Hola otra vez. ¿Vieron que por más que tarde con los capítulos no los
abandono?. eso es porque me gusta escribir, me encanta escribir y esa es la
razón por la cual no los voy a abandonar. Aparte del hecho de que creo que
alguno de ustedes me mataría si lo intentara. Bueno aquí les dejo otro
capítulo y aunque es cortito, espero que les guste.
Besotes
Lu
Liza: Me alegro que te guste. No gracias a Dios no me he llevado nada. Nunca me hartan los reviews, ninguno de ellos.
Lu: ¿Vieron que james no iba a ser malo por siempre?. Yo ya les había dicho, la paciencia es oro. Gracias por tus comentarios, espero que te guste este capítulo.
Fernanda: Gracias por tu comentario. Ya vas a ver que todo aquí se soluciona.
Ly: Gracias por tu comentario, espero que te guste este chap.
Maika: Gracias. Sayonara...
Lalwen: Gracias por tu review, esos son los que me gustan, no porque sea largo, sino porque es explicativo. Gracias, lo aprecio mucho en realidad.
Myrtle: No lo hago para nada apurado ¿Que no ves que tardo 3 meses por capítulo?. Sin embargo, no es excelente, porque si lo fuera, vendría mis historias y serís milloaria. Besos.
naomi: Gracias por tu comentario.
tori: Aquí lo tienes
Arwen_Magic: Gracias por tu review, me alegra que te guste mi historia. Espero que disfrutes este chap.
Arwen: No lo sé, estaba pensando llegar hasta 15 capítulos, pero todavía no lo sé. Gracias
Arwen-de-Black: Claro que la tiene, no los dejaría así, sin continuación. Gracias
tatina: La paciencia es oro. Gracias
mariana: No me importa la cantidad de reviews, aunque me dejen 2 voy a tardar lo mismo, no lo hago por los review, lo hago por que me gusta, ¿Understood?. Gracias por tu comentario.
Elizabeth: Es verdad, no es mucho pedir que James fuera un tipo normal, pero no lo voy a hacer, porque sino siería igual que todos los demás fics de un chico tímido y una chica idem que no se atreven a confesar sus sentimientos y no sería atrapante ni divertido. Gracias por tu comentario.
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"Encuentro un nuevo significado a la amistad"
Autora: Angelina (Lu)
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La cabeza de Lily estaba por explotar, todavía no entendía porque había abrazado a james y, sobre todo, porque había sentido esa calidez, habiendo abrazado al chico que ella más detestaba en el universo. Es que James Potter era desagradable, mujeriego y sin ningún respeto por nadie. Era pedante e idiota y sobre todas las cosas, era aquel muchacho que se había burlado de ella durantelos dos primeros años de colegio en los que Lily no era una chica hermosa, sino que era una gordita con anteojos y ortodoncia. Todo el mundo se burlaba de ella, menos susan que era su única amiga en el mundo y ahora, por vez primera desde que se conocían, Lily se había peleado con Susan y había abrazado a james Potter, todo en un mismo día. Lily no podía salir de su trance, realmente la actitud de Potter hacia ella había sido increíblemente extraña, no podía sacárselo de la cabeza así como así.
- ¿Lily?¿Lily?- la dulce voz de remus la sacó de sus pensamientos- ¿Lily, estás bien?
- ¿Cómo...qué...yo?- Lily no podía hablar.
- Lil, no puedes hilar dos palabras juntas y mira, estás temblando, va a ser mejor que volvamos a la Torre.
- Si, eso creo.
Remus abrazó tiernamente a Lily y los dos se encaminaron hacia la torre de Gryffindor.
