Residencia Tachibana - Interior - Cocina
—¿Alguien sabe lo que pasa con Darling? —Preguntó Sumire. Ella estaba sentada al lado de Chisato.
—Ahora que lo dices ha estado actuando muy raro —mencionó la pequeña niña de pelo blanco quien tenía en su regazo a su hija llamada Kiki quien ya tenía dos años de edad.
—Ha estado muy extraña —Yaya tomó la palabra. Estaba junto a su Rararin quien estaba con una de las pequeñas niñas que tuvo Blue con la dueña de casa.
—Desde que Tamamo-san la castigo pensé que ella iba a ponerse… —Las palabras de la rubia de mirada azul se quedaron en sus palabras. Pero enseguida alguien más habló.
—Ella siempre se ponía a pedir segundas opiniones. O incluso se ponía a dar vueltas por la casa hablando en el idioma de su mundo diciendo vaya a saber que cosas —respondió otra de las mujeres de la castaña.
—¿Qué fue lo qué le dijiste, Tamamo-chan? —Preguntó Rosia.
—Bueno la verdad solamente la amenace con que no tendría sexo con ninguna de nosotras y menos con Araki-chan a parte le dije que la próxima vez que hiciera algo así le metería un dildo de acero con puas en donde no le da el sol —dijo la dama zorro desviando la mirada teniendo en sus mejillas un notorio rubor.
—¿En serio de donde conseguiste esa cosa? —Bell sonrió nerviosa antes de dejar escapar un pesado suspiro.
—Internet —Tamamo desvió la mirada mientras rascaba su mejilla.
-Iban a seguir interrogando a esta mujer pero fue salvada por la campana. Es decir, el timbre de la casa sonó, la dama zorro que ostentaba el título de matriarca de este lugar estaba por levantarse pero fue una de sus hijas adoptivas quien abrió la puerta…
Pasaron unos cuantos minutos en los que ninguna de las féminas quienes estaban casadas con la antigua demonio dijo algo. Únicamente los balbuceos de las pequeñas niñas rompía el silencio hasta que pasos pesados se escucharon acercándose a la cocina, lugar donde no le era permitido entrar a la dueña de casa.
Delante de estas mujeres hizo acto de presencia Asuka, hija adoptiva de la dueña de casa, la recién llegada no venía sola ya que, esta jovencita estaba acompañada por su esposo el amigo de Asuka (castaña)
—Hola mamás ¿cómo están? —Exclamó Asuka.
—¿Oh, Asuka-chan? Es una sorpresa verte por aquí —habló la dama zorro mirando a su hija.
—¿Cómo les va suegras? —El chico vestido de ninja tomó la palabra saludando a las mujeres presentes.
—La mahou shoujo soltó una pequeña risita antes de contestar…
—Vine porque quería hablar con mamá ¿se encuentra por aquí? —Mencionó Asuka.
—Ella creo que está… —Chisato iba a responder pero en ese momento la dueña de casa hizo acto de presencia. Ella estaba entrando por la puerta trasera, es decir, una que daba al patio y por la cual se podía acceder por el lugar donde no tenía permitido entrar Asuka…
—¿Darling? ¿Pensé que estarías en el gimnasio de la planta alta? —Dijo Chisato a su mujer quien solamente desvió la mirada mientras se secaba el sudor con una toalla que estaba alrededor de su cuello.
—¿Qué te sucede mamá? —Preguntó su hija recibiendo como respuesta el silencio de su madre adoptiva.
—... —Entrando a la cocina lugar que no podía la dueña de casa. Camino ignorando las palabras de sus esposas e incluso ignoró a su hija. Solo para desaparecer en la sala..
—¿Y ahora qué mosca le picó? —Preguntó el chico vestido de ninja mirando confundido a las mujeres con las que se encontraba.
—Ni idea… —Dijo Tamamo.
—Mamá….
