N/T Nada me pertenece. Hoy os presento la traducción-adaptación de 'The November 9th Letters', un nuevo relato del maravilloso escritor en lengua inglesa oliversnape. Si os animáis a leerlo en su idioma original, encontraréis una veintena de relatos suyos en FFN y AO3.
También podréis encontrar la traducción de otra serie suya, 'Redefiniendo la Vida', formada por tres relatos, en mi página. Espero que la disfrutéis.
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Las Cartas del 9 de Noviembre
Las Cartas del 9 de Noviembre
o, notas para mi segundo hijo.
Querido Albus,
Bienvenido al mundo, mi hombrecito. Naciste a las seis y diez de la mañana, el nueve de noviembre. Una mañana fría pero clara, una que combinaba perfectamente con tus ojos verdes y cabello oscuro. Pesaste 6 libras y 2 onzas al nacer, y mediste 19 pulgadas.
Te amo más de lo que creía posible; desde el mismo momento que puse mis ojos en ti. Tu madre y yo escogimos tu nombre muy cuidadosamente, y nos preparamos para la reacción de nuestra familia y amigos. Albus Severus Potter, algunas personas piensan que tienes zapatos muy grandes que llenar. Yo en cambio pienso que tendrás mentores muy fuertes.
Tu primer nombre es el del antiguo Director del colegio, Albus Dumbledore. Fue un gran hombre, aunque un poco excéntrico, y sospecho que me quiso como a un hijo. Me guió a lo largo de toda mi escolarización, y fue la verdadera mente directora que trajo la paz al mundo mágico. Albus Dumbledore ostentaba poder, y entregó su vida al colegio. Tu segundo nombre es el del hombre más valiente que jamás he conocido. Severus Snape fue un muchacho pobre que fue el mejor amigo de tu Abuela Lily de niño, y maduró a un atribulado joven Slytherin. El Profesor Snape cometió algunos errores en su vida, como todos lo hacemos, y pasó el resto de sus años expiándolos. El Profesor Snape es la única razón por la que estoy vivo hoy, y por mucho que Albus Dumbledore encabezara el esfuerzo de guerra, nada habría resultado de no haber sido por el Profesor Snape. Llevas su nombre, porque es un callado héroe que se autosacrificó, que merece no ser nunca olvidado. Te llamas como estos dos hombres en su memoria, pero también porque fueron dos de los mejores magos que jamás he conocido, y es un honor tener sus nombres.
Habiendo dicho eso, si deseas cambiarte el nombre en una fecha posterior, lo comprenderé. También lo hará mamá, pero no le dejes hacer ninguna sugerencia. Quería nombrarte Bertram, entre todas las cosas. Qué asco.
Estamos en 2005, y han pasado siete años desde que terminó la guerra. Kingsley Shacklebolt todavía es Ministro de Magia, y el Callejón Diagon tiene toda una nueva calle lateral. Tus tíos Ron y George abrieron un segundo Weasleys' Wizard Wheezes en Cardiff el año pasado, y tu Tía Hermione fue promovida dentro del Departamento para la Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Los Ballycastle Bats ganaron la Copa Profesional de Quidditch inglesa, y la noticia principal en el Diario el Profeta el día que naciste es sobre un recluso que ha inventado una cura para la viruela de dragón.
Tu padrino es un hombre llamado Robert Evans. Es parte de la familia de la Abuela Lily, aunque sólo regresó de vivir en Sudáfrica hace dos años. Lo conocí no mucho después de la guerra, descubriendo que la familia Evans tenía más que sólo mi madre mágica. Estoy seguro de que el Tío Robert tendrá muchas historias extrañas y emocionantes que contarte mientras creces, y es un hombre brillante, así que tengo la certeza de que te enseñará todo tipo de cosas interesantes. También te regaló un gran osito Paddington, y se sentará en tu librería en tu habitación, hasta que estés preparado para abrazarlo.
Te envolvimos en una manta que tiene estrellas azules y una brillante luna amarilla, y te acurrucaste dentro. Mamá se la envolvía a la cintura mientras estaba embarazada de ti, así que debe oler a ella y reconfortarte. A diferencia de tu hermano, fuiste un bebé tranquilo en tu primer día, abrigado en tu manta hasta que tu puntiagudo cabello negro y penetrantes ojos verdes fueron las únicas cosas que sobresalían de la lana tejida.
