscando cualquier información sobre él y solo te quedaste callado.

—Solo quería protegerte, sabes lo peligroso que es tener algo de información sobre los miraculous, tu hermano no quería involucrarte en todo esto —se cruzó de brazos y miró hacia el piso—, se que parece algo cruel, pero decirte que Erick era aprendiz de guardián no iba a ser de ayuda.

—¿Cómo puedes asegurar eso? Sin importar si es relevante o no me habría ayudado, hubiera sabido en qué partes buscar con esa información

—¿Crees que no lo intenté? En cuanto obtuve mi miraculous me dediqué a seguir todas las pistas posibles y tratar de encontrarlo, pero conoces a tu hermano, es muy listo y borró toda huella que nos pudiera llevar a él.

—Porque lo conozco hubiera sido de más ayuda, tuvo que haber dejado algún rastro, por más inteligente que sea se le tuvo que haber pasado algo

—No, no lo hubiera sido —negó con la cabeza—, no quería ver cómo te lástimas más a ti misma tratando de buscar pistas, convencí a Xiao de que me aceptara como su aprendiz para tener más información sobre su desaparición pero ni siquiera él tenía información necesaria para localizarlo.

—Pero aún así, Jack, él era mi hermano, ¿Cómo pudiste ocultarme algo así de importante? —preguntó la chica con lágrimas en los ojos, se sentía herida—, ¿Sabes las veces que me pregunté si era mi culpa que mi hermano se fuera?, ¿No tienes idea de todos las dudas que pudiste evitar? Confiaba en ti Jack, no puedo creer que hayas hecho eso, que gran amigo resultaste —dijo con sarcasmo, se dio la vuelta y caminó hacia su casa, no quería estar más en ese lugar, su pecho era un torbellino de sentimientos, quería encerrarse en su habitación lo más pronto posible.

Jack no la detuvo, se quedó viendo cómo se alejaba y se dejó caer en una banca cercana.

Las palabras de la chica había caído sobre él cómo una cubeta de agua helada, su pecho se sentía pesado, se repetía mentamente que todo lo había hecho por el bien de ella, para protegerla, aunque el verla tan herida lo hizo dudar. Dejó caer un poco su cabeza hacia atrás, una lágrima corrió por su mejilla, lo había arruinado todo, Elisa era la única persona que aún quedaba a su lado y ahora lo más seguro era que también la hubiera perdido.

._––––_––––_.

Elisa llegó a su casa tratando de hacer el mayor silencio posible, no se sentía de ánimos para encontrarse con su madre, iba a la mitad de las escaleras cuando una voz hizo que se volteara.

—¿A dónde crees que vas, señorita? —preguntó en tono serio su madre parada al pie de las escaleras— ¿Qué horas son estas de llegar? Baja esas escaleras en este instante.

Elisa no podía creer lo que estaba pasando, justo la última persona a la que quería toparse, sin girarse, suspiró conteniendo sus emociones para hablar lo más tranquila posible

—Madre, no me siento bien en este momento, solo quiero ir a mi habitación y descansar, por favor.

—Debiste haber pensado en eso cuando decidiste no llegar a casa anoche —se cruzó de brazos y comenzó a subir las escaleras, sus tacones resonaban con fuerza al golpear las escaleras— ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba cuando el chofer fue a buscarte al parque de diversiones y no te encontró? Te di permiso para salir porque creí que sería un buen premio por terminar tus clases, pero no puedo creer que decidieras pasar toda la noche afuera.

—No fue mi intención —apretó los puños sabiendo que aquella conversación iba para largo— Hubo un ataque en el parque, solo pensé en huir antes de salir herida, decidí irme del parque antes de que el problema se hiciera mayor pero al querer tomar un taxi me di cuenta que había perdido la cartera y al querer llamar al chófer mi teléfono se había apagado —se giró mostrándole el teléfono.

—¿Ah sí? —se detuvo un escalón antes de alcanzar a Elisa y levantó una ceja con incredulidad—, así que en lugar de esperar en un lugar de regresar a casa creíste que sería más seguro pasar la noche afuera, si suena demasiado lógico —dijo con sarcasmo y siguió subiendo las escaleras pasando al lado de la chica.

—¿Cómo podría haber sabido que lugar sería seguro? Era casi de noche cuando todo sucedió, fui a la central de autobuses cercana al parque, pero ya no había ninguno y creí que lo mejor era pasar la noche ahí —suspiró frustrada de que no le estuviera creyendo.

