Todo esto me resulta tan extraño...

Todo esto me resulta tan extraño... mi cabeza no deja de dar vueltas a mil asuntos y cientos de preocupaciones perturban mi sueño. Hace ya más de dos días que apenas duermo, ni como. Los chicos empiezan a sospechar algo, y eso me preocupa. Además... el cambio del príncipe me tiene desconcertada. Sus ojos, antes tan cálidos y amables ahora son fríos y cargados de dolor. Sus palabras, tan atentas y dulces se han vuelto monosílabos sin sentido que me desconciertan. Sí, una cosa es cierta, parece mucho más dedicado a sus tareas. En las clases ha mejorado increíblemente y parece que ya no le cuesta tanto atacarme con fuerza, es más, a veces me da la sensación de que le sirve como desahogo. Pero...¿de qué? Supongo que echa en falta a su princesa. Me pregunto como sería ella. Debió ser una joven muy hermosa y cálida para ganarse el corazón de un hombre tan extraordinario. Las leyendas cuentan maravillas de ella y la historia en sí se basa en su lucha y en la nuestra, como si formaran parte de un todo. Sin embargo ella ha desaparecido y me temo que eso no nos servirá de mucho para la misión. Ahora que lo pienso... siempre que los guerreros del cambio hemos despertado el príncipe a estado sólo... es extraño... parece cómo si el destino de la princesa de la luna sea desaparecer en la batalla, quizá sería un estorbo... no sé... ¿Pero por qué estoy pensando en todo esto? Ya ni me acuerdo de donde ha salido el tema en mi cabeza... Pero una cosa esta clara, el príncipe ha cambiado mucho su actitud, con todos, pero sobretodo conmigo. ¿Por qué?... siento algo extraño, no sé que es, pero me duele y no me deja descansar. Son tantos los problemas que surgen y tan pocas las recompensaciones. Sólo deseo que todo salga como Idionés planeó. Que la misión que se me ha encomendado se cumpla al pie de la letra, y que el daño que causaré a esta época se recompense en su dorado futuro. Pero... ¿podré hacerlo? Un momento. ¿Por qué lo dudo? Lo más importante para mí es mi misión, no la vida de las personas, no tengo que preocuparme por lo que sucederá, sino por lo que permitirá mi lucha a las generaciones futuras. Yo solo recibo ordenes, soy un instrumento de la justicia, lo sé. ¿Pero por qué ya no lo acepto? Desde que llegué a la Tierra después de mis entrenamientos que me siento muy confundida. Parece como si en mis sueños, cuando logro dormirme claro, recuerde cosas pasadas, y al despertar agitada se me borren por completo. Estoy segura de que sueño con mi pasado, pero no logro recordarlo una vez despierta, sólo sé que me inquieta. ¿Qué secretos me oculta Idionés? Por otro lado, esta el príncipe. Me preocupa increíblemente. Me da la sensación de que sufre mucho y que la carga que lleva en sus espaldas no es nada comparado con el dolor que le provoca la perdida de su amor. ¿Pero que tiene que ver eso conmigo? Me duele... sí... no soporto verle así... ¿Pero por qué? Además... cuando llegó aquí... fue tan extraño....

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FLASHBACK

La belleza del lugar simplemente era tan impresionante que podía dejar helado a cualquier mortal. El cielo, siempre en calma, llenaba de paz el corazón de la chica. Ella estaba sentada en una tumbona, justo en el porche de la enorme y confortante cabaña. Shin la había tratado como toda una princesa. La había traído hasta la cueva y la acomodó allí. Seguidamente fue a por una manta y la arropó con un cariño inusual en él. Láctea no pudo hacer más que sonreír con gratitud. Le había preparado una deliciosa comida y había charlado con ella por un par de horas, cosa aún más inusual en el chico. Ahora ella lo observaba mientras entrenaba sus artes con la espada. Sin embargo algo llamó su atención. Dos figuras habían entrado en la cueva, una de ellas muy asombrada ante el hermoso lugar. Láctea se incorporó con dificultad e intentó hacer una reverencia ante los recién llegados.