Por la tarde conociste al resto de tu familia, y parecías muy incómodo por el acopio de atención de tu hermano de dos años James y todo el clan Weasley. Tus ojos se lanzaban adelante y atrás, y luchabas contra el sueño por asimilar el máximo posible de acción. Tengo muy pocas dudas de que heredarás algunos rasgos de personalidad de los magos por los que fuiste nombrado.
Eres un pequeño tipo tranquilo, Albus, y estoy orgulloso de ser tu padre.
Te quiero,
Papi
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Querido Albie,
¡Wow, vaya año! Es 9 de noviembre, tienes un año, y ya casi estás corriendo. Eres un pequeño muy curioso, y estoy seguro de que tu madre jamás te dejará olvidar el día que te encontró en la cocina, sentado en la olla de espaguetis y cubierto de harina. No has comenzado a farfullar mucho, pero te gusta cantar sinsentidos de bebé cuando la gente no está mirando. De algún modo has entrenado a nuestros dos gatitos, George Elliot y Oscar Wilde, para que te busquen los juguetes de debajo del sofá.
Tienes toda la pinta de un Slytherin, Albus Severus.
Tu prima Rose Weasley nació más temprano este año, y pareces estar fascinado por ella. James ha descubierto que tienes muchas cosquillas, y a la Abuela Molly le gusta cuando la ayudas a hornear en la cocina. Al Tío Robert le gusta cogerte cuando nos visita, y a menudo le pillo leyéndote quedamente junto al fuego por la noche. Ya ha comenzado tus lecciones, aunque tú crees que emparejar planetas en cartas es un juego. El Oso Paddington todavía es demasiado grande para que quepa en tu propio regazo, pero lo arrastras contigo a todas partes. A pesar de que el Tío Robert creció principalmente en Sudáfrica, dice que le recuerdas a tu Abuela Lily cuando era pequeña.
Este año las Holyhead Harpies ganaron la Copa de Quidditch, y mami gritó a la radio inalámbrica durante toda la retransmisión del partido. El Ministro Shacklebolt está pensando en retirarse, y la principal noticia en el Diario el Profeta trata sobre una nueva guardería que abre en el Callejón Diagon para niños mágicos. No acudirás allí, ya que Mami y yo no la hemos chequeado y nos divertimos demasiado en casa contigo.
Dejé mi trabajo como Auror con el fin de comenzar a escribir un libro, y Mami casi es medibruja completamente licenciada. ¿Qué serás tú de mayor, mi principito? Ciertamente eres un pequeño tipo listo, y tienes un gran deseo de ver cómo funciona todo…
Te quiero,
Papi.
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Querido Albie,
¡Feliz segundo aniversario! Para ser un pequeño tranquilo, ciertamente no te asientas mucho. No sólo dominaste caminar y correr este año, sino que de algún modo lograste robar la escoba de entrenamiento de tu hermano a las seis de la mañana ¡y despertarnos a todos volando alrededor de la casa! No creo que los gatos se acerquen a ti durante una semana. Tienes una habilidad extraordinaria para obtener la varita de Mamá o la mía. James siempre ha aceptado la magia como parte de la vida, pero tú, Albus, quieres ver cómo funciona la magia. En este punto, creo que tendré que advertir a la Directora McGonagall y al propio Hogwarts de que oculten cualquier cosa que no deseen desmantelada.
El otro día tuvimos una fiesta para tu Tía Hermione, porque se ha convertido en la abogada mágica licenciada más joven en la historia. Debía haber estado haciéndose tarde, porque viniste abajo para decirnos a todos ¡shhhh! Estabas cogiendo al Oso Paddington, y pasaba de la hora de la cama. Oh, Albus, espero que no cambies nunca. Tu hermano James aprovechaba el ruido como excusa para quedarse levantado hasta tarde y jugar.
El Tío Robert se puso enfermo más temprano este año, y fuiste un niño muy útil. Pasamos una semana ayudando al Tío Robert con su tratamiento, y le cantaste varias canciones para hacer que se sintiera mejor. Debo admitir que me sorprendió mucho – no pensaba que ningún Potter pudiera seguir una melodía. El Tío Robert se mudó calle arriba, dice que para echarte un ojo, pero también es para asegurarse de que podamos ayudarle si vuelve a ponerse enfermo. En África lo envenenó un extraño insecto, y dice que afecta a su sistema nervioso aleatoriamente.
