Capitulo VI: La Disculpa
Creyendo a todos dormidos, abrí la puerta de la habitación con mucho cuidado evitando así hacer ruido con la puerta pero no me sirvió de nada ya que todos se encontraban despiertos y esperándome para que les contará lo sucedido.
Drakkar que se encontraba leyendo un libro antes de mi llegada, me vio y dijo: -¡ Hey, todos ya llegó nuestro buen amigo Arkantos!-.
-¿Cómo te fue?- Me pregunto Hefesto sin moverse de su cama en la cuál ya se encontraba acostado.
Les conté todo lo sucedido: de como Hefesto me empujó hacia Mariell, lo bien que la pasé con ella, como llegó Hathor decidido a matarme y como Mariell terminó por odiarme.
Hefesto al oír todo esto, solo movió la cabeza de un lado a otro en señal de reprobación y dijo: - No te preocupes, todavía no se ha perdido todo, te ayudaré de nuevo pero procura no arruinarlo esta vez quieres -.
-Muchas gracias Hefesto como puedo agradecerte por tanta ayuda que me has brindado-. Le dije conmovido por sus palabras.
-No es nada, sé que harías lo mismo por mí-.
-Así es amigo-.
-Tengo una idea-. Dijo Drakkar; -Porque no le escribes una carta disculpándote e invitándola a cenar mañana-.
-Buena idea, solo hay un problema-. Le dije un poco apenado; -No sé que decirle-.
-No hay problema cuatro cabezas piensan mejor que una, Hefesto, Heimdall y yo te ayudáremos a escribir esa carta-.
Pasamos toda la noche escribiendo dicha carta y terminamos casi al amanecer, yo nunca hubiese podido hacerla si no es por su ayuda, cada uno colaboró con su grano de arena y aunque fue muy breve fue muy difícil hacerla ya que nunca nos poníamos de acuerdo, la carta decía así:
Querida Mariell:
Mi motivo para escribirte esta carta es simple, solo quiero pedirte perdón con todo mi corazón por mi inadecuado comportamiento de ayer en la noche, sé que no fue propio pero tu deslumbrante belleza y la actitud de Hathor fueron los culpables de tal comportamiento, espero que llegues a perdonarme ya que sin ti mi vida pierde todo sentido, he pasado toda una eternidad buscándote y ahora que por fin te encontré, no quiero separarte de mi vida, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y a pesar de tener pocas horas de conocerte siento que te conozco a la perfección, parece que las horas se vuelven siglos cuando no estas a mi lado es por todo esto y más que espero tu perdón aunque sé que no lo merezco pero si llegarás a perdonarme te ruego que aceptes mi invitación a cenar esta noche en el mismo lago de ayer en señal de mi buena fe.
ATTE. Arkantos.
Al aparecer los primeros rayos del sol Hefesto salió de nuestra habitación para ir a entregar la carta a Mariell en mi nombre, yo me encontraba sumamente nervioso ya que no sabía lo que Mariell iba a contestar y para perder el tiempo fui a dar un paseo por la ciudad.
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Mientras tanto Hefesto ya se encontraba con Mariell
-Señorita, mi amigo Arkantos profundamente arrepentido por lo sucedido anoche le ha escrito está carta para pedirle perdón-. Exclamó Hefesto.
-No quiero saber nada de él-. Dijo Mariell con enfado.
-Señorita usted debe de leer esta carta, créame Arkantos la quiere demasiado y no quiere perderla-. Le dijo Hefesto estirando la mano para mostrar la carta.
-¿En serio?-. Preguntó Mariell ya algo interesada; - Esta bien déjame verla- .
Tomó la carta y la leyó en silencio y al terminarla de leer volteó a ver a Hefesto y dijo: -Antes de responder quiero que me contestes una pregunta, ¿Ayer en la noche Arkantos mató a Hathor?-.
-No señorita, no lo hizo-.
-Muy bien-. Exclamó Mariell mostrando una gran sonrisa; -Dile a tu amigo que acepto sus disculpas y su invitación-.
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Hefesto ya estaba en nuestra habitación cuando regresé de mi paseo, de inmediato le pregunte que si Mariell había aceptado mi invitación y Hefesto con una sonrisa en la cara me dijo que si, yo no podía creerlo y de alegría le plante un gran beso a Hefesto y me puse a saltar como loco sobre mi cama, la cual por su antigüedad se quebró de inmediato haciéndome caer con ella al suelo luego me asomé a la ventana y me di cuenta que estaba a punto de anochecer y yo no había preparado nada así que salí con rapidez para hacer los preparativos para una cena que Mariell nunca olvidaría.