- Me alegro de que al fin estéis con nosotros príncipe- Una mueca de dolor se dibujó en el rostro de la joven y un repentino mareo se apoderó de ella. Intentó disimularlo rápidamente, pero tanto Darien como Ayies notaron que no se encontraba bien.
- Por favor, siéntate. No debes estar levantada después de un conjuro tan poderoso y cansado Láctea. - Ayies se acercó con delicadeza y la acomodó nuevamente en la tumbona.- Eres demasiado temeraria bombón.
- Lo lamento. No tengo la suficiente fuerza todavía.
- Descansa, estoy seguro de que Ayies me mostrará todo el lugar. Es de una belleza deslumbrante. Tú debes descansar y dejar que te cuiden.- El príncipe se agachó al lado de ella provocando un leve rubor en las mejillas de la chica.- Dime ¿cómo te sientes? ¿Te duele la cabeza? ¿Sientes mareos o nauseas? ¿Dolor agudo en alguna parte en concreto?
- Olvida que vos sois médico alteza, pero no debéis preocuparos, las heridas y secuelas provocadas por la magia no se pueden aliviar nunca con medicina humanamente tradicional.
- Lo imagino, pero acaso piensas que soy un humano corriente?- Láctea se ruborizo ante su torpeza y bajó el rostro algo cohibida. Ayies sentía arder toda su ira y miraba al príncipe con reproche y ¿odio? "Ni le sueñes príncipito, Serena es mía... no voy a permitir que te quedes con ella una vez más, no voy a tolerar que le hagas más daño. Ahora que ella no te recuerda tengo el viento a mi favor. Aré todo lo posible para evitar que sufra más, y empezaré por alejarte de ella."
- Lo lamento alteza, no era mi intención ofenderos.
- No, no es eso, no me he sentido ofendido en absoluto, pero puesto que soy el causante de vuestro dolor dejadme que lo alivie un poco.- Las manos de Darien se posaron dulcemente y con delicadeza en la frente de la muchacha, que simplemente optó por quedarse quieta.

Fue una sensación realmente extraña la que sintió. El suave tacto de las manos de él, la calidez que ya de por sí era tan seductora que calmaba todos los sentidos. Pero eso no era todo. Al cabo de unos segundos un calor empezó a desprenderse de su mano y una inesperada sensación de tranquilidad y bienestar sorprendió su ser. Sin embargo aquel cálido momento duró muy poco. El príncipe retiro su mano con una sonrisa y el dolor y la pesadez que antes la habían atormentado ahora habían desaparecido por completo dando paso a un curioso y sorprendente confort. Ella le miró sorprendida y sólo una sonrisa la despertó.

- ¿Cómo...?
- Es un poder que tengo desde hace mucho tiempo. Tengo el sentido del tacto increíblemente desarrollado y por alguna razón me permite saber la situación del planeta con solo tocar la tierra. O poder comunicarme con espectros u otros seres teniendo algo que les perteneció en mis manos. E incluso, curar heridas y calmar dolores.
- Eso es una gran ventaja para un medico, ¿verdad príncipe?
- En realidad sí, Ayies. Ahora descansa y ya verás como mañana estarás completamente renovada y cargada de energía preciosa.- Decir que la chica se sonrojó sería quedarse muy corto. El príncipe sólo le sonrió y desvió la mirada hasta Ayies, que le contemplaba con un odio notorio.- Bien, Ayies por favor, me muestras mi habitación, yo también estoy algo cansado.
- Claro, alteza...- Su voz sonó seca y se veía a la legua que los celos le comían por dentro.
- Gracias por esto alteza, sois muy amable.
- ¿Gracias? Soy yo quién debería darlas, al fin y al cabo eres tu quién a decidido asumir los riesgos por mí, aunque eso me cargue en la conciencia.
- No os entiendo.
- Jamás debiste arriesgar tu vida por mí, si te ocurre algo no me lo perdonaré nunca, tu vida es más importante que la mía.
- Ya os dije alteza que la misión es lo primero, yo sólo soy un instrumento para lograr la victoria, no temáis.