Estoy ocupado investigando para mi libro, y a menudo te encuentro acurrucado en el sillón de la biblioteca para tu siesta de la tarde. Pareces estar fascinado por las imágenes de tu tocayo, Severus Snape. Mami sigue trabajando en San Mungo, pero se quedará en casa después de Navidad para cuidar de James, de ti, y de sí misma. ¡Vas a ser hermano mayor el próximo año!
Ayer, eras lo bastante alto para alcanzar el tercer estante de la librería. Pasé dos horas reorganizándola de nuevo, para mantener los libros peligrosos fuera de tu alcance. Cuando quieres algo, eres un hombre con una misión.
Ahora corres a mí cuando tienes una pataleta, y aceptas que los besos casi siempre lo mejoran todo. Espero no quebrar jamás esa confianza que me otorgas.
Te quiero,
Papá.
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Querido Severus,
¡Mira quién tiene tres! Nos sorprendiste de verdad a Mami y a mí más temprano este año, cuando declaraste que querías que te llamaran Severus. Cada mayo celebramos el relato de la historia de la Gran Guerra, pero este año fuiste bastante firme cuando insististe en 'yo Sebrus.' A James siempre le gusta fingir que es yo, pero tú te sentaste en silencio y viste cuán valiente fue también tu Severus. Sé que llevarás el nombre orgulloso; Mami y yo hemos notado que compartes algunos rasgos de personalidad de tu tocayo. Eres un hombre de fuerte voluntad, mi principito, o como Mami dice, todo desvalido necesita un adalid.
Hoy en el Diario el Profeta hay un artículo sobre un nuevo conjunto de cromos de Ranas de Chocolate, publicados en el 10º aniversario de la guerra. Neville Longbottom, nuestro amigo de Hogwarts, se convirtió en profesor este año. Ahora imparte herbología en Hogwarts, y está ayudando con los deberes de Jefe de Casa para Gryffindor. La Tía Hermione parece estar pronto en camino de ser Ministra de Magia, pero está embarazada de nuevo, así que tendrás otro primo pronto. Todavía te llevas muy bien con Rosie, y tanto tú como tu hermano queréis a vuestra hermanita bebé Lily. Aunque sí creo que estás un poco celoso de la atención que recibe, y sé que fuiste tú quien la cubrió de emplastos ese día este otoño. James no tiene la paciencia ni el deseo de alinear todos los emplastos para conseguir la cobertura de toda la piel.
La Abuela Molly y el Abuelo Arthur os llevaron a ti y a James a Disneyland en París este año, y parecías reírte de todo. El Tío Robert te enseñó a escribir tu nombre sólo el pasado mes, Severus, y está intentando enseñarte a leer. No cree que yo pueda enseñarte lo bastante bien. Tu cabello está creciendo, casi te cubre las orejas, pero lloras cada vez que intentamos cortarlo. Te gusta la ropa lisa, en tonos tierra, a diferencia de tu hermano. James prefiere los colores brillantes y los diseños llamativos. Tu libro favorito es Oso Marrón, Oso Marrón, ¿Qué ves? y puedes cantar la canción del alfabeto perfectamente.
George Eliot y Oscar Wilde te siguen por la casa habitualmente, y tu primer incidente de magia accidental los incluyó. La magia de la mayoría de los niños se expresa a través de emociones fuertes, pero no la tuya, Severus. Tú levantaste una almohada sobre el suelo de la sala de estar y la desgarraste, haciendo que las plumas volaran por todas partes. Te encontré sentado tranquilamente en el chesterfield, riendo mientras los gatos perseguían las plumas como locos a través de la sala. Nunca pareces tener problemas para entretenerte cuando te quedas solo.
Te quiero,
Papá.