Ya llegada la noche pasé por ella para iniciar la velada y la llevé hacia el lago, le vendé los ojos ya que tenía una sorpresa para ella y la llevé hacia el lago, al llegar ahí le quite la venda y quedó totalmente asombrada al ver que había alumbrado todo el lugar con innumerables velas y debajo del árbol donde nos habíamos sentado la noche pasada estaba nuestra mesa esperándonos para que fuéramos a cenar, la llevé hacia allá y quite una silla de su lugar para ofrecerle asiento a Mariell y una vez que ella se sentó la volví a poner en su lugar para después sentarme yo en la otra silla.
Al sentarnos se acercó el violinista que contraté en la tarde y comenzó a tocar, ella no dejaba de hablar y sonreír durante toda la cena lo cual me hacía muy feliz, al terminar de cenar, tomé de su mano y le ofrecí bailar, ella acepto gustosa y bailamos al son de la música durante horas, mientras bailábamos ella me miro con ternura y me dijo que nunca antes alguien había hecho algo tan lindo para ella.
Una vez que terminamos de bailar y el violinista se fue le dije que le tenía una ultima sorpresa pero está se encontraba en la ultima y más grande de las murallas de Woche, me preguntó que por que tan lejos y le dije que ya vería, la tome de la mano, la llevé a la muralla e hice que subiera hasta la cima de está, ya ahí le mostré la sorpresa que le tenía: Era un artefacto de unos cuatro metros de ancho y tres de largo hecho de metal, por arriba tenía la forma de un triangulo y este estaba cubierto de tela y por abajo tenia unas agarraderas, al ver que Mariell no sabía que era este artefacto le dije:
-Este es un planeador, Hefesto me enseño a hacerlo, en Meer lo utilizan para explorar el terreno y ver si se acerca el enemigo-.
-Y que vamos a hacer con él-. Me preguntó
-Pues tu sueño es volar ¿no?-. Le dije sonriendo; - Pues con esto lo haremos, o más bien planearemos-.
Su rostro se le ilumino al oír mis palabras, y de felicidad comenzó a saltar y gritando incontables veces gracias, me abrazó.
Llena de emoción y ansiedad ya que pronto iba a volar me dijo: - Muy bien y cuando empezamos-.
-Cuando quieras, solo hay un problema -. Le dije muy apenado; -Le tengo miedo a las alturas-.
Comenzó a reírse y de manera sarcástica me dijo:-¿Cómo? El temerario Capitán de las fuerzas de Nicht le tiene miedo a las alturas-.
-Pues tendrás que acompañarme Arkantos-. Me dijo al ver que me había sujetado de una piedra.
-No, no lo haré-. Le dije sin soltarme de aquella segura piedra.
-¿A sí?-. Fue a donde me encontraba, jaló de mi oreja y me arrastró hasta el planeador.
-Muy bien, lo haré-. Le dije al ver que ya no tenía otra alternativa, la amarré a mí para que no fuese a caer tome la agarradera del planeador y fui hacia la orilla de la muralla donde quede paralizado al advertir la altura de esta, Mariell al ver que no me movía y ansiosa ya por estar en los aires, tomó la iniciativa y me empujó.
Nos encontrábamos cayendo de aquella muralla sin levantar el vuelo y Mariell muy nerviosa al ver que solo caíamos me dijo que hiciera algo, de inmediato recordé que Hefesto me había dicho que cuando me arrojará y ya tuviera varios segundos de haberme lanzado inmediatamente estirara los brazos para hacer que se elevara el planeador y sin pensarlo dos veces le obedecí, al instante el planeador que se encontraba cayendo se levantó y por fin Mariell y yo nos encontrábamos volando.
Mariell no dejaba de reír y gritar sin embargo yo por mi lamentable acrofobia no pude apreciar todo el paisaje, solo abría los ojos de momento para ver a donde nos dirigíamos pero de inmediato los cerraba, Mariell al ver esto dijo:
- No te preocupes, no pasa nada, tienes que ver todo de lo que te estas perdiendo -.
Para no decepcionarla fui abriendo los ojos lentamente y después de poco tiempo me di cuenta de que no era tan malo y en verdad comencé a disfrutarlo, planeamos sobre toda la ciudad, ella me decía a donde ir y yo le obedecía y así permanecimos largo rato hasta que el planeador fue descendiendo poco a poco ya que perdía su impulso, Mariell al notar esto me dijo:
- Arkantos creó que ya es tiempo de bajar, como vas a aterrizar -.