—Si eso es lo que dices que pasó entonces te creeré —volteó a ver a la Elisa, su cara decía que no creía ni un poco lo que decía la chica—, aún así estas castigada, por 3 semanas, no tendrás permiso salir a ningun lugar

—Debes estar bromeando, ¿3 semanas? —preguntó molesta— ¿Qué voy a hacer encerrada todo ese tiempo? ¿Sabes qué?, da igual —pasó a su lado dispuesta a ir a su habitación—, No es como si no pudiera escaparme sin que te des cuenta —murmuró mientras se alejaba.

—Puedes utilizar el tiempo para reflexionar sobre cómo ser una buena hija —la miró mientras se iba— no hemos terminado Elisa, no he dicho que te puedes retirar a tu habitación, a mi oficina.

—Y tú ¿Cuándo vas a reflexionar sobre cómo ser una buena madre? —bufó molesta y fue hacia su oficina a regañadientes, sabía que eso no significaba nada bueno.

—Veo que alguien quiere que su castigo sea extendido para que dure todo el mes —Emma entró a su oficina y cerró la puerta— no sé quién te ha influenciado a volverte tan rebelde, ¿Debería culpar a ese viejo amigo tuyo?

— ¿Cuál es la diferencia? ¿Un par de días? —Elisa se cruzó de brazos, poniéndose a la defensiva— No metas a Jack en esto, él no tiene nada que ver con mi comportamiento ¿O es qué no puedes tolerar que no haga lo que quieras y busques a quien darle la culpa?

—¿Quieres una diferencia? ¿Qué tal suena para ti castigada todas las vacaciones? ¿Te gusta más? —preguntó en tono amenazante y se recargó en su escritorio—, así que sigues defendiendo a ese chico, supongo que fue algo bueno que su padre se lo llevara lejos.

—Haz lo que quieras, no pienso respetar el tiempo de castigó —respondió la chica y miró molesta a su madre—, por la forma en la que dices las cosas pareciera como si le hubieras dado al Sr. Liam esa la idea.

—Quizás si lo hice, ¿tienes algún problema con eso? —Emma sonrió con malicia y giró su computadora mostrándole la imagen de muchas cámaras de seguridad—, no olvides que tanto las puertas como el patio están llenos de cámaras, si no respetas tu castigo lo sabré de inmediato, ahora puedes irte.

—Me pregunto qué diría Kate acerca de eso —miro con atención las cámaras, haciendo anotaciones mentales de cuántas eran y los posibles lugares donde estaban— ¿Y dónde estaban todas esas cámaras cuando Erick desapareció?.

La sonrisa de victoria que Emma tenía dibujada en su cara se borró en un instante y sus labios pintados color carmesí ahora mostraban una pequeña mueca de enfado.

—Veo que no sabes cuándo quedarte callada, en definitiva tu hermano mayor estaría muy decepcionado de tu comportamiento —apretó con fuerza el escritorio—, debes saber que la situación de tu hermano fue extraordinaria —habló con voz calmada y firme— ese día las cámaras se apagaron, pero no dejaré que eso vuelva a pasar.

—No, madre —negó Elisa a la vez que soltaba una risa vacía—, Erick estaría decepcionado de ti, en lo que te has convertido —la chica no pudo soportar más y dio un fuerte golpe contra el escritorio— ¿Qué casualidad no? Justo el día que mi hermano desapareció tus estúpidas cámaras dejaron de funcionar.

—¡Elisa Percia! —gritó Emma poniéndose en pie rápidamente— ¿Cómo te atreves a hablarle asi a tu madre?, vete a tu habitación en este mismo instante, estás castigada por 2 meses y si dices una palabra más, me aseguraré de confiscar cualquier dispositivo electrónico a tu disposición —amenazó con voz furiosa.

Elisa no quería quedarse callada, pero sabía que su enojo era mayor que su conciencia

—¡Te odio!— gritó y salió molesta de la oficina, azotando cada puerta con la que se encontraba hasta llegar a su habitación.

Después de ponerle seguro a la puerta de su habitación se lanzó a su cama, furiosa, se giró y pudo ver en el escritorio una foto de su hermano, se levantó y la tomó, admirándola unos instantes.

—Desearía que estuvieras aquí, ¿Por qué decidiste abandonarme?

Una pequeña mariposa oscura atravesó la pared y se metió dentro de la foto.

—Reina de la verdad, —dijo Vlinder utilizando la mariposa para comunicarse con Elisa—, puedo ver que deseas que las personas te dejen de mentir, yo puedo ayudarte, te daré los poderes para obligar a las personas a decir siempre la verdad, a cambio sólo pido miraculous de los héroes que tratarán de detenerte, ¿tenemos un trato?