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James no podía creer lo que había pasado. Él viendo que Lily estaba llorando en un rincón del pasillo, desechó automáticamente a todas las chicas con las que estaba hablando y corrió a verla. Al principio sólo iba a molestarla o a ver si realmente le había pasado algo, pero cuando vio la desasperación con la que Lily sollosaba, no pudo menos que abrazarla y calmarla. En otra época, probablemente la sola idea le hubiera dado repulsión, por la sensación que sintió James cuando tomó el frágil y débil cuerpecito de Lily entre sus brazos fue increíble. Se sintió de maravilla, como protegiendo a una pequeña flor de la nieve. Su corazón volvió a agitarse de sólo pensar en esa sensación y su cerebro empezó a proyectar miles de imágenes interminables, en especial las peleas con aquella chica que, después de ese abrazo lo había convertido en otra persona. james nunca había dejado de notar en tremendo mal que le hacía a la gente, especialmente al público femenino, cuando rompía sus corazones o jugaba bromas realmente pesadas. James nunca pasó por alto todas las bromas que él y sirius les habían jugado a Susan y Lily en los primeros años de Hogwarts. Y James sabía perfectamente que muchas personas del colegio lo odiaban por ser las descorazonado, tan frío y cruel. Y lo peor es que nunca le importó lo que resultaba de sus acciones, él siempre creyó que lo que hacía era lo mejor para todos. No fue sino hasta ahora que el célebre y tan aclamado por las féminas James Potter se dio cuenta de que sólo era un desagradable muchachito con mucho camino por recorrer, un niñito rico inmaduro y mimado hasta el cansancio. Nada le fue difícil en su infancia o en su adolescencia, siempre tuve lo que quizo, los mejores juguetes, las mejores companías, la mejor educación y ahora las mejores chicas y las mejores notas de Hogwarts. James por fin aclaró sus pensamientos, tenía la vida soñada de cualquier muchacho de su edad, pero no era feliz ni tenía una identidad con la que se identificara realmente.
- Ya basta- de dijo- Voy a comenzar de nuevo, a hacer una nueva vida y no volveré a hacer sufrir a nadie.
- Valientes palabras- una voz resonó detrás suyo. James volteó rápidamente, su barba larga y plateada y sus ojos azules brillantes que chispeaban eran inconfundibles. Era Albus Dumbledore, el director de Hogwarts.- De hecho, muy valientes palabras, james, pero... ¿Serás capaz de cumplirlas?.
- Yo... eh... señor...yo
- Te conozco desde que eras un niño James Potter y te he visto crecer todos estos años. Y principalmente te he visto maltratar a todas esas personas de las que hablas, especialmente a las mujeres. No creo que seas malo James, sólo estás viviendo una etapa y creo que es hora de que cambies.
- Gracias señor.
- De nada James y, hazme un favor, la próxima vez que decidas romperle el corazón a alguna chica, piensa en lo que sentirías tú si rompieran el tuyo.
James no podía creer lo que acababa de suceder. Dumbledore le había dado un consejo sobre cómo recapacitar su vida. El mismísimo director de hogwarts. Él había oído que Dumbledore estaba medio chiflado, pero nunca creyó que lo estaría lo suficiente para hacer lo que hizo. De cualquier manera, James aceptó cabizbajo las últimas palabras del director y se retiró a la Torre sin hacer demasiado escándalo (teniendo en cuenta que todavía lo perseguían varias chicas).
Entró a la Torre cuando pudo librarse de todas las hufflepuff que lo perseguían diariamente y se dispuso a terminar su tarea de aritmancia, que no era para nada interesante.
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Lily tuvo que evitar esos ojos aterciopelados que la miraron fijo cuando entró a la Sala Común. Lo que más quería en el mundo en ese momento era subir corriendo al cuarto de las chicas, un lugar en el que él no podía entrar. Y eso era una burda mentira. Lo que más quería Lily en ese momento era correr hacia James y abrazarlo nuevamente para sentir ese calor interior que tanto necesitaba en esos momentos. Lily volvió a la realidad, ella tenía novio y no era cualquier novio, sino Remus, una persona muy dulce y simpática. ¿Qué ganaría ella con una relación con James? Quizás algunos moretones causados por su insaciable club de fans y un poco de buen sexo, pero nada más, nada bueno. Y finalmente ella se convertiría en una de las tantas chicas a las que James les había roto el corazón. Seria "una más". Ella no quería ser "una más", ni "la otra". Lily, a diferencia de las Hufflepuff que perseguían a James todo el tiempo, quería ser "la única". Y con Remus lo era.
O eso creía. El problema es que ella no era la única que se había interesado en otra persona. Remus tuvo varios encuentros con Cindy, en la biblioteca. Cindy era una de las tantas chicas que habían sido engañadas por Potter, pero, a diferencia de muchas, Cindy era sumamente inteligente, y, por sobre todas las cosas, muy estudiosa. No era una chica hermosa, pero tenía algo. Encanto es la palabra. Cindy tenía muchísimo encanto. Entonces Lily no era la única que estaba confundida. Remus también lo estaba, porque no sabía exactamente que sentía por Cindy. Nunca había tenido una novia como Lily y tampoco quería perderla.