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Querido Severus,
¡Feliz cuarto aniversario, mi principito! Es alucinante cuán rápido estás creciendo. Tu cabello es tan largo que te cubre las orejas por completo, y te gusta echarlo hacia delante para ocultarte tras tus propias cortinas personales. Le diste a toda la familia un buen susto este año, rompiéndote la pierna al caer de un columpio. Pensé que mi corazón se había detenido cuando te vi caer, pero el Tío Robert evitó que me volviera loco. Aunque fuiste un niño muy valiente, y no lloraste ni una vez mientras Mami te curaba la pierna. Te quedó una pequeña cicatriz en la rodilla, pero el tío Robert te enseñó sus cicatrices de cirugía, y las creíste muy chulas, al igual que mi rayo.
Este año nos percatamos de dos grandes cosas sobre ti. Los deportes no son completamente lo tuyo, Severus, pero sabes cantar como ningún otro. Cantabas un montón de bebé, pero ahora que conoces las palabras, estás cantando con la radio e impresionándonos a Mami y a mí. Quizá cantar es algo a lo que querrás dedicarte más adelante en la vida. También enseñaste a tu hermanita Lily cómo jugar al cucú, y estás muy orgulloso de esto.
Te gusta pasar tiempo en la Madriguera con tus primos y tu hermano, pero eres casero, Severus. Mami y yo decidimos darte el dormitorio de la esquina en la casa, y escogiste azules oscuros para las paredes, que combinaban con tu manta de bebé. El Tío Ron y yo construimos el mobiliario de tu dormitorio, pero no se te permitió observar porque el Tío Ron tiene algunas adiciones coloridas al lenguaje inglés. En cambio, pasaste el tiempo cuidando de Rosie, Lily, y el bebé Hugo, cantándoles mientras tu hermano bailaba. Cuando tu cuarto estuvo terminado, te aseguraste de que el Oso Paddington se sentaba en la mesilla de noche junto a tu cama.
En las noticias de hoy hay una historia sobre la gran influencia muggle en la cultura mágica, y si está destruyendo parte del mundo mágico. Pasas los días llevando ropa muggle, Severus, jugando con juguetes muggles y vivendo en una casa muggle mejorada mágicamente. Habitualmente hablas con plantas que parecen escucharte, tus espejos te hablan, tu Tío Robert nos visita a través de la chimenea, y has aprendido a convocar algunos de tus juguetes. No creo que tengas que preocuparte por perder parte del mundo mágico a medida que crezcas.
Te quiero,
Papá.
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Mi Severus,
No puedo creer que ya hayas salido para el colegio. Primer año en la escuela Primaria local; ahora tienes seis años y eres un niño muy grande. Has crecido un montón, eres más alto que mi cintura y James está un poco molesto porque eres de la misma altura que él.
Tengo tu fotografía enmarcada en mi escritorio; bien vestido con tu pequeño traje con tu pajarita verde en tu primer día de colegio. Mami sabía que tendrías al profesor comiendo de tu mano para el segundo mes, y demostraste que tenía razón. Está muy impresionada contigo, Severus, sabiendo escribir tu nombre, el de James, el de Lily, el de Mami y el mío. Cuentas montones de historias sobre el Tío Robert, y cómo es tu 'padrino favorito.' Es tu único padrino, pero no le digas eso al Tío Robert.
Has resultado ser un buscador muy bueno, hijo mío. No en el sentido del Quidditch, ya que hemos descubierto que tienes muy poco interés en el deporte. Eres muy bueno encontrando imágenes y documentos que necesito para mi investigación. Sigo escribiendo un relato sobre mi vida en Hogwarts, y siempre pareces encontrar las anécdotas perfectas que incluir. Todavía le tienes mucho cariño a tu tocayo, y señalas entusiasmado los muchos pasajes que mencionan al profesor. El Tío Robert te ha enseñado a leer bastantes cosas, y tu nombre está el primero de la lista. El Tío Robert también se ha formado la opinión de que mi historia es más bien la Influencia de Severus Snape en la Vida de Harry Potter, pero me gusta pensar que está diciendo basura.
La Copa Mundial de Quidditch se celebró en Luxemburgo este año, y ganaron los holandeses. En las noticias hay un comunicado de prensa de la escoba más reciente en salir al mercado, una Aero-raíz 5200. Tu hermano está babeando por esta escoba en los catálogos, pero tú tienes interés nulo en ella. En un movimiento que sorprendió completamente a tu madre, George Eliot tuvo gatitos y Oscar Wilde la evitó a ella y los gatitos por un mes entero.
