24. PIDIENDO PERDON

Emi estaba en casa por la noche, muy bien acompañada, cuando una enorme lechuza entro por el balcón. Dejo la carta sobre las piernas de Emi y a continuación se poso sobre la cabeza de Sirius, que dormía.

-¡¡PERO QUE... DEMONIOS...!!

Sirius se despertó, dando manotazos al aire y levantándose de la cama de golpe. Emi no podía parar de reír y aun lo siguió haciendo mientras habría la carta. La remitente era Lily. Emi al leyó en voz alta, mientras Sirius se quitaba alguna pluma que todavía tenia en el pelo.

Me imagino que te habrás estado riendo un rato antes de abrir la carta. Parece ser que entrene bien a la lechuza. No pude evitar la venganza por no decirme nada sobre Sirius

-Ja ja... que graciosa tu amiguita. ¿Y no podría haberse vengado enseñándola a ponerse encima de tu cabeza? - agregó Sirius, todavía un poco molesto.

Pero eso no es lo importante. Siento todo lo que te dije el otro día. Te preguntaras que es lo que me ha hecho cambiar de opinión pero no te lo diré por carta. Tendremos que vernos mañana. Aunque te daré una pista: hoy no pasare la noche en casa. Lily.

-¿Que habrá pasado entre esos dos? - Emi no podía contener su curiosidad, que no podría ser satisfecha hasta el día siguiente.

Ya lo sabremos mañana. Pero todavía queda mucho... - replico Sirius, meloso, mientras se volvía a tumbar al lado de Emi.

¿Y que mejor manera de que pase rápido el tiempo sino es dedicándoselo a tu novio?