Capítulo 3.
-No veo avances...
-Siempre tan impaciente Akemi.
-¡Pero yo quiero ver algo Take!
-Pero pronto pasará... El chico no está bien, eso Kai lo sabe.
-Pero huye... ¡y eso no tiene nada de divertido!
-¿Y qué harás entonces?
-... Nada. Además.... -los ojos violetas de ella y la mirada de fuego de él se centraron en la escena que presentaban Kai y Takao en el pasto-
-¿Además?
-Ese Takao no me gusta. No quiero que arruine la relación de Kai y Rei.
-¡Pero si no tienen nada! -dijo Takeru, divertido-
-Pero la tendrán... eso lo sé.
-¿Y si no tienen?
-¡Siempre tan pesimista Take-kun!
-Tus planes a veces fallan Akemi, no olvides eso.
-Pero esto no es un plan. Es solo una ayuda. Después de todo, los sentimientos existen, yo no los creé.
-También existen los sentimientos de ese chico y "hacia" ese chico.
-¡Ese Takao no cuenta!
-De todas formas dejemos que las cosas sigan así. Nosotros ya hicimos suficiente. -dijo comenzando a caminar-
-Eso es cierto.... -y volvió a mirar hacia donde Takao y el otro- "Aprovecha Kai... o no tendrás una segunda oportunidad."
-No planees nada con él -interrumpió él con el ceño fruncido. Ella puso sus manos en su cintura y cara molesta-
-¡Te he dicho que no te metas en mi cabeza!
-¿Acaso tu no lo haces?
Riendo y sin tomar más en cuenta a los blade luchadores, los jóvenes se fueron, sin ser notados, vistos ni oídos. ***
-¿Qué tal si vamos al hotel Kai?. Ya es tarde.
-Si, supongo que no es mala idea.
Takao se levantó limpiándose el pasto de la ropa y extendió la mano a Kai para que hiciera lo mismo. Hiwatari agradeció el gesto y se puso de pie también.
-Muero de hambre....
-¿Y cuando no Takao?
-... *¬¬*.
Ambos se miran por un momento: Takao con las mejillas rojas de la vergüenza y Kai con esas miradas de "es obvio". Pero de un momento a otro, rompen a reír hasta que las lágrimas aparecieron.
-Vamos de una vez.
-Si, vamos.... ***
-¿Y como sigue Rei?
-Está bien, aunque parece extrañamente serio.
-¿Le dolerá algo?
-No lo creo, los médicos dicen que ya está bien.
-Quizás en qué esté pensando.
-Quizás.... ***
Una vez más, Rei miraba el distante suelo apoyado en el marco de la ventana de su habitación. Algo en el piso le parecía sumamente interesante, aunque no sabía que era.
-"Caer..."
Lentamente Kon hizo algunos movimientos que le exigían cierto esfuerzo. Algunos los pudo hacer sin problemas, mientras otros le provocaron dolores y molestias. La furia comenzaba a llenarlo. Ya estaba cansado de depender de todos, de que todos estuvieran encima de él cuidando. Se sentía terriblemente indefenso y, aunque no le gustara admitirlo, odiaba la sensación. Necesitaba salir y correr, sentir el viento, divertirse; estaba seguro que de ese modo se recuperaría más rápido, pero nadie parecía compartir su opinión...
-Necesito salir.
Lentamente abrió la puerta de su habitación, encontrándose con la sorpresa de que no había nadie en ese momento.
-Bingo...
Rápidamente se escabulló a los roperos y buscó algo que no llamara mucho la atención. Luego tomó un jockey de Takao y se lo puso, ocultando sus llamativos flequillos. Así, de jeans y chaqueta corta, nadie notó cuando salió del hotel.
Aprovechando la momentánea libertad, Rei se dispuso a caminar por algunas calles más o menos centrales, intentando no perderse ni alejarse demasiado del hotel.
-Que bien se siente salir...