Has entrenado a James para permanecer fuera de tu cuarto cuando no estás allí. ¿Cómo lograste eso, Severus?
Te quiero,
Papi.
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Querido Severus
Feliz 9º cumpleaños, mi principito. Probablemente nunca te percatarás de cuánta paz me otorgas, pero parece ser un don especial tuyo. Este año no sólo entraste en cuarto año con las notas más altas de tu clase, sino que leíste el primer capítulo del libro de texto de aritmancia de la Tía Hermione y lo comprendiste.
Éste ha sido un año difícil para mí, y tú me has mantenido entero. Fuiste con James, el Tío Robert, y yo al cementerio para el día de remembranza de mayo, y rendiste homenaje a la Abuela Lily y el Abuelo James. Tu Severus está en el mismo cementerio, y fuiste a visitar su lápida también. Le contaste al Tío Robert todo sobre tu Severus, y todas las cosas valerosas que hizo en la guerra. Me pregunto si sabes que tienes la libertad que tu Severus nunca tuvo. Eres un niño brillante y ni Mami ni yo te impediremos lograr tus objetivos.
Tu hermano fue a Hogwarts este año, y actuaste como un chico muy maduro en la estación de tren. James lo hará bien en Gryffindor, pero a pesar de todas sus bromas, creo que sabes que no es la casa para ti. Tengo una idea de dónde acabarás, pero todo está entre tú y el sombrero seleccionador, Severus.
Hablando de Hogwarts, este año para tu cumpleaños Mami y yo pasamos por todo el papeleo para cambiar legalmente tu nombre a Severus Albus Potter. Ése es quien eres después de todo, y cuando la lechuza entregue tu carta de Hogwarts, estará dirigida adecuadamente. Tu próximo desafío es recordarles a George Eliot y Oscar Wilde que no deben perseguir a las lechuzas.
Mi historia fue concluida este año, y tu nombre está al frente en la página de dedicatorias, justo después del de tu Severus. Mamá está bastante complacida por lo útil que fuiste con el manuscrito, y cree que tendrás una buena carrera publicando algún día si quieres. Por ahora pareces contentarte con la aritmancia de la Tía Hermione, el jardín de plantas trasero, y tu canto.
Estás en quinto año en la escuela primaria ahora, y todavía tienes las mejores notas de la clase. Creo que disfrutas el desafío, y eres un genio de las matemáticas. También eres mucho mejor que tu hermano manteniendo el secreto de la magia, y sólo hemos tenido que obliviar a tu maestra una vez este año. Los maestros de James tuvieron visitas mensuales.
El Tío Robert te regaló lecciones de guitarra por Navidad este año, con un maestro de la ciudad. Has demostrado tener talento natural para ello, para gran molestia de tu hermano. James está muy celoso, pero debo decir que estoy bastante impresionado por tu falta de regodeo, Severus. Y es muy dulce por tu parte cantarles a tu hermana y tus primos más pequeños.
El Tío Ron y la Tía Hermione os llevaron a ti y a Rose a París este verano, y lo pasaste genial visitando los museos y probando todas las comidas diferentes. A Rosie le encantó el idioma, pero tú estabas mucho más interesado en los artistas callejeros parisienses y en visitar las casas de famosos aritmantes franceses. La Tía Hermione estaba absolutamente encantada, y te llevó a ver los lugares donde vivieron. El Tío Robert te interrogó sobre todos los lugares donde habías estado cuando regresaste, y te consiguió algunos libros más sobre numerología para 'leer en días lluviosos,' según dijo. Suena a una bizarra broma privada entre vosotros dos.
Te quiero,
Papá.
