9. BUSCANDO EXPLICACIONES

(N. de T. En los próximos capítulos Emi es la protagonista, por lo que los pensamientos que salgan entre comillas serán de ella y no de Lily como ha sido hasta ahora)

Cuando Emi despertó no encontró a Lily a su lado. Debería de haberse ido a trabajar ya. Era tarde. Emi tenía varios días libres y tenía muy claro en que iba a emplearlos. Encontrar a James. Recogió un poco la casa de Lily y descubrió una nota.

Me he ido a trabajar. Muchas gracias por tu apoyo.

Lily

-Para eso están las amigas - murmuro Emi en voz alta. - y ahora voy a hacerte otro favor.

Con los polvos flu que uso en la chimenea de Lily, Emi se fue a su casa, donde se cambio de ropa. Poco después cerraba la puerta de su casa, dispuesta a una hacer una larga caminata para encontrar a James.

Primero se fue al restaurante donde habían James había llevado a Lily. Busco al camarero que Lily le había descrito y pregunto por el muchacho.

-Perdone, ¿sabe donde puedo encontrar a James Potter?

-No le he visto desde que cenó hace dos días con una joven pelirroja. Suele venir todas las noches pero ayer no paso por aquí. Lamento no poder ser de ninguna ayuda.

-Gracias de todas formas.

"Ésto se complica"

Emi paso toda la mañana buscando a James en sitios que él solía frecuentar en su época de estudiante en Hogwarts. Pero o había cambiado sus gustos de adolescente o tuvo mala suerte. El caso es que no le encontró. Tampoco sabía en que trabajaba ni donde.

"Ya no puedo mantenerme en pie. Me rindo. No le voy a encontrar nunca. es inútil"

Se fue a picar algo a Las Tres Escobas, el bar de moda de Hogsmeade. Era acogedor y había muy buen ambiente. Como hacia buen tiempo tenían abierta la terraza, así que se sentó en una mesa para dos y pidió una cerveza de mantequilla. Era tan sabrosa que le dio otra vez la fuerza de animo necesaria para seguir con la búsqueda.

"Tarde o temprano le encontrare"

Echo un vistazo a su alrededor... había tiendas grandes y pequeñas, nuevas y antiguas, pero ninguna llamaba tanto la atención como una pequeña situada justo en la esquina. La fachada estaba pintada de muchos colores, mas bien tirando a llamativos. Desde luego, no rayaba en la vulgaridad. Un cartel enorme encima de la puerta anunciaba que la tienda se encontraba allí. Este cambiaba de color a menudo. El nombre era...

"No me creo que al final lo haya conseguido"

Emi se levantó, alucinada, leyendo una y otra vez el nombre de la tienda para asimilarlo.

"Desde luego los colores solo los ha podido elegir él"

Se dirigió decidida a la tienda. Estaba segura de que él le daría información sobre James... puede que incluso se encontrara allí. Ya había pensado en visitarle antes, pero nunca había sabido donde encontrarle... Así que le había olvidado.

Se paro en la entrada, mirando el interior pensativa. Su búsqueda la estaba llevando al pasado, a una parte de su vida que creía ya olvidada.

"Bien... si quiero ayudara a Lily tengo que entrar"

Un hombre de unos veinticuatro años, alto, de pelo negro, por los hombros, y los ojos de un azul intenso (Nda. Ya sabéis quien es... el dios de los hombres jjee...) atendía a una chica joven, que había caído fácilmente presa de los encantos del muchacho. Ésta le sonreía embobada.

"Parece que no has perdido tus encantos"

Unos minutos después se despedían amablemente. Él le daba su tarjeta, asegurandole que le llamara cuando quisiera.

Emi se acerco, una vez la chica se hubo ido. Estaban solos. Él la sonrío. Emi le conocía lo suficiente para saber que su sonrisa escondía dobles intenciones.

"No me ha reconocido"

-Bienvenida a The Marauders (Nda. Nombre muy original para la tienda. No soy buena para estas cosas). Buenas tardes, ¿se le ofrece algo? ¿Tal vez una cita?

-No has cambiado nada Sirius Black. Sigues igual de egocéntrico que siempre. ¿Por que crees que aceptaría una cita?