En su camino se atravesaron vendedores ambulantes, gente apurada, cosas hermosas, mujeres sensuales y altos hombres. Por su lado pasaba gente desconectada del mundo a través de un discman o personas que pedían ayuda para otras más desvalidas. Por un momento recordó las sensaciones que sintió la primera vez que paseó por Japón, y recordó Hong-Kong y su pequeña aldea natal. Muchas imágenes pasaron por su mente mientras caminaba y conocía Centros Comerciales y tiendas de Bey Blade. Disfrutó de un buen café caliente al mediodía, y finalmente se dispuso a volver, sin pensar que sus compañeros habían visto el cuarto vacío y se habían lanzado a su búsqueda hace varias horas. ***
-Que extraño, no parece haber nadie.
-Eso parece.
Kai y Takao entraron y buscaron por varias salas antes de que Hiwatari fuera a la habitación de Rei.
-Rei no está -dijo alarmado. Pronto su mente comenzó a trabajar en distintas hipótesis.... No había nadie, Rei no estaba, no les habían avisado.... - Takao... -Mira Kai, aquí hay una nota de Max...
** Muchachos, Rei salió y nadie sabe donde está. Fuimos a buscarlo con Kyo y los White Tigers. Si llegan y lo ven por favor avísennos. Volveremos de todas formas a las 6 al hotel. **
-Son casi las 3.30pm.
-¿No tiene hora la nota?
-Pues... dice a las 9.00am...
-Son demasiadas horas buscando...
Takao observó con ojos tristes como Kai salía rápidamente del hotel. Todas sus palabras fueron preocupadas y su actitud era ansiosa desde que vio la pieza sola. Su pecho subía y bajaba con pasmoso dolor... era como si hubiera perdido a Kai... aunque nunca lo hubiera tenido. Pero algo en su mente le decía que lo que el muchacho de pelo bicolor sentía hacia el otro no era amor... no... eso era algo que solo él podía darle...
-Tranquilo Takao -se dijo limpiando sus lágrimas y mirando triunfalmente la puerta de la pieza- Rei no te lo quitará. ***
Definitivamente la ciudad tenía algo que encantaba a al muchacho chino. Si bien se había dispuesto a volver al hotel, las construcciones que habían en el camino, las plazas y los bellos paisajes lo mantuvieron dando vueltas por todos lados, ya sin cuidar el no perderse o alejarse demasiado.
El tiempo pasaba volando para Rei. Sentía como si Moscú fuera la ciudad más hermosa del mundo, y se sentía extrañamente anclado a esas calles y gentes que no conocía, pero que (había descubierto recién) adoraba mirar y disfrutar.
-¿Qué puedo hacer ahora?
El sol comenzaba a ocultarse y Kon continuaba paseando. Esta vez se había detenido en un pequeño local con vitrinas abiertas, en donde vendían peluches y muñecos, muchos de los cuales estaban inspirados en las Bestias Bit.
-¡Un Driger!
El hermoso tigre blanco se mantenía junto a un Draciel, un largo Dragoon y un Drancer con las alas abiertas. Rei puso notar entonces que bajo ellos había una inscripción en ruso de la cual solo entendía la palabra "BladeBrakers". Así también, pudo reconocer a las Bestias de los White Tigers, los Demolition Boys, los Majestics y los All Stars.
Al pagar los peluches, Rei recordó a sus amigos por primera vez en todo el día. A su mente vino el hecho de que había salido sin avisar y se preocupó ya que todos estarían enfadados con él, pero de pronto vio a su pequeño Driger en el mesón de pago. Había olvidado ponerlo en la bolsa. Se olvidó de lo demás y salió con el tigre en las manos, sonriendo y admirando sus ojos hermosos y brillantes. ***
Horas corriendo. ¡¿Cómo podía desparecer de esa forma?!.
Kai se detuvo en una esquina enrejada intentando recuperar el aliento. Hacía mucho rato que estaba buscando a Rei, incluso se había topado con Mariah y Max en el camino, pero de Kon ni un solo pelo.