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Querido Severus,
Es tu duodécimo cumpleaños, y tu primer año en Hogwarts. No tienes idea en absoluto de cuán orgulloso estoy de ti, Severus. Estuve allí para la ceremonia de selección, con mi capa de invisibilidad, y te observé caminar con la cabeza alta cuando llamaron tu nombre. Oí los susurros acerca de tu nombre de pila – has sabido toda tu vida que las familias ignorantes nunca perdonaron al Profesor Snape por sus acciones en la guerra. Sé que tampoco es fácil ser un Potter, pero tú siempre has sido tú mismo, y sospecho que todavía lo serás, en Slytherin (y sí, James fue castigado por gritar "Severus Snake" cuando el sombrero proclamó tu casa). Le mostré el recuerdo a tu madre, y sonrió radiante cuando caminaste hasta la mesa Slytherin para reunirte con tus nuevos amigos. Tu Tío Robert tenía una gran sonrisa satisfecha en la cara, que parecía ser su manera de decir te lo dije. Debo admitir, que cuando me contaste que el Sombrero también consideró Ravenclaw para ti, sonreí en mi mente. Se supone que uno no debe juzgar a sus hijos, pero creo que los tres tenéis habilidades especiales, y Severus, tú siempre has sido muy inteligente. También lo habrías hecho bien en Ravenclaw, y sé que estás absurdamente orgulloso de ser Slytherin.
Todo lo que espero es que lo pases mejor que en tu vida en Hogwarts. Puede que James sea la estrella del quidditch, pero hablé con el Profesor Flitwick y está enormemente impresionado por tu voz. Quizá serás el músico de la familia Potter. Por tímido que seas, jamás minusvalores tu talento, Severus.
Mamá y yo enviamos tu manta de bebé junto con tu material escolar en tu baúl, no porque quisiéramos avergonzarte, sino porque sé que nunca has pasado una noche sin la manta. Me parece, no del todo dulce, sino conmovedor de algún modo que adores tanto esa manta. A través de todo el uso que ha tenido, la lana está muy suave ahora. Normalmente eres un chico tranquilo, alerta, atento e independiente, apuntando a tu madre y yo en altura, flacucho y de miembros largos. Cada noche en casa, cuando te miro mientras duermes, esa manta está envuelta alrededor de tus hombros. Mamá y la Abuela han bromeado contigo sobre guardar la manta, pero sé que has notado que yo nunca lo he hecho. Severus, yo habría dado cualquier cosa por una manta propia de niño. No te arrebataré la tuya. El Oso Paddington sigue sentado en tu mesilla de noche, esperando que vengas a casa por Navidad.
En noticias de familia, este año tu prima Victoire y tu casi primo Ted se prometieron. Te han pedido que cantes en su boda el próximo año, y tu rostro enrojeció ante la sugerencia. Aunque me doy cuenta de que estás muy satisfecho contigo mismo, y el Tío Robert dijo que se lo contaste inmediatamente después. Sé que está bastante impresionado por cuánto has aprendido en tus lecciones de guitarra.
Te quiero,
Papá.
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Querido Severus,
Feliz decimoquinto aniversario, hijo mío. Supongo que no puedo llamarte más mi principito, ya que ahora eres una pulgada más alto que yo. Has crecido hasta ser un guapo joven, a pesar de que tu abuela amenaza con cortarte el pelo cada vez que te ve.
Déjame decirte, Severus Albus Potter, que has puesto a prueba realmente mi paciencia este año. No estoy seguro si son sólo las hormonas del crecimiento lo que está haciendo que tú y James os peleéis, pero me alegro mucho de que estéis en diferentes casas en el colegio. Tu hermana está entrando en su adolescencia y actúa bastante sarcástica, tu hermano tiene diecisiete y está intentando hacerse el interesante para atraer una novia, y tú, no estoy seguro de lo que pasa por tu mente. No has mostrado mucho interés por las mujeres, aunque sé que acabas de alcanzar la pubertad ahora. Sé que odias tu voz, cómo no para de cambiar de tono, pero se asentará muy pronto, Severus. Me alegra que seas escrupuloso afeitándote los brotes de vello al azar en tu barbilla, ya que tu hermano no lo hace y parece un poco bobo.
Yo nunca experimenté los rápidos estirones que estás pasando ahora, pero el Tío Robert sí y dice que los dolores pasarán pronto. También está intentando encontrar una buena crema para librarte de las estrías alrededor de los hombros.
Aunque de vuelta a los problemas, siento que necesito escribir esto, porque sé que algún día en el futuro necesitaré demostrar que tu problema era de diferente calibre. Eres un buen hijo, pero eres ridículamente bueno en que no te atrapen en las cosas. Si recuerdas, entraste en el cuarto de James un día y encontraste un alijo de revistas para adultos. Todavía tengo que averiguar por qué estabas en la habitación, y James no me lo dirá en ningún momento próximo. En cualquier caso estabas allí, y encontraste las revistas. Esto es lo que te separa de tu hermano Gryffindor y tu hermana Ravenclaw. No te chivaste de James, ni le abroncaste por tenerlas. Las ocultaste entre los colchones de James, y nunca dijiste otra palabra.
