Abril 1817

Al día siguiente que Darcy regresó a Londres, Richard fue muy temprano a visitarlo para contarle lo que había averiguado. Incluso ya tenía un plan, y era cuestión de días para que Darcy viera nuevamente a la bonita Sra. Barton. Si bien estaba enamorado de Eleonor, entendía perfectamente porque su primo estaba fascinado por la Sra. Barton.

"... la Sra. Barton va los martes y jueves después del mediodía y se queda hasta las 5:00 de la tarde. Este jueves en particular va a ir la Srta. Holmes, por eso, pensé que podríamos ir juntos sobre las 4:30, de esa forma puedes acompañar caminando a la Sra. Barton a su casa ya que la institución está solo a cuatro cuadras."

El rostro de Darcy se iluminó, "Es una excelente idea." Hizo una pausa, "Cuéntame más sobre la Sra. Barton y sobre institución."

"Sobre la Sra. Barton no tengo mucho más que contarte. Tiene una vida confortable, y vive con su suegra y su pequeña sobrina. La institución ayuda a mujeres viudas o hijas de soldados que murieron o fueron gravemente heridos en la guerra y tienen dificultades económicas. Dan de comer a unas veinte a treinta mujeres todos los días y sus hijos… Varias esposas e hijas de oficiales, principalmente generales y coroneles, hacen diversas tareas como ser enseñar a leer y escribir, cuidando niños, cosen, y otras cosas más. Por lo que me dijo Eleonor son unas diez a quince voluntarias."

Darcy asintió, "Muchas gracias Richard. Hoy mismo voy a averiguar si forma parte de las instituciones a las cuales dono dinero."

Richard asintió, "Solo una cosa más," lo miro a los ojos, "me dio la impresión que la Sra. Barton no tiene un interés particular en ti... "

Darcy nuevamente asintió, y durante el resto averiguó que efectivamente donaba 20 libras anuales a esa institución, pensó mucho en lo que dijo su primo.

PPP

Dos días después, Richard lo paso a buscar sobre las 4:00 de la tarde y llegaron a la institución unos veinte minutos más tarde. Después de recorrer un par de habitaciones, al fin Darcy la vio y la imagen era una que jamás la iba a olvidar.

Elizabeth estaba sentada en un pequeño sillón con una niña pequeña en la falda, y cinco niños de unos tres a seis años sentados alrededor mientras ella les leía la Bella y la Bestia. Estaba vestida en forma sencilla, pero a los ojos de Darcy nunca la había visto tan hermosa. Era la imagen perfecta de una joven y amorosa madre con sus hijos. Por un instante pensó en su hija, Anne Darcy con cierta tristeza y vergüenza. Estos niños probablemente no tenían ningún vínculo con Elizabeth y sin embargo ella estaba dedicándoles tiempo y tratándolos con cariño…, mientras que él por todas las dudas que tenía sobre la paternidad de su hija, apenas pasaba tiempo con ella.

Se habría quedado por horas mirándola, pero no pudo ser, ya que uno de los niños se dio cuenta de su presencia y comentó que había un señor en la puerta.

Elizabeth levanto la vista y los ojos de ella se encontraron con los de Darcy. Se sorprendió al verlo, ya que, a pesar de los comentarios del General Fitzwilliam, jamás pensó que el Sr. Darcy realmente iba a ir a la institución.

Darcy entró a la habitación, y sonrió levemente, "Sra. Barton, es un placer verla nuevamente. Mi primo me estuvo contando sobre algunas cosas que usted comentó que se podrían hacer y comprar en la institución, y por eso estoy aquí." Respiro hondo, "Si dispone de tiempo, me gustaría hablar con usted para que me diga con mayor detalle en que puedo ayudar."

Elizabeth se sorprendió aún más por el ofrecimiento, pero primero tenía que buscar a la responsable de la institución para que cuidara a los niños hasta que las madres los vinieran a buscar, "Sr. Darcy, si es tan amable y puede esperar unos minutos, voy a buscar a la Sra. Farrow…"

Es sabido que hay situaciones y decisiones que uno toma que pueden traer consecuencias inesperadas, y que el pasado puede aparecer cuando uno menos lo espera. Lo cierto es que Darcy se quedó en la sala con los niños esperando que volviera Elizabeth cuando llegó una mujer a la que esperaba no volver a ver a buscar a su hija…