Actualización: 10 de mayo del 2006
PODER DE PERSUASIÓN
6. EN UN MUNDO APARTE
Pasaron la noche hablando, recordando viejos tiempos. Lily nunca había pensado que James fuera tan divertido... Bueno, la verdad es que lo sabía, pero siempre lo había negado. Ella lo veía en Hogwarts haciendo estas bromas a todas sus admiradoras mientras a ella sólo la molestaba.
¿Por qué no me trató como a las demás?
Intentó olvidar este tema que la confundía tanto y, de pronto, recordó otro, uno sobre el que necesitaba una respuesta urgente.
-Oye, James... ¿cómo sabías que trabajo para el Ministerio? -le preguntó, enarcando las cejas-. ¿Te dedicas últimamente a espiarme?
-Tranquila, Lils, no te espío... ¡Aunque es una buena idea!
Lily estuvo a punto de pegarle.
-Ni se te ocurra. ¿Sabes que he mejorado en maldiciones? Tengo algunas muy efectivas...
La indirecta de Lily era realmente directa. James tragó saliva.
-Tengo contactos dentro del Ministerio. Averigüé a qué hora salías para preparar la cita... Ya sabes que los Potter somos una familia...
Presumiendo otra vez.
-...De raigambre en el mundo mágico y de mucha influencia. -Lily terminó la frase como si la hubiera oído miles de veces. Y la verdad es que lo había echo. James se la repetía a todas las chicas con las que salía varias veces al día, intentando que además de la chica, se enterase todo el mundo.
-Veo que nos tienes en alto concepto - bromeo James - Me alegra saberlo.
James sonrió, contento de que se acordara de la frase.
-¿Qué tal en el trabajo, Lils? -preguntó, cambiando un poco el tema-. ¿Cuánto te queda para llegar a Ministra de Magia?
-Creo que no llegare a tanto... pero bueno. Hay mucho trabajo. Dimitió Tony y tengo que cargar yo con todo.
James frunció el ceño.
-¿Quién es Tony?
-¿Un interrogatorio, Potter? Es... un amigo.
Celoso Potter... quien lo diría...
-¿Qué clase de amigo? -A James parecía no gustarle el sujeto en cuestión. La verdad es que parecía odiarlo-. ¿Con derecho a roce?
-Es sólo un amigo. ¡Y no tengo por qué darte explicaciones!
Lily comenzaba a enfadarse.
¿Quién se cree que es para empezar a preguntarme por mis amigos cuando no le veo hace cinco años?
-Vale, vale... olvidemos el tema -A James se le ocurrió un idea para hacerla olvidar su enfado... Una un poco atrevida. ¿Aceptaría Lily?
James llamó a su amigo el camarero, y le susurró su plan al oído. Él sonrió, diciendo que no habría ningún problema.
-¿Qué estas tramando? Sabía que tramarías algo...
-Lils... cállate y espera. Ya verás de qué se trata.
-¡Qué me calle! Te estás pasando un poco, Potter.
Lily se levantó, decidida a dejar plantado a James ahí. Se lo había pasado bien con él, pero ella no era de las que se dejaban manejar. James se levantó y la sujetó de la mano.
-Espera, Lily.
-Me largo. Seguro que me quieres gastar una broma. Sabia que no tenia que haber ven...
Lily se calló en seco. Una música empezó a sonar, una música suave... romántica.
-¿Bailas, Lils?
James cogió a Lily de la cintura y ella se dejó llevar.
No me lo creo... no me lo puedo creer. Tal vez James no sea como me lo imagine. Tal vez sea diferente.
Estuvieron juntos, bailando despacio, sin apenas moverse, ante las miradas curiosas y los murmullos apagados del resto de los clientes, que intentaban no romper ese momento tan especial para la joven pareja.
-Bailas muy bien, Lils... -James le susurro al oído.
-Nos están mirando todos... -Lily notaba las miradas de la gente clavadas en ellos dos.
-Olvídate de ellos, este es nuestro mundo.
Lily intento relajarse y algo consiguió. Apoyó la cabeza en el hombro de James...
¿Qué es lo que estoy haciendo? Bailando con Potter... Debería salir de aquí e irme a casa; olvidarme de esta noche y olvidarme de él... Pero algo la retuvo, tal vez el sentimiento de protección que sentía junto a James o tal vez otra cosa. Además, sabía que después de esta noche no se olvidaría de él tan fácilmente. Tenía que admitirlo. James había vuelto a entrar de nuevo en su vida. Y no sería tan fácil sacarlo de ella.
La música cesó pero Lily y James no se separaron. James abrazó a Lily, como si no quisiera que se fuera, como si quisiera que se quedara con él para siempre.
Al final tuvieron que separarse, a pesar suyo. Lily no aguantaba la mirada abrasadora de James, en la que expresaba todo lo que sentía. Se sentaron y se quedaron callados, sin mirarse, sólo pensando.
Unos segundos mas tarde James rompió el hielo.
-Me ha gustado mucho el baile.
-No me lo esperaba.
-Lo sé.