Sabes, tu madre todavía tiene que averiguar por qué James se comportó tan bien durante el resto de las vacaciones de verano. Ni sabe por qué James destrozó su cuarto buscando 'sus llaves' (que tú amablemente encontraste para él en veinte minutos, qué dulce hermano eres). Por supuesto, James no podía preguntaros a ti ni a Lily si habíais cogido sus revistas, porque lo meteríais en un lío, y ciertamente no podía preguntar si tu madre o yo las habíamos hallado. Pasó el resto de su tiempo en casa temiendo que simplemente estuviéramos retrasando su castigo.
Odiaría ver lo que le harías a James si te fastidiara de verdad.
Nuestra vecina de unas casas más abajo parece haberte echado el ojo. Me pregunto si lo has notado. Estás bastante concentrado en tu canto por el momento, además de algunos de tus estudios. Aunque no todos ellos, en los que deberías estar trabajando, Severus. Aun así, Mamá y yo te hemos oído cantar en tu cuarto por la noche y no nos importa que pases tiempo escribiendo canciones y practicando. ¿Has considerado una carrera musical? Tienes una voz hermosa y creo que lo harías realmente bien en el mundo mágico.
El Tío Robert también me dice que dejarás de tropezar con tus pies una vez crezcas. He notado que son enormes, ¿cuánto planeas crecer? Tu manta apenas envuelve tus hombros ya. George Eliot se ha apoderado de tu cama. Estoy seguro de que Oscar duerme allí también, pero nunca le he pillado en el acto.
Te quiero,
Papá.
… … ...
Harry se sentaba en uno de los cubículos del rincón de las Tres Escobas, bebiendo whiskey de centeno mientras inspeccionaba el bar. Robert Evans se sentaba a su lado, su vaso lleno de un líquido verde turbio. El bar se había cerrado para la velada, varios estudiantes se sentaban alrededor de las mesas, y Weasleys al azar deambulaban por ahí, riendo y mezclándose. Al frente de la sala, Severus Potter se sentaba en un taburete de barra con una guitarra descansando en su regazo. Su cabello estaba pulcramente cortado, apenas rozando sus orejas, sus ojos verde oscuro reluciendo mientras charlaba con sus amigos, y su mentón lleno de barba de un día de no afeitarse.
Alrededor de su cuello había un cordón de cuero, con un pequeño colgante en forma de gota de agua que contenía una lágrima de fénix. Harry le había regalado uno a James en su 17º aniversario, y también le regalaría uno a Lily. Una nota, 'con la esperanza de que nunca la necesites', había acompañado al colgante.
"Creo que lo ha hecho bien," dijo Harry, la alegría que sentía teniendo poco que ver con el alcohol que había estado bebiendo. Robert dirigió un pequeño asentimiento a Harry, sorbiendo de su vaso.
"Concederé que su infancia fue más fácil que la tuya."
Harry le dirigió una mirada de reojo a Robert, a los ojos oscuros que estaban inspeccionando la sala.
"Ningún trol que derrotar, ninguna serpiente de sesenta pies, ningún profesor asesino, ningún Señor Tenebroso a la caza. En serio, si no mintieras tan mal, protestaría que tus recuerdos de Hogwarts son basura," dijo Robert, su voz levemente despectiva.
Al frente de la sala Severus había comenzado a tocar la guitarra, las primeras notas de 'Chasing cars' alcanzando el fondo de la habitación.
"Esta canción salió un año después de que naciera," dijo Severus suavemente al micrófono. "Todavía es mi favorita."
"Hogwarts es casi aburrido ahora," Harry fingió suspirar, tomando otro trago. Golpeteó los dedos en la mesa siguiendo el ritmo, observando a su hijo meterse en la música. "Aunque yo nunca llegué a Jefe de Prefectos."
"Por lo que entiendo," se mofó Robert, "tu hijo seguía las normas a los tres años mejor que tú a los dieciséis."