El príncipe dio indicios de protestar pero Ayies se colocó en medio de ambos y le indicó al príncipe con una mano el camino a sus aposentos. El chico sólo pudo seguirle mientras se maldecía por las palabras de su Serena. ¿Acaso ella se sentía realmente tan insignificante?


FIN FLASHBACK

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Desde que el príncipe pasó a estar con nosotros que no dejó de preocuparse por mí, y siempre me trató con dulzura. Hacia todo cuanto le pedía en la lucha, se mostraba caballeroso y sincero. Muy abierto, y aunque melancólico a veces, siempre con una sonrisa para mí. Si bien es cierto que con los demás chicos se mostraba distante y frío, no conmigo. Pero ahora es todo tan distinto. Nunca me falta al respeto, ni abusa de su superioridad en rango, pues él es el príncipe. Pero ya no me trata como una amiga, sino que parece alejarse de mí para encerrarse en sí mismo. Me pregunto si debería hacer algo.
Ya son las siete de la mañana, apenas he dormido esta noche. No se como puedo mantenerme en pie y luchar con tantas pocas horas de sueño. Sin embargo me da miedo dormirme, me da miedo soñar y no recordar. Me siento tan desplazada... Todo esto me resulta tan extraño...

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Láctea se levantó de la silla algo cansada. Hacia ya muchas horas que estaba sumida en sus pensamientos mientras los demás dormían. Ya parecía algo normal el no poder descansar. Se incorporó y salió al exterior. Conjuró un hechizo y en pocos segundos era de día en la cueva. Desperezándose se quitó el camisón que llevaba puesto dejando paso a un hermoso bikini de seda blanca. Sintió como el agua del lago acariciaba sus pies nuevamente y desplegó sus hermosas alas elevándose unos metros. Voló hasta el centro del lago, donde el agua esta más profunda y haciendo desaparecer sus alas descendió en un perfecto salto hasta sumergirse en las frías aguas. Era algo que la calmaba siempre. Parecía como si el agua y el viento la protegieran, y por algún motivo le recordaban algo, o alguien. ¿Algo de su pasado quizá?. Empezó a nadar en dirección a la arena, que quedaba a unos 75 metros. Simplemente dejándose llevar por la maravillosa sensación.

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Ya estaba cansado de mirar el techo. Por mucho que pensara en ello no podía seguir así. Ya estaba cansado de esperar, de sufrir en silencio. Debía hacer algo, no podía permitir que se la arrebataran, eso jamás. Ella era su vida. ¿Qué haría sin su sonrisa? Que haría sin poder verla una vez más en sus brazos. Estaba decidido, ya no más esquivas, ya no más evitar ver su rostro para no sufrir. Era el momento de revelar la verdad, aún a riesgo de cambiar el destino. Salió decidido de su habitación y entró ruidosamente en la de ella, sin tan sólo llamar a la puerta. Nadie, la habitación estaba completamente vacía.