- Buena pregunta -. Le dije angustiado, ya que Hefesto me había enseñado todo lo que tenía que saber sobre manejar el planeador a excepción de una cosa: Aterrizar. Estabamos cayendo a una gran velocidad y no sabía como detenerme sin duda un espectáculo muy cómico pero a la vez aterrador y lo unico que atinamos en hacer fue gritar desesperadamente.
- No te preocupes, ya se que hacer -.
- Me parece perfecto pero hazlo rápido que estamos a punto de caer -. Grito Mariell.
Ya con la poca altura con la que contábamos dirigí al planeador hacia el lago que por fortuna estaba a poca distancia de nuestra ubicación. Caímos en el lago y dejando al planeador en aquel lugar nadamos hacia la orilla, al encontrarnos a salvo y en tierra firme (Gracias al cielo) nos levantamos y al vernos mutuamente empapados y temblando de frío comenzamos a reír sin parar.
Luego me dijo que ya era tarde y que ya debía retirarse, la acompañe hasta su hogar para que no le fuese a ocurrir algo en el camino y al llegar hasta allá se despidió de mi, estaba a punto de entrar a su hogar cuándo la detuve y sacando de mi bolsillo la flor que había tomado del bosque de los Urlaubs, le dije:
- Toma, quiero obsequiarte esta flor, sé a la perfección que no es mucho pero es casi tan bella como tu y creo que debes tenerla -.
- Es hermosa -. La tomó, la sujeto en su cabello y totalmente conmovida dijo: - Gracias, esté ha sido el mejor día de mi vida -; Me abrazó y me dio un largo beso acto seguido entró en su hogar y desapareció de mi vista.
Quedé impresionado por el beso ya que no lo esperaba pero me hizo muy feliz y me la pasé cantando durante todo el camino que recorrí para llegar a mi habitación aunque toda la ciudad me gritará que me callará, al llegar a mi cuarto abrí la puerta, esta vez sin precaución ya que esperaba que todo mundo estuviera despierto y esperándome pero esta vez fue todo lo contrario y queriéndoles contar lo sucedido les grite:
- Hey , todos ya llegué -. Pero la única respuesta que obtuve en la habitación fue: - Bien por ti, ya vete a dormir -.
Así que me encamine a mi cama y me acosté sobre ella, sin embargo no pude dormir ya que mis sueños me quitaron el sueño, todo la noche estuve pensando en una sola persona: Mariell.
Creyendo a todos dormidos, abrí la puerta de la habitación con mucho cuidado evitando así hacer ruido con la puerta pero no me sirvió de nada ya que todos se encontraban despiertos y esperándome para que les contará lo sucedido.
Drakkar que se encontraba leyendo un libro antes de mi llegada, me vio y dijo: -¡ Hey, todos ya llegó nuestro buen amigo Arkantos!-.
-¿Cómo te fue?- Me pregunto Hefesto sin moverse de su cama en la cuál ya se encontraba acostado.
Les conté todo lo sucedido: de como Hefesto me empujó hacia Mariell, lo bien que la pasé con ella, como llegó Hathor decidido a matarme y como Mariell terminó por odiarme.
Hefesto al oír todo esto, solo movió la cabeza de un lado a otro en señal de reprobación y dijo: - No te preocupes, todavía no se ha perdido todo, te ayudaré de nuevo pero procura no arruinarlo esta vez quieres -.
-Muchas gracias Hefesto como puedo agradecerte por tanta ayuda que me has brindado-. Le dije conmovido por sus palabras.
-No es nada, sé que harías lo mismo por mí-.
-Así es amigo-.
-Tengo una idea-. Dijo Drakkar; -Porque no le escribes una carta disculpándote e invitándola a cenar mañana-.
-Buena idea, solo hay un problema-. Le dije un poco apenado; -No sé que decirle-.
-No hay problema cuatro cabezas piensan mejor que una, Hefesto, Heimdall y yo te ayudáremos a escribir esa carta-.
Pasamos toda la noche escribiendo dicha carta y terminamos casi al amanecer, yo nunca hubiese podido hacerla si no es por su ayuda, cada uno colaboró con su grano de arena y aunque fue muy breve fue muy difícil hacerla ya que nunca nos poníamos de acuerdo, la carta decía así:
Querida Mariell:
Mi motivo para escribirte esta carta es simple, solo quiero pedirte perdón con todo mi corazón por mi inadecuado comportamiento de ayer en la noche, sé que no fue propio pero tu deslumbrante belleza y la actitud de Hathor fueron los culpables de tal comportamiento, espero que llegues a perdonarme ya que sin ti mi vida pierde todo sentido, he pasado toda una eternidad buscándote y ahora que por fin te encontré, no quiero separarte de mi vida, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y a pesar de tener pocas horas de conocerte siento que te conozco a la perfección, parece que las horas se vuelven siglos cuando no estas a mi lado es por todo esto y más que espero tu perdón aunque sé que no lo merezco pero si llegarás a perdonarme te ruego que aceptes mi invitación a cenar esta noche en el mismo lago de ayer en señal de mi buena fe.