La extraña desaparición de Rei creó una presión y un dolor que Kai no creía soportar. Una vez más sentía que era su culpa... Por él hirieron a Rei, ¡debería haber estado cuidándolo!... más todavía sabiendo que algo no andaba bien con su amigo. Rei no le había dicho nada, pero él era un buen observador y notaba como Rei se quedaba largos minutos observando el suelo desde su ventana, sus extraños movimientos al dormir, el hecho que no hubiera despertado en tantos días luego del accidente. A veces parecía tan ausente y perdido....
Algo parecido a la desesperación llenó el pecho de Hiwatari, arrancándole un sollozo desde lo más profundo de su alma, mientras sujetaba la baranda del borde con fuerza, y poco a poco caía de rodillas apoyando la frente en el metal.
-Oye... ¿Estás bien?
Rápidamente Kai volteó al oír la voz...
-¿Rei?
El muchacho se mantuvo mirándolo unos momentos. Entonces sus perlas doradas brillaron como siempre y sonrió.
-¡Kai!, disculpa, no te había reconocido... -pero no dijo más al sentir los brazos de Hiwatari cerrarse en su cuerpo, apretando con desconocida ansiedad-
-¿Dónde diablos te habías metido? -preguntó con algo parecido al llanto ahogado-
-...Lo siento...
Kai se separó de su "amigo" y lo miró largamente, asegurándose de que no tuviera heridas ni nada malo o diferente a lo que él sabía que Rei tenía.
-Vamos al hotel -dijo tomando a Rei de la muñeca (casi de la mano) y jalando de él con fuerza-
-Ya voy... ya voy...
Y mientras ellos caminaban, un par de ojos violetas y otros escarlatas los observaban.
-¿Contenta?
-(^.^), Mucho.
Continuará...
Notas: Takao, Kai y Rei. Espero que les guste lo que viene. ediciones_ryochan@hotmail.com
-No veo avances...
-Siempre tan impaciente Akemi.
-¡Pero yo quiero ver algo Take!
-Pero pronto pasará... El chico no está bien, eso Kai lo sabe.
-Pero huye... ¡y eso no tiene nada de divertido!
-¿Y qué harás entonces?
-... Nada. Además.... -los ojos violetas de ella y la mirada de fuego de él se centraron en la escena que presentaban Kai y Takao en el pasto-
-¿Además?
-Ese Takao no me gusta. No quiero que arruine la relación de Kai y Rei.
-¡Pero si no tienen nada! -dijo Takeru, divertido-
-Pero la tendrán... eso lo sé.
-¿Y si no tienen?
-¡Siempre tan pesimista Take-kun!
-Tus planes a veces fallan Akemi, no olvides eso.
-Pero esto no es un plan. Es solo una ayuda. Después de todo, los sentimientos existen, yo no los creé.
-También existen los sentimientos de ese chico y "hacia" ese chico.
-¡Ese Takao no cuenta!
-De todas formas dejemos que las cosas sigan así. Nosotros ya hicimos suficiente. -dijo comenzando a caminar-
-Eso es cierto.... -y volvió a mirar hacia donde Takao y el otro- "Aprovecha Kai... o no tendrás una segunda oportunidad."
-No planees nada con él -interrumpió él con el ceño fruncido. Ella puso sus manos en su cintura y cara molesta-
-¡Te he dicho que no te metas en mi cabeza!
-¿Acaso tu no lo haces?
Riendo y sin tomar más en cuenta a los blade luchadores, los jóvenes se fueron, sin ser notados, vistos ni oídos. ***
-¿Qué tal si vamos al hotel Kai?. Ya es tarde.
-Si, supongo que no es mala idea.
Takao se levantó limpiándose el pasto de la ropa y extendió la mano a Kai para que hiciera lo mismo. Hiwatari agradeció el gesto y se puso de pie también.