Algunos de los niños se unieron al canto, algunos desafinados, pero no lo suficiente para arruinar la canción por completo. Ron se sentaba al frente de la sala, golpeteando los dedos en la mesa a tiempo con la música.
"Haces que parezca excesivamente virtuoso," se quejó Harry. Se sentaron en silencio por un momento, observando mientras continuaba el concierto improvisado.
"Tú también estás orgulloso de él, Severus," dijo Harry suavemente.
Harry no volvió la cabeza, pero sus ojos se enfocaron lo suficiente para captar la minúscula tensión del brazo de Robert.
"Mi nombre es Robert William Evans," dijo Robert, en un tono que confirmó a Harry que no lo era.
"Ahora lo es," reconoció Harry, volviéndose a mirar a los familiares ojos negros que siempre habían cuidado de él. "Pero aun así tengo razón, ¿no?"
Robert tomó otro trago de su absenta, los dedos rastrillando el cabello corto en el costado de su cabeza. Era un gesto que no había perdido, a pesar de que su cabello no había sido de su longitud de marca de Hogwarts en más de quince años.
"¿Cómo?"
Fue dicho quedamente, y Harry se dio cuenta de que Robert estaba inquieto. Demonios. Snape estaba inquieto. Harry podía comprender eso, Snape había estado fingiendo ser un pariente de Harry durante más de quince años y se había congraciado con la familia. Harry también imaginaba que Snape quería que su antigua identidad permaneciera muerta, ya que se había construido una vida de libertad anónima con su nuevo nombre.
"Me dijiste que te habías criado en Sudáfrica. Nadie de tu familia fue jamás allí, y la Tía Petunia confirmó que nunca había oído de ti, mucho menos te había conocido. No puedes decirle a un huérfano que eres un primo largamente perdido, sin que ese huérfano haga un montón de investigación," explicó Harry, manteniendo su postura relajada y no acusadora.
Harry sonrió y saludó a Victoire mientras bailaba alrededor de Severus cantando en el taburete.
"Supongo que subestimé tu minuciosidad en la investigación," reconoció Snape finalmente.
"¿Pillado por sorpresa?" Harry sonrió ampliamente. "Pero antes incluso de comprobar tu historia, sabía que eras tú. 'Mírame.' Pensé que ésas serían tus últimas palabras y yo… nunca olvidaré tus ojos cuando me miraron entonces."
Snape parecía estar pensando en eso, aunque se veía ligeramente satisfecho por algo. Al frente de la sala Severus estaba concluyendo su canción, los ojos cerrados mientras rasgueaba la guitarra. Como siempre, el Tío Robert/Snape fue el primero en comenzar a aplaudir.
"Pensé que estaba a punto de morir. Debería haber muerto," dijo Snape finalmente, terminando su bebida. Observó a Severus hacer una reverencia y dejar su guitarra en el escenario.
"Por lo que vale, me alegra que no lo hicieras," dijo Harry quedamente. Estaba mirando a Snape, al hombre que se había unido a la familia de Harry para continuar cuidando de él.
"Lo sé," Snape sonrió burlón. "Le pusiste mi nombre a tu hijo."
Sonó ridículamente complacido por eso, y Harry puso los ojos en blanco mientras enderezaba el montón de sobres en su mano.
"No le he dicho a Severus que eres tú. Pero puede que desees considerarlo, sabiendo lo listo que es."
Severus se deslizó en el cubículo con ellos, todo sonrisas y mejillas sonrosadas por su canción. Harry vio por el rabillo del ojo cómo cambió la expresión de Snape, convirtiéndose en la versión levemente más relajada de sí mismo que había tomado precedencia durante la pasada década y media. El Tío Robert estaba de vuelta.
"Mi ahijado; el de la mente brillante y voz magnífica," entonó Robert, la voz seca pero de alabanza. Severus sonrió ampliamente y se pasó los dedos por el cabello.
"¿Crees que lo hice bien?"
Harry tomó el montón de sobres y los dejó sobre la mesa, ante Severus.
"Dímelo tú," dijo Harry. "Tienes diecisiete años que leer."
Robert se recostó en su asiento en el cubículo, observando el montón de cartas ser inspeccionado con críticos ojos verde oscuro.
"Feliz cumpleaños, Severus," dijo Robert, una sonrisa contenta en su rostro.
Fin.