- ¿Qué buscáis en esta habitación... ALTEZA?
- Nada que te importe Ayies. Hazme el favor de negarme tu compañía.
- Estáis muy agresivo esta mañana, en realidad ya hace días que lo estáis. Incluso con Láctea. ¿Acaso os ocurre algo... alteza?- La voz de Ayies no era para nada tranquilizadora, y estaba claro que no quería ayudar al príncipe. Parecía como si leyera su mente.
- Aparta Ayies.
- ¿Y si me negara?
- ¡He dicho que te apartes!
- ¡No, no lo aré! Esta vez... esta vez... no lo voy a permitir... ¿me oyes? No quiero ni que te acerques a ella. ¡no le harás mas daño!- Ayies explotó y su voz sonó ronca y furiosa mientras golpeaba la puerta de la habitación dejando escapar su furia.
- Ayies... ¿qué...? ¿Qué sabes tú?
- Todo... lo sé absolutamente todo Darien.
- Entonces...
- Sí. Conservo todos mis recuerdos de cuando era Seiya y mis sentimientos pasados se mantienen. Te odio... simplemente te odio Darien. No puedo soportar la idea de que ella, Serena, mi Serena, te eligiera a ti, que te quisiera a ti. Tú que fuiste capaz de abandonarla para ir a estudiar, tú que te fuiste para cumplir tu sueño olvidando el de ella, pensando sólo en ti. Tú que la has hecho sufrir tantas veces, tú que has provocado tantas lágrimas en sus hermosos ojos... ¡Tú! ¡Siempre tú!- Darien se quedó perplejo y confuso mirando a Ayies a los ojos. Este parecía haber perdido por completo toda la cordura.- Y aún así ella estaba ciega... siempre pensando en ti y en lo mucho que te quería... era increíble... no podía sufrir verla tan triste cada vez que me hablaba de ti. ¿Y tú que hiciste? Largarte, abandonarla, no la cuidaste. Dejaste que se enfrentara sola a esos... esos monstruos de los vampiros...
- Tú no estabas en la época de los vampiros. No sabes nada de mí ni de lo que pasó, así que no me hables como si supieras lo que dices.- Un golpe salido de la nada dejó a Darien tumbado en el suelo y antes de que se pudiera ni dar cuenta Seiya lo sujetaba por el cuello de la camisa callando así sus hipócritas palabras.
- Sí... lo sé todo, por que me lo han contado, al pie de la letra, Idionés nos lo contó todo. Y yo... ajeno a la situación, incapaz de recordar mi profundo amor por ella y de comparar lo que sentía por Láctea no le di importancia, creyendo que era una historia que afectaba a otros. Simplemente pensé, pobre infeliz nuestro príncipe. ¿Cómo dejó a su princesa por un sueño? ¡Ella tendría que haber sido su sueño cómo Láctea lo es el mío! Luego llegué a este planeta. Un día, cuando ella ya estaba entrenando fuera de la Tierra, me escapé, salí sin permiso a dar una vuelta. No me tape el rostro, pensando que eso no tendría nada de malo. Y cual fue mi sorpresa al encontrarme con un grupo de chicas que se me lanzaron encima y gritaron "¡¡Seiya, es Seiya!!". Me persiguieron largos e interminables minutos, y yo no podía usar mi magia para dispersarlas, así que tuve que hacerlo por medios humanos. Sin embargo tuve un accidente, un coche se me llevó por delante, que ironía. A mí, un guerrero del cambio. Pero le estoy agradecido. Por qué gracias a ello recuperé la memoria. Fue muy doloroso e inquietante. Todo el mundo encima mío, mirando curiosos que había ocurrido, y miles de recuerdos cruzando mi mente. Sólo pude hacer una cosa. Un hechizo desmemorizador para todo humano presente y luego, desaparecí. Pero ya nada me devolvería la calma, estaba muy alterado. Y en cuanto la vi de nuevo, fue como un shoc de energías chocando contra mi pecho. Y todo se volvió claro. Era ella, mi ángel, mi Serena... la princesa desaparecida. Tu princesa. Fue muy difícil para mí aceptar que no me pertenecía, a pesar de que manteníamos una relación de "más que amigos". Pero luego lo entendí. Debía luchar. Ahora podría ser mía, y yo la haría feliz, jamás la abandonaría, ni daría prioridad a algo que no fuera su sonrisa y su felicidad. Recompensaría todo el dolor y el sufrimiento que había visto en sus ojos en el pasado, y sobretodo, la separaría de ti. Y lo logré. Ella me ama. Así que no te acerques a ella.
- Seiya... sé... sé que la amas... lo sé. ¡Pero la estas engañando y también te engañas a ti mismo! Ella no te quiere, simplemente esta confusa!
- ¡No seas imbécil! La Serena que tu conoces ya no existe, aunque tenga su aspecto, aunque actúe como ella, ¡NO ES LA PRINCESA DE LA LUNA Y NO TE RECUERDA!
- ¡Porque no puede enamorarse de nadie! No creas que lo que ella te muestra es verdadero. Ustedes mismos me lo dijeron, sus sentimientos están controlados.
- Jajajaja, iluso. Los míos no, al recuperar la memoria la barrera se rompió. Y los de ella también están despertando, cada vez más, y esta claro que ahora me ama a mí.
- ¿Qué los suyos despiertan?
- ¿Acaso no notasteis su energía cuando ella fue al apartamento? Aquélla noche, cuando acabamos prácticamente de llegar a este planeta. El único modo de que la energía de la autentica Serena despertase era recordando algo de su pasado. Seguramente los recuerdos del piso le vinieron a la mente, y aunque estoy seguro de que no recuerda nada, en ese momento sí lo recordó y de algún modo, eso fracturó la barrera.- Darien se quedó pensativo mirando el suelo. Al fin Seiya soltó la camisa y se alejó unos pasos de él.- Ella ya no te ama, y prueba de ello es lo que viste aquella noche. No me mires con ese asombro. Tu actitud cambió radicalmente a partir de esa noche, es evidente que nos viste y nada de lo que digas me hará cambiar de parecer. Sí cuentas algo a Serena no sólo sufrirá de nuevo, pues se sentirá culpable por haberte traicionado hasta tal grado que tu mente no puede imaginar, sino que además tendrá que luchar entre dos amores, uno presente y otro que le parece un simple recuerdo. Yo la amo, yo la aré feliz. Me enamoré de ella cómo Serena en el pasado, y cómo Láctea en el presente. Y esta vez, no lo lograrás. Se lo digas o no, la perderás. Pero por tu bien, el de la Tierra, y por el suyo, cierra esa bocaza que tienes y resígnate a perderla. Déjala que sea feliz en esta nueva vida que nos espera, pues desde que esta a tu lado no ha parado de sufrir. En el milenio de plata, en Tokio, en esta misión. Si en verdad la quieres, apártate de ella. ¡Pareces un imán que sólo le trae desgracias! ¡Incluso ahora, que debe arriesgar su vida por la tuya! Jamás pensé que serías capaz de dejarla hacer ese hechizo... hasta en eso se nota tu inmadurez y egoísmo. Ahora largo de su habitación, no eres merecedor de estar en ella.