ATTE. Arkantos.
Al aparecer los primeros rayos del sol Hefesto salió de nuestra habitación para ir a entregar la carta a Mariell en mi nombre, yo me encontraba sumamente nervioso ya que no sabía lo que Mariell iba a contestar y para perder el tiempo fui a dar un paseo por la ciudad.
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Mientras tanto Hefesto ya se encontraba con Mariell
-Señorita, mi amigo Arkantos profundamente arrepentido por lo sucedido anoche le ha escrito está carta para pedirle perdón-. Exclamó Hefesto.
-No quiero saber nada de él-. Dijo Mariell con enfado.
-Señorita usted debe de leer esta carta, créame Arkantos la quiere demasiado y no quiere perderla-. Le dijo Hefesto estirando la mano para mostrar la carta.
-¿En serio?-. Preguntó Mariell ya algo interesada; - Esta bien déjame verla- .
Tomó la carta y la leyó en silencio y al terminarla de leer volteó a ver a Hefesto y dijo: -Antes de responder quiero que me contestes una pregunta, ¿Ayer en la noche Arkantos mató a Hathor?-.
-No señorita, no lo hizo-.
-Muy bien-. Exclamó Mariell mostrando una gran sonrisa; -Dile a tu amigo que acepto sus disculpas y su invitación-.
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Hefesto ya estaba en nuestra habitación cuando regresé de mi paseo, de inmediato le pregunte que si Mariell había aceptado mi invitación y Hefesto con una sonrisa en la cara me dijo que si, yo no podía creerlo y de alegría le plante un gran beso a Hefesto y me puse a saltar como loco sobre mi cama, la cual por su antigüedad se quebró de inmediato haciéndome caer con ella al suelo luego me asomé a la ventana y me di cuenta que estaba a punto de anochecer y yo no había preparado nada así que salí con rapidez para hacer los preparativos para una cena que Mariell nunca olvidaría.
Ya llegada la noche pasé por ella para iniciar la velada y la llevé hacia el lago, le vendé los ojos ya que tenía una sorpresa para ella y la llevé hacia el lago, al llegar ahí le quite la venda y quedó totalmente asombrada al ver que había alumbrado todo el lugar con innumerables velas y debajo del árbol donde nos habíamos sentado la noche pasada estaba nuestra mesa esperándonos para que fuéramos a cenar, la llevé hacia allá y quite una silla de su lugar para ofrecerle asiento a Mariell y una vez que ella se sentó la volví a poner en su lugar para después sentarme yo en la otra silla.
Al sentarnos se acercó el violinista que contraté en la tarde y comenzó a tocar, ella no dejaba de hablar y sonreír durante toda la cena lo cual me hacía muy feliz, al terminar de cenar, tomé de su mano y le ofrecí bailar, ella acepto gustosa y bailamos al son de la música durante horas, mientras bailábamos ella me miro con ternura y me dijo que nunca antes alguien había hecho algo tan lindo para ella.
Una vez que terminamos de bailar y el violinista se fue le dije que le tenía una ultima sorpresa pero está se encontraba en la ultima y más grande de las murallas de Woche, me preguntó que por que tan lejos y le dije que ya vería, la tome de la mano, la llevé a la muralla e hice que subiera hasta la cima de está, ya ahí le mostré la sorpresa que le tenía: Era un artefacto de unos cuatro metros de ancho y tres de largo hecho de metal, por arriba tenía la forma de un triangulo y este estaba cubierto de tela y por abajo tenia unas agarraderas, al ver que Mariell no sabía que era este artefacto le dije:
-Este es un planeador, Hefesto me enseño a hacerlo, en Meer lo utilizan para explorar el terreno y ver si se acerca el enemigo-.
-Y que vamos a hacer con él-. Me preguntó
-Pues tu sueño es volar ¿no?-. Le dije sonriendo; - Pues con esto lo haremos, o más bien planearemos-.
Su rostro se le ilumino al oír mis palabras, y de felicidad comenzó a saltar y gritando incontables veces gracias, me abrazó.
Llena de emoción y ansiedad ya que pronto iba a volar me dijo: - Muy bien y cuando empezamos-.
-Cuando quieras, solo hay un problema -. Le dije muy apenado; -Le tengo miedo a las alturas-.