-Muero de hambre....
-¿Y cuando no Takao?
-... *¬¬*.
Ambos se miran por un momento: Takao con las mejillas rojas de la vergüenza y Kai con esas miradas de "es obvio". Pero de un momento a otro, rompen a reír hasta que las lágrimas aparecieron.
-Vamos de una vez.
-Si, vamos.... ***
-¿Y como sigue Rei?
-Está bien, aunque parece extrañamente serio.
-¿Le dolerá algo?
-No lo creo, los médicos dicen que ya está bien.
-Quizás en qué esté pensando.
-Quizás.... ***
Una vez más, Rei miraba el distante suelo apoyado en el marco de la ventana de su habitación. Algo en el piso le parecía sumamente interesante, aunque no sabía que era.
-"Caer..."
Lentamente Kon hizo algunos movimientos que le exigían cierto esfuerzo. Algunos los pudo hacer sin problemas, mientras otros le provocaron dolores y molestias. La furia comenzaba a llenarlo. Ya estaba cansado de depender de todos, de que todos estuvieran encima de él cuidando. Se sentía terriblemente indefenso y, aunque no le gustara admitirlo, odiaba la sensación. Necesitaba salir y correr, sentir el viento, divertirse; estaba seguro que de ese modo se recuperaría más rápido, pero nadie parecía compartir su opinión...
-Necesito salir.
Lentamente abrió la puerta de su habitación, encontrándose con la sorpresa de que no había nadie en ese momento.
-Bingo...
Rápidamente se escabulló a los roperos y buscó algo que no llamara mucho la atención. Luego tomó un jockey de Takao y se lo puso, ocultando sus llamativos flequillos. Así, de jeans y chaqueta corta, nadie notó cuando salió del hotel.
Aprovechando la momentánea libertad, Rei se dispuso a caminar por algunas calles más o menos centrales, intentando no perderse ni alejarse demasiado del hotel.
-Que bien se siente salir...
En su camino se atravesaron vendedores ambulantes, gente apurada, cosas hermosas, mujeres sensuales y altos hombres. Por su lado pasaba gente desconectada del mundo a través de un discman o personas que pedían ayuda para otras más desvalidas. Por un momento recordó las sensaciones que sintió la primera vez que paseó por Japón, y recordó Hong-Kong y su pequeña aldea natal. Muchas imágenes pasaron por su mente mientras caminaba y conocía Centros Comerciales y tiendas de Bey Blade. Disfrutó de un buen café caliente al mediodía, y finalmente se dispuso a volver, sin pensar que sus compañeros habían visto el cuarto vacío y se habían lanzado a su búsqueda hace varias horas. ***
-Que extraño, no parece haber nadie.
-Eso parece.
Kai y Takao entraron y buscaron por varias salas antes de que Hiwatari fuera a la habitación de Rei.
-Rei no está -dijo alarmado. Pronto su mente comenzó a trabajar en distintas hipótesis.... No había nadie, Rei no estaba, no les habían avisado.... - Takao... -Mira Kai, aquí hay una nota de Max...
** Muchachos, Rei salió y nadie sabe donde está. Fuimos a buscarlo con Kyo y los White Tigers. Si llegan y lo ven por favor avísennos. Volveremos de todas formas a las 6 al hotel. **
-Son casi las 3.30pm.
-¿No tiene hora la nota?
-Pues... dice a las 9.00am...
-Son demasiadas horas buscando...
Takao observó con ojos tristes como Kai salía rápidamente del hotel. Todas sus palabras fueron preocupadas y su actitud era ansiosa desde que vio la pieza sola. Su pecho subía y bajaba con pasmoso dolor... era como si hubiera perdido a Kai... aunque nunca lo hubiera tenido. Pero algo en su mente le decía que lo que el muchacho de pelo bicolor sentía hacia el otro no era amor... no... eso era algo que solo él podía darle...