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Sirius también estaba muy confundido. Después de la aventura en el armario, pensó que Susan definitivamente sentía algo por él. Al parecer no fue así. Susan simplemente se dejó llevar por ese beso. Probablemente se haya imaginado que estaba con otra persona o algo así.
- Demonios- susurró- Demonios, demonios, demonios.
No era justo, ¿Qué tenía él de malo?. Susan siempre correspondía a sus miradas en clase y hasta había veces en las que le devolvía los papelitos que él le tiraba constantemente. Siempre había un guiño o una sonrisa que ella le dedicaba, incluso hasta hubo veces en las que le tiró un beso mientras caminaba por los pasillos. Y eso era lo mejor que tenía Susan. Su forma de caminar, es como si no le importara como se ve o lo que la gente piensa de ella, sólo camina, siempre con un objetivo. fijo en su mirada. Rara vez se la ve caminando acompañada por otra persona que no sea Lily. En realidad la mayoría de las veces se la ve caminando sola. ¿Puede ser que sea tan idiota como para venerar hasta su manera de caminar?, pensó Sirius, la respuesta era obvia, pero no se respondió a él msimo, sino que una voz vino de atrás suyo.
- Si lo eres- dijo la reconocible voz de Susan- Claro que lo eres.
- ¿Cómo fue que supiste?
- ¿Lo que estabas pensando?, simple, tú mismo lo haz dicho, soy perfecta, ¿No es así?.
- Pero yo no lo dije, sólo lo piens...- Sirius por fin cayó en la cuenta- No puedo creerlo, Susan, haz roto todas las reglas que existen en este colegio, es imposible que hayas hecho lo que pienso que hiciste.
-¿Y qué piensas que hice?- le contestó Sussie con su mejor cara de inocencia.
- No te hagas la tonta, sabes muy bien lo que estoy pensando.
Sirius usó una pequeña distracción de Susan para aprovecharse de la situación. Pensó en cuánto la quería y en todas las cosas lindas que siempre pensaba cuando estaba solo, porque sabía perfectamente que Susan le leería la mente. Y así lo hizo.
-¡Sirius Alexander Black!
Oops, eso no podía ser bueno.
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Bien, había resuelto decirle toda la verdad. Toda. No podía seguir ocultándole sus sentimientos por mucho tiempo, se sentía... como traicionándolo. No era realmente mentirle ni engañarlo con otro, pero aún así, era un poco de las dos cosas. Ocultar la verad es una forma de mentir y sí bien no lo estaba engañando con otro... estaba pensando en hacerlo.
- Remus yo...
- ¿Qué?
No podía hacerlo, simplemente no podía romperle el corazón de esa manera, él había sido tan bueno con ella, habían vivido tantas cosas interesantes (A/N: No abundo en detalles porque estamos en horario de protección al menor). Y se habían amado. Se seguían amando. O por lo menos eso creeían. tenía que decirselo.
- Yo... yo estoy un poco cansada, ya sabes, la pelea con Sussie, ya pasó bastante tiempo desde la última vez que le hablé y eso está afectándome.
- Bien cariño- Remus la besó- Que duermas bien.
Era la peor basura del mundo. Era como Hunter. No. Peor que Hunter, era como una mezcla de Hunter y Snape en el cuerpo de Holly Nott. No. Peor. Era una idiota que cuando dijera todo lo que sentía, no sólo perdería un novio sino a uno de los mejores amigos que había tenido en su vida. Una de las personas más importantes para ella. Que estúpida.
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-¿Por qué no me lo dijiste antes?
- ¿Qué?- Sirius sacó sus brazos de su cabeza, esperaba una fuerte golpiza y con Susan, nunca se sabía.
- Que porque no me lo había dicho.
- No te entiendo.
- Todo lo que vi en tu cabeza.
- Porque no encontraba las palabras adecuadas para hacerlo.
- Yo pensé...
- ¿Sí?
- Yo pensé que me quería para... bueno para lo que quieres a todas las chicas con las que sales.
- Yo no hago eso, me estarás confundiendo con un tal Potter.
Los dos rieron.
- Quizás.
- ¿Entonces?
-¿Entonces qué?