—Por supuesto —Elisa sonrió y una neblina negra la rodeó, cuándo se disipó la chica estaba vestida con un traje especial, una antifaz cubría su rostro y en su mano apareció un gran báculo, su mango estaba hecho de madera entrelazada y sostenía una gran esfera de cristal, la cuál contenía en su interior la fotografía de su hermano. Golpeó la pared con su báculo, destruyéndola por completo.

._––––_––––_.

Después de un breve momento de reflexión, Jack decidió levantarse de la banca e ir a la casa del guardián; iba a medio camino cuando su celular comenzó a sonar, era la alerta akuma, se desvió del camino y revisó su celular, casi se cayó de la moto al ver que la casa de Elisa había sido el primer lugar dónde había aparecido el nuevo villano.

—Oh no, Elisa —exclamó mirando con detalle la foto de la nueva akumatizada—, tranquila te traeré de regreso a la normalidad.

Volvió al camino y aceleró hasta llegar a máxima velocidad y condujo hasta llegar a la casa del guardián, y, en menos de 15 minutos se encontraba golpeando fuertemente la puerta trasera de la casa del guardián.

—¿Qué es todo este escándalo? —preguntó Xiao abriendo la puerta—, Jack, sabes que te di unas llaves, por favor usalas.

—No tengo tiempo de hablar contigo —dijo metiéndose a la casa del guardián y caminando hacia la oficina.

—Pequeño aprendiz, ten un poco de paciencia, se que extrañas tu miraculous, pero debes de pedirlo con amabilidad.

Jack se giró molesto hacia el guardián y le lanzó el collar que Elisa le había convencido de usar.

—Sé que tú se lo diste —dijo Jack en tono molesto—, en este momento eres la última persona a la que quiero ver, pero necesito mi miraculous.

—Jack, se que estas molesto, pero Elisa merecía saber la verdad, ella es fuerte no necesita que la protejas de todo.

—Ahorrate los sermones —interrumpió el chico de forma brusca— no tengo tiempo, Elisa fue akumatizada y necesito detenerla cuanto antes

—¿Estás seguro de que es Elisa? —preguntó sorprendido el guardián y abrió un pequeño cofre.

—Lo estoy, la primera aparición de la nueva villana fue en la casa de Elisa y se parece mucho físicamente.

—A los amuletos aún les falta un poco, pero puedes llevarte el miraculous —le entregó el brazalete a Jack—, debes tener en cuenta que esta va a ser una de las batallas más difíciles que tendrás, no te dejes guiar por tus sentimientos.

—Lo sé —Jack suspiró y se transformó en Black Wolf

—Así que aquí te escondias, Madre —dijo con desprecio Reina de la Verdad, después de destruir otra de las paredes y finalmente encontrar su objetivo, sin perder tiempo agitó su báculo haciendo que unos polvos llovieran sobre la cabeza de Emma—, Ahora sí, tendrás que decirme la verdad, dime todo lo que sabes sobre la desaparición de mi hermano.

—De alguna forma tu hermano logró apagar todas las cámaras antes de salir de la casa, él…

—Parecen muy ocupadas, pero los secretos tendrán que esperar —interrumpió Black Wolf apareciendo en el lugar y tomando a Emma en sus brazos, y aprovechando la sorpresa se la llevó rápidamente dejándola en el parque —no se preocupe, yo me encargaré de ella, vaya a un lugar seguro. —le dijo a Emma y se fue inmediatamente hasta donde estaba la akumatizada.

—Tú —dijo Reina de la Verdad mirando fijamente a Black Wolf—, no tenias por que interrumpir así, pronto iba a llegar tu turno.

—Elisa, sé que puedes oírme, debes resistir, sé que puedes liberarte del akuma —se acercó lentamente a la chica, buscando con la mirada el objeto donde se escondía el akuma.

—¿Por qué haría eso? —la chica sonrió—, finalmente nadie más me mentirá ni me ocultarán secretos y para tu información no soy Elisa, soy Reina de la Verdad —avanzó hacia el frente rápidamente y trató de golpear al héroe con su báculo.

Black Wolf lo esquivó de un salto y sacó de su cinturón su látigo, girándolo en su mano.

—Mira, no quiero pelear contigo…

—Entonces eso me facilita mucho las cosas —interrumpió Reina de la Verdad tratando de golpearlo una vez más con su báculo, el héroe lo volvió a esquivar.

—No me dejaste terminar, no quiero pelear contigo, pero lo haré si es necesario —lanzó un golpe con su látigo tratando de golpear la mano de la chica, pero lo esquivó rápidamente.