-Tranquilo Takao -se dijo limpiando sus lágrimas y mirando triunfalmente la puerta de la pieza- Rei no te lo quitará. ***
Definitivamente la ciudad tenía algo que encantaba a al muchacho chino. Si bien se había dispuesto a volver al hotel, las construcciones que habían en el camino, las plazas y los bellos paisajes lo mantuvieron dando vueltas por todos lados, ya sin cuidar el no perderse o alejarse demasiado.
El tiempo pasaba volando para Rei. Sentía como si Moscú fuera la ciudad más hermosa del mundo, y se sentía extrañamente anclado a esas calles y gentes que no conocía, pero que (había descubierto recién) adoraba mirar y disfrutar.
-¿Qué puedo hacer ahora?
El sol comenzaba a ocultarse y Kon continuaba paseando. Esta vez se había detenido en un pequeño local con vitrinas abiertas, en donde vendían peluches y muñecos, muchos de los cuales estaban inspirados en las Bestias Bit.
-¡Un Driger!
El hermoso tigre blanco se mantenía junto a un Draciel, un largo Dragoon y un Drancer con las alas abiertas. Rei puso notar entonces que bajo ellos había una inscripción en ruso de la cual solo entendía la palabra "BladeBrakers". Así también, pudo reconocer a las Bestias de los White Tigers, los Demolition Boys, los Majestics y los All Stars.
Al pagar los peluches, Rei recordó a sus amigos por primera vez en todo el día. A su mente vino el hecho de que había salido sin avisar y se preocupó ya que todos estarían enfadados con él, pero de pronto vio a su pequeño Driger en el mesón de pago. Había olvidado ponerlo en la bolsa. Se olvidó de lo demás y salió con el tigre en las manos, sonriendo y admirando sus ojos hermosos y brillantes. ***
Horas corriendo. ¡¿Cómo podía desparecer de esa forma?!.
Kai se detuvo en una esquina enrejada intentando recuperar el aliento. Hacía mucho rato que estaba buscando a Rei, incluso se había topado con Mariah y Max en el camino, pero de Kon ni un solo pelo.
La extraña desaparición de Rei creó una presión y un dolor que Kai no creía soportar. Una vez más sentía que era su culpa... Por él hirieron a Rei, ¡debería haber estado cuidándolo!... más todavía sabiendo que algo no andaba bien con su amigo. Rei no le había dicho nada, pero él era un buen observador y notaba como Rei se quedaba largos minutos observando el suelo desde su ventana, sus extraños movimientos al dormir, el hecho que no hubiera despertado en tantos días luego del accidente. A veces parecía tan ausente y perdido....
Algo parecido a la desesperación llenó el pecho de Hiwatari, arrancándole un sollozo desde lo más profundo de su alma, mientras sujetaba la baranda del borde con fuerza, y poco a poco caía de rodillas apoyando la frente en el metal.
-Oye... ¿Estás bien?
Rápidamente Kai volteó al oír la voz...
-¿Rei?
El muchacho se mantuvo mirándolo unos momentos. Entonces sus perlas doradas brillaron como siempre y sonrió.
-¡Kai!, disculpa, no te había reconocido... -pero no dijo más al sentir los brazos de Hiwatari cerrarse en su cuerpo, apretando con desconocida ansiedad-
-¿Dónde diablos te habías metido? -preguntó con algo parecido al llanto ahogado-
-...Lo siento...
Kai se separó de su "amigo" y lo miró largamente, asegurándose de que no tuviera heridas ni nada malo o diferente a lo que él sabía que Rei tenía.
-Vamos al hotel -dijo tomando a Rei de la muñeca (casi de la mano) y jalando de él con fuerza-
-Ya voy... ya voy...
Y mientras ellos caminaban, un par de ojos violetas y otros escarlatas los observaban.
-¿Contenta?
-(^.^), Mucho.
Continuará...
Notas: Takao, Kai y Rei. Espero que les guste lo que viene. ediciones_ryochan@hotmail.com