- ¿Me merezco ese beso que pensabas darme?
- ¿Cómo lo...
- Puro instinto, no utilizo hechizos apra saber lo que piensan las chicas.
- Jaja, muy gracioso Blackie- Susan se acercó a Sirius y lo besó- Pero todavía no entiendo como...
- Te conozco, March, simplemente eso.
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Lily senguía devastada, no había podido dormir nada y se sentía muy mal. No le había dicho la verda a Remus y su mejor amiga la había abandonado. Justo ahora. Justo ahora que ella se había empezado a fijar en un chico conflictivo. Y si Susan sabía de algo, era de romances conflictivos. Los únicos tres novios que tuvo habían abandonado Hogwarts después de salir con ella. Uno era jugador de quidditch profesionales que, aparte de jugar en equipos conocidos de Inglaterra, jugaban para el equipo nacional. El tercero era hijo de diplomáticos muy importantes y estaba viviendo en Moscú y el cuarto... bueno digamos que el cuarto era miembro de cierta nobleza de cierto país europeo. El cuarto novio era mucho más grande que ella, unos... 13 años, lo recordaba perfectamente, ella ya había cumplido los 17 y él todavía no había cumplido los 30. Entró como profesor de Hogwarts para hacer una suplencia y se enamoró perdidamente de Sussie, con sus ojos avioletados y su cabello rubio que le caía en una cascada perfecta por la espalda. Luego, cuando terminó su suplencia, se dedicó a la actuación. Lily nunca se imaginaría que cumpliría el papel de Sean Connery en las últimas cuatro películas de James Bond. Para colmo el quinto probablemente fuera Sirius. sí, definitivamente ella sabía lo que era un romance conflictivo. Pero no le podía preguntar que hacer, porque Susan la ignoraría completamente.
La puerta de la habitación se abrió y Susan entró en la oscura habitación iluminandolo todo, como usualmente lo hacía. O no. Susan traía una linterna.
- ¿Qué haces acostada a las tres y media de la tarde?
- Pensé que no me habías perdonado.
- No lo hice, es sólo una pregunta.
- No me siento bien.
- Ah.
Susan recogió sus elementos de dibujo rápidamente y cuando ya se disponía a salir de la habitación, Lily decidió dar la estocada final.
- Creo que me gusta James Potter- dijo la pelirroja casi sin aire.
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Besotes
Lu
Liza: Me alegro que te guste. No gracias a Dios no me he llevado nada. Nunca me hartan los reviews, ninguno de ellos.
Lu: ¿Vieron que james no iba a ser malo por siempre?. Yo ya les había dicho, la paciencia es oro. Gracias por tus comentarios, espero que te guste este capítulo.
Fernanda: Gracias por tu comentario. Ya vas a ver que todo aquí se soluciona.
Ly: Gracias por tu comentario, espero que te guste este chap.
Maika: Gracias. Sayonara...
Lalwen: Gracias por tu review, esos son los que me gustan, no porque sea largo, sino porque es explicativo. Gracias, lo aprecio mucho en realidad.
Myrtle: No lo hago para nada apurado ¿Que no ves que tardo 3 meses por capítulo?. Sin embargo, no es excelente, porque si lo fuera, vendría mis historias y serís milloaria. Besos.
naomi: Gracias por tu comentario.
tori: Aquí lo tienes
Arwen_Magic: Gracias por tu review, me alegra que te guste mi historia. Espero que disfrutes este chap.
Arwen: No lo sé, estaba pensando llegar hasta 15 capítulos, pero todavía no lo sé. Gracias
Arwen-de-Black: Claro que la tiene, no los dejaría así, sin continuación. Gracias
tatina: La paciencia es oro. Gracias
mariana: No me importa la cantidad de reviews, aunque me dejen 2 voy a tardar lo mismo, no lo hago por los review, lo hago por que me gusta, ¿Understood?. Gracias por tu comentario.
Elizabeth: Es verdad, no es mucho pedir que James fuera un tipo normal, pero no lo voy a hacer, porque sino siería igual que todos los demás fics de un chico tímido y una chica idem que no se atreven a confesar sus sentimientos y no sería atrapante ni divertido. Gracias por tu comentario.
