Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenecen, son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo sin fines de lucro solamente con el fin de entretener.


Decidí salir de mi zona de confort(todo fluffy) y escribí este songfic (la canción de inspiración es "La Casada - Las Pastillas Del Abuelo")

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Una noche más que asisto a este bar en el lugar más recóndito de Tokyo, para beber unas cuantas cervezas hasta perder ligeramente la conciencia bajo los efectos del alcohol intentando olvidar.

Extiendo un billete de los grandes al camarero para solicitarle que mi mano sostenga siempre un botellín, al cabo de unos cuantas bebidas giro mi cuerpo sobre el taburete para inspeccionar el sitio cuando mi mirada capta a la mujer más hermosa.

Es una preciosura de cabellos cortos negros luciendo un top y una falda blancas que se ajustan a sus curvas dándome muestra de su firme trasero y sus torneadas piernas, baila junto a otras chicas contoneando sus caderas de lado a lado provocando que me apriete en los pantalones.

Decido acercarme y tomarla por la cintura, presiono mi erección sobre su trasero y extiendo mi aliento sobre su cuello.

—Tu manera de bailar me está enloqueciendo, preciosura.

Continúa con su exquisito baile rozándome, calentándome, mis dedos aumentan su presión sobre su cintura cuando voltea provocando que nuestras bocas se encuentren en un beso desenfrenado.

Nuestras lenguas se entrelazan con fuerza, explorando cada recoveco en la boca del otro.

Al separarnos para recuperar aire me habla al oído con tono seductor.

—Sácame de aquí.

Entrelazando nuestros dedos salimos del lugar rumbo al primer "Love Hotel" que encuentre.

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Al ingresar en la habitación nuestras bocas se encuentran nuevamente y me dedico a despojarla de su vestimenta, ella lo hace con la mía, cuando se queda en bragas y sujetador decido tomarla en brazos para recostarla sobre la cama, beso cada espacio de piel expuesta, retiro su ropa íntima de encaje cuando mi lengua saborea su adictiva piel, ella desliza sus atrevidas manos por mi espalda, brazos, incluso entierra sus uñas en mi trasero, sostengo una de sus piernas para colocarla sobre mi cintura y ella clava su talón en mi culo cuando me introduzco en su interior, comienzo con las embestidas profundas y fuertes buscando saborear hasta el último rincón de su apretado interior, nos besamos como locos a la par que continuamos con el vaivén de caderas cuando me aprisiona y se que alcanzó su clímax, con unos embistes más la sigo.

Jadeamos sudorosos cuando me recuesto a su lado, ella se incorpora ligeramente para tomar de su bolso una cajetilla y un mechero, toma un cigarro y lo enciende, me extiende uno y decido acompañarla.

—Ya no recuerdo cuántas veces repetimos este juego, pero me sigue gustando como el primer día — exhala el humo por la boca.

—También me pone el jueguito de recién conocernos — sonrío dando una calada al mío — ¿quieres que vayamos a cenar esta noche?

—Yo…lo siento Ranma, él me espera.

Resoplo, llevamos teniendo esta clase de encuentros durante el último año y ella sigue insistiendo con regresar con su esposo, la condenada costumbre.

Por más que me duela debo salir de esta rutina, estoy enamorado de ella como un loco pero se que mi amor no es correspondido.

Tomo coraje cuando decido hablar — Akane, creo que debemos dejar de vernos.

Sus ojos chocolate fijan su mirada en mis azules — ¿por qué?

—Me encanta estar contigo pero aunque no lo creas, estoy buscando amor — finalizo dando una larga calada al cigarro.

Ella se queda absorta durante unos minutos, luego comienza a vestirse sin decir una palabra, me incorporo haciendo lo mismo y cuando ella está lista se acerca y me deja un beso agridulce sobre la mejilla — gracias por tanto Ranma. Y la veo marcharse de nuestra habitación.

Ya vestido salgo de la misma y regreso al bar en busca de alguna otra mujer que me ayude nuevamente a olvidar.