Comenzó a reírse y de manera sarcástica me dijo:-¿Cómo? El temerario Capitán de las fuerzas de Nicht le tiene miedo a las alturas-.
-Pues tendrás que acompañarme Arkantos-. Me dijo al ver que me había sujetado de una piedra.
-No, no lo haré-. Le dije sin soltarme de aquella segura piedra.
-¿A sí?-. Fue a donde me encontraba, jaló de mi oreja y me arrastró hasta el planeador.
-Muy bien, lo haré-. Le dije al ver que ya no tenía otra alternativa, la amarré a mí para que no fuese a caer tome la agarradera del planeador y fui hacia la orilla de la muralla donde quede paralizado al advertir la altura de esta, Mariell al ver que no me movía y ansiosa ya por estar en los aires, tomó la iniciativa y me empujó.
Nos encontrábamos cayendo de aquella muralla sin levantar el vuelo y Mariell muy nerviosa al ver que solo caíamos me dijo que hiciera algo, de inmediato recordé que Hefesto me había dicho que cuando me arrojará y ya tuviera varios segundos de haberme lanzado inmediatamente estirara los brazos para hacer que se elevara el planeador y sin pensarlo dos veces le obedecí, al instante el planeador que se encontraba cayendo se levantó y por fin Mariell y yo nos encontrábamos volando.
Mariell no dejaba de reír y gritar sin embargo yo por mi lamentable acrofobia no pude apreciar todo el paisaje, solo abría los ojos de momento para ver a donde nos dirigíamos pero de inmediato los cerraba, Mariell al ver esto dijo:
- No te preocupes, no pasa nada, tienes que ver todo de lo que te estas perdiendo -.
Para no decepcionarla fui abriendo los ojos lentamente y después de poco tiempo me di cuenta de que no era tan malo y en verdad comencé a disfrutarlo, planeamos sobre toda la ciudad, ella me decía a donde ir y yo le obedecía y así permanecimos largo rato hasta que el planeador fue descendiendo poco a poco ya que perdía su impulso, Mariell al notar esto me dijo:
- Arkantos creó que ya es tiempo de bajar, como vas a aterrizar -.
- Buena pregunta -. Le dije angustiado, ya que Hefesto me había enseñado todo lo que tenía que saber sobre manejar el planeador a excepción de una cosa: Aterrizar. Estabamos cayendo a una gran velocidad y no sabía como detenerme sin duda un espectáculo muy cómico pero a la vez aterrador y lo unico que atinamos en hacer fue gritar desesperadamente.
- No te preocupes, ya se que hacer -.
- Me parece perfecto pero hazlo rápido que estamos a punto de caer -. Grito Mariell.
Ya con la poca altura con la que contábamos dirigí al planeador hacia el lago que por fortuna estaba a poca distancia de nuestra ubicación. Caímos en el lago y dejando al planeador en aquel lugar nadamos hacia la orilla, al encontrarnos a salvo y en tierra firme (Gracias al cielo) nos levantamos y al vernos mutuamente empapados y temblando de frío comenzamos a reír sin parar.
Luego me dijo que ya era tarde y que ya debía retirarse, la acompañe hasta su hogar para que no le fuese a ocurrir algo en el camino y al llegar hasta allá se despidió de mi, estaba a punto de entrar a su hogar cuándo la detuve y sacando de mi bolsillo la flor que había tomado del bosque de los Urlaubs, le dije:
- Toma, quiero obsequiarte esta flor, sé a la perfección que no es mucho pero es casi tan bella como tu y creo que debes tenerla -.
- Es hermosa -. La tomó, la sujeto en su cabello y totalmente conmovida dijo: - Gracias, esté ha sido el mejor día de mi vida -; Me abrazó y me dio un largo beso acto seguido entró en su hogar y desapareció de mi vista.
Quedé impresionado por el beso ya que no lo esperaba pero me hizo muy feliz y me la pasé cantando durante todo el camino que recorrí para llegar a mi habitación aunque toda la ciudad me gritará que me callará, al llegar a mi cuarto abrí la puerta, esta vez sin precaución ya que esperaba que todo mundo estuviera despierto y esperándome pero esta vez fue todo lo contrario y queriéndoles contar lo sucedido les grite:
- Hey , todos ya llegué -. Pero la única respuesta que obtuve en la habitación fue: - Bien por ti, ya vete a dormir -.
Así que me encamine a mi cama y me acosté sobre ella, sin embargo no pude dormir ya que mis sueños me quitaron el sueño, todo la noche estuve pensando en una sola persona: Mariell.