Ayies desapareció por la puerta dando una última mirada de desprecio y un fuerte portazo. Darien se quedó allí, callado, sumido en sus pensamientos. Sin dejar de escuchar las palabras de Seiya. "Tú que fuiste capaz de abandonarla para ir a estudiar, tú que te fuiste para cumplir tu sueño olvidando el de ella, pensando sólo en ti. Tú que la has hecho sufrir tantas veces, tú que has provocado tantas lágrimas en sus hermosos ojos... ¡Tú! ¡Siempre tú!", "Fue muy difícil para mí aceptar que no me pertenecía, a pesar de que manteníamos una relación de "más que amigos", Ahora podría ser mía, y yo la haría feliz, jamás la abandonaría, ni daría prioridad a algo que no fuera su sonrisa y su felicidad. Recompensaría todo el dolor y el sufrimiento que había visto en sus ojos en el pasado, y sobretodo, la separaría de ti. Y lo logré. Ella me ama. Así que no te acerques a ella.", "¡NO ES LA PRINCESA DE LA LUNA Y NO TE RECUERDA!", "Sí cuentas algo a Serena no sólo sufrirá de nuevo, pues se sentirá culpable por haberte traicionado hasta tal grado que tu mente no puede imaginar, sino que además tendrá que luchar entre dos amores, uno presente y otro que le parece un simple recuerdo."

Continuará....

Notas de la autora: Lo siento, sé que no es justo que lo deje así, ni que sea tan corto, pero es que no he tenido tiempo de hacer más. Lo quería colgar lo antes posible. El próximo será más largo, lo prometo. Pero digan, ¿les esta gustando? ¿Qué hará ahora el príncipe? ¿Le dirá algo a Serena? ¿Seguirá sufriendo en silencio? ¿Y Seiya? QUE MALO! Cómo ha podido decirle eso (aunque en cierto modo, es su opinión, el amor ciega amigos). ¿Darien soportará la situación? Todo esto y mucho más en "Mensajeros del cambio!"
POR FAVOR, REVIEWS!!