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"Encuentro un nuevo significado a la amistad"
Autora: Angelina (Lu)
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La cabeza de Lily estaba por explotar, todavía no entendía porque había abrazado a james y, sobre todo, porque había sentido esa calidez, habiendo abrazado al chico que ella más detestaba en el universo. Es que James Potter era desagradable, mujeriego y sin ningún respeto por nadie. Era pedante e idiota y sobre todas las cosas, era aquel muchacho que se había burlado de ella durantelos dos primeros años de colegio en los que Lily no era una chica hermosa, sino que era una gordita con anteojos y ortodoncia. Todo el mundo se burlaba de ella, menos susan que era su única amiga en el mundo y ahora, por vez primera desde que se conocían, Lily se había peleado con Susan y había abrazado a james Potter, todo en un mismo día. Lily no podía salir de su trance, realmente la actitud de Potter hacia ella había sido increíblemente extraña, no podía sacárselo de la cabeza así como así.
- ¿Lily?¿Lily?- la dulce voz de remus la sacó de sus pensamientos- ¿Lily, estás bien?
- ¿Cómo...qué...yo?- Lily no podía hablar.
- Lil, no puedes hilar dos palabras juntas y mira, estás temblando, va a ser mejor que volvamos a la Torre.
- Si, eso creo.
Remus abrazó tiernamente a Lily y los dos se encaminaron hacia la torre de Gryffindor.
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James no podía creer lo que había pasado. Él viendo que Lily estaba llorando en un rincón del pasillo, desechó automáticamente a todas las chicas con las que estaba hablando y corrió a verla. Al principio sólo iba a molestarla o a ver si realmente le había pasado algo, pero cuando vio la desasperación con la que Lily sollosaba, no pudo menos que abrazarla y calmarla. En otra época, probablemente la sola idea le hubiera dado repulsión, por la sensación que sintió James cuando tomó el frágil y débil cuerpecito de Lily entre sus brazos fue increíble. Se sintió de maravilla, como protegiendo a una pequeña flor de la nieve. Su corazón volvió a agitarse de sólo pensar en esa sensación y su cerebro empezó a proyectar miles de imágenes interminables, en especial las peleas con aquella chica que, después de ese abrazo lo había convertido en otra persona. james nunca había dejado de notar en tremendo mal que le hacía a la gente, especialmente al público femenino, cuando rompía sus corazones o jugaba bromas realmente pesadas. James nunca pasó por alto todas las bromas que él y sirius les habían jugado a Susan y Lily en los primeros años de Hogwarts. Y James sabía perfectamente que muchas personas del colegio lo odiaban por ser las descorazonado, tan frío y cruel. Y lo peor es que nunca le importó lo que resultaba de sus acciones, él siempre creyó que lo que hacía era lo mejor para todos. No fue sino hasta ahora que el célebre y tan aclamado por las féminas James Potter se dio cuenta de que sólo era un desagradable muchachito con mucho camino por recorrer, un niñito rico inmaduro y mimado hasta el cansancio. Nada le fue difícil en su infancia o en su adolescencia, siempre tuve lo que quizo, los mejores juguetes, las mejores companías, la mejor educación y ahora las mejores chicas y las mejores notas de Hogwarts. James por fin aclaró sus pensamientos, tenía la vida soñada de cualquier muchacho de su edad, pero no era feliz ni tenía una identidad con la que se identificara realmente.
- Ya basta- de dijo- Voy a comenzar de nuevo, a hacer una nueva vida y no volveré a hacer sufrir a nadie.
- Valientes palabras- una voz resonó detrás suyo. James volteó rápidamente, su barba larga y plateada y sus ojos azules brillantes que chispeaban eran inconfundibles. Era Albus Dumbledore, el director de Hogwarts.- De hecho, muy valientes palabras, james, pero... ¿Serás capaz de cumplirlas?.
- Yo... eh... señor...yo
- Te conozco desde que eras un niño James Potter y te he visto crecer todos estos años. Y principalmente te he visto maltratar a todas esas personas de las que hablas, especialmente a las mujeres. No creo que seas malo James, sólo estás viviendo una etapa y creo que es hora de que cambies.
- Gracias señor.
- De nada James y, hazme un favor, la próxima vez que decidas romperle el corazón a alguna chica, piensa en lo que sentirías tú si rompieran el tuyo.