Ahí fue cuando pasaron de intercambiar palabras a intercambiar golpes y la batalla inició; Black intuyó que lo más probable era que el akuma estuviera en el báculo por lo que trató de obtenerlo, mientras que la akumatizada lo esquivaba e iba atacando con todo.

A pesar de no haber cedido, cualquiera que estuviera viendo la pelea podría ver que Reina de la Verdad le estaba dando una paliza a Black Wolf, quién aunque parecía pelear en serio, sus ataques no tenían la fuerza completa.

Las cosas cambiaron cuando Reina de la Verdad golpeó por la espalda a Black, lanzándolo por los aires hacia un edificio, en ese momento el héroe se dio cuenta que si seguía así, lo más probable era que perdiera la batalla; cerró los ojos y quedó en el suelo, fingiendo estar inconsciente, esperando a que la akumatizada se acercara.

—Oh, Blacky, debiste pelear en serio —se agachó para tratar de tomar la pulsera del chico

—Y lo haré —dijo con una sonrisa tomando con fuerza la mano de ella y pateó el báculo lanzándolo lejos.

Reina de la verdad se soltó rápidamente de su agarre y corrió hacia el báculo, pero Black Wolf fue más rápido y lo atrajo hasta él utilizando su látigo.

—Creo que esta es oficialmente tu derrota —tomó el báculo con sus manos y de un rodillazo lo partió a la mitad, pero ninguna mariposa salió

—¿Creíste que era tan fácil? —rio Reina de la Verdad y tackleó al confundido héroe, arrebatándole la parte superior del báculo y agitándolo para que los polvos cayeran sobre la cabeza de Black Wolf; en ese momento el jóven héroe pudo ver en el interior de la esfera la foto de Erick, apartó a la chica de una patada y se levantó.

—El akuma está en la esfera —dijo en voz alta el chico, sin evitarlo y cubrió rápidamente su boca.

—Así que lo descubriste —sonrió y apretó lo que quedaba del báculo—, pero creo que no a tiempo, ahora estás bajo el efecto de mis polvos, ahora, ¿Por qué compartes con todos tu más grande secreto?.

—Estoy enamorado de…—los labios de Black se comenzaron a mover por sí solos, pero alcanzó a cubrir su boca con ambas manos.

«Demonios, no puedo luchar y cubrir mi boca al mismo tiempo, necesito un plan rápido» pensó Black y saltó para evitar un golpe. Debía tener cuidado, cualquier secreto que dijera podría revelar su identidad, se escondió detrás de un edificio.

—Si no puedo hablar no revelaré ningún secreto —soltó el listón que ataba su cabello, pero antes de cubrir su boca gritó— ¡Sombras! —lanzó su látigo al aire, atrapó su espada y después de amordazarse a sí mismo, regresó a la lucha.

La akumatizada se sorprendió un poco al ver al héroe con el cabello suelto y su distracción, aunque duró unos segundos, permitió que el héroe le pateara la mano haciendo que el báculo saliera volando; el héroe lanzó su espada y aunque sólo rozó un poco el báculo, se volvió polvo, liberando el akuma. De un salto Black recuperó su látigo y golpeó el akuma, el cual estalló y regresó la ciudad a la normalidad.

Elisa cayó de rodillas, su cabeza le dolía y se sentía exhausta, Black Wolf, aún amordazado extendió su mano hacia ella para ayudarla a levantarse.

—¡Ay no! —miro a Black con miedo— ¿Qué sucedió? Por favor dime qué no lastime a nadie —aceptó su mano y mirándolo a los ojos, aterrada, esperó su respuesta.

—No te preocupes, todo esta bien —dijo el héroe después de quitar el amarre que le impedía hablar—, por suerte para las demás personas tenías tus objetivos muy claros —levantó la foto de Erick y se la entregó a Elisa

—Ya veo —aceptó la foto mirando hacia el piso—, me alegra no haber lastimado a nadie.

—Eso no pasará y menos bajo mi guardia —sonrió y puso la peineta en las manos de Elisa—, probablemente la necesitarás —dio media vuelta y se fue del lugar.

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Hola a todos.

Uff este capítulo resulto mucho más largo de lo que esperaba, asi que espero que les guste mucho.

Traigo malas noticias, lo más seguro es que la siguiente semana no haya capitulo, esto porque inicio examenes parciales y finales, lo que no me dejara mucho tiempo para escribir y no quiero traerles un capitulo incompleto. Enserio lo siento mucho.

Agradezco a todos por leer, un fuerte abrazo.

PD: Quiero agradecer a Jenny por ayudarme mucho con la escritura de éste capitulo y con todos los detalles.

Nos vemos luego, chao.