James no podía creer lo que acababa de suceder. Dumbledore le había dado un consejo sobre cómo recapacitar su vida. El mismísimo director de hogwarts. Él había oído que Dumbledore estaba medio chiflado, pero nunca creyó que lo estaría lo suficiente para hacer lo que hizo. De cualquier manera, James aceptó cabizbajo las últimas palabras del director y se retiró a la Torre sin hacer demasiado escándalo (teniendo en cuenta que todavía lo perseguían varias chicas).
Entró a la Torre cuando pudo librarse de todas las hufflepuff que lo perseguían diariamente y se dispuso a terminar su tarea de aritmancia, que no era para nada interesante.
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Lily tuvo que evitar esos ojos aterciopelados que la miraron fijo cuando entró a la Sala Común. Lo que más quería en el mundo en ese momento era subir corriendo al cuarto de las chicas, un lugar en el que él no podía entrar. Y eso era una burda mentira. Lo que más quería Lily en ese momento era correr hacia James y abrazarlo nuevamente para sentir ese calor interior que tanto necesitaba en esos momentos. Lily volvió a la realidad, ella tenía novio y no era cualquier novio, sino Remus, una persona muy dulce y simpática. ¿Qué ganaría ella con una relación con James? Quizás algunos moretones causados por su insaciable club de fans y un poco de buen sexo, pero nada más, nada bueno. Y finalmente ella se convertiría en una de las tantas chicas a las que James les había roto el corazón. Seria "una más". Ella no quería ser "una más", ni "la otra". Lily, a diferencia de las Hufflepuff que perseguían a James todo el tiempo, quería ser "la única". Y con Remus lo era.
O eso creía. El problema es que ella no era la única que se había interesado en otra persona. Remus tuvo varios encuentros con Cindy, en la biblioteca. Cindy era una de las tantas chicas que habían sido engañadas por Potter, pero, a diferencia de muchas, Cindy era sumamente inteligente, y, por sobre todas las cosas, muy estudiosa. No era una chica hermosa, pero tenía algo. Encanto es la palabra. Cindy tenía muchísimo encanto. Entonces Lily no era la única que estaba confundida. Remus también lo estaba, porque no sabía exactamente que sentía por Cindy. Nunca había tenido una novia como Lily y tampoco quería perderla.
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Sirius también estaba muy confundido. Después de la aventura en el armario, pensó que Susan definitivamente sentía algo por él. Al parecer no fue así. Susan simplemente se dejó llevar por ese beso. Probablemente se haya imaginado que estaba con otra persona o algo así.
- Demonios- susurró- Demonios, demonios, demonios.
No era justo, ¿Qué tenía él de malo?. Susan siempre correspondía a sus miradas en clase y hasta había veces en las que le devolvía los papelitos que él le tiraba constantemente. Siempre había un guiño o una sonrisa que ella le dedicaba, incluso hasta hubo veces en las que le tiró un beso mientras caminaba por los pasillos. Y eso era lo mejor que tenía Susan. Su forma de caminar, es como si no le importara como se ve o lo que la gente piensa de ella, sólo camina, siempre con un objetivo. fijo en su mirada. Rara vez se la ve caminando acompañada por otra persona que no sea Lily. En realidad la mayoría de las veces se la ve caminando sola. ¿Puede ser que sea tan idiota como para venerar hasta su manera de caminar?, pensó Sirius, la respuesta era obvia, pero no se respondió a él msimo, sino que una voz vino de atrás suyo.
- Si lo eres- dijo la reconocible voz de Susan- Claro que lo eres.
- ¿Cómo fue que supiste?
- ¿Lo que estabas pensando?, simple, tú mismo lo haz dicho, soy perfecta, ¿No es así?.
- Pero yo no lo dije, sólo lo piens...- Sirius por fin cayó en la cuenta- No puedo creerlo, Susan, haz roto todas las reglas que existen en este colegio, es imposible que hayas hecho lo que pienso que hiciste.
-¿Y qué piensas que hice?- le contestó Sussie con su mejor cara de inocencia.
- No te hagas la tonta, sabes muy bien lo que estoy pensando.
Sirius usó una pequeña distracción de Susan para aprovecharse de la situación. Pensó en cuánto la quería y en todas las cosas lindas que siempre pensaba cuando estaba solo, porque sabía perfectamente que Susan le leería la mente. Y así lo hizo.
-¡Sirius Alexander Black!
Oops, eso no podía ser bueno.
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Bien, había resuelto decirle toda la verdad. Toda. No podía seguir ocultándole sus sentimientos por mucho tiempo, se sentía... como traicionándolo. No era realmente mentirle ni engañarlo con otro, pero aún así, era un poco de las dos cosas. Ocultar la verad es una forma de mentir y sí bien no lo estaba engañando con otro... estaba pensando en hacerlo.
- Remus yo...
- ¿Qué?
No podía hacerlo, simplemente no podía romperle el corazón de esa manera, él había sido tan bueno con ella, habían vivido tantas cosas interesantes (A/N: No abundo en detalles porque estamos en horario de protección al menor). Y se habían amado. Se seguían amando. O por lo menos eso creeían. tenía que decirselo.
- Yo... yo estoy un poco cansada, ya sabes, la pelea con Sussie, ya pasó bastante tiempo desde la última vez que le hablé y eso está afectándome.
- Bien cariño- Remus la besó- Que duermas bien.
Era la peor basura del mundo. Era como Hunter. No. Peor que Hunter, era como una mezcla de Hunter y Snape en el cuerpo de Holly Nott. No. Peor. Era una idiota que cuando dijera todo lo que sentía, no sólo perdería un novio sino a uno de los mejores amigos que había tenido en su vida. Una de las personas más importantes para ella. Que estúpida.
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-¿Por qué no me lo dijiste antes?
- ¿Qué?- Sirius sacó sus brazos de su cabeza, esperaba una fuerte golpiza y con Susan, nunca se sabía.
- Que porque no me lo había dicho.
- No te entiendo.
- Todo lo que vi en tu cabeza.
- Porque no encontraba las palabras adecuadas para hacerlo.
- Yo pensé...
- ¿Sí?
- Yo pensé que me quería para... bueno para lo que quieres a todas las chicas con las que sales.
- Yo no hago eso, me estarás confundiendo con un tal Potter.
Los dos rieron.
- Quizás.
- ¿Entonces?
-¿Entonces qué?
- ¿Me merezco ese beso que pensabas darme?
- ¿Cómo lo...
- Puro instinto, no utilizo hechizos apra saber lo que piensan las chicas.
- Jaja, muy gracioso Blackie- Susan se acercó a Sirius y lo besó- Pero todavía no entiendo como...
- Te conozco, March, simplemente eso.
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Lily senguía devastada, no había podido dormir nada y se sentía muy mal. No le había dicho la verda a Remus y su mejor amiga la había abandonado. Justo ahora. Justo ahora que ella se había empezado a fijar en un chico conflictivo. Y si Susan sabía de algo, era de romances conflictivos. Los únicos tres novios que tuvo habían abandonado Hogwarts después de salir con ella. Uno era jugador de quidditch profesionales que, aparte de jugar en equipos conocidos de Inglaterra, jugaban para el equipo nacional. El tercero era hijo de diplomáticos muy importantes y estaba viviendo en Moscú y el cuarto... bueno digamos que el cuarto era miembro de cierta nobleza de cierto país europeo. El cuarto novio era mucho más grande que ella, unos... 13 años, lo recordaba perfectamente, ella ya había cumplido los 17 y él todavía no había cumplido los 30. Entró como profesor de Hogwarts para hacer una suplencia y se enamoró perdidamente de Sussie, con sus ojos avioletados y su cabello rubio que le caía en una cascada perfecta por la espalda. Luego, cuando terminó su suplencia, se dedicó a la actuación. Lily nunca se imaginaría que cumpliría el papel de Sean Connery en las últimas cuatro películas de James Bond. Para colmo el quinto probablemente fuera Sirius. sí, definitivamente ella sabía lo que era un romance conflictivo. Pero no le podía preguntar que hacer, porque Susan la ignoraría completamente.
La puerta de la habitación se abrió y Susan entró en la oscura habitación iluminandolo todo, como usualmente lo hacía. O no. Susan traía una linterna.
- ¿Qué haces acostada a las tres y media de la tarde?
- Pensé que no me habías perdonado.
- No lo hice, es sólo una pregunta.
- No me siento bien.
- Ah.
Susan recogió sus elementos de dibujo rápidamente y cuando ya se disponía a salir de la habitación, Lily decidió dar la estocada final.
- Creo que me gusta James Potter- dijo la pelirroja casi sin aire.
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